Fallen Angel (Multicrossover)

—Panfletos. Lleve sus panfletos. Panfletos. Son gratis —gritó como último recurso. Todos sus compañeros lo veían con una expresión sonriente.

—Vamos Issei, solo te faltan como cien—. El castaño odiaba con todo su ser al descendiente de Lucifer, quien como los demás estaba bajo la sombra de un árbol comiendo alegremente golosinas.

—Juro por mi padre que los matare, y en su funeral hare una gran fiesta para al final bailar en sus tumbas —grito. La señorita Gremory y el resto de su nobleza iban directo a ellos.

—Vaya, vaya, crei que te sería más sencillo usar magia —dijo con algo de decepción la reina Gremory.

—Pero que puta parte de no puedo usar magia no entienden, maldita sea. —Grito el chico y todos sus antiguos compañeros de equipo rieron.

—Si Issei aguanta una semana repartiendo panfletos juro que me convierto en exorcista —aposto Vali entre carcajadas.

—Idiota —mascullo su rival. Rias observo a los chicos que se burlaban de su peón.

—Dudo mucho que puedas siquiera acercarte a una iglesia—. Vali la miro ahogo una carcajada y asintió.

—Así de seguros estamos que Ise-kun no estará contento con repartir panfletos —hablo Kuroka desde arriba del árbol donde todos se cubrían del intenso calor que se estaba sintiendo—. Después de todo desde que lo conozco él y Vali-kun son fanáticos a pelear con seres que los superan en exceso—.

—Y ahí vas de nuevo con tu cantaleta de que tenemos tendencias auto destructivas—. El castaño miro hacia enfrente y una perversa sonrisa recorrió su rostro. Todos sus compañeros miraron a donde él y suspiraron.

—Hielos o un bistec—. Yuzuru pregunto adelantándose al resto.

—Tengo la esperanza de que no sea ninguno pero por si acaso… hielos—. Los Gremory miraron en dirección al chico y se encontraron con un grupo de chicas que paseaban por allí.

—Y de nuevo tú —dijo una de ellas entregándole su bolsa a la chica de alado.

—Admítelo cariño me amas. Como sea yo no estoy aquí para conquistarte, al menos esta vez. Mi amiga cabello de fresa de ahí —señalo a Rias y después la saludo felizmente para después mirar a la chica frente suyo —, me pidió que entregara estos folletos, ya sabes, el club de ocultismo hace servicio comunitario a veces. Yo, en mis delirios me preguntaba si, no lo sé, deseas que haga algún trabajo por ti—. La chica tomo un folleto.

—“CUMPLIMOS TUS DESEOS REALIDAD”, no lo sé. Tal vez lo piense… I-kun —le dijo al resto de sus compañeras y estas aceptaron gustosas los volantes del castaño. Al terminar de repartirlos miro hacia Vali con suficiencia.

—Aun así te mereces esto—. Y la chica de cabello negro y lacio y ojos grises tomo todo el impulso que su cuerpo le permitía dándole un derechazo haciendo que el pobre demonio casi callera dejándolo allí y yendo con el resto del grupo de chicas con quien estaba.

—Pero si ni siquiera salimos, tenía todo el derecho de meterme con quien quisiera —recogió los folletos que se habían caído gracias al golpe y regreso con el grupo Gremory.

Una bolsa de hielos apareció en frente suyo, la tomo dándole una cálida sonrisa a Yuzuru. Ella también le sonrió de vuelta, los demonios se sorprendieron jamás desde que habían visto desde lejos al chica había mostrado una sonrisa sincera, Vali negó con la cabeza y comenzó a reír por lo bajo.

—Te dije que chicas como ella se toman la cosas enserio —le dijo Yuzuru y el asintió colocando la bolsa en su mejilla que se inflamaba rápidamente.

—Miralo por el lado bueno, Yuzu, descubrió a una futura boxeadora—. Vali y el resto de sus amigos rieron. Los Gremory se sintieron fuera de lugar en ese momento.

—Cuando ella sea famosa y tu estés en un bar donde muestren su pelea podrás decir con orgullo “Esa chica me dio uno de sus impresionantes ganchos derechos porque me encontró con su ex mejor amiga en su cuarto el día de la fiesta de su cumpleaños” —le dijo en tono solemne Bikou para después continuar riendo.

—Vaya, vaya. Así que Ise es todo un Don Juan—. El castaño negó con una sonrisa en la cara.

—Por supuesto que no, además, creo que el termino de Playboy es mucho mejor—. Una sonrisa coqueta fue enviada a la morena haciendo que se sonrojara.

