Amores Prohibidos: En busca de un final feliz {H.S}

Va a ser muy interesante la novela por lo que me contás, ya quiero leer más
Lamentablemente yo no he visitado tantas provincias, pero si varias. Buenos Aires es hermoso, he estado allá varias veces y me encanta. Continuala cuando te sea más fácil, yo voy a estar esperando con ansias el capítulo.
Besos

Capítulo 002

Las hojas que caían en el suelo, daban a entender que se encontraban en un húmedo otoño y formaban un interminable camino, rodeado de secos y delgados árboles, pero hermosos a la vez. Una brisa soplaba en sus rostros y llevaban a su paso algunas de las hojas, sin rumbo alguno. 

—Es hermoso… —Susurró Alison.

La muchacha abrió sus ojos lentamente y sonrió al saber que todavía recordaba cada detalle. Aunque, habían algunos momentos en aquel lugar que le serán imposibles olvidar… Jamás, nada lograría hacerlo. 

Entonces, decidió retomar su lectura, hasta que su reloj de la muñeca indicó que era la una de la tarde. Tendría que regresar a su casa pronto o se metería en problemas.

Fue la octava vez que observaba la hora. Era algo estresante para cualquiera que estuviera a su lado. Es decir, las agujas del reloj no se moverían más deprisa si tú las ‘incomodaras’  de aquella manera. Pero, Alison por alguna extraña razón, lo creía así. 

Harry había prometido estar en contacto con ella desde que se fue en su viaje con su madre y su hermana mayor —cosa que cumplió—, pero de igual forma, el sonido de su voz o su piel era inevitablemente entrañable.

Aquellas cartas se encontraban en una pequeña caja, la cual no está al alcance de cualquiera, no. ¿Por qué? Simple, si alguien las leyera, comenzarían a sospechar y eso nadie lo deseaba. Si alguien se enterara, los separarían. Él es mayor de edad, pero Alison aún no y sus padres pueden hacer lo que se les plazca con ella. 

El problema, es que la joven estaba comenzando a creer que simplemente le escribía por compasión. Es decir, Harry es inevitablemente tierno con cualquier persona y tiene un corazón muy grande como para hacer sentir mal a alguien… Tal vez, no quería desilusionarla y esperaba el momento ideal para confesarle que su amor ya no le pertenecía a ella, si no a otra persona.         

El sonido de una bocina sonar, procedente de un auto, interrumpió los pensamientos de ella, haciendo que se acercara a su balcón para observar que era lo que sucedía. Desde allí, logró ver como de un viejo auto bajaba un joven con gafas de sol negras, una camisa blanca —desabrochada los tres primeros botones, logrando ver el comienzo de sus tatuajes y unas cadenas—, jeans negros y unas botas marrones. Su cabello se despeinaba por la poca brisa que había y tenía una amplia sonrisa en su rostro.   

Alison suspiró nerviosa, una y otra vez. Había esperado esto por varios años y ahora, no era capaz de bajar una escalera. ¿Y si él la había olvidado? Esa cruel pregunta seguía rondando por su cabeza. No quería oír la respuesta. Tal vez, era mejor mantenerse con sus ilusiones y mentiras. ¿En verdad estaba pensando en aquello?Alison negó con su cabeza y tomó suficiente valor como para abrir el picaporte de la puerta de su habitación y dar pequeños pasos hasta llegar a la escalera. Y desde allí arriba, logró ver a ese mismo joven que dejó atrás al pequeño e inocente niño, de pie junto a la puerta principal abrazando a su madrastra y dejando sus bolsos aún lado. Al hacerlo, Harry notó la presencia de su hermanastra y está, comenzó a sonreír cuando notó que se quitaba sus gafas de sol, para mostrar sus hermosos ojos color verde esmeralda. Rápidamente, le devolvió aquel gesto entusiasmado y abrió sus brazos exclamando su nombre. Alison, bajó sin dudar las escaleras, para esconderse en los fuertes brazos de Harry. Se sentía protegida. El calor de su cuerpo, lograba que ella se relajara. Era una hermosa y extraña sensación. Su aroma, ahora había quedado en Alison, lo cual le encantó, tenía una hermosa colonia que desde siempre le había gustado.

