Stole My Heart (Harry Styles y Tú)

Corto y feo, pero peor es nada.

Capítulo 14: "She Will Be Loved"

—¿Por qué huiste?— Vaya, pregunta difícil. ¿Qué iba a responder ahora? Ni siquiera tenía una buena razón. "Porque el puñetero Harry decidió engañarme" eso no sonaba convincente como para escapar y esperar jamás ser encontrada. Miré los ojos celestes de Niall y bajé la mirada al instante. Me intimidaban, parecía que analizaba mi rostro para adivinar las múltiples razones.
Era mi mejor amigo, en poco tiempo se había ganado mi confianza y cariño, casi tan rápido como el rizado.
—Yo... no quería estar en Nueva York, nada más—balbuceé. Charlotte me había dejado sola con él porque sabía que necesitábamos hablar. El irlandés y yo solos. Porque había tantas cosas que no había podido contarle, tantas tristezas que no le había compartido.
—¿fue por Hazza, verdad?—preguntó y no me quedó otra opción más que asentir.
Charlotte salió de la cocina y Nialler la miró con el ceño fruncido pensando que tal vez había estado escuchando nuestra plática "privada". Su gesto se me hizo un poco agresivo. Charlie ya sabía por quien sufría de todas maneras.
—La cena está lista... avísenme cuando quieran comer... —dijo desinteresada mientras caminaba hacia el pasillo con su teléfono celular en mano.
—______ no puedes volver a irte, no sabes cuanto sufrió Zayn, estaba destrozado. Bueno, todos nosotros, Louis bromeaba pero ahora no tenía a quien llamar chica palomita, Liam no tenía con quien ver Toy Story, Harry... bueno, no salía a ningún lado y eso era extraño. Yo no tuve a mi mejor amiga y eso fue difícil ¿sabes? no tenía a quien contarle mis preocupaciones—dijo. Yo sólo le miré nuevamente.
—Lo sé y lo lamento. De verdad quiero a Zayn, lo extrañé mucho. A todos ustedes. Me hicieron muchísima falta, no tenía con quien bromear o salir a beber café por allí.
Él soltó una carcajada y yo lo acompañé.
—Tranquila, nos tienes ahora contigo y créeme que no te dejaremos ir otra vez.—dijo con una leve sonrisa. Miré su rostro con atención, algo le preocupaba.
—Bueno, hablamos demasiado de mí. ¿Qué te parece si ahora me cuentas que te tiene tan afligido?—dije jugueteando con sus dedos.
—¿A-a mí? Nada.—desvió la mirada y yo fruncí el ceño.
—Claro que sí, y yo me casaré con el príncipe William—dije sarcástica. Él se giró para mirarme con los ojos extremadamente abiertos.
—¿DE VERDAD?—preguntó, ganándose un golpe en el hombro de mi parte.
—Idiota—reí.
—Bueno, sé que no te puedo ocultar nada—miró el suelo.—Siento que Charlie me está engañando, a veces está en el celular riendo por horas mientras platica con un amigo de su hermano. Supongo que lo conoces, se llama Skandar.
—¿SU HERMANO ES EL CHICO DE NARNIA?—me levanté de golpe emocionada.
Él rió negando.
—Me refiero al amigo de su hermano.
—Mira Nialler, no todas las chicas son como la estúpida de Sophie ¿está bien? Además conozco lo suficiente a Charlotte como para saber que no haría eso.—dije, y mi estómago se revolvió. Sophie siempre había sido mi mejor amiga y había engañado al "amor de su vida" ¿qué podía esperar de la pelirroja?— además, si estás inseguro, ¿porqué en lugar de mirarle mal no hablas con ella?
Pero no dijo nada, y pensé en que quizás había dicho algo malo.
—Oye Niall yo...— pero no pude terminar porque el timbre comenzó a sonar desesperadamente.
—¿Esperan a alguien?—Charlotte dijo atravesando el pasillo que la llevaría a la puerta principal, había desaparecido por una pared.
—Hola...—Charlie chilló preocupada.
—Hola ¿Pasa algo?—escuché la inconfundible voz de Zayn, deseaba verle claro, le había abandonado o algo así se sentía.
—No... nada, sólo hay visitas.—ella dijo y escuché como cerró la puerta.
—¿Ya le dijiste a Niall?—preguntó él y noté claro, como mi amigo se tensaba.
—¿Decirme qué?—bufó cuando ambos cruzaron la puerta.
—¿_____?—Zayn abrió los ojos como un par de platos soperos.
Me miré el cuerpo y sonreí.
—Sí, creo que soy yo.
Corrió a abrazarme, inundando de inmediato mis fosas nasales con su exquisito aroma masculino.
—Te extrañé tanto...—susurró en mi oído causándome un escalofrío.
—¿Decirme qué?—Nialler insistió. Y Zayn se apartó lentamente de mí.
—Ay ya, rubio. Luego hablan de sus problemas maritales.—dije sentándome en un banco frente a la barra.—Charlie, ¿puedes servirme un poco, por favor?
—Claro—la pelirroja corrió hacia la cocina para servirme un poco de lasaña.
Zayn y Niall se quedaron en la sala de estar al parecer conversando de lo que Charlotte tenía que decir.
—¿Qué le dirás?—pregunté.
—Pues le compré una guitarra que tanto le gustó en una tienda de música y planeaba llevarlo al parque de diversiones para dársela ya que cumplimos seis meses... sólo que quiero que sea una sorpresa porque...—y no terminó porque mi rubio amigo entró a la cocina plantándole un intenso beso.
—Eww... consigan una habitación.—Zayn dijo sentándose junto a mí pero ellos no hicieron nada por separarse.—¿Qué te parece si vamos mañana tú y yo al parque de diversiones?
—Está...bien.
Estúpido Harry, sal de mi mente y llévate ese remordimiento contigo ya.

Me encanto el capitulo ese zayn sesual llego y charlie que tierna xcdfghsdfyu siguela cuando puedas c:

Capítulo 15: "The gift of a friend"


Me desperté muy a mi pesar, los párpados me pesaban y mis pies no querían responder. Tenía las piernas enredadas entre las sábanas y como el timbre no dejaba de sonar comencé a luchar con ellas. Pataleé hasta que caí sentada en el suelo.
Planeaba arrastrarme hasta la puerta principal, pero probablemente sería incluso un peor problema. Estaba terriblemente cansada, me había quedado despierta observando la luna a través de la ventana, era enorme y rellena de un brillante color blanco.
Error.
Podía haber aprovechado ese tiempo para descansar en lugar de ver el cielo, pero ¿quién iba a saber que alguien planeaba toquetear mi puerta a las diez de la mañana?
—¡_____!
Alguien gritó desde afuera, no tenía muchas ganas de contestar, aún me encontraba peleando contra las cobijas en el suelo. Intentando zafar mis pies para colocarme unas botas.
Era un día extremadamente frío, a diferencia del día anterior, ahora las calles estaban cubiertas de nieve y lo único que yo quería hacer era dormir todo el día o ver los programas de chismes envuelta en mi cama.
—¡_____!
No contesté, esperaba que cualquiera que llamara pensase que yo no me encontraba en casa y me dejara dormir aunque fuese un rato más.
—Sé que estás ahí.
¡Charlotte! ¡Te he visto toda la maldita semana! ¡Déjame dormir, por favor!
La noche anterior había cenado en su casa después de que ella y Nialler se hubiesen devorado las lenguas sin importar que hubiese visitas. Zayn se había ofrecido a llevarme a casa y yo, (sólo para darle privacidad al irlandés que quede claro), accedí.
Ansiaba ver a Zayn el día de hoy, sólo quería aclarar mis pensamientos y convencer a mi mente que la ÚNICA persona que me interesaba era Zayn.
Quería borrar a Harry del mapa, y si fuese posible del universo. ¿Porqué debía salir en todos los estúpidos noticieros y revistas? ¿a quién le interesaba su nueva novia? Personalmente a mí no.
Me coloqué las botas invernales y atravesé el largo pasillo hasta llegar a la puerta.
Hacía tanto frío que podía sentir como se entumecían mis dedos a través de la gruesa tela del zapato.
—¿Quién?—pregunté en voz alta, analizando mi cuerpo en el espejo.
Acomodé mi cabello lo mejor que pude y me tallé los ojos para aclarar mi vista.
—Adivina— Era imposible no saber de quien se trataba.
Su tono juguetón, las risillas que se escuchaban a cada oración y sobre todo su voz alegre.
—Sé que eres tú pero quiero confirmarlo...—dije mientras me asomaba por la mirilla. Estaba oscuro y eso trajo malos recuerdos.
La única persona que yo había conocido que hacía eso, era Hazza, tantas veces lo había hecho cuando me visitaba pero ahora, eso parecía lejano. Porque no era él.
Abrí la puerta mientras limpiaba una lagrima que había escapado, tal vez no había vivido "grandes cosas" junto a él pero... se había clavado en mi corazón.
Y algo me decía que no se iría en un rato.
Porque TODO tiene un final feliz, y si no es feliz. Entonces no es el final.
—Lamento no ser la persona que esperabas pero, quería enseñarte algo... y pedirte tu opinión.— la pelirroja dijo.
Recordé lo que había pensado hace sólo un par de días, sobre no tener ninguna amiga nunca más.
La pequeña Charlie se estaba haciendo un espacio en mi corazón, a pesar de no haber convivido un gran tiempo, tenía algo que me indicaba que estar con ella era bueno.
Pensar en ello me hizo recordar a mi hermana claro, porque Vale es y siempre será mi hermanita. Y aunque lo que hizo me doliera, yo le perdonaría cualquier cosa, porque estaría dispuesta incluso a matar por ella. No sería fácil porque sentía un poco de rencor pero, trataría.
Eché un vistazo a lo que sostenía entre sus dedos enguantados. Era un rectángulo cubierto por una pequeña sábana.
—Hola.—saludé besando su mejilla y ella rió, provocando que sus mejillas se entintaran de rojo. Se veía completamente adorable con su gorra negra tejida y su bufanda a juego puesto que hacían resaltar sus pómulos rojizos. —¿Y bien? ¡Muéstrame!
—Llevo trabajando en esto desde hace un tiempo ¿sabes? Pero, siento que no capta su esencia...—descubrió el cuadro y mi mandíbula cayó al suelo.
Entre sus dedos había un lienzo precioso, se podía apreciar de manera realista el rostro de Niall perfectamente concentrado en su guitarra. Podría casi asegurar que se trataba de una fotografía.
—Es precioso.—balbuceé encandilada.
—¿De verdad lo crees? Yo... planeaba dárselo hoy pero... no sentía que fuera algo que...—tartamudeó nerviosa, cubriendo de inmediato el cuadro.
—Tranquila, está precioso. Te aseguro que le encantará—dije apretando su mano para darle confianza, ella bajó la mirada, y noté que traía otro rectángulo envuelto en aquella sábana.—¿Qué más traes ahí?—pregunté curiosa. Si era otro cuadro probablemente me daría un ataque.
—Yo hice esto para ti, no estoy segura de que te guste porque sé que puede que te haga sufrir. Trabajé en él aquél día que saliste corriendo de la cafetería. Y él estuvo de acuerdo en posar para ello.—dijo tan rápidamente que tuve que esperar un poco para entender las palabras por completo.
Descubrió el otro lienzo y todo el aire que guardaba desapareció. Mis ojos se cristalizaron de inmediato y me derrumbé sobre el sofá.
Frente a mí, en aquél cuadro estaba una intensa mirada verdosa, tan realista que parecía que él se encontraba ahí mirándome fijamente.
Balbuceé palabras sin sentido durante unos cuantos minutos.
—Lo siento. No debí.
Pero yo ya le había arrebatado el cuadro para admirarlo. ¿Cómo podía haber capturado tantas sensaciones dentro de una pintura? Era simplemente magnífico.
—Es perfecto... —las lagrimas ya escurrían como duchas británicas por mis ojos.
—Lo siento tanto, ____. No quería hacerte llorar, Xime dijo que era mala idea pero yo...—la interrumpí antes de que pudiera continuar.
—Tranquila, estoy...—suspiré—bien.
Se removió en el sillón un par de veces, como si dudara de lo que iba a decir.
—______—dijo finalmente.—Cualquier cosa que necesites, cuenta conmigo ¿está bien? Sé que Niall es tu mejor amigo pero también sé que necesitas una amiga niña y yo me ofrezco como voluntaria.
Soltó una pequeña risa mientras jugueteaba con sus dedos. Me pareció tierna así que sonreí, embelesada por su sencillez.
—Gracias y yo digo lo mismo. Puedes contar conmigo.—dije, estirando mis brazos para darle un fuerte abrazo.
Después de todo, Charlie se había preocupado por mí cuando los demás no estaban.
Se puso de pie de un salto inmediatamente después de que la solté. Mi mirada confundida debió darle una pista puesto que rió.
—¿Qué? ¿No recuerdas que iremos al parque de diversiones?—me extendió su mano para ayudarme a poner de pie.
Cierto. Esto contaba de alguna forma como la primera "cita" que tenía con Zayn este año, y me hacía sentir mariposas en el estómago.
—Te ayudaré a lucir más perfecta de lo normal...

