All Over Again [Harry Styles]. Continuación II.

Ame los capítulos,perdón que no estuve tanto tiempo,exámenes. 
Nada,los ame,siguela cuando puedas.

KATELYN
faltan dos semanas para que termine. dos. semanas. dos. 
ya sé que va a terminar para el culo porque vos dijiste pero no me imagino cómo. ella se va a ir seguro pero ay no sé no hagas a harry llorar porque me muero

me imagino que en back antes de que se encuentren de nuevo vas a hacer como diez mil capitulos contandonos el sufrimiento de harry y no quiero 
no seas forra charlie


cuando termine la novela voy a estar en mar del plata así que si me haces sufrir te voy a buscar ;) ;)

me siento como en una película porno pero q hablan, ah.
No para, yo venia contarte q te soñé con el final.
CUando me levanté pensé q había pasado posta igual. La cosa era q Kate y Harry se peleaban y no se veían nunca mas y adivina q!!! Ah
Harry terminaba siendo gay y tipo posta xq le ponias una pareja homo después de 2 años.
Igual no, no la hagas asi, prefiero al Harry hetero aca.

ahhhh soy una horrible lectora encerio, x fis sube cuando puedas lo espero con ancias besos. xx

Harry utilizó su mano restante para unirnos finalmente, de forma cuidadosa y tranquila. Grité ante la intrusión, exponiendo mi cuello al tirar mi cabeza hacia atrás, y creí que mi cuerpo iba a explotar en ese momento. No sabía como podía soportar la situación, como hacía para aguantar la respiración cortada de Harry y su esfuerzo por mantenerse quieto hasta que tomara la decisión de moverme. No sabía que hacer cuando él me ortorgaba tanta control y a la vez me restringía tanto de él.
Tomé su cabello, intentando sostenerme y soportar el huracán de sensaciones que mi cuerpo experimentaba. No sabía en que momento de mi pequeño juego mi respiración había enloquecido, pero sabía que apenas podía respirar, y no toleraba la exquisita sensación de sus labios rodando por toda mi piel. Empujé mis caderas a las suyas, abrazándome a su cuello con ambos brazos, buscando la forma de que se moviera, de que hiciera algo para apagar todo lo que sentía en ese momento, sólo por él. Su brazo descendió de mi nuca a mi cintura, ambas manos dirigiéndose a mi cadera, dedos clavándose en el hueso que sobresalía levemente. Mordió su labio y se rindió en un jadeo, su lengua trabajando en mi cuello mientras comenzaba a subir y bajar mi cuerpo, lenta y tortuosamente.

- Así que ese imbécil te ha contado lo que yo le había aclarado sobre tí… -suspiró, sosteniendo un gemido, acción que no pude llevar a cabo.- ¿Qué te ha contado?

Me preguntaba cómo el podía hablar o querer hablar en esa maldita situación. Sólo quería acostarme con él de una maldita vez, aliviar a mi cuerpo completamente revolucionado por él y las jodidas hormonas que mi cuerpo sublevaba cada vez que Harry me tocaba, comer y dormir. En ese mismo orden. Y sería fácil para él hacerlo, pero debía, como de costumbre, hacer sus endemoniadas preguntas, involucrar todos los sentimientos que existían en la faz de la tierra y complicar la situación al máximo. Y, definitivamente, no quería pensar en eso. Ni en ese momento, ni en ningún otro.

- Que le habías dicho que… querías que fuera tuya, sabes… de esta forma. -murmuré, tartamudeando cada palabra acompañada de un empuje de su pelvis.- Demonios, sabes lo que le has dicho.
- ¿Y lo eres ahora, Kate? -murmuró en mi oído, mordiendo el lóbulo de mi oreja antes de separarnos sólo un poco, su mirada puesta en la mía. Gemí por lo reiteradas que se estaban volviendo las embestidas, rodando mis ojos. Mordió mi mejilla y me quejé, sorprendiendome por el acto tan repentino. Levanté mis parapados, mis labios entreabiertos igual que los suyos, hinchados de tanto besarnos y querer consumirnos de una vez. Jadeé por aire y continué mirándolo a los ojos, aumentando la intensidad y profundidad de nuestros actos con cada segundo.
- Sólo ahora…-susurré, casi sin aire, chocando su nariz con la mía.- Ahora mismo… si.

