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Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Pasiones y Traición {Niall Horan} -Capítulo 7-
Capítulo 7
Cuando Kelly se despertó a la mañana siguiente, tardó unos segundos en recordar dónde estaba. Le costaba creerlo, pero estaba en Nueva York y con Niall.
En pocas horas, ese hombre le había ayudado a hacer las maletas y la había llevado al aeropuerto. El avión aterrizó en el aeropuerto de La Guardia casi a medianoche y un coche los esperaba para llevarlos hasta su piso.
Cuando llegaron, estaba tan agotada que fue directamente al dormitorio de invitados. Era increíble estar allí de nuevo, en una casa que le resultaba tan familiar. Ese sitio había sido su hogar y sintió un gran dolor en el pecho al verse allí de nuevo. Hasta el olor de ese piso le resultaba familiar.
Cerca de ese dormitorio de invitados estaba el que Niall y ella habían compartido, donde habían hecho el amor infinidad de veces y donde había sido concebido el bebé que crecía en sus entrañas. Pero también había sido allí donde su vida había cambiado para siempre.
Era una situación muy complicada, pero ya había aceptado que no tenía otra opción. Se duchó rápidamente, se vistió y fue al salón. Niall estaba allí, escribiendo algo en su ordenador portátil. Levantó la vista al oírla.
–El desayuno está listo. He estado esperando a que te levantaras para comer.
Fue a la cocina, donde alguien había preparado una mesa para dos. Niall comenzó a servir huevos, jamón y tostadas en los dos platos.
Se sentó a la mesa y se dio cuenta de que hacía muchas semanas que no se sentía tan bien. No había sido consciente de lo agotada que estaba hasta que el médico le había obligado a descansar.
–¿Cómo te encuentras? –le preguntó Niall.
–Bien –murmuró ella mientras masticaba.
Había recuperado el apetito y se concentró en la deliciosa comida que tenía frente a ella.
Todo aquello era muy extraño. Se comportaban con exquisita educación, como si la situación fuera normal. Pero no lo era. Habría preferido volver a su habitación y esconderse bajo la colcha, era mucho más llevadero que tener que compartir ese desayuno para dos que Niall le había preparado.
–Durante algún tiempo, voy a estar trabajando desde casa –le dijo él.
–¿Por qué?
–¿No es obvio? –le preguntó Niall.
–Esto no va a funcionar. No puedo quedarme en casa y que tú estés vigilándome todo el tiempo. Preferiría que fueras al trabajo e hicieras tu vida normal.
Sin decir nada más, Niall se levantó y salió de la cocina.
Le molestaba que actuara como si él fuera la víctima, como si ella fuera una mujerzuela horrible y desagradecida.
Se dio cuenta de que nunca iba a poder superar lo que Niall le había hecho. Y él se comportaba como si estuviera esperando que ella le pidiera perdón, cuando era Kelly la víctima inocente.
Terminó de desayunar y salió de la cocina. Fue al salón y se detuvo frente a los grandes ventanales. Desde allí se veía todo Manhattan.
–No deberías estar de pie –le dijo Niall tras ella.
Suspiró y se giró para mirarlo, pero se quedó sin aliento al ver que sólo llevaba puesta una toalla. Se dio la vuelta de nuevo, pero ya era demasiado tarde, tenía esa imagen grabada en la retina. Aunque no le habría hecho falta verlo para recordar a la perfección su anatomía. Tenía un torso ancho y musculoso. Siempre le habían gustado especialmente sus abdominales.
–Siento haberte avergonzado –susurró Niall–. Después de lo que ha habido entre nosotros, no pensé que fuera un problema.
Le entraron ganas de echarse a reír. Él no la había avergonzado, pero no podía dejar de pensar en lo que había bajo esa toalla y eso era lo que menos gracia le hacía, que su mente la estuviera traicionando.
Respiró profundamente y se giró para mirarlo con frialdad.
–Si piensas que podemos continuar donde lo dejamos sólo porque fuimos amantes, estás muy equivocado.
–Dios mío, Kelly. ¿Piensas acaso que intentaría forzarte a tener relaciones sexuales conmigo cuando estás embarazada y el médico te ha mandado hacer reposo?
–Creo que no quieres que te conteste –replicó ella.
Vio que había conseguido ofenderlo. Niall la miró furioso.
–Además, ¿qué te hace pensar que querría estar contigo después de que te acostaras con mi hermano?
Apretó los puños y respiró profundamente para no dejarse llevar por la ira.
–Bueno, como a tu hermano no le importó, pensé que era algo que os gustaba hacer en vuestra familia.
Niall la fulminó con sus ojos azules. Después, se dio media vuelta y salió del salón.
Cuando se quedó sola, suspiró y se dejó caer en el sillón que tenía más cerca. No sabía por qué había sentido la necesidad de añadir más leña al fuego. Ya no le interesaba defenderse. Niall no la había creído cuando se lo pidió ella, cuando de verdad importaba.
Era muy doloroso estar de vuelta en Nueva York. En ese lugar había demasiados recuerdos del tiempo que habían pasado juntos.
Nerviosa y algo desesperada, fue a la cocina. Abrió todos los armarios y el frigorífico para ver si Niall tenía todo lo necesario para preparar uno de sus platos favoritos. Cuando vio que era así, lo colocó todo en la encimera. Era un alivio tener algo que hacer.
Recordó entonces que siempre le había encantado cocinar para Niall.
–¿Qué demonios crees que estas haciendo? –le preguntó Niall entrando de repente en la cocina.
Le quitó la sartén que sostenía en las manos y la llevó hasta salón. –Siéntate –le ordenó cuando llegaron al sofá. Después, colocó un cojín en la mesa de centro para que pusiera allí los pies.
–A lo mejor no entendiste bien las órdenes del médico. Tienes que descansar, no puedes estar de pie –le dijo Niall pronunciando lentamente cada sílaba.
Le pareció que estaba mucho más calmado de lo que lo había estado unos minutos antes. Ella también estaba más tranquila. Decidió que había llegado el momento de aclarar algunas cosas.
–Tenemos que hablar –le dijo ella.
Niall la miró con suspicacia, pero se sentó frente a ella.
–¿De qué quieres hablar?
–Quiero saber por qué fuiste a Houston y cómo conseguiste encontrarme.
Él se quedó en silencio.
–Contraté a un detective –le confesó después.
Lo miró boquiabierta.
–¿Por qué querías encontrarme? ¿Para poder insultarme otra vez? ¿Para poner mi vida patas arriba? No lo entiendo. Sé lo que piensas de mí. Lo dejaste muy claro cuando me echaste de tu vida. ¿Por qué ibas a querer encontrarme y volver a desenterrar el pasado?
–¡Por el amor de Dios, Kelly! –exclamó Niall–. Desapareciste sin despedirte de nadie y no cobraste el cheque. Pensé que te había pasado algo. O incluso que habías muerto.
–Supongo que fue una desilusión para ti descubrir que seguía viva.
–No vuelvas esto contra mí –gruñó Niall–. Fuiste tú la que echaste a perder nuestra relación, la que decidiste que yo no era suficiente para ti. Decidí buscarte porque, a pesar de lo que hiciste y de que quería olvidarte, no podía soportar la idea de imaginarte perdida y sola en alguna parte...
Niall se quedó callado y apartó la vista. Unos segundos después, volvió a mirarla.
–Ya he contestado dos preguntas, ahora quiero que me contestes tú.
En pocas horas, ese hombre le había ayudado a hacer las maletas y la había llevado al aeropuerto. El avión aterrizó en el aeropuerto de La Guardia casi a medianoche y un coche los esperaba para llevarlos hasta su piso.
Cuando llegaron, estaba tan agotada que fue directamente al dormitorio de invitados. Era increíble estar allí de nuevo, en una casa que le resultaba tan familiar. Ese sitio había sido su hogar y sintió un gran dolor en el pecho al verse allí de nuevo. Hasta el olor de ese piso le resultaba familiar.
Cerca de ese dormitorio de invitados estaba el que Niall y ella habían compartido, donde habían hecho el amor infinidad de veces y donde había sido concebido el bebé que crecía en sus entrañas. Pero también había sido allí donde su vida había cambiado para siempre.
Era una situación muy complicada, pero ya había aceptado que no tenía otra opción. Se duchó rápidamente, se vistió y fue al salón. Niall estaba allí, escribiendo algo en su ordenador portátil. Levantó la vista al oírla.
–El desayuno está listo. He estado esperando a que te levantaras para comer.
Fue a la cocina, donde alguien había preparado una mesa para dos. Niall comenzó a servir huevos, jamón y tostadas en los dos platos.
Se sentó a la mesa y se dio cuenta de que hacía muchas semanas que no se sentía tan bien. No había sido consciente de lo agotada que estaba hasta que el médico le había obligado a descansar.
–¿Cómo te encuentras? –le preguntó Niall.
–Bien –murmuró ella mientras masticaba.
Había recuperado el apetito y se concentró en la deliciosa comida que tenía frente a ella.
Todo aquello era muy extraño. Se comportaban con exquisita educación, como si la situación fuera normal. Pero no lo era. Habría preferido volver a su habitación y esconderse bajo la colcha, era mucho más llevadero que tener que compartir ese desayuno para dos que Niall le había preparado.
–Durante algún tiempo, voy a estar trabajando desde casa –le dijo él.
