All Over Again [Harry Styles]. Continuación II.

Hola... soy tu nueva lectora.. o vieja, recien acabo de registrarme xq de mi movil no podia. Me encanta tu nove es tan... indescriptible 
SIGUELA !!!! BES0S =D

te fuiste a la mierda

Que????!!!!!! Charlie debes de estar bromeando cierto??
Kate no se puede ir y se que ha sufrido mucho pero en estos momentos Kate te juro que estoy comenzando a odiarla como se atreve a decirle todo eso a Harry??
Espero y el valla a buscarla o no se algo y que intente hacer que Kate se de otra oportunidad.
Y entonces con que los mensajes que le llagaban a Harry eran de Emily se que ella también ha sufrido pero alejate perra no te atrevas a hacercarte a MI Hazza y por favor Charlie que Harry no tenga nada con Emily.

te juro que estoy sin palabras

Hola, me encanta tu novelaaaaaaaaaa!
Llore como nunca con los capítulos :'D
- Maay.

Era sábado, 31 de marzo.

Podía recordar la fecha exactamente, porque fue el día en el que una etapa de pura agonía se cerró, sólo para empezar otra incluso más miserable de lo que esperaba.

Sólo me había llevado tres días. Un día en convencerme de que Juilliard era lo correcto y que era mi única solución. Dos días en llamar al asistente de mi padre cuando recibí una respuesta afirmativa por parte de la institución educativa de que termine mis estudios secundarios allí y luego me instalé en un complejo a su disposición. Y tres días, para la decisión más difícil: finalmente abandonar Inglaterra, con todo lo que eso implicaba.
Dejar no sólo la ciudad sino el país era saber que por algunos años de dedicación plena a mis estudios, no podría volver. No poder volver significaba no poder arreglar los daños con Nathalie, ni nadie de Bradford. Significaba romper mi promesa con Zayn de hablar luego de algunos meses sobre nuestros sentimientos. Eliminaba todas esperanzas de volver a ver a Louis y al menos cerrar nuestra historia con el final merecido. Me prohibía ver a Jenn y a May, igual que asistir al baile de promoción y el cierre del curso. Y sobre todo, me alejaba completamente de Harry, que era lo que realmente quería; pero no lo que necesitaba.
Sólo pensar que luego de ese día no sentiría más su presencia junto a la mía rompía un poco más mi corazón, si es que eso era incluso posible. Saber que jamás volvería a besarme, o jamás volveríamos a compartir un momento íntimo juntos me destrozaba. No poder ver sus ojos cristalinos luego de cada acto sexual, no sentir su corazón latir bajo mi oído rápidamente hasta pausarse y volverse continuo, no disfrutar del tacto de sus piernas enredadas con las mías, sus mágicas manos acariciando cada centímetro de mi piel haciéndome sentir hecha sólo para él, de un material más valioso que cualquier otro diamante en el mundo.
Extrañaría la forma en la que me besaba desprevenida, a escondidas, debajo de las sábanas, sobre ellas, en el baño, en la ducha, en la cocina, en la playa… extrañaría sus besos pasionales, los lentos, los dulces, los de consuelo, los que tenían sabor a reencuentro y a necesidad. Extrañaría cada vez que nuestras miradas se cruzaban y mi corazón se desbocaba, desesperado por aferrarse a él, desesperado por entregarse hasta puntos inimaginables sin importar que tan dura fuera la caída o la repercusión consiguiente. Extrañaría sus miradas de apreciación escondidas, la adoración que tenía por mí y el amor que había logrado que sintiera, pese a todo lo que había sucedido, pese a que no me creía capaz de volver a amar a alguien en toda mi vida.
Echaría de menos jugar con su cabello y la forma en la que él jugaba con el mío. Echaría de menos nuestros dedos entrelazados, cómo su mano gigantesca abrazaba la mía con fuerza, como si quisiera protegerla. Echaría de menos estar entre sus brazos, de la única manera en la que podía sentirme segura cuando parecía que todo a mi alrededor iba a derrumbarse. Echaría de menos todas sus conversaciones casi tan estúpidas e incoherentes como sus chistes, su buen gusto musical, su voz al cantar distraídamente en toda ocasión, y la fantástica forma que tenía de hacerme sonreír a todo momento.
Pero lo que más temía, no era llorar cada noche por extrañarlo, algo que era casi una certeza que sucedería; sino que temía que… me odiaria. Tenía miedo que Harry me odiara por abandonarlo, por no ser tan valiente como él es, por esconderme y huir como las últimas dos veces. Tenía miedo de cuánto dependía de él y de lo complicado que sería vivir sin él. Porque se había instalado debajo de mi piel, segundo a segundo, beso a beso, gesto a gesto, tatuándose en mi alma como imprescindible. Porque no podría jamás olvidar la forma en la que él me trató, y logró que volviera a la vida. Porque no sabía como iba a vivir, porque no sería vivir sin la vitalidad que él me entregaba cada día.