La persona que me lo envio, está todavia asombrada delo que ocurrio, ya que ella dice que lo hizo por hacerlo y que pidio algo que creia imposible de lograr. Probemos.

* Para ti mismo di el nombre de la única persona del sexo opuesto con quien quieras estar (tres veces...)...

* Piensa en algo que quieras lograr dentro de la próxima semana y repítelo para ti mismo(a) (seis veces)...

* Piensa en algo que quieras que pase entre tú y la persona especial (que dijiste en el no. 1) y dilo a ti mismo/a (doce veces)...

* Ahora haz un último y final deseo acerca del deseo que escogiste.

* Después de leer esto tienes 1 hora para mandarlo a 15 temas y lo que pediste se te hará realidad en 1 semana.

A la mayor cantidad de gente a quien lo mandes más fuerte se hará tu deseo. Si tu escoges ignorar esta carta lo contrario del deseo te sucederá, o esto no sucederá jamás...

Me encanto el capitulo, muy bueno Charlie es tan tierna aveces c:
siguelaa que ahora que la vuelvo a leer me encanta tu novela cada vez mas y ya quiero que mi hermana me perdone :c

Valee

HOLA!!
MBSDFVJEBRF HACE MUCHO QUE NO ME PASABA POR TU NOVELA!
ME ENCANTARON LOS CAPITULOS! Y NO ESTAN FEOS!
SON INTERESANTES Y ESTAN BIEN FORMADOS, ESCRITOS Y/O REDACTADOS!
ME IMAGINO EL CUADRO DE NIALL *-* DIOS
Y EL DE HAZZA *Q* SUS OJOS X__X
YEIII IRAN AL PARQUE DE DIVERSIONES ! QUE BUENO PARA QUE RAYITA SE DISTRAIGA, PERO LO QUE ME PREOCUPA ES QUE ZAYN SE VA A ILUSIONAR OTRA VEZ Y LUEGO ELLA SE VA A IR CON HARRY Y EL SE VA A QUEDAR TRISTE NOOOO! WAAAAAAAAAA BUENO YA TE DEJO
SIGUELA ME ENCANTA!

Abrí los ojos de golpe, sintiendo las manos de Charlie en mis hombros mientras me sacudía levemente intentando de alguna manera despertarme.

—¿Qué pasa?—pregunté mientras miraba a través de sus ojos grisáceos, ella sonrió.

—Te quedaste dormida y te noté un poco inquieta así que pensé que sería mejor despertarte.

—Gracias— fue lo único que pude decir.

Llevé mi mirada hasta el reloj sobre la mesa de noche; no eran más de las once todavía y yo seguía en pijama. Charlie se había ofrecido a ayudarme para lucir excelente, y lo primero que hizo fue plancharme el cabello, supongo que en algún momento me quedé profundamente dormida sin notarlo.

