All Over Again [Harry Styles]. Continuación II.

Charlie mi amor... con tigo sin condon.

Okey ya. 

Ah... lloro, trata de seguirla lo más pronto posible

Tengo que terminar miles de proyectos, pero siempre me tomo el tiempo de leer tu hermosa novela

Te amo demasiado

Free'

No Kate tu no puedes dejar a Harry que no vez que todos te apoyan y estarán a tu lado sin juzgarte a pesar de tu oscuro pasado? Por favor Kate por lo que más quieras no dejes a Harry y se feliz con el realmente te lo mereces después de todo lo que has sufrido...
Y tu Charlie debes seguirla lo más pronto posible por favor que no sabes lo mal que me encuentro por tu hermosa novela y si mis cuentas no me fallan falta solo un capítulo y ya, verdad?
Creo que entiendo un poco por que se llamara "Back" es por que Kate volverá atrás a Bradfor o no? Si no es así corrígeme y síguela Yaaa por favor Kate que tu nove es mi vida.

MALDITA COBARDE KATE ESO ERES!!!

llorando

¿Cuándo la sigues?

Hola Charlie, nunca antes te habia comentado, quiero decirte que leia tu novela desde que empezo peeo jamas me hice un foro, hoy me lo hice porque no podia ver si subiste cap. Escribes genial, eres increible creeme muy pocas escriben como vos. Tu novela es la.mejor de todas no puedo dejar de leerla, todos los.dias paso para ver si subes...
Bueno solo queria decirte eso, y que tambien la estoy leyendo por wattpad... bueno besos y espero que subas pronto. Una muy fiel lectora aunque no comentara .

Feliz cumpleaños atrasado...

Holu, soy Fer. Era lectora fantasma, hasta que me harte y quise comentarte... No puedo más. Amo tu novela. Me encanta como escribes. :3

Bueno eh, no se. Me acabo de hacer una cuenta (vez 2873284746573456 que intento y por fin) y dejame decirte que no podes escribir tan bien. Te lo juro, guardalo y saca un libro, seria un bestseller. Pensas que exagero pero no, sos lo mas. Te admiro muchisimo, sos la unica persona que hizo que al leer llorara, saltara y me pasara todo lo que me pasa. Por favor, por lo que mas quieras seguila, segui escribiendo. BASICAMENTE, SEGUI DANDOME FELICIDAD. Bueno, eso, sos una idola. 
Ahora, en cuanto a la historia:
ME ENERVA QUE KATE SEA TAN PELOTUDA, PERO LA ENTIENDO, el personaje es genial, no se. Tiene la alta historia y ella es para Harry y es como que en casi nada coinciden pero sin embargo estan locos por el otro y eso es genial. Harry es tan perfecto e insistente y no se YO LE DOY. Soy una masoquista de mierda, por eso amo tu novela. 
Estoy esperando ansiosa Back porque se que seguro va a aparecer Louis. Lo unico que espero, la verdad. Sos impredecible, y eso es lo mejor porque siempre los capitulos superan mis espectativas. 
#CharliePaseom
Atte,
una pibah.

