Fly away from here [Draco Malfoy] CANCELADA TEMPORALMENTE

“Sino la cuidas, Miranda va a morir. La asesinaran a sangre fría.”

“Por más que no compartan sangre, aun es tu hermana.”

“Puede extraer los poderes de las personas; puede quitarles su magia; puede arrebatar vida. Ella es especial.”

“Cuídate a ti primero, para así cuidar a los que ames.”

Las palabras de Dumbledore aún seguían resonando en mi mente cuando me levante aquella mañana. Había estado toda la noche pensando una y otra vez en la conversación que habíamos tenido, la revelación de los poderes de Miranda, mi destino atado a ella de por vida. De cómo, inevitablemente, la rubia se convertiría en mi hermana espiritualmente. Lo éramos, nuestras fénix estaban unidas, por lo tanto nosotras también debíamos estarlo.

Me incomodaba un poco la idea; siempre me incomodo la idea de amar a las personas, quizás porque toda mi vida me mantuve lejos de los lazos de amistad y de afectos. Y sin darme cuenta, cuando ingrese a Hogwarts, mis abuelos ya no eran lo único que yo amaba, sino a mis amigos, a los tontos de los gemelos, a Cedric y Daphne, a Harry, a Miranda. Y aunque quiera seguir negándolo y mandar todos mis sentimientos a la mierda, también estaba empezando a amar a Malfoy, aun con pocas palabras que nos habíamos dirigido, aun cuando no había una conversación sana o sin peleas. No estaba teniendo control de mis sentimientos y eso me asustaba terriblemente.

- Hola, Harry – escuche dos voces femeninas, provocando que salga de mis pensamientos y volteara a ver a mi primo, quien asentía simplemente.

- Parece que te vuelvas popular, eh, galán – me burle mientras le daba un golpe amistoso.

- No sé a qué te refieres – frunció el ceño y solo pude negar con la cabeza. Los chicos a veces son tan tontos.

Me entretuve tomando mi juego y comiendo de vez en cuando, mientras me aburría y desconcentraba de todo. Estaba tan cansada que solo quería irme y echarme una buena siesta; pero McGonagall me advirtió que dejara de faltar o sino repetiría el curso. Bien, tenía que dejar de tomarme demasiadas libertades y no aprovecharme de ser un fénix.

Mi mirada se encontró con la de Cedric, quien me sonreía levemente. Que le haya dado un abrazo y felicitado por salir de las garras del dragón, no significaba que no seguía molesta con él. Solo lo mire levantando una ceja y volví hacia mi bebida.

Dolía ser tan rencorosa, enserio que dolía, pero mi orgullo era más fuerte. Podía soportar esta mierda por un poco más, solo hasta que me acostumbre a estar sin él. Si puede dos años lejos de Hogwarts ¿Cómo no podría cuando estaba? Oh, sí, recordé que todos los días nos mandábamos cartas, nos comunicábamos de alguna manera y siempre estábamos juntos en las buenas y en las malas. ¿Dónde había quedado eso? ¿Enserio simples palabras hirientes iban a tirar toda esa amistad plena y leal a la basura?

Sentí que Harry se sobresaltó y al verlo, se limpiaba los labios con una servilleta. Estaba con las mejillas enrojecidas y se lo notaba muy nervioso.

- ¿Qué te pasa ahora? – pregunte mientras fruncía el ceño.

- N-nada.

- ¿Seguro? – insistí.

Por instinto, me di vuelta y me di cuenta de que Cho Chang y sus amigas de Ravenclaw estaban mirando hacia nuestra dirección. Fruncí el ceño y una visión vino hacia a mí, mostrándome que claramente, mi primo había hecho el ridículo con ella, pero ¿acaso a Harry le gustaba ella?

- Oh, ya entiendo – asentí y lance un suspiro.

- ¿Qué? ¿Qué entiendes?

- Te gusta la Ravenclaw – me encogí de hombros – Y no me lo niegues, Potter – le dije antes de que pudiera hablar.

- No le digas a nadie – susurro.

- ¿Disculpa? – levante las cejas. Su comentario me había ofendido – Creo que deberías saber que en mi puedes confiar.

- Lo sé, es que puede que se te escape y…

- ¿Te estas escuchando? – interrumpí. - ¿Sabes qué? No me hables por una o dos horas o te romperé algún hueso.

Harry me hizo caso y volvió a su almuerzo. Bufe molesta y me concentre en otra cosa que no sea las imágenes de mi misma golpeando a Harry por pensar que era una chusma. Sabia guardar secretos, nunca los divulgaba y, por más que dependiera del mundo, le era muy fiel a la persona que contaba conmigo. Cuando Ron me conto de la primera prueba y me pidió que no dijera nada, no lo hice, por más que Harry era mi primo y tenía todo el derecho de hacerlo.

- ¡Es increíble! – exclamo Hermione molesta, de inmediato mi mirada se concentró en ella. – No puedo creer que haya escrito esto.

- ¿Qué cosa escribió quién? – dijo Miranda acercándose a Hermione.