–¿Por qué?
–¿No es obvio? –le preguntó Niall.
–Esto no va a funcionar. No puedo quedarme en casa y que tú estés vigilándome todo el tiempo. Preferiría que fueras al trabajo e hicieras tu vida normal.
Sin decir nada más, Niall se levantó y salió de la cocina.
Le molestaba que actuara como si él fuera la víctima, como si ella fuera una mujerzuela horrible y desagradecida.
Se dio cuenta de que nunca iba a poder superar lo que Niall le había hecho. Y él se comportaba como si estuviera esperando que ella le pidiera perdón, cuando era Kelly la víctima inocente.
Terminó de desayunar y salió de la cocina. Fue al salón y se detuvo frente a los grandes ventanales. Desde allí se veía todo Manhattan.
–No deberías estar de pie –le dijo Niall tras ella.
Suspiró y se giró para mirarlo, pero se quedó sin aliento al ver que sólo llevaba puesta una toalla. Se dio la vuelta de nuevo, pero ya era demasiado tarde, tenía esa imagen grabada en la retina. Aunque no le habría hecho falta verlo para recordar a la perfección su anatomía. Tenía un torso ancho y musculoso. Siempre le habían gustado especialmente sus abdominales.
–Siento haberte avergonzado –susurró Niall–. Después de lo que ha habido entre nosotros, no pensé que fuera un problema.
Le entraron ganas de echarse a reír. Él no la había avergonzado, pero no podía dejar de pensar en lo que había bajo esa toalla y eso era lo que menos gracia le hacía, que su mente la estuviera traicionando.
Respiró profundamente y se giró para mirarlo con frialdad.
–Si piensas que podemos continuar donde lo dejamos sólo porque fuimos amantes, estás muy equivocado.
–Dios mío, Kelly. ¿Piensas acaso que intentaría forzarte a tener relaciones sexuales conmigo cuando estás embarazada y el médico te ha mandado hacer reposo?
–Creo que no quieres que te conteste –replicó ella.
Vio que había conseguido ofenderlo. Niall la miró furioso.
–Además, ¿qué te hace pensar que querría estar contigo después de que te acostaras con mi hermano?
Apretó los puños y respiró profundamente para no dejarse llevar por la ira.
–Bueno, como a tu hermano no le importó, pensé que era algo que os gustaba hacer en vuestra familia.
Niall la fulminó con sus ojos azules. Después, se dio media vuelta y salió del salón.
Cuando se quedó sola, suspiró y se dejó caer en el sillón que tenía más cerca. No sabía por qué había sentido la necesidad de añadir más leña al fuego. Ya no le interesaba defenderse. Niall no la había creído cuando se lo pidió ella, cuando de verdad importaba.
Era muy doloroso estar de vuelta en Nueva York. En ese lugar había demasiados recuerdos del tiempo que habían pasado juntos.
Nerviosa y algo desesperada, fue a la cocina. Abrió todos los armarios y el frigorífico para ver si Niall tenía todo lo necesario para preparar uno de sus platos favoritos. Cuando vio que era así, lo colocó todo en la encimera. Era un alivio tener algo que hacer.
Recordó entonces que siempre le había encantado cocinar para Niall.
–¿Qué demonios crees que estas haciendo? –le preguntó Niall entrando de repente en la cocina.
Le quitó la sartén que sostenía en las manos y la llevó hasta salón. –Siéntate –le ordenó cuando llegaron al sofá. Después, colocó un cojín en la mesa de centro para que pusiera allí los pies.
–A lo mejor no entendiste bien las órdenes del médico. Tienes que descansar, no puedes estar de pie –le dijo Niall pronunciando lentamente cada sílaba.
Le pareció que estaba mucho más calmado de lo que lo había estado unos minutos antes. Ella también estaba más tranquila. Decidió que había llegado el momento de aclarar algunas cosas.
–Tenemos que hablar –le dijo ella.
Niall la miró con suspicacia, pero se sentó frente a ella.
–¿De qué quieres hablar?
–Quiero saber por qué fuiste a Houston y cómo conseguiste encontrarme.
Él se quedó en silencio.
–Contraté a un detective –le confesó después.
Lo miró boquiabierta.
–¿Por qué querías encontrarme? ¿Para poder insultarme otra vez? ¿Para poner mi vida patas arriba? No lo entiendo. Sé lo que piensas de mí. Lo dejaste muy claro cuando me echaste de tu vida. ¿Por qué ibas a querer encontrarme y volver a desenterrar el pasado?
–¡Por el amor de Dios, Kelly! –exclamó Niall–. Desapareciste sin despedirte de nadie y no cobraste el cheque. Pensé que te había pasado algo. O incluso que habías muerto.
–Supongo que fue una desilusión para ti descubrir que seguía viva.
–No vuelvas esto contra mí –gruñó Niall–. Fuiste tú la que echaste a perder nuestra relación, la que decidiste que yo no era suficiente para ti. Decidí buscarte porque, a pesar de lo que hiciste y de que quería olvidarte, no podía soportar la idea de imaginarte perdida y sola en alguna parte...
Niall se quedó callado y apartó la vista. Unos segundos después, volvió a mirarla.
–Ya he contestado dos preguntas, ahora quiero que me contestes tú.
ᴍᴀʀ.
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
¡HOLAA! :D
Les dejo otro cap, espero que les guste!
¡Coementen! ;)
:bye:
Tengo una nueva novela: Shocking Heaven ¿Pasarían?
Les dejo otro cap, espero que les guste!
¡Coementen! ;)
:bye:
Tengo una nueva novela: Shocking Heaven ¿Pasarían?
ᴍᴀʀ.
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
Owwwwwwwwwwwww *muero* Jajajajaja, me encanta la novelaaaa!! Esta buenísima :3 La amooooo <3 Jajajajja, no puedo creer lo que paso con Kelly, y que el no le crea, la sigue amando Bitches! xDD Jajajajaja sube prontoooo quiero saber que va a preguntar el menso de Nialler :3 un beso <3
kissesOfSugar
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
Me encanta que te encante linda!kissesOfSugar escribió: Owwwwwwwwwwwww *muero* Jajajajaja, me encanta la novelaaaa!! Esta buenísima :3 La amooooo <3 Jajajajja, no puedo creer lo que paso con Kelly, y que el no le crea, la sigue amando Bitches! xDD Jajajajaja sube prontoooo quiero saber que va a preguntar el menso de Nialler :3 un beso <3
Estuvo muy mal Niall al no creerle y al no creerle ahora, pero si, se nota que aun la ama. ;)
Ya la sigo. :D
Besos.
:bye:
ᴍᴀʀ.
Pasiones y Traición {Niall Horan} -Capítulo 8-
Capítulo 8
Kelly y Niall levantaron la cabeza al oír el timbre de la puerta. Poco después, entró en el salón su hermano, Jarrod.
–Hola, Niall. El portero me dijo que estabas de vuelta y... –dijo Jarrod–. Hola, Kelly –añadió con expresión de sorpresa al verla allí.
Niall miró entonces a Kelly y vio que se había quedado helada. No quería que pensara que él había planeado esa situación. Creía que los tres necesitaban aclarar algunas cosas, pero sabía que no era el momento más adecuado. Se levantó del sillón y fue al encuentro de su hermano.
Había tardado meses en superar su enfado y volver a tener una relación normal con su hermano. Siempre se habían llevado bien y Jarrod tenía una llave de su piso. Entraba y salía a su antojo.
Pero las cosas habían cambiado después de que Jarrod se acostara con su prometida. Las dos personas más importantes de su vida lo habían traicionado. Cuando por fin consiguió perdonar a su hermano, decidió que quizás había llegado el momento de encontrar a Kelly y, aunque no podía perdonarla, tratar al menos de entender por qué lo había hecho.
Aunque lo había perdonado, su relación había cambiado. Pensó que quizás había llegado el momento de que hablaran los tres, creía que así podría por fin superar lo que había pasado, pero prefería esperar a que Kelly se recuperara un poco.
–No es un buen momento, Jarrod –le dijo Niall.
–Eso ya lo veo –repuso su hermano mirando con nerviosismo a Kelly.
Se giró entonces y vio que ella estaba temblando, parecía muy pálida y apretaba con fuerza los puños.
–¿Qué querías? –le preguntó a su hermano al ver que no se marchaba.
–Nada importante. Solo quería saludarte y decirte que mamá quiere que cenemos allí el sábado. Últimamente te he visto muy poco, has estado ocupado con lo del complejo hotelero y esperaba poder pasar algo de tiempo contigo.
Suspiró al oírlo. Siempre habían sido grandes amigos, pero Kelly lo había cambiado todo. No le gustaba nada que una mujer se hubiera interpuesto entre los dos. Después de todo, Jarrod era más que un hermano. Después de que muriera su padre, Niall lo había criado casi como si fuera su hijo.
–De acuerdo, ya llamaré más tarde a mamá y podremos charlar tú y yo. Pero ahora no es el mejor momento.
–Lo entiendo. Hasta luego –le dijo Jarrod.
Lo acompañó a la puerta.
–¿Es que vas a volver con ella después de lo que pasó? –le susurró su hermano antes de salir.
Frunció el ceño sorprendido.
–¿Por qué hablas de eso? ¿Acaso no te preocupa que pueda ser tuyo el bebé que está esperando?
