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Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
Me alegra que te guste!kissesOfSugar escribió: Awwwww no puedo creerlo!!! HAAaaaaaaaa esta buenísima cada vez más, yo creo que su mama tuvo algo que ver con lo de Kelly y comienzo a creer que Kelly fue victimaaa!!! Osea que onda! Que maldito su hermano, desgraciado, siguelaaaa quiero y muero por saber que es lo que paso, la realidad de las cosas!! Jeeee un beso :3
Pronto sabremos si la madre de Niall tuvo algo que ver o no. Si, eso parece. Si, un desgraciado!
Ya la sigo linda. :D
Ya sabrás que pasa.
Besos.
:bye:
ᴍᴀʀ.
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
Holaa! :) ¡Bienvenida! :hug:earthtoAnnn escribió:Hiiiiya! Nueva y fiel lectora here!
Me encanta la novela, es puro amor y ugh, dan ganas de leer mucho.
Espero que subas pronto
Un beso xxx
Me encanta que te encante! Me alegra. :)
Ya subo otro cap. :D
Besos.
ᴍᴀʀ.
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
Exacto! Si, de rodillas por favor. ¬¬Isabela85 escribió:venga Niall deja que ella te explique lo que paso y tu creele!!!!! y de paso le pides perdon de rodillas!!!!
pero esa playa sera magica y los unira de nuevo!!!!
continua pliiiiiiiiiiiiiiisss!!!!!!!!!!!!
:bye: :bye: :bye:
Ojalá! ;)
Ya la sigo linda. :D
:bye:
ᴍᴀʀ.
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
Capítulo 10
Kelly apenas pudo dormir esa noche. Pasó horas tumbada en la cama, observando el techo y recordando el pasado. Revivió el momento en el que conoció a Niall y cómo la conquistó. Su relación había sido apasionada e intensa desde el principio.
Desde que él la invitara a cenar por primera vez, habían pasado semanas juntos, viéndose cada día.
Cuando sólo llevaban un mes de relación, se fue a vivir con él. Un mes más tarde, Niall le pidió en matrimonio.
Nunca supo muy bien por qué la había elegido a ella para que fuera su esposa. No pensaba que fuera peor que él en ningún sentido, pero Niall Horan era un hombre muy rico. Podía haber tenido a cualquier mujer a su lado y no había terminado de comprender por qué la quería a ella.
No tenía contactos ni procedía de una buena familia. No tenía dinero ni prestigio. Era sólo una estudiante universitaria que se pagaba las clases trabajando como camarera. Pero eso había cambiado cuando llegó Niall a su vida.
Con la sabiduría que le daba la distancia, había llegado a pensar que ése había sido uno de sus grandes errores. Había dejado que Niall cambiara por completo su existencia y se había dejado seducir por el cuento de hadas. Había confiado por completo en él y nunca se le pasó por la cabeza que su amor no fuera correspondido.
Se preguntó cómo reaccionaría Niall después de tantos meses si ella trataba de contarle otra vez la verdad para que supiera qué había pasado realmente aquel día, cuando no la creyó y decidió apartarla de su vida.
No la había creído entonces y no pensaba que eso fuera a cambiar. Se le llenaron los ojos de lágrimas cuando aparecieron en su mente imágenes de aquel fatídico día.
Kelly se quedó mirando la prueba de embarazo, no sabía si reír o llorar. La escondió rápidamente y comenzó a pensar en cómo iba a decírselo a Niall. Esperaba que le gustara la idea. Pensaban casarse pronto y solían hablar a menudo de su deseo de ser padres.
Estaba deseando decírselo. Sabía que ese día iba a estar en el despacho y pensó en ir a verlo y darle una sorpresa. Estaba entusiasmada, deseando ver su expresión cuando se lo contara.
Oyó de repente un ruido en el salón y sonrió. No iba a tener que esperar. Niall estaba en casa. De vez en cuando, se pasaba por el piso sin avisar para darle una sorpresa y comer con ella.
Lo llamó entonces y se quedó sin palabras al ver a Jarrod aparecer en la puerta de su dormitorio. Los visitaba con frecuencia, pero siempre lo hacía cuando Niall estaba en casa.
–Jarrod, ¿qué haces aquí? Niall está en el despacho. No volverá hasta dentro de unas horas.
–He venido para hablar contigo.
–¿De qué se trata? –le preguntó ella con curiosidad–. Vamos al salón.
Pero Jarrod no le hizo caso y entró en el dormitorio. Aquello le dio mala espina y se estremeció.
–¿Cuánto quieres a cambio de romper con Niall e irte de aquí?
Se quedó estupefacta. Se imaginó que no lo había entendido bien.
–¿Cómo?
–No te hagas la tonta, no lo eres. ¿Cuánto dinero quieres?
–¿Cómo puedes intentar comprarme? ¿Ha sido tu madre la que te ha pedido que lo hagas? Los dos estáis locos. Quiero a Niall y el a mí. Vamos a casarnos.
Vio que Jarrod se ponía más nervioso aún.
–Esperaba que me lo pusieras más fácil. Te estamos ofreciendo bastante dinero.
Cuando vio que hablaba en plural, se dio cuenta de que también la madre de Niall estaba detrás de esa operación. Estaba a punto de decirle que se fuera de allí, que no quería volver a verlos en su vida, cuando Jarrod se acercó un poco más. La miraba amenazadoramente e, instintivamente, dio un paso atrás.
–Creo que deberías irte. Ahora mismo –le dijo ella mientras iba hacia el teléfono.
Jarrod se abalanzó sobre ella y le quitó el móvil.
Estaba demasiado atónita por el ataque y tardó en reaccionar y defenderse. La tiró en la cama y se echó sobre ella, tocándola todo el cuerpo e intentando desnudarla. Kelly levantó la rodilla para tratar de golpearlo en la entrepierna, pero Jarrod se apartó a tiempo y la sujetó con más fuerza aún.
Gritó aterrorizada. Le estaba haciendo mucho daño. Estaba furiosa y no podía creer que fuera a violarla en la cama de su propio hermano. Pensó que se había vuelto loco y estaba segura de que Niall lo mataría cuando lo supiera.
Al ver que no iba a detenerse, reunió las pocas fuerzas que le quedaban para luchar y tratar de defenderse. Por fin consiguió darle un buen golpe en los genitales. Jarrod gruñó y aprovechó para apartarse de él mientras intentaba cubrirse con lo que le quedaba de ropa.
Se puso en pie y se llevó la mano a la garganta. Le dolía como si hubiera intentado estrangularla.
–Te matará cuando lo sepa –le dijo sollozando–. ¿Cómo has podido hacerme algo así? ¡Es tu hermano, maldito canalla!
Fue hacia la puerta. Sólo tenía una cosa en mente, escapar de allí e ir en busca de Niall. Pero las palabras de Jarrod la detuvieron.