—Creo que es momento de que dejes de repartir panfletos—. La pelirroja suspiro al ver la actitud del chico pero temía que si lo dejaba más tiempo repartiendo panfletos terminara con las mejillas tan hinchadas como las de una ardilla.

—Ni modo, por default gane —declaro Vali triunfante. Issei se encogió de hombros, de todos modos no quería sufrir mar repartiendo panfletos.

—Me perderé de ver como peleas a lado de Asia—. Todos desviaron la mirada ante la mención de la rubia.

—Ella está un poco loca—. Fue entonces cuando todos prestaron atención a la plática de los dragones—. Pero no la culpo, después de todo solo trata de encontrar al idiota que hizo que la echaran de su hogar—. El castaño abrió los ojos como plato y después tomo su mochila para salir corriendo a quien sabe dónde seguido de Vali y su grupo.

—La van a matar —grito mientras que en su carrera trataba de sacar su móvil de la mochila fallando terriblemente y de paso tirando todo lo que había en ella.

—Y piensas que ir corriendo es la mejor opción —grito Yuzuru tratando de que su falda no mostrase más de lo necesario, como odiaba el uniforme de la preparatoria de Kuoh.

—Usar nuestros poderes aquí, y además para ir a una iglesia es un suicidio —dijo Vali evitando chocar con un montón de transeúntes.

Al ver a los chicos correr Rias quiso ir tras de su nuevo peón pero un circulo de comunicación apareció en su oído derecho.

—Ya veo —murmuro después de que desapareciera—. Es nuestro deber acabar con ángeles caídos seguidores de Kokabiel, Lucifer y Azazel nos han encomendado esa misión—. Seguido de esto en un círculo de transporte fueron a donde Vali y compañía se dirigían.



—Muere bastardo —grito una pequeña rubia golpeando con un bate al psicótico exorcista peliblanco que tenía enfrente.

—Crees que podrás conmigo, zorra —aulló con una sonrisa tan grande como la de Joker y brincando de un lado a otro balanceando la brillante espada que tenía en las manos.

—Obviamente no idiota —sonrió de manera linda haciendo resaltar sus hermosos ojos verdes a causa del delineador un poco corrido que tenía—, pero eso no me quita las ganas de querer patearte en las pelotas. Vamos Issei aparece rápido —rogaba en su mente.

—Oh vamos, Asia-chan, dejame divertirme contigo y mi hermosa espada y deja que te corte en trozos a ti, una hereje que esta con putos demonios de mierda—. El exorcista vagabundo se relamió de forma indecente los labios para después proceder a atacar a la rubia quien solo esquivaba los tajos que Freed intentaba asestarle.

—Issei no es un demonio —grito furiosa —, Vali odia con todo su ser a los de su especie, Bikou y Yuzuru son Yokais y Kuroka… bueno a ella no la puedo defender pero eso no te da el derecho a insultarlos.

—Tienes razón, perra, ese chico es algo peor que un demonio —tembló al escuchar a alguien referirse así al castaño, había cosas que no sabía de él. Quizás eran malas o quizás no pero no lo sabía y eso la inquietaba pero no podría dejar que la duda la consumiese en ese momento de lo contrario el loco que tenía enfrente la asesinaría sin piedad.

—No me importa en lo absoluto —apretó el bate con fuerza y lo balanceo hasta tomar el suficiente impulso, entonces de improviso Freed se colocó en frente de ella con tal de dar el golpe final sin esperar el golpe de Asia. Se dobló de dolor al sentir el bate en su estómago rompiendo una de sus costillas al hacerlo.

La ex-monja soltó el bate y comenzó a correr hacia el otro lado del pueblo donde sabía bien que se encontraba la academia a donde asistían sus conocidos. Una lluvia de plumas color negro lleno su camino. Abrió los ojos desmesuradamente al notar que esas plumas pertenecían a un ángel caído y no a cualquiera sino a su captora.

—No debiste de haber huido Asia-chan —sabía que esa tierna voz no anticipaba nada bueno, que era como paz antes de la tormenta y al mismo tiempo estar en medio de un tornado.

—No… no me importa —mascullo retrocediendo levemente.

—Ambas sabemos que te importa demasiado, estás aterrada. Quisiera dejarte libre… pero eso significaría perder la única oportunidad de subir de rango que tengo.

La chica ángel caído descendió hasta tocar el suelo y se dirigió a la petrificada monja tomo con una mano las de ella y la abofeteo con la libre. Asia trato con todas su fuerzas de zafarse del agarre de Reynare pero fallo.

—No me atraparas tan fácil. Issei, el vendrá por mí —le dijo con aire retador y una sonrisa apareció en el rostro de la morena.

—Issei dices, ese patético monstruo está muerto—. Entonces el terror invadió a la rubia y lágrimas se juntaron en sus parpados, apretó los puños y los dientes negando con fuerza.

