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Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
Capítulo 20
–¡Kelly! –gritó Niall asustado mientras iba hacia ella.
Su primer impulso fue abrazarla, pero su cuerpo estaba rígido y estaba sufriendo convulsiones. Tenía espuma en la comisura de los labios y la mandíbula apretada. Rápidamente, sacó el móvil y marcó el número de emergencias.
–Necesito una ambulancia. Mi prometida... Está embarazada... Creo que está teniendo un ataque.
Sabía que lo que decía no tenía demasiado sentido. Intentaba mantenerse calmado para poder ayudarla, pero era muy complicado en esas circunstancias. El operador que lo atendía le hizo unas cuantas preguntas.
Unos segundos después, el cuerpo de Kelly perdió su rigidez y la cabeza cayó hacia atrás. Llevó los dedos al cuello, rezando para encontrar su pulso.
–No me dejes, Kelly –susurró con desesperación–. Por favor, aguanta. Te quiero tanto...
Levantó su mano, aún llevaba el anillo de compromiso. Besó la palma con desesperación, no podía dejar de llorar. Nunca había estado tan asustado.
Oyó algún tiempo después a los médicos en la puerta de su piso.
–¡Aquí! –gritó desde el dormitorio.
Entraron deprisa y lo apartaron de Kelly. Comenzaron a ocuparse de ella mientras él los observaba completamente inmóvil. La colocaron en una camilla y se fueron deprisa al ascensor.
Cuando salieron a la calle, subió a la ambulancia con ellos.
De camino al hospital, sacó el teléfono móvil. No sabía a quién llamar, no había nadie.
La gente en la que confiaba, especialmente su hermano, lo había traicionado. Se cubrió la cara con las manos y trató de calmarse. No podía perder el control en esos momentos. Kelly lo necesitaba.
Niall escuchó en silencio mientras los médicos le decían que Kelly estaba muy grave. Le habían puesto suero con sulfato de magnesio para bajarle la tensión arterial y evitar que tuviera convulsiones, pero si ese tratamiento no funcionaba, iban a tener que hacer una cesárea para sacar al bebé.
–¿Pero no es demasiado pronto para el niño?
–No nos quedaría más remedio –le dijo el médico–. Si no hacemos nada y su condición no mejora, podrían morir los dos. La única cura para la eclampsia es sacar al bebé. Estamos haciendo pruebas para ver si sus pulmones han madurado lo suficiente. Está de treinta y cuatro semanas de gestación y creo que tendría posibilidades de sobrevivir sin muchas complicaciones.
Desesperado, se pasó las manos por el pelo y cerró los ojos. Sentía que él era el culpable. Debería haberla cuidado y mimado durante todo el embarazo. Pero, en vez de hacerlo, la había puesto en una situación muy complicada y ella se había visto obligada a trabajar en muy malas condiciones. Ni siquiera había sabido facilitarle las cosas desde que retomaran la relación, sometiéndola de nuevo a las críticas y a la frialdad de su familia y sus amigos.
Fue hasta la puerta de la habitación. Se detuvo antes de entrar. Tenía miedo de que su mera presencia fuera demasiado para Kelly.
Nunca se había sentido tan apenado. Se arrepentía mucho de lo que había ocurrido.
Abrió despacio y entró. La habitación estaba en penumbra. Vio a Kelly tumbada en la cama y conectada a todo tipo de aparatos.
Se le acercó despacio para no molestarla. Seguía muy pálida. Tenía los ojos cerrados, pero fruncía el ceño. No sabía si estaría preocupada o dolorida, quizás fueran las dos cosas.
Vio que respiraba con dificultad y se le encogió el corazón.
Acercó una silla y se sentó. Le tomó la mano que tenía más cerca y se la llevó los labios.
–Lo siento, Kelly –le susurró con la voz entrecortada por la emoción–. No sabes cuánto lo siento...
–Niall, Niall, despierta.
Abrió los ojos al oír esas palabras y no pudo evitar gemir cuando intentó levantar la cabeza. Sentía mucho dolor en el cuello. Tardó en acostumbrarse a la luz que entraba por la ventana. Ya era de día.
Miró a Kelly, seguía dormida. Habían elevado un poco la cama y tenía una nueva bolsa de suero. Se giró entonces mientras se frotaba el cuello. Louis estaba detrás de él y lo miraba con preocupación.
–¿Qué es lo que ha pasado? –le preguntó su amigo.
Con cuidado para no despertarla, se puso de pie.
Le hizo un gesto para que salieran los dos de la habitación. Vio a Zayn en el pasillo, también parecía muy preocupado.
–¿Qué hacéis los dos aquí?
–La cena de anoche fue muy tensa –le dijo Louis–. Traté de llamarte después de que te fueras, pero no contestabas. Así que fui a tu piso. El portero nos dijo que una ambulancia se había llevado a Kelly al hospital. Así que vinimos para ver cómo se encontraba.
Niall cerró los ojos. Seguía con un nudo en la garganta.
–¿Estás bien? Creo que deberías sentarte –le dijo entonces Zayn–. ¿Has comido?
Él negó con la cabeza.
–¿Quieres contarnos lo que ha ocurrido? –le preguntó Louis.
–No sabría por dónde empezar. ¿Cómo os sentiríais vosotros si hubierais cometido el peor error de vuestra vida y creyerais que no hay manera de arreglarlo?
–No conozco toda la historia, pero creo que no eres el único culpable –le dijo Louis entonces.
–Mi hermano la atacó –replicó Niall furioso–. intentó violarla y, cuando Kelly se defendió, él me llamó contándome una ingeniosa historia. Me dijo que se habían acostado juntos y que, cuando él le dijo que era un error, ella lo amenazó con contarle que había tratado de violarla para que yo no rompiera el compromiso.
Louis y Zayn lo miraban estupefactos.
–¿Cómo voy a superar algo así? –les dijo Niall–. ¿Cómo va Kelly a perdonarme? Ayer, antes de ir al restaurante, fui tan magnánimo como para decirle que la perdonaba –añadió con sarcasmo–. Le dije que quería olvidar el pasado para poder tener un futuro juntos y le aseguré que la perdonaba por haberme sido infiel.
Zayn y Louis se acercaron y lo agarraron cada uno de un hombro.
–No sé que decir –susurró Louis–. Sé que la quieres.
–Sí, nunca he dejado de quererla. Y, aun así, le he hecho mucho daño. ¿Cómo voy a conseguir que vuelva a confiar en mí?
Su primer impulso fue abrazarla, pero su cuerpo estaba rígido y estaba sufriendo convulsiones. Tenía espuma en la comisura de los labios y la mandíbula apretada. Rápidamente, sacó el móvil y marcó el número de emergencias.
–Necesito una ambulancia. Mi prometida... Está embarazada... Creo que está teniendo un ataque.
Sabía que lo que decía no tenía demasiado sentido. Intentaba mantenerse calmado para poder ayudarla, pero era muy complicado en esas circunstancias. El operador que lo atendía le hizo unas cuantas preguntas.
Unos segundos después, el cuerpo de Kelly perdió su rigidez y la cabeza cayó hacia atrás. Llevó los dedos al cuello, rezando para encontrar su pulso.
–No me dejes, Kelly –susurró con desesperación–. Por favor, aguanta. Te quiero tanto...
Levantó su mano, aún llevaba el anillo de compromiso. Besó la palma con desesperación, no podía dejar de llorar. Nunca había estado tan asustado.
Oyó algún tiempo después a los médicos en la puerta de su piso.
–¡Aquí! –gritó desde el dormitorio.
Entraron deprisa y lo apartaron de Kelly. Comenzaron a ocuparse de ella mientras él los observaba completamente inmóvil. La colocaron en una camilla y se fueron deprisa al ascensor.
Cuando salieron a la calle, subió a la ambulancia con ellos.
De camino al hospital, sacó el teléfono móvil. No sabía a quién llamar, no había nadie.
La gente en la que confiaba, especialmente su hermano, lo había traicionado. Se cubrió la cara con las manos y trató de calmarse. No podía perder el control en esos momentos. Kelly lo necesitaba.
+++ +++ +++
Niall escuchó en silencio mientras los médicos le decían que Kelly estaba muy grave. Le habían puesto suero con sulfato de magnesio para bajarle la tensión arterial y evitar que tuviera convulsiones, pero si ese tratamiento no funcionaba, iban a tener que hacer una cesárea para sacar al bebé.
–¿Pero no es demasiado pronto para el niño?
–No nos quedaría más remedio –le dijo el médico–. Si no hacemos nada y su condición no mejora, podrían morir los dos. La única cura para la eclampsia es sacar al bebé. Estamos haciendo pruebas para ver si sus pulmones han madurado lo suficiente. Está de treinta y cuatro semanas de gestación y creo que tendría posibilidades de sobrevivir sin muchas complicaciones.