- “La señorita Granger, una ambiciosa chica, parece tener cierto gusto por los magos famosos. Su última presa, según nuestras fuentes, no es nada menos que el famoso búlgaro Viktor Krum. Aun no se sabe cómo Potter ha tomado esta desilusión amorosa.”

- Oh, por Merlín – Miranda soltó una pequeña carcajada - ¿Quién iba a pensar que engañarías así a Harry?

- ¿Dijo algo de mí? – pregunte antes de que la castaña asesinara a la rubia.

- “No olvidemos que la señorita, Effy Potter, es muy amiga de Granger; pero ¿ahora cómo se tomara este engaño? ¿y cómo está su relación con su primo? Aun se la sigue viendo muy acaramelada con Diggory, y fuentes cercanas, afirman también haberla visto con Krum. ¿Dos amigas enfrentadas por un mismo hombre? ¿O por qué Potter está molesta con la decisión de Granger?”

- Uy, que malas que son – se burló Ron.

- Ya cállate, y tú también rubia – señale a Miranda quien estaba riendo a carcajadas.

- Es que es ridículo.

- Solo cállate.

Un pequeño papel se posó al lado de mi mano, era en forma de origen y me extrañe al ver el signo de Slytherin dibujado en él. Volví mi vista hacia atrás y me encontré con los ojos grises de Malfoy, y antes de que Harry pudiera preguntarme que era lo que tenía en mi mano, lo guarde dentro de mi bolsillo cuanto antes. Lo fulmine con la mirada y le volví a indicar de que no me hablara por tres horas antes de que lo golpee.

Solo me levante de mi asiento con brusquedad y cuando llegaba a la puerta, vi el horrible traje que Ron tendría que usar en el baile de navidad. Sonreí levemente; al menos en ese estúpido baile, habría algo de diversión.

Comencé a caminar por los pasillos, aun sintiendo un gran cansancio debido a las pocas horas que dormí. Saque el papel de mi bolsillo mientras me sentaba en una banqueta y comencé a leerlo.

“¿Enserio estas saliendo con Diggory y Krum al mismo tiempo? Pues lastima por ellos, porque aun así, seré yo quien te lleve al baile de Navidad.

Draco Malfoy.

PD: Necesito el número de talla para tu vestido.”

Puede que parezca estúpido y bastante ilógico, pero no pude evitar sonreír y sentir mi corazón con solo leer esas pocas palabras. Malfoy podía ser un idiota, realmente un altanero, cobarde, arrogante y pretencioso; pero no iba a negar que muy en el fondo, sabia como hacerme sentir de esta manera… tan rara y linda a la vez.

De repente, el papel ya no estaba en mis manos. Levante la cabeza sorprendida y asustada, pero por suerte solo era Cedric. Le arrebate el papel con la mano y lo guarde en mi bolsillo.

- ¿Enserio iras al baile con…?

- ¡Shh! – le tape la boca con las manos y mire a mis costados por si había alguien, y por suerte, nadie estaba rondando cerca. – Cállate y no lo digas en voz alta, pero si, iré al baile con él.

Quite mis manos y me senté en el banco nuevamente. Él se sentó a mi lado, para mi desgracia, y por varios segundos no hablamos. Sentía mis mejillas enrojecidas y estaba un poco tonta, bastante nerviosa y ansiosa por saber que era lo que pensaba; Cedric era lo que despreciaba en ese momento, pero aun así, seguía siendo mi mejor amigo y el que tanto quería.

- Ya, dime – me mordí el labio inferior, mientras le codeaba el brazo.

- ¿De qué cosa? – pregunto con una sonrisa burlona.

- Ya sabes – musite, y frote mis manos – Solo dime.

- Sabía que esto pasaría – soltó una pequeña carcajada, y por más que no quise, sonreí al escucharla – Desde el principio por favor.

Todo rencor, todo distanciamiento o rechazo, simplemente, se desvaneció en el segundo que comencé a contarle el castigo compartido con Draco. Cedric no dejaba de sonreír y de cargarme muchas veces, incluso me hizo reír en varias ocasiones.

Quería llorar de felicidad al tenerlo en mi vida nuevamente; quería saltar y correr por todos lados, tomarlo del brazo y buscar a Daphne para que seamos nuevamente los tres mosqueteros. Si, era algo gastado la definición, pero no tenía por qué perderse el valor.

Había recuperado a mi mejor amigo, y deseaba más que nada, jamás volver a perderlo.

¡Qué alegría que hayas vuelto!
Me encanto la maratón (: Realmente, pensé que Effy le diría que no a Malfoy sobre el baile. Muero por saber cómo reaccionará todo el mundo al verlos ir juntos.
¡Ceeeeeeedric! :)) Cosita linda (? Espero que deje de cambiar por la estúpida popularidad...
Miranda me cae mal... No creo que sea "mala", en absoluto, es demasiado buena. DEMASIADO. Y bastante quejumbrosa... Por la magnitud de los poderes de Miranda, ella debería cuidar a Effy. No Effy a ella. De todas formas, dudo que Effy se dejaría cuidar. Y, bueno, Miranda tampoco tiene las cualidades que se necesitan para cuidar a alguien.
Como sea, síguela pronto (: