Fallen Angel (Multicrossover)

DOS DÍAS DESPUÉS

—Por favor —rogó el chico casi de rodillas por enésima vez—. Prometo no ir tan rápido. Por favor, tengo dieciséis, y creo ser más responsable que mis dos padres juntos—. Sabía que podía ir solo a New York; pero, de no ser porque tenían que ir Sam y Jazz, habría escapado a mitad de la noche sin decirle a nadie.

—Enserio, no lo puedo creer, está rogando —dijo Sam, él volteo a verlas soltándoles una mirada fría que fue ignorada por las chicas quienes solamente comenzaron a reír.

—Prefiero rogar a ir con mi padre —les respondió en tono petulante, cada vez le aterraba más que ellos se acercaran al lugar de reunión que descubrió era la Torre Stark, ahora mundialmente conocida como la Torre de los Vengadores—. Entonces me voy volando —replico tomando sus fantasmal forma. Comenzó a levitar un poco hasta elevarse lo suficiente como para nadie los alcanzase.

—Daniel James Fentom baja ya en este mismo instante —grito su madre al borde de un ataque de nervios—. Está bien —accedió a regañadientes—, llévate tu moto y donde te pase algo terminaras castigado —acuso con tono hosco.

—Técnicamente —titubeo antes de continuar pero aun así lo hizo—, al entrar en el edificio pasaremos a ser custodia del gobierno. No podrás castigarme mientras estemos allí, una vez que volvamos, si es que volvemos, haz lo que quieras. Pero tal vez sea demasiado tarde —desvió la mirada de su madre y a medida que pronunciaba una palabra bajaba el volumen de su voz.

— ¿Cómo es que sabes eso? —pregunto Jazz. Danny por lo general no se mostraba así, tenso todo el tiempo y mirando a todos lados con un deje paranoico.

—Bueno, veraz yo, leí todo lo que decía la carta. Cuando recién la abrí me salte partes no importantes en ese instante —admitió con una fingida sonrisa.

—Sí, sí, vayámonos ya, quiero llegar pronto a New York —dijo su padre sin cuidado subiendo al vehículo Fentom. 

—Por dios, mi hermana, mi novia y yo somos los nuevos vengadores, no él —se quejó mentalmente el chico—, además no es por insultar a mis padres pero, solo mamá sería capaz de clasificar, mi padre, esto seguro que los sacarían a patadas del edificio —negó cubriendo su cara con ambas manos y volvió a su forma humana tocando tierra firme para montarse en su moto.

Arranco la moto y se colocó el casco, dejo que sus padres se adelantaran un poco y después e arranco arranque. Todo iba bien, condujeron por varios minutos, cuarenta y cinco para ser exactos. Cuando entraron al Queens boro Bridge, todo el ambiente cambio y un rayo ectoplasmico llego de pronto a impactarse contra Danny lanzándolo de la moto en el acto.

Como iba delante de sus padres cuando cayó, el vehículo Fentom casi le mata, o bueno lo termina de matar bien, de no ser porque su padre se detuvo al instante, el vehículo quedó a casi medio centímetro del rostro de Danny. Con furia tomo impulso para levantare y transformarse para tomar un poco de altura y ver quien lo ataco de imprevisto. Lo que vio allí no le gusto para nada. Él no podía estar aquí, ni en la tierra ni en la zona fantasma, el… simplemente estaba vetado del planeta hasta que muriera.

—Debes huir —dijo Plasmius tomándolo por los hombros y zangoloteándolo—. Él está cerca—. A pesar de que lucía realmente asustado no le creyó ni una sola palabra, además si le creía tenía la posibilidad de que lo traicionara por la espalda y, además, quién demonios era Él.

—Yo no huyo —respondió en su ahora habitual tono frio, justo en su abdomen hizo aparecer una hoz que era un pequeño regalo de Clockwork cuando se enteró, o más bien cuando Danny se enteró que, nada más y nada menos que los Vengadores, lo habían reclutado.

Un portal se abrió en donde la hoz apareció y cinco segundos después él ya estaba en la zona fantasma. Activo el comunicador que venía en conjunto con el nuevo y mejorado traje junto con unas gafas.

—Walker… Plasmius ha vuelto, debe estar por la zona fantasma ahora —dijo, después de la noticia apago el comunicador—. Claro, como él es rico… y seguro que no me pagara mi moto. Dos años, dos malditos años ahorrando y convenciendo a mis padres de que me dejaran comprarla para que el venga y la destruya —gruño enfadado, Vlad había llegado solo a descomponer su perfecto día; de hecho su agravio había sido tal que enojado no era la palabra que utilizaría en ese instante para describir como se sentía.

Volteo y se encontró a toda su familia demasiado preocupada. El jamás se había mostrado así con nadie, sabía que todos pensaban que era por la moto, aunque en realidad ese solo había sido la gota que derramo el vaso.

—Estás bien —susurro Jazz.

—Sí —respondió sin cuidado. Ella noto que ya estaba “calmado” y solo asintió. Era la primera vez en años que cuando se enojaba no destruía algo, usualmente sus blancos eran rocas por allí flotando en la zona fantasma.

—Sabes, creo que para evitar percances así deberías ir… —tomo una pausa agobiante para el chico, suspiro y retomo sus palabras—… volando —declaro finalmente para alivio del medio fantasma.

—Gracias mamá —dijo agradecido y comienzo a levitar—. Quizás un día podamos ir a volar juntos —susurro en el oído mientras que la abrasaba y ella sonrío. Soltó al chico y antes de que se alejara miro con culpa la moto.

—No te preocupes ya veremos como la llevamos —declaro con una sonrisa. Danny asintió y se elevó más hasta tomar una altura razonable y perderse entre las nubes con dirección a la Torre Stark.

—Saben la razón por la cual se encuentra así —pregunto Maddie a todos.

—Tal vez, no sé si sea verdadera mi hipótesis, S.H.I.E.L.D. ya lo había contactado antes —murmuro Jazz, todos la miraron y ella prosiguió con su explicación—. Desde hace días él ha estado así, distraído y mirando a todos lados como si alguien o espiara—. Todos suspiraron y vieron el punto en donde había desaparecido.

—Creo que será mejor que nos apuremos si no queremos llegar tarde —cuchicheó Jack.

RENNATA DUCHANNES STARK

Realmente debo de dar crédito a la capacidad de organización que los trabajadores de Stark Industries pueden llegar a tener considerando que la torre Stark quedo hecha añicos hace cuatro meses. Sí. Ya ha pasado dos meses desde que descubrimos que teníamos la sangre de Anthony Stark corriendo por nuestras venas.

—Rennata ven acá —dijo mí supuesto padre, aunque las pruebas de ADN digan que si lo es.

—Sí —respondí cuando entre a la sala llena de cachivaches del penúltimo piso de la Torre Stark.

—Veamos si realmente te mereces usar el uniforme de S.H.I.E.L.D. —dijo Fury y sé que por fuera no expresaba sentimiento alguno pero por dentro era otra cosa, me imaginaba a los dioses y a mi riendo ante lo que dijo Fury. Claro que era digna de usarlo, y no, no trato de ser egocéntrica pero lo merezco con tan solo el hecho de que Zeus y Poseidón pusieron su confianza en mí para cuidar de sus hijos.

—No necesito probar, ni quiero usarlo, pero con lo anterior quieren decir que meteré mi cabeza en la boca de un león o haré alguna cosa parecida —masculle mirándolos con detenimiento, todos se tensaron y después el capitán Rogers negó con la cabeza.

—Empiezo a creer eres más molesta que Tony —me dijo en tono de reprimenda. Ojala y Hades escuchara eso y te lanzara no sé, alguna maldición, o te arrastrara hacia el Tártaro.

—Por el contrario, el resto de los chicos que formaran…

—El escuadrón B de la Súper Patrulla Delta, lo siento, tenía un amigo aficionado a eso—. Y el amigo aficionado a eso tenía el nombre de nada menos que Rennata Duchannes, bueno en realidad no lo era pero solía ser uno de los programas que solía ver con más frecuencia.

—Si lo pones así es algo parecido; ellos están por llegar, te encargaras de traerlos aquí —ordeno Fury y entrecerré los ojos.

—Como un edecán —pregunte sarcástica. Inmediatamente gire sobre mis talones y antes de ir a la recepción del edificio fui a mi habitación por mi reproductor de música. Lo puse aleatoriamente y mientras estaba en el ascensor escuchaba Paradise de Coldplay. Salí de él y me encamine a la puerta. Entonces comenzó a sonar Titanium de David Guetta.

Inconscientemente comencé a cantar e hice del primer piso mi escenario propio estoy segura de que todos están viendo esto y probablemente empezaran a hacer comentarios sarcásticos sobre mi voz. Pero qué más da hace tiempo que la verdadera yo, la que ríe sobre cualquier cosa, la que habla hasta por los codos, la que canta o más bien grita todas sus canciones a todo pulmón, no sale de mí.

La canción termino y detrás mío escuche un leve aplauso, voltee y encontré con un chico de cabellos blancos. No, Rennata corre… ocúltate, no alto antes de hacer algo, este tipo es el fantasma. Aclare mi garganta.

—Soy Rennata —dije extendiendo mi mano.

—Daniel Fentom, bueno Danny —dijo él rascando su nuca para después soltar una sonrisilla de lado.

—Bien solo que lleguen los demás y los conduciré al resto de… deberían de haber más junto a ti. Quiero decir en la carta había más nombres.