—Te extrañé demasiado, no quiero soltarte… No aún —susurró él a su oído, provocando que ella se estremeciera al sentir el aliento de su hermanastro tan cerca, haciéndole un pequeño cosquilleo.

—No lo hagas —respondió con una amplia sonrisa y sus ojos cerrados, disfrutando de aquel momento.

Pero, nada dura para siempre, sobretodo lo más bello. Los dos jóvenes fueron interrumpidos por Carol, quien tan ingenua, creyó que tenía suerte de que se habían aceptado como verdaderos hermanos y no enfadado por tener que estar juntos. Para ella, fue un gran alivio saber que desde el comienzo, ambos se convirtieron en muy buenos amigos. Pero, un oscuro secreto estaba torturándola. Y sabía que si ambos se enteraban, sólo sufrirían.

—¿Cómo has estado, Harry? —Preguntó —. Ha pasado demasiado tiempo, y has cambiado. No me lo tomes a mal, me refiero a que, creciste, ya eres un verdadero hombre. —La mujer le dedicó una de sus tantas sonrisas, dejando a la luz su perfecta dentadura blanca.

—Sí, ya no tengo quince años, pero continuo siendo el mismo —respondió mientras colocaba un brazo sobre la cintura de Alison.

—Mamá, ¿Por qué no preparas algo de comer? —Pregunta su hija, dado que, notó a Harry algo incómodo. Nunca ha tenido problemas con ella, pero si con Carol. ¿Por qué? Bueno, no es sencillo estar con la mujer que se casó con tu padre haciendo que, este abandonara a su verdadera madre —. Debe estar hambriento por el viaje, ¿No es así? —prosiguió y lo miró, esperando una respuesta. Él asintió.

—Claro, tienes razón —Carol sonrió —soy tan distraída… —Comenzó a reír sola mientras caminaba hacia la cocina, dejando solo a los dos jóvenes. 

Una vez que, ella se alejó de allí, Harry tomó por la cintura a Alison y la acercó a su cuerpo. Se sentía feliz, feliz de tenerla a su lado nuevamente. Tuvo varios años para pensar en su extraña relación, y jamás se le ocurrió la idea de dejarla ir. No, no lo haría. Habían personas que están destinadas a estar juntas, y ellos son un ejemplo. Ambos lo sabían. O así lo creían ellos.

—Estás hermosa —musitó en su oído —, no sabes cuánto —sin notarlo, las mejillas de ella, tomaron un color carmesí, haciendo que él sonriera.

Hola C:

Aww que lindos  . Me causan mucha ternura esos dos  . ¿Que secreto oculta Carol?  . Me encanto el capitulo Denu 
Espero que la sigas pronto . besos
Javi xx

Den debo decir que, ¡me encantó el capítulo! Fue tan tierno ¡Harry ya regresó! Alison no seas tan negativa, es obvio que Harry te quiere. Oh My Gawd, ¿cuál será el secreto que esconde Carol? Harry le dijo que estaba hermosa, qué lindo <3
Muero por leer más, so síguela muy pronto por favor.
Besitos

—Estás hermosa —musitó en su oído —, no sabes cuánto —sin notarlo, las mejillas de ella, tomaron un color carmesí, haciendo que él sonriera.

—¡Ali, cariño! —Exclamó su madre desde donde se encontraba y Harry comenzó a reír, pero la joven no le prestó atención —. Ayúdalo a llevar sus maletas a la habitación.

Ella, respondió con un simple «claro»  y observó a su hermanastro, quien se encontraba con una gran sonrisa a su lado.

—«¿Ali, cariño?». —Imitó tal cual como Carol lo había hecho, agregando una aguda voz y ella colocó sus ojos en blanco.

—Oh, cállate... «¿Quién es el bebé más hermoso y consentido de la tía Betty?». —Apretó su mejilla izquierda para luego golpear suavemente a su hermanastro en su hombro.

—Touché —dijo divertido mientras se inclinaba hacia un costado.

Alison le regaló una sonrisa y tomó uno de los bolsos de Harry, pero éste la detuvo, tomando su mano.

—¿Sucede algo? —Preguntó confundida.

—Yo las llevaré —respondió y ella suspiró —. Es demasiado peso para ti.

—¿Sabes que no eres el único que creció aquí, cierto? —Protestó, pero él, se le acercó, aun tomando su mano y besó dulcemente la punta de su nariz, mientras le sonreía.