Jarrod hizo una mueca al oírlo y palideció.
–¿Es eso lo que te ha dicho ella?
–No, no me lo ha dicho ella. Pero es posible que lo sea.
–No, no puede serlo –insistió su hermano–. Sé que es un tema delicado, pero usé protección. Lo siento, pero el bebé no es mío.
Jarrod salió del piso y fue hasta el ascensor. Niall cerró la puerta y suspiró. Odiaba estar en esa situación. Estaba enfadado con Kelly, con su hermano y con él mismo. Estaba casi seguro de que el bebé era suyo.
Cuando volvió al salón, le sorprendió la expresión en el rostro de Kelly. Parecía muy alterada y nerviosa.
–Si vuelve al piso, me voy de aquí. No pienso estar en la misma habitación con él –le dijo ella mientras lo miraba directamente a los ojos.
–Sabes de sobra que viene mucho por aquí.
Kelly apretó aún más los puños.
–No pienso quedarme aquí.
No entendía por qué estaba tan enfadada con su hermano. Creía que era Jarrod el que debía sentirse ofendido. Después de todo, ella lo había acusado de tratar de violarla. Le parecía que nada tenía sentido y estaba cansado de tratar de entender lo que pasaba.
–Jarrod acaba de decirme que usó protección contigo –le dijo él entonces.
Le pareció que sus palabras le causaban mucho dolor, no era la reacción que había esperado de ella.
–Y le has creído, por supuesto –repuso Kelly.
Parecía estar a punto de echarse a llorar.
–¿Qué es lo que quieres decir? ¿Que no lo hizo? ¿Sigues manteniendo que el bebé no es mío? –le preguntó el.
Hasta ese momento, no había sabido hasta qué punto deseaba ser el padre de ese niño. La miró a los ojos para pedirle sin palabras que le dijera lo que ansiaba oír, que era el padre. Pero su rostro no expresaba nada.
–Yo no mantengo nada.
Cada vez se sentía más frustrado. Kelly se había encerrado en sí misma y no iba a conseguir sacarle nada.
Le entraron ganas de atravesar la pared con el puño.
–Voy a salir un rato –le dijo entonces–. Traeré algo para comer.
Mientras bajaba en el ascensor al garaje, le sonó el teléfono móvil. Lo sacó de mala gana.
–¿Qué? –contestó enfadado.
–¿Niall? –repuso su madre algo confusa.
Niall se metió en el coche y cerró los ojos.
–¿Qué es lo que te pasa?
–Nada, mamá. Es que tengo mucho trabajo hoy. ¿Qué querías?
–No sé si te lo dicho tu hermano, pero me gustaría que vinieras a cenar mañana por la noche.
Respiró profundamente antes de contarle a su madre lo que acababa de descubrir. No iba a ser fácil, pero se dio cuenta de que no podía ocultarlo.
–Mamá, tengo que decirte que Kelly está aquí conmigo y que está embarazada.
Su madre se quedó unos segundos en silencio.
–Entiendo... Bueno, supongo que entonces será mejor que no invite a Roberta a la cena.
Hizo una mueca al oír el tono con el que le hablaba su madre. Roberta Maxwell era la joven con la que su madre llevaba algún tiempo tratando de emparejarlo.
Nunca le había gustado Kelly ni la idea de que se casara con ella. Aun así, siempre había tratado con educación a su prometida, él no habría permitido que lo hiciera de otro modo.
Después de lo que le pasó con Kelly, no le habría extrañado que su madre aprovechara la ocasión para recordarle que a ella no le había gustado desde el principio. Pero su progenitora se había mostrado siempre muy compasiva.
–Creo que será mejor dejar la cena para otra ocasión. No es buen momento para Kelly ni para mí.
Se despidió de su madre y colgó.
Encendió el motor y salió del garaje. Condujo durante algunos minutos sin un destino en mente. Pero no tardó en llegar a su edificio de oficinas, era como si su coche se supiera el camino.
Aparcó y subió a las oficinas de la empresa. Jansen lo miró sorprendido y no le extrañó nada que lo hiciera. Acababa de decirle que iba a estar unos días sin aparecer por allí. Fue directamente a su despacho. Se sentó en su sillón y le dio la vuelta para contemplar las vistas desde la ventana.
El cielo se había nublado esa mañana. Era un día gris y frío. Después de pasar varios días en Texas, con un clima cálido incluso en invierno, le estaba costando adaptarse al frío de Nueva York.
Sonó el teléfono y estuvo punto de no contestar.
Vio que se trataba de Zayn. Su amigo iba a preguntarle por qué se había ido tan deprisa de isla Moon.
No le apetecía darle explicaciones de ningún tipo, pero se dio cuenta de que no tenía ningún sentido alargar más lo inevitable.
–¿Ya estáis de vuelta Louis y tú? –le preguntó cuando contestó.
–¡Por fin te localizo! Llevo mucho tiempo llamándote. ¿Dónde te habías metido? –quiso saber su amigo.
–Me llamó el detective y me dijo que había encontrado a Kelly.
Zayn se quedó callado. Después, oyó que murmuraba, imaginó que se lo estaría contando a Louis.
–¿Y?
–La encontró en Houston. Me fui de la isla para ir personalmente a ver si era ella –le explicó–. Y, en efecto, era Kelly y ha vuelto a Nueva York conmigo.
–¿Cómo? –preguntó Zayn estupefacto–. ¿Por qué has hecho algo así?
–Está embarazada, Zayn.
–No lo puedo creer. ¿Qué es lo que está pasando? Últimamente, aparecen mujeres embarazadas por todas partes. Te voy a hacer la misma pregunta que le hice a Harry cuando Rachel reapareció de repente en su vida. ¿Cómo sabes si es tuyo el niño?
–No he dicho en ningún momento que sea mío –repuso Niall–. Lo único que he comentado es que está embarazada.
–Claro. ¿Y pretendes que me crea que te has llevado a tu ex-novia de vuelta a Nueva York embarazada de otro hombre?
–No me hables así. El caso es que podría ser mi hijo. O quizás sea el de mi hermano. ¿Entiendes ahora mi problema?
–Pues sí, es un problema muy grande que me alegra no tener. ¿Qué te ha contado ella?
–Ese es otro de los problemas, está enfadada conmigo, furiosa. Me trata como si ella fuera la víctima. No lo entiendo. No me ha querido decir de quién es el bebé.
–Bueno, a lo mejor no lo sabe –le comentó Zayn–. Si se acostó contigo, con tu hermano y quizás con alguien más, es normal que no sepa quién es el padre.
No le gustó oírlo, pero se dio cuenta de que podía estar en lo cierto.
–Ese comentario está fuera de lugar, Kelly no es ninguna mujerzuela.
–No he dicho que lo fuera.
–Pero lo has insinuado.
–Sé que estás muy molesto, Niall, pero no te enfades conmigo. Eres mi amigo y me preocupa que estés perdiendo la cabeza. Creo que no deberías haber tratado de encontrarla. Ahora ya no tiene remedio, pero deberías hacerte cuanto antes las pruebas de paternidad.
–Preferiría no llegar tan lejos –susurró Niall–. Lo único que quiero saber es por qué se torcieron tanto las cosas –agregó mientras sacudía la cabeza.
Sabía que esa conversación no iba a llevarle a ninguna parte. Zayn era un tipo duro que no perdonaba fácilmente.
–Siento mucho que te veas en esta situación, Niall –le dijo entonces su amigo–. Lo que necesitas es salir, tomarte un par de copas y tener una breve aventura. Deberías abandonar esa especie de celibato que te has impuesto tú mismo desde que rompiste con Kelly.
Niall se echó a reír al oír la sugerencia de su amigo.
–Espera un momento, Louis quiere hablar contigo –le comentó Zayn.
Unos segundos después, estaba hablando con él.
–No voy a repetir lo que ya te ha dicho Zayn, pero estoy de acuerdo con él –le dijo Louis–. Sólo quería comentarte que voy a estar unos cuantos días incomunicado.
–¿Acaso te escapas para casarte con Ashley? –le preguntó Niall sonriendo.
–No y no me gustan esas bromas –repuso Louis–. Ha surgido un problema con la construcción del hotel y he decidido ir personalmente a solucionarlo. Ya hemos sufrido demasiados retrasos y creo que esto será lo más rápido.
–¿Cuándo te vas?
–Pasado mañana. Me iría antes, pero no puedo. Y Zayn va a estar fuera del país a partir de mañana. Tampoco puedo pedirle ayuda a Harry, después de todo, está de luna de miel.
–Ahora lo entiendo –murmuró Niall–. En realidad, me llamabais para ver si puedo hacerlo yo.
–Sí, pero después de oír lo que ha pasado, tendré que ir yo mismo –le dijo Louis.
Niall se quedó un momento pensativo y tomó rápidamente una decisión.
–No, iré yo.
–¿En serio? Pero, ¿no acabas decirnos que Kelly está en tu casa?
–Sí, pero puede venir conmigo. Creo que será perfecto. Así podemos estar lejos de todo. Tendremos tiempo para hablar y tratar de solucionar las cosas.
Su amigo se quedó en silencio.
–¿De verdad quieres volver con ella? ¿Después de lo que te hizo? –le preguntó Louis.