—Ellos, digamos que se retrasaron un poco, no es lo mismo volar que ir en auto —sonrió orgulloso inflando el pecho.

—Volar—. También extrañaba volar, cosa de la que me tengo que olvidar puesto que mis alas están rotas.

—Sí, volar es una sensación increíble —dijo mirando al ventanal a lado nuestro. Detrás de él apareció Happy con  una cara poco amigable.

—La está molestando señorita Stark —pregunto mirándolo detenidamente de arriba a abajo

—Duchannes, y no —dije y el simplemente dio la vuelta y volvió al sofá donde estaba sentado para cuidar a la señorita Potts, quiero decir a Pepper.

—Oye te puedo preguntar algo —susurro el extraño chico enfrente de mí.

—Sí —respondí distraída.

—¿Dónde está el baño?— Casi me suelto a reír como loca al escuchar su pregunta

—Sígueme —espondí simplemente antes de reírme y lo guie al baño—. Y que acaso quieres que entre contigo —dije sarcástica.

—Que… a no, yo puedo solo —Murmuro y me dio la espalda.

El tipo entro al baño y yo… yo bueno me quede allí parada, digo que más podría hacer. Gritar y correr como loca por el pasillo mientras que grito, es decir, canto como loca Call Me Maybe. Claro eso sería un total suicidio estando aquí.

Aun me sigo preguntando –creo es lo único que he hecho desde que llegue aquí hace dos meses– como diablos pase de estar en el campamento mestizo, jugando Captura Bandera y peleando contra monstruos mitológicos, a ser la princesa, guía de turistas e hija de Tony Stark.

Una mano me tomo por el hombro. Decidida lo tome para... no sé, ¿tirarlo al suelo y golpearlo? Cuando la tome de pronto sentí un escalofrió. Abrí los ojos como plato y esta vez no me contuve.

— ¡Oh por los dioses! Un muerto… o un vampiro —me solté de su agarre y voltee y me encontré con unos ojos azules, de ese azul que se forma en un lago cuando el cielo está completamente despejado.

—Yo creo que no soy ninguna de las anteriores —acoto el chico brindandomen una leve caricia en las manos, me miro a los ojos y me sentí extraña y por un momento acalorada—. Son lentes de contacto —pregunto y yo negué —Tus ojos son algo. Como decirlo…

— ¿Extraños? —intente completar pero lo negó.

—Poco comunes —respondio, acaso no es o mismo—, además de que combinan con tus mejillas —puse los ojos en blanco. Diablos. Se supone debo de ser formal con estos tipos y yo aquí como tonta sonrojándome con este tipo.

—Hum, Aaa… este, yo—. No. Estoy nerviosa, como puede pasar esto, dioses entre Percy yo –que más yo que el– matamos un hidra. Del cual nuevamente metió la pata y le corto la cabeza, ¡¡¡Y casi terminamos rostizados!!! Por los Dioses este solo es un chico—. Cu… cual el… no ¿Cuál es tu nombre? —logre articular por primera vez algo coherente desde que apareció de la nada.

—Jackson North Overland —respondió. ¿Jackson North? El creador de ese súper video juego en la Kinect, de ser una samurái mata zombis a la steampunk.

—Hum, y que se supone haremos mientras llegan los demás —dijo el chico fantasma atrás de mí y puso su mano en mi hombro, por instinto lo tome y esta vez a él si lo tire al suelo.

—Huy. Diablos, a, yo… metí la pata —masculle tapando mi cara con mis manos. Jack comenzó a reír y bueno Danny, a él no le hizo mucha gracia. Jack se acercó y lo ayudo a levantarse.

—No te preocupes —dijo con un gesto de dolor—, no es lo peor que me ha pasado en el día.

—Bueno que más da, de todos modos ya me viste gritar como loca —murmure viendo mis manos por alguna razón no podía levantar la vista. No más bien es ninguna razón era el chico de ojos de hielo y cabello de nieve que está en frente tuyo—. Hum, creo… creo que deberíamos ir a esperar al resto de… —pero qué clase de estupidez ibas a decir, apuesto que si les dices raritos se molestaran, no puedes tener en tu contra a un fantasma Rennata ¿qué tal si te espía mientras te vistes, te bañas o yo que se? Bien por primera vez en el día mi conciencia tenía razón.

— ¿Al resto de qué? —pregunto desdeñoso Jackson.

—Espera. Intento recordar algo —mentí para enmendar mi error—. Ah, sí. Al resto del escuadrón B de la Súper Patrulla Delta —sisee, Jack me miro incrédulo y se dio la media vuelta—. Bien solo nos queda esperar sentados en ese sillón —señale hacia la sala de espera. Inmediatamente todos nos fuimos a sentar. Yo solo tome mi iPod y me perdí en la música.

—Wow, jamás había estado en un edificio así —escuche levemente y abrí los ojos.

