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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Frigid-[Logan Henderson y tu] TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Frigid-[Logan Henderson y tu] TERMINADA
AWWWW ESTA SUPER ESPERO Q LA SIGUAS PRONTO BYE :bye:
manzana16
Re: Frigid-[Logan Henderson y tu] TERMINADA
Aww ai es hermosa, la seguire besos :bye:manzana16 escribió:AWWWW ESTA SUPER ESPERO Q LA SIGUAS PRONTO BYE :bye:
Invitado
Invitado
Re: Frigid-[Logan Henderson y tu] TERMINADA
Capítulo 13
Estábamos demasiado cerca. Necesitaba espacio.
Estaba totalmente perdida y no podía humillarme más. Empecé a arrastrarme sobre la cama, agarrando la colcha para cubrirme.
Necesitaba alejarme.
—Oye. —Logan se puso de pie—. _______, ¿Qué estás haciendo?
—Tengo que ir al baño. —Deslicé mis piernas fuera de las mantas. El aliento que había tomado era inestable y corto, mientras envolvía la colcha de retazos a mi alrededor. Mis pies tocaron el suelo frío y dieron un paso tambaleante, golpeando mi dedo del pie con el borde de la maleta.
Susurré y una lágrima escapó, rodando por mis mejillas.
Él caminó alrededor de la cama.
—Deja que te ayude.
—Estoy bien. —Aquel maldito nudo estaba en la parte superior de mi garganta. Llegué a la puerta del baño. Tal vez iba a vomitar en lugar de llorar. No sabía que era peor.
—No te ves muy bien.
Al abrir la puerta, me deslicé dentro y la cerré rápidamente detrás de mí, bloqueándola. Ni siquiera podía mirarme en el espejo. Cerré los ojos con fuerza, pero fue inútil. Las lágrimas ganaron, corriendo por mis mejillas.
—¿_______? —Él estaba justo detrás de la puerta—. ¿Qué está pasando?
—Vete, Logan. —Me senté en el borde de la bañera, y tiré la colcha hasta mi barbilla. Mi estómago se revolvía. Levanté la tapa del inodoro.
El pomo de la puerta tembló, y me hundí hasta mis rodillas. Ni siquiera podía ver la taza del baño.
—¡_______!
El edredón se deslizó de mis dedos y agarré los lados de la taza del baño.
—¡Fuera!
Un momento de silencio se extendió en minutos. Entonces todos esos tontos tragos regresaron, dejando mi interior destrozado y mi corazón… bueno, roto por una razón completamente diferente.
*****
Narra Logan
Haciendo una mueca por los sonidos dentro del baño, me moví lejos de la puerta y luego retrocedí, tratando de mover el pomo otra vez. Lo había bloqueado. Dios sabe que podía ayudarla, sostener su cabello y su mierda, pero ella me había dejado fuera.
Maldije una y otra vez. Quería patear esa puerta.
Pero no lo hice. Había visto su rostro, como si la hubiera golpeado.
No entendía por qué.
Me quede mirando la puerta, tomando una respiración profunda.
“¿Por qué me detuviste?” ¿Realmente me hizo esa pregunta? ¿Todavía seguía borracha? Parecía obvio para mí. _______ había bebido demasiado, por lo que no podía si quiera pensar en tener sexo con ella, ni siquiera podía considerar una masturbación.
Alejándome de la puerta, di la vuelta y me dirigí hacia la planta baja. Revisé su teléfono—todavía no funcionaba—y luego comprobé las noticias. Aún seguían llamándola la tormenta del siglo, y afuera, la nieve estaba comenzando realmente a caer.
Hice casi todo lo posible por detenerme de comprobar a _______, o pensar realmente sobre lo que ella me había preguntado. Incluso llamé a mi mamá.
Ella respondió en el segundo timbre, sonando sin aliento.
—Hola cariño, por favor dime que no estás de camino a casa. No quiero que estés tratando de atravesar una ventisca, o que pongas a _______ en un carro.
Mis labios se separaron en una sonrisa. —Vamos a esperar para salir, mamá.
—Bien. —El alivio era evidente en su voz—. Tony y yo estábamos tan preocupados de que fueras a intentar salir, y la tormenta los alcanzara en el camino.
Vagué alrededor de las varias habitaciones, parándome en la terraza. —¿Que está pasando allí?
—Está nevando como loco, cariño —contestó—. ¿No lo está haciendo allí?
—No. —Me moví hacía un lugar diferente—. El impacto de la nieve está por venir.
—Así que, ¿sólo son _______ y tú?
—Sip.
Hubo una pausa. —Interesante.
Fruncí el ceño. —¿Qué se supone que significa eso?
—Nada —dijo, pero lo decía de una manera demasiado inocente—.
¿Estás cuidando a _______?
Pensé en la noche anterior. —Sí, siempre lo hago.
—Eso es cierto. —Otra pausa hizo que mis cejas bajaran. No confiaba en sus silencios—. Tú sabes, ella te trata realmente bien, cariño.
Mi boca se abrió, pero no salió nada.
—Es una buena chica con una buena cabeza sobre sus hombros.
Deberías…
—Correcto —la interrumpí. No estaba teniendo esta conversación con ella. Sólo había otra conversación que temía más que hablar de chicas con mi mamá.
Mamá se rió y luego dijo—: Oh, antes de que me olvide… Tony quiere llevarte al club en Bethesda estamos investigando sobre la remodelación. Quiere ver qué piensas de esto.
Me paralice por completo. Y… esta era la otra conversación. —¿Por qué?
—Porque probablemente no haremos ningún avance hasta finales de la primavera —explicó, podía oír la TV en el fondo. Debía de estar en la oficina de casa—. El propietario se resiste y piensa que tienen dinero
suficiente para los próximos cuatro meses, pero ya veremos. De cualquier manera, funciona perfectamente. Puede ser tu primera remodelación.
—¿Eh?
—Te gradúas en primavera, o ¿te olvidaste de eso? —Emoción tarareo en su voz, y mi estómago se hundió—. Esto está funcionando perfectamente. Puedes mostrarnos tu talento con el club en Bethesda.
Tony quiere llevarte allí mientras estés en casa durante las vacaciones.
Mis ojos se ampliaron mientras me giré hacia las ventanas.
—No sé, mamá. No tengo tiempo para eso.
—Oh, no te preocupes. Tendrás tiempo.
No dije nada.
Mamá volvió a hablar sobre el clima, pero estaba apenas escuchándola. Desde que tomó el negocio de la remodelación, simplemente había asumido que yo sería parte de él.
Al principio, realmente no tenía nada en contra. Buen dinero, mucho dinero, mi propio horario, y podía viajar, pero no me atraía.
No era lo que quería, lo que me importaba.
Pero mamá me había enviado a la Universidad para eso. Decirle que había algo más que quería hacer con mi vida era igual a tirar todo ese dinero en su cara, dinero que había comenzado con el seguro de vida de mi padre.
Cerré el teléfono bastante rápido después de eso y me encontré en el sótano, sosteniendo la guitarra en mis manos, y mirando hacia la nada.
De vuelta a _______, siempre de vuelta a _______.
Una gran parte de mi sólo estaba confundida. Completa y totalmente confundida por su pregunta, pero ¿por otra parte? Estaba enojado. ¿Ella realmente pensaba que me acostaba con chicas tan jodidas que no podían caminar en línea recta? Había una gran, gran diferencia entre eso y estar borracha. ¿Era eso lo que en realidad pensaba de mí?
El disgusto se extendió por mi cuerpo, y mi mano se apretó alrededor del cuello de la guitarra.
Nunca me había acostado con una chica que no sabía lo que estaba haciendo. Si incluso creía por un segundo que una chica estaba demasiado borracha, nada pasaba. Como con Mindy. Por otra parte, la percepción era todo lo que importaba. Todo lo que _______ veía era que me iba a casa con chicas después de beber. Me había acostado con un montón de mujeres, por lo que no requería un gran salto de lógica pensar que me había acostado con cada una de esas chicas, y que con ella no sería diferente.
—Mierda —murmuré, sentado en el sofá frente a la mesa de la piscina cubierta.
Los músculos en mi estómago se apretaron. ¿Cómo podía _______ pensar que la trataría como a una aventura borracha de una noche? Sólo la idea de eso me enfermaba. No era perfecto, pero joder, se trataba de_______.
_______ siempre se merecería mucho más que eso, y a alguien mucho mejor que yo, no importaba cuán profundo ella viviera dentro de mí.
*****
Narra _______
Me quedé escondida en mi habitación hasta que estaba a segundos de masticar mi brazo. Para entonces, ya era el final de la tarde.
Hacía horas que había dejado de llorar y sollozar, y por lo que podía ver por la ventana de mi dormitorio, la nieve estaba comenzando a caer en ondas, y el viento estaba insoportable.
Me dirigí a la planta baja, me detuve en la parte inferior de las escaleras y agudicé mi oído para saber dónde podía estar Logan. Había un murmullo distante de la TV desde el sótano, así que la costa estaba despejada. Me apresuré a través del vestíbulo, hacia la cocina.
La habitación estaba más fresca debido a las ventanas de piso-atecho en la parte delantera. Envolví mis brazos a mí alrededor y me acerqué al vidrio. Mirando por la ventana, observé el viento recogiendo los copos, haciéndolos girar en pequeños remolinos mientras los tiraba por el camino cubierto de nieve. Tenía que haber varios centímetros de nieve nueva desde la noche anterior. ¿Y se suponía que iba a empeorar?
Hombre, escogimos el peor momento para venir aquí.
Apartándome de la ventana, fui al refrigerador y lo abrí. La mamá de Logan nos había abastecido. Alimentos y bebidas se apilaban en el refrigerador y congelador. Pasé por alto los artículos más complejos y fui por el jamón y el queso. Pero antes de colocarlos de nuevo en el refrigerador, suspiré e hice uno para Logan—jamón, queso y mayonesa extra. No sabía si había comido o no. Incluso no sabía por qué los había hecho, quizás la costumbre, o quizás era sólo porque, aunque Logan me había mirado como si estuviera loca por haber preguntado por qué no se había acostado conmigo, todavía lo amaba.
Dios, era un desastre.
Envolviendo su sándwich en una servilleta de papel, comí el mío rápidamente y bebí una lata entera de soda. La comida se asentó de forma extraña en mi estómago y supuse que era producto de haber bebido la mitad de mi peso en tequila. No podía creer cuánto había tomado y que todavía estaba viva, considerando que no tenía ninguna tolerancia al alcohol.
Cuando terminé, realmente no sabía qué hacer. No quería volver arriba, pero aún no estaba lista para enfrentar a Logan. ¿Podría haber estado lista alguna vez después de que había intentado darle un beso y luego fui rechazada por el chico que prácticamente había tenido su pene en casi todo? ¿Tenía su pene en alguna chica hacía dos noches?
Dios, eso debería haberme dado asco, pero en realidad sólo me hizo sentir aún más patética.
Mientras recorría la planta alta, pude escuchar un rasgueo o dos que venían desde abajo. Tranquilamente, hice mi camino hacia el borde de las escaleras que llevaban hacia el sótano.
Logan estaba tocando la guitarra.
Apoyándome contra la pared, cerré los ojos. Él tenía talento para la música. Incluso cuando era un niño, podía tomar casi cualquier instrumento y aprender cómo tocarlo en tiempo record. Yo, por otro lado, hacía que los instrumentos musicales corrieran en otra dirección.
Estaba tocando una canción de Dave Mat hews, no fallando en ninguna nota en absoluto. Una sonrisa tiró de mis labios, y escuché. Cada nota era perfecta, aumentando el tempo mientras la canción continuaba.
No sé cuánto tiempo estuve allí de pie, escuchando, pero cuando se detuvo, me sentía desnuda.
Con nada más que hacer, me puse mis botas, chaqueta y sombrero.
Saliendo por la puerta principal, saqué los guantes de mis bolsillos y me los coloqué. La nieve siempre me hizo sentir mejor. Me gustaba palearla. Era raro, pero me ayudaba a pensar.
Afuera hacía un frío cruel. El viento azotaba todo el valle. No había ninguna otra casa cerca de la nuestra, nada que no sea un bosque lleno de pinos y tierra desierta.
Hice mi camino cuidadosamente por las escaleras, y caí al suelo. La noche anterior, la nieve había sido compactada, pero ahora llegaba a mis pantorrillas y era húmeda y pesada. Me abrí paso por las escaleras y me dirigí al frente del garaje. Buscando, vi la pala apoyada contra la pared debajo de las escaleras.
Suspiré.
Arrastrando los pies por la leve inclinación, agarré la pala y me giré.
Una bola de nieve cayó en mi cara. Picó como una perra.
—Jesús —murmuré, sacudiendo mi cabeza.
Arrastrando la pala a la entrada, comencé a limpiar el camino. No había ninguna razón para ello. El viento soplaba la nieve de vuelta a la pequeña sección que había limpiado, y para cuando Santa Nieve Maldita, o como sea que la llamaban, finalmente llegara allí, todo estaría completamente blanco, pero no me importaba. Me gustaba la quemadura en mis brazos y como todo parecía diferente afuera, congelando mi trasero y sudando al mismo tiempo.
Quizás tratar de besar a Logan y ser rechazada no era tan malo.
Podría aprender de aquella experiencia. Conseguir cierta perspectiva o algo, porque probablemente había pasado tanto tiempo que debería estar dejando ir ese estúpido amor no correspondido.
Él no me quería.
Yo lo quería.
La única manera de arreglarlo era encont rar a alguien más. Y ahí entraba Paul. Nada estaba mal con él, y antes de que Logan me secuestrara en el bar, había una buena posibilidad de que él me invitara a salir. Al menos así había sonado, y según Logan y Andrea, Paul estaba atraído por mí. No necesitaba estar nadando en cerveza para que él me deseara, así que tiene puntos extras allí.
Lástima que Paul no estuviera paleando nieve conmigo.
Oh, ¿a quién estaba engañando? Incluso si Paul estuviera allí, no es como si yo no fuera a pasar todo el tiempo acostada en mi cama, o algo por el estilo. Pero pudo haber sido la distracción perfecta.
Me detuve, quitando la nieve fuera de mi cara. Usar a Paul como una distracción estaba realmente mal, pero si pudiera dejar a un lado a
Logan, podría enamorarme de Paul ¿cierto? Era guapo, agradable y divertido. Por lo que sabía, no se acostaba con todas. Teníamos metas profesionales en común.
A mi corazón no le gusta la idea, sin embargo. Como que estaba traicionando a Logan, o algo así, y eso era una estupidez. Pero me sentí… enferma de sólo considerándolo.
Todo en mi vida estaba dónde debía estar. Iba a graduarme en primavera, ingresar a la escuela de postgrado, y en su mayor parte, sabía lo que quería, pero ¿en las relaciones? Perdí el bote para eso. Era la única cosa que no podía arreglar o entender. Tenía veintiún años, en lo que a mi vida amorosa se refería, era como si estuviera atrapada en mis dieciséis.
En realidad, estaba atascada en una palabra: frígida.
Parecía estúpido estar tan afectada por un chico diciendo eso, especialmente con mis antecedentes de psicología, pero esa única palabra resumía años de relaciones y mi propio estatus sexual actual.
No podía superar eso, al igual que no podía superar a Logan.
Media tentada a tirarme de bruces por primera vez en la nieve, comencé a palear con vigor. Tenía la mitad de la nieve movida a una
sección decente de la entrada cuando escuche algo en la distancia.
Dando la vuelva, quité los mechones de cabello fuera de mi rostro y traté de ver a través de la nieve.
¿Qué demonios fue ese ruido? No había nada aquí. Estábamos tan lejos de la calle como para escuchar algo, y dudaba que alguien fuera a las laderas, considerando el clima. Dejé caer la pala cuando el ruido—el zumbido de un motor—se hizo más fuerte. Todavía no podía ver nada.
Pensando que aún podía tener algo de tequila en mis venas, me di la vuelta, y entonces lo vi.
Dos pequeños faros pertenecientes a una moto de nieve estaban a un par de metros de mí, volando sobre la nieve y levantando los copos sueltos.
Al principio, mi cerebro se negó a comprender lo que estaba sucediendo, pero el instinto se hizo cargo. El aire fue expulsado de mis pulmones en una dolorosa embestida. Venía rápido, demasiado rápido.
Me congelé, quizás sólo por un segundo, y luego empecé a dar marcha atrás, el pánico haciendo que mis movimientos fueran torpes.
—¡Oye! —grité, agitando mis brazos, pero el viento se llevó mi voz lejos.
¡La moto de nieve estaba dirigiéndose hacia mí! ¿No podía verme?
Mi corazón dio un vuelco.
Retorciéndome, giré y tropecé con el mango de la pala. Mis rodillas se hundieron en la nieve y rápidamente me levanté, el miedo cortaba mis entrañas en el hielo mientras miraba por encima de mi hombro. Estaba justo detrás de mí, tan cerca que podía ver el casco con la raya roja y amarilla en el centro, y el protector oscuro que cubría el rostro. No podía salir del camino.
Oh, Dios… Me iba a atropellar.
Espero les guste
Estábamos demasiado cerca. Necesitaba espacio.
Estaba totalmente perdida y no podía humillarme más. Empecé a arrastrarme sobre la cama, agarrando la colcha para cubrirme.
Necesitaba alejarme.
—Oye. —Logan se puso de pie—. _______, ¿Qué estás haciendo?
—Tengo que ir al baño. —Deslicé mis piernas fuera de las mantas. El aliento que había tomado era inestable y corto, mientras envolvía la colcha de retazos a mi alrededor. Mis pies tocaron el suelo frío y dieron un paso tambaleante, golpeando mi dedo del pie con el borde de la maleta.
Susurré y una lágrima escapó, rodando por mis mejillas.
Él caminó alrededor de la cama.
—Deja que te ayude.
—Estoy bien. —Aquel maldito nudo estaba en la parte superior de mi garganta. Llegué a la puerta del baño. Tal vez iba a vomitar en lugar de llorar. No sabía que era peor.
—No te ves muy bien.
Al abrir la puerta, me deslicé dentro y la cerré rápidamente detrás de mí, bloqueándola. Ni siquiera podía mirarme en el espejo. Cerré los ojos con fuerza, pero fue inútil. Las lágrimas ganaron, corriendo por mis mejillas.
—¿_______? —Él estaba justo detrás de la puerta—. ¿Qué está pasando?
—Vete, Logan. —Me senté en el borde de la bañera, y tiré la colcha hasta mi barbilla. Mi estómago se revolvía. Levanté la tapa del inodoro.
El pomo de la puerta tembló, y me hundí hasta mis rodillas. Ni siquiera podía ver la taza del baño.
—¡_______!
El edredón se deslizó de mis dedos y agarré los lados de la taza del baño.
—¡Fuera!
Un momento de silencio se extendió en minutos. Entonces todos esos tontos tragos regresaron, dejando mi interior destrozado y mi corazón… bueno, roto por una razón completamente diferente.
*****
Narra Logan
Haciendo una mueca por los sonidos dentro del baño, me moví lejos de la puerta y luego retrocedí, tratando de mover el pomo otra vez. Lo había bloqueado. Dios sabe que podía ayudarla, sostener su cabello y su mierda, pero ella me había dejado fuera.
Maldije una y otra vez. Quería patear esa puerta.
Pero no lo hice. Había visto su rostro, como si la hubiera golpeado.
No entendía por qué.
Me quede mirando la puerta, tomando una respiración profunda.
“¿Por qué me detuviste?” ¿Realmente me hizo esa pregunta? ¿Todavía seguía borracha? Parecía obvio para mí. _______ había bebido demasiado, por lo que no podía si quiera pensar en tener sexo con ella, ni siquiera podía considerar una masturbación.
Alejándome de la puerta, di la vuelta y me dirigí hacia la planta baja. Revisé su teléfono—todavía no funcionaba—y luego comprobé las noticias. Aún seguían llamándola la tormenta del siglo, y afuera, la nieve estaba comenzando realmente a caer.
Hice casi todo lo posible por detenerme de comprobar a _______, o pensar realmente sobre lo que ella me había preguntado. Incluso llamé a mi mamá.
Ella respondió en el segundo timbre, sonando sin aliento.
—Hola cariño, por favor dime que no estás de camino a casa. No quiero que estés tratando de atravesar una ventisca, o que pongas a _______ en un carro.
Mis labios se separaron en una sonrisa. —Vamos a esperar para salir, mamá.
—Bien. —El alivio era evidente en su voz—. Tony y yo estábamos tan preocupados de que fueras a intentar salir, y la tormenta los alcanzara en el camino.
Vagué alrededor de las varias habitaciones, parándome en la terraza. —¿Que está pasando allí?
—Está nevando como loco, cariño —contestó—. ¿No lo está haciendo allí?
—No. —Me moví hacía un lugar diferente—. El impacto de la nieve está por venir.
—Así que, ¿sólo son _______ y tú?
—Sip.
Hubo una pausa. —Interesante.
Fruncí el ceño. —¿Qué se supone que significa eso?
—Nada —dijo, pero lo decía de una manera demasiado inocente—.
¿Estás cuidando a _______?
Pensé en la noche anterior. —Sí, siempre lo hago.
—Eso es cierto. —Otra pausa hizo que mis cejas bajaran. No confiaba en sus silencios—. Tú sabes, ella te trata realmente bien, cariño.
Mi boca se abrió, pero no salió nada.
—Es una buena chica con una buena cabeza sobre sus hombros.
Deberías…
—Correcto —la interrumpí. No estaba teniendo esta conversación con ella. Sólo había otra conversación que temía más que hablar de chicas con mi mamá.
Mamá se rió y luego dijo—: Oh, antes de que me olvide… Tony quiere llevarte al club en Bethesda estamos investigando sobre la remodelación. Quiere ver qué piensas de esto.
Me paralice por completo. Y… esta era la otra conversación. —¿Por qué?
—Porque probablemente no haremos ningún avance hasta finales de la primavera —explicó, podía oír la TV en el fondo. Debía de estar en la oficina de casa—. El propietario se resiste y piensa que tienen dinero
suficiente para los próximos cuatro meses, pero ya veremos. De cualquier manera, funciona perfectamente. Puede ser tu primera remodelación.
—¿Eh?
—Te gradúas en primavera, o ¿te olvidaste de eso? —Emoción tarareo en su voz, y mi estómago se hundió—. Esto está funcionando perfectamente. Puedes mostrarnos tu talento con el club en Bethesda.
Tony quiere llevarte allí mientras estés en casa durante las vacaciones.
Mis ojos se ampliaron mientras me giré hacia las ventanas.
—No sé, mamá. No tengo tiempo para eso.
—Oh, no te preocupes. Tendrás tiempo.
No dije nada.
Mamá volvió a hablar sobre el clima, pero estaba apenas escuchándola. Desde que tomó el negocio de la remodelación, simplemente había asumido que yo sería parte de él.
Al principio, realmente no tenía nada en contra. Buen dinero, mucho dinero, mi propio horario, y podía viajar, pero no me atraía.
No era lo que quería, lo que me importaba.
Pero mamá me había enviado a la Universidad para eso. Decirle que había algo más que quería hacer con mi vida era igual a tirar todo ese dinero en su cara, dinero que había comenzado con el seguro de vida de mi padre.
Cerré el teléfono bastante rápido después de eso y me encontré en el sótano, sosteniendo la guitarra en mis manos, y mirando hacia la nada.
De vuelta a _______, siempre de vuelta a _______.
Una gran parte de mi sólo estaba confundida. Completa y totalmente confundida por su pregunta, pero ¿por otra parte? Estaba enojado. ¿Ella realmente pensaba que me acostaba con chicas tan jodidas que no podían caminar en línea recta? Había una gran, gran diferencia entre eso y estar borracha. ¿Era eso lo que en realidad pensaba de mí?
El disgusto se extendió por mi cuerpo, y mi mano se apretó alrededor del cuello de la guitarra.
Nunca me había acostado con una chica que no sabía lo que estaba haciendo. Si incluso creía por un segundo que una chica estaba demasiado borracha, nada pasaba. Como con Mindy. Por otra parte, la percepción era todo lo que importaba. Todo lo que _______ veía era que me iba a casa con chicas después de beber. Me había acostado con un montón de mujeres, por lo que no requería un gran salto de lógica pensar que me había acostado con cada una de esas chicas, y que con ella no sería diferente.
—Mierda —murmuré, sentado en el sofá frente a la mesa de la piscina cubierta.
Los músculos en mi estómago se apretaron. ¿Cómo podía _______ pensar que la trataría como a una aventura borracha de una noche? Sólo la idea de eso me enfermaba. No era perfecto, pero joder, se trataba de_______.
_______ siempre se merecería mucho más que eso, y a alguien mucho mejor que yo, no importaba cuán profundo ella viviera dentro de mí.
*****
Narra _______
Me quedé escondida en mi habitación hasta que estaba a segundos de masticar mi brazo. Para entonces, ya era el final de la tarde.
Hacía horas que había dejado de llorar y sollozar, y por lo que podía ver por la ventana de mi dormitorio, la nieve estaba comenzando a caer en ondas, y el viento estaba insoportable.
Me dirigí a la planta baja, me detuve en la parte inferior de las escaleras y agudicé mi oído para saber dónde podía estar Logan. Había un murmullo distante de la TV desde el sótano, así que la costa estaba despejada. Me apresuré a través del vestíbulo, hacia la cocina.
La habitación estaba más fresca debido a las ventanas de piso-atecho en la parte delantera. Envolví mis brazos a mí alrededor y me acerqué al vidrio. Mirando por la ventana, observé el viento recogiendo los copos, haciéndolos girar en pequeños remolinos mientras los tiraba por el camino cubierto de nieve. Tenía que haber varios centímetros de nieve nueva desde la noche anterior. ¿Y se suponía que iba a empeorar?
Hombre, escogimos el peor momento para venir aquí.
Apartándome de la ventana, fui al refrigerador y lo abrí. La mamá de Logan nos había abastecido. Alimentos y bebidas se apilaban en el refrigerador y congelador. Pasé por alto los artículos más complejos y fui por el jamón y el queso. Pero antes de colocarlos de nuevo en el refrigerador, suspiré e hice uno para Logan—jamón, queso y mayonesa extra. No sabía si había comido o no. Incluso no sabía por qué los había hecho, quizás la costumbre, o quizás era sólo porque, aunque Logan me había mirado como si estuviera loca por haber preguntado por qué no se había acostado conmigo, todavía lo amaba.
Dios, era un desastre.
Envolviendo su sándwich en una servilleta de papel, comí el mío rápidamente y bebí una lata entera de soda. La comida se asentó de forma extraña en mi estómago y supuse que era producto de haber bebido la mitad de mi peso en tequila. No podía creer cuánto había tomado y que todavía estaba viva, considerando que no tenía ninguna tolerancia al alcohol.
Cuando terminé, realmente no sabía qué hacer. No quería volver arriba, pero aún no estaba lista para enfrentar a Logan. ¿Podría haber estado lista alguna vez después de que había intentado darle un beso y luego fui rechazada por el chico que prácticamente había tenido su pene en casi todo? ¿Tenía su pene en alguna chica hacía dos noches?
Dios, eso debería haberme dado asco, pero en realidad sólo me hizo sentir aún más patética.
Mientras recorría la planta alta, pude escuchar un rasgueo o dos que venían desde abajo. Tranquilamente, hice mi camino hacia el borde de las escaleras que llevaban hacia el sótano.
Logan estaba tocando la guitarra.
Apoyándome contra la pared, cerré los ojos. Él tenía talento para la música. Incluso cuando era un niño, podía tomar casi cualquier instrumento y aprender cómo tocarlo en tiempo record. Yo, por otro lado, hacía que los instrumentos musicales corrieran en otra dirección.
Estaba tocando una canción de Dave Mat hews, no fallando en ninguna nota en absoluto. Una sonrisa tiró de mis labios, y escuché. Cada nota era perfecta, aumentando el tempo mientras la canción continuaba.
No sé cuánto tiempo estuve allí de pie, escuchando, pero cuando se detuvo, me sentía desnuda.
Con nada más que hacer, me puse mis botas, chaqueta y sombrero.
Saliendo por la puerta principal, saqué los guantes de mis bolsillos y me los coloqué. La nieve siempre me hizo sentir mejor. Me gustaba palearla. Era raro, pero me ayudaba a pensar.
Afuera hacía un frío cruel. El viento azotaba todo el valle. No había ninguna otra casa cerca de la nuestra, nada que no sea un bosque lleno de pinos y tierra desierta.
Hice mi camino cuidadosamente por las escaleras, y caí al suelo. La noche anterior, la nieve había sido compactada, pero ahora llegaba a mis pantorrillas y era húmeda y pesada. Me abrí paso por las escaleras y me dirigí al frente del garaje. Buscando, vi la pala apoyada contra la pared debajo de las escaleras.
Suspiré.
Arrastrando los pies por la leve inclinación, agarré la pala y me giré.
Una bola de nieve cayó en mi cara. Picó como una perra.
—Jesús —murmuré, sacudiendo mi cabeza.
Arrastrando la pala a la entrada, comencé a limpiar el camino. No había ninguna razón para ello. El viento soplaba la nieve de vuelta a la pequeña sección que había limpiado, y para cuando Santa Nieve Maldita, o como sea que la llamaban, finalmente llegara allí, todo estaría completamente blanco, pero no me importaba. Me gustaba la quemadura en mis brazos y como todo parecía diferente afuera, congelando mi trasero y sudando al mismo tiempo.
Quizás tratar de besar a Logan y ser rechazada no era tan malo.
Podría aprender de aquella experiencia. Conseguir cierta perspectiva o algo, porque probablemente había pasado tanto tiempo que debería estar dejando ir ese estúpido amor no correspondido.
Él no me quería.
Yo lo quería.
La única manera de arreglarlo era encont rar a alguien más. Y ahí entraba Paul. Nada estaba mal con él, y antes de que Logan me secuestrara en el bar, había una buena posibilidad de que él me invitara a salir. Al menos así había sonado, y según Logan y Andrea, Paul estaba atraído por mí. No necesitaba estar nadando en cerveza para que él me deseara, así que tiene puntos extras allí.
Lástima que Paul no estuviera paleando nieve conmigo.
Oh, ¿a quién estaba engañando? Incluso si Paul estuviera allí, no es como si yo no fuera a pasar todo el tiempo acostada en mi cama, o algo por el estilo. Pero pudo haber sido la distracción perfecta.
Me detuve, quitando la nieve fuera de mi cara. Usar a Paul como una distracción estaba realmente mal, pero si pudiera dejar a un lado a
Logan, podría enamorarme de Paul ¿cierto? Era guapo, agradable y divertido. Por lo que sabía, no se acostaba con todas. Teníamos metas profesionales en común.
A mi corazón no le gusta la idea, sin embargo. Como que estaba traicionando a Logan, o algo así, y eso era una estupidez. Pero me sentí… enferma de sólo considerándolo.
Todo en mi vida estaba dónde debía estar. Iba a graduarme en primavera, ingresar a la escuela de postgrado, y en su mayor parte, sabía lo que quería, pero ¿en las relaciones? Perdí el bote para eso. Era la única cosa que no podía arreglar o entender. Tenía veintiún años, en lo que a mi vida amorosa se refería, era como si estuviera atrapada en mis dieciséis.
En realidad, estaba atascada en una palabra: frígida.
Parecía estúpido estar tan afectada por un chico diciendo eso, especialmente con mis antecedentes de psicología, pero esa única palabra resumía años de relaciones y mi propio estatus sexual actual.
No podía superar eso, al igual que no podía superar a Logan.
Media tentada a tirarme de bruces por primera vez en la nieve, comencé a palear con vigor. Tenía la mitad de la nieve movida a una
sección decente de la entrada cuando escuche algo en la distancia.
Dando la vuelva, quité los mechones de cabello fuera de mi rostro y traté de ver a través de la nieve.
¿Qué demonios fue ese ruido? No había nada aquí. Estábamos tan lejos de la calle como para escuchar algo, y dudaba que alguien fuera a las laderas, considerando el clima. Dejé caer la pala cuando el ruido—el zumbido de un motor—se hizo más fuerte. Todavía no podía ver nada.
Pensando que aún podía tener algo de tequila en mis venas, me di la vuelta, y entonces lo vi.
Dos pequeños faros pertenecientes a una moto de nieve estaban a un par de metros de mí, volando sobre la nieve y levantando los copos sueltos.
Al principio, mi cerebro se negó a comprender lo que estaba sucediendo, pero el instinto se hizo cargo. El aire fue expulsado de mis pulmones en una dolorosa embestida. Venía rápido, demasiado rápido.
Me congelé, quizás sólo por un segundo, y luego empecé a dar marcha atrás, el pánico haciendo que mis movimientos fueran torpes.
—¡Oye! —grité, agitando mis brazos, pero el viento se llevó mi voz lejos.
¡La moto de nieve estaba dirigiéndose hacia mí! ¿No podía verme?
Mi corazón dio un vuelco.
Retorciéndome, giré y tropecé con el mango de la pala. Mis rodillas se hundieron en la nieve y rápidamente me levanté, el miedo cortaba mis entrañas en el hielo mientras miraba por encima de mi hombro. Estaba justo detrás de mí, tan cerca que podía ver el casco con la raya roja y amarilla en el centro, y el protector oscuro que cubría el rostro. No podía salir del camino.
Oh, Dios… Me iba a atropellar.
Espero les guste
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Re: Frigid-[Logan Henderson y tu] TERMINADA
espero q la sigas pronto ya quiero saber q le va a pasar a rayis¡¡¡
manzana16
Re: Frigid-[Logan Henderson y tu] TERMINADA
Capítulo 14
Una pequeña parte de mi cerebro, que no estaba totalmente vencida por el pánico, no podía creer que así iba a morir. ¿Siendo atropellada por una moto de nieve durante una ventisca? La vida era tan cruel.
Algo me golpeó en la cadera y me fui de cabeza. Impacté en la parte de la entrada que había limpiado sin ninguna maldita razón.
Destellos negros llenaron mi visión y la última cosa que recuerdo fue escuchar mi nombre. Luego no hubo más nada.
Debí de estar inconsciente sólo unos pocos segundos, tiempo suficiente para dejarme sintiéndome desorientada cuando abrí los ojos con un parpadeo.
Las manos de Logan estaban en mis mejillas, sus ojos marrones casi negros. —¡_______! Dime algo, nena. Háblame.
Mi lengua se sentía como un cepillo de lana. —Ouch.
Me miró fijamente un momento y luego se echó a reír. Un segundo después, tiró de mí hasta dejarme en una posición sentada y me atrajo hacia su pecho. Era tan cálido que quería arrastrarme hasta él.
—Jesús, me asustaste muchísimo.
¿Qué hice yo aparte de casi ser atropellada? Enterré la cabeza en la parte delantera de su suéter mientras me aferraba a sus costados. —Creo que he visto pasar mi vida ante mis ojos. Fue bastante poco convincente.
Su abrazo se apretó, exprimiéndome hasta que pensé que me había roto una costilla. —No creí que te alcanzaría a tiempo, eso… —Se calló, presionando sus labios contra mi frente fría—. Sabía que debería haber salido cuando te vi ir a por la pala, pero sé cómo te gusta hacer esa mierda. —Hubo una pausa y luego maldijo otra vez—. _______…
—Estoy bien. —Y lo estaba, aparte de temblar un poco y tener el trasero empapado y congelado—. Ellos no me vieron. Ha sido un susto.
—¿No verte? —Logan se apartó, furia grabada en las llamativas líneas de su rostro—. No hay forma de que ese gilipollas no te viera.
—¿Qué?
Logan se puso de pie, llevándome con él. Yo estaba un poco tambaleante, así que me sostuvo mientras el viento nos golpeaba, arrojando hojas de nieve helada a nuestro alrededor. —El gilipollas tuvo que verte. ¡Yo podía verte desde el porche!
Mi corazón tropezó. —Pero…
—Te vio. —La ira endureció su voz, dándole un filo atemorizante—.
Vamos. Entremos para que entres en calor.
Antes de que pudiera procesar lo que estaba diciendo, me alzó en brazos y se dirigió hacia los escalones del porche. —Puedo caminar — protesté.
—Esto me hace sentir mejor, así que ni siquiera discutas conmigo.
Empecé a discutir, pero cuando abrí la boca terminé tomando una bocanada de nieve, lo que me hizo atragantarme. Atractivo. Una vez dentro, Logan no me bajó hasta que estuvimos en la sala de estar enfrente de la chimenea.
—¿Qué quieres decir con que la persona de la moto de nieve me vio? —pregunté mientras él trabajaba en los troncos de la chimenea—. Eso significa que lo hacían a propósito.
—Eso es lo que dije —casi gruñó. Hubo una chispa brillante mientras hacía que las llamas cobraran vida, aliviando parte del frío que me helaba los huesos—. Él te vio. No sé por qué alguien haría eso, pero lo hicieron.
Abrí la boca otra vez, pero nada salió. No sabía qué decir. No podía creer que alguien intentara atropellarme a propósito. No era como si Logan fuera tan paranoico, pero yo no conocía a nadie aquí, así que no era como si hubiera tenido la oportunidad de enfadar a alguien tanto como para que quisiera atropellarme.
—No quiero que salgas sola —dijo, su espalda aún hacia mí mientras perdía el iempo con el fuego.
—Está bien —dije, solamente porque no quería comenzar una discusión.
Se puso de pie, sacudiéndose los húmedos copos de su pelo.
—Deberías quitarte esas ropas antes de que te pongas enferma.
Sintiéndome un poco como un niño que se porta mal sin saber por qué, me fui a hacer lo que me pidió. Ya que era tarde y dudaba que fuéramos a ir a ninguna parte, me puse unos pantalones de pijama de franela y una camisa de manga larga. Cuando volví abajo, Logan se había cambiado a unos pantalones de deporte secos y el fuego era fuerte.
Me tendió una manta y la envolví a mí alrededor, agradecida. Me sentía como si la nieve se hubiera metido en mi interior. Me senté al lado de la chimenea contemplando las llamas lamer los ladrillos.
Fuera, el viento realmente empezaba a aumentar, sacudiendo la casa. Parecía que el viento estaba encontrado cada pequeña grieta en la casa y haciendo su camino hacia el interior.
Apreté la manta más fuerte mientras me acercaba más al fuego, temblando. Logan me miró por un momento y luego se levantó de donde se encontraba sentado en el sofá. Cogiendo otra manta, se acercó a donde estaba yo y se sentó detrás de mí. Me puse rígida.
—Está bien —dijo—. Tengo una idea. —Extendió sus piernas a cada uno de mis lados y luego puso un brazo a mí alrededor. Tirando de mí hacia atrás, envolvió la manta a nuestro alrededor—. ¿Ves? Somos como un burrito.
Me quedé en silencio, sin apoyarme en él, pero ya podía sentir el calor sobre mí. Estar tan cerca de él era angustioso de una manera que nunca lo había sido antes, así que me tomó unos minutos encontrar mi voz.
—Es un burrito muy bueno.
—Creo que sí. —Un par de momentos pasaron—. ¿Qué crees que la pandilla está haciendo en casa?
Me centré en la llamas. —Probablemente pasando el rato con sus familias. Creo que Andrea iba a ir a la casa de los padres de Tanner.
—¿Están juntos? —Confusión marcó su pregunta—. Nunca sé lo que
está pasando entre esos dos.
Me reí y empecé a relajarme, aflojando mi puño de nudillos blancos sobre la manta. —En realidad yo tampoco lo sé. Es una incógnita.
—Esos dos están locos. Ni siquiera creo que hayan salido en una cita.
—No lo han hecho. No creo que hayan hecho nada, pero todavía apuesto a que terminarán casados y con un montón de bebés.
Logan se rió entre dientes mientras se recostaba contra el reclinador de pies que había detrás de él.
—¿Sabes qué estaba pensando?
Le miré por encima de mi hombro. Tenía la cabeza inclinada hacia atrás, exponiendo la extensión de su cuello. Tenía una garganta sexy.
Demonios, el chico lo tenía todo sexy. Una sonrisa tiró de mis labios mientras mi pecho se calentaba. —¿Qué?
—Pensaba en cambiar mi especialización.
—¿Eh? —Me reí—. Vas a graduarte en primavera, Logan.
Sonrió mientras bajaba la barbilla. Sus ojos eran de un marrón cálido.
—¿Es demasiado tarde para eso?
—Probablemente. —Me moví, girándome, para quedar medio de frente con él. Extendió una pierna, dejándome más espacio—. ¿No quieres hacer gestión empresarial? ¿Cómo tu madre y tu padrastro?
Esos labios carnosos se fruncieron de forma pensativa.
—¿Honestamente?
—Sí. —Gestión empresarial podía sonar poco convincente para algunas personas, pero había un montón de carreras estables en eso y dinero de por medio. Especialmente para alguien como Logan, quien tenía las conexiones necesarias para empezar su propio negocio, lo cual, de acuerdo a la última vez que había hablado con su madre, estaba siguiendo sus pasos. Yo intentaba no pensar en eso, porque significaba que una vez que nos graduáramos, me quedaría en Maryland para obtener mi doctorado, y Logan empezaría a viajar, como su madre. Después de pasar más de media vida con él a la distancia de un brazo, no estaba segura de cómo iba a manejar la separación.
De alguna manera me golpeó entonces, mi repentina incapacidad para ignorar mi salvaje lujuria animal por él y mis sentimientos, que eran más fuertes que la amistad. Nos separaríamos tarde o temprano. Mi estómago se llenó de nudos.
Sus ojos se encontraron con los míos, la expresión repentinamente seria. —No lo sé.
La verdad era que Logan podía darse el lujo de cambiar de idea a estas alturas del juego. Su familia tenía dinero suficiente para que él pudiera esperar a graduarse. Podía volver y hacer otra carrera. Podía hacer nada. Mis padres no eran tan ricos como los suyos. Mi padre dirigía su propia oficina de seguros y mi madre enseñaba en la escuela privada local, por lo que había habido un fondo para la universidad para mí, pero si yo decidiera cambiar de opinión ahora o tomarme unos cuantos años libres antes de ir a la escuela de posgrado, mis padres me patearían el trasero de aquí hasta casa y otra vez de regreso.
—¿Qué quieres hacer? —pregunté, pero ya tenía una sospecha.
—¿Viajar alrededor del mundo como un playboy millonario?
—Ja. Divertido.
Me dedicó una rápida sonrisa. —¿En serio?
Asentí.
—¿Restaurar viejos bares y toda esa mierda? No sé nada acerca de eso. No me entiendas mal. No es un mal trabajo.
—No, no lo es. ¿Pero?
La luz en el techo parpadeó mientras el viento soplaba. Sonrió y liberé la respiración que no sabía que estaba conteniendo. —Sabes que mi área de especialización secundaria es biología, ¿verdad? ¿Y que he estado añadiendo una gran cantidad de clases de matemáticas?
—Sí —dije, relajándome contra él. Parecía estar bien con eso, porque se movió para que mi cabeza estuviera contra su pecho y sus brazos a mí alrededor—. Simplemente supuse que algo andaba mal en tu cerebro para tomar esas clases.
Se echó a reír. —No, mi cerebro funciona de forma normal, la mayoría de las veces. —Hubo una pausa y luego dijo—: Pensaba en ir a la escuela de veterinaria después de graduarme.
Mis ojos se cerraron cuando mi corazón hizo esa estúpida cosa de estremecerse y flotar. La mayor debilidad de Logan siempre habían sido los animales. Una vez, en tercer grado, encontró una paloma en el patio de recreo. Su ala se había roto, y de dejarla sola, seguramente habría muerto.
Él había comenzado una rabieta, y lo digo en serio, negándose a sentarse en su escritorio y todo, hasta que el profesor sacó una pequeña caja.
Logan había salido al patio y recogido al pajarito. También había hecho que su madre lo llevara al veterinario. Una paloma, una criatura por la que nadie más habría dado una mierda. Él se convirtió en mi héroe en ese momento.
Espero les guste
Una pequeña parte de mi cerebro, que no estaba totalmente vencida por el pánico, no podía creer que así iba a morir. ¿Siendo atropellada por una moto de nieve durante una ventisca? La vida era tan cruel.
Algo me golpeó en la cadera y me fui de cabeza. Impacté en la parte de la entrada que había limpiado sin ninguna maldita razón.
Destellos negros llenaron mi visión y la última cosa que recuerdo fue escuchar mi nombre. Luego no hubo más nada.
Debí de estar inconsciente sólo unos pocos segundos, tiempo suficiente para dejarme sintiéndome desorientada cuando abrí los ojos con un parpadeo.
Las manos de Logan estaban en mis mejillas, sus ojos marrones casi negros. —¡_______! Dime algo, nena. Háblame.
Mi lengua se sentía como un cepillo de lana. —Ouch.
Me miró fijamente un momento y luego se echó a reír. Un segundo después, tiró de mí hasta dejarme en una posición sentada y me atrajo hacia su pecho. Era tan cálido que quería arrastrarme hasta él.
—Jesús, me asustaste muchísimo.
¿Qué hice yo aparte de casi ser atropellada? Enterré la cabeza en la parte delantera de su suéter mientras me aferraba a sus costados. —Creo que he visto pasar mi vida ante mis ojos. Fue bastante poco convincente.
Su abrazo se apretó, exprimiéndome hasta que pensé que me había roto una costilla. —No creí que te alcanzaría a tiempo, eso… —Se calló, presionando sus labios contra mi frente fría—. Sabía que debería haber salido cuando te vi ir a por la pala, pero sé cómo te gusta hacer esa mierda. —Hubo una pausa y luego maldijo otra vez—. _______…
—Estoy bien. —Y lo estaba, aparte de temblar un poco y tener el trasero empapado y congelado—. Ellos no me vieron. Ha sido un susto.
—¿No verte? —Logan se apartó, furia grabada en las llamativas líneas de su rostro—. No hay forma de que ese gilipollas no te viera.
—¿Qué?
Logan se puso de pie, llevándome con él. Yo estaba un poco tambaleante, así que me sostuvo mientras el viento nos golpeaba, arrojando hojas de nieve helada a nuestro alrededor. —El gilipollas tuvo que verte. ¡Yo podía verte desde el porche!
Mi corazón tropezó. —Pero…
—Te vio. —La ira endureció su voz, dándole un filo atemorizante—.
Vamos. Entremos para que entres en calor.
Antes de que pudiera procesar lo que estaba diciendo, me alzó en brazos y se dirigió hacia los escalones del porche. —Puedo caminar — protesté.
—Esto me hace sentir mejor, así que ni siquiera discutas conmigo.
Empecé a discutir, pero cuando abrí la boca terminé tomando una bocanada de nieve, lo que me hizo atragantarme. Atractivo. Una vez dentro, Logan no me bajó hasta que estuvimos en la sala de estar enfrente de la chimenea.
—¿Qué quieres decir con que la persona de la moto de nieve me vio? —pregunté mientras él trabajaba en los troncos de la chimenea—. Eso significa que lo hacían a propósito.
—Eso es lo que dije —casi gruñó. Hubo una chispa brillante mientras hacía que las llamas cobraran vida, aliviando parte del frío que me helaba los huesos—. Él te vio. No sé por qué alguien haría eso, pero lo hicieron.
Abrí la boca otra vez, pero nada salió. No sabía qué decir. No podía creer que alguien intentara atropellarme a propósito. No era como si Logan fuera tan paranoico, pero yo no conocía a nadie aquí, así que no era como si hubiera tenido la oportunidad de enfadar a alguien tanto como para que quisiera atropellarme.
—No quiero que salgas sola —dijo, su espalda aún hacia mí mientras perdía el iempo con el fuego.
—Está bien —dije, solamente porque no quería comenzar una discusión.
Se puso de pie, sacudiéndose los húmedos copos de su pelo.
—Deberías quitarte esas ropas antes de que te pongas enferma.
Sintiéndome un poco como un niño que se porta mal sin saber por qué, me fui a hacer lo que me pidió. Ya que era tarde y dudaba que fuéramos a ir a ninguna parte, me puse unos pantalones de pijama de franela y una camisa de manga larga. Cuando volví abajo, Logan se había cambiado a unos pantalones de deporte secos y el fuego era fuerte.
Me tendió una manta y la envolví a mí alrededor, agradecida. Me sentía como si la nieve se hubiera metido en mi interior. Me senté al lado de la chimenea contemplando las llamas lamer los ladrillos.
Fuera, el viento realmente empezaba a aumentar, sacudiendo la casa. Parecía que el viento estaba encontrado cada pequeña grieta en la casa y haciendo su camino hacia el interior.
Apreté la manta más fuerte mientras me acercaba más al fuego, temblando. Logan me miró por un momento y luego se levantó de donde se encontraba sentado en el sofá. Cogiendo otra manta, se acercó a donde estaba yo y se sentó detrás de mí. Me puse rígida.
—Está bien —dijo—. Tengo una idea. —Extendió sus piernas a cada uno de mis lados y luego puso un brazo a mí alrededor. Tirando de mí hacia atrás, envolvió la manta a nuestro alrededor—. ¿Ves? Somos como un burrito.
Me quedé en silencio, sin apoyarme en él, pero ya podía sentir el calor sobre mí. Estar tan cerca de él era angustioso de una manera que nunca lo había sido antes, así que me tomó unos minutos encontrar mi voz.
—Es un burrito muy bueno.
—Creo que sí. —Un par de momentos pasaron—. ¿Qué crees que la pandilla está haciendo en casa?
Me centré en la llamas. —Probablemente pasando el rato con sus familias. Creo que Andrea iba a ir a la casa de los padres de Tanner.
—¿Están juntos? —Confusión marcó su pregunta—. Nunca sé lo que
está pasando entre esos dos.
Me reí y empecé a relajarme, aflojando mi puño de nudillos blancos sobre la manta. —En realidad yo tampoco lo sé. Es una incógnita.
—Esos dos están locos. Ni siquiera creo que hayan salido en una cita.
—No lo han hecho. No creo que hayan hecho nada, pero todavía apuesto a que terminarán casados y con un montón de bebés.
Logan se rió entre dientes mientras se recostaba contra el reclinador de pies que había detrás de él.
—¿Sabes qué estaba pensando?
Le miré por encima de mi hombro. Tenía la cabeza inclinada hacia atrás, exponiendo la extensión de su cuello. Tenía una garganta sexy.
Demonios, el chico lo tenía todo sexy. Una sonrisa tiró de mis labios mientras mi pecho se calentaba. —¿Qué?
—Pensaba en cambiar mi especialización.
—¿Eh? —Me reí—. Vas a graduarte en primavera, Logan.
Sonrió mientras bajaba la barbilla. Sus ojos eran de un marrón cálido.
—¿Es demasiado tarde para eso?
—Probablemente. —Me moví, girándome, para quedar medio de frente con él. Extendió una pierna, dejándome más espacio—. ¿No quieres hacer gestión empresarial? ¿Cómo tu madre y tu padrastro?
Esos labios carnosos se fruncieron de forma pensativa.
—¿Honestamente?
—Sí. —Gestión empresarial podía sonar poco convincente para algunas personas, pero había un montón de carreras estables en eso y dinero de por medio. Especialmente para alguien como Logan, quien tenía las conexiones necesarias para empezar su propio negocio, lo cual, de acuerdo a la última vez que había hablado con su madre, estaba siguiendo sus pasos. Yo intentaba no pensar en eso, porque significaba que una vez que nos graduáramos, me quedaría en Maryland para obtener mi doctorado, y Logan empezaría a viajar, como su madre. Después de pasar más de media vida con él a la distancia de un brazo, no estaba segura de cómo iba a manejar la separación.
De alguna manera me golpeó entonces, mi repentina incapacidad para ignorar mi salvaje lujuria animal por él y mis sentimientos, que eran más fuertes que la amistad. Nos separaríamos tarde o temprano. Mi estómago se llenó de nudos.
Sus ojos se encontraron con los míos, la expresión repentinamente seria. —No lo sé.
La verdad era que Logan podía darse el lujo de cambiar de idea a estas alturas del juego. Su familia tenía dinero suficiente para que él pudiera esperar a graduarse. Podía volver y hacer otra carrera. Podía hacer nada. Mis padres no eran tan ricos como los suyos. Mi padre dirigía su propia oficina de seguros y mi madre enseñaba en la escuela privada local, por lo que había habido un fondo para la universidad para mí, pero si yo decidiera cambiar de opinión ahora o tomarme unos cuantos años libres antes de ir a la escuela de posgrado, mis padres me patearían el trasero de aquí hasta casa y otra vez de regreso.
—¿Qué quieres hacer? —pregunté, pero ya tenía una sospecha.
—¿Viajar alrededor del mundo como un playboy millonario?
—Ja. Divertido.
Me dedicó una rápida sonrisa. —¿En serio?
Asentí.
—¿Restaurar viejos bares y toda esa mierda? No sé nada acerca de eso. No me entiendas mal. No es un mal trabajo.
—No, no lo es. ¿Pero?
La luz en el techo parpadeó mientras el viento soplaba. Sonrió y liberé la respiración que no sabía que estaba conteniendo. —Sabes que mi área de especialización secundaria es biología, ¿verdad? ¿Y que he estado añadiendo una gran cantidad de clases de matemáticas?
—Sí —dije, relajándome contra él. Parecía estar bien con eso, porque se movió para que mi cabeza estuviera contra su pecho y sus brazos a mí alrededor—. Simplemente supuse que algo andaba mal en tu cerebro para tomar esas clases.
Se echó a reír. —No, mi cerebro funciona de forma normal, la mayoría de las veces. —Hubo una pausa y luego dijo—: Pensaba en ir a la escuela de veterinaria después de graduarme.
Mis ojos se cerraron cuando mi corazón hizo esa estúpida cosa de estremecerse y flotar. La mayor debilidad de Logan siempre habían sido los animales. Una vez, en tercer grado, encontró una paloma en el patio de recreo. Su ala se había roto, y de dejarla sola, seguramente habría muerto.
Él había comenzado una rabieta, y lo digo en serio, negándose a sentarse en su escritorio y todo, hasta que el profesor sacó una pequeña caja.
Logan había salido al patio y recogido al pajarito. También había hecho que su madre lo llevara al veterinario. Una paloma, una criatura por la que nadie más habría dado una mierda. Él se convirtió en mi héroe en ese momento.
Espero les guste
Invitado
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Re: Frigid-[Logan Henderson y tu] TERMINADA
Ya la segui hermosa!!manzana16 escribió:espero q la sigas pronto ya quiero saber q le va a pasar a rayis¡¡¡
Invitado
Invitado
Re: Frigid-[Logan Henderson y tu] TERMINADA
Me alegro, ya la seguiSonya Henderson escribió:me encanto!!
Invitado
Invitado
Re: Frigid-[Logan Henderson y tu] TERMINADA
OOOwow tienes que seguirla esta
Demasiado padre!!! No me dejes con ansias de segiurla leyendo!!
Un beso enorme
Att. LuZz
Demasiado padre!!! No me dejes con ansias de segiurla leyendo!!
Un beso enorme
Att. LuZz
Luz Wantson
Re: Frigid-[Logan Henderson y tu] TERMINADA
Luz Wantson escribió:OOOwow tienes que seguirla esta
Demasiado padre!!! No me dejes con ansias de segiurla leyendo!!
Un beso enorme
Att. LuZz
La seguire hermosa!! ahora se pone mas interesante :bye:
Invitado
Invitado
Re: Frigid-[Logan Henderson y tu] TERMINADA
Sonya Henderson escribió:me encanto!!!!!!!! Q tierno logan!!!!
Aww si es tan bello <3
Invitado
Invitado
Re: Frigid-[Logan Henderson y tu] TERMINADA
Hola, se pasan por esta novela nueva con Carlos, espero que les guste <3 gracias
https://onlywn.activoforo.com/t80867-luna-de-mielcarlos-pena-y-tu
https://onlywn.activoforo.com/t80867-luna-de-mielcarlos-pena-y-tu
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Re: Frigid-[Logan Henderson y tu] TERMINADA
Capítulo 15
—¿_______? —Había incertidumbre en su voz, como si creyera que yo podría pensar que renunciar a una carrera en la que podría hacer millones por una en la que la recuperación de la inversión inicial sería ayudar a animales fuera una locura.
Dejé salir un suspiro tembloroso mientras me acurrucaba más cerca.
No podía tener a Logan de la manera que yo quería. Sabía eso, aceptaba eso. Mi versión borracha no lo hizo, obviamente, pero aun así, estaba orgullosa de llamarlo amigo. —Creo que es una gran idea.
—¿En serio? —Sonó sorprendido.
Sonreí. —Creo que es maravilloso. Es algo por lo que sientes pasión.
Deberías hacerlo.
Logan no respondió, pero sentí algo de su tensión abandonarle. Algo que realmente no había visto hasta entonces. Tal vez eso era lo que él necesitaba. Afirmación.
Mientras nos sentábamos allí en silencio, observando las llamas crear una danza de sombras a lo largo de las paredes de madera, me di cuenta de algo más en ese momento. Incluso aunque sabía que todo lo que habría alguna vez entre nosotros era amistad, le amaba.
Oh, hombre…
Siempre amaría a Logan Henderson.
Estaba tan jodida.
*****
Pronto se nos iría la luz. El viento estaba como loco afuera, golpeando la casa y los cables de luz. No entendía por qué nadie pensó en pasar esos pendejos por debajo de la tierra.
Las luces parpadearon durante toda la tarde. Y alrededor de las nueve, la nieve comenzó a caer tan rápido y tan gruesa, que no podía ver absolutamente nada por las ventanas. La cosa blanca cubrió completamente las ramas de los pinos, provocando que se inclinaran hacia abajo debido al peso. Me había ido a la cama hacía horas, pero no podía dormir. Por mi mente pasaba de todo; yo molestando a Logan, la moto-nieve asesina, y el largo tiempo que estaríamos aquí atascados. El viento no ayudaba. Sonaba como si la casa se caería en pedazos sobre mí.
Frustrada, me aparté de la ventana y ajusté el edredón que tenía en vuelto alrededor de mis hombros. Salí hacia el pasillo, no queriendo despertar a Logan.
Pude caminar hasta la mitad cuando escuché una puerta abrirse detrás de mí. —¿_______?
Suspirando, me giré y casi inmediatamente comencé a babear. Logan se encontraba de pie en el marco de la puerta, sin camisa y en pantalones de pijama. Su estómago… ¿por qué su estómago tenía que lucir así? Todo ondulado y duro y…
—¿_______? —Salió de la habitación, cerrando la puerta detrás de sí—.¿Estás bien?
—¿No tienes frío? —Tuve ganas de golpearme a mí misma luego de decir eso.
Sonrió. —No tenía hasta que salí de la cama.
—Buen punto. —Cambié mi peso de lado, sintiéndome como mierda—. Lo siento. No fue mi intención despertarte.
—Está bien. —Caminó hacia mí, con toda su gloria de hombre, y lo odiaba un poco por eso—. ¿No puedes dormir?
Sacudí la cabeza mientras suprimía un bostezo. —El viento, suena como si estuviese quebrando toda...
Un fuerte crujido me interrumpió, haciéndome saltar asustada. Desde la ventana al final del pasillo, el cielo se iluminó con una lluvia de chispas, y luego toda la casa retumbó por varios segundos. En el techo, la luz del pasillo parpadeó dos veces, y luego se apagó por completo, dejando el pasillo en completa oscuridad.
—Mierda —dijo Logan, y sentí su mano en mi espalda—, creo que el rayo noqueó la luz. El generador de emergencia debería encenderse.
Parpadeé, intentando que mis ojos se ajustaran, pero sólo podía distinguir su silueta. Las luces aún no se habían encendido, pero podía escuchar algo ronroneando, como un suave zumbido. Por las rejillas de ventilación en el pasillo salía aire, pero ni de cerca la cantidad que salía antes, y no frenaba el frío que entraba a la casa.
Logan maldijo de nuevo. —Quédate aquí.
—Créeme, no me voy a mover.
Lo escuché caminar de vuelta hacia la ventana. —Bueno, triple mierda. Uno de los pinos acaba de caerse, golpeando los cables de luz. —
Se giró, exasperado—. El respaldo sólo funcionará en modo de emergencia, generará un mínimo de calor, el suficiente para evitar que las cañerías se congelen y el refrigerador, cosas así. —Se encontraba de nuevo frente a mí. Su respiración era cálida contra mi frente—. Regresa a tu habitación mientras chequeo abajo y me cercioro de que todo esté bien.
—De acuerdo. —Nerviosa, apreté con fuerza mi agarre sobre la manta. Mi corazón estaba acelerado—. ¿Tienes… tienes que irte?
Su mano fue de nuevo hacia mi espalda. —Sólo serán unos minutos.
—Lo siento, pero sólo puedo pensar en esa gente que se quedó atrapada en la nieve y tuvieron que comerse unos a otros.
Logan se rió con fuerza. —Nena, eso fue como en los mil ochocientos o algo así. Estaremos bien. Ya regreso.
—No dirás eso cuando comience a morderte la pierna como un zombie. —Pero puse mi mano sobre la pared, utilizándola de guía hasta la habitación mientras él se movía a través de la oscuridad como un jodido gato.
Una vez dentro del cuarto, corrí a toda prisa hacia la ventana. La nieve caía en ráfagas, pero como había cubierto todo, el suelo brillaba en la sombría luz de la luna, ante mis ojos que se ajustaban a la oscuridad. Un pino gigante se había partido en dos, se veía como una gran silueta contra la nieve. Temblé. Estar varados era lo suficientemente malo, pero, ¿tener sólo un respaldo de electricidad con la tormenta de nieve más fuerte del siglo apenas comenzando? Creo que Dios nos acababa de castigar.
Me dirigí de vuelta hacia la cama y gateé debajo de las cobijas, atrapándolas contra mi barbilla. Me quedé acostada de lado, mirando hacia la puerta. Me tensé al escuchar sus pasos unos minutos después.
Llevaba una vela y la suave luz emitía sombras sobre los pómulos de sus mejillas. Se sentó junto a mí, colocándola en la mesita de noche. —Lamento esto.
—¿Por qué lo lamentas?
—Venir para acá todos los años es idea mía. Podrías estar en casa, pero ahora estás estancada aquí, preocupándote de que comenzaremos a comernos uno al otro.
Me reí ligeramente. —En verdad no pienso que nos comenzaremos a comer mutuamente.
—Bueno, espero que si lo haces, no comiences con mi cara. Me han dicho que es mi recurso más atractivo. —Pude escuchar la sonrisa en su rostro, lo cual me hizo sonreír—. Pero nos va a dar frío, _______.
—Lo sé, pero no es tu culpa. Me gusta venir aquí.
Estuvo en silencio durante un momento. —¿Sabes? Nunca entendí por qué. Ni siquiera te gusta esquiar ni hacer nada parecido.
Mordí mi labio inferior. —Me gusta pasar tiempo contigo… con todos.
—Mis mejillas enrojecieron—. Simplemente me gusta hacer esto con todos.
Logan estiró la mano y en la tenue luz encontró un mechón de mi cabello pegado contra mi mejilla y lo acomodó hacia atrás. —Me alegra que hayas venido.
Sentí todo tipo de calidez al escuchar eso.
—Sólo porque estarías completamente solo en este momento.
Se rió profundamente, y luego lanzó la mirada hasta la ventana, donde el viento gritaba. —Nah, esa no es la única razón.
Ahora mi corazón hacía saltos estacionarios.
Logan tomó el borde de la manta. —Hazte a un lado.
Mis ojos se abrieron de par en par. —¿Qué?
—Se va a poner muy frío, y sé que no puedes dormir por el viento. Me quedaré contigo hasta que te duermas. —Hizo una pausa—. Y además, sin camisa, me estoy congelando el trasero ahora mismo.
—Está bien —tartamudeé la palabra como una idiota, haciéndole espacio en la cama. Luego rodé hacia el otro lado, porque estaba segura de que no podría ser capaz de mirarlo en la cama.
Se deslizó debajo de las cobijas, y aunque algunos centímetros nos separaban, aún así podía sentirlo. Totalmente extraño, pero toda mi espalda se calentó y la urgencia de echarme hacia atrás y sentirlo de verdad era difícil de ignorar.
—¿Estás bien con esto? —Su voz sonaba como si estuviese justo en mi oído—. Supongo que debí preguntar eso antes de meterme aquí, ¿huh?
—Sí —murmuré—. Estoy bien con esto.
—Bien. —Se acomodó en su lado, y supe que se encontraba de frente a mí. ¡Estábamos de cuchara! Aunque no nos tocábamos, así que supongo que no contaba—. Porque creo que esta cama es mucho más cómoda que la mía, y como que no me quiero ir.
En verdad no quería que se fuera. Esto era como el paraíso para mí.
Cerré los ojos, empapándome de su cercanía como si fuese mi propio sol personal.
—¿Recuerdas cuando hacíamos esto de niños? —preguntó.
—Sí, lo recuerdo. —Pero ahora era muy diferente. En ese tiempo, todo había sido muy inocente, y solo éramos dos niños divirtiéndose en una pijamada. Justo antes de que quisiera saltarle encima y hacerle todo tipo de cosas picantes.
Y ahora pensaba en todas esas cosas picantes, como darme vuelta y presionarme contra él, colocar mis labios sobre los suyos. Tocarlo. Que él me tocara. Desnudarnos.
En serio necesitaba dejar de pensar en ese tipo de cosas.
—¿_______?
—¿Sí?
Hubo una pausa. —Prometo no acaparar todas las sábanas esta vez.
Sonreí incluso aunque mi pecho se retorció. —Espero que no.
No tengo idea de cómo me dormí con el objeto de mi lujuria durmiendo a mi lado, pero debía haberlo hecho, porque pude darme cuenta que ya habían pasado varias horas cuando el viento me despertó.
Espero les guste
—¿_______? —Había incertidumbre en su voz, como si creyera que yo podría pensar que renunciar a una carrera en la que podría hacer millones por una en la que la recuperación de la inversión inicial sería ayudar a animales fuera una locura.
Dejé salir un suspiro tembloroso mientras me acurrucaba más cerca.