–Aún no lo sé. Necesito tener algunas respuestas antes de tomar una decisión tan importante. Pero, si el bebé es mío, no voy a permitir que se vuelva a marchar.
–Muy bien, entonces te enviaré un correo electrónico detallándote todos los temas que debes supervisar en la isla. Mantenme informado de cómo va todo y recuerda que puedo ir yo mismo si surge cualquier problema.
–Así lo haré –le aseguró Niall–. Por cierto, sé que pensáis que estoy loco, pero me alegra poder contar con vuestro apoyo.
–Sí, creo que estás loco –repuso Louis–. Pero es tu vida y tu felicidad, amigo. Se despidió de ellos y se quedó mirando el teléfono móvil después de colgar.
Llamó después a Jansen. Le dio una larga lista de instrucciones. Entre otras cosas, había que encontrar un obstetra para Kelly. iba a necesitar que un médico le diera permiso para viajar. Si todo estaba bien, le apetecía poder pasar algunos días a solas con ella para poder hablar de lo que había pasado y tratar de solucionar las cosas.
Después, hizo otra lista con las cosas que tenía que comprar. Kelly iba a necesitar todo tipo de ropa.
–Hola, Niall. El portero me dijo que estabas de vuelta y... –dijo Jarrod–. Hola, Kelly –añadió con expresión de sorpresa al verla allí.
Niall miró entonces a Kelly y vio que se había quedado helada. No quería que pensara que él había planeado esa situación. Creía que los tres necesitaban aclarar algunas cosas, pero sabía que no era el momento más adecuado. Se levantó del sillón y fue al encuentro de su hermano.
Había tardado meses en superar su enfado y volver a tener una relación normal con su hermano. Siempre se habían llevado bien y Jarrod tenía una llave de su piso. Entraba y salía a su antojo.
Pero las cosas habían cambiado después de que Jarrod se acostara con su prometida. Las dos personas más importantes de su vida lo habían traicionado. Cuando por fin consiguió perdonar a su hermano, decidió que quizás había llegado el momento de encontrar a Kelly y, aunque no podía perdonarla, tratar al menos de entender por qué lo había hecho.
Aunque lo había perdonado, su relación había cambiado. Pensó que quizás había llegado el momento de que hablaran los tres, creía que así podría por fin superar lo que había pasado, pero prefería esperar a que Kelly se recuperara un poco.
–No es un buen momento, Jarrod –le dijo Niall.
–Eso ya lo veo –repuso su hermano mirando con nerviosismo a Kelly.
Se giró entonces y vio que ella estaba temblando, parecía muy pálida y apretaba con fuerza los puños.
–¿Qué querías? –le preguntó a su hermano al ver que no se marchaba.
–Nada importante. Solo quería saludarte y decirte que mamá quiere que cenemos allí el sábado. Últimamente te he visto muy poco, has estado ocupado con lo del complejo hotelero y esperaba poder pasar algo de tiempo contigo.
Suspiró al oírlo. Siempre habían sido grandes amigos, pero Kelly lo había cambiado todo. No le gustaba nada que una mujer se hubiera interpuesto entre los dos. Después de todo, Jarrod era más que un hermano. Después de que muriera su padre, Niall lo había criado casi como si fuera su hijo.
–De acuerdo, ya llamaré más tarde a mamá y podremos charlar tú y yo. Pero ahora no es el mejor momento.
–Lo entiendo. Hasta luego –le dijo Jarrod.
Lo acompañó a la puerta.
–¿Es que vas a volver con ella después de lo que pasó? –le susurró su hermano antes de salir.
Frunció el ceño sorprendido.
–¿Por qué hablas de eso? ¿Acaso no te preocupa que pueda ser tuyo el bebé que está esperando?
Jarrod hizo una mueca al oírlo y palideció.
–¿Es eso lo que te ha dicho ella?
–No, no me lo ha dicho ella. Pero es posible que lo sea.
–No, no puede serlo –insistió su hermano–. Sé que es un tema delicado, pero usé protección. Lo siento, pero el bebé no es mío.
Jarrod salió del piso y fue hasta el ascensor. Niall cerró la puerta y suspiró. Odiaba estar en esa situación. Estaba enfadado con Kelly, con su hermano y con él mismo. Estaba casi seguro de que el bebé era suyo.
Cuando volvió al salón, le sorprendió la expresión en el rostro de Kelly. Parecía muy alterada y nerviosa.
–Si vuelve al piso, me voy de aquí. No pienso estar en la misma habitación con él –le dijo ella mientras lo miraba directamente a los ojos.
–Sabes de sobra que viene mucho por aquí.
Kelly apretó aún más los puños.
–No pienso quedarme aquí.
No entendía por qué estaba tan enfadada con su hermano. Creía que era Jarrod el que debía sentirse ofendido. Después de todo, ella lo había acusado de tratar de violarla. Le parecía que nada tenía sentido y estaba cansado de tratar de entender lo que pasaba.
–Jarrod acaba de decirme que usó protección contigo –le dijo él entonces.
Le pareció que sus palabras le causaban mucho dolor, no era la reacción que había esperado de ella.
–Y le has creído, por supuesto –repuso Kelly.
Parecía estar a punto de echarse a llorar.
–¿Qué es lo que quieres decir? ¿Que no lo hizo? ¿Sigues manteniendo que el bebé no es mío? –le preguntó el.
Hasta ese momento, no había sabido hasta qué punto deseaba ser el padre de ese niño. La miró a los ojos para pedirle sin palabras que le dijera lo que ansiaba oír, que era el padre. Pero su rostro no expresaba nada.
–Yo no mantengo nada.
Cada vez se sentía más frustrado. Kelly se había encerrado en sí misma y no iba a conseguir sacarle nada.
Le entraron ganas de atravesar la pared con el puño.
–Voy a salir un rato –le dijo entonces–. Traeré algo para comer.
Mientras bajaba en el ascensor al garaje, le sonó el teléfono móvil. Lo sacó de mala gana.
–¿Qué? –contestó enfadado.
–¿Niall? –repuso su madre algo confusa.
Niall se metió en el coche y cerró los ojos.
–¿Qué es lo que te pasa?
–Nada, mamá. Es que tengo mucho trabajo hoy. ¿Qué querías?
–No sé si te lo dicho tu hermano, pero me gustaría que vinieras a cenar mañana por la noche.
Respiró profundamente antes de contarle a su madre lo que acababa de descubrir. No iba a ser fácil, pero se dio cuenta de que no podía ocultarlo.
–Mamá, tengo que decirte que Kelly está aquí conmigo y que está embarazada.
Su madre se quedó unos segundos en silencio.
–Entiendo... Bueno, supongo que entonces será mejor que no invite a Roberta a la cena.
Hizo una mueca al oír el tono con el que le hablaba su madre. Roberta Maxwell era la joven con la que su madre llevaba algún tiempo tratando de emparejarlo.
Nunca le había gustado Kelly ni la idea de que se casara con ella. Aun así, siempre había tratado con educación a su prometida, él no habría permitido que lo hiciera de otro modo.
Después de lo que le pasó con Kelly, no le habría extrañado que su madre aprovechara la ocasión para recordarle que a ella no le había gustado desde el principio. Pero su progenitora se había mostrado siempre muy compasiva.
–Creo que será mejor dejar la cena para otra ocasión. No es buen momento para Kelly ni para mí.
Se despidió de su madre y colgó.
Encendió el motor y salió del garaje. Condujo durante algunos minutos sin un destino en mente. Pero no tardó en llegar a su edificio de oficinas, era como si su coche se supiera el camino.
Aparcó y subió a las oficinas de la empresa. Jansen lo miró sorprendido y no le extrañó nada que lo hiciera. Acababa de decirle que iba a estar unos días sin aparecer por allí. Fue directamente a su despacho. Se sentó en su sillón y le dio la vuelta para contemplar las vistas desde la ventana.
El cielo se había nublado esa mañana. Era un día gris y frío. Después de pasar varios días en Texas, con un clima cálido incluso en invierno, le estaba costando adaptarse al frío de Nueva York.
Sonó el teléfono y estuvo punto de no contestar.
Vio que se trataba de Zayn. Su amigo iba a preguntarle por qué se había ido tan deprisa de isla Moon.
No le apetecía darle explicaciones de ningún tipo, pero se dio cuenta de que no tenía ningún sentido alargar más lo inevitable.
–¿Ya estáis de vuelta Louis y tú? –le preguntó cuando contestó.
–¡Por fin te localizo! Llevo mucho tiempo llamándote. ¿Dónde te habías metido? –quiso saber su amigo.
–Me llamó el detective y me dijo que había encontrado a Kelly.
Zayn se quedó callado. Después, oyó que murmuraba, imaginó que se lo estaría contando a Louis.
–¿Y?
–La encontró en Houston. Me fui de la isla para ir personalmente a ver si era ella –le explicó–. Y, en efecto, era Kelly y ha vuelto a Nueva York conmigo.
–¿Cómo? –preguntó Zayn estupefacto–. ¿Por qué has hecho algo así?
–Está embarazada, Zayn.
–No lo puedo creer. ¿Qué es lo que está pasando? Últimamente, aparecen mujeres embarazadas por todas partes. Te voy a hacer la misma pregunta que le hice a Harry cuando Rachel reapareció de repente en su vida. ¿Cómo sabes si es tuyo el niño?