Y lo era. En ese preciso instante, era suya. Cada vez que teníamos sexo, dependía completamente de él y era mi cuerpo quien se entregaba para que él se encargara de mí. De alguna forma, eso era más profundo y complejo de lo que mi cabeza exponía con la sencilla tarea de alejarme de él. No podía hacerlo; dependía completamente, al menos, de esa parte de nuestra relación. Mi cerebro no decidía y si lo hiciése, tampoco permitiría que dejara de hacerlo. Porque simplemente nos entendíamos bien en el ámbito, y no podía negarme a Harry. No podía.
Giró sobre mi cuerpo, quedando encima. Sabía que le gustaba más de esa forma y, a decir verdad, me había acostumbrado al calor asfixiante de su cuerpo sobre el mío y a la agradable sensación de su organismo exhausto sobre mi torso. Había logrado que me gustara, de alguna forma.
Pero era demasiado. Todo era demasiado. Mientras él besaba mi cuello, me di cuenta de cuán equivocada estaba. Había permitido que todo tome un rumbo que no era el que esperaba ni el que quería. Y aunque en el momento tuviera otra posición, sabía que la ortodoxa de alejarme de toda persona del sexo opuesto, era la correcta.
Iba a ser la última vez. La última vez que le pedía todo como correspondía, de forma amable y cuidadosa. La última vez que todo sucedía como él lo esperaba. La última vez que lo dejaba entrar de esa forma, tan sencilla para él y arrolladora para mí. La última vez que lo dejaba jugar en su pequeño cuento de fantasía, en el que mi vida pertenecía a él y el destino lo había querido así. La última vez que habría palabras entre nosotros, y la última vez que todo sería tan dulce y pausado. No habría más arreglos; no habría equilibrios, no habría pactos y no habría palabras. No le pediría que se aleje; pero tampoco le pediría que se quede.
Se movió en mi interior una vez más y un gemido interrumpió todo pensamiento racional. Antes de perderme en él, tomé su rostro con ambas manos, levantándolo hacia mí para observarlo fijamente a sus ojos. Verdes. Ese verde hipnotizante, musgo, estéril, brillante y profundo. Tan secretamente adorado por mí y tan odiado a la vez por la debilidad que me generaba.

- Es la última vez que esto es a tu forma, Harry. Último día, última noche. -murmuré, removiéndome debajo de él, intentando mantener la coherencia de mis palabras mientras lo sentía moverse, disimuladamente, casi como si mi organismo no pudiera notar su intrución.- Disfrútalo hasta la mañana.

Se detuvo. Me miró, con pánico en un principio y con aceptación luego de dos segundos. Continuó observandome, delimitando cada rasgo de mi cara, antes de asentir e inclinarse hacia mí. Sus caderas se flexionaron en el mismo instante que nuestros labios hicieron contacto e hice mi mayor esfuerzo para no morderlo con fuerza, gimiendo en su lugar. Sentía que era demasiado para soportar. Harry era demasiado abrumador y se sentía demasiado bien estar de esa forma con él.

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Spoiler:

Tardé en subir; es muy corto, perdón por eso. Voy a intentar subir hoy mismo a las seis o siete de la tarde, antes de que vengan personas a mi casa. No estoy segura, porque tengo miles de cosas que cocinar y organizar para navidad. Igualmente, el 25 pienso subir algo a la noche, como regalo navideño. Feliz nochebuena a todas, espero que lo disfruten con las personas que quieren; gracias a todas por sus comentarios, charlie loves you.