Me encontré con una chica que aparentemente era inadaptada social. Pero que digo todos aquí lo somos. Ella miro al… Peliblanco número 1, o sea Danny y luego a los números dos y tres, es decir Jack y yo. Tras ellos entraron otros cuatro chicos y lo que parecía una especie de perro alienígena.

—Genial, hubo reunión de chicos de cabello blanco, y yo que no me decolore el cabello —murmuro él según, y eso por las fotos, es Benjamín Tennyson. Un resplandor apareció en frente nuestro y un halo de luz atravesó el cuerpo de Daniel y ahora era de cabello negro azabache.

En el iPod comenzó a sonar Call Me Maybe. Inmediatamente puse los ojos en blanco y me quite los audífonos antes de que en realidad empezara a cantar y correr por el corredor.

—Parece que viste un fantasma —murmuro una chica pelirroja acompañante de Ben, Daniel y el resto de sus acompañantes rieron un poco.

—No se trata de un fantasma, sino de un absurdo recuerdo asociado con una canción —murmure después me levante—. Sería bueno que se dirijan al elevador —dije e hicieron lo que les dije, y a continuación los seguí—. Hum lo siento señor y señora Fentom, el director Fury pidió expresamente que solo los chicos se presentaran —les dije de manera respetuosa antes de que subieran al ascensor.

Entonces ellos se despidieron agitando las manos de Danny y su hermana e inmediatamente subí antes de que las puertas se cerraran y me gire sombre mis talones para verlos de frente. Una cosa muy estúpida porque después de eso me arrepentí de inmediato ya que Jack estaba en frente mío.

— ¿Qué tal? —dijo el chico con tono coqueto al notar mi nerviosismo. La boca se me seco y yo solo me quede en shock por unos segundos y después mi lado malo tomo control de mi boca y de todo mi cuerpo en realidad.

—Y yo que se debería de estar en Long Island en vez de estar siendo acorralada por un tipo como tú que trata de coquetear conmigo —grite con enojo y por parte de todos los chicos se escuchó un leve abucheo y él se alejó de mí con una mirada ¿triste?

“Viernes 29 de noviembre de 2012 22:30 horas; y aún sigo viva, la invasión de tipos raros… o al menos que no son semidioses ha comenzado y he sobrevivido a las miradas despectivas de Samanta Manson y Julie Yamamoto.

Pero qué diablos les hice a esas chicas, hasta donde sé solo soy una chica común y corriente, que si la vez es la encarnación viva de Jane Volturi, tonto Percy que me hiciste leerte toda la saga de Twilight, pero un día me he de cobrar.

Bueno también he sobrevivido a la lejanía de mi hermano. Dijo que iría a Londres a arreglar algunos asuntos pero yo sé que esos asuntos como el los llama tienen nombre y rostro, de una chica para ser exactos. O será que… por los dioses debo dejar de pensar en semejantes cosas.”

“Debo admitirlo la tipa tiene un buen gusto musical, pero eso no le quita que se crea la gran cosa porque Ben la ve, o más bien la quiere desvestir con la mirada así que tendré que mantener los ojos abiertos, después de todo, sé que él me quiere y yo lo quiero y ni Elena pudo alejarlo de mi lado, sé que eso suena como… novia obsesiva por el pero diablos Ben la quería… demasiado, Creo será mejor dormir y aclarar mi mente.”

“Un día, un solo día y Daniel Fentom ya está babeando por esa tal Rennata. Y eso no es lo peor de todo si no que aun escucho sus patéticas canciones de niña rica. Creo que no soportaré mucho tiempo aquí, sé que esto será y es una gran oportunidad para Danny pero simplemente me cae como gancho al hígado que la vea a ella, esa, esa, imitación barata de vampiro de Twilight.”

Un leve sonido de una canción de Aerosmith lleno la habitación cambiando por completo el ánimo de la habitación.

—A ver. Primero Cher Lloyd y luego Aerosmith. Solo falta que en tu playlist tengas a Beethoven —murmuro la gótica dejando a un lado su libreta

—No pasa de Louis Armstrong —continúo moviendo las piezas del ajedrez en contra de la máquina que tenía enfrente. Jugar con un brazo robótico se estaba haciendo aburrido para ella usualmente se enfrentaba a su hermano quien le daba una buena jugada, aunque siempre terminaban en tablas.

—Gustas de un rival humano —pregunto la prima de Ben, Gwen Tennyson. Si los informes confidenciales de S.H.I.E.L.D. no se equivocaban ella es un genio. Esto se pondrá divertido. Pensó analizando con la mirada a la chica frente a ella.

—Claro, todos los retadores se aceptan —dijo volviendo a acomodar las piezas del ajedrez. La de ojos carmesí tomo dos peones y uno, claramente sin saber qué color era, uno de sus principios como jugadora de ajedrez, lo metió en su manga y el otro lo oculto en su mano sin que la ojiverde se diera cuenta—. ¿Qué color es? —pregunto.

—Es un peón negro —trató de adivinar Gwen. Rennata abrió la mano y se encontraron con un peón blanco. 

—Eso sí fue una buena sorpresa... y suerte —se recitó mentalmente la albina—. Escojo las piezas negras —dijo y se sentaron.

—Bien —murmuro la chica pelirroja y tomo primero un peón desprotegiendo a su rey.

Rennata movió un peón descubriendo a su reina, Gwen en respuesta movió el peón enfrente del caballo. Con un movimiento casi de fantasma Rennata movió a su reina y continuando con su plan Gwen movió otro peón.

—Jaque Mate pronuncio Rennata levantándose de la mesa—. Creí que sería un oponente más formidable —pensó mientras iba a su habitación, que realmente era enorme, ocupaba la mitad del piso asignado para ellos, o al menos eso creía. Aunque esa mitad todavía estaba dividida en tres; una especie de sala para ella y su hermano y los cuartos de ambos.

Al cerrar la puerta de –lo que todos creían– su habitación tomo la forma de un pequeño zorro blanco. Si era cierto los hermanos Duchannes ocultaban mucho y uno de sus nuevos secretos era que en algún momento alguien de su familia se emparento con una hermosa kitsune, un demonio zorro y parecía que solo unos cuantos por no decir solo un par de ellos había despertado su mitad yōkai.

Aunque a pesar de todo eso al parecer los espíritus de estos solo pasaban de cuerpo en cuerpo, debido a esto en ellos ya se había presentado de la forma más poderosa de los kitsune. Los kyubi, no muy distinto a los anteriores con la única diferencia de que estos últimos tenían nueve colas. Su nuevo poder se había vuelto un problema para ellos ya que ocultar sus colas no era fácil. Tenían que cuidarse hasta de su sombra pues esta los delataba mostrando sus colas.

La pequeña albina estaba demasiado cansada, volverse niñera de los que ahora seria los nuevos vengadores no era nada fácil. Ese día la habían obligado a llevarlos por todo New York. Maldijo el momento en que habían bautizado ese lugar como la ciudad que nunca duerme. Con pasos cansinos se dirigió a su habitación. De un salto subió a la cama y se recostó quedando hecha bolita y haciendo que sus nueve colas la cubrieran, dejándose llevar por Morfeo.

Tony entro a la habitación de los hermanos Duchannes e inmediatamente se dirigió a la mitad perteneciente a Rennata. Al abrir la puerta se encontró con la pequeña chica recostada en su mullida cama bajo los efectos de Morfeo.

—Debí de haber estado con ellos desde el principio —lamento mentalmente el castaño y seguido de esto se abofeteo de la misma forma culpándose por la por la forma tan estúpida e irresponsable en que había actuado después del accidente de sus padres. Aunque a pesar de todo lo que había pasado no se arrepentía de la forma en que habían sucedido las cosas. 

—Despierta —le dijo dulcemente a la chica que le causaba ternura—. Vamos a comer. 

—Me niego. Estuve todo el maldito día recorriendo todo Manhattan fingiendo ser la niñera de esos "héroes" —dijo tomando una almohada y cubriendo su rostro con ella. 

—Vamos. No me agrada la idea de que te pases sin comer todo el día. Además, debido a las “pocas” personas que residimos en el edificio, Pepper decidió contratar a un cocinero —murmuró sonriente. 

—Genial estaba hasta el gorro de comer shawarma, comida tailandesa o comida china o… o… o lo que sea que este precalentado, si en eso también entra la comida rápida —exclamo triunfante la chica mientras que se levantaba. Salieron de la habitación y se dirigieron al ascensor en silencio y después de un tranquilo viaje en el bajaron y se dirigieron tranquilamente al piso que fungía como comedor.

—Por primera vez desde que la conozco la señorita Stark se digna a comer con nosotros —murmuró el agente Barton quien había detectado que la esencia de la peliblanca era de todo menos normal y tenía un leve olor al lugar donde se encontraba el campamento griego.

La chica le lanzó una mirada acusadora quien también sabía que el arquero de los Vengadores era un semidiós y que de allí era de donde provenían sus virtuosas habilidades. Ella y su padre se sentaron y el cocinero inmediatamente sirvió de comer a todos. 

—Itadakimasu —murmuro la albina y todos la miraron extrañados. Esta sin embargo ignoro olímpicamente las miradas de asombro de todos restándole importancia. 

—No… no sabía que hablabas japonés —pregunto Jack tratando de ignorar la mirada asesina que Sam le mandaba a la pequeña chica. 

—También español, italiano, griego y latín —murmuro mientras comía a la par que cortaba con gracia su filete de salmón. 

—Superficial —dijo con desdén la gótica. 

—Oh, lo olvidaba también portugués —conto como si nada de manera que de nuevo ignoro el comentario insultante de Sam. 

—No es como si nos importara, niña presuntuosa —gruño de nuevo la gótica, por una fracción de segundo Jack la miro y noto una pequeña sonrisa macabra en los labios de la albina. 

—De seguro que tienes un montón de amigos de distintos países en Facebook —pregunto Jack con curiosidad de saber que tramaba Rennata. 

—Bah… esos sitios son solo para inflar el ego de las personas dando a relucir lo que ellos tienen que sus amigos no. Si sabes a lo que me refiero ¿no? —dijo la chica e instantáneamente la gótica bajo la mirada, inesperadamente no había pensado que dijera eso la peliblanca—. Así que cual sería su último insulto que ignorare, señorita Manson —la enfrento Rennata dando así su tiro de gracia—. Creí que continuaría con sus comentarios despectivos, aunque creo que su cerebro se ha freído debido a mi último comentario —susurro con malicia.

—No —dijo la pelinegra en un susurro que nadie escucho, más bien solo Rennata la oyó de forma clara.

—Y donde aprendiste a hablar tantos idiomas —pregunto emocionado Danny.

—Japonés, español y portugués en escuelas de intercambio, italiano fue cuando en una escuela de intercambio encontré a un chico que venía de Italia, y griego y latín en un campamento —respondió comiendo tranquilamente su ensalada.

—Y fue difícil —continúo Ben.

—De hecho no, los más complicados fueron el japonés y el griego debido al cambio radical del alfabeto —murmuro.

—Solo falta que digas que eres una genio igual que tu padre —bromeo Pepper y Rennata sonrió.

—Quisiera el ser tan fantástico como yo —dijo con tono burlesco—. Me gradué de Harvard con honores a los quince, pudo haber sido dos años antes pero… me metí en problemas y perdí dos años —respondió con la mirada clavada en el plato—. Preguntan demasiadas cosas estas personas, me siento incomoda—. Pensó la chica.

—Y qué hay de tu hermano —pregunto de nuevo la pelirroja y todos los adolescentes la voltearon a ver.

— ¿Tienes un hermano? —preguntaron todos y ella asintió.

—Se graduó a los catorce, aunque el asistía a Yale. A mí me expulsaron por el asunto del cuchillo —murmuro.

—Así que a la chica que apuñalaste te doblaba la edad —dijo Natasha y todos los adolescentes se asombraron.

—Sí, y no la apuñale; solo... la use como diana de tiro al blanco —le dijo con una sonrisilla inocente.

—Y solo te expulsaron, por dios si yo hubiera hecho eso mi padre, no toda mi familia me mandan a… al ejército —grito Jack y la chica se limitó a apretar los dientes y rodar los ojos; además de aferrarse a la mesa para no golpear al chico controla nieve.

—Estuve un maldito año trabajando en una destiladora de tequila en México, sabes cómo diablos le hacen para que los agaves queden como una bolita para meterlos al horno y calentarlos hasta que con solo aplastarlos salga el tequila. Sí no lo sabes yo sí y no es muy agradable quitarle las pencas y quedar toda raspada a causa de sus espinas —grito y podría jurar que se parecía a uno de esos personajes de anime que tenía las pupilas de los ojos súper pequeñas con un enorme cabeza y dientes de tiburón intimidando a todos en la mesa.

—E… entonces sabes cómo hacer tequila… eso es bueno —dijo Jack sin apartar la vista de su plato. Después de eso la comida paso realmente silenciosa.

Después de huir de mi encierro en aquel lugar que los mundanos usualmente llaman “cielo” retorne al que debería de ser mi hogar, claro que mi la mitad de mi familia ya no está aquí. Entre a un pequeño local donde se encontraba un pequeño restaurante familiar. Me dirigí a la barra y pedí algo de comer, mi estómago me lo pedía a gritos ya.

En la pocilga que llamaba restaurante no había nadie, bueno solo un tipo sentado en la barra con una capucha, de esas que usaban aproximadamente hace unos dos siglos. Y el tipo no hacía nada más que mirar a la nada. El bar tender encendió el televisor que estaba allí.

—Para todos ha sido un gran revuelo el hecho de que Anthony Stark, más conocido como IronMan tenga dos hijos y… —A la mitad de la nota de ese programa de chismes deje de escuchar lo que decían, ella estaba allí a lado del empresario más famoso en el mundo, presentada como su hija.

—Me las vas a pagar maldita desgraciada —susurre y el tipo de la capa me volteo a ver.