–No he dicho en ningún momento que sea mío –repuso Niall–. Lo único que he comentado es que está embarazada.
–Claro. ¿Y pretendes que me crea que te has llevado a tu ex-novia de vuelta a Nueva York embarazada de otro hombre?
–No me hables así. El caso es que podría ser mi hijo. O quizás sea el de mi hermano. ¿Entiendes ahora mi problema?
–Pues sí, es un problema muy grande que me alegra no tener. ¿Qué te ha contado ella?
–Ese es otro de los problemas, está enfadada conmigo, furiosa. Me trata como si ella fuera la víctima. No lo entiendo. No me ha querido decir de quién es el bebé.
–Bueno, a lo mejor no lo sabe –le comentó Zayn–. Si se acostó contigo, con tu hermano y quizás con alguien más, es normal que no sepa quién es el padre.
No le gustó oírlo, pero se dio cuenta de que podía estar en lo cierto.
–Ese comentario está fuera de lugar, Kelly no es ninguna mujerzuela.
–No he dicho que lo fuera.
–Pero lo has insinuado.
–Sé que estás muy molesto, Niall, pero no te enfades conmigo. Eres mi amigo y me preocupa que estés perdiendo la cabeza. Creo que no deberías haber tratado de encontrarla. Ahora ya no tiene remedio, pero deberías hacerte cuanto antes las pruebas de paternidad.
–Preferiría no llegar tan lejos –susurró Niall–. Lo único que quiero saber es por qué se torcieron tanto las cosas –agregó mientras sacudía la cabeza.
Sabía que esa conversación no iba a llevarle a ninguna parte. Zayn era un tipo duro que no perdonaba fácilmente.
–Siento mucho que te veas en esta situación, Niall –le dijo entonces su amigo–. Lo que necesitas es salir, tomarte un par de copas y tener una breve aventura. Deberías abandonar esa especie de celibato que te has impuesto tú mismo desde que rompiste con Kelly.
Niall se echó a reír al oír la sugerencia de su amigo.
–Espera un momento, Louis quiere hablar contigo –le comentó Zayn.
Unos segundos después, estaba hablando con él.
–No voy a repetir lo que ya te ha dicho Zayn, pero estoy de acuerdo con él –le dijo Louis–. Sólo quería comentarte que voy a estar unos cuantos días incomunicado.
–¿Acaso te escapas para casarte con Ashley? –le preguntó Niall sonriendo.
–No y no me gustan esas bromas –repuso Louis–. Ha surgido un problema con la construcción del hotel y he decidido ir personalmente a solucionarlo. Ya hemos sufrido demasiados retrasos y creo que esto será lo más rápido.
–¿Cuándo te vas?
–Pasado mañana. Me iría antes, pero no puedo. Y Zayn va a estar fuera del país a partir de mañana. Tampoco puedo pedirle ayuda a Harry, después de todo, está de luna de miel.
–Ahora lo entiendo –murmuró Niall–. En realidad, me llamabais para ver si puedo hacerlo yo.
–Sí, pero después de oír lo que ha pasado, tendré que ir yo mismo –le dijo Louis.
Niall se quedó un momento pensativo y tomó rápidamente una decisión.
–No, iré yo.
–¿En serio? Pero, ¿no acabas decirnos que Kelly está en tu casa?
–Sí, pero puede venir conmigo. Creo que será perfecto. Así podemos estar lejos de todo. Tendremos tiempo para hablar y tratar de solucionar las cosas.
Su amigo se quedó en silencio.
–¿De verdad quieres volver con ella? ¿Después de lo que te hizo? –le preguntó Louis.
–Aún no lo sé. Necesito tener algunas respuestas antes de tomar una decisión tan importante. Pero, si el bebé es mío, no voy a permitir que se vuelva a marchar.
–Muy bien, entonces te enviaré un correo electrónico detallándote todos los temas que debes supervisar en la isla. Mantenme informado de cómo va todo y recuerda que puedo ir yo mismo si surge cualquier problema.
–Así lo haré –le aseguró Niall–. Por cierto, sé que pensáis que estoy loco, pero me alegra poder contar con vuestro apoyo.
–Sí, creo que estás loco –repuso Louis–. Pero es tu vida y tu felicidad, amigo. Se despidió de ellos y se quedó mirando el teléfono móvil después de colgar.
Llamó después a Jansen. Le dio una larga lista de instrucciones. Entre otras cosas, había que encontrar un obstetra para Kelly. iba a necesitar que un médico le diera permiso para viajar. Si todo estaba bien, le apetecía poder pasar algunos días a solas con ella para poder hablar de lo que había pasado y tratar de solucionar las cosas.
Después, hizo otra lista con las cosas que tenía que comprar. Kelly iba a necesitar todo tipo de ropa.
ᴍᴀʀ.
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
ese maldito hermano la intento violar??? que desgrasiado!!!!!
y la mamá sabe todo, seguro que ella lo planeo todo!!!!!
Zayn siempre de buen humor con lo relacionado al amor jajjaja!!!!!!!!
continua pliiiiiiiiiiiiiss!!!!!!!!!!!!!!!
:bye: :bye: :bye:
y la mamá sabe todo, seguro que ella lo planeo todo!!!!!
Zayn siempre de buen humor con lo relacionado al amor jajjaja!!!!!!!!
continua pliiiiiiiiiiiiiss!!!!!!!!!!!!!!!
:bye: :bye: :bye:
Isabela85
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
omg!! niall la va a llevar de vacaciones y se preocupa por ella **o** son tan lindos, aunque Kelly sea testaruda el la sigue apoyando
Como quisiera que eso me pasara a mi pero bueeeeeeeeeeeee asi no es la vida *aun*
Siguela pronto, byeee
Pau:)
omg!! niall la va a llevar de vacaciones y se preocupa por ella **o** son tan lindos, aunque Kelly sea testaruda el la sigue apoyando
Como quisiera que eso me pasara a mi pero bueeeeeeeeeeeee asi no es la vida *aun*
Siguela pronto, byeee
Pau:)
yolo_love
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
Eso parece. Si, estoy de acuerdo. Un completo desgraciado. :evil:Isabela85 escribió:ese maldito hermano la intento violar??? que desgrasiado!!!!!
y la mamá sabe todo, seguro que ella lo planeo todo!!!!!
Zayn siempre de buen humor con lo relacionado al amor jajjaja!!!!!!!!
continua pliiiiiiiiiiiiiss!!!!!!!!!!!!!!!
:bye: :bye: :bye:
No puedo decir, pero pronto sabremos más de eso.
jajaj! Cierto. Pero ya le llegará su hora... ;)
Ya la sigo. :D
:bye:
ᴍᴀʀ.
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
Si, Niall es un amor, y aunque no quiera admitirlo, sabemos que aún la quiere. ;) Sip, aunque hay que entenderla también a ella, él no le creyó y la abandonó cuando ella más lo necesito, tiene un poco de razón al ser así con él. :/yolo_love escribió:SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
omg!! niall la va a llevar de vacaciones y se preocupa por ella **o** son tan lindos, aunque Kelly sea testaruda el la sigue apoyando
Como quisiera que eso me pasara a mi pero bueeeeeeeeeeeee asi no es la vida *aun*
Siguela pronto, byeee
Pau:)
Yo también quisiera algo igual. :)
Ya la sigo. :D
:bye:
ᴍᴀʀ.
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
Capítulo 9
Sentada en la cama, Kelly reflexionó sobre su situación y se dio cuenta de que no podía seguir allí. Había sido lo bastante tonta como para creer que podía vivir en un lugar donde podía cruzarse con Jarrod en cualquier momento.
Le había sacado de quicio tener que verlo esa mañana en el salón de Niall. Se había sentido paralizada al instante y había tenido que soportar su gesto de fingida inocencia.
No le gustaba sentirse tan vulnerable, no lo soportaba. Le habría encantado poder darle un buen puñetazo y contarle a Niall qué tipo de persona era su querido hermano.
Odiaba a Jarrod por lo que le había hecho y a Niall por no ayudarla cuando más lo había necesitado.
Había tomado la decisión y no pensaba cambiar de idea. No iba a quedarse allí.
Pensó en las alternativas que tenía. No podía irse sin saber adónde. Debía planearlo bien. Tenía que encontrar un lugar seguro para ella y para el bebé.
–Quieres irte, ¿verdad?
Se sobresaltó al oír la voz de Niall. Le hablaba desde la puerta. Sin saber por qué, se sintió culpable y no le gustó nada sentirse así.
–No tengo motivos para quedarme.
–Ven conmigo al salón –le sugirió él mientras le tendía la mano.
Durante unos cuantos segundos, se quedó mirando la mano que le ofrecía. Sabía que no debía aceptarla, pero algo en su voz la convenció y se la dio.
Niall tiró de ella con suavidad y la llevó de la mano al salón. Se sentó en el sofá y le hizo un gesto para que ella se acomodara a su lado.
–Me he comportado como un cretino y lo siento –le dijo Niall mientras se pasaba una mano por el pelo con nerviosismo–. No deberías tener que soportar más estrés en la condición en la que estás y no he hecho si no empeorar la situación.
Ella abrió la boca para contestarle, pero Niall le colocó un dedo en los labios para impedírselo.