Desesperado, se pasó las manos por el pelo y cerró los ojos. Sentía que él era el culpable. Debería haberla cuidado y mimado durante todo el embarazo. Pero, en vez de hacerlo, la había puesto en una situación muy complicada y ella se había visto obligada a trabajar en muy malas condiciones. Ni siquiera había sabido facilitarle las cosas desde que retomaran la relación, sometiéndola de nuevo a las críticas y a la frialdad de su familia y sus amigos.
Fue hasta la puerta de la habitación. Se detuvo antes de entrar. Tenía miedo de que su mera presencia fuera demasiado para Kelly.
Nunca se había sentido tan apenado. Se arrepentía mucho de lo que había ocurrido.
Abrió despacio y entró. La habitación estaba en penumbra. Vio a Kelly tumbada en la cama y conectada a todo tipo de aparatos.
Se le acercó despacio para no molestarla. Seguía muy pálida. Tenía los ojos cerrados, pero fruncía el ceño. No sabía si estaría preocupada o dolorida, quizás fueran las dos cosas.
Vio que respiraba con dificultad y se le encogió el corazón.
Acercó una silla y se sentó. Le tomó la mano que tenía más cerca y se la llevó los labios.
–Lo siento, Kelly –le susurró con la voz entrecortada por la emoción–. No sabes cuánto lo siento...
+++ +++ +++
–Niall, Niall, despierta.
Abrió los ojos al oír esas palabras y no pudo evitar gemir cuando intentó levantar la cabeza. Sentía mucho dolor en el cuello. Tardó en acostumbrarse a la luz que entraba por la ventana. Ya era de día.
Miró a Kelly, seguía dormida. Habían elevado un poco la cama y tenía una nueva bolsa de suero. Se giró entonces mientras se frotaba el cuello. Louis estaba detrás de él y lo miraba con preocupación.
–¿Qué es lo que ha pasado? –le preguntó su amigo.
Con cuidado para no despertarla, se puso de pie.
Le hizo un gesto para que salieran los dos de la habitación. Vio a Zayn en el pasillo, también parecía muy preocupado.
–¿Qué hacéis los dos aquí?
–La cena de anoche fue muy tensa –le dijo Louis–. Traté de llamarte después de que te fueras, pero no contestabas. Así que fui a tu piso. El portero nos dijo que una ambulancia se había llevado a Kelly al hospital. Así que vinimos para ver cómo se encontraba.
Niall cerró los ojos. Seguía con un nudo en la garganta.
–¿Estás bien? Creo que deberías sentarte –le dijo entonces Zayn–. ¿Has comido?
Él negó con la cabeza.
–¿Quieres contarnos lo que ha ocurrido? –le preguntó Louis.
–No sabría por dónde empezar. ¿Cómo os sentiríais vosotros si hubierais cometido el peor error de vuestra vida y creyerais que no hay manera de arreglarlo?
–No conozco toda la historia, pero creo que no eres el único culpable –le dijo Louis entonces.
–Mi hermano la atacó –replicó Niall furioso–. intentó violarla y, cuando Kelly se defendió, él me llamó contándome una ingeniosa historia. Me dijo que se habían acostado juntos y que, cuando él le dijo que era un error, ella lo amenazó con contarle que había tratado de violarla para que yo no rompiera el compromiso.
Louis y Zayn lo miraban estupefactos.
–¿Cómo voy a superar algo así? –les dijo Niall–. ¿Cómo va Kelly a perdonarme? Ayer, antes de ir al restaurante, fui tan magnánimo como para decirle que la perdonaba –añadió con sarcasmo–. Le dije que quería olvidar el pasado para poder tener un futuro juntos y le aseguré que la perdonaba por haberme sido infiel.
Zayn y Louis se acercaron y lo agarraron cada uno de un hombro.
–No sé que decir –susurró Louis–. Sé que la quieres.
–Sí, nunca he dejado de quererla. Y, aun así, le he hecho mucho daño. ¿Cómo voy a conseguir que vuelva a confiar en mí?
ᴍᴀʀ.
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
¡Holaa! :)
Les dejo otro cap!
Mañana, si puedo, subo los dos capítulos que faltan para el final, y la sinopsis y el tema de la nove de Louis.
¡Comenten! ;)
:bye:
Les dejo otro cap!
Mañana, si puedo, subo los dos capítulos que faltan para el final, y la sinopsis y el tema de la nove de Louis.
¡Comenten! ;)
:bye:
ᴍᴀʀ.
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
OH ME ENCANTA
lamento no comentar todoes culpa del colegio
omg que le paso a kelly
si vez niall eso te pasa
no pense que la esposa de harry tambien la fuera a juzgar por dios
siguela
besos xoxoxoxoxoxoxoxoxo
:bye: :bye:
ADRI
lamento no comentar todoes culpa del colegio
omg que le paso a kelly
si vez niall eso te pasa
no pense que la esposa de harry tambien la fuera a juzgar por dios
siguela
besos xoxoxoxoxoxoxoxoxo
:bye: :bye:
ADRI
adrimile12
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
oli ._./ lose soy una terrible lectora por no haber comentado ultimamente :c pero aqui estoy tratando de ponerme al dia con todas las novelas que leo ya que me e como que obsesionado con wattpad y ahora me encanta leer ahi, dejando de lado onlywn pero luego me acorde de todas las novelas que leo aqui y bueee aqui estoy, me quede sorprendida al enta a esta pagina y ver que decia ''ultimos capitulos'', cuantos caps quedan?? si es que se puede saber
PD: me encantaron los caps, espero que subas pronto
Byeeeee, Pau:)
PD: me encantaron los caps, espero que subas pronto
Byeeeee, Pau:)
yolo_love
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
Me encanta que te encante!adrimile12 escribió:OH ME ENCANTA
lamento no comentar todoes culpa del colegio
omg que le paso a kelly
si vez niall eso te pasa
no pense que la esposa de harry tambien la fuera a juzgar por dios
siguela
besos xoxoxoxoxoxoxoxoxo
:bye: :bye:
ADRI
No te preocupes linda, tengo el mismo problema por el colegio. :/
Si, pobre Kelly fue horrible lo que le paso.
Si, lo hizo, pero ella no sabía la verdad. Ella sólo sabía lo que le había contado Niall a ella (en los últimos capítulos de la nove de Harry), al saber lo que Niall creía como real era un poco claro que su reacción frente a Kelly no iba a ser la mejor. Inclusive yo la juzgué cuando en la primer nove Niall dijo que su prometida lo había engañado. :/
Ya la sigo. :D
:bye:
ᴍᴀʀ.
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
Hola Pau! :) No te preocupes linda. :)yolo_love escribió:oli ._./ lose soy una terrible lectora por no haber comentado ultimamente :c pero aqui estoy tratando de ponerme al dia con todas las novelas que leo ya que me e como que obsesionado con wattpad y ahora me encanta leer ahi, dejando de lado onlywn pero luego me acorde de todas las novelas que leo aqui y bueee aqui estoy, me quede sorprendida al enta a esta pagina y ver que decia ''ultimos capitulos'', cuantos caps quedan?? si es que se puede saber
PD: me encantaron los caps, espero que subas pronto
Byeeeee, Pau:)
Si, es que son un poco cortas las historias. :/ Quedan dos capítulos, y ya los voy a publicar.
Me encanta que te hayan encantado! Ya la sigo. :D
:bye:
ᴍᴀʀ.
-Penúltimo Capítulo-
Capítulo 21
Jarrod lo miró con resignación al abrir la puerta de su piso y ver que se trataba de Niall. Éste no le dio tiempo a hacer ni a decir nada. Lo agarró por el cuello de la camisa y lo empujó contra la pared.
–¿Qué demonios...?
No pudo terminar la frase. Le dio un puñetazo que le hizo caer al suelo. Zayn y Niall se quedaron esperando a que se levantara de nuevo.
Jarrod lo miraba sin entender nada mientras se limpiaba la sangre de la boca.
–¿Qué es lo que te pasa, Niall?
–¿Por qué lo hiciste? –le preguntó Niall entonces mientras lo fulminaba con la mirada–. ¿Por qué?
Vio que palidecía al oír sus palabras. Era un alivio que al menos no tratara de negarlo o le dijera que no sabía de qué le estaba hablando.
–Lo siento.
No podía creerlo, ni siquiera iba a defenderse.
Fue de nuevo hacia él y le dio otro puñetazo. Esa vez, Jarrod ni siquiera trató de levantarse.
–¿Que lo sientes? ¡Trataste de violarla! Me mentiste –le dijo sin poder controlar su furia–. ¿Cómo has podido hacer algo así? Era la mujer con la que iba a casarme. ¿Por qué hiciste algo tan horrible?
–Pregúntaselo a mamá.
Dio un paso atrás. No podía creerlo.
–¿Mamá? ¿Fue ella la que te pidió que lo hicieras?
Jarrod se levantó con dificultad del suelo y se apoyó en la pared del salón.
–Sí, se volvió loca cuando descubrió que ibas a casarte con Kelly. Me dijo que no iba a permitir que cometieras ese error y te casaras con una cazafortunas como Kelly. Al principio, pensé que se le pasaría. Pero no cambió de parecer. Me pidió que fuera a hablar con Kelly y le ofreciera dinero para romper el compromiso. Y que, si ella se negaba a aceptarlo, podría tenderle una trampa con la historia de la violación. Te juro que no era mi intención violarla, Niall.
Solo quería que tú pensaras que nos habíamos acostado juntos.
–¡Dios mío! ¡Qué locura! –exclamó Zayn.
Niall no sabía qué decir. Le parecía increíble que su propia madre hubiera sido capaz de hacer algo así.
–Fue ella la que me invitó anoche para que fuera a la cena. Pero me dijo que tú querías que fuera, te lo juro. Me hizo creer que Kelly y tú queríais olvidaros del pasado y empezar de nuevo. No pensaba ir, no quería disgustar a Kelly ni que te enfadaras conmigo, pero mamá me dijo que tú querías que fuera. La verdad es que tenía la esperanza de que pudierais olvidarlo todo y volviéramos a ser una familia. Como en los viejos tiempos...
Niall se sentía demasiado asqueado como para seguir allí, escuchando sus excusas.
–Tú ya no eres de mi familia. Solo Kelly y nuestro hijo, nadie más. No quiero volver a verte. Si te acercas a ella, te arrepentirás.
–Niall, no. Por favor–le rogó Jarrod–. Por favor...
Ya iba hacia la puerta para salir, pero se detuvo al escuchar sus palabras.
–¿Te suplicó ella que la dejaras en paz como me estás suplicando ahora a mí, Jarrod? ¿Te pidió que pararas?
Su hermano se sonrojó y apartó la mirada.
–Vámonos de aquí, venga –le dijo Zayn.
Cuando salieron a la calle, Niall le pidió a su amigo que se fuera sin él.
–Voy a ir a ver a mi madre.
–¿Seguro que no quieres que vaya contigo?
–Sí, es algo que tengo que hacer yo solo.
Niall llamó a la puerta de su madre con los nudillos. Cuando abrió una de las criadas, le pidió que la avisara.
Poco después, entró su madre en el salón donde la esperaba.
–¿Niall? ¿Ha ocurrido algo? –le preguntó preocupada–. No te esperaba.
Se quedó mirándola con incredulidad. Le parecía imposible que hasta ese día no hubiera sido consciente de cómo era en realidad la mujer que le había dado la vida. Siempre había sido bastante vanidosa y egoísta, pero nunca se había imaginado lo maliciosa que podía llegar a ser.
No le salían las palabras, no sabía cómo decirle cuánto la odiaba.
–¿Estás bien? –le preguntó de nuevo mientras se acercaba y colocaba una mano en su brazo.
Apartó su mano asqueado, no quería nada de ella.
–No me toques –susurró furioso–. Sé lo que hiciste. Sé lo que Jarrod y tú le hicisteis a Kelly. Nunca os lo perdonaré.
Su madre lo miró consternada. Después, se cruzó de brazos.
–Ella no te conviene, Niall. Si no estuvieras tan obsesionado con ella, tú también te darías cuenta.
–Ni siquiera vas a negarlo. ¡Dios mío! ¿Qué ha hecho Kelly para merecer algo así? Ahora mismo, está en el hospital. Es mi hijo el que lleva en las entrañas, tu nieto. Estaba embarazada cuando le pediste a Jarrod que la atacara. Hay que ser un psicópata para hacer algo así –le dijo con odio.
–Tengo que proteger a mis hijos y no me arrepiento de nada –repuso ella–. Lo haría de nuevo. Lo entenderás cuando nazca el bebé. Un padre ha de estar dispuesto a todo por el bien de su hijo. Lo protegerás por encima de todo y no vas a permitir que cometa el peor error de su vida sin hacer nada para evitarlo. Ya me darás la razón dentro de unos años.
No sabía qué decir. Le parecía asombroso que tratara de justificarse de ese modo. Sus acciones no habían sido sólo inmorales, sino también delictivas.
–Espero no llegar nunca a los extremos a los que has llegado tú. Hiciste mucho daño a una mujer inocente sólo porque pensabas que no me merecía. Lo que no entiendes es que ella es mucho mejor que tú. Somos nosotros los que no nos merecemos a alguien como Kelly en nuestra familia.
Su madre parecía furiosa.
–Eres como todos los hombres, sólo piensas con la entrepierna. La lujuria te ciega, pero te darás cuenta dentro de unos años de que ya no ves las cosas de la misma manera. Y entonces me darás las gracias por haber tratado de protegerte. Podrías encontrar a alguien mejor y no entiendo que no seas capaz de verlo por ti mismo.
–Estoy seguro de que nunca te agradeceré lo que has hecho. Ya no quiero saber nada de ti. No permitiré que mi futura esposa tenga que verte ni tampoco los hijos que tengamos.
Ella lo miró con la boca abierta. Se había quedado muy pálida de repente.
–¡No hablarás en serio!
–Muy en serio. No eres mi madre. No tengo madre. Kelly y nuestro hijo son mi familia. Nunca te lo perdonaré. No quiero que te acerques a Kelly ni a mí. Si lo haces, pediré una orden de alejamiento. ¿Lo has entendido bien?
Su madre se quedó mirándolo sin poder articular palabra alguna.
–No tengo nada más que decirte.
Se dio media vuelta y salió de allí. Su madre lo llamó, pero no hizo caso. No miro hacia atrás.
Se metió en un taxi y le pidió al conductor que lo llevara al hospital. Kelly y el bebé lo necesitaban. No sabía si ella iba a poder perdonarlo, pero iba a asegurarse de que no le faltara nunca nada. iba a cuidar de ellos, aunque fuera desde la distancia y se pasaría el resto su vida tratando de recuperarla.
Kelly se despertó y todo era silencio a su alrededor. Era un alivio haberse librado por fin del zumbido de los oídos. Ya no le dolía la cabeza.
Miró a su alrededor y se dio cuenta de que estaba en la habitación de un hospital.
Recordó entonces todo lo que había pasado. Se había sentido muy mal la noche de la cena y supuso que había perdido el conocimiento. Presa del pánico, se llevó las manos al vientre. Fue un alivio ver que seguía embarazada, pero no sabía si el bebé estaría bien.
La habitación estaba en penumbra, sólo entraba algo de luz por debajo de una puerta. Supuso que sería de noche. Sus ojos fueron adaptándose a la oscuridad y vio entonces que Niall estaba sentado en una silla a su lado. La miraba con atención, vio que había mucha emoción en sus ojos celestes.
–Hola –le susurró Niall en voz baja–. ¿Cómo estás?
–No lo sé. Ya no me duele la cabeza. ¿Aún tengo los pies hinchados?
Niall le levantó ligeramente la sábana.
–Un poco, pero están mejor. Te están dando medicación para controlar la tensión y también vigilan al bebé para asegurarse de que está bien.
–¿Y como está? –preguntó muy asustada.
–Por ahora está bien. Se te ha estabilizado la tensión arterial, pero me han dicho que a lo mejor tienen que hacerte una cesárea si vuelve a subir.
Cerró los ojos al oírlo. Niall se acercó a ella y la abrazó.
–No te preocupes, cariño –murmuró mientras le daba un beso–. Tienes que estar tranquila. Estás en muy buenas manos. Me he encargado de que así sea. Están pendientes de tu salud a todas horas y el médico me ha dicho que el bebé podría sobrevivir.
Se sintió muy aliviada al oírlo, pero estaba demasiado cansada para decir nada más.
–Voy a cuidar de ti, Kelly –le prometió Niall–. De ti y del bebé. Nadie volverá a hacerte daño. Te lo juro.
Se le llenaron los ojos de lágrimas al oírlo. No tenía fuerzas para discutir. Algo se había roto dentro de ella y no sabía cómo iba a poder arreglarlo.
Niall se apartó entonces y vio que parecía muy preocupado. También había mucho amor en su mirada. No sabía si eso iba a ser suficiente. Sabía que la quería y que se sentía culpable. Pero ella no sabía si iba a ser capaz de perdonarlo.
–¿Qué va a pasar? –susurró ella–. ¿Tengo que quedarme aquí? ¿Puedo volver a casa?