—Él está vivo y vendrá por mí —aseguro forcejeando para soltarse.

—No —profirió Reynalle—. Asquerosas alimañas como él y el Hakuryuukou deberían desaparecer de la tierra—. Las piernas de la chica empezaron a actuar como gelatina, ella comenzó a respirar demasiado rápido y después se desmayó en brazos de la caída—. Bien, así me gustas. Pronto harás algo de provecho y me encargare de que sea en mi beneficio.

Antes de llegar a la iglesia donde hace minutos se habían enterado que estaba, Asia Vali y los demás se detuvieron, primero para regresar un poco de aire a sus pulmones y segundo para crear una estrategia en la cual todos pudieran entrar y salir con Asia sin ser vistos y así armar el menor alboroto posible.

—Deberías de usar un poco de esa niebla extraña que puedes hacer Kuroka —sugirió Yuzuru.

—Tal vez, solo tal vez, pienso que deberías congelar todo, y ya —murmuró Issei.

—Claro solo, la próxima vez, colocate el puto letrero de “SARCASMO” en la frente —respondió la chica con enojo. Vali negó y miró hacia la iglesia la cual empezó a desprender una luz verde.

—A la mierda con estrategias sigilosas, Reynare ya comenzó el ritual así que lo mejor será simplemente entrar y sacar a Asia de ahí—. Todos miraron a la iglesia y como Vali dijo vieron la luz verde.

Los ojos de Issei se ensancharon, apretó los dientes y los puños y se levantó para ir directo a la entrada de este.

Un portal mágico se abrió a las afueras de la entrada de la iglesia, decenas de gritos agónicos se escuchaba dentro de la iglesia al entrar, Rias y compañía vieron a Bikou, Yuzuru y Kuroka, Koneko el cuerpo entero de Koneko se encrespo mientras que Kuroka soltó una expresión de felicidad

—Shirone-chan~ hace tanto que no te había visto, nyan —salto de felicidad la nekomata mientras que su compañeros se tensaron. Varios exorcistas con espadas y pistolas cargadas con luz se acercaron pero con un simple movimiento de manos Yuzuru los empalo en su hielo.

—Kuroka —murmuró ella aterrada, Rias y Akeno se colocaron enfrente de ella para detener cualquier cosa que esta le pudiera hacer a la niña gato.

—Ise-kun y Vali-kun están debajo, en el santuario tratando de salvar a Asia-chan, nyan —murmuró recostándose en una de las aún sobrevivientes bancas de la iglesia.

Antes de que la nekomata pudiera dormir un desgarrador grito se escuchó y el suelo tembló, un destello carmesí salió de abajo del altar y después una explosión envolvió el lugar para notar que algo salía disparado, o más bien alguien.

—Desgraciada, zorra, cuervo andrajoso —murmuraba Issei saliendo de entre el humo de la explosión, como un mantra para acercarse a donde la persona desconocida había caído.

—Vamos demonio de mierda, a que no me atrapa… —el secuas de Reynare fue tomado por Vali de la yugular y las garras de su armadura poco a poco atravesaba está haciendo que el exorcista loco se ahogara con su sangre.

—Te atrape, intento barato de Joker —murmuró Vali alzándolo y colocándolo a un centímetro de su cara—, y ahora que hare contigo—. El chico rechino sus dientes y con una fuerza brutal lo estrelló en el suelo, se oyeron pequeño crujidos y al mirar al exorcista en todo su pecho sobresalían los restos de lo que antes habían sido sus costillas

—No, Issei ¡Te lo imploro! ¡No me mates! —grito la chica pero fue callada por una puñetazo de Issei a su estómago casi atravesándola por completo.

— ¿Qué va a hacer con ella? —preguntó en tono frívolo a su ama, Rias aun en shock trato de emitir algún sonido pero no tuvo el valor de decir una palabra. Aclaro un poco su garganta y se dispuso a hablar.

—Por orden del Rey Demonio, Sirzechs Lucifer y el Gobernador de los Ángeles Caídos, Azazel, los caídos implicados en el robo del Sacred Gear “Twilight Healing”, el asesinato del portador del Sacred Gear “Boosted Gear” y además, cómplices del Cadre de Grigori, Kokabiel, están condenados a la pena de muerte —horrorizada Reynare grito, mientras que Issei solo se dedicó a reunir poder en la Boosted Gear.

—Entonces muere —le dijo con una sonrisa macabra en su rostro y con una mirada que no se quedaba atrás—. Dragon Shoot—. Después una enorme esfera se formó en el vientre de Reynare para después explotar con ella y solo restos de plumas quedaron de Reynare. El silencio reino en el lugar.