–Deja que termine –le pidió–. He estado toda la mañana en la oficina. Han surgido algunos problemas en un proyecto muy importante y mis socios no pueden encargarse de ellos. Tengo que ir a supervisar unas obras y quiero que vengas conmigo.
Se quedó mirándolo sin entender. No comprendía por qué Niall parecía disfrutar desenterrando el pasado cuando los dos sabían que su relación había muerto muchos meses antes y era irreparable. Además, había sido el propio Ryan el que había dado por terminada la relación y la había echado de su vida como si fuera una bolsa de basura, como si no
fuera importante para él.
–Quiero cuidar de ti, Kelly. Me gustaría que pudiéramos olvidar lo que ocurrió en el pasado y concentrarnos en el presente.
–¿Estás hablando en serio?
–Sí, muy en serio. Tenemos que solucionar muchas cosas y no podremos hacerlo si no estás dispuesta a pasar algún tiempo juntos para que podamos hablar.
En ese momento, se sintió tan vulnerable que le entraron ganas de llorar. Le habría encantado que Niall hubiera querido escucharla meses antes, no en ese momento. Le había decepcionado más que nadie porque él era su prometido, el que debía haber estado de su lado. Le parecía increíble que quisiera arreglar las cosas con ella después de tan grave traición.
Niall le acarició suavemente la mejilla y le sorprendió ver que le temblaban los dedos. Su mirada era una súplica y no supo qué decir. Una parte de ella se negaba a continuar con esa pantomima, pero le costaba decirle que no.
Sacudió la cabeza para negarse, pero Niall, que seguía con la mano en su mejilla, detuvo el movimiento mientras le acariciaba los labios con el pulgar.
–No va a haber ningún tipo de presión, promesas ni obligaciones. Estaremos los dos solos en un complejo hotelero de la playa. Es un comienzo, es todo lo que te pido. Solo lo que estés dispuesta a darme.
–Pero el bebé...
–Nunca haría nada que pudiera poner en peligro su bienestar. Tendrás que ir al médico y que él te dé el visto bueno para viajar.
Tenía que reconocer que la idea era muy tentadora. Niall le estaba pidiendo que fuera con él, no se lo ordenaba. Esa situación la devolvió al pasado durante unos segundos y recordó lo cariñoso que había sido siempre con ella.
Pero sabía que no tenía futuro, nunca podría estar con un hombre que no confiaba en su palabra, y sabía que le costaría mucho trabajo despedirse de él después de pasar una semana juntos en la playa.
Se quedaron unos segundos en silencio.
Después, decidió que lo haría. No sabía muy bien por qué, pensaba que no iban a sacar nada en claro, pero quería pasar ese tiempo con él antes de seguir adelante con su vida. Asintió con la cabeza y vio que Niall suspiraba aliviado. Creía que se le daba muy bien fingir que ella le importaba, pero no lo creía posible. De haber sido así, nunca la habría apartado de su lado y seguirían juntos, esperando con ilusión la llegada de su primer hijo.
–Iremos esta tarde al médico. Si nos dice que puedes viajar, volaremos mañana mismo. Así que deberías aprovechar esta tarde y esta noche para descansar. En cuanto lleguemos al hotel, lo más duro que tendrás que hacer cada día será caminar de la habitación a la playa y de la playa a la habitación.
–Quiero habitaciones separadas –le pidió ella.
–Ya he reservado una suite.
Frunció el ceño al oírlo, pero decidió no protestar.
–No te arrepentirás, Kelly –le dijo Niall–. Podemos hacer esto, podemos arreglar las cosas.
Cerró los ojos al oír sus palabras. Niall le hablaba con tanta intensidad que no le resultaba difícil dejarse seducir por lo que le decía. Pero sabía que no iban a poder avanzar hasta que hablaran de lo que había ocurrido en el pasado. Y ella no quería tener que recordar el peor día de su vida, cuando no encontró a nadie que la creyera.
El médico les dijo que una semana de descanso y relax era justo lo que Kelly necesitaba y recordó que debía acudir al hospital más cercano si se le hinchaban más las extremidades o tenía algún otro síntoma de preeclampsia.
Mientras hablaban con él, Kelly miró de vez en cuando a Niall. Éste escuchaba con atención cada palabra del doctor, como si fuera un preocupado esposo y padre. Y no le agradaba verlo tan interesado, todo lo contrario.
Cuando regresaron al piso de Niall, se encontraron varias bolsas en el vestíbulo. Eran de tiendas de moda femenina, incluso una de la tienda de lencería más famosa de la ciudad.
–Estupendo, parece que Jansen ha traído lo que le pedí –comentó Niall al ver las bolsas–. Todo esto es para ti, para el viaje.
Las llevó al sofá y le hizo un gesto para que se sentara y fuera mirando las cosas.
Algo confusa, fue al sofá. Encontró varios vestidos de premamá para la playa, alguno de noche, bañadores, sandalias y varios conjuntos de lencería. Niall había pensado en todo y había acertado con las tallas.
–No tenías por qué... –murmuró ella.
Sin que apenas fuera consciente de ello, habían vuelto a sus antiguos hábitos. Durante su relación, Niall le había hecho muchos regalos.
–Bueno, en realidad no lo he hecho yo, sino Jansen –le explicó Niall.
Le entraron ganas de reír al imaginarse a Jansen, el apuesto secretario de Niall, en el departamento de lencería femenina y ropa de premamá.
–¿Como está Jansen?
–Bien, como siempre.
–Gracias por todo esto –le dijo ella entonces.
–No hay de qué –repuso Niall con una sonrisa–. ¿Por qué no te acuestas un rato mientras hago las maletas? Después, podemos cenar. Como salimos mañana por la mañana, será mejor que nos acostemos pronto.
Kelly dejó la ropa en el sofá y se levantó lentamente. Sabía que estaba cometiendo un error y era mejor mantener las distancias, no quería volver a cometer los mismos errores del pasado. Aunque lo tenía muy claro, no podía evitar que su corazón anhelara los buenos momentos y lo echara de menos. Sintió de repente una tristeza inmensa y salió
del salón antes de que Niall pudiera ver sus lágrimas.
A la mañana siguiente, Niall la despertó sacudiéndole suavemente el hombro. Se duchó mientras él le preparaba el desayuno. Cuando terminaron de comer, Niall bajó al garaje el equipaje de los dos.
Estuvo muy callada durante el trayecto hasta el aeropuerto. Por un lado, le atraía pasar una semana en la playa con Niall pero temía estar a solas con él.
Había estado tan concentrada en la ira y el odio que sentía por ese hombre, que no había sido consciente de que aún estaba enamorada. No podía creer que amara a un hombre que no la correspondía, sobre todo después de que la hubiera traicionado como lo hizo. Le parecía patético que aún sintiera algo por él.
Niall había alquilado un avión privado para llevarlos directamente a la isla. El vuelo duraba sólo unas horas, pero tuvo tiempo suficiente para arrepentirse de la decisión que había tomado y lamentó no poder dar marcha atrás.
–¿Por qué no echas el respaldo hacia atrás? –le sugirió Niall mientras lo hacía por ella–. Ponte de lado y te daré un masaje en la espalda.
Estaba demasiado incómoda y nerviosa para que su ofrecimiento no la tentara. Se giró hacia la ventana y esperó.
No pudo evitar suspirar de placer cuando Niall comenzó a masajearle la espalda. Era increíble sentir sus manos aflojando poco a poco la tensión que había en sus músculos. Bostezó ruidosamente y se acomodó en el asiento.
Durante unos minutos, olvidó el pasado y el futuro. Se concentró en ese momento y en lo bien que le sentaba tener a Niall cuidando de ella con dedicación y cariño, como lo había hecho cuando estaban juntos.
Se quedó dormida con una sonrisa en la cara.
Niall la despertó cuando estaban a punto de aterrizar. Hacía mucho tiempo que no se encontraba tan relajada.
Unos minutos más tarde, Niall le rodeó los hombros mientras la ayudaba a bajar del avión. La acompañó al coche que los esperaba mientras el chofer metía el equipaje en el maletero.
El hotel donde iban a alojarse era muy lujoso y estaba en la playa. Niall le dijo que, cuando terminaran de construir el complejo hotelero en el que estaban trabajando, aquel iba a parecer poco más que un motel de carretera.
La suite que Niall había reservado era espaciosa y cómoda. Se sentó en el sofá nada más entrar y se quedó con la vista perdida mientras contemplaba la playa privada que tenían a su disposición. Él se arrodilló a su lado y le quitó los zapatos. Vio que le observaba los pies para ver si estaban más hinchados.
Después, comenzó a masajearlos. No pudo evitar gemir al sentir sus manos.
–¿Te gusta?
–Muchísimo –confesó ella.
Niall siguió dándole el masaje mientras la observaba de vez en cuando. En un momento dado, ella se llevó las manos al vientre y sonrió.
–¿Se está moviendo? –le preguntó Niall.
Asintió con la cabeza.
–¿Puedo tocarlo?
Tomó la mano de Niall y la colocó donde había tenido la suya unos segundos antes. Sonrió al ver la expresión de sorpresa en su rostro cuando el bebé le dio una patada.
–¡Es increíble! ¿Te duele?
–No –repuso ella riendo–. No siempre es agradable, pero no duele.
Niall siguió con la mano en el mismo sitio durante unos segundos más. Vio que estaba muy serio. Poco después, se levantó.