Toqué los mechones que caían a ambos lados de mi cabeza y una sonrisa apareció en mi rostro, se sentía realmente suave y lacio como una placa de vidrio.

Parpadeé un par de veces para desperezarme un poco antes de vestirme, los chicos vendrían a las doce y no habíamos desayunado nada todavía. Sentí mis pestañas pegarse entre ellas como si tuvieran de aquél silicón liquido que todos alguna vez utilizamos para pegarnos los dedos entre sí.

—¿Qué me pusiste en la cara?—traté de sonar tranquila pero al parecer soné como si estuviera agonizando.

—Sólo te delineé los ojos y puse un poco de maquillaje, si no te gusta sólo lo quito y ya—dijo mientras se apartaba un par de cabellos de la cara.

Me paré de la silla donde estaba sentada y caminé hasta el tocador.

¿Quién era esa chica que me observaba sorprendida? Se veía fantástica, como una modelo de revista. Sus ojos resaltaban de los demás rasgos de su rostro, sus labios se veían especialmente atractivos y su cabello contrastaba perfectamente con sus exquisitos pómulos.

—¿y bien? ¿te gustó?—preguntó temerosa. Esa chica era una completa artista, si sus cuadros eran excelentes, ¿que podríamos esperar de lo demás que incluyera brochas o pinceles?

—¿soy yo? pero… me hiciste lucir bellísima.

—No, _____. Tú eres bellísima, yo sólo ayudé a que tú te dieras cuenta.—dijo con una sonrisa orgullosa.

—Muchas gracias, Charlie.—dije mirándole, a pesar de ser alta yo aún le rebasaba un par de centímetros, estiré mis brazos y la envolví en ellos.

—No hay problema—dijo. —Por cierto, rebusqué en tu armario y encontré un par de cosas para que te pongas.

Señaló la cama con su pálido dedo índice, se había deshecho de los guantes y ahora mostraba sus uñas entintadas de negro.

Observé las cosas que había sobre la cama, unos pantalones de mezclilla azul y un abrigo café que ni siquiera recordaba haber visto antes. No era algo que fuera muy mi estilo pero sentía que con la belleza que había hecho ella conmigo, quedaría perfecto.

~

Faltaban diez minutos para el mediodía y la escena que se desarrollaba en la sala debía ser cómica. Charlie estaba recostada de cabeza en el sillón mirando el televisor mientras que yo tenía miedo de moverme, no quería arruinar todo el trabajo que le había costado arreglarme así.

Se retorció un poco hasta reposar su cabeza sobre mi regazo, ¿cómo le hacía para que su peinado no se deshiciera? Su largo y rizado cabello se encontraba atado en una trenza de lado, como la de la protagonista de los juegos del hambre.

Sentía un poco de nervios por la “cita” con Zayn. No era una CITA con toda la extensión de la palabra, pero estar a solas con él me ponía ansiosa.

El timbre sonó un par de veces, y sentí ganas de vomitar. ¿Cómo alguien te podía poner tan fuera de ti misma?

—Por lo visto no planeas pararte a abrir—Charlie rió mirando mis manos. No había notado como estrangulaba una almohada entre mis dedos. Ella se puso de pie y desapareció por la puerta de la sala de estar. Escuché voces y risas provenientes de afuera y el hueco en el estómago se hizo presente.

Traté de reconocer las voces para tranquilizarme un poco.

Una risa incontrolable, definitivamente se trataba de Niall.

Chistes malos seguidos por algún ruido extraño, genial, Louis venía con ellos.

Una carcajada femenina, no podía ser otro que… espera ¿dije femenina? Bueno, no se trataba de Liam pero si ella venía estaba seguro que él también.

—¡CONSIGAN UN CUARTO!—gritó el castaño cubriendo sus ojos justo cuando cruzaron el umbral, noté a Charlie siendo “operada” clandestinamente por Nialler, al parecer el trataba de sacarle las anginas o algo así.

—¡LOUIS!—me paré de un salto. Ver a mi pequeño zanahoria me ponía un poco feliz después de todo. Claro, me recordaba a Harry por los INCONTABLES momentos de “bromance” que había presenciado. Pero, no podía ser una apática porque no había NADA que no me recordara a él.

—¡CHICA PALOMITA!—él gritó y corrió a abrazarme, trastabillando un poco debido a la alfombra. Me envolvió entre sus brazos con tanta fuerza, ocultando mi rostro en su pecho. Podía respirar perfectamente pero era mejor hacer un acto dramático.

—¡LOU! ¡NECESITO AIRE!—grité pataleando para que me soltase.

—Ah, claro. Que los mortales respiran…

Y eso, damas y caballeros fue el primer comentario incoherente que escuché de Tommo en este nuevo año.

—¿Y qué? ¿Los demás estamos pintados o qué?—Hablando de dramáticos, mi amado Liam no se quedaba atrás.

—Lo siento. ¡HOLA LEEYUM!— grité y me abalancé sobre él. Tal vez un poco exagerado pero realmente le había extrañado.

—Hola Xime—besé la mejilla de la castaña mientras ésta ayudaba a su novio a ponerse de pie.

Louis me empujó a un lado, sólo para arrojarse en el sofá.