amo tu novela!!!!!!! <3

- Harry… -negué con mi cabeza, una sonrisa amarga cruzando mis labios, mientras mordía el inferior para alejar las lágrimas.- Harry ha arruinado todo. Harry ha entrado en mi vida desde el día en que llegué aquí sabiendo que ocultaba algo y dispuesto a descubrirlo, como si yo ya no tuviera suficientes malditos problemas. -parpadeé, lágrimas rodando por mis mejillas, ira apoderándose de mi organismo para intentar reemplazarlo por el amor que en realidad sentía en lo más profundo de mi ser.- Insistió todos los días, me persiguió, me tentó hasta que… caí, finalmente. -gesticulé con mis manos, soltándola de las suyas para apretarlas con fuerza, mirando un punto fijo para evitar su vista.- Me provocó cada minuto en el instituto, cada segundo en el que ustedes no observaban, por los lugares más inesperados y de la forma que tenía que hacerlo. Me torturó de la manera correcta, y confirmó todo lo que sospechaba cuando nos cruzamos en Bradford el único maldito fin de semana que volví para visitar a mis amigas. -insulté, frustrada, sin poder abandonar mi llanto, aún compenetrada en la historia como si estuviera dando un monólogo.- Y yo les mentí a ustedes. Les mentí cada vez que las veía, les mentí cuando les dije que lo odiaba y les mentí cada vez que falté al instituto. -admití, mirandola a los ojos, intentando que reaccionara de todo el daño que había hecho.- Me burlé en sus caras de como ustedes lo creían y mientras tanto Harry estaba aquí mismo, avanzando conmigo como si yo fuera una carrera que debía ganar. Y demonios, la ganó. Porque él también les mintió, porque yo se lo pedí. Te mintió a tí cuando dijo que iba a llevarme a Bradford, porque en realidad me llevó a Cleethorpes por todo un endemoniado día, para luego volver y seguir disimulando que lo odiaba, preocupándolas a ustedes y mintiéndole a May cuando decía que ella debía tranquilizarse porque nada sucedería con Harry. Demonios, te he mentido descaradamente y tú sigues aquí, como si nada sucediera.
- No hables así.
- ¡¿Qué no hable así?! -me sobresalté, mi voz quebrada por la falta de potencia, mis sollozos interrumpiéndose para alejarme de ella y levantarme de mi lugar, las frazadas cayendo a mis pies.- Jennifer, he estado acostándome con Harry desde tu fiesta de año nuevo, ¡y tú sigues aquí como si nada! Te he mentido. Les he mentido a todos aquí. He estado saliendo con Drew como si nada sucediera y en realidad, cada vez que lo dejaba, terminaba revolcandome con Harry en su habitación porque estaba endemoniadamente celoso de él. Hemos tenido sexo en la biblioteca, en los vestuarios del instituto, e incluso casi sucede el día de su maldito cumpleaños, con ustedes del otro lado de la puerta. ¿Esto es suficiente prueba para tí? Entonces, si. Soy una maldita hija de puta que no merece absolutamente nada mejor que lo que está viviendo y agradecería que te vayas antes de insultarme como ya se que harás, sumando aún más problemas a todo esto.

Mi respiración estaba agitada por la adrenalina que corría por mis venas, liberándome finalmente de todos los secretos que tenía en ese lugar. Jenn miraba hacia el suelo, sus cejas fruncidas mientras negaba repetidamente.
No sabía por qué demonios le había gritado así; porque reaccionaba como si yo tuviera razón en ello, o algún tipo de poder de decisión. Sabía que era una basura como persona y que no valía más que eso; pero Jenn parecía querer comprenderme y yo parecía querer ser incomprendida. Porque no podía permitir que nadie me diera otra oportunidad; no sólo que no la merecía, sino que volvería a arruinarlo, todo otra vez, como las otras tres veces.
Entonces caí una vez más en el sillón, apoyando mi cabeza sobre mis manos, volviendo a llorar como si supiera que iba a morirme. Porque así lo sentía, de todas formas; cuando no tienes nada por lo que luchar, nada que perder, ni nada que ganar, ese es el sentimiento. Porque prefería morir a vivir con un vacío emocional que parecía jamás tener fin, por más dramático y estúpido que eso pudiera sonar.

- Lo sabía. -murmuró, de forma suave, interrumpiendo mis sollozos desgarradores.
- ¿Qué? -solté en un susurro, levantando mi vista para verla a mi lado, sin haber sentido su presencia previamente.
- Sabía lo que estaba sucediendo con Harry. Lo sabía.
- ¿Cómo?
- Porque jamás he visto a Harry tan feliz desde Emily y resultaba ser que esa felicidad sólo aparecía cuando estaba a tu lado.

Y si pensaba que eso me iba a calmar, estaba equivocada; porque sólo aumentó mis ganas de huir y alejarme para no volver jamás. Porque estaba absolutamente negada a aceptar que Harry estaba enamorado de mí. Era incapaz de aceptar que lo destruiría por completo y que sufriría de las dos maneras; con o sin mí.
Me destrozaba saber que no podía tenerlo, que no podía hacerlo feliz como él se merecía. Pero yéndome, le ahorraría el sufrimiento de ser su utopía; le ahorraría el dolor de mi rechazo, reemplazándolo por el del abandono.

Porque yo, era inepta. Porque mi mente era obtusa y egoísta, inhabilitada a sentir lo mismo por él.

Porque mi parte consciente no podía, de ninguna forma, admitir que yo… yo también estaba enamorada de él.

- ¿Por qué sigues aquí, Jenn? ¿No puedes entender que no se hacer nada más que alejar todo lo que quiero? ¿Destruirlo? -pregunté, llorando desconsoladamente como si fuera un bebé abandonado; aunque así de vulnerable me sentía.
- Porque por más que este jodidamente enojada contigo… -murmuró, colocando un brazo alrededor de mis hombros.- Eres mi amiga. Y ya has pasado por demasiada mierda durante toda tu vida como para sentirte sola una vez más.