–¿Quieres cenar en la terraza o preferirías ir al restaurante?
–Aquí, por favor –le dijo ella–. Me gustan mucho las vistas que tenemos y estaremos más a gusto en la habitación.
Niall asintió y fue hasta donde estaba el teléfono para pedir la cena.
Media hora más tarde, un camarero les llevó la comida en un carro y preparó la mesa en la terraza de la suite.
Comieron en silencio, disfrutando del atardecer y el sonido de las olas.
Cuando terminaron, Niall le sugirió que se acostara, pero ella no estaba cansada. Hacía mucho tiempo que no se sentía tan relajada y estaba deseando dar un paseo por la playa. Se lo dijo y el frunció el ceño, no parecía gustarle la idea, pero terminó accediendo.
Fue maravilloso pasear por la tranquila playa, con la brisa marina agitando su larga melena. Se quitó las sandalias y se agachó para recogerlas, pero Niall se le adelantó. Le encantaba sentir la arena mojada entre sus dedos. Se acercó al agua y se quedó ensimismado mirando el ir y venir del agua sobre sus pies.
Niall también se descalzó y se acercó hasta donde estaba ella. Siguieron paseando y él le rodeó la cintura con el brazo, pero ella se resistía, no quería acercarse más a él.
–No deberíamos ir muy lejos –comentó Niall poco después–. Tienes que hacer reposo, recuérdalo. Le prometí al médico que ibas a descansar.
–Esto es mucho más descansado que pasar doce horas al día en pie –repuso ella.
–Eso no volverá a pasar –le dijo Niall con seriedad mientras le apretaba más la cintura.
Ella no dijo nada, pero se apartó de él para volver al hotel.
Cuando entraron en la suite, fue directa al sofá.
–¿Quieres beber algo? –le preguntó él.
–Un zumo, si es posible.
Niall buscó en el frigorífico de la suite y volvió poco después a su lado con un zumo de naranja.
–Deberías acostarte ya –le dijo él–. Ya tendrás tiempo de conocer bien este sitio cuando hayas dormido.
Estaba cansada, pero no le apetecía dar por terminado un día que había sido maravilloso. Estar con él después de tantos meses le provocaba sentimientos agridulces.
No podía seguir pensando en el pasado. iba a estar allí con Niall una semana y le habría encantado poder partir de cero.
El sofá era tan mullido y bajo que, aunque lo intentó durante bastante tiempo, no pudo levantarse. Se echó a reír, le pareció una situación muy cómica.
Niall se acercó, tomó sus manos y tiró de ella. Se quedaron durante algún tiempo el uno frente al otro y aprovechó el momento para estudiar sus facciones. Era la primera vez que lo miraba de esa manera, sin tratar de esconder sus emociones.
–Buenas noches, Niall –susurró ella.
Durante unos segundos, le pareció que él estaba a punto de besarla. De haberlo hecho, no sabía cómo habría reaccionado.
–Buenas noches, Kelly. Que descanses –le dijo él entonces.
Se fue al dormitorio pensando en lo que acababa de ocurrir y lamentando que no hubiera pasado nada más.
Le había sacado de quicio tener que verlo esa mañana en el salón de Niall. Se había sentido paralizada al instante y había tenido que soportar su gesto de fingida inocencia.
No le gustaba sentirse tan vulnerable, no lo soportaba. Le habría encantado poder darle un buen puñetazo y contarle a Niall qué tipo de persona era su querido hermano.
Odiaba a Jarrod por lo que le había hecho y a Niall por no ayudarla cuando más lo había necesitado.
Había tomado la decisión y no pensaba cambiar de idea. No iba a quedarse allí.
Pensó en las alternativas que tenía. No podía irse sin saber adónde. Debía planearlo bien. Tenía que encontrar un lugar seguro para ella y para el bebé.
–Quieres irte, ¿verdad?
Se sobresaltó al oír la voz de Niall. Le hablaba desde la puerta. Sin saber por qué, se sintió culpable y no le gustó nada sentirse así.
–No tengo motivos para quedarme.
–Ven conmigo al salón –le sugirió él mientras le tendía la mano.
Durante unos cuantos segundos, se quedó mirando la mano que le ofrecía. Sabía que no debía aceptarla, pero algo en su voz la convenció y se la dio.
Niall tiró de ella con suavidad y la llevó de la mano al salón. Se sentó en el sofá y le hizo un gesto para que ella se acomodara a su lado.
–Me he comportado como un cretino y lo siento –le dijo Niall mientras se pasaba una mano por el pelo con nerviosismo–. No deberías tener que soportar más estrés en la condición en la que estás y no he hecho si no empeorar la situación.
Ella abrió la boca para contestarle, pero Niall le colocó un dedo en los labios para impedírselo.
–Deja que termine –le pidió–. He estado toda la mañana en la oficina. Han surgido algunos problemas en un proyecto muy importante y mis socios no pueden encargarse de ellos. Tengo que ir a supervisar unas obras y quiero que vengas conmigo.
Se quedó mirándolo sin entender. No comprendía por qué Niall parecía disfrutar desenterrando el pasado cuando los dos sabían que su relación había muerto muchos meses antes y era irreparable. Además, había sido el propio Ryan el que había dado por terminada la relación y la había echado de su vida como si fuera una bolsa de basura, como si no
fuera importante para él.
–Quiero cuidar de ti, Kelly. Me gustaría que pudiéramos olvidar lo que ocurrió en el pasado y concentrarnos en el presente.
–¿Estás hablando en serio?
–Sí, muy en serio. Tenemos que solucionar muchas cosas y no podremos hacerlo si no estás dispuesta a pasar algún tiempo juntos para que podamos hablar.
En ese momento, se sintió tan vulnerable que le entraron ganas de llorar. Le habría encantado que Niall hubiera querido escucharla meses antes, no en ese momento. Le había decepcionado más que nadie porque él era su prometido, el que debía haber estado de su lado. Le parecía increíble que quisiera arreglar las cosas con ella después de tan grave traición.
Niall le acarició suavemente la mejilla y le sorprendió ver que le temblaban los dedos. Su mirada era una súplica y no supo qué decir. Una parte de ella se negaba a continuar con esa pantomima, pero le costaba decirle que no.
Sacudió la cabeza para negarse, pero Niall, que seguía con la mano en su mejilla, detuvo el movimiento mientras le acariciaba los labios con el pulgar.
–No va a haber ningún tipo de presión, promesas ni obligaciones. Estaremos los dos solos en un complejo hotelero de la playa. Es un comienzo, es todo lo que te pido. Solo lo que estés dispuesta a darme.
–Pero el bebé...
–Nunca haría nada que pudiera poner en peligro su bienestar. Tendrás que ir al médico y que él te dé el visto bueno para viajar.
Tenía que reconocer que la idea era muy tentadora. Niall le estaba pidiendo que fuera con él, no se lo ordenaba. Esa situación la devolvió al pasado durante unos segundos y recordó lo cariñoso que había sido siempre con ella.
Pero sabía que no tenía futuro, nunca podría estar con un hombre que no confiaba en su palabra, y sabía que le costaría mucho trabajo despedirse de él después de pasar una semana juntos en la playa.
Se quedaron unos segundos en silencio.
Después, decidió que lo haría. No sabía muy bien por qué, pensaba que no iban a sacar nada en claro, pero quería pasar ese tiempo con él antes de seguir adelante con su vida. Asintió con la cabeza y vio que Niall suspiraba aliviado. Creía que se le daba muy bien fingir que ella le importaba, pero no lo creía posible. De haber sido así, nunca la habría apartado de su lado y seguirían juntos, esperando con ilusión la llegada de su primer hijo.
–Iremos esta tarde al médico. Si nos dice que puedes viajar, volaremos mañana mismo. Así que deberías aprovechar esta tarde y esta noche para descansar. En cuanto lleguemos al hotel, lo más duro que tendrás que hacer cada día será caminar de la habitación a la playa y de la playa a la habitación.
–Quiero habitaciones separadas –le pidió ella.
–Ya he reservado una suite.
Frunció el ceño al oírlo, pero decidió no protestar.
–No te arrepentirás, Kelly –le dijo Niall–. Podemos hacer esto, podemos arreglar las cosas.
Cerró los ojos al oír sus palabras. Niall le hablaba con tanta intensidad que no le resultaba difícil dejarse seducir por lo que le decía. Pero sabía que no iban a poder avanzar hasta que hablaran de lo que había ocurrido en el pasado. Y ella no quería tener que recordar el peor día de su vida, cuando no encontró a nadie que la creyera.
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El médico les dijo que una semana de descanso y relax era justo lo que Kelly necesitaba y recordó que debía acudir al hospital más cercano si se le hinchaban más las extremidades o tenía algún otro síntoma de preeclampsia.
Mientras hablaban con él, Kelly miró de vez en cuando a Niall. Éste escuchaba con atención cada palabra del doctor, como si fuera un preocupado esposo y padre. Y no le agradaba verlo tan interesado, todo lo contrario.
Cuando regresaron al piso de Niall, se encontraron varias bolsas en el vestíbulo. Eran de tiendas de moda femenina, incluso una de la tienda de lencería más famosa de la ciudad.
–Estupendo, parece que Jansen ha traído lo que le pedí –comentó Niall al ver las bolsas–. Todo esto es para ti, para el viaje.