Ni siquiera sabía si la casa de Niall seguía siendo su hogar. Su relación estaba en el aire, pero no le quedaba más remedio que volver con él mientras estuviera en peligro la salud del bebé.
Niall tomó su mano entre las de él.
–Te quedarás aquí hasta que el médico te dé el alta. Y, durante el resto del embarazo, tendrás que hacer reposo absoluto.
Tenía mucho miedo y Niall se dio cuenta. Se acercó y le dio un beso en la frente.
–No quiero que te preocupes por nada, cariño. ¿De acuerdo? Yo me ocuparé de todo. iremos a algún sitio bonito y cálido. No tendrás que hacer nada más que estar tumbada en la playa observando el atardecer. Contrataré a un médico que esté pendiente de ti en todo momento.
–Niall, no podemos escaparnos a una isla tropical. Si nos limitamos a ignorar los problemas, no vamos a poder arreglarlos.
–Por ahora, concéntrate en ponerte mejor mientras yo me ocupo de eliminar cualquier preocupación que puedas tener.
Abrió la boca para protestar, pero Niall le dio un beso para que no lo hiciera.
–Sé que tenemos que arreglar algunas cosas, Kelly. Cuando te lo dije por primera vez, no sabía hasta qué punto era verdad. Pero ahora tenemos que dejar esos problemas al margen y concentrarnos en tu salud y la del bebé. ¿Qué te parece?
Se dio cuenta de que tenía razón y asintió con la cabeza.
A pesar de lo que había ocurrido en el pasado, sabía que Niall estaba siendo sincero y le importaba su salud y la del niño más que cualquier otra cosa.
–¿Qué demonios...?
No pudo terminar la frase. Le dio un puñetazo que le hizo caer al suelo. Zayn y Niall se quedaron esperando a que se levantara de nuevo.
Jarrod lo miraba sin entender nada mientras se limpiaba la sangre de la boca.
–¿Qué es lo que te pasa, Niall?
–¿Por qué lo hiciste? –le preguntó Niall entonces mientras lo fulminaba con la mirada–. ¿Por qué?
Vio que palidecía al oír sus palabras. Era un alivio que al menos no tratara de negarlo o le dijera que no sabía de qué le estaba hablando.
–Lo siento.
No podía creerlo, ni siquiera iba a defenderse.
Fue de nuevo hacia él y le dio otro puñetazo. Esa vez, Jarrod ni siquiera trató de levantarse.
–¿Que lo sientes? ¡Trataste de violarla! Me mentiste –le dijo sin poder controlar su furia–. ¿Cómo has podido hacer algo así? Era la mujer con la que iba a casarme. ¿Por qué hiciste algo tan horrible?
–Pregúntaselo a mamá.
Dio un paso atrás. No podía creerlo.
–¿Mamá? ¿Fue ella la que te pidió que lo hicieras?
Jarrod se levantó con dificultad del suelo y se apoyó en la pared del salón.
–Sí, se volvió loca cuando descubrió que ibas a casarte con Kelly. Me dijo que no iba a permitir que cometieras ese error y te casaras con una cazafortunas como Kelly. Al principio, pensé que se le pasaría. Pero no cambió de parecer. Me pidió que fuera a hablar con Kelly y le ofreciera dinero para romper el compromiso. Y que, si ella se negaba a aceptarlo, podría tenderle una trampa con la historia de la violación. Te juro que no era mi intención violarla, Niall.
Solo quería que tú pensaras que nos habíamos acostado juntos.
–¡Dios mío! ¡Qué locura! –exclamó Zayn.
Niall no sabía qué decir. Le parecía increíble que su propia madre hubiera sido capaz de hacer algo así.
–Fue ella la que me invitó anoche para que fuera a la cena. Pero me dijo que tú querías que fuera, te lo juro. Me hizo creer que Kelly y tú queríais olvidaros del pasado y empezar de nuevo. No pensaba ir, no quería disgustar a Kelly ni que te enfadaras conmigo, pero mamá me dijo que tú querías que fuera. La verdad es que tenía la esperanza de que pudierais olvidarlo todo y volviéramos a ser una familia. Como en los viejos tiempos...
Niall se sentía demasiado asqueado como para seguir allí, escuchando sus excusas.
–Tú ya no eres de mi familia. Solo Kelly y nuestro hijo, nadie más. No quiero volver a verte. Si te acercas a ella, te arrepentirás.
–Niall, no. Por favor–le rogó Jarrod–. Por favor...
Ya iba hacia la puerta para salir, pero se detuvo al escuchar sus palabras.
–¿Te suplicó ella que la dejaras en paz como me estás suplicando ahora a mí, Jarrod? ¿Te pidió que pararas?
Su hermano se sonrojó y apartó la mirada.
–Vámonos de aquí, venga –le dijo Zayn.
Cuando salieron a la calle, Niall le pidió a su amigo que se fuera sin él.
–Voy a ir a ver a mi madre.
–¿Seguro que no quieres que vaya contigo?
–Sí, es algo que tengo que hacer yo solo.
+++ +++ +++
Niall llamó a la puerta de su madre con los nudillos. Cuando abrió una de las criadas, le pidió que la avisara.
Poco después, entró su madre en el salón donde la esperaba.
–¿Niall? ¿Ha ocurrido algo? –le preguntó preocupada–. No te esperaba.
Se quedó mirándola con incredulidad. Le parecía imposible que hasta ese día no hubiera sido consciente de cómo era en realidad la mujer que le había dado la vida. Siempre había sido bastante vanidosa y egoísta, pero nunca se había imaginado lo maliciosa que podía llegar a ser.
No le salían las palabras, no sabía cómo decirle cuánto la odiaba.
–¿Estás bien? –le preguntó de nuevo mientras se acercaba y colocaba una mano en su brazo.
Apartó su mano asqueado, no quería nada de ella.
–No me toques –susurró furioso–. Sé lo que hiciste. Sé lo que Jarrod y tú le hicisteis a Kelly. Nunca os lo perdonaré.
Su madre lo miró consternada. Después, se cruzó de brazos.
–Ella no te conviene, Niall. Si no estuvieras tan obsesionado con ella, tú también te darías cuenta.
–Ni siquiera vas a negarlo. ¡Dios mío! ¿Qué ha hecho Kelly para merecer algo así? Ahora mismo, está en el hospital. Es mi hijo el que lleva en las entrañas, tu nieto. Estaba embarazada cuando le pediste a Jarrod que la atacara. Hay que ser un psicópata para hacer algo así –le dijo con odio.
–Tengo que proteger a mis hijos y no me arrepiento de nada –repuso ella–. Lo haría de nuevo. Lo entenderás cuando nazca el bebé. Un padre ha de estar dispuesto a todo por el bien de su hijo. Lo protegerás por encima de todo y no vas a permitir que cometa el peor error de su vida sin hacer nada para evitarlo. Ya me darás la razón dentro de unos años.
No sabía qué decir. Le parecía asombroso que tratara de justificarse de ese modo. Sus acciones no habían sido sólo inmorales, sino también delictivas.
–Espero no llegar nunca a los extremos a los que has llegado tú. Hiciste mucho daño a una mujer inocente sólo porque pensabas que no me merecía. Lo que no entiendes es que ella es mucho mejor que tú. Somos nosotros los que no nos merecemos a alguien como Kelly en nuestra familia.
Su madre parecía furiosa.
–Eres como todos los hombres, sólo piensas con la entrepierna. La lujuria te ciega, pero te darás cuenta dentro de unos años de que ya no ves las cosas de la misma manera. Y entonces me darás las gracias por haber tratado de protegerte. Podrías encontrar a alguien mejor y no entiendo que no seas capaz de verlo por ti mismo.
–Estoy seguro de que nunca te agradeceré lo que has hecho. Ya no quiero saber nada de ti. No permitiré que mi futura esposa tenga que verte ni tampoco los hijos que tengamos.
Ella lo miró con la boca abierta. Se había quedado muy pálida de repente.
–¡No hablarás en serio!
–Muy en serio. No eres mi madre. No tengo madre. Kelly y nuestro hijo son mi familia. Nunca te lo perdonaré. No quiero que te acerques a Kelly ni a mí. Si lo haces, pediré una orden de alejamiento. ¿Lo has entendido bien?
Su madre se quedó mirándolo sin poder articular palabra alguna.
–No tengo nada más que decirte.
Se dio media vuelta y salió de allí. Su madre lo llamó, pero no hizo caso. No miro hacia atrás.
Se metió en un taxi y le pidió al conductor que lo llevara al hospital. Kelly y el bebé lo necesitaban. No sabía si ella iba a poder perdonarlo, pero iba a asegurarse de que no le faltara nunca nada. iba a cuidar de ellos, aunque fuera desde la distancia y se pasaría el resto su vida tratando de recuperarla.
