Bajo el mismo techo - Liam Payne

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
—Ya se fueron, ¿Ahora si nos piensas decir cuánto dinero  queda en la empresa? —Preguntó su hermano
 
—Cuando se fueron mis padres, teníamos alrededor de cuarenta millones, ahora solo quedan unos cinco
 
— ¡Qué!

Nunca se había detenido a pensar en cuanto dinero  había gastado durante el año de ausencia de sus padres. Su familia había dependido de ella durante todo ese tiempo y en vez de ser un modelo a seguir, seguía el paso de ellos. En realidad si era ese modelo a seguir, ya que era ella quien incitaba todavía más a su familia a gastar tanto sin importar cual fuese el precio y a tener tantos lujos como a los que estaban acostumbrados. Había cometido un error y se sentía  mal, aunque a la vez sabía que sus padres no podrían darle un gran castigo, ellos siempre habían sido liberales con ella y nunca en su vida le habrían castigado por algo, aunque fue lo más bastardo que hiciera, siempre se salía con la suya.
 
Los empleados habían llegado, y gracias a que sus padres se habían enterado sobre la fiesta, todos se salvaron de arreglar la mansión.
 
Entró a su recamara a darse una ducha, mañana sería Lunes e iría a la Universidad, Brown era la mejor Universidad pagada de Miami, y sin duda no se arrepentía de estar ahí. La Universidad era para que todos te conocieran y para ser popular, y así era, todos los Mawson – Bell eran conocidos en todo el Campus.
 
La vida de _____ había sido fácil desde el momento en que se dio cuenta que sus padres le daban todo lo que quisiese, dinero, ropa, celulares, autos, viajes y todo lo que una adolescente quisiera tener, y así han sido los años siguientes, para ella no había problema alguno en pedirle dinero a sus padres, todo se lo darían.
 
No era la porrista del equipo de futbol americano de la Universidad, tampoco era la que más chicos traía a sus pies, y menos de esas chicas presumidas huecas del cerebro. Le gustaba estudiar, era muy responsable (dentro de lo que cabe) y siempre conseguía lo que quería tan fácilmente, pero era _____ Mawson, era todo a la vez.
 
Para ser una joven de diecinueve años con una vida aparentemente normal, tenía muchas cosas al día que hacer, como por ejemplo: escuchar las tonterías de Ashton cuando le hablaba sobre comics a los que ella no entendía, ver discutir en la casa y en la Universidad a sus primas, soportar los tacones diariamente, caminar por los pasillos con todas las miradas en ella, tener que aceptar que la chica que se sentaba a su lado era más linda que ella y mucho más inteligente, una completa nerd, pero era linda —Pensó — Saber que en cualquier momento tendría que pedirle ayuda a su hermana para hacer la tarea de Matemáticas, (se le dificultaba eso) ir a las clases de entrenamiento físico del Campus, manejar hasta su casa (odiaba los choferes) llegar y escuchar más peleas, hacer tarea, ir a la empresa (de vez en cuando) mandar a un grupo de más de cuatrocientas personas cuando no sabe ni siquiera que debe decirles, y lo más complicado, ser ella, ser _____ Mawson.
 
Mientras se sentaba a escribir en su diario “Mi vida es lo mejor del mundo” con letras grandes en la contra portada, recordaba muchos momentos en su vida, estaba feliz de haber logrado tanto y nada  a la vez, no podía explicarlo, simplemente todo se le daba y a la vez no, tenía la debilidad más grande de todas, el amor.
 
“Sé que tengo todo en el mundo y que tal vez sea más de lo que siendo alguien como yo podría tener, pero a veces simplemente no sé quién soy.  ______ la chica rica, la que consigue todo lo que quiere, o ______ la que nunca se ha podido enamorar”.
 
—¡______! ¿Puedes decirle a Effa que me deje de decir Estef? —Estefanía entró a su recamara de improvisto y ella cerró rápidamente su diario—¿Qué estabas haciendo eh? —Corrió a ella e intentó abrir aquel diario
 
—¡Deja ahí! —Río mientras forcejeaba con su hermana—Cosas intimas Estef
 
—¡Hay vas! Dije que no me agrada que me llamen así
 
—¿De nuevo discutiendo que Effa? —Preguntó y su hermana asintió
 
Negó varias veces con la cabeza, no era posible que su hermana y su prima vivieran discutiendo por un simple nombre. Salió de su cuarto con Estefanía detrás de ella, bajó las escaleras y se encontró con Effa y Rachel sentadas en el sofá, los demás se acercaban y se sentaban ahí mismo.
 
—De acuerdo, el problema es solo un nombre.. —Comenzó a hablar
 
—Si pero..
 
—No es que es ella
 
—Cuantas veces tengo que
 
— ¿Por qué no se callan?
 
—Odio vivir entre mujeres
 
—Por eso no soporto esto
 
Los demás comenzaron a hablar entre sí, hasta el momento en que ninguno se entendía ya que comenzaban a gritarse entre ellos.
 
—¡Ya! —Aventó un jarrón de cerámica que estaba en la mesa de centro—Lo siento.. Ya compraremos otro—Todos comenzaron a reir—El punto es que a mi hermana no le gusta que le llamen “Estef” y Effa al llamarse Estefanie molesta a Estefanía por lo mismo..
 
—Eso todo lo sabemos ______—Habló Emma
 
—Hermana, no te gusta que te llamen Estef, simplemente te diremos Anna, ese es otro nombre ¿Estas de acuerdo? —Anna asintió— ¿Los demás escucharon? Ahora digámosle Anna. Y tu Effa, ahora serás la única Estefanie ¿Bien?
 
—De acuerdo—Dijo Effa
 
—Si, así me siento mejor—Habló Anna
Sonó el timbre, ¡Demonios! Eran sus padres.
 
—¡Queremos saber dónde está _____! Qué bueno que estás aquí muchachita— Habló su madre luego de verla en la sala
 
—Los de más, por favor a sus cuartos—Habló su padre
 
Cada uno le miró con sentimiento y comenzaron a subir las escaleras, suspiró y cerró los ojos, sus padres no podrían estar tan enojados, debía pasar lo normal. Mamá le dice a Papá que ella no tiene la culpa, que debe entenderla por qué está en plena juventud.
 
—No podemos creer que te dejamos a cargo de toda la empresa, de todo con lo que se mantiene esta familia, ¡Y tú! —Su madre suspiró y luego habló— Tu nos dejaste en banca rota..
 
—Pensamos que eras una chica madura, que podía dejarte con el cargo ¡No era nada del otro mundo ______!
 
—Se me salió de control.. —No podía seguir hablando sabía que no podía hacer mucho por ella misma
 
—Eran cuarenta millones.. ¡Cuarenta! Ahora solo contamos con cinco, la mitad de los empleados los has despedido por que supongo que no podías ni siquiera pagarles por su trabajo, la producción de prendas de vestir ha bajado y las ventas de igual forma, los proveedores quieren cancelar los últimos contratos ¡Éramos la marca de ropa más prestigiada de USA! Y ahora _____....
 
—¡Pero vas a tener un escarmiento! —Habló su madre
 
—Todo menos ponerme a trabajar…—Habló— _____ Mawson trabajando ¿Se imaginan eso? Soy muy mala en eso, todavía soporto a la nerd que se sienta a mi lado en Álgebra, trabajar sería..
 
—¿Nerd? —Preguntó su madre
 
—Ese tipo de personitas—Habló pero su padre la interrumpió.
 
—Vendrá alguien a vivir a esta casa—Jacob era un hombre serio, todo lo que decía era en verdad, y no permitiría dejarse llevar de nuevo con los comentarios de “Déjala, es solo una joven, algún día madurará” de su esposa
 

—Está bien—Respondió alegre, ese no sería realmente un castigo para ella, una persona en la familia ¿Qué tan malo puede ser?