—Lo sé, eso ya lo he notado, pero, sólo no quiero que lo hagas. —Alison no le prestó atención y soltó su mano para tomar uno de los bolsos azules, mientras corría por las escaleras. Harry, la siguió a la vez que reía con otro de sus bolsos y trataba de alcanzarla.

—Aun no puedo creer que recordaras como me llamaba la tía Betty. —Alison rió a carcajadas, provocando que él se uniera —. Es decir, no era un bebé, tenía once cuando comenzó a hacerlo, odié aquel momento.

—Bueno, no es lo único que recuerdo. —Se volteó para observarlo —. Hay cosas que son difíciles de olvidar, y no hablo de un ridículo apodo. —La distancia que los separaban eran sólo cinco escalones, pero para ambos, parecían más en ese momento.

—Ali… —Susurró, pero ella solo dio media vuelta y continúo subiendo los escalones en silencio.

Al llegar, Harry dejó sus pertenencias a un costado y tomó por la cintura a Alison, quien se encontraba de espaldas. Ésta, comenzó a reír y protestar que la soltara, pero no le hizo caso. Él, la acercó a su cuerpo y juntos caminaron hacia la puerta de su habitación, la cual se encontraba entre la de ella, y su hermanastro menor, Mick.

Alison la abrió y él, tomó los dos bolsos para dejarlos en su cama. La habitación había quedado igual que la última vez cuando durmió allí. Pared negra, con algunos posters de sus bandas favoritas, viejos libros en sus estantes, trofeos y un balón autografiado.

Luego, cerró la puerta detrás de él, suavemente y se apoyó contra ésta un tanto nervioso. Estuvo cuatro años ausente, en realidad no sabía qué hacer. La última vez, no eran absolutamente nada, solo niños que se querían.

Alison pensó que era un momento incómodo. Es decir, ninguno de los dos sabía que decir, o ni siquiera se miraban. Lo único que ella hacía era morder su labio inferior.

—¿Cómo estuvo Francia? —Preguntó para romper el silencio que los invadía.

—Bien… —Respondió y la incomodidad volvió a surgir—. ¿Cómo está Mick? —Alison se sentó junto a los bolsos y repitió lo que había sido la respuesta de Harry anteriormente —. Me alegro, entonces —respondió con una sonrisa.

—Te eché de menos —dijeron ambos al mismo tiempo y comenzaron a reír.

Harry se acercó a ella y tomó asiento a su lado, pero con un bolso en medio de ambos.

—Ali… —Susurró mientras se acercaba a ella y acariciaba su mejilla con su pulgar e incómodamente inclinaba su cabeza para besarla, pero fueron interrumpidos  por Carol —. Mierda —susurró cuando se separó bruscamente de Alison y tropezó, cayéndose al suelo.

—¿Sucede algo? —preguntó y su hija negó rápidamente con su cabeza.

—En realidad, solo no vi por donde caminaba —respondió él.

—Claro, pero levántate, te ensuciarás —sonrió y cambió de tema —. No dejen la puerta cerrada, tratamos de enseñarle eso a Mick y ustedes no son un gran ejemplo. —Ambos asintieron y Carol los observó por unos pocos minutos, tratando de leer sus rostros, pero no lo consiguió, así que se marchó sin decir ni una sola palabra más.

—¿Siempre será así? —Protestó Harry.


Era de media noche cuando Alison se levantó de su cama para bajar silenciosamente hacia la cocina. Era una costumbre que tenía desde muy pequeña. Su madre, desde entonces le mantiene preparado un vaso de jugo de naranja en el congelador. 

Con los ojos cerrados, caminó descalza por el frío suelo, ya sabiendo el recorrido de memoria. Para ella, era como un simple mapa en su cabeza. Primero las largas escaleras de madera blanca, veintiocho escalones para ser exactos, hasta llegar al suelo y de allí, dos pasos al frente y luego, doblar hacia la derecha para continuar el recorrido y llegar a la sala principal, atravesando una pequeña mesa de vidrio y dos sofás blancos, uno familiar y el segundo, individual. De allí, solo debía doblar dos veces hasta llegar a la extensa mesa de madera donde cada noche cenaban y atravesar la puerta corrediza de la cocina. Pero, notó que la luz de ésta se encontraba encendida. Abrió sus ojos lentamente y se encontró con su hermanastro.

