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Save her [Zayn Malik]
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Save her [Zayn Malik]
Segundo capítulo:
Despertó despojada de sus desteñidas ropas. Su cuerpo le dolía, no la dejaba moverse. Poseía moretones desde las caderas a sus tobillos.
Vio su muñeca izquierda; el pañuelo ya no estaba ahí. La cicatriz acechaba tormentosa mostrándole algo más allá que una marca; veía su interior, todo lo que ella llevaba dentro. Metafóricamente hablando, ella vio todos sus sentimientos reprimidos, su desgracia y toda su molesta vida.
Intentó estirarse, pero lo único que obtuvo fue un gemido de malestar que fluyó automáticamente.
Con sus dedos, alcanzó su conjunto de ropa interior. Y con algo de dificultad —por culpa de la incómoda posición en la que se hallaba—, tuvo que colocársela cuidadosamente.
Una hora aproximadamente estuvo rendida. Sin movimientos, sin respiraciones bruscas.
Rodó para toparse con el gélido suelo. Se puso de pie. Sus piernas estaban entumecidas y sus rodillas temblaban como si quisieran desplomar todo el peso superior a ellas.
Tambaleó en el primer paso que dio, pero consiguió sostenerse a ocasión de la pared más cercana, evitando una rara caída.
Fue hacia el gran espejo y volvió a observarse; era un desastre. Era un ser repugnante, infortunado y más que nada... sucio.
Sucia es la palabra que la persigue y perseguirá todos los días y todas las noches; creyéndose que se asimilan como sinónimos.
Objetivamente, ella sólo veía lo que odia; lo que no quiere ser. Lo que le dicen cada maltrato y abuso diarios. Y ___ era lo contrario. Era un simple, pequeño y hermoso pajarito que cayó preso en manos que la privan de su verdadera libertad. Debía aprender a volar, desplegar sus alas y cantar las melodías que escondía dentro de su pecho. Tenía que reclamar soltura y hallarse a ella misma; quien realmente es.
Debía luchar.
Unas sirenas resonaron desde afuera, descolocándola de sí.
Asustada, se colocó su ropa y se asomó por la chica abertura que jugaba a pretender ser ventana.
Vio luces de color rojo, azul y blanco que destellaban desde el capó de autos estacionados. Acompañándolas, el ruido de las sirenas la aturdían.
—Afuera todos— pidió un hombre uniformado con megáfono.
Ella apreció su atuendo. Se entretuvo contando el equipamiento que llevaba en el cinturón. Pero en seguida le llamó la atención divisar más personas alrededor de él, igual vestidas.
Él —que parecía estar al mando—, seguía dando órdenes a través de su aparato y les hacía señas a sus acompañantes. Ellos, fieles al señor, desenvolvieron sus armas y se avecionaron a la vereda, donde ella ya no pudo verlos.
Gritos indescifrables provinieron de abajo. Mas un tiro fue lo que hizo palpitar su corazón adrenalmente y erizar sus bellos, colmándola de nervios.
—¡Fuera!
Alguien o algo se encontraba en el pasillo y le gruñía como criaturas hambrientas, deseosas de atrapar su presa. Ya no había escapatoria.
Entró al baño y se encerró. Una idea absurda cruzó su cabeza: huida por el drenaje. Pero sincera y claramente, era inútil. Volvió a inspeccionar cada centímetro del cuarto. Nada.
Finalmente, un fuerte portazo, seguido de voces y pasos, le contribuyeron a no esperar ningún milagro inexistente. Se dijo a sí misma que éste era el fin. Su fin.
Así que sólo se sentó a aguardarlo silenciosamente, contemplando el techo y sus infinitas baldosas.
Vio su muñeca izquierda; el pañuelo ya no estaba ahí. La cicatriz acechaba tormentosa mostrándole algo más allá que una marca; veía su interior, todo lo que ella llevaba dentro. Metafóricamente hablando, ella vio todos sus sentimientos reprimidos, su desgracia y toda su molesta vida.
Intentó estirarse, pero lo único que obtuvo fue un gemido de malestar que fluyó automáticamente.
Con sus dedos, alcanzó su conjunto de ropa interior. Y con algo de dificultad —por culpa de la incómoda posición en la que se hallaba—, tuvo que colocársela cuidadosamente.
Una hora aproximadamente estuvo rendida. Sin movimientos, sin respiraciones bruscas.
Rodó para toparse con el gélido suelo. Se puso de pie. Sus piernas estaban entumecidas y sus rodillas temblaban como si quisieran desplomar todo el peso superior a ellas.
Tambaleó en el primer paso que dio, pero consiguió sostenerse a ocasión de la pared más cercana, evitando una rara caída.
Fue hacia el gran espejo y volvió a observarse; era un desastre. Era un ser repugnante, infortunado y más que nada... sucio.
Sucia es la palabra que la persigue y perseguirá todos los días y todas las noches; creyéndose que se asimilan como sinónimos.
Objetivamente, ella sólo veía lo que odia; lo que no quiere ser. Lo que le dicen cada maltrato y abuso diarios. Y ___ era lo contrario. Era un simple, pequeño y hermoso pajarito que cayó preso en manos que la privan de su verdadera libertad. Debía aprender a volar, desplegar sus alas y cantar las melodías que escondía dentro de su pecho. Tenía que reclamar soltura y hallarse a ella misma; quien realmente es.
Debía luchar.
Unas sirenas resonaron desde afuera, descolocándola de sí.
Asustada, se colocó su ropa y se asomó por la chica abertura que jugaba a pretender ser ventana.
Vio luces de color rojo, azul y blanco que destellaban desde el capó de autos estacionados. Acompañándolas, el ruido de las sirenas la aturdían.
—Afuera todos— pidió un hombre uniformado con megáfono.
Ella apreció su atuendo. Se entretuvo contando el equipamiento que llevaba en el cinturón. Pero en seguida le llamó la atención divisar más personas alrededor de él, igual vestidas.
Él —que parecía estar al mando—, seguía dando órdenes a través de su aparato y les hacía señas a sus acompañantes. Ellos, fieles al señor, desenvolvieron sus armas y se avecionaron a la vereda, donde ella ya no pudo verlos.
Gritos indescifrables provinieron de abajo. Mas un tiro fue lo que hizo palpitar su corazón adrenalmente y erizar sus bellos, colmándola de nervios.
—¡Fuera!
Alguien o algo se encontraba en el pasillo y le gruñía como criaturas hambrientas, deseosas de atrapar su presa. Ya no había escapatoria.
Entró al baño y se encerró. Una idea absurda cruzó su cabeza: huida por el drenaje. Pero sincera y claramente, era inútil. Volvió a inspeccionar cada centímetro del cuarto. Nada.
Finalmente, un fuerte portazo, seguido de voces y pasos, le contribuyeron a no esperar ningún milagro inexistente. Se dijo a sí misma que éste era el fin. Su fin.
Así que sólo se sentó a aguardarlo silenciosamente, contemplando el techo y sus infinitas baldosas.
Última edición por Miluu el Dom 24 Feb 2013, 6:49 pm, editado 1 vez
Miluu
Re: Save her [Zayn Malik]
Gracias! Ya en un rato cuelgo el 3ro (: xxmicahoran.. escribió:Me encanto el cap..!Y me encanta como escribis..!!
Miluu
Re: Save her [Zayn Malik]
Tercer capítulo:
—Arriba.
Levantó su vista, enseñándoles su mirada empañada. Ellos la apuntaban con ojos de terror, como si ella fuese el verdadero maldito monstruo de la historia.
—Señorita, la llevaremos a un lugar mejor— habló con bondad y expresión menos firme.
Hizo un ademán a los demás, le tendió una mano y ___ confió sin ilusiones de un buen porvenir.
La conducieron a la planta baja; allí vio más gente. Aunque la escena que más placer le dio, fue encontrar a su jefe esposado, siendo interrogado por un grupo que lo mantenía acorralado.