+++ +++ +++
Kelly se despertó y todo era silencio a su alrededor. Era un alivio haberse librado por fin del zumbido de los oídos. Ya no le dolía la cabeza.
Miró a su alrededor y se dio cuenta de que estaba en la habitación de un hospital.
Recordó entonces todo lo que había pasado. Se había sentido muy mal la noche de la cena y supuso que había perdido el conocimiento. Presa del pánico, se llevó las manos al vientre. Fue un alivio ver que seguía embarazada, pero no sabía si el bebé estaría bien.
La habitación estaba en penumbra, sólo entraba algo de luz por debajo de una puerta. Supuso que sería de noche. Sus ojos fueron adaptándose a la oscuridad y vio entonces que Niall estaba sentado en una silla a su lado. La miraba con atención, vio que había mucha emoción en sus ojos celestes.
–Hola –le susurró Niall en voz baja–. ¿Cómo estás?
–No lo sé. Ya no me duele la cabeza. ¿Aún tengo los pies hinchados?
Niall le levantó ligeramente la sábana.
–Un poco, pero están mejor. Te están dando medicación para controlar la tensión y también vigilan al bebé para asegurarse de que está bien.
–¿Y como está? –preguntó muy asustada.
–Por ahora está bien. Se te ha estabilizado la tensión arterial, pero me han dicho que a lo mejor tienen que hacerte una cesárea si vuelve a subir.
Cerró los ojos al oírlo. Niall se acercó a ella y la abrazó.
–No te preocupes, cariño –murmuró mientras le daba un beso–. Tienes que estar tranquila. Estás en muy buenas manos. Me he encargado de que así sea. Están pendientes de tu salud a todas horas y el médico me ha dicho que el bebé podría sobrevivir.
Se sintió muy aliviada al oírlo, pero estaba demasiado cansada para decir nada más.
–Voy a cuidar de ti, Kelly –le prometió Niall–. De ti y del bebé. Nadie volverá a hacerte daño. Te lo juro.
Se le llenaron los ojos de lágrimas al oírlo. No tenía fuerzas para discutir. Algo se había roto dentro de ella y no sabía cómo iba a poder arreglarlo.
Niall se apartó entonces y vio que parecía muy preocupado. También había mucho amor en su mirada. No sabía si eso iba a ser suficiente. Sabía que la quería y que se sentía culpable. Pero ella no sabía si iba a ser capaz de perdonarlo.
–¿Qué va a pasar? –susurró ella–. ¿Tengo que quedarme aquí? ¿Puedo volver a casa?
Ni siquiera sabía si la casa de Niall seguía siendo su hogar. Su relación estaba en el aire, pero no le quedaba más remedio que volver con él mientras estuviera en peligro la salud del bebé.
Niall tomó su mano entre las de él.
–Te quedarás aquí hasta que el médico te dé el alta. Y, durante el resto del embarazo, tendrás que hacer reposo absoluto.
Tenía mucho miedo y Niall se dio cuenta. Se acercó y le dio un beso en la frente.
–No quiero que te preocupes por nada, cariño. ¿De acuerdo? Yo me ocuparé de todo. iremos a algún sitio bonito y cálido. No tendrás que hacer nada más que estar tumbada en la playa observando el atardecer. Contrataré a un médico que esté pendiente de ti en todo momento.
–Niall, no podemos escaparnos a una isla tropical. Si nos limitamos a ignorar los problemas, no vamos a poder arreglarlos.
–Por ahora, concéntrate en ponerte mejor mientras yo me ocupo de eliminar cualquier preocupación que puedas tener.
Abrió la boca para protestar, pero Niall le dio un beso para que no lo hiciera.
–Sé que tenemos que arreglar algunas cosas, Kelly. Cuando te lo dije por primera vez, no sabía hasta qué punto era verdad. Pero ahora tenemos que dejar esos problemas al margen y concentrarnos en tu salud y la del bebé. ¿Qué te parece?
Se dio cuenta de que tenía razón y asintió con la cabeza.
A pesar de lo que había ocurrido en el pasado, sabía que Niall estaba siendo sincero y le importaba su salud y la del niño más que cualquier otra cosa.
ᴍᴀʀ.
-Capítulo Final-
Capítulo 22
–Mi idea era llevarla de vacaciones si cree que está en condiciones de viajar. Quiero que esté en un sitio cálido y atendida en todo momento. Puedo encargarme de que un avión privado nos lleve a la isla y allí tendré un médico que la atienda.
El médico se quedó pensativo unos segundos.
–Puede que sea lo mejor. A lo mejor se siente más tranquila en un sitio más cálido y recupera antes las fuerzas –repuso el doctor–. Sería muy negativo que diera a luz antes de tiempo y con ella al borde de la depresión.
Se le encogió el corazón al pensar en la profunda tristeza que estaba sintiendo Kelly. Estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para conseguir que volviera a sonreír.
–Si me da el visto bueno, comenzaré a organizarlo todo –le dijo Niall–. Quiero lo mejor para ella y haré lo que sea necesario para que se recupere.
–Lo creo, señor Horan. ¿Por qué no me da el nombre del médico que va a contratar? También quiero los datos del hospital donde sería atendida. Me encargaré de enviarles la historia médica y asegurarme de que están preparados para ocuparse de ella.
–Gracias –le dijo con sinceridad–. Kelly y yo se lo agradecemos de corazón.
–Cuide de ella. No me gusta verla tan triste.
Niall asintió con la cabeza. iba a cuidar de ella.
Sentada en el sillón al lado de la ventana, Kelly se distraía viendo cómo caían los copos de nieve.
–¿Quieres una manta? –le preguntó Niall.
Giró la cabeza sorprendida al ver que ya había regresado.
–Siento haberte sobresaltado.
–No lo has hecho, no te preocupes. No te había oído entrar, eso es todo.
Se acercó a ella y se apoyó en el borde de la ventana.
–Acabo de hablar con tu médico y está dispuesto a darte el alta.
Se quedó boquiabierta al oírlo.
–Pero hay algunas condiciones. Le preocupa mucho tu salud.
–¿Qué condiciones?
–Ya lo he arreglado todo. No te preocupes por nada. Concéntrate en ponerte mejor y más fuerte.
Había pasado esos días en el hospital como si tuviera la cabeza en blanco. Le costaba pensar con claridad y cada vez se sentía más cansada.
–Nos vamos de la ciudad. Una ambulancia te va a llevar al aeropuerto y volaremos hasta la isla de Saint Angelo en un avión privado.
No podía creerlo.
–Niall, no puedes irte de Nueva York. Podrían pasar semanas antes de que naciera el bebé. No puedes pasar tanto tiempo cuidando de mí ni abandonar tu trabajo. Tu vida está aquí.
Niall se arrodilló frente a ella y le tomó las manos.
–Mi vida está contigo. El bebé y tú sois lo más importante. Además, hay muchas personas en la empresa capaces de dirigirla durante mi ausencia. Mis socios también van a echarme una mano. Estaremos a pocos minutos del lugar donde estamos construyendo el complejo hotelero, así que puedo encargarme de solucionar cualquier problema que pueda surgir allí.
No habían vuelto a hablar de la cena con sus amigos y su familia ni de la conversación que habían tenido después en la casa. Sabía que Niall se sentía muy culpable y que le atormentaba lo que ella le había contado. Sabía que no le convenía hablar de ello ni perder la calma. Quería protestar y decirle que no podía seguir organizando su vida, pero no tenía energía para hacerlo.
–Kelly, ¿en qué estás pensando, cariño?
Lo miró a los ojos. Parecía muy preocupado y la miraba como si estuviera intentando leer sus pensamientos.
–Estoy cansada–dijo con sinceridad.
También se sentía débil, insegura y arrastraba un gran dolor en su corazón. Pero trataba de hacer lo mejor para el bebé.
No podía explicarle todo lo que sentía, era un esfuerzo demasiado grande.
–Lo sé, cariño –le dijo Niall mientras le acariciaba cariñosamente la mejilla–. Sé que no tengo derecho a pedírtelo, pero lo voy a hacer de todas formas. Confía en mí. Deja que te cuide y te lleve a Saint Angelo. Sé que te encanta la isla.
Siempre le había resultado muy fácil dejar que él llevara las riendas. En ese momento, le ofrecía además lo que siempre había querido. Su amor y sus cuidados. Era la fantasía con la que había soñado, pero temía que no durara. Ya había pasado por aquello. Los días en la isla habían sido idílicos, pero después tenían que regresar a la fría realidad de sus vidas.
–Quiero quedarme allí hasta que nazca el bebé –susurró ella.
No quería que naciera en Nueva York ni tener a su alrededor a gente que la despreciaba.
–Ya me he encargado de ello.