–Nunca te creerá.
–Estás loco –le dijo ella llorando.
Pero Jarrod había estado en lo cierto. Niall no la creyó. Su hermano lo había llamado desde el apartamento poco después de que se fuera ella y había tenido la brillante idea de contarle exactamente lo que sabía que Kelly le iba a decir a su prometido.
Pero Jarrod le dijo también que Kelly había sido la que lo había seducido y que, cuando él le echó en cara que fuera infiel a Niall, ella se enfadó y le dijo que iba a inventarse una historia y contarle a su novio que había tratado de violarla.
Imaginó que Jarrod lo había hecho muy bien porque Niall se mostró muy frío con ella cuando la vio entrar en su despacho minutos después y, tras contarle la verdad, exactamente lo que Jarrod le había advertido que iba a decirle, su prometido se limitó a entregarle un generoso cheque y a pedirle que se marchara.
Kelly siguió tumbada en la cama, sin poder pensar en otra cosa que no fuera ese horrible día. Estaba allí para descansar y olvidar el pasado, pero seguía sintiéndose traicionada por las personas en las que más había confiado.
Cuando Niall llamó a la puerta de su habitación, volvió a la realidad. Ya había amanecido y no había dormido casi nada.
Le costó levantarse. Se puso una bata y abrió la puerta.
Niall ya estaba vestido. Llevaba unos pantalones beis y una camisa. Parecía listo para ir al trabajo.
–Te he dejado el desayuno preparado en la cocina. Tengo que pasar unas horas en la zona de construcción. ¿Crees que estarás bien sola?
Asintió con la cabeza. Le alegraba no tener que hablar con él esa mañana después de la noche que había pasado. Necesitaba tiempo para recuperarse.
–Por supuesto. ¿A qué hora volverás?
–Son las ocho –repuso Niall mirando el reloj–. Me imagino que volveré a eso de las doce. Podemos comer en el restaurante del hotel y después, si te apetece, dar un paseo por la playa. Aprovecha este tiempo para descansar. Preferiría que no fueras a la playa tú sola.
–No va a pasarme nada si salgo sola del hotel.
–Lo sé, pero preferiría estar contigo.
Se quedó sin palabras al oír tal afirmación y se limitó a asentir con la cabeza.
–Muy bien, te veré a la hora de la comida.
Cerró la puerta de su dormitorio y se apoyó contra ella. Era el primer día de esa semana durante la que iba a intentar olvidar el pasado y ver si podían arreglar las cosas.
Cada vez le parecía más complicado.
Llenó la bañera de agua caliente, estaba deseando poder darse un baño relajante. Sabía que no le convenía que el agua estuviera muy caliente ni debía permanecer dentro mucho tiempo. Después de veinte minutos disfrutando de ese placer, salió de mala gana de la bañera. Se vistió y fue a la cocina para desayunar.
Hacía mucho tiempo que no tenía tanto apetito.
Cuando terminó, buscó una toalla y salió a la playa. Después de unos meses trabajando como camarera en el restaurante, le parecía un lujo poder pasar un día tumbada en la arena.
Se acomodó bajo una de las sombrillas que había en la playa. Era increíble cerrar los ojos y dejarse llevar por los olores y los sonidos que la rodeaban. Creía que esos días iban a ser unas verdaderas vacaciones para su alma.
No tardó en vencerla el sueño después de la noche de insomnio que había pasado. Decidió dejarse llevar y disfrutar de una siesta mientras esperaba a Niall.
Desde que él la invitara a cenar por primera vez, habían pasado semanas juntos, viéndose cada día.
Cuando sólo llevaban un mes de relación, se fue a vivir con él. Un mes más tarde, Niall le pidió en matrimonio.
Nunca supo muy bien por qué la había elegido a ella para que fuera su esposa. No pensaba que fuera peor que él en ningún sentido, pero Niall Horan era un hombre muy rico. Podía haber tenido a cualquier mujer a su lado y no había terminado de comprender por qué la quería a ella.
No tenía contactos ni procedía de una buena familia. No tenía dinero ni prestigio. Era sólo una estudiante universitaria que se pagaba las clases trabajando como camarera. Pero eso había cambiado cuando llegó Niall a su vida.
Con la sabiduría que le daba la distancia, había llegado a pensar que ése había sido uno de sus grandes errores. Había dejado que Niall cambiara por completo su existencia y se había dejado seducir por el cuento de hadas. Había confiado por completo en él y nunca se le pasó por la cabeza que su amor no fuera correspondido.
Se preguntó cómo reaccionaría Niall después de tantos meses si ella trataba de contarle otra vez la verdad para que supiera qué había pasado realmente aquel día, cuando no la creyó y decidió apartarla de su vida.
No la había creído entonces y no pensaba que eso fuera a cambiar. Se le llenaron los ojos de lágrimas cuando aparecieron en su mente imágenes de aquel fatídico día.
Kelly se quedó mirando la prueba de embarazo, no sabía si reír o llorar. La escondió rápidamente y comenzó a pensar en cómo iba a decírselo a Niall. Esperaba que le gustara la idea. Pensaban casarse pronto y solían hablar a menudo de su deseo de ser padres.
Estaba deseando decírselo. Sabía que ese día iba a estar en el despacho y pensó en ir a verlo y darle una sorpresa. Estaba entusiasmada, deseando ver su expresión cuando se lo contara.
Oyó de repente un ruido en el salón y sonrió. No iba a tener que esperar. Niall estaba en casa. De vez en cuando, se pasaba por el piso sin avisar para darle una sorpresa y comer con ella.
Lo llamó entonces y se quedó sin palabras al ver a Jarrod aparecer en la puerta de su dormitorio. Los visitaba con frecuencia, pero siempre lo hacía cuando Niall estaba en casa.
–Jarrod, ¿qué haces aquí? Niall está en el despacho. No volverá hasta dentro de unas horas.
–He venido para hablar contigo.
–¿De qué se trata? –le preguntó ella con curiosidad–. Vamos al salón.
Pero Jarrod no le hizo caso y entró en el dormitorio. Aquello le dio mala espina y se estremeció.
–¿Cuánto quieres a cambio de romper con Niall e irte de aquí?
Se quedó estupefacta. Se imaginó que no lo había entendido bien.
–¿Cómo?
–No te hagas la tonta, no lo eres. ¿Cuánto dinero quieres?
–¿Cómo puedes intentar comprarme? ¿Ha sido tu madre la que te ha pedido que lo hagas? Los dos estáis locos. Quiero a Niall y el a mí. Vamos a casarnos.
Vio que Jarrod se ponía más nervioso aún.
–Esperaba que me lo pusieras más fácil. Te estamos ofreciendo bastante dinero.
Cuando vio que hablaba en plural, se dio cuenta de que también la madre de Niall estaba detrás de esa operación. Estaba a punto de decirle que se fuera de allí, que no quería volver a verlos en su vida, cuando Jarrod se acercó un poco más. La miraba amenazadoramente e, instintivamente, dio un paso atrás.