Porque no viviría; sino que sobreviviría cada día que estuviera sin él.

Respiré profundamente, evitando seguir pensando en ello. Tendría un largo vuelo de once horas para lamentarme por todo lo que había hecho, por más que sabía que era lo correcto para él. Harry merecía más. Merecía mucho más que el sufrimiento que yo iba a darle. Por más caprichoso que él puediera ser al respecto, no funcionaríamos. No seríamos capaz de superar las pruebas y yo, cuando termináramos, no sería capaz de recomponerme, jamás.
Dediqué una última mirada a mi habitación, buscando si estaba olvidándome algo. Había dejado ropa allí, porque probablemente me compraría en la ciudad, junto con otras pertenencias básicas. Sin embargo, lo básico me había ocupado casi tres valijas enteras y lo supuse porque era una mudanza lo que estaba haciendo; no volvería, de eso estaba segura.
Finalmente bajé por última vez las escaleras con un pequeño bolso colgando de mi brazo, mi iPhone en mi mano restante. Busqué chocolates en las alacenas para el camino y la ansiedad que probablemente tenía. Me aseguré que ambos sobres estuvieran en su compartimiento en mi bolso, asintiendo levemente cuando mi madre me observó con seriedad.
Ella me llevaría a Bradford, donde estaba el aeropuerto internacional más cercano a Holmes Chapel. O quizás no era el más cercano; pero debía ir a mi antigua ciudad y dejar algunas cuestiones en claro antes de despedirme para siempre. Podía asegurar que mi madre estaba casi feliz de que yo estuviera yéndome de una vez de su lado. La ley la obligaba a mantenerme junto con mi padre hasta los 18 años; pero el arreglo de su divorcio tuvo otras cláusulas más, en las que implicaba que tenía que convivir y utilizar el dinero de mi padre en mí, otra de las razones por las que me detestaba.

De todas las cosas que estaba perdiendo, la única que me alegraba de hacerlo de una vez por todas, era mi madre.

Tomé mi móvil, enviando finalmente un mensaje a Clarissa, antes de acomodarme en el asiento copiloto y disponerme a dormir. Aunque la preocupación y alteración que recorría mis venas lo hacía casi imposible.

“Llego en algo más de una hora. Asegúrate que no haya nadie en el estudio xx”

Recordé las cartas de mi bolso una vez más y evité el pensamiento para no volver a llorar. Era la única forma que podía hacerlo, era la única solución. Me repetí eso hasta el cansancio, cayendo una vez más en un sueño profundo.


Estaba a sólo algunos minutos de llegar a la ciudad y dirigirme al estudio. Mi vista estaba fija en la carretera y me sorprendí cuando ella se detuvo. Estacionó en un costado, a algunos metros de una gasolinería con un pequeño negocio. Sin dirigirme palabra, se dirigió a él, probablemente a comprar cigarrillos. Rodeé mis ojos y aproveché la ocasión para revisar mi lista de pendientes.
Y sabía que debía llamar a Jennifer, pero el dolor que me generaba tan sólo pensarlo me hacía evitarlo. Miré la hora y en sólo dos horas saldría mi avión, si no existía ningún retraso. Suspiré entrecortada, abriendo mis ojos con expectativa y miedo; eso miedo que consume el alma hasta dejarla envenanda o inexistente.
Tomé mi iPhone antes de que fuera demasiado tarde y me distrajera con el papeleo o Clarissa. Busqué su número en la agenda y esperé a escuchar su dulce voz luego de tres días de evitarla por completo, tanto telefónicamente como por los golpes en la puerta de mi casa. Escuchar su risa por otro comentario externo me hizo estremecer e instalar un nudo en mi garganta. Quizás sería la última vez que escuchara ese sonido tan suave.