Le sorprendió oírlo.
–Ven conmigo, Kelly. Confía en mí. Al menos, de momento.
Pensó que a lo mejor podría quedarse en la isla después de que naciera el bebé. Supuso que Niall ya se habría dado cuenta de que lo suyo no tenía futuro.
Le atraía la idea de vivir allí con el bebé. Creía que no necesitaría mucho, sólo un apartamento. En cuanto se recuperara, podría encontrar un puesto como camarera. No le daba miedo el trabajo duro. Y, cuando Niall quisiera ver al niño, podría ir a la isla.
Se sintió algo más fuerte al pensar en la posibilidad que se abría frente a ella y asintió con la cabeza.
Vio que Niall parecía muy aliviado. Se inclinó sobre ella para besarla, pero ella apartó la cara y la besó en la mejilla.
–Tengo que volver a irme para terminar de organizarlo todo. Volveré en cuanto pueda. ¿Necesitas que te traiga algo?
Ella negó con la cabeza y Niall se puso en pie.
–Voy a hacer todo lo que esté en mi mano para que vuelvas a sonreír, Kelly –le prometió él antes de salir.
Kelly giró la cabeza y siguió observando los copos de nieve por la ventana.
No tuvieron ningún problema con el vuelo ni con el transporte hasta la casa de la playa. Niall se había asegurado de que Kelly estuviera cómoda en todo momento. Todo el mundo estaba pendiente de ella. Nada más llegar, los recibió el médico que la iba a tratar y una enfermera personal que iba a residir en la casa con ellos.
Cuando Kelly vio la maravillosa casa, se quedó sin aliento. La propiedad estaba rodeada por altos muros. Entraron atravesando unas rejas de hierro. Siguieron por un camino empedrado. El jardín era maravilloso, mirara donde mirara había arbustos con flores de todos los colores.
La casa estaba a sólo unos metros de la playa. Le encantaba la idea de poder salir directamente desde la puerta trasera de la casa.
Trató de negarse, pero Niall se empeñó en entrar con ella en brazos. En vez de enseñarle la casa, la llevó directamente al porche trasero, desde donde se accedía directamente a la playa.
No tardó en sentir la brisa marina agitando su pelo. Cerró los ojos y respiró profundamente.
–Esto es precioso –susurró ella.
–Me alegra que te guste porque es tuyo –repuso Niall con una sonrisa.
Se quedó inmóvil entre sus brazos y lo miró a los ojos. Estaba sin palabras.
–No lo entiendo.
Niall la dejó en el suelo y se sentaron en los peldaños del porche.
–La he comprado para ti. Para nosotros. Esta es nuestra casa –le explicó él.
No sabía qué decir. La sensación de irrealidad y tristeza que la había envuelto durante los últimos días comenzó a desvanecerse. Empezó a ver las cosas con más claridad. Vio que Niall estaba haciendo un esfuerzo increíble para hacerla feliz y cuidar de ella.
Sintió que la esperanza renacía en su interior, pero tenía que ser cauta.
–No lo entiendo, Niall. Tú vives en Nueva York. Tu vida está allí. Tu familia está allí. Tu trabajo, tu empresa, tus amigos. No puedes mudarte a esta isla sólo porque aquí pasamos días muy felices.
–¿No puedo? –preguntó Niall mientras le tomaba la mano–. Hay muchas cosas que aún no sabes, Kelly. No quise contártelo cuando pasó porque estabas en el hospital. He hablado con mi hermano y con mi madre y les he dicho que no quiero saber nada de ellos. Ya no forman parte de mi vida, de nuestras vidas.
–Pero Niall... –murmuró ella con lágrimas en los ojos.
–No derrames ni una lágrima por ellos ni por mí. No se merecen tus lágrimas y no me arrepiento de lo que he hecho. De lo único de lo que me arrepiento es de haber permitido que te hicieran tanto daño y de haber sido incapaz de verlo con mis propios ojos.
–Sí, pero no habrías tenido que romper con ellos si no hubiera sido por mí –le dijo ella con verdadero dolor–. Son tu familia, Niall. Ahora estás enfadado, pero puede que las cosas cambien dentro de un año o dos. Tarde o temprano, me echarás en cara que te haya separado de ellos.
–No, tú no eres responsable de lo que hicieron, fueron ellos. Han hecho algo horrible y no merecen tu consideración, tampoco la mía. No quiero que nuestro hijo se vea expuesto a ese tipo de gente. Fue mi decisión, Kelly. ¿De verdad crees que les permitiría formar parte de nuestra vida después de lo que te hicieron?
No podía dejar de llorar. No había sido su intención separarlo de su familia. Ella no quería tener que verlos, pero no deseaba que Niall tuviera también que sufrir.
–Pero no quiero hablar de ellos –le dijo Niall–. Ya no me importan. Lo que quiero es hablar de nosotros. ¿Crees que serás capaz de perdonarme algún día, Kelly? ¿Podrás volver a quererme?
Niall se levantó y bajó los dos escalones del porche. Después, se puso de rodillas frente a ella y tomó sus manos.
–Una vez, te pusiste de rodillas para rogarme que te creyera y pedirme que no te diera la espalda. Ha llegado ahora el momento de que te suplique yo, Kelly. No merezco tu perdón y entendería que no lo hicieras, pero tengo que pedírtelo de todas formas. Te quiero. Deseo más que nada tener una vida contigo. Aquí, en esta isla, lejos de la infelicidad del pasado.
–¿Quieres que nos quedemos aquí? –le preguntó ella.
Niall asintió con la cabeza. Vio que le temblaban las manos.
–He comprado esta casa y en el hospital tienen tu historial médico. Me he asegurado de que el bebé tenga los mejores cuidados posibles. Quiero que empezamos de nuevo. Que esta vez sea de verdad un comienzo. Te ruego que me des esa oportunidad para poder conseguir que vuelvas a quererme.
Sintió que se derretían las paredes de hielo de su corazón y permitió que renaciera la esperanza en su interior. Esa vez, no trató de detenerla.
Tomó la cara de Niall entre las manos, estaba llorando. Había dolor y desesperación en su mirada, también algo de miedo.
–Te quiero tanto –le dijo ella con la voz entrecortada–. He pasado mucho tiempo enfadada y odiándote. Ha sido un peso que no me dejaba avanzar. Pero no puedo seguir viviendo así.
Niall cerró los ojos. Cuando los abrió de nuevo, vio que se sentía muy aliviado. También parecía vulnerable y se dio cuenta de que estaba tomando la decisión adecuada.
–Si perdonas todas las cosas que te he dicho, yo también te perdonaré por no confiar en mí.
–Dios mío, Kelly –gimió él–. Merezco todo lo que me has dicho y mucho más. Lo que te hice fue imperdonable. ¿Cómo puedes perdonarme cuando no me perdono yo?
Se inclinó hacia él y lo besó. Le acarició la cara con las manos y también el pelo.
–¡Menuda pareja formamos los dos! Hemos cometido errores, pero no nos hemos dado por vencidos. Y creo que eso nos ha hecho más fuertes. Siento que hayas tenido que renunciar a tu familia por mi culpa. Has dicho adiós también a la ciudad en la que has vivido siempre. Has comprado esta casa aquí porque sabías que me encantaría. Es una muestra increíble de tu amor. Si no te perdonara, estaría rechazando todo el amor que puedes darme y no quiero vivir sin ti, Niall. Los últimos meses han sido los peores de mi vida y no quiero volver a sentirme así.
Niall la abrazó con fuerza. No podía respirar, pero no le importó. Estaban juntos. Juntos por fin. Sin el dolor ni la tristeza del pasado.
Sintió que se le había quitado un gran peso de encima al decirle que lo amaba y que lo perdonaba. Hacía mucho que no se sentía tan libre ni tan ligera. Estaba feliz. Muy feliz.
–Te quiero tanto, Kelly –le dijo él–. Siempre te he querido. Me iba a la cama pensando en ti, preocupado por cómo estarías o por si serías feliz. Me inventé unas cuantas excusas para explicar por qué contraté a un detective cuando la verdad era que no podía soportar la idea de vivir sin ti.
Kelly sonrió y apoyó la frente contra la de él.
–¿Crees que seremos capaces de perdonarnos a nosotros mismos, olvidar las cosas que no podemos cambiar y concentrarnos en nuestro amor y en nuestro futuro? –le preguntó ella.
–Sí, creo que podemos hacerlo –repuso Niall sin soltarla.
Después, se apartó de ella y la miró con una gran sonrisa. Había mucha emoción en sus ojos.
–Cásate conmigo, Kelly. Ahora mismo. No quiero esperar ni un día más. Nos casaremos aquí, en nuestra playa. Solos tú, yo y nuestro bebé.