–Creo que deberías irte. Ahora mismo –le dijo ella mientras iba hacia el teléfono.
Jarrod se abalanzó sobre ella y le quitó el móvil.
Estaba demasiado atónita por el ataque y tardó en reaccionar y defenderse. La tiró en la cama y se echó sobre ella, tocándola todo el cuerpo e intentando desnudarla. Kelly levantó la rodilla para tratar de golpearlo en la entrepierna, pero Jarrod se apartó a tiempo y la sujetó con más fuerza aún.
Gritó aterrorizada. Le estaba haciendo mucho daño. Estaba furiosa y no podía creer que fuera a violarla en la cama de su propio hermano. Pensó que se había vuelto loco y estaba segura de que Niall lo mataría cuando lo supiera.
Al ver que no iba a detenerse, reunió las pocas fuerzas que le quedaban para luchar y tratar de defenderse. Por fin consiguió darle un buen golpe en los genitales. Jarrod gruñó y aprovechó para apartarse de él mientras intentaba cubrirse con lo que le quedaba de ropa.
Se puso en pie y se llevó la mano a la garganta. Le dolía como si hubiera intentado estrangularla.
–Te matará cuando lo sepa –le dijo sollozando–. ¿Cómo has podido hacerme algo así? ¡Es tu hermano, maldito canalla!
Fue hacia la puerta. Sólo tenía una cosa en mente, escapar de allí e ir en busca de Niall. Pero las palabras de Jarrod la detuvieron.
–Nunca te creerá.
–Estás loco –le dijo ella llorando.
Pero Jarrod había estado en lo cierto. Niall no la creyó. Su hermano lo había llamado desde el apartamento poco después de que se fuera ella y había tenido la brillante idea de contarle exactamente lo que sabía que Kelly le iba a decir a su prometido.
Pero Jarrod le dijo también que Kelly había sido la que lo había seducido y que, cuando él le echó en cara que fuera infiel a Niall, ella se enfadó y le dijo que iba a inventarse una historia y contarle a su novio que había tratado de violarla.
Imaginó que Jarrod lo había hecho muy bien porque Niall se mostró muy frío con ella cuando la vio entrar en su despacho minutos después y, tras contarle la verdad, exactamente lo que Jarrod le había advertido que iba a decirle, su prometido se limitó a entregarle un generoso cheque y a pedirle que se marchara.
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Kelly siguió tumbada en la cama, sin poder pensar en otra cosa que no fuera ese horrible día. Estaba allí para descansar y olvidar el pasado, pero seguía sintiéndose traicionada por las personas en las que más había confiado.
Cuando Niall llamó a la puerta de su habitación, volvió a la realidad. Ya había amanecido y no había dormido casi nada.
Le costó levantarse. Se puso una bata y abrió la puerta.
Niall ya estaba vestido. Llevaba unos pantalones beis y una camisa. Parecía listo para ir al trabajo.
–Te he dejado el desayuno preparado en la cocina. Tengo que pasar unas horas en la zona de construcción. ¿Crees que estarás bien sola?
Asintió con la cabeza. Le alegraba no tener que hablar con él esa mañana después de la noche que había pasado. Necesitaba tiempo para recuperarse.
–Por supuesto. ¿A qué hora volverás?
–Son las ocho –repuso Niall mirando el reloj–. Me imagino que volveré a eso de las doce. Podemos comer en el restaurante del hotel y después, si te apetece, dar un paseo por la playa. Aprovecha este tiempo para descansar. Preferiría que no fueras a la playa tú sola.
–No va a pasarme nada si salgo sola del hotel.
–Lo sé, pero preferiría estar contigo.
Se quedó sin palabras al oír tal afirmación y se limitó a asentir con la cabeza.
–Muy bien, te veré a la hora de la comida.
Cerró la puerta de su dormitorio y se apoyó contra ella. Era el primer día de esa semana durante la que iba a intentar olvidar el pasado y ver si podían arreglar las cosas.
Cada vez le parecía más complicado.
Llenó la bañera de agua caliente, estaba deseando poder darse un baño relajante. Sabía que no le convenía que el agua estuviera muy caliente ni debía permanecer dentro mucho tiempo. Después de veinte minutos disfrutando de ese placer, salió de mala gana de la bañera. Se vistió y fue a la cocina para desayunar.
Hacía mucho tiempo que no tenía tanto apetito.
Cuando terminó, buscó una toalla y salió a la playa. Después de unos meses trabajando como camarera en el restaurante, le parecía un lujo poder pasar un día tumbada en la arena.
Se acomodó bajo una de las sombrillas que había en la playa. Era increíble cerrar los ojos y dejarse llevar por los olores y los sonidos que la rodeaban. Creía que esos días iban a ser unas verdaderas vacaciones para su alma.
No tardó en vencerla el sueño después de la noche de insomnio que había pasado. Decidió dejarse llevar y disfrutar de una siesta mientras esperaba a Niall.
ᴍᴀʀ.
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
¡HOLAA! :)
Les dejo otro cap, espero que les guste.
Ahora si sabemos la verdad. Maldito Jarrod. No puedo creer que le haga algo así a su hermano. :evil: :x
¡Comenten!
:bye:
Les dejo otro cap, espero que les guste.
Ahora si sabemos la verdad. Maldito Jarrod. No puedo creer que le haga algo así a su hermano. :evil: :x
¡Comenten!
:bye:
ᴍᴀʀ.
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
hola
lamento no poder pasarme antes pero tengo muchas tareas y el colegio me esta acosando
esta genial me encanta... estupido jared(creo que es haci)... amo a niall es un amor y kelly tambien la amo...y van a tener un hijo creoq ue morire de la emocion
lo lamento
amo que hayas subido esta nove
BESOS XOXOXOXOXOXO
:bye: :bye:
ADRI
lamento no poder pasarme antes pero tengo muchas tareas y el colegio me esta acosando
esta genial me encanta... estupido jared(creo que es haci)... amo a niall es un amor y kelly tambien la amo...y van a tener un hijo creoq ue morire de la emocion
lo lamento
amo que hayas subido esta nove
BESOS XOXOXOXOXOXO
:bye: :bye:
ADRI
adrimile12
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
maldito mal hermano... y mala madre!!!!!
y sí que debio de ser un gran actor para que Niall le creyera!!!!!!!!!!!!!!!!!!
continua pliiiiiiiiiiiiiiiisss!!!!!!!!!!!!
:bye: :bye: :bye:
y sí que debio de ser un gran actor para que Niall le creyera!!!!!!!!!!!!!!!!!!
continua pliiiiiiiiiiiiiiiisss!!!!!!!!!!!!
:bye: :bye: :bye:
Isabela85
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
Hola! :)adrimile12 escribió:hola
lamento no poder pasarme antes pero tengo muchas tareas y el colegio me esta acosando
esta genial me encanta... estupido jared(creo que es haci)... amo a niall es un amor y kelly tambien la amo...y van a tener un hijo creoq ue morire de la emocion
lo lamento
amo que hayas subido esta nove
BESOS XOXOXOXOXOXO
:bye: :bye:
ADRI
No te preocupes linda. (:
Me encanta que te enante! Si, es un estúpido Jarrod.
Gracias! Yo amo que te guste. :)
Besos.
:bye:
ᴍᴀʀ.
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
Si, malditos los dos. No tienen derecho de haberles hecho esa maldad a Niall y Kelly. :xIsabela85 escribió:maldito mal hermano... y mala madre!!!!!
y sí que debio de ser un gran actor para que Niall le creyera!!!!!!!!!!!!!!!!!!
continua pliiiiiiiiiiiiiiiisss!!!!!!!!!!!!
:bye: :bye: :bye:
Estoy de acuerdo. :/
Mañana la sigo. :D
:bye:
ᴍᴀʀ.
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
Capítulo 11
Niall volvió a la suite a mediodía. Buscó a Kelly, pero no estaba en ninguna parte. Se dio cuenta de que no le había hecho caso y había decidido salir del hotel sin esperarlo. Sabía que estaba demasiado pendiente de ella, pero no podía evitarlo, estaba muy preocupado.
Salió a la terraza y la buscó con la mirada en la playa. Al no verla, fue hacia las sombrillas. No tardó en encontrarla, estaba tumbada de costado y completamente dormida. Se le hizo un nudo en la garganta al ver esa imagen tan bella. Vio que estaba descalza y que sus tobillos seguían hinchados, pero no tanto como lo habían estado un par de días antes.
Se sentó a su lado y acarició su sedosa melena rubia. Bajó después por su brazo y siguió hasta tocarle el abultado vientre.
Kelly suspiró y, sin despertarse, se acercó más a él. Se moría de ganas de abrazarla y apartó la mano para no caer en la tentación.
Le habría encantado poder borrar los últimos seis meses y regresar al pasado, pero era imposible. Lo había traicionado y, lo más importante en esos momentos, era el hijo que esperaba. Aunque Kelly no lo hubiera admitido, estaba casi seguro de que él era el padre.
Le sacudió ligeramente el hombro para despertarla. Le encantó ver cómo se desperezaba poco a poco y sonreía.
–¿Llevas mucho tiempo aquí? –preguntó Kelly medio dormida.
–No, sólo unos minutos. ¿Tienes hambre?
Kelly asintió con la cabeza y se incorporó. Le dio la mano para ayudarla. Después, la acompañó de vuelta a la suite con el brazo rodeando sus hombros.
Mientras Kelly se duchaba y se cambiaba de ropa, llamó a Louis para contarle cómo iba la construcción. Fue un alivio que su amigo no le preguntara por ella.
Aunque sus amigos y su familia pensaban que se había vuelto loco, cada vez estaba más convencido de que estaba haciendo lo correcto. No había podido olvidarla durante esos meses y para él era muy importante tratar de averiguar por qué habían terminado tan mal las cosas entre los dos. Aunque no pudieran volver a estar juntos, necesitaba saberlo para poder seguir adelante con su vida.
Cuando Kelly salió del dormitorio, se dio cuenta de que había más brillo y luz en sus ojos. No la había visto así desde que la encontrara en el restaurante de Houston. Se parecía más a la mujer con la que había compartido su vida durante unas cuantas e intensas semanas. Recordó lo enamorado que había estado de esa joven risueña y cariñosa.
Le pareció que estaba algo nerviosa, no se acostumbraba a estar a solas con él y le molestaba que hubiera esa barrera invisible entre los dos.
–¿Estás lista? –le preguntó él.
Kelly asintió con la cabeza.
Le colocó una mano en la espalda para acompañarla a la puerta y se estremeció al sentir su piel desnuda. Jansen había hecho muy bien su trabajo. Ese veraniego vestido resaltaba todas las maravillosas curvas de su cuerpo. Los tirantes del escote se ataban en la nuca y toda la espalda quedaba a la vista.
Le habría encantado acariciarla en el preciso lugar donde la estaba tocando en esos instantes. Quería hacerlo hasta que ella respondiera y comprobar así que, tal y como temía, la atracción no había desaparecido.
En el restaurante, los sentaron cerca de un gran ventanal con vistas a la playa. La observó mientras Kelly leía la carta y trataba de decidir lo que iba a pedir. Sintiendo que la miraba, levantó la vista y sonrió tímidamente. Él le devolvió el gesto.
No podía mirar esos ojos azules sin perderse en ellos. Era preciosa y le encantó ver que ya no lo miraba con odio.
–¡Niall! ¿Qué estás haciendo aquí? –gritó alguien cerca de allí.
Hizo una mueca al oír esa voz. Se giró y vio que Roberta Maxwell se acercaba a su mesa. Maldijo entre dientes.
Se levantó y la saludó de mala gana.
–Estoy aquí por trabajo, lo que me sorprende es que tú estés aquí –repuso Niall.
–Bueno, es uno de mis sitios favoritos –le dijo ella entre risas–. Me encantan la gastronomía y las playas de esta isla. ¿Por qué no me presentas a tu acompañante, Niall?
Estaba seguro de que Roberta sabía muy bien quién era Kelly, tan seguro como estaba de que su presencia allí no era ninguna coincidencia. imaginó que su madre era la culpable de esa situación. Le molestaba que tratara de inmiscuirse en su vida de esa manera y lamentó haberle contado dónde iba a estar esa semana. Había tenido la esperanza de que...
Eso ya no era importante. Roberta estaba allí e iba a tener que enfrentarse a esa situación.
–Roberta, te presento a Kelly Christian. Kelly, Roberta Maxwell es una amiga de la familia –anunció él.
La recién llegada sonrió con coquetería al oírlo y jugueteó con su camisa.
–Bueno, cariño. Algo más que una amiga, ¿no crees?
Vio que Kelly la miraba con suspicacia y decidió que no tenía por qué ser educado.
–Ahora, si me perdonas, esto era una comida privada...
–Bueno, pero tenemos que vernos mientras estés aquí. Podríamos cenar juntos. Fue una pena que no pudieras ir a casa de tu madre la última vez que cenamos allí juntas, ya sabes cuánto la aprecio –insistió Roberta.
Apartó disimuladamente la mano de esa mujer y dio dos pasos atrás.
–Me temo que voy a estar muy ocupado, a lo mejor podemos vernos cuando vuelva a Nueva York. Kelly y yo estaremos encantados de invitarte a cenar –le dijo él para que se diera por enterada.
Sus palabras no consiguieron que Roberta dejara de sonreír.
–Desde luego, cariño... No entiendo por qué has tenido que volver con la mujer que te fue infiel.