Lo fulminó. Ella estaba segura que él sería desterrado de esa lujuria y codicia rutinaria que decía ser una vida feliz para él; penándolo con castigos.
Cruzó el condenado portón metálico. El portón que la había esclavizado por siete eternos años y le rememoraba su encierro. Por el que una vez entró pequeña, ingenua e inocente, pero por el cual nunca logró escapar y volver a ver la luz del día.
Libertad fue lo primero que olió. Inhaló profundamente la frescura del viento. Era fresco. Muy fresco. Demasiado. Su ropa era delgada, corta y se hallaba deshilachada; se estaba congelando.
—Toma. Póntelo.
El mismo oficial que la ayudó a huir de la casona, le pasó un sacón largo de algodón que la cubrió hasta sus talones y abrigaba muy bien.
Luego de unos cuantos llamados, una camioneta blanca arribó. Y personas con batas del mismo color no tardaron en emerger de ella.
—Linda, debes ir con ellos. Todo estará bien.— le enunció "Bob", nombre con el que se presentó, sonriendo.
___ asintió tímida y siguió las indicaciones que le daba el conductor de la furgoneta.
—Hola, él es Trébor— le comentó una mujer señalando al indicador. —Y yo soy Tricia, pero puedes llamarme Trish. Es un placer conocerte...
—___— le aclaró estrechando sus manos.
—Oh, ___. Es un hermoso nombre.
—Gracias.
Tricia la auxilió al incorporarse en la parte trasera, donde tuvo que acostarse sobre una camilla.
—Bueno, cielo. Ahora tienes que estar aquí. Vamos a un hospital para que te hagan unos exámenes y que revisen que todo esté en orden. Tú solo debes estar tranquila, ¿si?
—Está bien.
Tricia se encaminó hacia la salida. Estaba a punto de irse cuando ___ la nombró:
—Trish... ¿puedes quedarte conmigo?
Se dio la vuelta. Observó la fragilidad de aquella preciosa muñeca tendida. Un ser debilitado por causa de una sociedad ambiciosa y pecadora.
Volvió a acercarse y se sentó en un asiento junto a ella.
—Gracias— le agradeció ___, cerrando despacio sus párpados que tanto le pesaban.
Trish tomó su mano y empezó a acariciarla con la yema de su pulgar. Ahí, encontró unas extrañas e indebidas marcas. En su muñeca, precisamente, halló una reciente.
Reconoció que no era una cualquiera, era un tajo. Uno profundo y permanente.
Más tarde, entendió que los cortes atravesaban aquel cuerpo enjuto como arañazos en un delicado cortinal.
Visualizó un cortometraje en su mente. ___ nació como una bella bebé, seguramente. Creció. Pero, ¿quién sabe desde qué edad ella había comenzado a ser una esclava sexual y había tenido que olvidarse de ser una niña contenta?
Sus ojos cafés y grandes, se aguaron. Y solo un par de lágrimas pudieron desprenderse de ellos.
La adolescente suspiró y cambió de posición, dejando una de sus piernas desnudas al descubierto.
Tricia notó los innumerables hematomas que conllevaba. Eran morados, verdes, negros, azules; demostraban la opacidad y maldad en los que se profundizaban.
Algo más llamó su atención: el muslo de ___. Poseía algunos cortes, moretones y costras, pero superiormente, llegando a la entrepierna, había un color rojo llamativo.
Chilló horrorizada al maquinar diferentes hipótesis acerca esa pigmentación.
Apenada, tapó nuevamente el muslo y pantorrilla de ___ con el saco negro.
—Te prometo que todo mejorará.
Levantó su vista, enseñándoles su mirada empañada. Ellos la apuntaban con ojos de terror, como si ella fuese el verdadero maldito monstruo de la historia.
—Señorita, la llevaremos a un lugar mejor— habló con bondad y expresión menos firme.
Hizo un ademán a los demás, le tendió una mano y ___ confió sin ilusiones de un buen porvenir.
La conducieron a la planta baja; allí vio más gente. Aunque la escena que más placer le dio, fue encontrar a su jefe esposado, siendo interrogado por un grupo que lo mantenía acorralado.