Vali, Yuzuru, Kuroka y Bikou miraron a Issei quien se mantenía perplejo en el mismo lugar, Rias y el resto de su nobleza no entendían lo que pasaba hasta que Yuzuru y Kuroka se aventuraron a mirar en debajo del altar y soltaron gritos de dolor.

—La… mato —repitió casi una docena de veces con voz quebrada el chico y entonces cuando no aguanto más cayó de rodillas, temblorosas Kuroka y Yuzuru se acercaron al chico y lo abrazaron, el también devolvió el abrazo para los tres derramar un río de lágrimas.

Rias miro a los chicos amargamente y como Vali y Bikou apretaba los puños impotentes, después se dirigió al altar, donde yacía una chica delgada de piel blanca y cabello dorado, vestida con un camisón de seda blanca, pero la perfección de la chica llegó hasta allí, debido a que en su vientre se encontraba un enorme hueco cubierto de sangre, como el que Issei hace varios días había tenido antes de que lo reencarnara.

—Valla, valla. Tal vez la pueda salvar —dijo en voz alta llamando a todos. El Sekiryuutei, la nekomata y la Yuki Onna, miraron a Rias—. Solo si aceptan que se convierta en demonio.

—Cada vez me dan menos razones para odiar a los demonios —masculló Vali.

—Tal vez no sea mala idea —dijeron Kuroka y Bikuo.

—Tal atrocidad en una iglesia —rio Issei y después murió el vitral de la Santa Trinidad—. Chupate esa —gritó mientras asentía a la idea de Rias.



Un pequeñísimo haz de luz la hizo despertar, abrumada y asustada toco su vientre percatandose que el hueco que supuso habría después de que Reynare le atravesó una lanza de luz no estaba, extendió su manos y toco su rostro eliminando la opción de que fuese un sueño.

—Estás completa —soltó un grito de sorpresa y casi cae de la cama al notar a Issei a lado suyo en la cama. La sujeto de la cintura y en un movimiento rápido la colocó debajo de él para besarla delicadamente durante unos segundos. Junto su frente con la de la chica y las lágrimas comenzaron a recorrer sus mejillas. Asia lo miró sorprendida y se dedicó a limpiar las gotas que salían de los ojos del chico.

—Y pensar que todos piensan que eres un hijo de puta —murmuró con ternura besando su nariz.

—No me importa que piensen, hagan o digan los demás —masculló el chico—, idiota me hiciste pasar el susto de mi vida.

—Me dijeron que estabas muerto —busco todo rastro que indicara lo contrario en el rostro de Issei, fue entonces cuando comenzó a preocuparse.

—Lo hice —susurro y después miró a Asia—, de no ser porque comiendo en el centro una chica me entregó un panfleto no estaría aquí—. Ella lo miró desconcertada—. Recuerdas de los demonios que te dijimos custodiaban la ciudad —asintió y el chico continuó—, una de ellas, o más bien su familiar me entregó un panfleto con su pentagrama…

—Y el cabeza hueca de Issei negándose a morir invoco a un demonio para que lo reviviera —desvío la mirada y Asia hizo que la mirara a los ojos—. Acaso es una mujer —Issei rodó los ojos a que al parecer no había captado algo de las frases anteriores que había dicho.

—De hecho, pero gracias a ella estás viva, creo, aún tengo mis dudas sobre eso —Asia negó divertida y tomó a Issei de las mejillas para besarlo.

—Par de amartelados tenemos visitas, más les vale estar en el comedor en sesenta segundos—. Así como Vali abrió la puerta y dio órdenes desapareció, los chicos rieron y negaron—. Van diez segundos, no quieren que Yuzuru los congele ¿verdad? —tropezando uno con contra se levantaron como alma que lleva el diablo (ironía) se vistieron y bajaron corriendo al comedor.

—Mañana agitada —pregunto con una sonrisa Rias y ambos asintieron.

— ¿Qué diablos es amartelado, Vali? —preguntó la ex-monja y todos ahogaron una carcajada.

—Enamorado, acaramelado, derretido, prendado—. Cuando Vali terminó de dar su explicación Asia terminó más roja que un tomate y salió corriendo a su habitación. Los demás rieron y Bikuo tomó una fingida pose seria y se acercó a Issei.

—Cómo has crecido hijo mío, hace una semanas te encontraba haciendo cositas raras con Vali y ahora eres todo un hombre —dijo en tono solemne, pero todo el encanto fue roto por el sonido de una cachetada, de Issei a Bikuo.

—A la próxima te juro que terminaras del otro lado del mundo —aseguró.