Kelly palideció al oír sus duras palabras.
–¡Ya es suficiente! Será mejor que te vayas. Saluda de mi parte a mi madre y dile que deje de meterse en mi vida. Y tú deberías hacer lo mismo.
Roberta hizo un mohín, pero no se marchó.
–Tampoco hacía falta que te pusieras así. Me imagino que tienes que tratarla con educación. Después de todo, no sabes si el niño del que está embarazada es tuyo.
Se dio media vuelta y se alejó antes de que pudiera decirle nada más. Estaba tan furioso que le entraron ganas de romper algo. Pero se sintió peor aún al volver a la mesa y ver que Kelly se había puesto en pie y apretaba enfadada los puños.
–Lo siento mucho –le dijo Niall.
–Ya no tengo hambre –repuso Kelly.
–No hagas eso, tienes que comer. No dejes que esa mujer se salga con la suya.
Cada vez estaba más enfadada.
–Esa mujer sabe demasiado sobre nuestra situación, ¿no te parece?
Sin decir nada más, salió del restaurante. Fue directa a su suite y maldijo entre dientes cuando la llave electrónica se resistió a funcionar. Cuando lo consiguió, abrió la puerta con fuerza y cerró de un portazo. Echó el cerrojo y fue a su dormitorio.
No tardó en escuchar voces y golpes en la puerta.
Niall parecía furioso. Pero ella también estaba demasiado enfadada como para que eso le importara.
Todo aquello no era más que una farsa y estaba cansada de aguantarla.
Había tenido que soportar que Niall y su hermano la humillaran, pero no estaba dispuesta a tener que aguantar además los comentarios de mujeres como esa tal Roberta Maxwell.
Estaba tan furiosa que no se dio cuenta de que Niall había entrado en la suite hasta que lo vio en su dormitorio.
–¿Qué es lo que te pasa, Kelly? Tú no eres así. No sé qué pretendías conseguir impidiéndome que entrara. No vas a lograr nada huyendo de los problemas.
–¿Por qué crees saber como soy? Si parece que nunca llegaste conocerme.
–Supongo que eso es verdad –repuso Niall enfadado.
–Quiero irme de aquí en el primer vuelo que salga. Esto es una pérdida de tiempo. Nunca vamos a poder arreglar las cosas entre nosotros, Niall.
–Pero hicimos un trato. Íbamos a pasar una semana aquí sin pensar en el pasado.
–¿Acaso no viste lo que acaba de ocurrir en el restaurante? –le preguntó ella con incredulidad–. ¿Cómo iba a saber esa mujer tanto de nosotros si no se lo hubieras contado tú mismo? ¿Cómo vamos a olvidar el pasado cuando esa mujer me lo acaba de echar en cara? No me gusta que se rían de mí.
–Nunca he hablado de ti con ella –le dijo Niall con firmeza.
–Entonces, ¿por qué sabía tanto?
–No te estoy mintiendo. ¿Por qué te cuesta tanto confiar en mí? No fui yo quien te traicionó a ti.
Hizo una mueca al oírlo. Siempre volvían al mismo momento. Niall estaba convencido de que ella lo había traicionado y se negaba a aceptar que pudiera haber otra explicación.
Estaba demasiado furiosa como para seguir hablando con él. Se dio media vuelta y apretó los puños.
De repente, Niall la hizo girar sobre sus talones y la besó mientras le agarraba la cintura con las manos. Trató de apartarse de él, pero la asía con fuerza y no lo consiguió.
Pasados unos segundos, el beso se hizo más suave y tierno, no pudo evitar gemir. Niall la acercó a la cama sin dejar de besarla y consiguió que se tumbara en el colchón.
–Durante un tiempo, Kelly, limítate a estar callada. No quiero palabras. Parece que no podemos tener una conversación normal sin hacernos daño. Así que, aunque solo sean unos minutos, quiero comunicarme contigo sin hablar –le dijo Niall mirándola a los ojos.
No supo qué decir y se perdió en sus ojos. A pesar de los problemas que tenían y la falta de confianza, seguía deseándolo. Una voz en su interior le dijo que se dejara llevar y le recordó lo maravilloso que sería volver a hacer el amor con él. Pero, por otra parte, temía que Niall no lo viera de la misma manera y pensara que seguía siendo una mujerzuela.
Ese pensamiento la devolvió a la realidad como un jarro de agua fría.
–No puedo hacerlo –le dijo ella mientras se incorporaba–. Sabiendo lo que piensas de mí, no puedo hacerlo –agregó mientras se cruzaba de brazos y apartaba la vista.
Después, se alejó un poco más de él y lo observó con suspicacia.
–No me mires así, como si estuviera a punto de atacarte –le aseguró Niall.
Se dio media vuelta y salió del dormitorio.
Se sintió más sola que nunca. Fue al baño y se echó agua fría en la cara. Tenía un fuerte dolor en el pecho y ganas de llorar.
Estaba desesperada. No pensaba suplicarle que la creyera. Ya lo había hecho y no le había servido de nada.
Desolada, rompió llorar. Los tres últimos meses habían sido muy tristes, pero durante esos últimos días había sufrido mucho más. Era duro tener que estar con el hombre al que tanto había amado y ver en sus ojos lo que pensaba de ella.
Volvió llorando a la cama y se acurrucó bajo la colcha.
Unos minutos después, sintió que alguien se sentaba en la cama.
–Lo siento, Kelly –le dijo Niall mientras le acariciaba la mejilla–. No llores. Por favor, no llores.
Con cuidado, la ayudó a incorporarse y la abrazó contra su torso.
–Perdóname. No era mi intención disgustarte ni hacer que te sintieras mal. Te lo juro –insistió él–. Roberta ha venido con la única intención de apartarme de ti.
Se quedó callada al oírlo.
–¿Estás preparado para admitir que tu madre me odia y estaría dispuesta a hacer cualquier cosa para librarse de mí? Si no le hablaste a Roberta de nosotros, ¿quién crees que lo hizo?
–Lo sé –reconoció Niall–. Pero no va a conseguir nada. En cuanto vuelva a casa, hablaré con ella. Te lo prometo. No voy a dejar que te haga daño.
Kelly se relajó contra su torso. Deseaba creerlo más que nada en el mundo. Vio que empezaba a darse cuenta de cómo era su madre y se preguntó si estaría dispuesto a aceptar su versión de los hechos.
–Quédate conmigo, Kelly. Tenemos mucho de lo que hablar –le dijo Niall mientras le limpiaba las lágrimas–. Y no podemos hacerlo si vuelves a Houston. Además, quiero cuidar de ti y de nuestro bebé.
Lo miró a los ojos. Parecía estar sufriendo tanto como ella. Estuvo a punto de abrir la boca para decirle que él no era el padre, pero no lo hizo.
–Por muchos problemas que tengamos, podemos solucionarlos.