Lo fulminó. Ella estaba segura que él sería desterrado de esa lujuria y codicia rutinaria que decía ser una vida feliz para él; penándolo con castigos.
Cruzó el condenado portón metálico. El portón que la había esclavizado por siete eternos años y le rememoraba su encierro. Por el que una vez entró pequeña, ingenua e inocente, pero por el cual nunca logró escapar y volver a ver la luz del día.
Libertad fue lo primero que olió. Inhaló profundamente la frescura del viento. Era fresco. Muy fresco. Demasiado. Su ropa era delgada, corta y se hallaba deshilachada; se estaba congelando.
—Toma. Póntelo.
El mismo oficial que la ayudó a huir de la casona, le pasó un sacón largo de algodón que la cubrió hasta sus talones y abrigaba muy bien.
Luego de unos cuantos llamados, una camioneta blanca arribó. Y personas con batas del mismo color no tardaron en emerger de ella.
—Linda, debes ir con ellos. Todo estará bien.— le enunció "Bob", nombre con el que se presentó, sonriendo.
___ asintió tímida y siguió las indicaciones que le daba el conductor de la furgoneta.
—Hola, él es Trébor— le comentó una mujer señalando al indicador. —Y yo soy Tricia, pero puedes llamarme Trish. Es un placer conocerte...
—___— le aclaró estrechando sus manos.
—Oh, ___. Es un hermoso nombre.
—Gracias.
Tricia la auxilió al incorporarse en la parte trasera, donde tuvo que acostarse sobre una camilla.
—Bueno, cielo. Ahora tienes que estar aquí. Vamos a un hospital para que te hagan unos exámenes y que revisen que todo esté en orden. Tú solo debes estar tranquila, ¿si?
—Está bien.
Tricia se encaminó hacia la salida. Estaba a punto de irse cuando ___ la nombró:
—Trish... ¿puedes quedarte conmigo?
Se dio la vuelta. Observó la fragilidad de aquella preciosa muñeca tendida. Un ser debilitado por causa de una sociedad ambiciosa y pecadora.
Volvió a acercarse y se sentó en un asiento junto a ella.
—Gracias— le agradeció ___, cerrando despacio sus párpados que tanto le pesaban.
Trish tomó su mano y empezó a acariciarla con la yema de su pulgar. Ahí, encontró unas extrañas e indebidas marcas. En su muñeca, precisamente, halló una reciente.
Reconoció que no era una cualquiera, era un tajo. Uno profundo y permanente.
Más tarde, entendió que los cortes atravesaban aquel cuerpo enjuto como arañazos en un delicado cortinal.
Visualizó un cortometraje en su mente. ___ nació como una bella bebé, seguramente. Creció. Pero, ¿quién sabe desde qué edad ella había comenzado a ser una esclava sexual y había tenido que olvidarse de ser una niña contenta?
Sus ojos cafés y grandes, se aguaron. Y solo un par de lágrimas pudieron desprenderse de ellos.
La adolescente suspiró y cambió de posición, dejando una de sus piernas desnudas al descubierto.
Tricia notó los innumerables hematomas que conllevaba. Eran morados, verdes, negros, azules; demostraban la opacidad y maldad en los que se profundizaban.
Algo más llamó su atención: el muslo de ___. Poseía algunos cortes, moretones y costras, pero superiormente, llegando a la entrepierna, había un color rojo llamativo.
Chilló horrorizada al maquinar diferentes hipótesis acerca esa pigmentación.
Apenada, tapó nuevamente el muslo y pantorrilla de ___ con el saco negro.
—Te prometo que todo mejorará.
Miluu
Re: Save her [Zayn Malik]
A la noche, si no tengo el mismo problema de conexión que tuve, subiré otro más. xx
Miluu
Re: Save her [Zayn Malik]
Milagros, como carajos me dejás con la intriga de saber como sigue? Seguilaaaaaaaaaaaa, o no hay Nutella. ah
SofiAzul
Re: Save her [Zayn Malik]
Ajajajajjaja, por un momento pensé que no me hablabas a mí... Sí, mami.SofiAzul escribió:Milagros, como carajos me dejás con la intriga de saber como sigue? Seguilaaaaaaaaaaaa, o no hay Nutella. ah
Miluu
Re: Save her [Zayn Malik]
Cuarto capítulo:
Despegó sus pestañas, parpadeando un par de veces para contrarrestar las lagañas.
Contempló sus aledaños. Ya no estaba en ese pozo negro y abismal lleno de injusticias. Ahora una habitación de cuatro paredes crema la envolvían y le posibilitaban la idea de sentirse segura.
Tocó su cabeza. Padecía de un dolor idéntico a un campo de batalla en plena guerra y encima, su cráneo era el blanco perfecto para los aviones.
Regresó a su postura inicial e intentó asomarse a través de la barandilla del catre, pero le fue imposible ya que obtuvo una lacerante punzada que hizo vibrar su cuerpo entero.
Sollozó con frustración al no entender nada.
Miró por la ventana situada a un lado de la cama y pudo admirar los distintos tonos del ocaso que asomaba todo su esplendor. Frunció el ceño cuando el brillo del sol impactó en su rostro haciéndola estornudar, lo que la llevó a un leve gemido de queja.
La puerta se abrió dejando ver a una preocupada Tricia. Ella se acercó a ___ y le mimó el pómulo reiteradas veces, inquiriendo saber sobre su estado.
—Me siento algo adolorida— alegó.
—Ya te sentirás mejor. Sólo descansa, ¿puedes?
—Creo que sí— respondió con una risita.
—Muy bien.
Trish depositó un beso en la frente de la chica y se apartó de ella, encaminándose hacia el paso.
___ la llamó.
—¿Pasa algo?
—¿Vas a volver?
La voz cargada de pequeñez de ___, le recordaron el primer día en que dejaba a su cándida Safaa en el jardín; tantos años habían pasado desde aquella vez.
—Claro que sí.
Es cortoooow!Contempló sus aledaños. Ya no estaba en ese pozo negro y abismal lleno de injusticias. Ahora una habitación de cuatro paredes crema la envolvían y le posibilitaban la idea de sentirse segura.
Tocó su cabeza. Padecía de un dolor idéntico a un campo de batalla en plena guerra y encima, su cráneo era el blanco perfecto para los aviones.
Regresó a su postura inicial e intentó asomarse a través de la barandilla del catre, pero le fue imposible ya que obtuvo una lacerante punzada que hizo vibrar su cuerpo entero.
Sollozó con frustración al no entender nada.
Miró por la ventana situada a un lado de la cama y pudo admirar los distintos tonos del ocaso que asomaba todo su esplendor. Frunció el ceño cuando el brillo del sol impactó en su rostro haciéndola estornudar, lo que la llevó a un leve gemido de queja.
La puerta se abrió dejando ver a una preocupada Tricia. Ella se acercó a ___ y le mimó el pómulo reiteradas veces, inquiriendo saber sobre su estado.
—Me siento algo adolorida— alegó.
—Ya te sentirás mejor. Sólo descansa, ¿puedes?
—Creo que sí— respondió con una risita.
—Muy bien.
Trish depositó un beso en la frente de la chica y se apartó de ella, encaminándose hacia el paso.
___ la llamó.
—¿Pasa algo?
—¿Vas a volver?
La voz cargada de pequeñez de ___, le recordaron el primer día en que dejaba a su cándida Safaa en el jardín; tantos años habían pasado desde aquella vez.
—Claro que sí.
Miluu
Re: Save her [Zayn Malik]
Ya estoy pasando el que siguee (: xxUnicornio Azul *-* escribió:Me encanto!!
Síguelaa!
Miluu
Re: Save her [Zayn Malik]
Quinto capítulo:
—¡Devuélveme mi teléfono!
—No, niñita. Esto pasa cuando no me obedeces.
—¡Por favor!
—No.