—Amo esta canción…—dijo. Todos se giraron a mirar la televisión, al mismo tiempo. Tanto que me dieron miedo, se veían tan sincronizados.

—Hola Zayn…—me acerqué aprovechando la distracción y me coloqué de puntillas para besar su mejilla. Pero mi querido chico malo de Bradford tenía otros planes. Giró su rostro, obviamente a propósito y estiró sus labios para atrapar los míos. No era algo que tuviera planeado e incluso traté de impulsarme hacia atrás.

Desgraciadamente no funcionó, y antes de que pudiera percatarme él me había abrazado por la cintura. Intenté resistirme pero, ¡DIOS MÍO! este chico era perfecto.

Escuché un carraspeo que logró apartarlo de mí, así que bajé mis brazos que en algún momento -no sé exactamente cual- había enredado en su cuello.

—Chicos, debemos irnos.—esa pelirroja estaba en todos lados. Y eso me agradaba.

—¿Y los demás?—pregunté. Tuve que aclararme la voz porque había salido como un incómodo chillido.

—Están en el auto.

¿Cómo? ¿Qué? ¿Cuánto tiempo había pasado con los labios de Zayn en los míos? ¡Mierda! ¿Todos nos habían visto?

~

Debo admitir que los dos minutos en el elevador fueron los más incómodos de mi vida. Charlotte no paraba de reírse para sí misma mientras notaba el color subir a mis mejillas, ¿por qué rayos me había besado? No tenía la menor idea, pero por alguna razón había causado mariposas en mi estómago.

Vi una camioneta negra estacionada junto a la acera. ¿De quién era? Me parecía conocida.

—Sube.

Y obedecí, sentándome junto a Louis quien estaba observando por la ventana.

En el asiento del conductor se encontraba Liam tarareando una melodía, tal vez la que se encontraba en el radio. En el asiento de copiloto iba Xime, sosteniendo su mano mientras jugaba Angry Birds en el teléfono celular.

En el asiento de atrás iban Nialler y ahora Charlie, él recargado en la ventana con ella en su regazo mientras le decía no sé que en el oído. Y detrás en el último asiento íbamos Lou, Zayn y yo.

—¿de quién es esta camioneta?—pregunté intentando entablar una conversación. Todo iba callado y según Xime, el camino sería largo.
—De Harry.—Lou masculló adormilado, se había acomodado de alguna manera en bolita sobre el asiento.
Un leve gemido salió de mi boca en respuesta.
Estúpido Harry.
Hoy estaba dispuesta a olvidarle, aunque fuera un rato, a divertirme como nunca antes y terminar con el llanto sin sentido.
—Liam, sube el volumen...—Zayn ordenó y el castaño llevó sus dedos de inmediato al botón del sonido que se encontraba en el volante.
La tonada era pegajosa, la conocía de algún lado...
—...si tú me dijeras que saltara yo tomaría la caída, mientras que él no lo haría...—Oh claro. "Save You Tonight". La había escuchado millones de veces cuando vivía en Nueva York. Si no era la obsesionada de Sophie con su teléfono celular, era Vanne en el departamento de al lado con el volumen a tope. ¿Debería emocionarme por la mirada que Zayn me enviaba mientras la canción avanzaba? No. No podía emocionarme, me sentía culpable y con un hueco del tamaño de África en el estómago.
—...voy a salvarte, esta noche—él susurró en mi oído y yo sonreí de forma inconsciente. Definitivamente dejaría que me salvara de una vez por todas.

—¡AY!—un grito femenino irrumpió los comentarios del locutor que realmente nadie estaba escuchando.
—¿Qué pasa?—pregunté mirando a Charlotte con una expresión divertida. Esa chica era realmente ruidosa.
—No, es sólo que estará Ed Sheeran en Bournemouth la próxima semana y yo...—pero no dijo nada más, sólo se incorporó en el asiento para observar por la ventana.
—¿Ed Sheeran?—pregunté levantando una ceja. No había escuchado de él antes, probablemente por el hecho de haber vivido en otro continente durante bastante tiempo. No, momento. Era el chico que ella oía en su iPod en el avión.
—Su amor platónico...—Zayn se rió jugando con un mechón de mi cabello, ni siquiera había notado cuando su brazo rodeó mis hombros. —... es "el hombre perfecto"
Completó con voz afeminada y una expresión soñadora, no pude evitar reír también. No por los gestos del moreno, si no por la cara de pocos amigos del irlandés.
—¿Falta mucho?—Lou preguntó sentándose correctamente. No habían pasado ni dos minutos desde que dejamos mi edificio. Bueno, no tan exagerado.
—Sí—Liam dijo.— Y hay un poco de tráfico.
Xime suspiró cerrando los ojos un tanto cansada.

—¿Qué tanto falta?—preguntó la pelirroja recostándose nuevamente sobre Niall.
—Una hora más o menos—Liam indicó viendo su reloj de muñeca.

