Save her [Zayn Malik]

'¿Dónde estoy?'.
La percatación fue inminente.
Escrutó que ya no se hallaba en el hospital, mas tampoco en la sombría fosa confinada. Las paredes ornamentadas por guardas verdes de la habitación la abrumaban. Era muy distinto a cualquier otro lugar...
¿De verdad estaba viviendo esto o solamente ella estaba sometida al inenarrable sueño profundo? ¿Todo existió? ¿Su jefe era una diabólica impresión en sus pensamientos? ¿Tris y Bob estarían fuera luego? ¿Y Zayn? Quizá él era solo un ángel, cuya labor era advertirle algo indescifrable. Quizá solo una bella creación de su mente.
¿Cuál era su realidad? ¿Seguía siendo esa en la que alguna vez estuvo disfrutando su niñez junto a unos padres, la esquina hostigadora, su mundo con terrenos floreados y un príncipe naranja, o esta?
Se sumergió en un mar recóndito e incomprensible. La mecía mareandola. Su oleaje comprendía de sueños y recuerdos archivados que ya no parecían ser ciertos para ella. Porque cada vez que estaba mejor, despertaba en otra ubicación creyendo ser una loca que alucina.
¿Cómo tantos sucesos cabían en un solo bloque?
Espió por debajo de las sábanas su muñeca izquierda; la cicatriz sellada latía a pulso. Suspiró reconfortada.
Rascó su cuello ansiosa. No podría pronunciar palabra por el nudo que asediaba su garganta. Casi asfixiándola.
Dejó caer al costado su mano después de un doloroso bostezo, golpeándose —sin querer— contra una superficie llana. Borneó a medio sollozo y encontró una mesita de noche color oliva. Sobre ésta, asentaba la fotografía de dos chiquillos. Una niña y un varón. Llevaban gafas oscuras; él con unas de contorno rojo y ella, negro. Sonreían graciosos a la cámara.
Entre ellos, había un parecido notable. Lo que los diferenciaban más eran sus diferentes alturas o edades —ella era más grande—, y sus sexos.
Eran adorables.
La depositó en su puesto.
Se deslizó por la colcha destapándose para frecuentar con el suelo. Definió el cuarto marcándolo con la yema de sus dedos. Separó los dos visillos e iluminó así la pieza con la luz que no tardó en infiltrarse. Recorrió con la mirada una última vez los muebles color oliva que se amoldaban al espacio concretos y salió de la habitación.
Un pasillo angosto le dio la bienvenida al pisar fuera. Fue hacia la primera puerta y amagó en abrirla, dictaminando finalmente en bajar por las escaleras en diagonal a ella.
Se desplazaba con inseguridad guiándose por voces que la terminaron enfrentando a una nueva entrada. Ésta estaba abierta y notó que los sonidos provenían del otro lado. Por esa razón, se quedó en el marco, sin dejar que la distinguieran.
—¿Cuándo crees que despierte?
—Realmente no lo sé.
—Afortunadamente ella ya está aquí...
—¿Trish?— se adentró luego de escucharla hablar.
Se sobresaltaron.
—¿Te sientes bien?
—Sí... ¿en dónde estoy?— indagó.
—En nuestra casa.
Empezó a analizar su alrededor. Se detuvo en Zayn, quien la veía desde el desayunador. Se sonrojó cuando recibió una sonrisa de aquellos labios y giró sobre sí, volviendo a Tricia.
—Aquí es donde vivirás— difundió Yacerr.