Y me abrazó como luego de haberle contado sobre Bradford. Me abrazó fuerte, buscando que entienda algo que no quería entender; porque nadie realmente comprendía como me sentía dentro, como luchaba contra un millón de sombras por un poco de luz, que ya se había fundido por completo, eliminándose de mi organismo. Nadie entendía mis demonios, nadie los podía ver ni sentir como yo lo hacía. Nadie entendía de lo que era capaz mi mente, por más cobarde que pudiera parecer y que fuera con mi entorno.

- ¿Por qué no hablas con Harry?
- N-no...
- Él te quiere, Katelyn. -interrumpió.- Él te quiere con todo lo que me has contado.
- No tiene sentido hablar con él.
- Tienes que decirle como te sien…
- Yo no siento, con respecto a él, Jenn. Yo no siento nada.
- Entonces, ¿por qué no lo has dejado aún?
Y por más que apreciaba su gesto inocente y conservador, la odiaba en ese momento.

- Porque no es tan fácil seguir lastimando a todo el mundo.
- Mientras más tardes, peor será todo; lo sabes por experiencia, ¿verdad? -preguntó, refiriéndose a todo lo que le había comentado sobre mi pasado y mi presente junto a él.- Si quieres solucionar algo, tienes que hablar con Drew. Contarle la verdad. Tienes que hablar con Harry, demonios. Tienes que decirle como te sientes, tienes que hablar con él. Harry te entenderá; él te esperará hasta que te sientas lista para querer a alguien una vez más, porque Kate… él te a… -hizo una pausa, antes de continuar.- Te quiere, demasiado como para pensar en otra cosa más que en tí todo el maldito día y puedes estar jodidamente segura que ni siquiera sonrió una vez en estos días.

Asentí, sólo para que dejara de hacer que mi corazón latiera y mi pecho se contrajera a la vez. Sentí demasiada presión sobre todo mi cuerpo en ese momento y la falta de sueño, por el insomnio y las pesadillas, comenzó a hacerse presente, rogándole a mi cuerpo agotado que descansara de tanto martirio. Asentí a todo lo que Jennifer me decía, simulando que le haría caso en todo.
Debía hablar con Drew, eso era verdad; no quería más mentiras en mi vida y empezar por comunicarle a él que lo había engañado incluso antes de empezar nuestra relación era un buen paso. Pero con Harry… no había nada de lo que hablar. No había más que decir, porque ya lo habíamos aclarado acostándonos una vez más, mezclando sentimientos que no debían existir jamás. Y no podía hablar, porque sentía que mi corazón se caería sólo con verlo llorar, o siquiera triste en mi presencia.
Mientras más lo pensaba, menos solución encontraba a mis problemas. Hablar con Harry sólo haría que reclame más de mí y la idea de negárselo era incluso más dolorosa que la idea de aceptar que había caído por él.

Harry y yo no podíamos estar juntos; porque no tendría un final agradable y jamás podría hacerlo feliz.

Nathalie, Daniel y Mandy no volverían a hablarme; porque tenían la jodida razón cuando decía que los había traicionado como juré jamás hacer.

Zayn no volvería a mí; porque así se lo había pedido y porque probablemente se había dado cuenta que no valía realmente, y que encontrar a alguien con quien ser feliz era lo adecuado.

May y Jenn podían perdonarme, pero yo no podría vivir con esa culpa; porque me asesinaría por dentro saber que me acerqué a ellas sólo por conveniencia.

Louis no volvería; porque jamás había querido hacerlo y porque probablemente había armado su vida sin mí meses después de mi partida.

Lily seguiría odiándome; a mí me seguiría importando un bledo.

Edward jamás regresaría a ser el que era; porque mi madre lo había arruinado por completo, y porque hasta dudaba de su cariño por mí a esa altura.

Eso era todo. No había más opciones que esas. No tenía a nadie con quien convivir. Ni tenía forma de volver a empezar, porque ni siquiera sentía que eso lo valía; porque como un ciclo vicioso, la historia se repetía con el mismo patrón, una y otra vez, hasta aniquilar por completo mi vida. La soledad y el miedo se apoderaron de mí cuando Jennifer se fue.

No tenía a nadie.

No tenía nada.