—Pero al menos promete que harás que termine fuera de la torre Stark, ¿de acuerdo? —dijo con estrellitas en los ojos ganándose una mirada asesina Issei.

—Púdrete —le dijo sumamente enfadado y todos rieron.

—Bueno, mientras que son peras o son manzanas comamos pastel en honor a que Issei-kun y Asia-san se ha vuelto parte de la familia Gremory —dijo Yuuto para después ver como todos asentían.

—Asia trajeron pastel —grito Yuzuru a un lado de las escaleras y segundo después Asia bajó corriendo como loca haciendo que todos rieran.

— ¿Qué? ¿Me engañaron? —pregunto.

—No, loca fanática demente de los pasteles —le dijo Issei riendo.

—Adoro ver feliz a Asia-chan, nyan —celebró Kuroka y todos fueron al comedor ocupando los asientos mientras que Rias y Akeno llenaban los platos que les había dado Yuzuru con pastel.

A las seis en punto, cuando todas las actividades extracurriculares de los alumnos de la Academia Kuoh habían acabado y ni un alma se encontraba en la escuela un golpecito se escuchó en la puerta del Salón del Club de Ocultismo, anunció la llegada de Sona Sitri, heredera del Clan Sitri, además de ser la hermana pequeña de la actual Leviatán. Yuuto se levantó con elegancia y fue a la puerta a recibirla.

—Bienvenida señorita Sitri —saludo con caballerosidad.

—Bienvenida—. El resto del club de ocultismo se encontraba perfectamente formado a la entrada conde fue recibida por Yuuto, ella entró con paso firme y seguida de ella toda su nobleza.

—Hemos llegado —anuncio.

—Perdonen señoritas —pregunto Issei alzando la mano y recibiendo un asentimiento de ambas herederas así que continuó hablando—, aun no comprendo el porqué de esta reunión—. Sona tomó asiento en uno de los sillones y Rias en frente de ella con sus respectivas noblezas atrás.

—La reunión se lleva a cabo para presentar a nuestros nuevos sirvientes —dijo de manera clara y concisa.

—Perfecto, gracias —sonrió y después tomó su lugar con el resto de sus compañeros.

—Ya que él se atrevió a preguntar por qué no inicias tu Rias —haciendo una ademán.

—Bien. Los nuevos miembros de mi nobleza son Hyoudou Issei, como mi peón y Asia Argento como mi último alfil —los aludidos alzaron las manos y saludaron con una amigable sonrisa en la cara.

—Oh por Gran Rojo —casi grito Issei al ver a Saji—. Mira Ddraig —grito invocando al Boosted Gear.

— {Vritra} —dijo con asombro el Dragón Celestial, un brillo carmesí cubrió el lugar para luego aparecer en lugar del guantelete un mini Dragon—. {Vritra, Hum, así que es cierto} —todos miraron con asombro al dragón.

—A qué te refieres —pregunto asustado el rubio Sitri.

— {Poses uno de los cuatro Sacred Gear donde se encuentra Vritra} —dijo posando sus ojos verdes con apariencia de canica al chico—, {lamentablemente al ser solo uno eres un ser incompleto, además de que la conciencia de él no está, digamos, disponible.}

—Así que por fin ha aparecido el portador del Rey Dragón Vritra —al buscar a la persona a la cual pertenecía la voz todos se asombraron al ver a Azazel sentado en el escritorio donde regularmente se encontraba Rias.

— ¿Por qué estás aquí? —dijo enfadada la heredera Gremory.

—Para avisarles que habrá una reunión para firmar la paz —dijo con vigor.

— ¿Una reunión para firmar la paz? —murmuró extrañada Rias.

—No suena como mala idea —afirmó Sona acomodando sus gafas—. Tengo entendido que, al igual que los demonios, los ángeles terminaron en el mismo estado.

—En efecto, técnicamente la fuerza más poderosa ahora son los caídos, pero no creo que tenga sentido iniciar una guerra ahora —murmuró el caído tomando una tanza de té negro ofrecida por Akeno.

—Pero porque con el cielo, si los caídos y los demonios se unen simplemente los destruiríamos —dijo Issei y recibió una mala mirada de todos.

—No crei que sea una buena idea, con tan solo el diez por ciento de nuestros poderes les ganaríamos —le dijo Vali quien como Azazel apareció de la nada junto con casi todo su equipo.

—Y dale con querer matar a todos en una misión suicida —musitó Asia golpeando su mano derecha contra su frente.

—No sería una misión suicida, esta vez estaríamos en el frente de un ejército —argumento Issei abrazándola de tal modo que no dejó que el aire corriera a sus pulmones.

—Suéltame… idiota… no puedo respirar —bufo desesperada. Sona decidió ignorar el comportamiento de los siervos de su amiga, acomodo por tercera vez sus gafas y continuó hablando.