Pasaron quince minutos, juro que inclusive los conté con los dedos para entretenerme un poco y todos hacían algo por matar el tiempo. Louis se había recostado en el asiento y ahora estaba dormido, al igual que Zayn quien tenía su cabeza sobre el trasero del castaño.
En el asiento de enfrente estaba la pelirroja dormida mientras Niall la abrazaba y acariciaba su cabello.
Xime seguía jugando en su teléfono celular y Liam continuaba tarareando al ritmo de la radio, que sonaba como un ligero murmullo.
Estaba segura de que en momentos como estos, la única persona que estaría conmigo, intentando hacerme reír para pasar el largo camino hasta el parque de diversiones sería Harry.
Lo extrañaba como nunca en la vida había extrañado a alguien, de verdad lo echaba de menos y deseaba que estuviese aquí.
Pero tenía miedo. Porque no estaba segura de cual sería mi reacción de tenerlo en frente.
¿Llorar? ¿Gritar? ¿Maldecirlo? ¿Golpearlo? ¿Abrazarlo? ¿Besarlo? ¿Perdonarlo?
Suspiré.
Me dolía pensar en él, a pesar de que probablemente mi enfado no fuese más que irracional. Me había engañado, sólo había jugado conmigo y... sólo había querido usarme como si fuera una más de sus 'muñecas de una noche'.

Noté mi celular vibrar en el bolsillo, así que lo saqué, aprovechándolo como distracción para no morir de aburrimiento o de un insaciable debate mental.
Era una notificación de Twitter, tenía un mensaje personal.
"@Harry_Styles:
Enfrenta tus miedos, limpia tus lagrimas. Deja ir tus años oscuros..."