Otra vez el insomnio me había atacado. Estaba despierta, mirando hacia el techo, una vez más en un mundo que no parecía real. Dudaba seriamente tener algún problema psicológico o estar en un estado de shock emocional serio. No podía pensar ni estaba dedicada a sentir dolor, exactamente. Sino que me encontraba tan vacía que ni siquiera lo presentía.
Sentía mi presión baja casi constantemente, mi piel estaba más pálida y fría de lo normal; y sabía que mi organismo jamás reaccionaba bien a los síntomas post-traumáticos... por mis malditas defensas bajas y mi salud debilitada por tanto alcohol en sangre de los últimos años.
Miré la hora cerca de mi mesa de noche, marcando las seis de la mañana en punto. Había dormido mucho más que las últimas noches, mis ojos abiertos en su mayor esplendor sin dejarme conciliar una vez más el sueño. Luego de unos largos segundos de puro silencio y contemplación, mi mente formuló una idea, que fue aceptada por esa parte de mí que quería recuperarse, casi eliminada por la parte fatalista.
Podía ir al instituto ese día. Tenía que hablar con Drew, disculparme con May y comunicar a los directivos los motivos de mi ausencia. No sería difícil que un médico encontrara anemia en mi organismo, o incluso otra enfermedad menos grave, rápidamente formulando un certificado válido por mis tres días de falta, y los muchos que estaban por venir.
Era el único plan que tenía para mi vida en ese momento, así que lo utilicé como motivación singular. Me adentré en la ducha y había olvidado cuántos días habían pasado desde la última vez que lo había hecho. Y la verdad, era que me encontraba algo perdida en tiempos y espacios, porque no entendía más de una situación que se había presentado en mi soledad; o tardaba más de lo necesario en entenderla.
Coloqué mi uniforme limpio en su lugar, arrojando libros sobre mi bolso sin recordar cual era mi horario del día. Decidí no arreglar mi ropa, ni moverla de su lugar original: la dejaría al largo que todos usaban y mi cabello iría suelto, sin anteojos adornando mi rostro.
Si iba a contar la verdad, prefería que toda la endemoniada institución se enterara de quien era. Porque iba a presentarles a la verdadera Kate; la que se maquillaba exageradamente para ir al instituto, la que cortaba su uniforme para sentirlo más acorde a su personalidad, la que amanecía en otra cama y se dirigía de esa forma deplorable e impresentable a clases. Aunque no estaba segura si esa era verdaderamente yo. Me costaba entender quien realmente era luego de todo lo que había ocurrido en las últimas semanas.

¿Era realmente la rebelde? ¿O me acercaba más a la tímida que se alejaba del resto?

No lo sabía. No podía siquiera conocerme en esa situación, pero no me interesaba. Porque mi mente seguía inmersa en esa nebulosa que no me permitía pensar de forma coherente las veinticuatro horas del día; sino que, por el contrario, me regalaba sólo algunos momentos de lucidez total que los aprovechaba para lamentarme por lo ocurrido, cayendo una vez más en la misma inconsciencia.

Todo otra vez.