—Así que por lo visto no soy al único al que le desagradan los hijos, tanto adoptivos como de sangre de Anthony Stark —me dijo el sujeto y me volteo a ver. A través de esa capucha brillaron dos ojos rojos, y su voz era lo más espeluznante que había escuchado pero a la vez tan atrayente — ¿Qué te parece formar una alianza para acabar con ellos?—. Con una sonrisa macabra dijo eso. Probablemente no sea necesario pero qué más da. Sera bueno tener personas que hagan el trabajo sucio por mí.



La chica miro a todos a su alrededor. 

—Y como jodidos terminamos aquí —se gritó mentalmente a sí misma—. Si mi padre continúa diciendo hoy cenaremos en este restaurante carísimo, o asistiremos a tal reunión con fulanito de tal que es muy importante juro que me suicido —pensó mientras miraba aburrida a todos los asistentes a la fiesta.

Curiosamente el evento caritativo había coincidido con la fecha de visita de los padres de los jóvenes vengadores y allí en una mesa se encontraban casi todos, en otra más se encontraban todos los North y en otra más los Manson. Rennata se encontraba soplando los pequeños cabellos que caían libremente fuera de su coleta de medio lado mientras maldecía mentalmente a su padre.

—Así que, ¿alguien tiene idea de que es lo que se hará aparte de comer? —pregunto Ben haciendo que todos quitasen un rato su cara de aburrimiento.

—Se supone que habrá una subasta de bailes de señoritas—. Pepper respondió viendo a los demás—. Por cierto Rennata tu padre quiere que participes. ¿Quieres hacerlo? —le pregunto dulcemente y ella rodo lo ojos.

—Que otra opción queda la última vez que me negué el chico que estaba a cargo de la subasta casi me lleva a rastras —dijo malhumorada haciendo que todos en la mesa soltasen un risilla. 

—A veces sueles ser muy hilarante —le dijo Gwen cosa que no le gusto para nada a la peliblanca en esos momentos Rennata se encontraba lo suficientemente enfadada como para soportar alguna burla—. Tranquila sabemos que odias estar entre tanta gente—. Rennata abrió los ojos como plato. 

—Estar entre tanta gente no, sino entre humanos. Eso es lo que me molesta, me tengo que contener demasiado. —pensó la chica y soltó una sonrisa—. No es de mi agrado estar vestida así entre tanta gente. Es más liberador estar con la misma cantidad de gente pero disfrazada, así puedes hacer los desplantes que quieras pero al año siguiente a pesar de que aún lo recuerden dudo mucho que te logren identificar —recordó por un momento la locura que cometió alguna vez en una Comic-Con. 

— ¿Te disfrazas? —le pregunto el moreno amigo de Danny.

—El termino correcto para mi seria cosplayer. Pero sí, me disfrazo—. Después de dar su explicación.

— ¿Cuál ha sido el mejor cosplay que has hecho? —continúo preguntándole.

—Suigintou de Rozen Maiden —le dijo y después se levantó al ver al chico idéntico a ella—. Hermano —grito de manera infantil la chica abrazando al chico que portaba un traje de color champagne igual que el vestido corte imperio de ella.

—La muñeca malvada sin torso —pregunto el moreno y ella asintió.

—Y alas negras que pueden crecer tanto como quiera para atacar a las otras doncellas —completo su hermano sentándose con ella—. Pero…— El chico miro a lo largo de la mesa y noto el especio faltante—. Así que de nuevo nos dejó abandonados mi padre—. El chico y Pepper solo negaron con la cabeza.

—Tal parece que se está interesando por infraestructura y medicina, eso o congeniaron demasiado bien los señores Shitori y Gremory con mi papá —susurro Rennata. Al terminar de decir su oración un chico veinteañero con apariencia de mesero apareció en la mesa donde estaban todos y se limitó a carraspear para llamar la atención de todos.

—Le advierto señorita Stark que esta vez llamare a seguridad si no me sigue sin rechistar —dijo con arrogancia el chico y Rennata bufo rendida.

—Parece que fueses a escoltar a Joker a su prisión en Gotham City, vamos relajate Richi —dijo la chica con tono juguetón en su voz.

—Mi nombre es Ricardo señorita Stark —pronuncio con desdén mientras que la chica se levantaba de su asiento.

—Y el mío Rennata pero aun así no me llamas por mi nombre, como sea yo me quedo aquí—. La chica habló demasiado rápido como para que el joven le pudiese seguir el rumbo de la conversación de la chica. Ella se dispuso a subir al escenario donde se encontraban todas las chicas en fila para ser subastadas—. Esto me suena a trata de blancas —se dijo a si misma mientras que recorría con la mirada todo el salón y de haber podido mirar con detenimiento otras diecisiete mesas se detuvo en la de los North.