Él arrojó al aire el celular y lo volvió a agarrar con su otra mano ágilmente. Evidentemente, sólo era cuestión de segundos enfadar a su hermana.
—¡Zayn!— chilló completamente fastidiada.
Lo persiguió por toda la casa; de arriba a abajo, entrando y saliendo de los cuartos, esquivando cualquier objeto que se interpusiera. Ni siquiera podía golpearlo con las cosas que le lanzaba; alcanzarlo era una difícil travesía.
Una oscilación en falso y —literalmente— los dos rotaron por las escaleras.
Safaa reía a carcajadas al pie del último peldaño. Observaba, con su osito en brazos, a sus inmaduros hermanos reñir.
—¡Eres un tonto!
—Así nunca tendrás tu teléfono de vuelta...— advirtió sacudiendo el móvil encima de ella; tal carnada para su pescado.
Ella lo ultrajaba mientras obraba en la devolución de su aparato; ¿Por qué su hermano mayor era tan odioso con ella?
Un tintineo de llaves se oyó.
—¡Mamá!— pronunciaron los tres al unísono.
Waliyha dio un puñetazo en los bajos de Zayn y con audacia, logró pararse.
A zancadas, sin que él la derribara otra vez, obtuvo llegar hasta la entrada principal.
—¡Hola!— saludó efusiva y dio un fugaz beso a su madre. —Entra.
Cribó el portón por detrás de ellas y entre empujones, arrastró a Tricia hasta la sala.
—Zayn no quiere darme mi teléfono— le recriminó, sin rodeos.
—Primero: ¿no van a saludarme?
Safaa emitió una dulce risa y se lanzó a Trish, atando sus finos brazos al abdomen de su madre y entregando besos cargados de amor en su vientre, después de un tierno 'hola'.
—Hola mi amor.
Zayn estaba deshecho en el piso, retorciéndose del dolor. Se reprochaba mentalmente el no haberla eludido. Su hermana sí que sabía cómo y dónde ponerle los puntos.
—Segundo: ¿por qué están discutiendo esta vez?
—Es que él me lo arrebató cuando...
—¿Dónde está su hermano?
—Aquí— habló Zayn levantando un brazo en alto.
—¿Qué haces allí y dónde está el teléfono de tu hermana?
—Aquí.
Elevó el celular.
—¿Qué haces ahí?
Él señaló con el dedo a Waliyha y luego optó por volver a encorvarse y lamentarse sonoramente.
Waliyha sonrió mostrando su dentadura completa, haciendo la típica carita angelical. No obstante, a Tricia no pareció serle muy convincente.
Le reclamó el móvil a Zayn, quien debió disculparse con Waliyha y viceversa. Los dos tuvieron que retirarse a sus recámaras a cambiar su atuendo mientras que Safaa comía galletas.
—Chicos, hoy vienen conmigo a la clínica— les informó.
—¿No se supone que tu labor ya concluyó?— preguntó Zayn con enojo.
Le reventaba que su madre debiese trabajar más del horario determinado, ya que ocurría seguido. ¿Que sus ineptos compañeros no podían remplazarla?
—Sí, hijo. Pero sabes que cumplo diferentes tareas.
—Pues yo creo que cualquiera podría cubrirte y tú tendrías más tiempo para nosotros.
—Lo sé— suspiró afligida. —Pero esta vez tengo un deber muy importante en el cual ustedes pueden ayudarme. Además, no quiero que se la pasen peleando hasta que regresa su padre.
—¡Yo quiero ayudar!— gritó Safaa.
—Bueno, entonces apurémonos.
Zayn bufó molesto y salió de ahí en dirección al auto de Tricia.
—No, niñita. Esto pasa cuando no me obedeces.
—¡Por favor!
—No.
Él arrojó al aire el celular y lo volvió a agarrar con su otra mano ágilmente. Evidentemente, sólo era cuestión de segundos enfadar a su hermana.
—¡Zayn!— chilló completamente fastidiada.
Lo persiguió por toda la casa; de arriba a abajo, entrando y saliendo de los cuartos, esquivando cualquier objeto que se interpusiera. Ni siquiera podía golpearlo con las cosas que le lanzaba; alcanzarlo era una difícil travesía.