–Sí, me casaré contigo.
Se quedaron abrazados en esos peldaños durante mucho tiempo. En esa playa iban a criar a sus hijos.
Allí pasarían los mejores años de su vida, riéndose, amándose y recordando el lugar donde se habían jurado amor eterno junto con la promesa de luchar para superar juntos los problemas que la vida pudiera depararles.
Estuvieron allí sentados hasta que se puso el sol. Después, cuando la luna brillaba ya en lo alto y se reflejaba su luz en el agua, Niall llevó a Kelly en brazos hasta la playa y bailaron al ritmo que les marcaban las olas.
El médico se quedó pensativo unos segundos.
–Puede que sea lo mejor. A lo mejor se siente más tranquila en un sitio más cálido y recupera antes las fuerzas –repuso el doctor–. Sería muy negativo que diera a luz antes de tiempo y con ella al borde de la depresión.
Se le encogió el corazón al pensar en la profunda tristeza que estaba sintiendo Kelly. Estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para conseguir que volviera a sonreír.
–Si me da el visto bueno, comenzaré a organizarlo todo –le dijo Niall–. Quiero lo mejor para ella y haré lo que sea necesario para que se recupere.
–Lo creo, señor Horan. ¿Por qué no me da el nombre del médico que va a contratar? También quiero los datos del hospital donde sería atendida. Me encargaré de enviarles la historia médica y asegurarme de que están preparados para ocuparse de ella.
–Gracias –le dijo con sinceridad–. Kelly y yo se lo agradecemos de corazón.
–Cuide de ella. No me gusta verla tan triste.
Niall asintió con la cabeza. iba a cuidar de ella.
+++ +++ +++
Sentada en el sillón al lado de la ventana, Kelly se distraía viendo cómo caían los copos de nieve.
–¿Quieres una manta? –le preguntó Niall.
Giró la cabeza sorprendida al ver que ya había regresado.
–Siento haberte sobresaltado.
–No lo has hecho, no te preocupes. No te había oído entrar, eso es todo.
Se acercó a ella y se apoyó en el borde de la ventana.
–Acabo de hablar con tu médico y está dispuesto a darte el alta.
Se quedó boquiabierta al oírlo.
–Pero hay algunas condiciones. Le preocupa mucho tu salud.
–¿Qué condiciones?
–Ya lo he arreglado todo. No te preocupes por nada. Concéntrate en ponerte mejor y más fuerte.
Había pasado esos días en el hospital como si tuviera la cabeza en blanco. Le costaba pensar con claridad y cada vez se sentía más cansada.
–Nos vamos de la ciudad. Una ambulancia te va a llevar al aeropuerto y volaremos hasta la isla de Saint Angelo en un avión privado.
No podía creerlo.
–Niall, no puedes irte de Nueva York. Podrían pasar semanas antes de que naciera el bebé. No puedes pasar tanto tiempo cuidando de mí ni abandonar tu trabajo. Tu vida está aquí.
Niall se arrodilló frente a ella y le tomó las manos.
–Mi vida está contigo. El bebé y tú sois lo más importante. Además, hay muchas personas en la empresa capaces de dirigirla durante mi ausencia. Mis socios también van a echarme una mano. Estaremos a pocos minutos del lugar donde estamos construyendo el complejo hotelero, así que puedo encargarme de solucionar cualquier problema que pueda surgir allí.
No habían vuelto a hablar de la cena con sus amigos y su familia ni de la conversación que habían tenido después en la casa. Sabía que Niall se sentía muy culpable y que le atormentaba lo que ella le había contado. Sabía que no le convenía hablar de ello ni perder la calma. Quería protestar y decirle que no podía seguir organizando su vida, pero no tenía energía para hacerlo.
–Kelly, ¿en qué estás pensando, cariño?
Lo miró a los ojos. Parecía muy preocupado y la miraba como si estuviera intentando leer sus pensamientos.
–Estoy cansada–dijo con sinceridad.
También se sentía débil, insegura y arrastraba un gran dolor en su corazón. Pero trataba de hacer lo mejor para el bebé.
No podía explicarle todo lo que sentía, era un esfuerzo demasiado grande.
–Lo sé, cariño –le dijo Niall mientras le acariciaba cariñosamente la mejilla–. Sé que no tengo derecho a pedírtelo, pero lo voy a hacer de todas formas. Confía en mí. Deja que te cuide y te lleve a Saint Angelo. Sé que te encanta la isla.
Siempre le había resultado muy fácil dejar que él llevara las riendas. En ese momento, le ofrecía además lo que siempre había querido. Su amor y sus cuidados. Era la fantasía con la que había soñado, pero temía que no durara. Ya había pasado por aquello. Los días en la isla habían sido idílicos, pero después tenían que regresar a la fría realidad de sus vidas.
–Quiero quedarme allí hasta que nazca el bebé –susurró ella.
No quería que naciera en Nueva York ni tener a su alrededor a gente que la despreciaba.
–Ya me he encargado de ello.
Le sorprendió oírlo.
–Ven conmigo, Kelly. Confía en mí. Al menos, de momento.
Pensó que a lo mejor podría quedarse en la isla después de que naciera el bebé. Supuso que Niall ya se habría dado cuenta de que lo suyo no tenía futuro.
Le atraía la idea de vivir allí con el bebé. Creía que no necesitaría mucho, sólo un apartamento. En cuanto se recuperara, podría encontrar un puesto como camarera. No le daba miedo el trabajo duro. Y, cuando Niall quisiera ver al niño, podría ir a la isla.
Se sintió algo más fuerte al pensar en la posibilidad que se abría frente a ella y asintió con la cabeza.
Vio que Niall parecía muy aliviado. Se inclinó sobre ella para besarla, pero ella apartó la cara y la besó en la mejilla.
–Tengo que volver a irme para terminar de organizarlo todo. Volveré en cuanto pueda. ¿Necesitas que te traiga algo?
Ella negó con la cabeza y Niall se puso en pie.
–Voy a hacer todo lo que esté en mi mano para que vuelvas a sonreír, Kelly –le prometió él antes de salir.
Kelly giró la cabeza y siguió observando los copos de nieve por la ventana.
+++ +++ +++
No tuvieron ningún problema con el vuelo ni con el transporte hasta la casa de la playa. Niall se había asegurado de que Kelly estuviera cómoda en todo momento. Todo el mundo estaba pendiente de ella. Nada más llegar, los recibió el médico que la iba a tratar y una enfermera personal que iba a residir en la casa con ellos.
Cuando Kelly vio la maravillosa casa, se quedó sin aliento. La propiedad estaba rodeada por altos muros. Entraron atravesando unas rejas de hierro. Siguieron por un camino empedrado. El jardín era maravilloso, mirara donde mirara había arbustos con flores de todos los colores.
La casa estaba a sólo unos metros de la playa. Le encantaba la idea de poder salir directamente desde la puerta trasera de la casa.
Trató de negarse, pero Niall se empeñó en entrar con ella en brazos. En vez de enseñarle la casa, la llevó directamente al porche trasero, desde donde se accedía directamente a la playa.
No tardó en sentir la brisa marina agitando su pelo. Cerró los ojos y respiró profundamente.
–Esto es precioso –susurró ella.
–Me alegra que te guste porque es tuyo –repuso Niall con una sonrisa.
Se quedó inmóvil entre sus brazos y lo miró a los ojos. Estaba sin palabras.
–No lo entiendo.
Niall la dejó en el suelo y se sentaron en los peldaños del porche.
–La he comprado para ti. Para nosotros. Esta es nuestra casa –le explicó él.
No sabía qué decir. La sensación de irrealidad y tristeza que la había envuelto durante los últimos días comenzó a desvanecerse. Empezó a ver las cosas con más claridad. Vio que Niall estaba haciendo un esfuerzo increíble para hacerla feliz y cuidar de ella.
Sintió que la esperanza renacía en su interior, pero tenía que ser cauta.
–No lo entiendo, Niall. Tú vives en Nueva York. Tu vida está allí. Tu familia está allí. Tu trabajo, tu empresa, tus amigos. No puedes mudarte a esta isla sólo porque aquí pasamos días muy felices.
–¿No puedo? –preguntó Niall mientras le tomaba la mano–. Hay muchas cosas que aún no sabes, Kelly. No quise contártelo cuando pasó porque estabas en el hospital. He hablado con mi hermano y con mi madre y les he dicho que no quiero saber nada de ellos. Ya no forman parte de mi vida, de nuestras vidas.
–Pero Niall... –murmuró ella con lágrimas en los ojos.
–No derrames ni una lágrima por ellos ni por mí. No se merecen tus lágrimas y no me arrepiento de lo que he hecho. De lo único de lo que me arrepiento es de haber permitido que te hicieran tanto daño y de haber sido incapaz de verlo con mis propios ojos.