Y el celular resbaló de entre mis dedos...

~~~

Capítulo largo en recompensa por la espera chicas! Espero que les guste.
Y en el siguiente capítulo les tengo preparado algo que akjshkjahskjahs puede que mueran de un "Heart Attack" hahaha ¿Comprenden? ¡Heart Attack!
akhskjahskjash
Lo siento, necesito amigos U___U
Espero sus sexys comentarios que me alegran el día C:

ME ENCANTO EL CAPITULO sadnisbsdanikjaiadshbdsda ten dije yo ahora que vulevo no me despegare de la novela, ademas que no quiero que me pongan e mala otra vez :c lsjsadiuabvudhaio SIGUELA HERMOSA MIA QUE ME VOLVI A ENAMORAR DEL CAPITULO Y QUIERO VER EL HEART ATTACK ! ahahahahhahahahaha

Valee

WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
Omg Omg Omg! Harry... Harry... Harry, Dios no se que le pasa por la cabeza a ese chico! Que trata de decir con eso(?
Deberiamos de juntarnos y pegarle mucho chicles en la cabeza para que se le quite lo idiota(?
Me encanto el cap linda!
Siguela! besos :*

Hermosa escritora mia espero que la sigas y tambien te aviso que no estare por una semana desde el 6 llego el 14..y te lo digo por ue no quiero ser mala otra vez :c lsadhgdyuboljdpsjsda espero que la sigas y tratare de escribir c:

Capítulo 17: "¡Oye! ¡Tú! ¡Sigues siendo la única...!"

Parte 1
Es curioso como la gente se gana un espacio en tu corazón, quiero decir, tú puedes estar allí, odiando la vida, odiando a las personas, odiándote a ti mismo y odiando la ensalada de atún de la cafetería pero el amor también está ahí observando, esperando para atacar, sigiloso y alerta.
Siendo honesta, jamás creí en el "amor" adolescente, no me llamaba la atención tener novio, se me hacía un poco patético. Aunque supongo que sólo era la forma en que los chicos de mi colegio veían el tener una relación. Para ellos una novia era para manosear en las fiestas, compartir saliva en la parte de atrás de la sala del cine, y presumirle a todo mundo que poseían una.
Yo no estaba interesada en eso.
Con todo el drama que tuve que aguantar de Sophie durante años por sus "rompimientos-reconciliaciones-peleas-engaños" realmente se me quitaban las ganas.
Incluso solía burlarme de mi hermana cuando llegaba ilusionada para contarme del chico por el que se derretía, no recuerdo su nombre. A veces lloraba pensando que jamás le haría caso e incluso se ponía tan contenta -de que le hubiera rozado accidentalmente en el centro comercial- que parecía que iba a darle un aneurisma.
Yo no era esa clase de chica, admito que me gustaba un compañero de la clase de Matemáticas pero, nada más. No era que yo anduviera de loca psicópata persiguiéndolo por todos lados, con ganas de estrangular a todas las que se le acercasen. No como Sophie, no como Vale.
Yo sólo era una antipática -podría decirse- en las cosas románticas.
Hasta que llegó él.
Con su brillante sonrisa, sus hermosos ojos verdes y aquella carismática voz.
Y pensar que todo comenzó con un accidente en Nueva York, un choque y una caída. Sólo eso.
Al verlo no imaginé que todo esto ocurriría, recuerdo incluso como me burlaba de las chicas gritonas afuera del edificio. No debí haberlo hecho.

—_____, llegamos.—Louis me sacudió un poco, pensando quizá que estaba dormida. Me retorcí extrañamente hasta incorporarme en el asiento, escuché una agradable risa.
—¿Y eso qué fue?—Liam sonrió. No me quedó otra opción más que reír también.
—Lo siento, estaba pensando y...—Louis interrumpió con una sonrisa macabra.
—¿PENSANDO TÚ? ¡Santo Cielo! ¡Con razón olía a humo!—le di un golpe en el hombro con la palma de la mano. Esperaba que le doliera más a que si le hubiese dado con el puño.
Se quejó y su mano inmediatamente voló hasta el lugar que yo había golpeado. —Agresiva.
Pero no contesté nada porque probablemente él terminaría en el suelo lleno de moretones.

Cuando bajé de la camioneta, instintivamente enredé mis brazos entre ellos, me atacaba un fuerte escalofrío que provocó que mis piernas temblaran violentamente.
Era probable que fuese sólo el helado viento que hacía ese día pero, se sentía como algo más.

—¡Chicos!—escuché la cálida voz de Xime llamándonos a través de la gente. No era mucha realmente para tratarse de un parque de diversiones, había unas treinta personas aparte de nosotros y eso ya era exagerar. Parecía que a Liam le hubiesen inyectado adrenalina en las venas porque comenzó a moverse inquieto y a observar por todas partes buscando a su novia.
—¿La ven? ¿La ven?—Liam comenzó a dar pequeños saltos.
—Si, esa rubia es guapa...—Louis puntuó, intentando fastidiar al castaño. Cosa que funcionó.
—¡CHICOS!—Xime gritó esta vez, alcancé a divisar su cabeza asomándose en unas escaleras, intentando hallarnos. Tomé las manos de Liam y Louis y comencé a correr como una loca hasta aquél lugar donde estaban ella y la pelirroja.
—¿Y el otro par?—preguntó Louis, colgándose del barandal de la escalera. No comprendía la finalidad pero así era él de extravagante.
—Están...—La castaña estiró su cuello para buscarlos. El lugar en el que estábamos era realmente bello, las paredes de ladrillos grises estaban tapizadas de anuncios sobre bandas importantes que estarían tocando allí en un par de días. Había unos cuantos arcos enormes que servían como taquillas, estaban extrañamente vacías. No podría decir que eramos los únicos allí porque escuchaba risas infantiles dentro del parque. Nosotros nos encontrábamos en una pequeña cafetería a las afueras, tenía un ambiente realmente hogareño y aquél sencillo aroma a chocolate.—...ahí vienen.
—¡Traemos las entradas!—Nialler canturreó, trepado en la espalda de Zayn.
Tan pronto como lo dijo, Louis se bajó de un salto y tomó mi muñeca para jalarme hasta la entrada. Lo había extrañado, a él y sus rarezas.
Comenzó a hacer ruiditos con la boca, como si fuese una especie de avión.
—Buenas tardes, chicos...—La mujer en el mostrador nos saludó con una amplia sonrisa, intentando no aparentar sus evidentes cincuenta y tantos.
—Buenas tardes—Louis le guiñó un ojo y yo solté una carcajada. ¿Ligar con una señora mayor? Ese era el trabajo de Harry.
¡AY! todo me recordaba a él.

Pasaron dos rápidas siluetas corriendo en la otra caseta, identifiqué ambas cabelleras castañas. Allá iban Liam y Xime a perderse en algún juego mecánico.
Louis entregó nuestras entradas y jaló mi muñeca de nuevo para empezar a correr, esta vez hasta el carrusel -según había dicho-. Corrimos una larga distancia a toda velocidad, ambos jadeábamos ya debido a la fatiga. O Lou no conocía el camino o el parque era muy grande.
—¿A dónde vamos?—suspiré con la mano en el pecho, sintiendo mi corazón latir con frenesí.
—¿No estábamos siguiendo a Liam?—preguntó con los ojos bien abiertos.