- ¿Jenn? -pregunté, mi voz temblorosa. Ella me dedicó atención, alejándose del ruido.
- ¿Kate? ¿Estás bien? ¿Por qué no atendías la puerta a tu casa ni el celular? Que esté furiosa contigo no te da derecho a preocuparme así. Eso es egoísta y realmen…
- Jenn, estoy fuera de Holmes Chapel. -interrumpí, intentando ser escueta con ella.
- ¿Qué? ¿De qué hablas? ¿Dónde estás?
- Llegando a Bradford. Me voy, Jenn. -susurré, mis ojos cerrándose una vez más con fuerza, para evitar más lágrimas que las que ya había derrochado en la mañana escribiendo las cartas.
- ¿Qué? ¿Dónde? Por favor, Kate, explícame. ¿Con quién estás? ¿Estás conduciendo sola? Ten cuidado, Katelyn, aparca, por favor. Deja que vaya hasta ahí…
- Me iré del país en unas horas. Sólo quería llamar para decirte que…
- ¿De qué demonios hablas, Katelyn? -gritó del otro lado, confundida.- ¿Te irás del país? ¿Esto es verdad? No bromees, Kate, por favor, tú no puedes…
- Me iré a Estados Unidos a estudiar. Quería despedirme de ustedes pero fue repentino y no tuve tiempo y… -hablé, verborrágica como en cada situación que me sobrepasaba, y ella me interrumpió.
- Esto no puede ser posible. Oh, Dios santo. Te quedarás allí. Harry estará desvastado, Harry ha estado casi llorando todo el tiempo, Harry, él estará, él estará…

Jenn hablaba sola y rápido, ideando un plan coherente mientras yo la escuchaba, cubriendo mi mano para sofocar mis sollozos. Harry estaba mal. Harry estaba sufriendo. Harry lloraba, algo que conmigo sólo había hecho el viernes, y ni siquiera lo había mirado para evitar el sufrimiento que eso me generaría. Mi llanto no tardó en hacerse notable, y pude escuchar a través del teléfono la voz de Jennifer quebrarse por primera vez.

- No puedes decirle nada a Harry, Jenn. Prométemelo, por favor. -dije en un suspiro, rogándole, mientras lloraba detrás de la linea.
- Kate, estás enamorada de Harry, qué diablos estás haciendo…
- Las amo, a May y a tí. Gracias por todo lo que han hecho por mí y perdón por mentirles tanto tiempo. Son las personas más increíbles que pude haberme cruzado en Holmes Chapel. Quiero que sean felices como ahora siempre. Suerte en todo, Jenn…
- No te despidas así. ¡Kate, no te atrevas a decir adiós de esa manera! Nos volveremos a ver, tú no te irás…
- Serás una excelente terapeuta, Jenn. Te adoro. Lo lamento, lo siento.

Corté la conversación, levantando mis rodillas para esconder mi rostro allí. Abandoné las lágrimas cuando vi a mi madre acercarse al automóvil una vez más. Limpié mi rostro como pude, aunque no había colocado nada de maquillaje en él para no arrepentirme luego. Ella lo notó, pero no hizo más que rodar sus ojos y volver a encender del motor. Ese gesto que tantas veces había presenciado sólo me recordó que tan jodida estaba y por qué estaba yéndome del país, terminando con mi llanto de una vez por todas. Volví a respirar profundamente algunas veces, tranquilizándome.

Sólo me quedaba hablar con Clarissa.

Sólo Clarissa, y luego estaría esperando un avión para abandonar mi calvario.

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Capítulo 100 y último. Queda una última parte de este capítulo que si puedo la voy a subir mañana, sino el domingo. El epílogo viene después junto con el soundtrack y Back empezará el próximo fin de semana si no me equivoco. Gracias por todos los comentarios y por las nuevas que siempre leyeron pero ahora se vieron obligadas a crear una cuenta. Gracias por los comentarios y si quieren leer todo otra vez, la estoy subiendo a wattpad de a partes. Gracias, gracias, gracias. Charlie loves you♥.

''Harry estaba mal. Harry estaba sufriendo'' cuando fue que empece a leer esta fic petera chau

Te fuiste a la mierda peor que otras veces. 
Llorando. 
Te odio.

"Por qué no viviría; si no que sobreviviría a cada día que estuviera sin el."
"Harry estaba mal. Harry estaba sufriendo"
Esas letras te juró que me mataron Charlie.
Pero que???!!! Como que va a terminar sus estudios allá por dios Kate tu no puedes dejar a Harry tantos años por que el te puede olvidar( aunque se que eso jamás sucederá) pero la maldita de Emily se le puede acercar y...aghh.
Sólo debo decirte tres cosas.
1-ame este capítulo
2-amo tu novela
3-SÍGUELA!!!!

KARRY SHIPPER FOREVER BUE