''ahora como estoy enojada te digo que te lo mereces'' ja igual ni me preocupo porque nuestras peleas duran dos dias con suerte igual como siempre estas exagerando la situacion pero bueno, yo leo igual y te comento igual viste tenelo en cuenta ;) el cap me encanto y ya se que voy a sufrir no hace falta que me lo recuerdes chau

TE ODIO UN POCO CREO cómo le vas a hacer eso a Harry ya fue todo que garchen hasta el fin del mundo nO ME LOS PODES SEPARAR Q CLASE DE CHISTE ES ESTE espero el regalito navideño siii y más te vale q no llore, siempre lloro con TODAS las novelas o los libros que leo, tengo problemitas ya se dejame bueno TE ODIO OTRA VEZ.
~~~~ las karry shippers dominaremos el mundo yolo ~~~~

vas a subir hoy capaz
y mañana
te amo sabes
TE ODIO MUCHO IGUAL PORQUE ESE FINAL FUE MUY DOLOROSO ME HACES DAÑO DEJALOS QUE SE QUEDEN JUNTOS UN RATITO MAS SI DALE??????????? 

TUVE QUE LEER COMO 10 VECES TU COMENTARI OPARA DARME CUENTA DE QUE HABLABAS DE CHARLIE GARCIA YO PENSE QUE ERA TU APELLIDO POSTA 
me caes mal

Hermoso,lo amo,ah.
¡FELIZ NAVIDAD! Espero que pases una muy feliz navidad,haha.

Holu :)))
Ah no se que decir, solo... ya leí el cap y estuvo genial como siempre.
Feliz Navidad.
Feliz cumpleaños a Louis.
Y no se que mas comentar.
Te amo, adios y gracias x subir :)

NO PUEDO CON ESTOO ME MUERO SIGUELA<33

que estoy en shock!!!!
lo va a dejar noooooooo!!!!!!!!!!!!
lloro  :lloro:  :lloro:  :lloro:  :lloro:  :lloro:  :lloro:  :lloro:  :lloro:  :wut:  :wut:  :wut:  :wut:  :wut:  :wut:  :wut:  :wut:  :wut:  :wut:  :wut:  :wut:  :wut:  :wut: dime que no es cierto por favor!!!
sigue pronto y FELIZ NAVIDAD!!!!!!!!!!!!

Entonces, empezó a moverse. No fue para nada lento, ni cuidadoso; estaba fuera de sí, igual que yo lo estaba por él, disimulandolo de la mejor forma que podía. Enrollé mis brazos en su espalda, mientras sus codos estaban apoyados a cada lado de mis hombros para impulsarse en mi interior con mayor facilidad. Presioné mis dedos en sus omóplatos y gimió, mientras continuaba el recorrido de mis manos por toda su espalda baja, buscando despistarme de lo rápido que mi corazón latía y la velocidad con la que él estaba llevándome a la cima.
No sabía que hacer o en qué pensar. Harry otra vez parecía compenetrado, igual que en el principio de nuestros juegos; lucía desesperado y aunque no era la primera vez que sucedía, sentía cierta voracidad por él ese día que me llevaba a comprender su ansiedad y pasión con cada toque. Mis uñas se clavaron en sus omóplatos con fuerza y lo escuché gemir mi nombre entre jadeos y palabras incoherentes. Crucé mis piernas en su cadera, empujándolo contra mí y arqueando mi espalda para presionar su pecho completamente con el mío. Harry mordió mi cuello con dureza y la sensación múltiple me hizo gritar en un desesperado intento de detener las revoluciones de mi cuerpo.

- Entonces si es a mi forma… -murmuró y su voz estaba perdida, igual que sus embestidas. Jadeé por aire mientras lo sentía succionar mi piel.- Al diablo lo de no marcarte.

Inclinó aún más sus caderas a las mías y deshizo con otra de sus manos el agarre de mis piernas, sosteniendo con cada una de sus manos la parte interior de mis muslos. Gemí por su cambio de posición y por la sensación de sus dientes clavándose en la piel de mi cuello, aferrándome aún más a su espalda.
Resultaba obvio su pedido de marcarme, ya que todos nuestros problemas básicamente estaban centrados en lo posesivo que era conmigo. Y, a decir verdad, si no pensaba en el malestar anímico que me generaban normalmente las marcas, tenía razón; al diablo con ello. Se sentía extremadamente bien que liberara un poco de la presión que sentía acumularse en la parte baja de mi abdomen, a través de ese dolor tan placentero que me generaba sentir su boca trabajar en la piel sensible.