–Yo no soy tan optimista –murmuró ella.
Niall la besó entonces y lo hizo con tanta ternura que se le llenaron los ojos de lágrimas. Era increíble volver a estar entre sus brazos y olvidar durante unos minutos cuánto le había dolido su traición.
–Tenemos que hablar del bebé –le recordó Niall.
Se quedó unos segundos callada.
–Si te digo que el bebé es tuyo, ¿me creerás?
Notó que Niall se quedaba sin aliento. Tomó su cara entre las manos y la miró directamente a los ojos.
–Sí, te creeré, Kelly.
Se incorporó en la cama y respiró profundamente antes de decirle la verdad.
–Es tuyo –susurró entonces.
Niall suspiró aliviado y la besó de manera apasionada y posesiva.
Le costó apartarse de él. El corazón le latía a mil por hora y no podía dejar de mirarlo.
–¿Me crees? Tengo que saberlo, Niall.
–Te creo –repuso él con solemnidad mientras le acariciaba el vientre.
Le habría encantado preguntarle si también creía el resto de su historia, pero no podía hacerlo.
Al ver que se quedaba callada, Niall la miró preocupado.
–Te creo, Kelly. De verdad. Jarrod me dijo que contigo usó protección. Estoy seguro de que no te acostaste con ningún otro hombre y que con mi hermano solo ocurrió una vez, ¿no es así?
Se quedó helada al oírlo. Había tanto dolor en su pecho que le costaba respirar. Angustiada, volvió a llorar.
–¿Qué es lo que te pasa? ¿Por qué lloras?
Se sentía tan apenada como furiosa.
–Si de verdad deseas arreglar las cosas, no vuelvas a pronunciar su nombre en mi presencia. Querías pasar conmigo una semana sin hablar del pasado. Es lo que dijiste. Si vuelves a hablar de él, me voy. ¿Está claro?
Le sorprendía que fuera tan vehemente. Abrió la boca como si estuviera a punto de protestar y ella se apartó de él para levantarse de la cama.
Pero Niall la agarró antes de que pudiera hacerlo.
–De acuerdo, nada del pasado. No volveré a hablar de ello, lo prometo. Entonces, ¿vas a quedarte?
Ella cerró los ojos. Estaba demasiado cansada para seguir discutiendo. Le dolían todos los músculos del cuello y también la cabeza. Niall lo notó y comenzó a darle un suave masaje.
–Aún me importas, Kelly.
Apoyó su frente contra la de Niall.
–Tengo miedo –le confesó ella.
–Yo también.
Le sorprendió que lo admitiera y se separó de él para mirarlo a los ojos.
–No me mires así. No eres la única que ha sufrido. Acabo de decirte que no iba a hablar del pasado, pero no eres la única que sufrió con todo lo que ocurrió. Me importabas mucho, quería casarme contigo...
Niall se detuvo y, algo nervioso, se pasó las manos por el pelo. Parecía muy cansado y algo demacrado.
–Aún quiero casarme contigo –le dijo entonces.
Salió a la terraza y la buscó con la mirada en la playa. Al no verla, fue hacia las sombrillas. No tardó en encontrarla, estaba tumbada de costado y completamente dormida. Se le hizo un nudo en la garganta al ver esa imagen tan bella. Vio que estaba descalza y que sus tobillos seguían hinchados, pero no tanto como lo habían estado un par de días antes.
Se sentó a su lado y acarició su sedosa melena rubia. Bajó después por su brazo y siguió hasta tocarle el abultado vientre.
Kelly suspiró y, sin despertarse, se acercó más a él. Se moría de ganas de abrazarla y apartó la mano para no caer en la tentación.
Le habría encantado poder borrar los últimos seis meses y regresar al pasado, pero era imposible. Lo había traicionado y, lo más importante en esos momentos, era el hijo que esperaba. Aunque Kelly no lo hubiera admitido, estaba casi seguro de que él era el padre.
Le sacudió ligeramente el hombro para despertarla. Le encantó ver cómo se desperezaba poco a poco y sonreía.
–¿Llevas mucho tiempo aquí? –preguntó Kelly medio dormida.
–No, sólo unos minutos. ¿Tienes hambre?
Kelly asintió con la cabeza y se incorporó. Le dio la mano para ayudarla. Después, la acompañó de vuelta a la suite con el brazo rodeando sus hombros.
Mientras Kelly se duchaba y se cambiaba de ropa, llamó a Louis para contarle cómo iba la construcción. Fue un alivio que su amigo no le preguntara por ella.
Aunque sus amigos y su familia pensaban que se había vuelto loco, cada vez estaba más convencido de que estaba haciendo lo correcto. No había podido olvidarla durante esos meses y para él era muy importante tratar de averiguar por qué habían terminado tan mal las cosas entre los dos. Aunque no pudieran volver a estar juntos, necesitaba saberlo para poder seguir adelante con su vida.
Cuando Kelly salió del dormitorio, se dio cuenta de que había más brillo y luz en sus ojos. No la había visto así desde que la encontrara en el restaurante de Houston. Se parecía más a la mujer con la que había compartido su vida durante unas cuantas e intensas semanas. Recordó lo enamorado que había estado de esa joven risueña y cariñosa.
Le pareció que estaba algo nerviosa, no se acostumbraba a estar a solas con él y le molestaba que hubiera esa barrera invisible entre los dos.
–¿Estás lista? –le preguntó él.
Kelly asintió con la cabeza.
Le colocó una mano en la espalda para acompañarla a la puerta y se estremeció al sentir su piel desnuda. Jansen había hecho muy bien su trabajo. Ese veraniego vestido resaltaba todas las maravillosas curvas de su cuerpo. Los tirantes del escote se ataban en la nuca y toda la espalda quedaba a la vista.
Le habría encantado acariciarla en el preciso lugar donde la estaba tocando en esos instantes. Quería hacerlo hasta que ella respondiera y comprobar así que, tal y como temía, la atracción no había desaparecido.
En el restaurante, los sentaron cerca de un gran ventanal con vistas a la playa. La observó mientras Kelly leía la carta y trataba de decidir lo que iba a pedir. Sintiendo que la miraba, levantó la vista y sonrió tímidamente. Él le devolvió el gesto.
No podía mirar esos ojos azules sin perderse en ellos. Era preciosa y le encantó ver que ya no lo miraba con odio.
–¡Niall! ¿Qué estás haciendo aquí? –gritó alguien cerca de allí.
Hizo una mueca al oír esa voz. Se giró y vio que Roberta Maxwell se acercaba a su mesa. Maldijo entre dientes.
Se levantó y la saludó de mala gana.
–Estoy aquí por trabajo, lo que me sorprende es que tú estés aquí –repuso Niall.
–Bueno, es uno de mis sitios favoritos –le dijo ella entre risas–. Me encantan la gastronomía y las playas de esta isla. ¿Por qué no me presentas a tu acompañante, Niall?