Mi estómago decidió por mi saltearme el desayuno, tomando mis pertenencias para finalmente retirarme de la casa. Ni siquiera sabía donde Lily estaba, ni tenía interés en saberlo. En los últimos días, me había observado detenidamente, casi con compasión como si comprendiera mi estado. Pero en realidad, no lo hacía. Porque, de cierta forma, ella era parte de quienes lo habían incentivado, porque gracias a ella Edward nos había abandonado.
Llegué al instituto luego de recorrer las cinco calles que me separaban caminando y pensando cuantas veces en las últimas semanas lo había hecho con Harry, para terminar en mi habitación descargando nuestro sufrimiento interno en la cama. Había remontado mi memoria mucho antes, a cuando a escondidas tomaba mi mano, con Jenn y May a sólo algunos cortos pasos, jugando conmigo y tentándome hasta límites que no sabía que existían.
Sonreí de forma melancólica, adentrándome en el gran parque que había antes de la entrada. Me senté allí, esperando a que el resto del alumnado llegara, otra vez completamente absorta en mi mente. Los minutos pasaron y escuchaba voces a mi alrededor, aunque no estaba dispuesta a salir de mi estado de transe. Aunque, inconscientemente lo hice, cuando lo vi caminar cabizbajo hacia la entrada.
Ahí estaba. Harry. Arrastrando sus pies, su cabello cubriendo por completo su frente y parte de sus ojos. Su cabello era tan suave y desprolijo, que cualquier persona que estuviera cerca de él asesinaría por acariciar sus dedos y enterrarlos allí. Y ni siquiera llevaba esa sonrisa encantadora, tan característica de él a cada lugar que entraba, iluminándolo en su totalidad. Supe que no me había visto cuando continuó su recorrido y observé su espalda, algo encorvada por su posición; recordaba cada vez que la había podido explorarla con la punta de mis dedos, disfrutando de su cuerpo laxo sobre el mío.
Agradecí de todas formas que no me hubiera visto. Porque se hubiera acercado, y si los recuerdos me impactaban teniéndolo a metros, no podía imaginarme el desastre que sería mi cerebro si él se acercaba a mi una vez más.
A pesar de todo, dolía. Dolía demasiado verlo. Dolía demasiado saber que era inalcanzable para mí. Dolía hasta asfixiarme el saber que debería abandonarlo, saber que había renunciado a él el viernes por la noche. Dolía y me intoxicaba el amor que corría por mis venas, que parecía envenenado con el rechazo que mi mente generaba a esa idea. Me consumía por completo saber que no podíamos estar juntos; me destrozaba y me partía el pequeño pedazo que quedaba de mi corazón en un millón de partes saber que no era capaz de amarlo en la situación que me encontraba. Me enloquecía saber que merecía más que lo que estaba pidiendo y que yo ni siquiera era capaz de dárselo, de cumplir sus malditos caprichos aunque fuera una sola vez.
Mi dolor se vio interrumpido por unos ojos café y unas manos sosteniendo mis hombros. Observé a Jennifer delante mío, hablándome preocupada sobre temas que no entendía. La saludé cuando mi cerebro lo ordenó, volviendo a la realidad. Me levanté, escuchando su monólogo sobre lo sorprendida que estaba de que estuviera allí, y de que tenía algo para darme.
Pero dejé de prestarle atención cuando vi a May a su lado, sus ceño fruncido y sus labios formando una línea de desaprobación. Y por más harta que estuviera de esa maldita expresión, tenía sus motivos para tenerla y no se me ocurrió mejor idea que abrazarla justo en ese momento, esquivando a la rubia a mi lado.
Ella no devolvió el abrazo pero no era necesario; de las dos, -a pesar que a Jenn le había mentido más porque era más cercana a ella- era a la que más daño le había hecho. Porque yo sabía perfectamente como ella se sentía y compartía el sentimiento; porque sabía lo que era no haber cerrado una etapa y no poder empezar otra porque el pasado no te lo permitía, y sin embargo estaba allì; estaba allí mintiéndole, diciéndole que nada sucedería entre Harry y yo, cuando todo sucedía una vez que ellas desaparecían.

- Lo lamento. Lo lamento mucho, May.
- Sabìas como me sentía con respecto a Harry. Dijiste que lo entendìas. -reclamó, abrazándome finalmente.
- Lo se.
- Pero me has mentido de todas formas porque no te interesa nada de nosotras. -se soltó, aunque yo no lo hice.
- No se hacer nada más que mentir, May. Lo siento. Nunca quise lastimarlas, de verdad me preocupo por ustedes y las quiero aunque lo haya arruinado. En verdad lo hago.
- ¿Por qué no nos has contado la verdad, entonces? ¿Por qué nos has engañado todo el tiempo? -me separó con violencia finalmente y Jenn apretó su hombro.
- Dejala, May. Ella tiene sus motivos. -pero supe en ese momento que May no se callaría. Ella era la explosiva de las dos, y tenía suficientes motivos para explotar en ese momento.
- No, Jenn. Tienes que dejar de defenderla, porque puede hacerlo perfectamente sola y lo hemos visto el otro día. -se acercó a mi, volviendo su vista con desprecio y desilusión.- Confiaba en tí. Te he contado cosas que ni siquiera Jennifer ha escuchado. Me abrí completamente a tí solo para que termines acostándote con Harry segundos después. riéndote a espaldas nuestras como si fuera una jodida broma todo lo que hacíamos por tí.
- Nunca fue una broma para mí, May. No sabía cómo hablarles... -solté, pero mis palabras se atoraron una vez más. La campana me interrumpió, aunque todo permaneció en su lugar entre nosotras, a pesar que todos los alumnos se dirigían a sus respectivas clases.- Lo siento. No tengo cómo justificarme, porque tiene la razón. Lo lamento.

No dejé que ninguna de las dos pudiera decirme algo al respecto, porque sabía que May seguiría gritándome y Jenn intentaría consolarme pese a que debería estar tan enojada conmigo como una persona pudiera estarlo. Me alejé, y huí de ellas para adentrarme en mi salón de clases, porque sabía que eso era lo que mejor sabía hacer, y lo que menos hería a todo mi alrededor.


Había sobrevivido a ese día escolar casi por completo sin cruzarme con ellas. Solo compartía dos clases con Jenn ese día, pero estaban ausentes prácticamente todo el tiempo, inscriptas en diferentes proyectos de la institución, incluyendo así nuestra finalización de curso. Faltaban tres meses, pero ellas estaban tan emocionadas por salir de ese infierno que ya estaban planeando las fiestas y la infinidad de recursos y permisos que necesitaban para realizar a cabo sus planes.
Agradecí en ese instante que ellas no estuvieran, aunque no lo había hecho semanas anteriores cuando debía estar prácticamente sola todo el tiempo. Aunque la soledad era mi mejor amiga en ese momento, literalmente. Porque aunque ella me consumía y me hacía más oscura cada vez, era la única que podía alejarme del dolor de decepcionar a cada persona que quería.

- Kate...

Y pensabas que ibas a escapar del instituto tan fácilmente.

Era su voz. Su maldita voz detrás mío, diciendo mi nombre de esa forma tan suave que se sentía una caricia en lo más profundo de mí. Y si haberlo visto caminando a la distancia había generado semejante revolución en mí, escuchar su voz débil llamarme provocaba que mis rodillas tiemblen y mi cuerpo entero pida por él. Por sus brazos alrededor de mi cintura, por nuestros dedos entrelazados, por sus labios sobre los míos, por su risa inexplicablemente adorable, por la forma en la que acariciaba nuestras piernas juntas cada vez que terminábamos de tener relaciones... por cada pequeño detalle que estaba en nuestra intimidad, que solo ambos conocíamos.
Pero ni siquiera volteé a verlo, porque mi imaginación y mis delirios ya eran suficiente para mí; no necesitaba destrozarme más sabiendo que no era mío y que ya lo había perdido incluso antes de tenerlo. Aunque él no iba a rendirse tan fácil y lo sabía; porque corrió algunos pasos, superando la velocidad de mis pies y colocándose delante mío, abrazándome antes de que pudiera siquiera mirarlo.

- Kate. -murmuró contra mi cabello, y mi mundo pareció derrumbarse en ese preciso instante.- Jenn me ha dicho habías venido... diablos, ¿estás bien? ¿cómo te sientes? -preguntó, aún abrazándome contra él, sin encontrar respuesta de mi cuerpo. Quería que me soltara, queria que dejara de activar todos mis sentimientos con solo hablarme de esa manera tan preocupada.
- Suéltame, Harry. Por favor. -susurré contra su uniforme, haciendo puños en su cintura con mis manos, su camisa siendo arrugada por mi fuerza. Y lo hizo, al escuchar mi tono de voz tan fuera de sí, tan agonizante que podía atravesarlo de mil maneras.
- ¿Qué sucede? ¿Qué está mal? -sostuvo mi rostro, pero corrí mi cabeza hacia mi izquierda para evitar su tacto, retrocediendo algunos pasos lejos de él.
- ¿Qué esta mal? -pregunté, casi alterada, sonriendo, aunque fuera de forma, irónica por primera vez en días.- Todo está mal, Harry. Absolutamente todo.
- No, no lo está. Va a estar mejor. Todo va a estar bien, cariño. -musitó desde su lugar, su ceño fruncido y su mirada desesperada clavada en la mía, suplicando por permiso para acercarse a mí.- Estaremos bien.
- ¿Estaremos? ¿Nosotros? -cuestioné, realmente sorprendida. Él asintió, confundido.- Harry, no... no hay nosotros. -repetí, casi como si fuera un discurso que había memorizado para una clase, sin realmente sentirlo de esa forma como meses atrás.- Yo... tú... creo que tú has malinterpretado las cosas.
- ¿Malinterpretado? -respondió, algo alterado y en pánico por lo que estaba diciéndole.- Deja esto, Kate. De verdad quiero ayudarte. Sabes lo que sucede entre nosotros...
- Si. -interrumpí, volviendo a ser la Kate que debía ser fuerte y abandonar esa locura.- Tenemos sexo. Eso hacemos. Como dos personas ya maduras que se atraen y hacen algo al respecto. Eso es todo, Harry.
- No, no es así... -habló, negando levemente, acercandose a mí una vez más.- No digas eso, no lo digas de esa manera.
- Si, Harry. Eso. Solo eso.
- ¡No! -gritó, como si su paciencia se hubiera agotado una vez más, como ese viernes en la noche.- No, Katelyn, deja de decir idioteces. No es eso.
- No siento más que eso, Harry. Lo lamento. -dije, pero mi corazón se achicó ante la mentira. Yo sentía más. Mucho más que eso. Incluso, más que él, porque estaba dejándolo para no lastimarlo aún más en el futuro.
- Diablos, Kay. -insultó, acomodando su cabello como cada vez que estaba nervioso o furioso como en ese instante.- Has dicho que sentías algo cuando nos besábamos y definitivamente no soy el único que disfruta de estar con el otro. No puedes mentir con esto, Kate. No puedes...
- No estoy mintiendo. -si, estoy mintiendo.- Mentí cuando dije todo eso.
- ¿Qué? -preguntó, dejando su discurso para mirarme incrédulo, tan sorprendido como decepcionado de mí. Esquivé sus ojos verdes, mi celeste opacándose y aclarándose por las lágrimas.
- Estaba mintiendo.
- No puede ser. -habló en un susurro, mientras yo seguía aún sin mirarlo. Y decidí que era mejor pelear, que seguir mintiendo.
- ¿Estás sorprendido? Pues, tienes a tu opción primordial.
- ¿De qué demonios hablas? No hay ning...
- ¿Seguro? -pregunté.- Porque no soy tan idiota, Harry. Vi los jodidos mensajes de Emily en tu celular. Así que continúa con tu vida, porque eso ni siquiera influye en la mía.
- Kate... no es así. -aclaró, aún furioso, rodando sus ojos.- Sabes que ella ya no importa.
- Bueno, no me interesa. No tienes que explicarme nada. Es tu maldita vida, vuelve con ella, pidele perdón por todo lo que le has hecho, y sean felices. Esto ya no es para mí, Harry.
- No me interesa Emily, me preocupo solo por tí. Kate, yo te qu...
- ¡No, Harry! ¡Deja de buscarme, deja de intentar! ¡Yo no siento lo mismo por tí! -grité, dejando que las lágrimas rodaran por mis mejillas con libertad.

Y me miró de esa forma en la que sabía que ya no había más remedio. Sus mirada estaba perdida en mi, sus labios mojados y entreabiertos hacia abajo, su ceño levemente fruncido. Corrí de allí antes de mirarlo a los ojos, antes de suicidarme justo frente a él, o rogar a quien sea que escribía lo que sucedía en mi presente que dejara de hacer un trabajo tan mediocre.
Quería huír, quería irme, quería no sentir esa presión en mi pecho como si fuera a quedarme sin aire en ese preciso instante. Unos brazos se aferraron a mí luego de algunos minutos en los que mi mente volvió a su pequeño mundo, y sollocé en ese pecho como si fuera mi última opción en el mundo. Y lo era, a decir verdad. Porque ya no tenía nada más que el segundo a segundo que era mi vida. Por el intoxicante perfume pude reconocer que era Drew, y no sabía si eso empeoraba o mejoraba las cosas. Levanté mi vista, obligandome a hacer un último esfuerzo, pero me parecía imposible. Él sostuvo mi rostro, susurrando palabras que mi cerebro parecía no entender. Lo miré a los ojos y respiré profundamente como me lo pidió, mis sentidos calmándose para luego volver a lo mismo.

- ¿Qué sucede?

Qué sucede. La maldita pregunta que no quería escuchar ya. Sucedía que nada sucedía ni sucedería. Sucedía que ya no tenía vida ni afectos en ella. Sucedía que me sentía como si fuera una muñeca de trapo, sucia y abandonada en algún rincón de una guardería solitaria. Sucedía que no podía dejar de lamentarme por todo lo que estaba sucediendo, en vez de pensar una solución.

- Lo lamento.

Las otras dos palabras que estaba malditamente cansada de sentir. ¿Y quién me pedía disculpas a mí por darme ese destino? Yo misma. Porque solo yo me había infiltrado en ese mundo de tristeza, porque nadie más que yo había arruinado todo a mi alrededor.

- No puedo hablar, Drew. N-no puedo... -corté mis palabras por mi llanto, diciendo que debía huír de allí en ese preciso momento.- Te he mentido. Todo el tiempo te he mentido.
- ¿Con qué? Tranquilizate, cariño. ¿Quieres ir a la enfermería? -preguntó, observandome extrañado por como estaba en ese momento. No conocía a esa Katelyn y creía que jamás me había visto sin anteojos o con mi pelo completamente suelto o tan maquillada. No me interesaba en absoluto a esa instancia, pero él estaba completamente sorprendido de mi imagen.
- No. Necesito estar sola, necesito volver a mi casa.
- Te llevaré...
- Drew -interrumpí.- Estuve con Harry. Todo este tiempo... estuve con Harry.
- ¿Cuándo? ¿Qué te ha dicho? -preguntó, amenazador. Negué.
- Desde antes de estar contigo. Drew... me he estado acostando con Harry. Desde el día en que nos besamos por primera vez. -limpié mis lagrimas, sosteniendo mi bolso con mayor tristeza, queriendo evitarlo completamente.
- Estás bromeando, ¿verdad? -lo observé, mi rostro cubierto de lágrimas, casi de forma irónica.
- Lo siento. Tengo que irme. Lo lamento, no mereces esto. Lo siento, de verdad lo siento.