—Aun así, la reunión será aquí y no podemos permitir que ningún incidente suceda aquí—. Varios en la sala la voltearon a ver.

—Un incidente como que Kokabiel planee unir todos los fragmentos de la excalibur, nyan —Sona y todos en su nobleza se sorprendieron al ver aparecer de la nada a Kuroka.

—Así que eso planean —murmuró Vali rascando su barbilla levemente.

—De hecho, la iglesia ya ha mandado a un par de exorcistas para recuperarla, nyan, pero al ser solo dos chicas es una misión suicida —respondió.

—Entonces como para que le servía mi Sacred Gear, hasta donde sé lo único necesario es la alquimia, o me equivoco —pregunto Asia con desconcierto y Vali la miro.

—Reynare solo lo quería para subir de rango como ángel caído, mientras que Kokabiel lo único que necesita es… no, el único al que necesita es al Arzobispo Genocida —masculló Issei.

—Valla que averiguan rápido —les dijo Azazel y todos sonrieron con suficiencia.

—Un viejo rabo verde dijo alguna vez que a pesar de no estar interesado en la guerra, sabía que esta no solo se gana con hombres y entusiasmo, sino también con información —le dijo Yuzuru y el caído comenzó a reírse.

—Creo que por el momento es hora de marcharme, nos vemos luego chicos —chasqueo sus manos y desapareció para dejar solo a las chicas demonio, sus noblezas y sus invitados.

Todos suspiraron algunos de alivio y otros de frustración pero al final se relajaron, hasta el momento en que un calor abrumador se comenzó a sentir. Fue entonces cuando un pentagrama apareció en el suelo de la habitación.

— ¡Que calor! Se supone no fui a Al Aziziya para no estar así —masculló sarcásticamente Issei segundos después de que del pentagrama saliera un joven rubio de un metro setenta, ataviado con un traje rojo y una camisa blanca.

—Crei que Bangkok era el lugar más caliente del planeta —preguntó la Yuki-Onna pero Issei negó.

—Está entre las ciudades más calientes del planeta pero Al Aziziya, gana por creces —respondió en tono diplomático el joven dragón—. Aunque, Las Vegas sería un mejor lugar para disfrutar del calor, ya sabes, póker, black jack, hoteles de lujo—. Entonces de su nariz comenzó a gotear sangre y Yuzuru optó por lanzarle una bola de hielo.

—Yuzu-chan~ deja fantasear a Ise-kun, nyan —le dijo con alegría Kuroka mientras que Asia inflaba sus mejillas y se ponía completamente roja de ira.

—Será el día que mueras Hyoudou Issei —gritó la ex-monja aterrorizando a todos.

—No pasara eso—. Un bufido de exasperación irrumpió a los estudiantes de sus cavilaciones, el joven de melena rubia al parecer se encontraba furioso al ser ignorado, al verlo Rias y Sona le mandaron gélidas miradas.

—El ambiente del mundo humano me daña —masculló el chico acomodándose su traje—, demasiada humedad.

—Disculpa ¿Quién eres?—. Era más que obvio que Issei sabía quién era el sujeto que desprendía calor pero, siendo sincero, quería hacerlo enfadar.

— ¿Cómo que quién soy yo? —Masculló apretando los dientes—, mi nombre es Riser Phenex, tercer hijo de la familia Phenex —bufo con fuerza.

—Oh, es un gusto joven Phenex —dijo con elegancia sobre actuada—. Yo soy Hyoudou Issei, el actual Sekiryuutei, y peón de la señorita Rias Gremory; y en mis tiempos libres soy miembro del club de Ocultismo, claro cuando no arreglo la vieja Harley Davidson, que está en mi garaje o el Chevelle del 86 con el que Vali quiere correr a 120 km/h —musito.

—La última vez que nos vimos, mi querida Rias, no estaban ellos en tu nobleza —señaló a Vali y el resto de sus compañeros.

—Saludos también a usted, joven Phenex —Sona acomodo sus gafas y parsimoniosamente se levantó del asiento—, iré a arreglar ese asunto Rias, no vemos. Chicos—. Esta vez fue el turno de que la nobleza Sitri abandonara la Sala del Club de Ocultismo, dejando a su suerte a la pobre pelirroja, quien, a pesar de no mostrar emoción alguna estaba hecha un manojo de estrés.

—En efecto Riser —murmuró con odio la chica—, pero Vali, Bikou, Yuzuru y Kuroka no pertenecen a mi nobleza —aclaró. El joven Phenex miro a la chica gato para después mirar a Rias.

