Bajo el mismo techo - Liam Payne

 
Desayunaba frente a su gran familia, su hermana Estefanía se encontraba a su lado mirando su celular, al parecer ella nunca despegaba la mirada de él y eso a ella le aturdía. Effa y Rachel conversaban sobre  que atuendo se pondrían para la gran  fiesta de ese día por la noche.  
______ había organizado todo junto con Emma, había sido fácil, estaban acostumbradas a crear fiestas cada fin de semana sin excepción de alguno,  al menos que una de ellas estuviese enferma o Matt “el hombre de la casa” no estuviera en esta, claro, él no podía faltar.
 
Matt era su hermano, tenía solo veintiún años pero al igual que todas las “Mawson - Bell” era un completo despilfarrador, esta vez no estaba ahí, véase a saber dónde había pasado la noche anterior, eso de verdad no le importaba a ninguna de las que desayunaban en aquella mesa.
 
— ¿Saben? Creo que necesitan una clase de “cómo hacerle caso a _____”- Habló y las demás siguieron en lo suyo
 
—Ya _____ relaja la pelvis- Estefanía la miró seriamente, en realidad hablaba muy enserio, aunque parecería una broma lo que había dicho
 
—¿Ya han lavado la piscina? —Dijo Effa— Recuerden que hoy es la fiesta y muchos quieren meterse a ella
 
—Sí, para vomitarla o hacer pipí—Bufó Rachel
 
—Ustedes son las que dejan que se metan chicos borrachos ahí, ustedes tienen la culpa— Emma señaló a Rachel y Effa. Y así era cada desayuno, entre broma y broma, pelea y discusión
 
—Ya cállense ¿Pueden madurar? —Habló de nuevo Estefanía, era una chica centrada y madura, simplemente no le gustaban las discusiones, y a veces la forma de ser de sus primas le irritaba.  _____ solo observaba ya que ninguna de sus primas la dejaba hablar
 
—Ahí va la aburrida de Fany— Comentó Effa, esto le hizo hervir la sangre a Estefanía— Estoy jugando amor— Comentó luego de ver la cara furiosa de su prima
 
—Solo dejen de discutir— Por fin habló — Los empleados se irán en la tardé y tenemos toda la noche para divertirnos, no lo arruinen desde ahora
 
—¿Y Matt? ¡Sin Matt no podremos hacer nada! —Negó frustrada Emma, sabía que sin ayuda de Matt no podría haber alcohol en la fiesta —Será demasiado aburrida—Comentó
 
—Eso no importa, yo me la ingeniaré para conseguir el alcohol, puedo pedirle al chofer que me ayude con eso—Dijo—Antes de que se vaya, claro está, ningún empleado se puede quedar aquí, luego mis padres pueden llegar a enterarse ¿Saben que me metería en problemas?
 
—Ya va un año que nuestros padres no están aquí, tranquila—Estefanía le tomó el brazo tranquilizándola— Y nuestro hermanó vendrá ¿Cómo podría Matt Mawson perderse la fiesta en la gran mansión
 
—Tienes razón Estef— Rachel estaba de acuerdo con ella y no dudo en darlo a conocer, Matt no podría no llegar, simplemente era el alma de todas las fiestas
 
—No me digas Estef—Replicó Estefanía
 
—Vaya, es la primera vez que estás de acuerdo con la prima—Habló  Effa—Estef, se escucha hermoso ¿No? A parte, no llamamos casi igual, así que deja tus cosas…—Miró a esta y Estefanía solo gruño devolviendo la vista a su celular
 
—No lo sé, yo solo no puedo seguir aquí— Se paró de la mesa y comenzó a subir las escaleras hasta su recamara, sus primas a veces llegaban a hacer de sus lindos días por la mañana en unos con un gran dolor de cabeza. Effa, Rachel y Emma tenían cada una  algo bueno de sí, de igual forma que su hermana Estefanía, pero _____ era la mayor, tenía diecinueve y las demás dieciocho y menos, ese era el único pretexto para que las demás dejaran todo a su cargo
 
—Yo igual me voy de aquí— Estefanía se paró a la par de su hermana y caminó detrás de ella. Corría de sus primas, en algún momento terminaría jalándoles del cabello, inusual (nótese el sarcasmo)
 
—Estefanía, te acompaño—Emma corrió detrás de su prima ¿Qué acaso Effa y Rachel eran las odiadas de la familia?
 
—¡Eres torpe! —Reclamó Rachel a Effa— Las primas se fueron y nosotras siempre nos quedamos solas
 
—¡Por qué será Rachel!, ¿Tenemos él premió novel al mejor carisma? — Bromeó Effa y siguió desayunando— Mi café se enfrió, eres tan amargada, échale un poco de azúcar a tu vida
 
—No, mejor tú échale un poco de azúcar a tu café, porque está muy amargo— Dijo después de haber probado de este—Al igual que tú
 
—¡Que dijiste Rachel! —Gritó Effa abalanzándose a ella
 
 
 
 
Entró a su recamara y se percató que algo estaba mal, ¿Alguien se escondía o algo por el estilo? Bajó su mirada y encontró a su gata Meredith debajo de la cama, sonrío y la tomó.
 
—Espero que mañana te encuentre viva— Río para sí misma y la sacó de su habitación. Meredith era su mascota desde hace dos años, era una gata muy mimada por ella, _____ se había encariñado por primera vez con un animal. En las fiestas de fin de semana Maredith siempre salía herida, ya que alguno de los invitados ya alcoholizados le aventaba a la casa de alado o simplemente le echaban a la piscina, Meredith siempre salía lastimada.
 
Se recostó en su cama observando el techo sin rumbo fijo de sus pensamientos, hacía ya un año que sus padres habían viajado por negocios y habían decidido quedarse en Londres, después de eso todo cambió.
_____ tenía a sus hermanos Matt y Estefanía, ella era la de en medio, y  aun así no se sentía protegida por su hermano mayor, sino más bien, tenía que cuidar de él y de su hermana menor, aunque a veces Estefanía parecía la mayor gracias a su actitud, solía ser un poco sería, pero en realidad _____ se encargaba de toda la casa.
 
Sus primas Emma Mawson, Effa y Rachel Bell vivan en la casa, la más acomedida de las tres era Emma, Rachel y Effa eran hermanas ya acostumbradas a vivir entre peleas desde su casa, habían llegado desde Washington a vivir con  la familia de su tía “Beatriz Bell”. Emma Mawson había llegado desde Alaska ya que los padres de _____ le habían ofrecido vivir en su casa para poder estudiar en Estados Unidos.
 
—Ah, estas aquí, Rachel le estaba dando a tu gata coca-cola—Bromeo entrando a su recamara
 
—Hay Emma— Se dio la vuelta para esconder su rostro entre la almohada—Dime, ¿Cuándo no hace eso?
 
—Pero las clases de “Como hacerle caso a _____”  estarían muy buenas eh—Bromeo sentándose a su lado—Quería pedirte algo prima
 
—Ahora sé  a qué viniste—Río y levantó su rostro para ver a Emma , sabía que le pediría, esta cien por ciento segura, era más que obvio, dinero para esta noche. No se adelantaría a los hechos, tenía una leve esperanza de que sus primas y sus hermanos le dejarán un poco de dinero para ella
 
—¿Tienes unos cien dólares? — Y la pregunta que escuchó era la que esperaba, pero no importaba aún quedaba dinero en la empresa, pero pronto se acabaría, ese era su mayor miedo
 
—¿Tanto? —Preguntó—Bueno, no importa, iré a la empresa y veré como están las cosas, no hay nadie a cargo, debó de ir al menos tres días a la semana ¿Por qué no me ayudas?
 
—Oye, sabes qué.. Mejor no me des ningún dinero—Emma se paró y dio un paso asía atrás, no quería presentarse en la empresa de sus tíos y menos a trabajar, prefería que su prima no le diera ni un peso
 
—Te doy ciento cincuenta dólares— Dijo, sabía que Emma no podría resistirse a algo de dinero, y más si ella subía un poco la cantidad, ya había acostumbrado a toda la familia a pagarles por trabar
 
—Echo— Sin más que decir, le extendió su mano y ella la tomó, esto significaba que ya había un trato, el cual _____ tendría que cumplir
 
Emma salió de su recamara y detrás de ella venían las hermanas Bell, suspiró con fuerza, debía mantener su calma, sus queridas primas tendrían que ser normales, y lo eran. Rachel y Effa eran muy carismáticas y divertidas, tenían un gran corazón, aunque al ser hermanas tenían sus pequeños desacuerdos.
 
—_____ ¿Te ha llamado Matt?, él dijo que vendría con las cosas para la fiesta—Rachel se tiró al suelo de caoba madera y miró al techo—Tu hermano debe ser un poco más responsable
 
—No lo sé Rachel—Habló cansada—Esta será la mejor fiesta que hemos preparado Emma y yo, eso se los aseguro. ¿Pero me dejan descansar?
 
—Ya Rachel, te dije que no viniéramos— Negó Effa, la menor de las hermanas, la de diecisiete— Ya no importa, te dejamos ______
 
Salieron las Bell y ella cayó en un profundo sueño, se encontraba cansada, ¿Pero de qué? Al parecer de nada, era solo un simple cansancio de siempre, de las fiestas de cada fin de semana tal vez.