—Hola —dijo dulcemente Harry —. Hay cosas que nunca cambian, ¿cierto? —Ella asintió como respuesta, extrañada de que lo recordara. 

—¿No logras dormir? —Preguntó mientras abría el refrigerador  y tomaba asiento junto a él, quien en su mano tenía un vaso de agua fría. 

Su hombro rozó la suave piel desnuda de Harry, ya que solo se encontraba con un cómodo pantalón azul marino de seda, mientras que Alison, vestía con un pantalón de algodón rosa claro y una camiseta larga que Charlie, su amigo, le había conseguido en uno de los tantos conciertos  que había ido. 

—No —respondió —, supongo que es por el cambio de horarios y las largas horas que descansé durante el viaje, agregando los varios litros de café que tomé antes de llegar aquí… —Ella rió sin motivo alguno y Harry la observó entretenido. 

—Extrañaba aquel sonido —susurró y Alison comprendió que hablaba de su risa —, es simplemente hermoso.

—Harry, ¿qué somos nosotros? —el nombrado realizó una mueca y tomó un sorbo de su bebida, quitando la vista de ella. 

—Desearía tener una respuesta, que todo esto sea más sencillo, pero no lo es, lo único que sé es que yo… —Ella lo observó expectante y él volvió su vista a su hermanastra —. Yo, te amo Ali, y eso nadie puede impedirlo, sólo, eso importa ahora… —La joven se había quedado sin habla luego de aquellas tres palabras que Harry había pronunciado: «Yo, te amo» Lo demás ya no le interesó.

—Harry… —Susurró, acercándose a él —. Tú nunca… —Su hermanastro la interrumpió.

—Sí, creo que fue algo apresurado pero, dentro de mí, lo creo así —dijo al tomar su mano y besarla dulcemente, para luego depositarla en su corazón.

—¿Crees que esto es  incorrecto? —Se refirió a ellos —, porque sé que así lo creerá Carol y tu padre… Ellos tienen una imágen diferente acerca de... —El suspiró y soltó su mano —. Harry… —Dijo tratando de tomar nuevamente su agarre, pero él lo impidió.

—No me interesa lo que los demás opinen sobre nosotros. No somos hermanos de sangre. —Cerró sus ojos por unos cuantos segundos que le parecieron horas interminables a Alison y por fin habló: —. ¿Recuerdas aquel día cuando tenías siete años y mi padre me trajo aquí? —Ella asintió —. Él había ganado la custodia ya que mi madre estaba en recuperación a causa del alcohol. Ella lloraba y gritaba que me dejaran, pero los guardias nos separaron. Mi padre me abrazó y me prometió que cuando mejorara, podría volver a visitarla… Perdí a mis más íntimos amigos por tener que cambiar de país, de vida. Detestaba a mi padre por eso. Pero cuando entré a esta casa, te observé de pie junto a la escalera, con tu hermoso cabello rubio recogido con una trenza y tus ojos celestes como el cielo me observaban curiosos… Pensé en ese momento que eras un ángel. Algo dentro de mí cambió y por algún motivo no me sentí vacío. 

—Por eso me llamaste así —interrumpió Alison —, Ángel. —El asintió. 

—Sí, estaba realmente hipnotizado —rió —. No quiero imaginar cuan ridículo fue aquel día.

—Eras un niño… 

—Un niño, cuando conoce a la chica que le gusta… —Completó y sonrió al finalizar la frase.

Hola C:

¡¡¡ Tu quieres que me de diabetes !!! . Amo a esos dos , son demasiado tiernos  . La ama , le dice Ángel <3 
Amo tu novela , no dudes de tu talento como escritora por que tienes un gran talento 
Síguela pronto
besos
Javi xx

¡No pueden ser más tiernos estos dos! O sea el capítulo fue tan hermoso, que muero de amor. Pobres no sabían que decir cuando estaban solos, momento incómodo xD Pero justo cuando iba a suceder algo interrumpió Carol, espero que no siempre sea así. Owww le dijo que su risa era hermosa y ¡le dijo que la amaba! Y todo lo que le dijo después, definitivamente Harry me va a matar de amor  
Me encantó el capítulo Den, en verdad creo que escribes muy pero muy bien. Espero que la sigas pronto.
Besos