—Será acaso que ella es la demonio vagabundo de Clase SS más buscada del inframundo, de ser así, querida deberías de exterminarle en este mismo instante.

—No es posible —aclaró con firmeza—, ella como el resto de mis invitados pertenecen al lado de los caídos; mi hermano, así como el gobernador de los ángeles caídos y el arcángel Miguel pretender firmar la paz, así que atacarlos sería iniciar la guerra, un acto tonto sin duda.

—En fin, el punto no es ese. He venido para casarnos —declaro sin temor pero con un enorme deje de arrogancia en su voz.

— ¿Así? ¿Sin un beso antes al menos? —Dijo Issei—, pero que pésimo gusto tiene. Regálale flores y chocolates o bombones, conquístala con una serenata —dijo ganándose suspiros de parte de todas la chicas—. Porque le aseguro que si solo llega y le dice follemos recibirá un gancho al hígado.

— ¿Quién te crees para decirme tales cosas, demonio de clase baja? —preguntó con ira el Phenex.

— ¿Yo? Nadie pero no hay necesidad de arreglar las cosas a golpes como cavernícolas. Le parece si usted y mi ama se sientan como dos personas civilizadas, uno frente a otro a charlar —propuso el castaño.

Rias estaba anonadada, no creía que su peón la fuese a lanzar así nada más a la piscina sin mirar siquiera si esta tenía agua. Una sonrisa malvada se asomó en la cara del Phenex pero Issei ni se inmuto.

—No permitiré que lo hagas —dijo Rias con las mejillas rojas, no sabía si era del calor que Riser hacía sentir, de la ira en contra de Issei o la idea de fingir ser una pareja humana común y corriente.

—Las reglas son sencillas, justo como Dolores Humbridge lo dijo, separados a una distancia de mínimo un metro. Si es necesario estaré allí para asegurarme de que cumplas con las reglas establecidas. Me oíste yakitori—. La tensión era más que palpable en la sala así que Riser solo se limitó a asentir, por eso y porque una extraña presión cubría el ambiente.

Tres mesas juntas en una cafetería era algo que nunca sucedía y menos tomando en cuenta que todos los que se encontraban allí eran jóvenes realmente apuestos y chicas guapas que rivalizarían hasta con Beyoncé o alguna de las Kardashian en términos de atributos. Unos rubios otros castaños o morenos. Pero quienes sin duda se llevaban por muchos las miradas de todos eran una chica pelirroja y otra albina además de un chico de cabello plateado. Los dos últimos se habían limitado a sentarse y comer mientras que el resto platicaba alegremente.

—Es más normal de lo que pensé estar aquí —dijo el heredero Phenex tomando alegremente su café.

—Deberíamos ir a Las Vegas —canturreo Issei dándole un sorbo a su té helado—. Miami tal vez, no, mejor Montecarlo —exclamó tomando la rodaja de limón de su vaso.

—Por un día podrías dejar de pensar en ir a despilfarrar dinero —le dijo Vali moviendo con parsimonia el cappuccino que tenía enfrente para evitar golpearlo.

—Solo quiero encontrar a Tony Stark y decirle “presénteme a su hija”—. Sin previo aviso una pequeña mano lo golpeó en la cabeza—. Pero porque me pegas, yo solo quiero conocerla, además los rumores dicen que se graduó en el Harvard Medical School a los quince y nosotros aun en preparatoria —murmuró.

—Creía que estaba en Yale —susurro el chico.

—Dentro de los rumores de Harvard hay quienes dicen que le enterró un tenedor a una chica de Yale así que la expulsaron —dio un sorbo a su té y después miró a Vali—, además ya es CEO de Stark Industries y tiene nuestra edad.

—Hum… porque la historia me suena conocida—. El silencio se apoderó del lugar hasta que un tono de llamada por parte del teléfono de Rias lo cortó, ella se levantó y se alejó de la mesa para minutos después regresar pálida.

—Miembros de la iglesia quieren hablar con Sona y conmigo —declaró inmediatamente todos se levantaron, pagaron sus bebidas y bocadillos y se fueron directo a la academia Kuoh.



—Así que ¿Con qué razón tendremos esta reunión? —pregunto Rias a las dos personas encapuchadas.

—Venimos a esta ciudad porque los fragmentos de la excalibur han sido robadas —dijo una de ellas, cuando Issei se dispuso al olfatear con cuidado descubrió de quién se trataba.

— ¿Los fragmentos fueron robados? ¿Cómo se los pudieron quitar a ustedes, Irina-chan~? —dijo con tono cantarín en dragón rojo. Un leve temblor, que fue notado por  los demonios, proveniente de la chica envuelta en el manto.