Estaba seguro de que Roberta sabía muy bien quién era Kelly, tan seguro como estaba de que su presencia allí no era ninguna coincidencia. imaginó que su madre era la culpable de esa situación. Le molestaba que tratara de inmiscuirse en su vida de esa manera y lamentó haberle contado dónde iba a estar esa semana. Había tenido la esperanza de que...
Eso ya no era importante. Roberta estaba allí e iba a tener que enfrentarse a esa situación.
–Roberta, te presento a Kelly Christian. Kelly, Roberta Maxwell es una amiga de la familia –anunció él.
La recién llegada sonrió con coquetería al oírlo y jugueteó con su camisa.
–Bueno, cariño. Algo más que una amiga, ¿no crees?
Vio que Kelly la miraba con suspicacia y decidió que no tenía por qué ser educado.
–Ahora, si me perdonas, esto era una comida privada...
–Bueno, pero tenemos que vernos mientras estés aquí. Podríamos cenar juntos. Fue una pena que no pudieras ir a casa de tu madre la última vez que cenamos allí juntas, ya sabes cuánto la aprecio –insistió Roberta.
Apartó disimuladamente la mano de esa mujer y dio dos pasos atrás.
–Me temo que voy a estar muy ocupado, a lo mejor podemos vernos cuando vuelva a Nueva York. Kelly y yo estaremos encantados de invitarte a cenar –le dijo él para que se diera por enterada.
Sus palabras no consiguieron que Roberta dejara de sonreír.
–Desde luego, cariño... No entiendo por qué has tenido que volver con la mujer que te fue infiel.
Kelly palideció al oír sus duras palabras.
–¡Ya es suficiente! Será mejor que te vayas. Saluda de mi parte a mi madre y dile que deje de meterse en mi vida. Y tú deberías hacer lo mismo.
Roberta hizo un mohín, pero no se marchó.
–Tampoco hacía falta que te pusieras así. Me imagino que tienes que tratarla con educación. Después de todo, no sabes si el niño del que está embarazada es tuyo.
Se dio media vuelta y se alejó antes de que pudiera decirle nada más. Estaba tan furioso que le entraron ganas de romper algo. Pero se sintió peor aún al volver a la mesa y ver que Kelly se había puesto en pie y apretaba enfadada los puños.
–Lo siento mucho –le dijo Niall.
–Ya no tengo hambre –repuso Kelly.
–No hagas eso, tienes que comer. No dejes que esa mujer se salga con la suya.
Cada vez estaba más enfadada.
–Esa mujer sabe demasiado sobre nuestra situación, ¿no te parece?
Sin decir nada más, salió del restaurante. Fue directa a su suite y maldijo entre dientes cuando la llave electrónica se resistió a funcionar. Cuando lo consiguió, abrió la puerta con fuerza y cerró de un portazo. Echó el cerrojo y fue a su dormitorio.
No tardó en escuchar voces y golpes en la puerta.
Niall parecía furioso. Pero ella también estaba demasiado enfadada como para que eso le importara.
Todo aquello no era más que una farsa y estaba cansada de aguantarla.
Había tenido que soportar que Niall y su hermano la humillaran, pero no estaba dispuesta a tener que aguantar además los comentarios de mujeres como esa tal Roberta Maxwell.
Estaba tan furiosa que no se dio cuenta de que Niall había entrado en la suite hasta que lo vio en su dormitorio.
–¿Qué es lo que te pasa, Kelly? Tú no eres así. No sé qué pretendías conseguir impidiéndome que entrara. No vas a lograr nada huyendo de los problemas.
–¿Por qué crees saber como soy? Si parece que nunca llegaste conocerme.
–Supongo que eso es verdad –repuso Niall enfadado.
–Quiero irme de aquí en el primer vuelo que salga. Esto es una pérdida de tiempo. Nunca vamos a poder arreglar las cosas entre nosotros, Niall.
–Pero hicimos un trato. Íbamos a pasar una semana aquí sin pensar en el pasado.
–¿Acaso no viste lo que acaba de ocurrir en el restaurante? –le preguntó ella con incredulidad–. ¿Cómo iba a saber esa mujer tanto de nosotros si no se lo hubieras contado tú mismo? ¿Cómo vamos a olvidar el pasado cuando esa mujer me lo acaba de echar en cara? No me gusta que se rían de mí.
–Nunca he hablado de ti con ella –le dijo Niall con firmeza.
–Entonces, ¿por qué sabía tanto?
–No te estoy mintiendo. ¿Por qué te cuesta tanto confiar en mí? No fui yo quien te traicionó a ti.
Hizo una mueca al oírlo. Siempre volvían al mismo momento. Niall estaba convencido de que ella lo había traicionado y se negaba a aceptar que pudiera haber otra explicación.
Estaba demasiado furiosa como para seguir hablando con él. Se dio media vuelta y apretó los puños.
De repente, Niall la hizo girar sobre sus talones y la besó mientras le agarraba la cintura con las manos. Trató de apartarse de él, pero la asía con fuerza y no lo consiguió.
Pasados unos segundos, el beso se hizo más suave y tierno, no pudo evitar gemir. Niall la acercó a la cama sin dejar de besarla y consiguió que se tumbara en el colchón.
–Durante un tiempo, Kelly, limítate a estar callada. No quiero palabras. Parece que no podemos tener una conversación normal sin hacernos daño. Así que, aunque solo sean unos minutos, quiero comunicarme contigo sin hablar –le dijo Niall mirándola a los ojos.
No supo qué decir y se perdió en sus ojos. A pesar de los problemas que tenían y la falta de confianza, seguía deseándolo. Una voz en su interior le dijo que se dejara llevar y le recordó lo maravilloso que sería volver a hacer el amor con él. Pero, por otra parte, temía que Niall no lo viera de la misma manera y pensara que seguía siendo una mujerzuela.
Ese pensamiento la devolvió a la realidad como un jarro de agua fría.
–No puedo hacerlo –le dijo ella mientras se incorporaba–. Sabiendo lo que piensas de mí, no puedo hacerlo –agregó mientras se cruzaba de brazos y apartaba la vista.
Después, se alejó un poco más de él y lo observó con suspicacia.
–No me mires así, como si estuviera a punto de atacarte –le aseguró Niall.
Se dio media vuelta y salió del dormitorio.
Se sintió más sola que nunca. Fue al baño y se echó agua fría en la cara. Tenía un fuerte dolor en el pecho y ganas de llorar.
Estaba desesperada. No pensaba suplicarle que la creyera. Ya lo había hecho y no le había servido de nada.
Desolada, rompió llorar. Los tres últimos meses habían sido muy tristes, pero durante esos últimos días había sufrido mucho más. Era duro tener que estar con el hombre al que tanto había amado y ver en sus ojos lo que pensaba de ella.