No podía tener a Logan de la manera que yo quería. Sabía eso, aceptaba eso. Mi versión borracha no lo hizo, obviamente, pero aun así, estaba orgullosa de llamarlo amigo. —Creo que es una gran idea.
—¿En serio? —Sonó sorprendido.
Sonreí. —Creo que es maravilloso. Es algo por lo que sientes pasión.
Deberías hacerlo.
Logan no respondió, pero sentí algo de su tensión abandonarle. Algo que realmente no había visto hasta entonces. Tal vez eso era lo que él necesitaba. Afirmación.
Mientras nos sentábamos allí en silencio, observando las llamas crear una danza de sombras a lo largo de las paredes de madera, me di cuenta de algo más en ese momento. Incluso aunque sabía que todo lo que habría alguna vez entre nosotros era amistad, le amaba.
Oh, hombre…
Siempre amaría a Logan Henderson.
Estaba tan jodida.
*****
Pronto se nos iría la luz. El viento estaba como loco afuera, golpeando la casa y los cables de luz. No entendía por qué nadie pensó en pasar esos pendejos por debajo de la tierra.
Las luces parpadearon durante toda la tarde. Y alrededor de las nueve, la nieve comenzó a caer tan rápido y tan gruesa, que no podía ver absolutamente nada por las ventanas. La cosa blanca cubrió completamente las ramas de los pinos, provocando que se inclinaran hacia abajo debido al peso. Me había ido a la cama hacía horas, pero no podía dormir. Por mi mente pasaba de todo; yo molestando a Logan, la moto-nieve asesina, y el largo tiempo que estaríamos aquí atascados. El viento no ayudaba. Sonaba como si la casa se caería en pedazos sobre mí.
Frustrada, me aparté de la ventana y ajusté el edredón que tenía en vuelto alrededor de mis hombros. Salí hacia el pasillo, no queriendo despertar a Logan.
Pude caminar hasta la mitad cuando escuché una puerta abrirse detrás de mí. —¿_______?
Suspirando, me giré y casi inmediatamente comencé a babear. Logan se encontraba de pie en el marco de la puerta, sin camisa y en pantalones de pijama. Su estómago… ¿por qué su estómago tenía que lucir así? Todo ondulado y duro y…
—¿_______? —Salió de la habitación, cerrando la puerta detrás de sí—.¿Estás bien?
—¿No tienes frío? —Tuve ganas de golpearme a mí misma luego de decir eso.
Sonrió. —No tenía hasta que salí de la cama.
—Buen punto. —Cambié mi peso de lado, sintiéndome como mierda—. Lo siento. No fue mi intención despertarte.
—Está bien. —Caminó hacia mí, con toda su gloria de hombre, y lo odiaba un poco por eso—. ¿No puedes dormir?
Sacudí la cabeza mientras suprimía un bostezo. —El viento, suena como si estuviese quebrando toda...
Un fuerte crujido me interrumpió, haciéndome saltar asustada. Desde la ventana al final del pasillo, el cielo se iluminó con una lluvia de chispas, y luego toda la casa retumbó por varios segundos. En el techo, la luz del pasillo parpadeó dos veces, y luego se apagó por completo, dejando el pasillo en completa oscuridad.
—Mierda —dijo Logan, y sentí su mano en mi espalda—, creo que el rayo noqueó la luz. El generador de emergencia debería encenderse.
Parpadeé, intentando que mis ojos se ajustaran, pero sólo podía distinguir su silueta. Las luces aún no se habían encendido, pero podía escuchar algo ronroneando, como un suave zumbido. Por las rejillas de ventilación en el pasillo salía aire, pero ni de cerca la cantidad que salía antes, y no frenaba el frío que entraba a la casa.
Logan maldijo de nuevo. —Quédate aquí.
—Créeme, no me voy a mover.
Lo escuché caminar de vuelta hacia la ventana. —Bueno, triple mierda. Uno de los pinos acaba de caerse, golpeando los cables de luz. —
Se giró, exasperado—. El respaldo sólo funcionará en modo de emergencia, generará un mínimo de calor, el suficiente para evitar que las cañerías se congelen y el refrigerador, cosas así. —Se encontraba de nuevo frente a mí. Su respiración era cálida contra mi frente—. Regresa a tu habitación mientras chequeo abajo y me cercioro de que todo esté bien.
—De acuerdo. —Nerviosa, apreté con fuerza mi agarre sobre la manta. Mi corazón estaba acelerado—. ¿Tienes… tienes que irte?
Su mano fue de nuevo hacia mi espalda. —Sólo serán unos minutos.
—Lo siento, pero sólo puedo pensar en esa gente que se quedó atrapada en la nieve y tuvieron que comerse unos a otros.
Logan se rió con fuerza. —Nena, eso fue como en los mil ochocientos o algo así. Estaremos bien. Ya regreso.
—No dirás eso cuando comience a morderte la pierna como un zombie. —Pero puse mi mano sobre la pared, utilizándola de guía hasta la habitación mientras él se movía a través de la oscuridad como un jodido gato.
Una vez dentro del cuarto, corrí a toda prisa hacia la ventana. La nieve caía en ráfagas, pero como había cubierto todo, el suelo brillaba en la sombría luz de la luna, ante mis ojos que se ajustaban a la oscuridad. Un pino gigante se había partido en dos, se veía como una gran silueta contra la nieve. Temblé. Estar varados era lo suficientemente malo, pero, ¿tener sólo un respaldo de electricidad con la tormenta de nieve más fuerte del siglo apenas comenzando? Creo que Dios nos acababa de castigar.
Me dirigí de vuelta hacia la cama y gateé debajo de las cobijas, atrapándolas contra mi barbilla. Me quedé acostada de lado, mirando hacia la puerta. Me tensé al escuchar sus pasos unos minutos después.
Llevaba una vela y la suave luz emitía sombras sobre los pómulos de sus mejillas. Se sentó junto a mí, colocándola en la mesita de noche. —Lamento esto.
—¿Por qué lo lamentas?
—Venir para acá todos los años es idea mía. Podrías estar en casa, pero ahora estás estancada aquí, preocupándote de que comenzaremos a comernos uno al otro.
Me reí ligeramente. —En verdad no pienso que nos comenzaremos a comer mutuamente.
—Bueno, espero que si lo haces, no comiences con mi cara. Me han dicho que es mi recurso más atractivo. —Pude escuchar la sonrisa en su rostro, lo cual me hizo sonreír—. Pero nos va a dar frío, _______.
—Lo sé, pero no es tu culpa. Me gusta venir aquí.
Estuvo en silencio durante un momento. —¿Sabes? Nunca entendí por qué. Ni siquiera te gusta esquiar ni hacer nada parecido.
Mordí mi labio inferior. —Me gusta pasar tiempo contigo… con todos.
—Mis mejillas enrojecieron—. Simplemente me gusta hacer esto con todos.
Logan estiró la mano y en la tenue luz encontró un mechón de mi cabello pegado contra mi mejilla y lo acomodó hacia atrás. —Me alegra que hayas venido.
Sentí todo tipo de calidez al escuchar eso.
—Sólo porque estarías completamente solo en este momento.
Se rió profundamente, y luego lanzó la mirada hasta la ventana, donde el viento gritaba. —Nah, esa no es la única razón.
Ahora mi corazón hacía saltos estacionarios.
Logan tomó el borde de la manta. —Hazte a un lado.
Mis ojos se abrieron de par en par. —¿Qué?
—Se va a poner muy frío, y sé que no puedes dormir por el viento. Me quedaré contigo hasta que te duermas. —Hizo una pausa—. Y además, sin camisa, me estoy congelando el trasero ahora mismo.
—Está bien —tartamudeé la palabra como una idiota, haciéndole espacio en la cama. Luego rodé hacia el otro lado, porque estaba segura de que no podría ser capaz de mirarlo en la cama.
Se deslizó debajo de las cobijas, y aunque algunos centímetros nos separaban, aún así podía sentirlo. Totalmente extraño, pero toda mi espalda se calentó y la urgencia de echarme hacia atrás y sentirlo de verdad era difícil de ignorar.
—¿Estás bien con esto? —Su voz sonaba como si estuviese justo en mi oído—. Supongo que debí preguntar eso antes de meterme aquí, ¿huh?
—Sí —murmuré—. Estoy bien con esto.
—Bien. —Se acomodó en su lado, y supe que se encontraba de frente a mí. ¡Estábamos de cuchara! Aunque no nos tocábamos, así que supongo que no contaba—. Porque creo que esta cama es mucho más cómoda que la mía, y como que no me quiero ir.
En verdad no quería que se fuera. Esto era como el paraíso para mí.
Cerré los ojos, empapándome de su cercanía como si fuese mi propio sol personal.
—¿Recuerdas cuando hacíamos esto de niños? —preguntó.
—Sí, lo recuerdo. —Pero ahora era muy diferente. En ese tiempo, todo había sido muy inocente, y solo éramos dos niños divirtiéndose en una pijamada. Justo antes de que quisiera saltarle encima y hacerle todo tipo de cosas picantes.
Y ahora pensaba en todas esas cosas picantes, como darme vuelta y presionarme contra él, colocar mis labios sobre los suyos. Tocarlo. Que él me tocara. Desnudarnos.
En serio necesitaba dejar de pensar en ese tipo de cosas.
—¿_______?
—¿Sí?
Hubo una pausa. —Prometo no acaparar todas las sábanas esta vez.
Sonreí incluso aunque mi pecho se retorció. —Espero que no.
No tengo idea de cómo me dormí con el objeto de mi lujuria durmiendo a mi lado, pero debía haberlo hecho, porque pude darme cuenta que ya habían pasado varias horas cuando el viento me despertó.
Espero les guste
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