—Como sabrán después de la gran guerra entre dios, los demonios y los ángeles caídos, la espada excalibur se rompió en siete partes —prosiguió su compañera

—Lo sabemos —dijo Vali arrogantemente—, con el uso de alquimia los siete fragmentos fueron re forjados en 7 espadas sacras, cada una pose parte del poder original de la excalibur.

—La iglesia católica de la cual provengo tiene dos fragmentos de excalibur, pero hace poco una fue robada —explicó la desconocida encapuchada al dragón blanco—, la iglesia protestante también poseía dos fragmentos, una posee mi compañera y el otro fue robado—.

—También ambos fragmentos que poseía la iglesia ortodoxa oriental fueron robados, con esas aparte de las que tenemos tienen casi todos los fragmentos de excalibur en su poder —susurro la nombrada Irina

— ¿Qué pasa con el último fragmento? —pregunto Issei juguetón—. Acaso aún no se lo han podido quitar a la familia Pendragon —río y después miró de reojo a Kiba quien desde hace unos minutos rabia estado apretando los dientes con rabia.

— ¿Quiénes fueron los que robaron las excalibur? —preguntó el heredero Phenex inmiscuyéndose en la charla por primera vez.

—Grigori —respondió seriamente la encapuchada desconocida.

—No los englobes a todos. Ciertamente sabes quién fue exactamente —murmuraron los dragones.

—En efecto —susurró con cierto temor—, todos los testigos dijeron que las excalibur fueron robadas por uno de sus líderes Kokabiel. Así que les diremos que esto es un asunto de la iglesia, ustedes los demonios no deben interferir, por cierto mi nombre es Xenovia.

— ¿A qué se refieren con eso Irina-chan~? no podemos desplumar a Kokabiel, o tal vez sería mejor llamar a la familia Pendragon —pregunto Issei mofándose.

—Issei —le regaño Rias — ¿Por qué dicen eso? —pregunto anticipando su respuesta

—Los altos mandos del vaticano encuentran muy factible que los demonios se unan a los ángeles caídos, después de todo ambos son seres malignos —le respondió Xenovia.

— ¡Nosotros nunca nos uniremos a Kokabiel! –exclamó furioso Riser recordando el asunto sobre la reunión de paz que había mencionado Rias.

—Aun así no podemos estar seguros, por eso les digo no se metan en nuestro camino o los eliminaremos —advirtió Xenovia plasmandolo a través de sus palabras que indican que lo harían lo necesario para cumplir su misión.

— ¿A cuántas personas enviaron los de la iglesia? —pregunto Vali.

—Enviaron a varios exorcistas a recuperar las excalibur pero todos fueron asesinados, así que el final optaron por enviarnos a nosotras dos.

—Y hablando de planes suicidas —bufo Asia colocando una mano en su cintura y otra cubriendo sus ojos.

—No nos sermones bruja —le dijo con repudio Xenovia haciendo que Asia abriera los ojos como plato—, nosotras somos fieles a las leyes de la iglesia y si morimos cumpliendo con su palabra moriremos con gusto —exclamó.

—Si es por cumplir la fe del señor estoy dispuesta a morir —la secundo Irina.

—Preferiría no morir —corrigió Xenovia.

—Ustedes solas no podrán con todo esto, Irina-chan~, o es que esperan un milagro o a… —nadie escuchó lo que dijo pero Irina al ver directamente como Issei movía sus labios abrió los ojos aterrorizada.

—Lo sabemos, nuestra misión consiste en no permitir que los fragmentos de la excalibur se reúnan, en el peor de los casos tendremos que destruir nuestras excalibur antes que caigan en manos enemigas —afirmó Xenovia quien no lo había notado.

— ¿Cómo sabes de… eso? —pregunto asustada Irina haciendo que su manto callera.

—Se cosas —se encogió de hombros—, no se preocupen no diré nada. Hay cosas que es mejor ocultar.

—Como sea, nosotros cumpliremos con nuestro deber, ustedes los demonios no tienen nada que ver en esto —dijo Xenovia tratando de ignorar la escena de psicosis de su compañera.

—No se preocupen, no nos aliaremos con nadie —respondió la heredera Sitri por todos para evitar más problemas de los que ya veía venir.

—Señorita Sitri creo que como algunos de nosotros también lo noto. Así que lo diré, el chico de allí fue torturado por la iglesia así que no prometemos no meternos y no somos los únicos, les aconsejaría que se cuiden porque hay personas peores queriendo derrocar a la iglesia —advirtió Vali.

— ¿Qué sabes tú? —preguntó Irina.

—Cosas, Issei no es el único en saber cosas de ese tipo —respondió y se dispuso a salir del cuarto seguido por Bikuo, Kuroka y Yuzuru.