No lo negaba el chico congela-cosas le resultaba guapo, un poco irritante pero guapo y al parecer ella misma sabía que tenía una extraña atracción por chicos de ojos azules. Aparto la vista un poco sonrojada cuando la hermana mayor de Jack noto que los miraba. Y después miro a Danny, su fetiche la iba a meter en problemas ya que el chico tenía a la novia más celosa y desfasada del mundo. Suspiro de nuevo y bajo la mirada ¿Por qué tenía que haber conocido a ese par de chicos? Un rayo de luz la cegó momentáneamente

—Mierda. ¿Cuándo demonios inicio la subasta? —maldijo mentalmente la albina.

—Y finalmente llegamos al final de la subasta

— ¿Final?—. Al voltear la chica noto que era la última. Valla que pase tiempo perdida en mis pensamientos. La chica decidió caminar al centro del escenario lentamente, no era que quisiera lucirse solo quería evitar terminar cayendo de bruces contra el suelo por semejantes tacones que traía.

—Y aquí está la parte mala de la fiesta—. Con tono burlón presento a la chica Stark como un cirquero al mejor actor de toda la noche. Indignada ella cruzo los brazos y le dirijo una mirada asesina al hombre de cabellos platinados.

—Solo di ¿Quién da más? Y termina con este show —dijo en voz alta y todos rieron.

—Espero que no se dejen llevar por su adorable apariencia ya que esta chica podría ser la reencarnación de Jane Volturi —bromeo el subastador. Ella sin poder hacer nada más se limitó a voltear hacia un lado.

—Esa chica es la hija del señor Stark. ¿No Jack?—. El aludido solo volteo hacia el escenario. Casi se muere de la risa al ver a la pequeña inflar sus mejillas la cuales ya estaban más rojas que un tomate.

—Y valla que está enojada. Te juro que nunca la había visto así Tooth —le respondió a su hermana. Tatiana North Overland una reconocida dentista quien además era adorada por los niña que usualmente la llamaban Tooth de cariño; ella, al contrario de su hermano y su padre poseía unos hermosos ojo color amatista casi rosado y cabello color avellana con algunos mechas californianas rubias era como un clon de Elizabeth Taylor, ya muchos se lo habían dicho.

—Parece que no le agradan mucho las bromas verdad —dijo con tono dulce su autoproclamado tío Manuel Sand. Uno de los mejores amigos de su padre un señor bajito y regordete de cabellos dorador y ojos hazel.

—No —dijo sin dudarlo el joven vengador.

—Es algo caprichosa esa niña por lo que oí —se limitó a decir el último integrante de la mesa de los North. Áster North.

—Algo amargada, sí, pero es como… tsundere —dijo después de pensarlo tanto—. O al menos es como muy sobre protectora con su hermano y nos odia pero también se preocupa por nosotros, es rara pero buena. 

—Deberías pujar por ella —le dijo picaronamente Tooth a Jack.

—Me da miedo que entre a mi habitación por la noche y me asfixie con una almohada por hacer eso —dijo y luego se quedó viendo hacia donde estaba la chica y en un momento ella lo miro y ambos desviaron sus miradas ambos estando sonrojados.

—Si ganas solo perderás dinero porque ella no querrá bailar contigo y si pierdes al menos nadie bailara con ella Frostbite —le aconsejo Áster.

—Tú me odias y me quieres ver muerto verdad —le recrimino el chico.

—Lo más cruel que puede suceder es que te quedes sin bailar, que paso con “Jack el Rompecorazones”—. Sin piedad alguna Áster se empezó a burlar de su sobrino más pequeño.

Cinco mil. Siete mil. Diez mil.

—Vamos niño pierdes el tiempo estando de desidioso.

—Quince mil —grito el hermano de la chica haciendo enfadar a Jack.

—Veinte mil euros —grito Jack desde su mesa, se levantó y se dirigió hacia el escenario.

—Valla, valla, usualmente el chico North no puja, y cuando lo hace humilla a todos —le dijo el subastador y Jack lo miro y sonrió de manera arrogante.

—Que te digo Mim así soy yo —dijo tendiéndole la mano a la chica Stark.

—Maldito niño rico hijo de puta mi hermano ya lo tenía todo perfectamente arreglado y tú vienes a cagarla —entornando los ojos la peliblanca lo insulto mentalmente. Sin demostrar su enfado bajo delicadamente del escenario tomando la mano de Jack. Todos sin excepción se dirigieron a la pista de baile pero Rennata hizo que ella y Jack quedaran de último—. Mira tú hijito de papi, quien te crees para llegar así de la nada… me jode que te la pases fanfarroneando y lo peor de todo es que prácticamente yo soy un instrumento para esto —dijo apretando con su mano el centro de su palma asiendo que el chico soltase un gemido de dolor.

—Ya lo siento, no lo volveré a hacer, además es para una causa noble. No te sulfures —dijo el chico.

—Bien—. La chica lo soltó y procedió a reunirse con los demás. Al estar todos reunidos la música debería sonar pero…