Se movió con mayor rapidez y los sonidos salieron de mis labios reiteradamente, sin poder controlar ni su volumen ni su intensidad. Cerré mis ojos con fuerza y mi cuerpo tembló entre sus brazos. Harry sabía lo que hacía, definitivamente; y parecía dispuesto a disfrutar de la última vez que eso sucedería de la manera que lo esperaba. No podía negar que no sólo que me encantaba, sino que me incitaba a continuar, el tiempo que fuese necesario hasta hartarme de él.
Clavé mis ojos en los suyos y él sonrió, esa clase de sonrisa juguetona que tanto adoraba. Sabía cuánto le gustaba verme rendida y era algo que sucedía a menudo, aunque no fuese mi costumbre con el resto de los que me había acostado. Había millones de pequeñas cosas que sólo a él le había permitido hacer, y la libertad de reglas que ahora poseía sobre mi cuerpo parecía haberlo excitado más que ninguna otra vez juntos.
Se levantó sólo un poco, nuestra piel aún rozándose, mis brazos cayendo a cada lado de mi cuerpo. Sus manos se deslizaron hasta la parte trasera de mis piernas, su antebrazo apoyado allí mientras sus manos mantenían mis caderas algo alzadas y dispuestas a su comodidad. Gemí cuando se hundió aún más profundo en mí, y desde ese momento no pude dejar de hacerlo. Mordió su labio inferior levemente mientras continuaba con sus firmes movimientos, la lujuria hechizándolo por completo.

- Me vuelves… -susurró, y un suspiro tembloroso y notable se apoderó de él, sus pulmones suplicando por aire.- completamente loco. -murmuró, y mi cuerpo se sacudió por el placer, mis manos sosteniendo la sábanas en puños cuando sus dedos se clavaron aún con mayor fuerza en mi cadera, buscando su propio sostén.- Ya no se como estar lejos de tí.

Chillé y mi cabeza giró hacia un costado. No quería verlo, porque su mirada llena de deseo sólo me llevaría al límite una vez más y aún no quería. Quería disfrutar de todo lo que él tenía para darme, que aún no parecía ser suficiente. Mordí mi labio con fuerza con su dura invasión, mi rostro contorsionandose.
Lo necesitaba. Necesitaba besarlo y sentir su pecho contra el mío. Necesitaba sentir como su respiración estaba alocada por mí y la mía hacía su mayor esfuerzo por gobernarse. Necesitaba sentir su corazón latir con fuerza sobre mí y necesitaba acariciarlo, sentir su piel tersa y satinada bajo mis dedos. Necesitaba morder mi cuello y necesitaba más de su pasión, más de ese deseo por mí que sólo me llevaba a las nubes, que sólo me generaba bienestar interior.

- B-bésame. -tartamudeé en un susurro imperceptible y supe por su ceño fruncido y su respiración trabajosa que no me había escuchado.- H-harry… bésame. -pedí, mi rostro volviendo a su eje normal, nuestras miradas encontrándose.

Inclinó su cuerpo al mío una vez más, deshaciendo el enrede de sus brazos y mis piernas. Tomó mi cintura con ambas manos, una de ellas con sus dedos extendidos colocándose entre mis omóplatos. Su toque me encendió aún más, mi boca abierta exigiendo aire mientras no dejaba de moverse dentro mío.
Él se dedicó a observar. Observar mis rasgos, observar mis reacciones y archivar en su memoria incluso cada gota de transpiración que mi cuerpo sufría gracias a él. Sus pupilas estaban dilatadas, pude notar. Probablemente las mías también lo estaban, además de las sombras oscuros que dominaban mi celeste opaco de siempre. Ya no respirabamos sino que ambos jadeabamos con regularidad, y pude notarlo cuando sus labios rozaron los míos. Su boca abierta cayó sobre la mía en la misma situación, ensamblandose con una precisión que ni siquiera un rompecabezas tenía. Su lengua no tardó en invadirme, mientras el desplazamiento de mi cuerpo sobre el mío redujo su velocidad. Gemí sobre sus labios cuando volvió a reafirmarme entre sus brazos, apretándome contra él.

- ¿Qué quieres, Kate? -interrumpió nuestro beso, hablando sobre mis labios, mientras su verde suplicaba una respuesta.- ¿Qué quieres de mí? -preguntó una vez más, su boca cerrándose para abrirse una vez más en un jadeo, sus piernas abriéndose entre las mías para la comodidad de sus embestidas.- Dímelo. Porque no puedo entenderlo, no puedo adivinarlo...