—Lou, yo te estaba siguiendo a ti—me quejé intentando no reír.

Terminamos formándonos en la fila de la montaña rusa. Estaba demasiado alta, daba unas seis vueltas completas y tantos giros que con sólo verla te mareabas, sin contar ese regreso repentino. En total dabas unas doce vueltas en todas direcciones.
Podía sentir claramente el vómito escociendo mi garganta.
—No, Lou. Yo paso.—balbuceé cubriendo mi boca al instante, temía regurgitar el desayuno, aunque era imposible puesto que ni siquiera había náuseas.
—Anda, ____. No seas cobarde, enfrenta tus miedos—dijo, y mi corazón dio un vuelco. Las mismas palabras las había dicho Harry.
Me sentí fuerte, poderosa y valiente con la simple mención de su nombre en mi cabeza así que asentí, y justo a tiempo porque eramos los siguientes. Podía notar que Louis estaba nervioso también a medida que tomaba asiento en el carrito.
Me senté a su lado con las rodillas temblando frenéticamente. Un chico con uniforme se acercó y nos arregló los cinturones de seguridad, parecía que quería ligar... pero no conmigo sino con el castaño.
—Creo que le gustaste..—susurré para molestarle.
—Oh, cállate...—dijo mirando al frente. —¡ACELEREN!
Parecía un niño pequeño, impaciente porque desea abrir sus regalos de navidad.

El carro comenzó a avanzar lentamente, parecía que estaba siendo impulsado por una tortuga y ya no me pareció tan malo. Bueno, hasta que noté que íbamos cuesta arriba. No mires hacia abajo, insistí en mi cabeza pero esta tenía ganas de ponerse rebelde. Mis ojos podían ver la pequeña cabina del juego alejándose y un nudo se apoderó de mi estómago, junté mis parpados, iba a morir.
Louis me dio un par de codazos hasta que lo miré. —Mira, es hermoso.
Entreabrí los ojos lentamente, no estaba segura de hacerlo. Y observé, se veía todo el alrededor, todo tan pequeño. Debíamos estar demasiado alto.
Pregunté para mí misma si desde ahí podría ubicar a Charlie, sería más sencillo debido a su cabello. Mi mirada divagaba y tenía los ojos abiertos como un par de platos.
Algo llamó mi atención...
entrecerré los ojos para observar mejor y me empujé un poco hacia la orilla.
Oh rayos, ¿qué hacía él aquí?
No, no podía ser él. Intenté observar mejor pero entonces mi corazón se detuvo, un vacío se acrecentó en mi estómago y escuché el grito de Louis.
Había olvidado donde estaba, el carrito acababa de caer en picada y yo no me había preparado para ello. Grité, grité hasta que mi garganta se secó y lo único que salía era un incómodo ronquido.

~

—¡No puedo creer que haya hecho eso!—estaba extasiada, sentía una especie de sentimiento dentro de mi, una incómoda vibración que me hacía sentir viva y feliz.
—Gracias por dejarme sordo de nuevo—cubrió uno de sus oídos.
Ya eran las cuatro de la tarde, el tiempo había pasado demasiado rápido. Había sido una mala idea ir con Louis, todos los juegos a los que nos habíamos subido implicaban un ataque al corazón.
—¿Quieres comer algo?—preguntó sacando su celular del bolsillo. Escribió un par de cosas y volvió a guardarlo. —Nos esperan en la cafetería.
Asentí y comenzamos a caminar hasta la zona de comida que se encontraba en el centro del parque, a decir verdad me moría de sed después de secar completamente mi garganta.
No tardamos mucho en llegar, observé a Liam, Xime y Zayn riendo en una mesa, literalmente se descuajaringaban de risa por alguna razón. Corrí para cubrirle los ojos al moreno.
—Sé que eres tú, ____—dijo y yo fingí enfado.
—No es justo.—me senté, bueno, me desparramé sobre la silla a su lado.
—¿Dónde está el irlandés?—preguntó Louis bebiendo agua como un perro, no pude evitar soltar una carcajada.
Liam señaló el pasillo, ahí venían Charlie y Niall carcajeándose sin importarles estar empapados -por alguna extraña razón-.
—¿Qué les pasó?—Xime rió.
—Nos subimos al recorrido del terror en balsa y...—la pelirroja dijo, pero no logró terminar porque comenzó a reír de nuevo.
Ambos no dejaban de reír sin razón.
—...Niall...—y no terminó otra vez.
—...volqué la balsa.—Niall rió. Y todos lo acompañamos.
Su risa era increíblemente contagiosa, la de ambos.
—Chicos, apúrense que debemos estar allí a las seis...—dijo Louis mirando su reloj.
Levanté una ceja confundida.
—¿Llegar a donde?—pregunté.
—Hoy tenemos un concierto...—Niall dijo, comiendo una rebanada de pizza. Ni siquiera me había percatado cuando la caja había llegado allí.
—Oh. Genial—tomé una rebanada y la mordí, estaba hirviendo así que saqué la lengua.
Louis rió.—Tonta, te quemaste.

Un teléfono sonó, interrumpiendo alguna ingeniosa broma de Liam acerca del cabello empapado de Niall.
—¿Bueno? Oh, está bien... te, te vemos afuera.—Lou balbuceó a través del teléfono celular.
—¿Quién era?—preguntó Xime.
—Paul, dice que lo veamos allá afuera—contestó mordiendo su pizza.
—¿_____?—Zayn susurró en mi oído, me estremecí, lo acepto. —¿Iras a vernos?
Yo asentí nerviosa, sería fantástico verlos en vivo.
La última vez había sido hace casi un año, pero en ese entonces no me sentía traicionada por Styles.
Iría a un concierto de One Direction, tal vez Harry me ver.... no. no, no no. Yo Iba a ver a Zayn. Y a mis amigos, no a él.
—¡______! ¡Tendremos que vestirnos si irás!—Charlie exclamó emocionada. Le encantaba eso de la moda, supongo.
—____ viene con nosotros, está decidido.—Xime sonrió.
—¿Qué? ¡No! ¡___ vendrá a vernos ensayar!—Liam reclamó. Se veían adorables peleando entre sí.
—¡No! ¡Ella quiere una tarde de chicas!—Xime contestó y creo que ganó.
—Harry babeará...—la castaña me susurró en el oído. Y me estremecí.

VOLVI BABY isadgasiksah que tierna que comprendas C: bueno me encantom el capitulo :33 hiausfcdsaihnadskgdausudagiads siguelaaaa hermosa *o*

¡HOLA!
La última semana no pude escribir un capítulo porque mi inspiración murió.
Odio los fantasmas, y es triste porque sólo tengo dos lectoras activas que comentan, entonces mientras estaba hundida en una profunda depresión -bueno no tan grave- leí un libro hermoso, les digo que tan hermoso estaba:
tiene 400 y tantas páginas y lo leí en un día.
Soy un monstruo xD
Bueno, el libro me devolvió mi fallecida inspiración... digamos que la hizo resucitar o algo así :P
Ya, lo que importa es que en ese libro, ambos protagonistas narraban, un capítulo ella y un capítulo él así que se me ocurrió algo. Voy a escribir el siguiente capítulo narrado por Harry y me gustaría saber su opinión.
ODIO LOS FANTASMAS.

OMG!
Amo tu novela, antes era fantasma pero ahora me hice una cuenta para poder comentar en todas las novelas que pueda.
TIENES QUE HACER EL CAPÍTULO DE HARRY!
AHORA!
Oh Dios, escribes excelente.
te amo, lo e dicho!

SIGUELA MUJERRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR!