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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Frigid-[Logan Henderson y tu] TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Frigid-[Logan Henderson y tu] TERMINADA
Capítulo 41
—Logan…
—Pero eso no es lo que más lamento —continuó, y pensé: aquí viene. Hice lo posible para prepararme, pero un nudo ya comenzaba a crecer en mi garganta. Logan se pasó las manos por el pelo—. Lamento más haberte lastimado. Sé que lo he hecho. Sé que te he herido antes, con las otras chicas. Te he lastimado por no haberte hablado de Sasha. No quise mentir. No estaba pensando, porque Sasha y yo no éramos así, pero debí haberte dicho que tuvimos relaciones. Y no lo he hecho otra vez. Te aseguro que no dormí con ella cuando fui a su cabaña para ayudarla con la ventana rota.
—¿Ventana rota? —repetí aturdida.
—Zach rompió su ventana la noche anterior. Ella vive sola ahí y necesitaba ayuda —explicó—. Pero me hubiera gustado no haberla ayudado. Debería haber estado allí para ti y no lo estaba. No puedo perdonarme por eso.
Cerré los ojos, sintiendo mucho sin saber por dónde empezar.
Demasiadas emociones se arremolinaban en mi interior para digerir todo esto.
—Oh, Logan…
—Y no espero que mis disculpas hagan la diferencia. Créeme —Se apresuró a continuar y abrí los ojos, parpadeando para contener las lágrimas—. Sé que hay mucho que tengo que compensar. Ha habido veces que te abandoné para ir al cine con otras chicas, rompiendo planes para revolcarme, ese tipo de cosas. Porque eso era a lo único que hacía, joder solamente, ¿sabes? Y luego fue la graduación. Ni siquiera bailé contigo. Y todo este tiempo estuviste ahí a mi lado y yo soy… —Negó con la cabeza—, estoy divagando. Probablemente no puedo arreglar nada de eso. No te culparé si me dices que me vaya de aquí, pero hay un montón de cosas que me gustaría poder hacer, sin embargo, hay una cosa de la que nunca me arrepentiré.
Me perdí, mis pensamientos y pulso acelerándose.
Logan se levantó y se acercó a mí de rodillas. Echó la cabeza hacia atrás para mirarme directamente a los ojos cuando dijo las siguientes palabras—: Nunca me arrepentiré de haber estado contigo, _______. Nunca. Y deseo poder volver atrás y revivir esas horas. Deseo poder regresar en el tiempo, y en lugar de sólo juguetear con alguna chica, ser un hombre y decirte cómo me sentía por ti, lo que siempre he sentido por ti.
Abrí la boca y me quedé sin aliento, pero no había palabras.
Rebusqué en su expresión, y él me devolvió la mirada, y justo ahí, finalmente, justo ahí frente a mí. Mi corazón se hinchó y explotó a la vez. La esperanza quemó tan brillante como la estrella polar. —¿Cómo te has sentido siempre?
—Te he amado toda mi vida —dijo, sus ojos fijos en los míos—. Y lo haré por el resto de mi vida si me lo permites, _______.
*****
Narra Logan
Una vez que esas palabras abandonaron mi boca, supe que era lo correcto. No había dudas en mi mente. Era lo que debí haber dicho hace años, desde el primer momento en que noté los profundos sentimiento por ella. Y ahora había una buena probabilidad de que fuese demasiado tarde, pero quitó un peso de mis hombros. Dije la verdad. No esperaba que mi disculpa fuese suficiente en este momento, pero esperaba que diciéndole como me sentía pudiese abrir una puerta más adelante. Al menos, eso era lo que esperaba.
Pero cuanto más tiempo _______ permanecía callada, más me preocupaba. _______ parecía un poco estupefacta. No se movió. Sus manos caían flojas en su regazo. No dijo nada. Sus bonitos, rosados labios entreabiertos. Ella simplemente me miraba.
Se sentía como si me hubieran dado un puñetazo en las bolas. ¿Lo arruiné tanto que mi declaración de amor lo arruinó aún más? Oh, hombre, no me gustaba este sentimiento. Probablemente me lo merecía, pero eso no hace que sea más fácil de tragar, sobre todo cuando sus ojos se volvieron vidriosos, como si estuviera luchando contra las lágrimas.
No había contado con eso. Mierda.
—_______, cariño, por favor di algo. —Dejé caer mis manos en mis muslos para evitar tomar la suya—. Por favor.
Me dio una pequeña sacudida de cabeza, causando que algunos mechones cortos se salieran de su moño. Mechones oscuros rozaron sus sienes y la nuca de su cuello. Entonces, se acercó. Antes de que supiera lo que hacía, ahuecó mis mejillas con sus manos temblorosas.
Bien. Esto era bueno. Nos llevaba a donde yo…
—Quiero estrangularte —dijo, su voz ronca.
De acuerdo, eso no era bueno. Para nada.
—No tienes ideas de las ganas que tengo de patear tu trasero justo ahora —agregó.
Y eso era peor. Esto no era…
—Te amo —dijo y tragó—. Te he amado desde que me empujaste en el patio de recreo. Lo juro… te he amado desde entonces.
—Yo… ¿qué? —La miré—. ¿Qué acabas de decir?
_______ me besó.
Sus labios eran suaves contra los míos; su toque era vacilante, impresionante y tan condenadamente dulce. Inhalé a través de su beso, llevándola más dentro de mí. Mi cerebro se apagó mientras disfrutaba de su beso, como un perro girando sobre su espalda para que le rasquen la barriga. Me levanté sin pensarlo, mis manos cayendo en sus caderas. Ella me agarró los brazos, sus dedos enterrándose en mi suéter de una forma que tuvo a mi cuerpo entero palpitando.
—Dilo de nuevo —pedí.
Sus labios se curvaron en las esquinas. —Te amo, Logan.
Un escalofrío me atravesó. La levanté y llevé más lejos en la cama.
Fui sobre ella, nuestros cuerpos fluían juntos. Mi lengua se deslizó de sus labios y ella gimió, enviando un escalofrío a través de mí. Sus manos recorrieron mi espalda y las mías encontraron su camino debajo del pesado suéter, contra su camiseta. Se arqueó, como si quisiera que mi mano viajara más al norte. Me levanté un poco, mi mirada vagando por su rostro dulcemente sonrojado, elegante cuello largo y las puntas duras de sus pechos luchando contra la fina tela. Mi cuerpo temblaba por el esfuerzo de no desnudarla.
Oh, mierda.
Mi mano parecía increíblemente larga, apoyada contra su estómago, directamente debajo de su pecho. Espera. Necesito detenerme, pero moría por estar dentro de ella, por no tener nada entre nosotros.
_______ se estiró, corriendo la punta de sus dedos a lo largo de mi mandíbula. Insistí en el gesto, cerrando los ojos mientras obligué a mi corazón a bajar la velocidad. —¿Me amas? —preguntó.
—Siempre —dije, presionando mis labios en el centro de su palma—.Sé que tengo una forma tonta de demostrarlo, pero te amo desde que me hiciste comer tarta de barro.
Llevó su mano a mi pecho, deteniéndose sobre mi corazón. —Sí, yo diría que es una manera muy extraña.
Abrí mis ojos, listo para disculparme una vez más. Luego vi la suave sonrisa en su rostro, y mi corazón saltó en mi pecho. Abrí mi boca, pero estaba más allá de las palabras mientras mi mirada viajaba por su rostro. —¿De verdad?
—De verdad —susurró.
—En serio, no creía que me vieras como nada más que un amigo —
Bajé mi cabeza, besando sus labios, porque lucían como si estuviera solitarios—. Y no me di cuenta de que te quería más, hasta que llegaste con Nate, y pensé que ya era demasiado tarde. Incluso después de que rompieran, parecía como si hubiera perdido mi oportunidad.
Sus cejas bajaron. —¿Por qué nunca dijiste nada?
—¿Por qué no lo hiciste tú?
Frunció los labios. —Igual que tú. No creí que me vieras como algo más que una amiga y las…
—Lo sé. Las chicas… —Presioné mi frente contra la de ella—. Pensaba que no podía tenerte, así que quería olvidar cómo me sentía. Fue una idea terrible.
Ella rodó los ojos. —Sí, lo fue.
Mi pasado realmente le quitó lo cálido a la situación. —Desearía poder retroceder y cambiar esas cosas. Desearía…
Puso su dedo en mis labios, un dedo que olía a chocolate. —Está en el pasado. No hay nada que podamos hacer para cambiarlo. Y bueno, yo podría haber dicho algo. Ser una chica con bolas.
—¿Una chica con bolas? —levanté mis cejas.
—Ajá.
Hice una mueca mientras me acomodaba sobre mi lado junto a ella.
—No creo que quiera pensar en ti teniendo bolas, _______.
Entonces, se rió y el sonido trajo una sonrisa en mi rostro. Atrapé el delicado, feliz sonido con mis labios. —Si las tuvieras, yo hubiera… —Sacudí mi cabeza— No importa. Se trata del presente. Eso es todo lo que importa.
—Pasaré el resto de mi vida recompensándote por ello. Lo prometo.
Al principio, creí que había dicho algo equivocado. Lágrimas surgieron en sus ojos tan rápidamente y se giró sobre su lado, enterrando su cara en mi pecho. Oh mierda, definitivamente dije algo equivocado. Tan rápidamente. Guau. Eso tenía que ser un récord.
—Oye —Deslicé mis dedos debajo de su barbilla—. ¿Qué ocurre?
Luchó conmigo, pero poco a poco me dejó levantar su cabeza.
—Lo siento. No es nada que hayas hecho. Solo estoy… realmente emocional justo ahora.
Esa no era una respuesta lo suficientemente buena para mí.