Las llevó al sofá y le hizo un gesto para que se sentara y fuera mirando las cosas.
Algo confusa, fue al sofá. Encontró varios vestidos de premamá para la playa, alguno de noche, bañadores, sandalias y varios conjuntos de lencería. Niall había pensado en todo y había acertado con las tallas.
–No tenías por qué... –murmuró ella.
Sin que apenas fuera consciente de ello, habían vuelto a sus antiguos hábitos. Durante su relación, Niall le había hecho muchos regalos.
–Bueno, en realidad no lo he hecho yo, sino Jansen –le explicó Niall.
Le entraron ganas de reír al imaginarse a Jansen, el apuesto secretario de Niall, en el departamento de lencería femenina y ropa de premamá.
–¿Como está Jansen?
–Bien, como siempre.
–Gracias por todo esto –le dijo ella entonces.
–No hay de qué –repuso Niall con una sonrisa–. ¿Por qué no te acuestas un rato mientras hago las maletas? Después, podemos cenar. Como salimos mañana por la mañana, será mejor que nos acostemos pronto.
Kelly dejó la ropa en el sofá y se levantó lentamente. Sabía que estaba cometiendo un error y era mejor mantener las distancias, no quería volver a cometer los mismos errores del pasado. Aunque lo tenía muy claro, no podía evitar que su corazón anhelara los buenos momentos y lo echara de menos. Sintió de repente una tristeza inmensa y salió
del salón antes de que Niall pudiera ver sus lágrimas.
A la mañana siguiente, Niall la despertó sacudiéndole suavemente el hombro. Se duchó mientras él le preparaba el desayuno. Cuando terminaron de comer, Niall bajó al garaje el equipaje de los dos.
Estuvo muy callada durante el trayecto hasta el aeropuerto. Por un lado, le atraía pasar una semana en la playa con Niall pero temía estar a solas con él.
Había estado tan concentrada en la ira y el odio que sentía por ese hombre, que no había sido consciente de que aún estaba enamorada. No podía creer que amara a un hombre que no la correspondía, sobre todo después de que la hubiera traicionado como lo hizo. Le parecía patético que aún sintiera algo por él.
Niall había alquilado un avión privado para llevarlos directamente a la isla. El vuelo duraba sólo unas horas, pero tuvo tiempo suficiente para arrepentirse de la decisión que había tomado y lamentó no poder dar marcha atrás.
–¿Por qué no echas el respaldo hacia atrás? –le sugirió Niall mientras lo hacía por ella–. Ponte de lado y te daré un masaje en la espalda.
Estaba demasiado incómoda y nerviosa para que su ofrecimiento no la tentara. Se giró hacia la ventana y esperó.
No pudo evitar suspirar de placer cuando Niall comenzó a masajearle la espalda. Era increíble sentir sus manos aflojando poco a poco la tensión que había en sus músculos. Bostezó ruidosamente y se acomodó en el asiento.
Durante unos minutos, olvidó el pasado y el futuro. Se concentró en ese momento y en lo bien que le sentaba tener a Niall cuidando de ella con dedicación y cariño, como lo había hecho cuando estaban juntos.
Se quedó dormida con una sonrisa en la cara.
Niall la despertó cuando estaban a punto de aterrizar. Hacía mucho tiempo que no se encontraba tan relajada.
Unos minutos más tarde, Niall le rodeó los hombros mientras la ayudaba a bajar del avión. La acompañó al coche que los esperaba mientras el chofer metía el equipaje en el maletero.
El hotel donde iban a alojarse era muy lujoso y estaba en la playa. Niall le dijo que, cuando terminaran de construir el complejo hotelero en el que estaban trabajando, aquel iba a parecer poco más que un motel de carretera.
La suite que Niall había reservado era espaciosa y cómoda. Se sentó en el sofá nada más entrar y se quedó con la vista perdida mientras contemplaba la playa privada que tenían a su disposición. Él se arrodilló a su lado y le quitó los zapatos. Vio que le observaba los pies para ver si estaban más hinchados.
Después, comenzó a masajearlos. No pudo evitar gemir al sentir sus manos.
–¿Te gusta?
–Muchísimo –confesó ella.
Niall siguió dándole el masaje mientras la observaba de vez en cuando. En un momento dado, ella se llevó las manos al vientre y sonrió.
–¿Se está moviendo? –le preguntó Niall.
Asintió con la cabeza.
–¿Puedo tocarlo?
Tomó la mano de Niall y la colocó donde había tenido la suya unos segundos antes. Sonrió al ver la expresión de sorpresa en su rostro cuando el bebé le dio una patada.
–¡Es increíble! ¿Te duele?
–No –repuso ella riendo–. No siempre es agradable, pero no duele.
Niall siguió con la mano en el mismo sitio durante unos segundos más. Vio que estaba muy serio. Poco después, se levantó.
–¿Quieres cenar en la terraza o preferirías ir al restaurante?
–Aquí, por favor –le dijo ella–. Me gustan mucho las vistas que tenemos y estaremos más a gusto en la habitación.
Niall asintió y fue hasta donde estaba el teléfono para pedir la cena.
Media hora más tarde, un camarero les llevó la comida en un carro y preparó la mesa en la terraza de la suite.
Comieron en silencio, disfrutando del atardecer y el sonido de las olas.
Cuando terminaron, Niall le sugirió que se acostara, pero ella no estaba cansada. Hacía mucho tiempo que no se sentía tan relajada y estaba deseando dar un paseo por la playa. Se lo dijo y el frunció el ceño, no parecía gustarle la idea, pero terminó accediendo.
Fue maravilloso pasear por la tranquila playa, con la brisa marina agitando su larga melena. Se quitó las sandalias y se agachó para recogerlas, pero Niall se le adelantó. Le encantaba sentir la arena mojada entre sus dedos. Se acercó al agua y se quedó ensimismado mirando el ir y venir del agua sobre sus pies.
Niall también se descalzó y se acercó hasta donde estaba ella. Siguieron paseando y él le rodeó la cintura con el brazo, pero ella se resistía, no quería acercarse más a él.
–No deberíamos ir muy lejos –comentó Niall poco después–. Tienes que hacer reposo, recuérdalo. Le prometí al médico que ibas a descansar.
–Esto es mucho más descansado que pasar doce horas al día en pie –repuso ella.
–Eso no volverá a pasar –le dijo Niall con seriedad mientras le apretaba más la cintura.
Ella no dijo nada, pero se apartó de él para volver al hotel.
Cuando entraron en la suite, fue directa al sofá.
–¿Quieres beber algo? –le preguntó él.
–Un zumo, si es posible.
Niall buscó en el frigorífico de la suite y volvió poco después a su lado con un zumo de naranja.
–Deberías acostarte ya –le dijo él–. Ya tendrás tiempo de conocer bien este sitio cuando hayas dormido.
Estaba cansada, pero no le apetecía dar por terminado un día que había sido maravilloso. Estar con él después de tantos meses le provocaba sentimientos agridulces.
No podía seguir pensando en el pasado. iba a estar allí con Niall una semana y le habría encantado poder partir de cero.
El sofá era tan mullido y bajo que, aunque lo intentó durante bastante tiempo, no pudo levantarse. Se echó a reír, le pareció una situación muy cómica.
Niall se acercó, tomó sus manos y tiró de ella. Se quedaron durante algún tiempo el uno frente al otro y aprovechó el momento para estudiar sus facciones. Era la primera vez que lo miraba de esa manera, sin tratar de esconder sus emociones.
–Buenas noches, Niall –susurró ella.
Durante unos segundos, le pareció que él estaba a punto de besarla. De haberlo hecho, no sabía cómo habría reaccionado.
–Buenas noches, Kelly. Que descanses –le dijo él entonces.
Se fue al dormitorio pensando en lo que acababa de ocurrir y lamentando que no hubiera pasado nada más.
ᴍᴀʀ.
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
¡HOLAA! :D
Les dejo otro cap, espero que les guste. ;)
¡Comenten!
:bye:
Les dejo otro cap, espero que les guste. ;)
¡Comenten!
:bye:
ᴍᴀʀ.
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
Awwwww no puedo creerlo!!! HAAaaaaaaaa esta buenísima cada vez más, yo creo que su mama tuvo algo que ver con lo de Kelly y comienzo a creer que Kelly fue victimaaa!!! Osea que onda! Que maldito su hermano, desgraciado, siguelaaaa quiero y muero por saber que es lo que paso, la realidad de las cosas!! Jeeee un beso :3
kissesOfSugar
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
Hiiiiya! Nueva y fiel lectora here!
Me encanta la novela, es puro amor y ugh, dan ganas de leer mucho.
Espero que subas pronto
Un beso xxx
Me encanta la novela, es puro amor y ugh, dan ganas de leer mucho.
Espero que subas pronto
Un beso xxx
earthtoAnnn
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
venga Niall deja que ella te explique lo que paso y tu creele!!!!! y de paso le pides perdon de rodillas!!!!
pero esa playa sera magica y los unira de nuevo!!!!
continua pliiiiiiiiiiiiiiisss!!!!!!!!!!!!
:bye: :bye: :bye:
pero esa playa sera magica y los unira de nuevo!!!!
continua pliiiiiiiiiiiiiiisss!!!!!!!!!!!!
:bye: :bye: :bye:
Isabela85
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