–Sí, pero no habrías tenido que romper con ellos si no hubiera sido por mí –le dijo ella con verdadero dolor–. Son tu familia, Niall. Ahora estás enfadado, pero puede que las cosas cambien dentro de un año o dos. Tarde o temprano, me echarás en cara que te haya separado de ellos.
–No, tú no eres responsable de lo que hicieron, fueron ellos. Han hecho algo horrible y no merecen tu consideración, tampoco la mía. No quiero que nuestro hijo se vea expuesto a ese tipo de gente. Fue mi decisión, Kelly. ¿De verdad crees que les permitiría formar parte de nuestra vida después de lo que te hicieron?
No podía dejar de llorar. No había sido su intención separarlo de su familia. Ella no quería tener que verlos, pero no deseaba que Niall tuviera también que sufrir.
–Pero no quiero hablar de ellos –le dijo Niall–. Ya no me importan. Lo que quiero es hablar de nosotros. ¿Crees que serás capaz de perdonarme algún día, Kelly? ¿Podrás volver a quererme?
Niall se levantó y bajó los dos escalones del porche. Después, se puso de rodillas frente a ella y tomó sus manos.
–Una vez, te pusiste de rodillas para rogarme que te creyera y pedirme que no te diera la espalda. Ha llegado ahora el momento de que te suplique yo, Kelly. No merezco tu perdón y entendería que no lo hicieras, pero tengo que pedírtelo de todas formas. Te quiero. Deseo más que nada tener una vida contigo. Aquí, en esta isla, lejos de la infelicidad del pasado.
–¿Quieres que nos quedemos aquí? –le preguntó ella.
Niall asintió con la cabeza. Vio que le temblaban las manos.
–He comprado esta casa y en el hospital tienen tu historial médico. Me he asegurado de que el bebé tenga los mejores cuidados posibles. Quiero que empezamos de nuevo. Que esta vez sea de verdad un comienzo. Te ruego que me des esa oportunidad para poder conseguir que vuelvas a quererme.
Sintió que se derretían las paredes de hielo de su corazón y permitió que renaciera la esperanza en su interior. Esa vez, no trató de detenerla.
Tomó la cara de Niall entre las manos, estaba llorando. Había dolor y desesperación en su mirada, también algo de miedo.
–Te quiero tanto –le dijo ella con la voz entrecortada–. He pasado mucho tiempo enfadada y odiándote. Ha sido un peso que no me dejaba avanzar. Pero no puedo seguir viviendo así.
Niall cerró los ojos. Cuando los abrió de nuevo, vio que se sentía muy aliviado. También parecía vulnerable y se dio cuenta de que estaba tomando la decisión adecuada.
–Si perdonas todas las cosas que te he dicho, yo también te perdonaré por no confiar en mí.
–Dios mío, Kelly –gimió él–. Merezco todo lo que me has dicho y mucho más. Lo que te hice fue imperdonable. ¿Cómo puedes perdonarme cuando no me perdono yo?
Se inclinó hacia él y lo besó. Le acarició la cara con las manos y también el pelo.
–¡Menuda pareja formamos los dos! Hemos cometido errores, pero no nos hemos dado por vencidos. Y creo que eso nos ha hecho más fuertes. Siento que hayas tenido que renunciar a tu familia por mi culpa. Has dicho adiós también a la ciudad en la que has vivido siempre. Has comprado esta casa aquí porque sabías que me encantaría. Es una muestra increíble de tu amor. Si no te perdonara, estaría rechazando todo el amor que puedes darme y no quiero vivir sin ti, Niall. Los últimos meses han sido los peores de mi vida y no quiero volver a sentirme así.
Niall la abrazó con fuerza. No podía respirar, pero no le importó. Estaban juntos. Juntos por fin. Sin el dolor ni la tristeza del pasado.
Sintió que se le había quitado un gran peso de encima al decirle que lo amaba y que lo perdonaba. Hacía mucho que no se sentía tan libre ni tan ligera. Estaba feliz. Muy feliz.
–Te quiero tanto, Kelly –le dijo él–. Siempre te he querido. Me iba a la cama pensando en ti, preocupado por cómo estarías o por si serías feliz. Me inventé unas cuantas excusas para explicar por qué contraté a un detective cuando la verdad era que no podía soportar la idea de vivir sin ti.
Kelly sonrió y apoyó la frente contra la de él.
–¿Crees que seremos capaces de perdonarnos a nosotros mismos, olvidar las cosas que no podemos cambiar y concentrarnos en nuestro amor y en nuestro futuro? –le preguntó ella.
–Sí, creo que podemos hacerlo –repuso Niall sin soltarla.
Después, se apartó de ella y la miró con una gran sonrisa. Había mucha emoción en sus ojos.
–Cásate conmigo, Kelly. Ahora mismo. No quiero esperar ni un día más. Nos casaremos aquí, en nuestra playa. Solos tú, yo y nuestro bebé.
–Sí, me casaré contigo.
Se quedaron abrazados en esos peldaños durante mucho tiempo. En esa playa iban a criar a sus hijos.
Allí pasarían los mejores años de su vida, riéndose, amándose y recordando el lugar donde se habían jurado amor eterno junto con la promesa de luchar para superar juntos los problemas que la vida pudiera depararles.
Estuvieron allí sentados hasta que se puso el sol. Después, cuando la luna brillaba ya en lo alto y se reflejaba su luz en el agua, Niall llevó a Kelly en brazos hasta la playa y bailaron al ritmo que les marcaban las olas.
Fin
ᴍᴀʀ.
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
¡Hola! :)
Espero que les haya gustado la nove. Yo la adoré. ;)
Quiero agradecerle a las que siempre han comentado y siempre me han hecho saber que están leyendo la nove y que les gustaba.
Amé sus comentarios realmente han sido muy importantes para mi, aunque aveces era sólo uno, almenos sabía que alguien la leía y le gustaba mi adaptación. :)
Como ya dije en comentarios anteriores hay una tercera temporada que cuanta la historia de Louis, ya voy a crear el tema, cuando lo tenga hecho voy a publicar el link abajo en otro comentario. :)
¡Gracias!
:bye:
PD: Pueden encontrar más de mis adaptaciones en mi galería, y también en mi firma hay otra adaptación que empecé hace poco, es de Zayn. ;)
ᴍᴀʀ.
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
no puedo creer que ya termino!!!!!!!!! perdón por perderme en estos últimos capítulos pero he estado volviéndome loca con todo!!!!!
pero sabes que me encantan tus adaptaciones, cada una de ellas!!!!!!
me encanta que Niall puso en su lugar a su hermano y a su mamá, también que le diera su paraíso a Kelly!!!! supongo que lo del nacimiento del bebe se sabrá en la parte de Louis verdad??? y todo saldrá bien??? mas te vale que sea así porque al final fueron felices!!!!!
gracias por esta adaptación y en cuanto pueda me paso a la nueva!!!! Besos!!!!
:bye: :bye: :bye:
pero sabes que me encantan tus adaptaciones, cada una de ellas!!!!!!
me encanta que Niall puso en su lugar a su hermano y a su mamá, también que le diera su paraíso a Kelly!!!! supongo que lo del nacimiento del bebe se sabrá en la parte de Louis verdad??? y todo saldrá bien??? mas te vale que sea así porque al final fueron felices!!!!!
gracias por esta adaptación y en cuanto pueda me paso a la nueva!!!! Besos!!!!
:bye: :bye: :bye:
Isabela85
Re: Pasiones y Traición {Niall Horan} TERMINADA
Sip, es corta la nove como las demás de la serie. :/Isabela85 escribió:no puedo creer que ya termino!!!!!!!!! perdón por perderme en estos últimos capítulos pero he estado volviéndome loca con todo!!!!!
pero sabes que me encantan tus adaptaciones, cada una de ellas!!!!!!
me encanta que Niall puso en su lugar a su hermano y a su mamá, también que le diera su paraíso a Kelly!!!! supongo que lo del nacimiento del bebe se sabrá en la parte de Louis verdad??? y todo saldrá bien??? mas te vale que sea así porque al final fueron felices!!!!!
gracias por esta adaptación y en cuanto pueda me paso a la nueva!!!! Besos!!!!
:bye: :bye: :bye:
No te preocupes linda, he estado igual.
Aww! Gracias! :)
Si, realmente se lo merecían. Awww! Fue hermoso que hiciera eso por Kelly!
Sip, algo se sabrá, pero el final de cada historia se sabrá en la cuarta, tiene un epilogo que habla de cada una de las historias de la serie.
De nada. Gracias a ti por estar siempre en mis adaptaciones. :D
Besos.
:bye:
ᴍᴀʀ.
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