Salí del instituto sin siquiera firmar un papel de ausencia. Dejé a Drew allí desorientado, igual que a Harry. Dejé a mis amigas solas, igual que había hecho con todos. Y corrí hacia mi hogar, o a lo que llamaba hogar en Holmes Chapel. Me encerré allí, dejandome caer al suelo una vez que cerré la puerta, llorando una vez más sin consuelo. Todo se había terminado. Todo. Ese era mi maldito final, infeliz y desgraciado como lo había previsto desde que había besado a Harry luego de que me había llamado virgen por millonésima vez.
Creía que no había más opciones. Creía que mi vida estaba acabada. Creía que debía encerrarme en un manicomio o un centro de rehabilitación y vivir con morfina toda mi vida, para quitar el dolor y olvidarme incluso hasta de mi nombre, porque ni eso era real entre tantas mentiras que había dicho.

Pero, cuando llegué incluso más abajo que el fondo de mi ser, algo me obligó a levantarme.

Pateé en el suelo un sobre, tomándolo en mis manos mientras secaba el desastre que era mi cara por lo mojada que se encontraba. Lo miré extrañada, aunque mi rostro se iluminó parcialmente cuando ví quien la enviaba.

Juilliard.

Artes dramáticos y contemporáneos; música, danza y teatro. Nueva York.

Quedaba en Estados Unidos.

En. Estados. Unidos.

Pero era la única forma. Estaba entre las mejores del país, y podría sacarle provecho por más que no fuera como el Royal en Londres o muchas otras universidades que me darían mejor título.

Porque aunque esa no me daría un mejor título, me daría una solución.

Me daría lo que tanto había querido durante los últimos cuatro años... me daría libertad.
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Un capítulo más y es el final. Me olvidé que faltaba el epílogo, así que supongo que esa es una parte más. Voy a subir el soundtrack de a poco esta semana, o quizás entero cuando suba el epílogo. Ahí van a poder escuchar algunas canciones que siempre escuchaba para escribir o que me hacían acordar a la historia por sus letras. Perdón por los errores pero ya no podía concentrarme, está costándome el final. En wattpad va a estar corregido Gracias por todo y leo todos los comentarios, ya los voy a responder después. Charlie loves you♥.

NONONONO ESTO NO PUEDE ESTAR PASANDO, LE QUIERO PEGAR 40 PIÑAS EN LA JETA A LA MINA ESTA COMO LE VA A MENTIR VOY A ROMPER TODO. QUEDA UN CAPITULO Y SE TERMINA ESTOY TEMBLANDO Y TENGO MUCHO MIEDO CHARLIE, NO QUIERO VER A HARRY LLORAR O SUFRIR POR CULPA DE ESTA PELOTUDA. ME VOY PORQUE ME ESTOY ENLOQUECIENDO CHAU

DIOS ESTUVO PASADO EL CAPITULO, COMO SIEMPRE ME ENCANTO, NO PUEDO LOGRAR ENTENDERLA TENIA LA SOLUCION CON HARRY Y HUYE COMO SIEMPRE ES UNA TONTA OJALA Y ELLA SEA LA QUE EN LA OTRA TEMPORADA SE HUMILLE POR MI BEBE <3

Que decir? Bueno, primero que siempre fui fantasma simplemente no se por que. Amo tu novela, la seguí desde siempre, es lo mejor que leí. Lo juro. Hablando de Kate, la entiendo un poco. No quiere lastimar a nadie mas, pero lo termina haciendo. Por mi parte iría corriendo hacia Harry sin pensarlo, obvio. No puedo esperar por Back, seguila rápido por favor. También soy de Argentina!!!!! Besoss

De verdad Charlie

Cada vez odio y amo más a Kate en verdad.

Huir no siempre es la mejor solución, pero cuando ves todo perdido, cuando tocas fondo, cuando no puedes confiar en nadie más, ni siquiera  en ti, cuando tus demonios pueden más que tu tal vez es la mejor solución.

Llorar, eso es lo único que puedo hacer con este pre-final PERO ME ENCANTA me fascinan las novelas amargas, me fascinan que muestren algo mejor que lo ficticio y el "Sufrió, sufrió, sufrió pero vivió feliz por siempre" eso sumado a la magnifica manera de escribir tuya es magnifico.

Charlie, estoy hasta la madre de tarea, de escuela, de estudiar, de exámenes, de mi maldita vida algunas veces y leer tu novela me saca una sonrisa.

Gracias por ser tu, gracias por escribir esto y tomarte el tiempo

Te quiero Charlie

xx

Free'