Una oscilación en falso y —literalmente— los dos rotaron por las escaleras.
Safaa reía a carcajadas al pie del último peldaño. Observaba, con su osito en brazos, a sus inmaduros hermanos reñir.
—¡Eres un tonto!
—Así nunca tendrás tu teléfono de vuelta...— advirtió sacudiendo el móvil encima de ella; tal carnada para su pescado.
Ella lo ultrajaba mientras obraba en la devolución de su aparato; ¿Por qué su hermano mayor era tan odioso con ella?
Un tintineo de llaves se oyó.
—¡Mamá!— pronunciaron los tres al unísono.
Waliyha dio un puñetazo en los bajos de Zayn y con audacia, logró pararse.
A zancadas, sin que él la derribara otra vez, obtuvo llegar hasta la entrada principal.
—¡Hola!— saludó efusiva y dio un fugaz beso a su madre. —Entra.
Cribó el portón por detrás de ellas y entre empujones, arrastró a Tricia hasta la sala.
—Zayn no quiere darme mi teléfono— le recriminó, sin rodeos.
—Primero: ¿no van a saludarme?
Safaa emitió una dulce risa y se lanzó a Trish, atando sus finos brazos al abdomen de su madre y entregando besos cargados de amor en su vientre, después de un tierno 'hola'.
—Hola mi amor.
Zayn estaba deshecho en el piso, retorciéndose del dolor. Se reprochaba mentalmente el no haberla eludido. Su hermana sí que sabía cómo y dónde ponerle los puntos.
—Segundo: ¿por qué están discutiendo esta vez?
—Es que él me lo arrebató cuando...
—¿Dónde está su hermano?
—Aquí— habló Zayn levantando un brazo en alto.
—¿Qué haces allí y dónde está el teléfono de tu hermana?
—Aquí.
Elevó el celular.
—¿Qué haces ahí?
Él señaló con el dedo a Waliyha y luego optó por volver a encorvarse y lamentarse sonoramente.
Waliyha sonrió mostrando su dentadura completa, haciendo la típica carita angelical. No obstante, a Tricia no pareció serle muy convincente.
Le reclamó el móvil a Zayn, quien debió disculparse con Waliyha y viceversa. Los dos tuvieron que retirarse a sus recámaras a cambiar su atuendo mientras que Safaa comía galletas.
—Chicos, hoy vienen conmigo a la clínica— les informó.
—¿No se supone que tu labor ya concluyó?— preguntó Zayn con enojo.
Le reventaba que su madre debiese trabajar más del horario determinado, ya que ocurría seguido. ¿Que sus ineptos compañeros no podían remplazarla?
—Sí, hijo. Pero sabes que cumplo diferentes tareas.
—Pues yo creo que cualquiera podría cubrirte y tú tendrías más tiempo para nosotros.
—Lo sé— suspiró afligida. —Pero esta vez tengo un deber muy importante en el cual ustedes pueden ayudarme. Además, no quiero que se la pasen peleando hasta que regresa su padre.
—¡Yo quiero ayudar!— gritó Safaa.
—Bueno, entonces apurémonos.
Zayn bufó molesto y salió de ahí en dirección al auto de Tricia.
Miluu
Re: Save her [Zayn Malik]
Y yo seguiré subiendo para conseguir encantarte más. Gracias por la buena onda y comentar! xxUnicornio Azul *-* escribió:Sigue encantandomeee!
Síguela!
Espero el cap de mañana c:
Miluu
Re: Save her [Zayn Malik]
Esta hermosoos.!Sabes tengo un hermano mellizo nico y hoy esta yo leyendo la nove y haciendo caras en la compu y el vino por atras y sin que yo me diera cuenta empezo a leerla y le encanto..se puso a leerla conmigo asi que ahora le tengo que avisar que hay cap nuevo.En conclusion tenes un lector nuevoo..!Jejejej espero el proximo.Besoos :) xx
¡Mica!
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