- E-esto. -susurré, interrumpiendo el calvario que parecía para él concentrarse, cerrando mis ojos y alejandolos de su mirada intimidante.- Sólo… e-exclusivamente esto.

No escuché respuesta alguna, más que su respiración cortándose. Abrí mis ojos y volví a inclinar mi cabeza hacia él, observando la confusión y la lucha interna que lo atormentaba, mientras me miraba perplejo. Una de mis manos se relajó, abandonando su agarre en las sábanas para acariciar su rostro. Cerró los ojos, empujando su mejilla a mi mano, y ladeé mi cabeza hacia él, levantando mi cuello algunos centímetros. Tomé su labio superior entre los míos y esperé su cálida reacción, que no tardó más de unos cortos segundos en aparecer.
Sin embargo, sabía que había algo distinto en él, por su forma vasalla y sometida de besarme. Sus cejas fruncidas y sus labios extendidos hacia mí, moviéndose lenta y dolorosamente. No quería pensar; no quería pensar que le dolía porque no debía hacerlo. Y no lo hacía, porque no había motivos para que lo hiciera.
Le agradecí internamente cuando otra vez sus movimientos se descontrolaron, su rostro abandonando su lugar encima del mío para enterrarse en mi cuello. Deslizó su lengua por mi clavícula, mordiendo el hueso sobresaliente para no gritar. Sabía que era para no gritar. Porque lo conocía cuando estaba por acercarse al final y eso era lo que iba a suceder.
Yo no quise contenerme; también porque sabía que él lo quería. Y si iba a cumplirle sus caprichos por una vez, no quería negarle eso tampoco. Mi dignidad ya estaba perdida desde que habíamos entrado a esa habitación y también todo ese momento se enterraría allí para jamás salir.
Estaba gimiendo su nombre suavemente e incontroladamente. Le gustaba, porque eso hacía que muerda mi cuello y también mi hombro. Sus caderas se aplastaban contra la mía cada vez con más y más velocidad, sus movimientos volviéndose erráticos y algo desprolijos. Estaba cerca y podía notarlo por su frente sudada y por la forma en que mordía su labio o cualquier parte de mi cuerpo para poder sostenerse.
Y no necesitó más que una última mirada compartida para rendirse en un grito, arrastrándome con él hacia esa deliciosa caída que parecía eterna. Mis uñas estaban clavadas en sus hombros y con fuerza, porque la intensidad con la que mi cuerpo sufría espasmos me llegaba a desesperar. Aunque no quería contenerme, mi cuerpo tenso y tembloroso me lo imploraba a gritos. Me estrujó contra su pecho, levantándome con él mientras su espalda se arqueaba, sus hombros se tensaban hacia atrás y su cabeza se hundia en mi cuello, su respiración jadeante chocando mi piel y los gemidos fuertes abandonando su garganta. Me dejé ir por completo entre sus brazos, mientras cada músculo de mi cuerpo se contraía en sincronía con los suyos. Hice un puño en su cabello y tiré de él mientras dejé que la última oleada de su orgasmo se apoderara de su organismo, teniendo réplica en el mío. Ambos caímos casi en simultaneidad de nuestras alturas, su cuerpo aprisionando al mío contra el colchón. Segundos despues de tomar aire en mi hombro, sus labios se pegaron a mi cuello y mandíbula, curando, calmando y despertando a las mariposas en mi estómago. Revolucionadas por Harry, el único que podía revivirlas.


- Bueno… preguntemos.

En verdad, había pensado que Harry querría continuar. No es que me quejara de que estuviésemos hablando luego de nuestro pequeño descanso. Pero me parecía completamente extraño pensar que, teniendo conciencia de que sería la última noche antes de que todo se redujera sólo a lo que había sucedido treinta minutos atrás, sólo quisiera hablar de estupideces y hacerme reír como estaba haciendo. Y no, no estaba quejándome. Mi cuerpo ya había tenido su segunda ronda y no estaba disponible para más, pero habría buscado la forma de recompensarlo hasta que mi cuerpo se recompusiera si eso era lo que buscaba. Pero no. No lo buscaba.
Estaba allí, con sus piernas enredadas con las mías, su mano derecha en mi espalda desnuda presionándome a estar medio subida a su torso y su mano izquierda acariciando mi brazo que se sostenía abrazado a él. Podía escuchar claramente el latido de su corazón en mi oreja, tranquilo y sosegado, palpitando lentamente. Sonreí y me retorcí cuando presionó su dedo índice en mi costilla.

- Mayor estupidez o locura que hayas hecho ebria. -sentenció, esperando mi respuesta, sonriendo mientras ahora acariciaba mi cabello, cuidadosamente. Levanté mi cabeza para mirarlo a los ojos, antes de recordar y reír tontamente.
- Besar a Mandy. -confesé, esquivando sus ojos aunque pude ver claramente sus facciones contrayéndose en confusión. Reí.
- ¿Qué demonios? -preguntó, casi en un grito, y cosquilleé sus costillas de la misma forma que lo había hecho conmigo.
- Y luego a Nath. Aunque eso fue mínimo, con Mandy fue lo real. -agregué e hizo un gesto de desagrado. Reí con fuerza, una gran carcajada saliendo de mi.
- Eso es… asqueroso. -admitió, y yo seguí riéndome de sus reacciones.- Si, algo asqueroso.
- Fue por un juego… habíamos bebido demasiado. -y si, podía recordarlo. Estaba con Zayn y Daniel además de ellas, y sólo había sido por una insistencia y para que finalmente Zayn y Mandy se acostaran de una vez. Ni siquiera recordaba el propósito y había sido asqueroso recordarlo al día siguiente, pero no podía hacer más que reír en ese momento, porque extrañaba ese descontrol y despreocupación por absolutamente todo.- ¿Que hay de tí?
- Me tiré a una piscina… con toda mi ropa.
- Eso no es loco. -lo desafié, y él sonrió.
- Luego quité mi ropa y además de nadar desnudo, salí de la misma forma.
- Tienes que estar bromeando.
- No lo estoy. -mordió su labio inferior, recordando la probable vergüenza que había padecido luego de eso. Reí incrédula y él me acompañó.
- ¿Había muchas personas?
- Bueno… si. -admitió, recordando y pude notar un rubor en sus mejillas. Me parecía adorable verlo avergonzado y retraído, porque no sucedía a menudo frente a mí.- Y Brad tuvo que sacarme de allí porque estaba… bailando.
- Tú no sabes bailar. -espeté, riendo con fuerza al recordar las pocas veces que lo había visto moverse. Creo que esa imagen era incluso más graciosa que todo lo anterior.
- Supongo que esa fue la parte más humillante.

Estaba sosteniendo con una de sus manos el puente de su nariz, mientras sonreía y mantenía su labio inferior entre sus dientes, pestañas largas descansando en su mejilla. Levanté mi vista a la suya y me miró cuando mi dedo acarició su mandíbula hasta llegar a su mentón, sus alineados dientes mostrándose para mí. Estiré mis labios de forma graciosa a los suyos, simulando un pico. Mis ojos estaban cerrados y mis cejas levantadas, esperando sentir sus labios sobre los míos de la misma forma. Pero no llegó ese momento. Abrí uno de mis ojos, cerrando el otro con fuerza, observándolo. Su cara de asco fingido me sorprendió y sonreí.

- Ew. Besaste a Mandy de esa misma forma. -jugó, exagerando sus caras y reí.
- No… aún peor. -bromeé, aunque no estaba mintiendo. Hizo mohín de vomitar y presioné con fuerza mis dedos en su costilla, para que dejara de hacerlo.- Entonces… ¿ya no vas a besarme más? -pregunté, mi labio inferior hacia afuera, utilizando la graciosa cara que sabía que lo podía todo con él.
- Ya no voy a dejar de besarte más. -y complació, pegando sus labios a los míos e impidiendo el contacto por su gigantesca sonrisa, real y diferente a las que solía presenciar.

Una resguardada, sólo para mí.

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Perdón por la hora pero quise hacerlo largo. Feliz navidad algo atrasada y gracias a todas las que me lo desearon a mí. Muchas gracias por todos sus comentarios y espero que no sufran tanto con el final. Mentira. Estoy esperando para hacerlas sufrir. Charlie loves you♥.