Sentándome, la llevé sobre mi regazo y se acomodó contra mí.
—_______…
Limpiando sus mejillas, río en voz baja. —Son lágrimas de felicidad. Lo juro. Es solo que nunca pensé que esto podría ocurrir. Nunca y creí… creí que lamentabas haber estado conmigo y que era por eso que querías hablar. Que pensabas que era frígida, como Nate…
—Espera. Detente —Incliné su rostro hacia mí—. Eres exactamente lo opuesto a eso y ni siquiera una vez pensé que pudiera ser cierto. Hombre, quiero romper su mandíbula de nuevo. No puedo creer que todavía te preocupes por eso.
Sollozó. —Sé que es estúpido.
—No es estúpido —Sequé una solitaria lágrima de su mejilla.
Se acercó a mí, envolviendo sus manos alrededor de mi cintura.
—Es estúpido. ¿Dejé que eso me afectara por tantos años? Y supongo que es por eso que estaba lista para creer que salías con Sasha y exagerar.
—No exageraste —Sostuve su muslo, descansando mi mentón en la cima de su cabeza. Dios. No había notado cuán bien se sentía sostenerla hasta ahora que lo hacía—. Me merecía todo lo que dijiste.
—Logan —suspiró.
—Lo sé —reí—. Está en el pasado, ¿cierto? —Cuando asintió, resistí la urgencia de apretarla—. ¿Sabes qué más está en el pasado?
—¿Qué?
—Estos malditos osos de peluche en tu cama. Creo que tienes el marrón desde que eras una niña. Probablemente está cubierto con tus gérmenes.
_______ se alejó, golpeándome en el pecho. —¡No, no lo está, idiota!
Riéndome, me recosté entre los osos, tirando la mayoría al suelo mientras la llevaba hacia atrás conmigo. Me di la vuelta así estábamos cara a cara, yaciendo lado a lado. —Oye —Me estiré y levanté uno harapiento—. ¿Este es el que te di en tu cumpleaños hace años? ¿Lo guardaste?
—Sí —Me lo quitó, sosteniéndolo entre nuestros pechos—. Por supuesto que lo guardé.
Una buena dosis de presión llenó mi pecho. No dije nada mientras la observaba.
—¿Qué? —preguntó, sus ojos en los míos.
A veces las palabras no eran suficientes, no podían cubrir el sentimiento. Esta era una de esas veces. Así que corté la distancia y la besé, poniendo todo lo que sentía por ella, cada promesa que le hice en ese beso.
Espero les guste
—Logan…
—Pero eso no es lo que más lamento —continuó, y pensé: aquí viene. Hice lo posible para prepararme, pero un nudo ya comenzaba a crecer en mi garganta. Logan se pasó las manos por el pelo—. Lamento más haberte lastimado. Sé que lo he hecho. Sé que te he herido antes, con las otras chicas. Te he lastimado por no haberte hablado de Sasha. No quise mentir. No estaba pensando, porque Sasha y yo no éramos así, pero debí haberte dicho que tuvimos relaciones. Y no lo he hecho otra vez. Te aseguro que no dormí con ella cuando fui a su cabaña para ayudarla con la ventana rota.
—¿Ventana rota? —repetí aturdida.
—Zach rompió su ventana la noche anterior. Ella vive sola ahí y necesitaba ayuda —explicó—. Pero me hubiera gustado no haberla ayudado. Debería haber estado allí para ti y no lo estaba. No puedo perdonarme por eso.
Cerré los ojos, sintiendo mucho sin saber por dónde empezar.
Demasiadas emociones se arremolinaban en mi interior para digerir todo esto.
—Oh, Logan…
—Y no espero que mis disculpas hagan la diferencia. Créeme —Se apresuró a continuar y abrí los ojos, parpadeando para contener las lágrimas—. Sé que hay mucho que tengo que compensar. Ha habido veces que te abandoné para ir al cine con otras chicas, rompiendo planes para revolcarme, ese tipo de cosas. Porque eso era a lo único que hacía, joder solamente, ¿sabes? Y luego fue la graduación. Ni siquiera bailé contigo. Y todo este tiempo estuviste ahí a mi lado y yo soy… —Negó con la cabeza—, estoy divagando. Probablemente no puedo arreglar nada de eso. No te culparé si me dices que me vaya de aquí, pero hay un montón de cosas que me gustaría poder hacer, sin embargo, hay una cosa de la que nunca me arrepentiré.
Me perdí, mis pensamientos y pulso acelerándose.
Logan se levantó y se acercó a mí de rodillas. Echó la cabeza hacia atrás para mirarme directamente a los ojos cuando dijo las siguientes palabras—: Nunca me arrepentiré de haber estado contigo, _______. Nunca. Y deseo poder volver atrás y revivir esas horas. Deseo poder regresar en el tiempo, y en lugar de sólo juguetear con alguna chica, ser un hombre y decirte cómo me sentía por ti, lo que siempre he sentido por ti.
Abrí la boca y me quedé sin aliento, pero no había palabras.
Rebusqué en su expresión, y él me devolvió la mirada, y justo ahí, finalmente, justo ahí frente a mí. Mi corazón se hinchó y explotó a la vez. La esperanza quemó tan brillante como la estrella polar. —¿Cómo te has sentido siempre?
—Te he amado toda mi vida —dijo, sus ojos fijos en los míos—. Y lo haré por el resto de mi vida si me lo permites, _______.
*****
Narra Logan
Una vez que esas palabras abandonaron mi boca, supe que era lo correcto. No había dudas en mi mente. Era lo que debí haber dicho hace años, desde el primer momento en que noté los profundos sentimiento por ella. Y ahora había una buena probabilidad de que fuese demasiado tarde, pero quitó un peso de mis hombros. Dije la verdad. No esperaba que mi disculpa fuese suficiente en este momento, pero esperaba que diciéndole como me sentía pudiese abrir una puerta más adelante. Al menos, eso era lo que esperaba.
Pero cuanto más tiempo _______ permanecía callada, más me preocupaba. _______ parecía un poco estupefacta. No se movió. Sus manos caían flojas en su regazo. No dijo nada. Sus bonitos, rosados labios entreabiertos. Ella simplemente me miraba.
Se sentía como si me hubieran dado un puñetazo en las bolas. ¿Lo arruiné tanto que mi declaración de amor lo arruinó aún más? Oh, hombre, no me gustaba este sentimiento. Probablemente me lo merecía, pero eso no hace que sea más fácil de tragar, sobre todo cuando sus ojos se volvieron vidriosos, como si estuviera luchando contra las lágrimas.
No había contado con eso. Mierda.
—_______, cariño, por favor di algo. —Dejé caer mis manos en mis muslos para evitar tomar la suya—. Por favor.
Me dio una pequeña sacudida de cabeza, causando que algunos mechones cortos se salieran de su moño. Mechones oscuros rozaron sus sienes y la nuca de su cuello. Entonces, se acercó. Antes de que supiera lo que hacía, ahuecó mis mejillas con sus manos temblorosas.
Bien. Esto era bueno. Nos llevaba a donde yo…
—Quiero estrangularte —dijo, su voz ronca.
De acuerdo, eso no era bueno. Para nada.
—No tienes ideas de las ganas que tengo de patear tu trasero justo ahora —agregó.
Y eso era peor. Esto no era…
—Te amo —dijo y tragó—. Te he amado desde que me empujaste en el patio de recreo. Lo juro… te he amado desde entonces.
—Yo… ¿qué? —La miré—. ¿Qué acabas de decir?
_______ me besó.
Sus labios eran suaves contra los míos; su toque era vacilante, impresionante y tan condenadamente dulce. Inhalé a través de su beso, llevándola más dentro de mí. Mi cerebro se apagó mientras disfrutaba de su beso, como un perro girando sobre su espalda para que le rasquen la barriga. Me levanté sin pensarlo, mis manos cayendo en sus caderas. Ella me agarró los brazos, sus dedos enterrándose en mi suéter de una forma que tuvo a mi cuerpo entero palpitando.
—Dilo de nuevo —pedí.
Sus labios se curvaron en las esquinas. —Te amo, Logan.
Un escalofrío me atravesó. La levanté y llevé más lejos en la cama.
Fui sobre ella, nuestros cuerpos fluían juntos. Mi lengua se deslizó de sus labios y ella gimió, enviando un escalofrío a través de mí. Sus manos recorrieron mi espalda y las mías encontraron su camino debajo del pesado suéter, contra su camiseta. Se arqueó, como si quisiera que mi mano viajara más al norte. Me levanté un poco, mi mirada vagando por su rostro dulcemente sonrojado, elegante cuello largo y las puntas duras de sus pechos luchando contra la fina tela. Mi cuerpo temblaba por el esfuerzo de no desnudarla.
Oh, mierda.
Mi mano parecía increíblemente larga, apoyada contra su estómago, directamente debajo de su pecho. Espera. Necesito detenerme, pero moría por estar dentro de ella, por no tener nada entre nosotros.
_______ se estiró, corriendo la punta de sus dedos a lo largo de mi mandíbula. Insistí en el gesto, cerrando los ojos mientras obligué a mi corazón a bajar la velocidad. —¿Me amas? —preguntó.
—Siempre —dije, presionando mis labios en el centro de su palma—.Sé que tengo una forma tonta de demostrarlo, pero te amo desde que me hiciste comer tarta de barro.
Llevó su mano a mi pecho, deteniéndose sobre mi corazón. —Sí, yo diría que es una manera muy extraña.
Abrí mis ojos, listo para disculparme una vez más. Luego vi la suave sonrisa en su rostro, y mi corazón saltó en mi pecho. Abrí mi boca, pero estaba más allá de las palabras mientras mi mirada viajaba por su rostro. —¿De verdad?
—De verdad —susurró.
—En serio, no creía que me vieras como nada más que un amigo —
Bajé mi cabeza, besando sus labios, porque lucían como si estuviera solitarios—. Y no me di cuenta de que te quería más, hasta que llegaste con Nate, y pensé que ya era demasiado tarde. Incluso después de que rompieran, parecía como si hubiera perdido mi oportunidad.
Sus cejas bajaron. —¿Por qué nunca dijiste nada?
—¿Por qué no lo hiciste tú?
Frunció los labios. —Igual que tú. No creí que me vieras como algo más que una amiga y las…
—Lo sé. Las chicas… —Presioné mi frente contra la de ella—. Pensaba que no podía tenerte, así que quería olvidar cómo me sentía. Fue una idea terrible.
Ella rodó los ojos. —Sí, lo fue.
Mi pasado realmente le quitó lo cálido a la situación. —Desearía poder retroceder y cambiar esas cosas. Desearía…
Puso su dedo en mis labios, un dedo que olía a chocolate. —Está en el pasado. No hay nada que podamos hacer para cambiarlo. Y bueno, yo podría haber dicho algo. Ser una chica con bolas.
—¿Una chica con bolas? —levanté mis cejas.
—Ajá.
Hice una mueca mientras me acomodaba sobre mi lado junto a ella.
—No creo que quiera pensar en ti teniendo bolas, _______.
Entonces, se rió y el sonido trajo una sonrisa en mi rostro. Atrapé el delicado, feliz sonido con mis labios. —Si las tuvieras, yo hubiera… —Sacudí mi cabeza— No importa. Se trata del presente. Eso es todo lo que importa.
—Pasaré el resto de mi vida recompensándote por ello. Lo prometo.
Al principio, creí que había dicho algo equivocado. Lágrimas surgieron en sus ojos tan rápidamente y se giró sobre su lado, enterrando su cara en mi pecho. Oh mierda, definitivamente dije algo equivocado. Tan rápidamente. Guau. Eso tenía que ser un récord.
—Oye —Deslicé mis dedos debajo de su barbilla—. ¿Qué ocurre?
Luchó conmigo, pero poco a poco me dejó levantar su cabeza.
—Lo siento. No es nada que hayas hecho. Solo estoy… realmente emocional justo ahora.
Esa no era una respuesta lo suficientemente buena para mí.
Sentándome, la llevé sobre mi regazo y se acomodó contra mí.
—_______…
Limpiando sus mejillas, río en voz baja. —Son lágrimas de felicidad. Lo juro. Es solo que nunca pensé que esto podría ocurrir. Nunca y creí… creí que lamentabas haber estado conmigo y que era por eso que querías hablar. Que pensabas que era frígida, como Nate…
—Espera. Detente —Incliné su rostro hacia mí—. Eres exactamente lo opuesto a eso y ni siquiera una vez pensé que pudiera ser cierto. Hombre, quiero romper su mandíbula de nuevo. No puedo creer que todavía te preocupes por eso.
Sollozó. —Sé que es estúpido.
—No es estúpido —Sequé una solitaria lágrima de su mejilla.
Se acercó a mí, envolviendo sus manos alrededor de mi cintura.
—Es estúpido. ¿Dejé que eso me afectara por tantos años? Y supongo que es por eso que estaba lista para creer que salías con Sasha y exagerar.
—No exageraste —Sostuve su muslo, descansando mi mentón en la cima de su cabeza. Dios. No había notado cuán bien se sentía sostenerla hasta ahora que lo hacía—. Me merecía todo lo que dijiste.
—Logan —suspiró.
—Lo sé —reí—. Está en el pasado, ¿cierto? —Cuando asintió, resistí la urgencia de apretarla—. ¿Sabes qué más está en el pasado?
—¿Qué?
—Estos malditos osos de peluche en tu cama. Creo que tienes el marrón desde que eras una niña. Probablemente está cubierto con tus gérmenes.
_______ se alejó, golpeándome en el pecho. —¡No, no lo está, idiota!
Riéndome, me recosté entre los osos, tirando la mayoría al suelo mientras la llevaba hacia atrás conmigo. Me di la vuelta así estábamos cara a cara, yaciendo lado a lado. —Oye —Me estiré y levanté uno harapiento—. ¿Este es el que te di en tu cumpleaños hace años? ¿Lo guardaste?
—Sí —Me lo quitó, sosteniéndolo entre nuestros pechos—. Por supuesto que lo guardé.
Una buena dosis de presión llenó mi pecho. No dije nada mientras la observaba.
—¿Qué? —preguntó, sus ojos en los míos.
A veces las palabras no eran suficientes, no podían cubrir el sentimiento. Esta era una de esas veces. Así que corté la distancia y la besé, poniendo todo lo que sentía por ella, cada promesa que le hice en ese beso.
Espero les guste
Invitado
Invitado
Re: Frigid-[Logan Henderson y tu] TERMINADA
Esta nove esta increible!! Q tierno q Logan ame a rayis desde siempre jeje pero Logan era un mujeriego de primera jiji ;) :') :*
manzana16
Re: Frigid-[Logan Henderson y tu] TERMINADA
manzana16 escribió:Esta nove esta increible!! Q tierno q Logan ame a rayis desde siempre jeje pero Logan era un mujeriego de primera jiji ;) :') :*
Aww si
Invitado
Invitado
Re: Frigid-[Logan Henderson y tu] TERMINADA
Penúltimo Capítulo
Capítulo 42
Cuando me alejé, sus ojos estaban vidriosos y quería lanzar ese oso al otro lado de la habitación y llegar hasta ella.
¿Los padres abajo y la puerta sin llave? No iba a pasar. Y además, me sentía jodidamente contento de estar aquí con ella.
—Este es el mejor regalo de Navidad anticipado que he recibido — dije.
Su brillante sonrisa me golpeó. —Creo que es la cosa más inteligente que has dicho y estoy de acuerdo.
—¿Sí? —Tomé un mechón de su cabello y lo retorcí alrededor de mi dedo—. Soy muy afortunado. Sé eso. Tan malditamente afortunado de tener tu amor.
Ella se acercó y el oso fue aplastado entre nosotros. Me besó de una manera que ninguna otra persona podría hacerlo, ya que era _______.
Ahuequé la parte posterior de su cuello, sosteniéndola así, tomé el control del beso. No pasó mucho tiempo antes de que el oso terminara en el suelo y los brazos y piernas se enredaran. Nos estábamos besando como dos adolescentes a escondidas. Ella estaba debajo mío, meciendo sus caderas contra las mías, animándome. Con lo fino que eran sus pantalones, era como si no tuviera casi nada. La necesidad comenzaba a volverme loco, golpeando a través de mis venas y no quería parar, a pesar de que sabía que no podía ir más lejos que esto. Y era demasiado bueno para parar, la forma en que su cuerpo se movía contra mí era demasiado perfecto y suave, sus gemidos apenas audibles eran demasiados dulces como para dejarlo pasar.
No sé cuánto tiempo nos quedamos así, besándonos y tocándonos, susurrándonos entre sí y riendo. Ya era tarde cuando miré el reloj.
—¿Puedes quedarte un rato más? —preguntó.
Dudaba que su padre le gustara encontrarme en su cama en la mañana, pero no podía negarme. —¿Qué tal si me quedo hasta que te duermas?
—Perfecto —murmuró, descansando su mejilla en mi pecho—.
Simplemente usa la puerta del frente cuando te vayas.
Sonriendo, acaricié con mi mano su espalda, amando la manera en que ella se acercó a mí, ajustando su cuerpo al mío como si estuviéramos hechos el uno para el otro. Diablos, creo que realmente lo éramos y sólo me había tomado un largo tiempo darme cuenta. Pero finalmente lo hice, y eso era lo que importaba.
La amaba. Dios, la amaba tanto. No podía creer que había estado todo este tiempo sin decírselo. Era un idiota, pero era un idiota con suerte.
*****
Narra _______
Desde que era una niña, siempre he estado más entusiasmada con la víspera de Navidad que por el día de Navidad. Había algo acerca de la anticipación, de saber lo que esperaba al día siguiente, de querer que el tiempo pasara con rapidez, y al mismo tiempo querer que se ralentice.
Este año no era diferente, pero lo fue.
No podía dejar de sonreír y estaba segura de que probablemente me veía medio estúpida para mi mamá y mi papá mientras hacía los dulces de nuez para llevar a la casa de mis abuelos. Varias veces me encontré a mí misma desconcentrada, soñando despierta mientras ponía el caramelo en los pretzel.
Todo parecía irreal. Supuse que después de pasar tanto tiempo queriendo algo —alguien— cuando finalmente sucede, casi no crees que sea cierto. Me quedé esperando despertar del sueño... pero era real.
Logan me amaba.
Él se había ido para el momento en que me desperté ayer, pero el ligero olor de la colonia que llevaba y ese aroma a naturaleza que era únicamente suyo permanecía en mis almohadas. Me había dejado una nota, diciendo que volvería y que usaría la puerta cuando se fuera.
Justo después del almuerzo, apareció y no se marchó hasta después de la cena. Mis padres no parecían sorprendidos de verlo y también parecían felices de ver el cambio en nuestra relación. Mamá había sido pro-Logan-y-_______ desde que habíamos estado en el instituto, por lo que vernos juntos probablemente hizo su año.
Y seguro como el infierno que hacía el mío.
—Cariño —rió mamá, llamando mi atención—. ¿Qué estás haciendo?
Frunciendo el ceño, bajé la mirada y luego me eché a reír. Había apilado t res piezas de caramelo en la parte superior de un pretzel.
Retirándolos con los dedos, los puse a un lado. —Vaya.
—Aja —dijo mamá con una mirada de complicidad en su rostro—. Tu está en las nubes.
—Sí —admití, organizando los pretzels y dulces en una bandeja para hornear—. Probablemente no debería estar haciendo esto.
—Tienes que hacerlo. —Mamá se lavó las manos. La cocina olía al relleno que ella había hecho para llevar con nosotros—. Tu abuelo golpeará a alguien con su bastón, si no llegamos con estos dulces.
No hacer esto casi valía la pena para ver a mi abuelo persiguiendo a la gente con un bastón. Empujé los dulces en el horno, ajustando el tiempo por t res minutos, tiempo suficiente para lograr que el chocolate y caramelo se pongan espesos.
—Así que... —empezó mamá, mirando por la ventana sobre el fregadero. Había cada vez más sombras azuladas a través de la nieve mientras el sol se ponía. Tendríamos que salir a la carretera pronto, ya que teníamos que dejar algunos de los alimentos en la iglesia antes de ir a lo de mis abuelos.
Arqueé una ceja, esperando.
Mamá sonrió. —Tú y Logan se veían horrorosamente amistosos ayer.
Aquí vamos. —Mamá, la gente ya no dice “amistosos”.
Me inmovilizó con una mirada mientras envolvía el plato grande de relleno con papel de aluminio. Estaba segura de que no era higiénico hacer relleno para el pavo la noche anterior, pero mi familia había estado haciéndolo durante años. —Yo lo uso, por lo tanto, la gente lo usa.
Sonreí.
Suspiró. —¿Vas a confesar?
—¿Confesar qué? —pregunté inocentemente.
Mamá se cruzó de brazos.
Me reí. —Logan y yo estamos... juntos.
—Me di cuenta de eso —dijo secamente—. Pero preferiría conocer los detalles.
El temporizador sonó, y agarré un guante. Abriendo la puerta del horno, saqué la bandeja de hornear. Moviéndome rápidamente, agarré la bolsa de nueces y empecé a colocarlas en los cálidas y semi-derret idos dulces. —Estamos juntos —dije, tomando una nuez a escondidas—. No estoy segura de qué más decir.
Mamá apoyó la cadera contra el mostrador. —Bueno, ¿que hizo que esto ocurriera?
No le contaría cómo pasó. Pasando a la segunda fila de caramelos, sentí que mi cara se sonrojaba. —Las cosas simplemente ocurrieron y ambos admitimos que teníamos sentimientos el uno por el otro. Ya sabes, el tipo de sentimientos más-que-solo-amigos.
No dijo nada, y le lancé una mirada. Estaba con los ojos llorosos. Hice una pausa con las nueces. —Mamá.
—¿Qué? —Parpadeó rápidamente y luego se echó a reír—. Lo siento. Es sólo que siempre supe que ese chico te importaba más de lo que aparentabas y que Logan sentía lo mismo por t i. Estoy feliz de que finalmente lo admitieran —Hizo una pausa, y luego añadió—: Tomó bastante tiempo.
Fruncí el ceño mientras rápidamente agregaba el resto de las nueces antes de que los caramelos se enfriaran. —Estoy empezando a pensar que Logan y yo éramos los únicos que no nos dimos cuenta antes.
—Creo que sí. —Se acercó y me besó en la mejilla—. Él es un buen chico, cariño. No podría estar más feliz por t i.
Mis labios se separaron en una amplia sonrisa. —Estoy feliz.
Realmente lo estoy.
Y entonces yo estaba feliz-feliz media hora más tarde, cuando mi padre anunció que Logan había estacionado en el camino de ent rada al lado de su coche. No me había enviado mensajes de texto y no pensaba verle esta noche, pero me encantó lo cómodo que estaba con sólo aparecerse así.
Puse la tapa sobre el recipiente de plástico que había puesto los dulces y luego corrí por toda la casa, casi derribando a mi mamá. Abrí la puerta antes de que Logan pudiera tocar el timbre y, literalmente, me lancé a sus brazos.
Me at rapó en el último momento, envolviendo sus brazos alrededor de mi cintura mientras retrocedía para equilibrar el peso inesperado. —Hola —dijo, sosteniéndome con fuerza—. Estás feliz de verme.
—Siempre estoy feliz de verte. —Enrollé mis brazos alrededor de su cuello mientras me deslizaba por su frente y sus manos cayeron a mis caderas.
Hizo un sonido profundo en su garganta mientras presionaba sus labios sobre la zona sensible debajo de mi oreja. Luego dijo en voz tan baja que hirvió mi sangre—: Me recibes así más a menudo y nunca llegaremos a entrar en la casa.
El calor me inundó y fue un esfuerzo apartarme, pero no llegué muy lejos. Deslizó sus brazos alrededor de mi cintura, su media sonrisa tortuosa.
—¿Qué estás haciendo aquí? —pregunté, mirando la mochila sobre su hombro.
—Quería verte. —Logan me besó en la frente—. Tengo una sorpresa para t i.
La emoción burbujeó. —¿Ah, sí?
—Sí —dijo, y luego miró por encima de mi cabeza.
Me volví en su abrazo, encontrando a mi madre en la puerta, tirando de su chaqueta. Papá estaba detrás de ella, con los brazos llenos de contenedores. Anteriormente habíamos cargado los regalos y las bolsas durante la noche en el coche. La decepción me llenó. —¿Nos vamos ahora?
—Tu madre y yo sí. —Mi padre me dio un guiño—. Vamos a dejar la comida en la iglesia y acomodar las cosas allí. Logan te llevará hasta lo de tus abuelos.
Me enfrenté a Logan, con las cejas arqueadas. —¿En serio?
Me guiñó un ojo. —Hablé con tus padres ayer.
Mi decepción se desvaneció en un instante, pero no pude evitar burlarme de él. —¿Qué pasa si me quiero ir ahora? Eres tan confiado.
Logan sonrió. —Quieres pasar tiempo conmigo. Ni siquiera lo niegues.
Rodé mis ojos.
Mamá se movió por delante de nosotros, besando mi mejilla y luego la de Logan. —Sé cuidadoso cuando conduzcas. Las carreteras todavía están cubiertas de hielo.
—Entra —gruñó papá—. Hace mucho frío aquí, y no tienes una chaqueta.
Casi no sentía la fría temperatura, no cuando estaba de pie tan cerca de Logan. Nos comprometimos a no chocar ni morir en el camino a casa de mis abuelos, y luego nos dirigimos hacia el interior.
—Estoy feliz de que hayas venido —dije mientras Logan ponía la mochila en el suelo y se quitaba la chaqueta, dejándola en el respaldo del sofá.
Se contoneó hacia mí, poniendo sus manos en mi cintura. —Lo sé.
—Eres arrogante.
—Es cierto.
Me levanté en mis puntillas. —Por otra parte, era entre tú y mis abuelos, así que...
—Lindo —se rió, y entonces me dio un beso —me besó de una manera que me dejó sin aliento— que me hizo olvidar que era la víspera de Navidad, lo que parecía imposible, pero estaba totalmente concentrada en sus labios moviéndose contra los míos. Apreté los brazos, preguntándome cómo habíamos pasado tanto tiempo sin hacerlo.
Logan se sentó en el sofá, con su mochila, y me llevó a su regazo. —Mamá quiere saber si vas a venir mañana a saludar.
—Puedo ir mañana por la noche, si eso está bien.
—Siempre. —Deslizó sus manos por mi espalda, haciéndome temblar—. Tanner me llamó esta mañana para saber qué planes teníamos para la víspera de Año Nuevo.
Ni siquiera había pensado en eso. Mi mente se encontraba demasiada ocupada con el presente.
Una mano recorrió mi cadera, apoyada en mi muslo cubierto por los vaqueros. —Le dije que tenía que preguntarte.
—¿En serio? —No pude evitar la sonrisa que se extendió por mis labios, y ni siquiera intenté ocultarla—. ¿Qué te dijo?
Logan sonrió a cambio. —Dijo y cito: “Y a era malditamente hora, imbécil”, y luego me dijo que le hiciera saber.
Me eché a reír. —Tanner es un tipo inteligente.
—Y yo soy un afortunado imbécil. —Tomó la parte de atrás de mi cuello con una mano y me jaló más cerca, por lo que cuando volvió a hablar, sus labios rozaron los míos—. Eres demasiada buena para mí, nena.
Un día te vas a dar cuenta de eso y patearas mi culo a la acera.
—Eso no va a suceder. —Le di un beso, y su apretón en mi muslo se hizo más fuerte—. A menos que hagas algo estúpido, pero no creo que eso vaya a suceder. Ya has alcanzado toda una vida de estupideces.
—Ja. Listilla.
Le di una sonrisa descarada. —Lo sabría.
—Lo harías. —Y luego me levantó de su regazo, poniéndome en el sofá junto a él. Cogió la mochila—. Antes de que me olvide, t raje los regalos que mamá nos consiguió.
—Oh. —Me había olvidado totalmente de ellos. Evalué la mochila.
Logan sonrió mientras me entregaba el paquete con mi nombre en él.
Ambos eran idénticos, y tenía curiosidad por ver lo que su madre había hecho. Dando vuelta el regalo, metí los dedos debajo de la cinta que unía el papel de envolver. Rompí el papel rojo y verde mientras Logan hacía lo mismo.
Espero les guste
Capítulo 42
Cuando me alejé, sus ojos estaban vidriosos y quería lanzar ese oso al otro lado de la habitación y llegar hasta ella.
¿Los padres abajo y la puerta sin llave? No iba a pasar. Y además, me sentía jodidamente contento de estar aquí con ella.
—Este es el mejor regalo de Navidad anticipado que he recibido — dije.
Su brillante sonrisa me golpeó. —Creo que es la cosa más inteligente que has dicho y estoy de acuerdo.
—¿Sí? —Tomé un mechón de su cabello y lo retorcí alrededor de mi dedo—. Soy muy afortunado. Sé eso. Tan malditamente afortunado de tener tu amor.
Ella se acercó y el oso fue aplastado entre nosotros. Me besó de una manera que ninguna otra persona podría hacerlo, ya que era _______.
Ahuequé la parte posterior de su cuello, sosteniéndola así, tomé el control del beso. No pasó mucho tiempo antes de que el oso terminara en el suelo y los brazos y piernas se enredaran. Nos estábamos besando como dos adolescentes a escondidas. Ella estaba debajo mío, meciendo sus caderas contra las mías, animándome. Con lo fino que eran sus pantalones, era como si no tuviera casi nada. La necesidad comenzaba a volverme loco, golpeando a través de mis venas y no quería parar, a pesar de que sabía que no podía ir más lejos que esto. Y era demasiado bueno para parar, la forma en que su cuerpo se movía contra mí era demasiado perfecto y suave, sus gemidos apenas audibles eran demasiados dulces como para dejarlo pasar.
No sé cuánto tiempo nos quedamos así, besándonos y tocándonos, susurrándonos entre sí y riendo. Ya era tarde cuando miré el reloj.
—¿Puedes quedarte un rato más? —preguntó.
Dudaba que su padre le gustara encontrarme en su cama en la mañana, pero no podía negarme. —¿Qué tal si me quedo hasta que te duermas?
—Perfecto —murmuró, descansando su mejilla en mi pecho—.
Simplemente usa la puerta del frente cuando te vayas.
Sonriendo, acaricié con mi mano su espalda, amando la manera en que ella se acercó a mí, ajustando su cuerpo al mío como si estuviéramos hechos el uno para el otro. Diablos, creo que realmente lo éramos y sólo me había tomado un largo tiempo darme cuenta. Pero finalmente lo hice, y eso era lo que importaba.
La amaba. Dios, la amaba tanto. No podía creer que había estado todo este tiempo sin decírselo. Era un idiota, pero era un idiota con suerte.
*****
Narra _______
Desde que era una niña, siempre he estado más entusiasmada con la víspera de Navidad que por el día de Navidad. Había algo acerca de la anticipación, de saber lo que esperaba al día siguiente, de querer que el tiempo pasara con rapidez, y al mismo tiempo querer que se ralentice.
Este año no era diferente, pero lo fue.
No podía dejar de sonreír y estaba segura de que probablemente me veía medio estúpida para mi mamá y mi papá mientras hacía los dulces de nuez para llevar a la casa de mis abuelos. Varias veces me encontré a mí misma desconcentrada, soñando despierta mientras ponía el caramelo en los pretzel.
Todo parecía irreal. Supuse que después de pasar tanto tiempo queriendo algo —alguien— cuando finalmente sucede, casi no crees que sea cierto. Me quedé esperando despertar del sueño... pero era real.
Logan me amaba.
Él se había ido para el momento en que me desperté ayer, pero el ligero olor de la colonia que llevaba y ese aroma a naturaleza que era únicamente suyo permanecía en mis almohadas. Me había dejado una nota, diciendo que volvería y que usaría la puerta cuando se fuera.
Justo después del almuerzo, apareció y no se marchó hasta después de la cena. Mis padres no parecían sorprendidos de verlo y también parecían felices de ver el cambio en nuestra relación. Mamá había sido pro-Logan-y-_______ desde que habíamos estado en el instituto, por lo que vernos juntos probablemente hizo su año.
Y seguro como el infierno que hacía el mío.
—Cariño —rió mamá, llamando mi atención—. ¿Qué estás haciendo?
Frunciendo el ceño, bajé la mirada y luego me eché a reír. Había apilado t res piezas de caramelo en la parte superior de un pretzel.
Retirándolos con los dedos, los puse a un lado. —Vaya.
—Aja —dijo mamá con una mirada de complicidad en su rostro—. Tu está en las nubes.
—Sí —admití, organizando los pretzels y dulces en una bandeja para hornear—. Probablemente no debería estar haciendo esto.
—Tienes que hacerlo. —Mamá se lavó las manos. La cocina olía al relleno que ella había hecho para llevar con nosotros—. Tu abuelo golpeará a alguien con su bastón, si no llegamos con estos dulces.
No hacer esto casi valía la pena para ver a mi abuelo persiguiendo a la gente con un bastón. Empujé los dulces en el horno, ajustando el tiempo por t res minutos, tiempo suficiente para lograr que el chocolate y caramelo se pongan espesos.
—Así que... —empezó mamá, mirando por la ventana sobre el fregadero. Había cada vez más sombras azuladas a través de la nieve mientras el sol se ponía. Tendríamos que salir a la carretera pronto, ya que teníamos que dejar algunos de los alimentos en la iglesia antes de ir a lo de mis abuelos.
Arqueé una ceja, esperando.
Mamá sonrió. —Tú y Logan se veían horrorosamente amistosos ayer.
Aquí vamos. —Mamá, la gente ya no dice “amistosos”.
Me inmovilizó con una mirada mientras envolvía el plato grande de relleno con papel de aluminio. Estaba segura de que no era higiénico hacer relleno para el pavo la noche anterior, pero mi familia había estado haciéndolo durante años. —Yo lo uso, por lo tanto, la gente lo usa.
Sonreí.
Suspiró. —¿Vas a confesar?
—¿Confesar qué? —pregunté inocentemente.
Mamá se cruzó de brazos.
Me reí. —Logan y yo estamos... juntos.
—Me di cuenta de eso —dijo secamente—. Pero preferiría conocer los detalles.
El temporizador sonó, y agarré un guante. Abriendo la puerta del horno, saqué la bandeja de hornear. Moviéndome rápidamente, agarré la bolsa de nueces y empecé a colocarlas en los cálidas y semi-derret idos dulces. —Estamos juntos —dije, tomando una nuez a escondidas—. No estoy segura de qué más decir.
Mamá apoyó la cadera contra el mostrador. —Bueno, ¿que hizo que esto ocurriera?
No le contaría cómo pasó. Pasando a la segunda fila de caramelos, sentí que mi cara se sonrojaba. —Las cosas simplemente ocurrieron y ambos admitimos que teníamos sentimientos el uno por el otro. Ya sabes, el tipo de sentimientos más-que-solo-amigos.
No dijo nada, y le lancé una mirada. Estaba con los ojos llorosos. Hice una pausa con las nueces. —Mamá.
—¿Qué? —Parpadeó rápidamente y luego se echó a reír—. Lo siento. Es sólo que siempre supe que ese chico te importaba más de lo que aparentabas y que Logan sentía lo mismo por t i. Estoy feliz de que finalmente lo admitieran —Hizo una pausa, y luego añadió—: Tomó bastante tiempo.
Fruncí el ceño mientras rápidamente agregaba el resto de las nueces antes de que los caramelos se enfriaran. —Estoy empezando a pensar que Logan y yo éramos los únicos que no nos dimos cuenta antes.
—Creo que sí. —Se acercó y me besó en la mejilla—. Él es un buen chico, cariño. No podría estar más feliz por t i.
Mis labios se separaron en una amplia sonrisa. —Estoy feliz.
Realmente lo estoy.
Y entonces yo estaba feliz-feliz media hora más tarde, cuando mi padre anunció que Logan había estacionado en el camino de ent rada al lado de su coche. No me había enviado mensajes de texto y no pensaba verle esta noche, pero me encantó lo cómodo que estaba con sólo aparecerse así.
Puse la tapa sobre el recipiente de plástico que había puesto los dulces y luego corrí por toda la casa, casi derribando a mi mamá. Abrí la puerta antes de que Logan pudiera tocar el timbre y, literalmente, me lancé a sus brazos.
Me at rapó en el último momento, envolviendo sus brazos alrededor de mi cintura mientras retrocedía para equilibrar el peso inesperado. —Hola —dijo, sosteniéndome con fuerza—. Estás feliz de verme.
—Siempre estoy feliz de verte. —Enrollé mis brazos alrededor de su cuello mientras me deslizaba por su frente y sus manos cayeron a mis caderas.
Hizo un sonido profundo en su garganta mientras presionaba sus labios sobre la zona sensible debajo de mi oreja. Luego dijo en voz tan baja que hirvió mi sangre—: Me recibes así más a menudo y nunca llegaremos a entrar en la casa.
El calor me inundó y fue un esfuerzo apartarme, pero no llegué muy lejos. Deslizó sus brazos alrededor de mi cintura, su media sonrisa tortuosa.
—¿Qué estás haciendo aquí? —pregunté, mirando la mochila sobre su hombro.
—Quería verte. —Logan me besó en la frente—. Tengo una sorpresa para t i.
La emoción burbujeó. —¿Ah, sí?
—Sí —dijo, y luego miró por encima de mi cabeza.
Me volví en su abrazo, encontrando a mi madre en la puerta, tirando de su chaqueta. Papá estaba detrás de ella, con los brazos llenos de contenedores. Anteriormente habíamos cargado los regalos y las bolsas durante la noche en el coche. La decepción me llenó. —¿Nos vamos ahora?
—Tu madre y yo sí. —Mi padre me dio un guiño—. Vamos a dejar la comida en la iglesia y acomodar las cosas allí. Logan te llevará hasta lo de tus abuelos.
Me enfrenté a Logan, con las cejas arqueadas. —¿En serio?
Me guiñó un ojo. —Hablé con tus padres ayer.
Mi decepción se desvaneció en un instante, pero no pude evitar burlarme de él. —¿Qué pasa si me quiero ir ahora? Eres tan confiado.
Logan sonrió. —Quieres pasar tiempo conmigo. Ni siquiera lo niegues.
Rodé mis ojos.
Mamá se movió por delante de nosotros, besando mi mejilla y luego la de Logan. —Sé cuidadoso cuando conduzcas. Las carreteras todavía están cubiertas de hielo.
—Entra —gruñó papá—. Hace mucho frío aquí, y no tienes una chaqueta.
Casi no sentía la fría temperatura, no cuando estaba de pie tan cerca de Logan. Nos comprometimos a no chocar ni morir en el camino a casa de mis abuelos, y luego nos dirigimos hacia el interior.
—Estoy feliz de que hayas venido —dije mientras Logan ponía la mochila en el suelo y se quitaba la chaqueta, dejándola en el respaldo del sofá.
Se contoneó hacia mí, poniendo sus manos en mi cintura. —Lo sé.
—Eres arrogante.
—Es cierto.
Me levanté en mis puntillas. —Por otra parte, era entre tú y mis abuelos, así que...
—Lindo —se rió, y entonces me dio un beso —me besó de una manera que me dejó sin aliento— que me hizo olvidar que era la víspera de Navidad, lo que parecía imposible, pero estaba totalmente concentrada en sus labios moviéndose contra los míos. Apreté los brazos, preguntándome cómo habíamos pasado tanto tiempo sin hacerlo.
Logan se sentó en el sofá, con su mochila, y me llevó a su regazo. —Mamá quiere saber si vas a venir mañana a saludar.
—Puedo ir mañana por la noche, si eso está bien.
—Siempre. —Deslizó sus manos por mi espalda, haciéndome temblar—. Tanner me llamó esta mañana para saber qué planes teníamos para la víspera de Año Nuevo.
Ni siquiera había pensado en eso. Mi mente se encontraba demasiada ocupada con el presente.
Una mano recorrió mi cadera, apoyada en mi muslo cubierto por los vaqueros. —Le dije que tenía que preguntarte.
—¿En serio? —No pude evitar la sonrisa que se extendió por mis labios, y ni siquiera intenté ocultarla—. ¿Qué te dijo?
Logan sonrió a cambio. —Dijo y cito: “Y a era malditamente hora, imbécil”, y luego me dijo que le hiciera saber.
Me eché a reír. —Tanner es un tipo inteligente.
—Y yo soy un afortunado imbécil. —Tomó la parte de atrás de mi cuello con una mano y me jaló más cerca, por lo que cuando volvió a hablar, sus labios rozaron los míos—. Eres demasiada buena para mí, nena.
Un día te vas a dar cuenta de eso y patearas mi culo a la acera.
—Eso no va a suceder. —Le di un beso, y su apretón en mi muslo se hizo más fuerte—. A menos que hagas algo estúpido, pero no creo que eso vaya a suceder. Ya has alcanzado toda una vida de estupideces.
—Ja. Listilla.
Le di una sonrisa descarada. —Lo sabría.
—Lo harías. —Y luego me levantó de su regazo, poniéndome en el sofá junto a él. Cogió la mochila—. Antes de que me olvide, t raje los regalos que mamá nos consiguió.
—Oh. —Me había olvidado totalmente de ellos. Evalué la mochila.
Logan sonrió mientras me entregaba el paquete con mi nombre en él.
Ambos eran idénticos, y tenía curiosidad por ver lo que su madre había hecho. Dando vuelta el regalo, metí los dedos debajo de la cinta que unía el papel de envolver. Rompí el papel rojo y verde mientras Logan hacía lo mismo.
Espero les guste
Invitado
Invitado
Re: Frigid-[Logan Henderson y tu] TERMINADA
me encanto!
cual sera el regalo?
tienes que seguirlaaaaaa
cual sera el regalo?
tienes que seguirlaaaaaa
mg btr
Re: Frigid-[Logan Henderson y tu] TERMINADA
mg btr escribió:me encanto!
cual sera el regalo?
tienes que seguirlaaaaaa
HAHA si cual sera el regalo? La seguire
Invitado
Invitado
Re: Frigid-[Logan Henderson y tu] TERMINADA
Último Capítulo
Capítulo 43
Me quedé mirando fijamente el terciopelo negro detrás de un marco. Lo volteé y tomé una respiración temblorosa. Era un marco de hierro con las palabras "Esto Es Para Siempre" inscrito en la parte superior. La imagen... oh vaya, la imagen trajo un torrente de lágrimas a mis ojos.
Era una imagen de Logan y yo cuando íbamos en el tercer grado.
Nuestra escuela había tenido lo que llamaban “Día de la Amistad” donde los amigos llevaban ropa a juego. Logan y yo teníamos nuestros brazos sobre los hombros del otro, llevando sonrisas cursis y camisas a juego que mi mamá había hecho para el evento, en las cuales decía... “Esto Es Para Siempre”. A Logan probablemente le encantaría olvidar que alguna vez había llevado una camisa así, y se había llevado una buena cantidad de burlas de los otros chicos, pero yo había estado tan feliz ese día. A pesar de que él había protestado al usarla, lo hizo. No había recordado que nos tomaron una foto, pero allí estaba, un momento torpe capturado para siempre.
Hombre, me estaba convirtiendo en una llorona. En serio. Necesitaba ayuda.
Exhalando un suspiro tembloroso, miré a Logan. Sostenía una imagen y un marco idéntico. Se quedó en silencio. Le di un codazo. —Apuesto a que te habías olvidado de esto.
—No —dijo—. No lo he hecho. He visto la imagen un par de veces.
La sorpresa brilló a través de mí. —¿En serio?
Logan asintió. —Mamá ama sacarla cada vez que la familia aparece.
Es curioso que nos lo diera en este momento, teniendo en cuenta todas las cosas. —Me miró—. Casi como si supiera que finalmente resolveríamos esto, ¿eh?
—Sí. —Sonreí, suavizando mis dedos a lo largo de los bordes del marco—. Me encanta. En serio. Mucho.
—Lo mismo digo. —Puso la imagen en su mochila—. No quiero olvidarlo.
No pude averiguar si realmente le gustó la foto o no, pero me detuve a mí misma de analizar demasiado las cosas como un bicho raro. Recogí el papel de regalo y lo llevé a la cocina, depositándolo en la basura.
Cuando regresé a la sala, estaba de pie delante del árbol de Navidad. El regalo que le había conseguido hace unas semanas aún acurrucado bajo el árbol.
—No vas a recibir tu presente ahora mismo —dije.
Se volvió hacia mí, una misteriosa sonrisa grabada en sus labios y sus ojos de color marrón oscuro intenso. —Hay algo que quiero ahora mismo, y no es lo que hay debajo del árbol.
La calidez se escabulló lentamente a través de mis venas y calor líquido se agrupó bajo en mi vientre. —¿Y qué sería eso?
—Te puedo dar una pista.
Ya estaba sin aliento. —Está bien.
Logan merodeó hacia mí, poniendo sus manos en mis caderas una vez más. Me tiró contra él, encajando sus caderas contra las mías. Podía sentirlo a través de la ropa. —Esta es tu pista.
Escalofríos me recorrieron, y las puntas de mis senos se apretaron bajo mi jersey y el sujetador. —Creo que sé que es lo que quieres.
—¿En serio? —Sus labios rozaron mi frente y por encima de mi sien. Mi cuerpo se relajó y se tensó, todo de una vez—. ¿Qué quiero?
Agarré sus brazos, y sus músculos se flexionaron bajo mi tacto. —¿Yo?
—Bingo —gruñó, ¿y quién sabía que alguien podía hacer que esa palabra sonara sexy?—. Te quiero.
Y esas dos últimas palabras eran las palabras más sensuales dichas juntas en el lenguaje humano. Luego Logan me besó, y dejé de pensar en las palabras y los idiomas, porque no había nada más allá de cómo se sentían sus labios suaves y firmes contra los míos. Mis sentidos regresaron a la vida, disparando fuego caliente por mis venas mientras su lengua se deslizaba expertamente entre mis labios.
Dios mío, Logan sabía cómo besar.
Una carga sexual vibró a través de mí cuando su agarre sobre mis caderas se apretó. Sin romper el beso, me levantó y envolví mis piernas alrededor de sus caderas estrechas.
—Buena chica —murmuró contra mis labios. Y entonces empezó a caminar. Cuando llegó a las escaleras, sabía a dónde se dirigía y lo aprobaba tanto.
La puerta de mi dormitorio estaba entreabierta y Logan se volvió hacia un lado, abriéndola completamente. Me dejó en pie junto a la cama, y luego cerró la puerta.
—Bloquéala —dije. No había nadie más en casa en este momento, pero ¿por qué correr el riesgo?
Sonrió, bloqueándola y luego se volvió hacia mí. Nuestros ojos se encontraron y el entusiasmo zumbó a través de mí. Llevé mis manos hacia abajo, envolviendo mis dedos por debajo del borde de mi suéter y tirándolo por encima de mi cabeza. Lo dejé caer al suelo.
Los ojos de Logan ensancharon. —Maldita. Sea.
Me sonrojé mientras me mordía el labio inferior, abriendo el botón de mis jeans. Dio un paso adelante y me agarró de la cintura.
—Estoy impaciente —gruñó, y era cierto. En un rápido movimiento, me quitó los pantalones y los calcetines. Estar de pie delante de él con el sujetador y las bragas era de repente más fácil de lo que alguna vez había imaginado que podría ser—. Eres hermosa.
Eso ayudó.
Su ropa salió bastante rápido y me quedé atrapada mirando los planos y las líneas definidas de su estómago. Lo toqué, deslizando la mano por debajo de la banda de su bóxer. —No estás tan mal…
Mis palabras fueron cortadas por la gran intensidad de la forma en que me besó. Sus manos fueron a desenganchar el sujetador, y luego a mis bragas. Me desnudó y luego fuimos una maraña de piel en mi cama.
Gemí contra su boca mientras deslizaba la mano entre mis muslos, sus dedos rozando sobre la hendidura mojada. Sus besos eran intoxicantes y adictivos. Con la coordinación de los empujes de su lengua y la zambullida de su dedo, rápidamente estuve a punto de desmoronarme, y cuando su pulgar presionó contra el manojo de nervios, caí directamente sobre el borde.
En medio de la demoledora liberación, se deslizó dentro de mí, piel contra piel. La emoción rugió a través de mí, una sensación a la que nunca me acostumbraría mientras viva. Las venas poderosas de los músculos a lo largo de su espalda sobresalían bajo mis manos. Se balanceó hacia mí, una invasión profunda que dobló mis dedos de los pies y tenía mi espalda arqueada.
—Te amo —dijo, y me besó de nuevo. Salvaje. Posesivo.
Me quedé sin aliento. —Yo también te amo.
Y entonces fui incapaz de hablar. Un intenso remolino de hormigueo se extendió sobre mí mientras sus caderas se movían con fuerza, llevándome más cerca y más cerca del borde, una vez más. Se movía rápido y duro, con el rostro muy tenso. Su boca presionó la mía cuando mis tobillos se bloquearon alrededor de su espalda y luego nos golpeó a los dos al mismo tiempo. Nuestros cuerpos se estremecían en conjunto, nuestros nombres en los labios del otro. Fue un momento impresionante que me lanzó tan alto, que no estaba segura de si alguna vez volvería a bajar.
Después de un momento —uno muy largo— nos acurrucamos juntos en la cama. Trazaba círculos ociosos a largo de la curva de mi espalda y yo estaba satisfecha escuchando su corazón. Era tranquilo y pacífico, haciéndome pensar en una de esas rimas de Navidad.
Me eché a reír, porque era totalmente inadecuado.
—¿Qué? —La mano de Logan se detuvo.
Riendo, presioné un beso en su pecho. —Pensaba en el poema navideño “Night Before Christmas” y me hizo reír.
—Eres rara.
—Lo sé. —Levanté la cabeza para que mi barbilla descansara sobre su pecho—. ¿Pero me amas?
Las esquinas de sus labios se curvaron hacia arriba. —Te amo tanto como un niño ama a Santa.
Me eché a reír. —Eso es serio.
—Intenso —murmuró, apartando mi pelo de mi cara—. Sin embargo, tengo que decir, lo que acabamos de hacer fue el mejor regalo de Navidad.
Me sonrojé de placer. —Bueno, si eres bueno, tendrás otro regalo.
Sus cejas se levantaron. —¿Qué si soy malo? —Mi mente se fue directamente a lo sucio, y Logan debió haberlo percibido, porque se rió profundamente y el sonido retumbó a través de mí—. Me gusta a donde se dirige esta conversación.
—Apuesto que sí.
—Yo podría fingir que soy Santa Claus. Tú puedes sentarte en mi regazo y decirme lo que quieres para Navidad.
Me reí de nuevo. —Eso suena como que sólo te beneficiaría a ti.
—Me gusta la parte de que estes sentada sobre mi regazo. Desnudo.
Levantándome, besé sus labios entreabiertos. Eso llevó a más besos y más caricias, lo que me llevó a sentarme a horcajadas sobre sus caderas y en poco tiempo, los dos estábamos más allá de hablar. Nos explorábamos entre sí como si fuera la primera vez y nos tomamos las cosas más despacio, haciendo la experiencia más tierna e íntima, pero los resultados finales fueron tan bellamente impresionantes.
Mucho más tarde, cuando llegó la hora de marcharnos, se puso de pie para buscar su ropa, y admiré la hermosa vista que estaba recibiendo de su parte t rasera. Mi mirada finalmente se movió a su columna vertebral, y me levanté, arrastrando el dedo por las complejas letras de ese tatuaje misterioso que siempre me había fascinado. Me miró por encima del hombro, pero no se apartó.
—¿Qué dice esto?
No respondió durante un momento largo. —¿De verdad quieres saber?
Me acomodé en mi lado. —Sí.
Logan terminó de abrocharse los pantalones y se sentó a mi lado. Se inclinó y me besó. —Me hice el tatuaje después del instituto, justo antes del primer año de universidad.
—Lo sé. —No era como si recientemente hubiera comenzado a mirar a Logan. El día que había visto el tatuaje por primera vez fue el día que lo había aprendido de memoria.
Un lado de sus labios se inclinó hacia arriba. —Probablemente vas a pensar que es realmente estúpido o vas a estar muy sorprendida.
—Ahora me siento muy curiosa. Dime. —Di golpecitos en su pecho desnudo—. ¿Por favor?
Me miró un momento. —Está en sánscrito. Dice: “Esto Es Para
Siempre”.
Mi corazón dio un vuelco mientras lo miraba fijamente. —¿Quiere decir lo que creo?
—Sí, quiere decir lo que tú crees.
Apoyé la mano en mi pecho, conteniendo las lágrimas. —¿Lo hiciste después de que nos graduamos de la escuela? ¿Hace tanto tiempo?
—Sí. Simplemente se había sentido como algo que tenía que llevar por escrito, ¿sabes? Que nosotros, sin importar de qué manera estuviéramos juntos, era para siempre.
No pude hablar durante un minuto completo. “Sorpresa” ni siquiera cubría cómo me sentía. Quería llorar otra vez, como un bebé, porque esa era la confirmación de todo lo que había dicho. De cómo se había sentido por mí todo este tiempo, y yo nunca lo había sabido —que realmente nunca lo había sabido— Pero en el fondo, su corazón tenía que haberlo sabido. Mi pecho se llenó hasta el punto en que me sentí como si hubiera estallado.
Me estudió intensamente. —¿Qué estás pensando?
—Estoy pensando... Estoy pensando que es perfecto. —Me senté, poniendo mis manos a cada lado de su cara—. Tú eres perfecto.
Logan presionó su frente contra la mía. —Yo no iría tan lejos.
—Mírate, siendo modesto por una vez en tu vida —bromeé, pero el nudo de la emoción se asentaba en la cima de mi garganta—. ¿Logan?
Me dio un beso en los labios. —¿_______?
—Te amo. —Hice una pausa, tomando una respiración profunda y nos miramos fijamente. Vi el mundo en su mirada. Vi nuestro futuro—. Y eso es para siempre.
FIN
__________________________________________________________________________
Rushers solo les quiero decir que gracias por todo el apoyo y por leer la novela, de verdad son las mejores Las amo!
Capítulo 43
Me quedé mirando fijamente el terciopelo negro detrás de un marco. Lo volteé y tomé una respiración temblorosa. Era un marco de hierro con las palabras "Esto Es Para Siempre" inscrito en la parte superior. La imagen... oh vaya, la imagen trajo un torrente de lágrimas a mis ojos.
Era una imagen de Logan y yo cuando íbamos en el tercer grado.
Nuestra escuela había tenido lo que llamaban “Día de la Amistad” donde los amigos llevaban ropa a juego. Logan y yo teníamos nuestros brazos sobre los hombros del otro, llevando sonrisas cursis y camisas a juego que mi mamá había hecho para el evento, en las cuales decía... “Esto Es Para Siempre”. A Logan probablemente le encantaría olvidar que alguna vez había llevado una camisa así, y se había llevado una buena cantidad de burlas de los otros chicos, pero yo había estado tan feliz ese día. A pesar de que él había protestado al usarla, lo hizo. No había recordado que nos tomaron una foto, pero allí estaba, un momento torpe capturado para siempre.
Hombre, me estaba convirtiendo en una llorona. En serio. Necesitaba ayuda.
Exhalando un suspiro tembloroso, miré a Logan. Sostenía una imagen y un marco idéntico. Se quedó en silencio. Le di un codazo. —Apuesto a que te habías olvidado de esto.
—No —dijo—. No lo he hecho. He visto la imagen un par de veces.
La sorpresa brilló a través de mí. —¿En serio?
Logan asintió. —Mamá ama sacarla cada vez que la familia aparece.
Es curioso que nos lo diera en este momento, teniendo en cuenta todas las cosas. —Me miró—. Casi como si supiera que finalmente resolveríamos esto, ¿eh?
—Sí. —Sonreí, suavizando mis dedos a lo largo de los bordes del marco—. Me encanta. En serio. Mucho.
—Lo mismo digo. —Puso la imagen en su mochila—. No quiero olvidarlo.
No pude averiguar si realmente le gustó la foto o no, pero me detuve a mí misma de analizar demasiado las cosas como un bicho raro. Recogí el papel de regalo y lo llevé a la cocina, depositándolo en la basura.
Cuando regresé a la sala, estaba de pie delante del árbol de Navidad. El regalo que le había conseguido hace unas semanas aún acurrucado bajo el árbol.
—No vas a recibir tu presente ahora mismo —dije.
Se volvió hacia mí, una misteriosa sonrisa grabada en sus labios y sus ojos de color marrón oscuro intenso. —Hay algo que quiero ahora mismo, y no es lo que hay debajo del árbol.
La calidez se escabulló lentamente a través de mis venas y calor líquido se agrupó bajo en mi vientre. —¿Y qué sería eso?
—Te puedo dar una pista.
Ya estaba sin aliento. —Está bien.
Logan merodeó hacia mí, poniendo sus manos en mis caderas una vez más. Me tiró contra él, encajando sus caderas contra las mías. Podía sentirlo a través de la ropa. —Esta es tu pista.
Escalofríos me recorrieron, y las puntas de mis senos se apretaron bajo mi jersey y el sujetador. —Creo que sé que es lo que quieres.
—¿En serio? —Sus labios rozaron mi frente y por encima de mi sien. Mi cuerpo se relajó y se tensó, todo de una vez—. ¿Qué quiero?
Agarré sus brazos, y sus músculos se flexionaron bajo mi tacto. —¿Yo?
—Bingo —gruñó, ¿y quién sabía que alguien podía hacer que esa palabra sonara sexy?—. Te quiero.
Y esas dos últimas palabras eran las palabras más sensuales dichas juntas en el lenguaje humano. Luego Logan me besó, y dejé de pensar en las palabras y los idiomas, porque no había nada más allá de cómo se sentían sus labios suaves y firmes contra los míos. Mis sentidos regresaron a la vida, disparando fuego caliente por mis venas mientras su lengua se deslizaba expertamente entre mis labios.
Dios mío, Logan sabía cómo besar.
Una carga sexual vibró a través de mí cuando su agarre sobre mis caderas se apretó. Sin romper el beso, me levantó y envolví mis piernas alrededor de sus caderas estrechas.
—Buena chica —murmuró contra mis labios. Y entonces empezó a caminar. Cuando llegó a las escaleras, sabía a dónde se dirigía y lo aprobaba tanto.
La puerta de mi dormitorio estaba entreabierta y Logan se volvió hacia un lado, abriéndola completamente. Me dejó en pie junto a la cama, y luego cerró la puerta.
—Bloquéala —dije. No había nadie más en casa en este momento, pero ¿por qué correr el riesgo?
Sonrió, bloqueándola y luego se volvió hacia mí. Nuestros ojos se encontraron y el entusiasmo zumbó a través de mí. Llevé mis manos hacia abajo, envolviendo mis dedos por debajo del borde de mi suéter y tirándolo por encima de mi cabeza. Lo dejé caer al suelo.
Los ojos de Logan ensancharon. —Maldita. Sea.
Me sonrojé mientras me mordía el labio inferior, abriendo el botón de mis jeans. Dio un paso adelante y me agarró de la cintura.
—Estoy impaciente —gruñó, y era cierto. En un rápido movimiento, me quitó los pantalones y los calcetines. Estar de pie delante de él con el sujetador y las bragas era de repente más fácil de lo que alguna vez había imaginado que podría ser—. Eres hermosa.
Eso ayudó.
Su ropa salió bastante rápido y me quedé atrapada mirando los planos y las líneas definidas de su estómago. Lo toqué, deslizando la mano por debajo de la banda de su bóxer. —No estás tan mal…
Mis palabras fueron cortadas por la gran intensidad de la forma en que me besó. Sus manos fueron a desenganchar el sujetador, y luego a mis bragas. Me desnudó y luego fuimos una maraña de piel en mi cama.
Gemí contra su boca mientras deslizaba la mano entre mis muslos, sus dedos rozando sobre la hendidura mojada. Sus besos eran intoxicantes y adictivos. Con la coordinación de los empujes de su lengua y la zambullida de su dedo, rápidamente estuve a punto de desmoronarme, y cuando su pulgar presionó contra el manojo de nervios, caí directamente sobre el borde.
En medio de la demoledora liberación, se deslizó dentro de mí, piel contra piel. La emoción rugió a través de mí, una sensación a la que nunca me acostumbraría mientras viva. Las venas poderosas de los músculos a lo largo de su espalda sobresalían bajo mis manos. Se balanceó hacia mí, una invasión profunda que dobló mis dedos de los pies y tenía mi espalda arqueada.
—Te amo —dijo, y me besó de nuevo. Salvaje. Posesivo.
Me quedé sin aliento. —Yo también te amo.
Y entonces fui incapaz de hablar. Un intenso remolino de hormigueo se extendió sobre mí mientras sus caderas se movían con fuerza, llevándome más cerca y más cerca del borde, una vez más. Se movía rápido y duro, con el rostro muy tenso. Su boca presionó la mía cuando mis tobillos se bloquearon alrededor de su espalda y luego nos golpeó a los dos al mismo tiempo. Nuestros cuerpos se estremecían en conjunto, nuestros nombres en los labios del otro. Fue un momento impresionante que me lanzó tan alto, que no estaba segura de si alguna vez volvería a bajar.
Después de un momento —uno muy largo— nos acurrucamos juntos en la cama. Trazaba círculos ociosos a largo de la curva de mi espalda y yo estaba satisfecha escuchando su corazón. Era tranquilo y pacífico, haciéndome pensar en una de esas rimas de Navidad.
Me eché a reír, porque era totalmente inadecuado.
—¿Qué? —La mano de Logan se detuvo.
Riendo, presioné un beso en su pecho. —Pensaba en el poema navideño “Night Before Christmas” y me hizo reír.
—Eres rara.
—Lo sé. —Levanté la cabeza para que mi barbilla descansara sobre su pecho—. ¿Pero me amas?
Las esquinas de sus labios se curvaron hacia arriba. —Te amo tanto como un niño ama a Santa.
Me eché a reír. —Eso es serio.
—Intenso —murmuró, apartando mi pelo de mi cara—. Sin embargo, tengo que decir, lo que acabamos de hacer fue el mejor regalo de Navidad.
Me sonrojé de placer. —Bueno, si eres bueno, tendrás otro regalo.
Sus cejas se levantaron. —¿Qué si soy malo? —Mi mente se fue directamente a lo sucio, y Logan debió haberlo percibido, porque se rió profundamente y el sonido retumbó a través de mí—. Me gusta a donde se dirige esta conversación.
—Apuesto que sí.
—Yo podría fingir que soy Santa Claus. Tú puedes sentarte en mi regazo y decirme lo que quieres para Navidad.
Me reí de nuevo. —Eso suena como que sólo te beneficiaría a ti.
—Me gusta la parte de que estes sentada sobre mi regazo. Desnudo.
Levantándome, besé sus labios entreabiertos. Eso llevó a más besos y más caricias, lo que me llevó a sentarme a horcajadas sobre sus caderas y en poco tiempo, los dos estábamos más allá de hablar. Nos explorábamos entre sí como si fuera la primera vez y nos tomamos las cosas más despacio, haciendo la experiencia más tierna e íntima, pero los resultados finales fueron tan bellamente impresionantes.
Mucho más tarde, cuando llegó la hora de marcharnos, se puso de pie para buscar su ropa, y admiré la hermosa vista que estaba recibiendo de su parte t rasera. Mi mirada finalmente se movió a su columna vertebral, y me levanté, arrastrando el dedo por las complejas letras de ese tatuaje misterioso que siempre me había fascinado. Me miró por encima del hombro, pero no se apartó.
—¿Qué dice esto?
No respondió durante un momento largo. —¿De verdad quieres saber?
Me acomodé en mi lado. —Sí.
Logan terminó de abrocharse los pantalones y se sentó a mi lado. Se inclinó y me besó. —Me hice el tatuaje después del instituto, justo antes del primer año de universidad.
—Lo sé. —No era como si recientemente hubiera comenzado a mirar a Logan. El día que había visto el tatuaje por primera vez fue el día que lo había aprendido de memoria.
Un lado de sus labios se inclinó hacia arriba. —Probablemente vas a pensar que es realmente estúpido o vas a estar muy sorprendida.
—Ahora me siento muy curiosa. Dime. —Di golpecitos en su pecho desnudo—. ¿Por favor?
Me miró un momento. —Está en sánscrito. Dice: “Esto Es Para
Siempre”.
Mi corazón dio un vuelco mientras lo miraba fijamente. —¿Quiere decir lo que creo?
—Sí, quiere decir lo que tú crees.
Apoyé la mano en mi pecho, conteniendo las lágrimas. —¿Lo hiciste después de que nos graduamos de la escuela? ¿Hace tanto tiempo?
—Sí. Simplemente se había sentido como algo que tenía que llevar por escrito, ¿sabes? Que nosotros, sin importar de qué manera estuviéramos juntos, era para siempre.
No pude hablar durante un minuto completo. “Sorpresa” ni siquiera cubría cómo me sentía. Quería llorar otra vez, como un bebé, porque esa era la confirmación de todo lo que había dicho. De cómo se había sentido por mí todo este tiempo, y yo nunca lo había sabido —que realmente nunca lo había sabido— Pero en el fondo, su corazón tenía que haberlo sabido. Mi pecho se llenó hasta el punto en que me sentí como si hubiera estallado.
Me estudió intensamente. —¿Qué estás pensando?
—Estoy pensando... Estoy pensando que es perfecto. —Me senté, poniendo mis manos a cada lado de su cara—. Tú eres perfecto.
Logan presionó su frente contra la mía. —Yo no iría tan lejos.
—Mírate, siendo modesto por una vez en tu vida —bromeé, pero el nudo de la emoción se asentaba en la cima de mi garganta—. ¿Logan?
Me dio un beso en los labios. —¿_______?
—Te amo. —Hice una pausa, tomando una respiración profunda y nos miramos fijamente. Vi el mundo en su mirada. Vi nuestro futuro—. Y eso es para siempre.
FIN
__________________________________________________________________________
Rushers solo les quiero decir que gracias por todo el apoyo y por leer la novela, de verdad son las mejores Las amo!
Invitado
Invitado
Re: Frigid-[Logan Henderson y tu] TERMINADA
Espera... Que? Ya acabo? Wow, fue...sorprendente y muy lindo el final de esta nove. Como todas tus noves fue buenisima.... Jejeje
mg btr
Re: Frigid-[Logan Henderson y tu] TERMINADA
mg btr escribió:Espera... Que? Ya acabo? Wow, fue...sorprendente y muy lindo el final de esta nove. Como todas tus noves fue buenisima.... Jejeje
Aww si hermosa, gracias por leer <3
Invitado
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