Volvió llorando a la cama y se acurrucó bajo la colcha.
Unos minutos después, sintió que alguien se sentaba en la cama.
–Lo siento, Kelly –le dijo Niall mientras le acariciaba la mejilla–. No llores. Por favor, no llores.
Con cuidado, la ayudó a incorporarse y la abrazó contra su torso.
–Perdóname. No era mi intención disgustarte ni hacer que te sintieras mal. Te lo juro –insistió él–. Roberta ha venido con la única intención de apartarme de ti.
Se quedó callada al oírlo.
–¿Estás preparado para admitir que tu madre me odia y estaría dispuesta a hacer cualquier cosa para librarse de mí? Si no le hablaste a Roberta de nosotros, ¿quién crees que lo hizo?
–Lo sé –reconoció Niall–. Pero no va a conseguir nada. En cuanto vuelva a casa, hablaré con ella. Te lo prometo. No voy a dejar que te haga daño.
Kelly se relajó contra su torso. Deseaba creerlo más que nada en el mundo. Vio que empezaba a darse cuenta de cómo era su madre y se preguntó si estaría dispuesto a aceptar su versión de los hechos.
–Quédate conmigo, Kelly. Tenemos mucho de lo que hablar –le dijo Niall mientras le limpiaba las lágrimas–. Y no podemos hacerlo si vuelves a Houston. Además, quiero cuidar de ti y de nuestro bebé.
Lo miró a los ojos. Parecía estar sufriendo tanto como ella. Estuvo a punto de abrir la boca para decirle que él no era el padre, pero no lo hizo.
–Por muchos problemas que tengamos, podemos solucionarlos.
–Yo no soy tan optimista –murmuró ella.
Niall la besó entonces y lo hizo con tanta ternura que se le llenaron los ojos de lágrimas. Era increíble volver a estar entre sus brazos y olvidar durante unos minutos cuánto le había dolido su traición.
–Tenemos que hablar del bebé –le recordó Niall.
Se quedó unos segundos callada.
–Si te digo que el bebé es tuyo, ¿me creerás?
Notó que Niall se quedaba sin aliento. Tomó su cara entre las manos y la miró directamente a los ojos.
–Sí, te creeré, Kelly.
Se incorporó en la cama y respiró profundamente antes de decirle la verdad.
–Es tuyo –susurró entonces.
Niall suspiró aliviado y la besó de manera apasionada y posesiva.
Le costó apartarse de él. El corazón le latía a mil por hora y no podía dejar de mirarlo.
–¿Me crees? Tengo que saberlo, Niall.
–Te creo –repuso él con solemnidad mientras le acariciaba el vientre.
Le habría encantado preguntarle si también creía el resto de su historia, pero no podía hacerlo.
Al ver que se quedaba callada, Niall la miró preocupado.
–Te creo, Kelly. De verdad. Jarrod me dijo que contigo usó protección. Estoy seguro de que no te acostaste con ningún otro hombre y que con mi hermano solo ocurrió una vez, ¿no es así?
Se quedó helada al oírlo. Había tanto dolor en su pecho que le costaba respirar. Angustiada, volvió a llorar.
–¿Qué es lo que te pasa? ¿Por qué lloras?
Se sentía tan apenada como furiosa.
–Si de verdad deseas arreglar las cosas, no vuelvas a pronunciar su nombre en mi presencia. Querías pasar conmigo una semana sin hablar del pasado. Es lo que dijiste. Si vuelves a hablar de él, me voy. ¿Está claro?
Le sorprendía que fuera tan vehemente. Abrió la boca como si estuviera a punto de protestar y ella se apartó de él para levantarse de la cama.
Pero Niall la agarró antes de que pudiera hacerlo.
–De acuerdo, nada del pasado. No volveré a hablar de ello, lo prometo. Entonces, ¿vas a quedarte?
Ella cerró los ojos. Estaba demasiado cansada para seguir discutiendo. Le dolían todos los músculos del cuello y también la cabeza. Niall lo notó y comenzó a darle un suave masaje.
–Aún me importas, Kelly.
Apoyó su frente contra la de Niall.
–Tengo miedo –le confesó ella.
–Yo también.
Le sorprendió que lo admitiera y se separó de él para mirarlo a los ojos.
–No me mires así. No eres la única que ha sufrido. Acabo de decirte que no iba a hablar del pasado, pero no eres la única que sufrió con todo lo que ocurrió. Me importabas mucho, quería casarme contigo...
Niall se detuvo y, algo nervioso, se pasó las manos por el pelo. Parecía muy cansado y algo demacrado.
–Aún quiero casarme contigo –le dijo entonces.
ᴍᴀʀ.
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
¡Hola! :)
Les dejo el capítulo 11. Espero les guste. ;)
¡Comenten! :D
:bye:
Les dejo el capítulo 11. Espero les guste. ;)
¡Comenten! :D
:bye:
ᴍᴀʀ.
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
Holaaaaaaaaaa! Soy nueva y la amo..pero Niall me desespera aklsalsaklsklas porqe no le cree!! D:
Siguela pronto.. Besos!
Siguela pronto.. Besos!
Miqqa Soto
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
Awwwww bello, bello!!! No puedo creer lo de Jarrod!! Osea que le pasa.... Y su madre, hay gente que es así, pero no se vale que interfieran de esa manera!!! Siguela prontooo y cada vez esta mas interesante, sabia que la madre tenia que ver, y me callo bien gorda la Roberta esa!!! Grrrrrr maldita! Jajajajajajaj un beso :3 y gracias por el capitulo
kissesOfSugar
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
Holaa! :) ¡Bienvenida! :hug:Miqqa Soto escribió:Holaaaaaaaaaa! Soy nueva y la amo..pero Niall me desespera aklsalsaklsklas porqe no le cree!! D:
Siguela pronto.. Besos!
Amo que la ames! jajajaja! Si, a mi me pasa igual. Debería creerle. ¬¬
Ya la sigo. :)
Besos.
ᴍᴀʀ.
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
Tampoco puedo creerlo. Es horrible que le haya hecho a su hermano! Su madre de lo peor! D: Estoy de acuerdo, no tienen por que interferir. :/kissesOfSugar escribió:[size=18.88888931274414] Awwwww bello, bello!!! No puedo creer lo de Jarrod!! Osea que le pasa.... Y su madre, hay gente que es así, pero no se vale que interfieran de esa manera!!! Siguela prontooo y cada vez esta mas interesante, sabia que la madre tenia que ver, y me callo bien gorda la Roberta esa!!! Grrrrrr maldita! Jajajajajajaj un beso :3 y gracias por el capitulo [/size]
Ya la sigo. :) Me alegra que te guste!
¿A quién no? Roberta no tendría por que haberse metido en algo que no le incumbía. :evil: jajajja!
De nada! Gracias a ti por leerlo. :)
Besos.
ᴍᴀʀ.
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