Fly away from here [Draco Malfoy] CANCELADA TEMPORALMENTE

- Cedric, son las una y media de la mañana - dije mientras aprieto los dientes y le lanzo el despertador muggle que he conseguido de mi cuarto.

Mi amigo lo esquivo y me lanzo una mirada de pocos amigos, vi que el también estaba bastante dormido, pero hizo un esfuerzo y camino hacia el baño. Escuche a Amos canturrear diciendonos que nos alistemos rapido porque ya partiremos a la Mundial del Quiddich. Me arrepentí tanto de haber aceptado. Si hubiera sabido que me debería levantar a aquellas horas, definitivamente no hubiera aceptado la entrada de regalo de cumpleaños.

Me levante y fui hacia el ropero donde mi amigo me había dejado un espacio para poner todas mis cosas allí adentro. Me coloque unos jeans, unas zapatillas y una musculosa negra, y arriba una campera de cuero color negra. Ropa bastante Muggle, pero al menos así debemos ir para camuflarnos.

Hice un hechizo en mi pequeña mochila y comencé a poner varia ropa y cosas que me puedan ser de utilidad. Nunca se sabe cuanto podría durar el campeonato, y no llevaría mis valijas en el viaje, así que agradecí las clase de la Academia Beauxbatons por primera vez, ya que siempre enseñaban este tipo de cosas para la comodidad de una "dama". Malditas estupidas.

Acomode mi cabello usando una coleta y puse mi mochila negra con puntos blancos sobre mi espalda. Fui hasta la cocina y desayune rapido lo que Amos nos había preparado. Al parecer el ya se había despertado hace arias horas y solo nos estaba esperando a nosotros dos. Cedric salio ya listo y me sonrío en mi dirección para darme luego un beso en la frente justo cuando estaba tratando de terminar de comer.

- ¿Donde debemos ir, papa? - le pregunto mi amigo.

- Hacia el traslador, y nos llevara un tiempo llegar. A las dos partiremos. - contesto el hombre completamente feliz - Apúrense que debemos reunirnos con los Weasley.

- ¡¿Los Weasley?! - exclame tirando pedazos de mi desayuno.

- ¡Effy! - me reclamo Cedric, pero no le hice caso.

- ¿Eres amiga de los hijos de Arthur Weasley?

- ¡Si! - dije sonriente - Son mis amigos, seguro Harry estará con ellos.

- ¿Harry?

- Harry Potter, papa. Yo te había mencionado que Effy es su prima - le explico Cedric.

- ¡Oh, cierto! - exclamo su padre - Querida ¿te has enterado que Cedric lo venció en el Quiddich en Hogwarts? ¡Mi hijo es un grande! ¡venció al mismísimo Harry Potter.

- Papa, ya te dije que Harry se callo de su escoba - replico su hijo soltando un suspiro. Se lo veía algo incomodo.

- ¡Oh, deja de ser tan modesto! - repuso su padre dándole un gesto con la mano sin importancia - ¿Que esperan? ¿Ya están? ¡Pues en marcha mis pequeños!

Nos levantamos con Cedric y salimos de la casa. Caminamos por unos minutos mientras Amos iba adelante y seguía alardeando de lo grande que había sido Cedric por ganarle al "niño que vivió", ósea a Harry. ¿Acaso de verdad estaba tan contento porque Harry había sido atacados por dementotes y por esa razón había caído? Bueno, orgullo de un padre de un excelente hijo. Aunque debería alardear mas sobre como Cedric era un excelente estudiante, un gran mago y sobre todo una gran persona, no por ganarle un juego a un insignificante juego de Quiddich a Harry Potter.

- Siento lo de mi padre - susurro mi amigo a mi oído, lo que me hizo dar escalofríos por su acercamiento.

- No te preocupes - le sonrío para tranquilizarlo.

Cuando vi cabelleras pelirrojas, corrí con gran velocidad sin importarme si mis pulmones estaban muertos o no, o si mi panza seguía gruñendo como si nunca hubiera comido, o si había dejado atrás a Amos y Cedric. Abrace a uno de los gemelos y el me hizo dar vueltas en el aire una o dos veces.

- ¡Miren! ¡Es la sabandija! - escuche decir a el otro gemelo. Mis amigos estaban riendo y dándome la bienvenida.

- ¡Ven a darle un abrazo a Fredd que es mucho mas atractivo que George! - dijo el pelirrojo una vez que me separo de su hermano.

- ¡Oye! ¡Yo soy mas atractivo! - replico George haciéndose el ofendido.

- Los extrañe, par de tontos - dije mientras abrazaba a Fredd - No saben cuanto.

Me separe del gemelo y me di la vuelta, veía las sonrisas de Hermione, Harry, Ron y Ginny. Abrace a mi querida amiga Hermione, quien estaba con la respiración entre cortada, nunca fue buena para los deportes así que no me sorprendía su estado. Al separarme de ella, me dirigí a Ron, quien estaba sonrojado y con los ojos abiertos.

- ¿Co-como e-estas? - dijo vergonzosamente.

- Dame un abrazo, tarado - dije riéndome y abrazándolo al mismo tiempo.

Ron tardo en corresponder mi abrazo, pero finalmente lo hizo y escuche los aplausos de los demás. Me separe de el y me abalance sobre mi primo, quien cayo hacia atrás haciendo reír a todos. Harry se río y me pidió que me salga arriba suyo, aunque lo ignore los primeros minutos, luego me pare mientras lo ayudaba a el.

- ¡Feliz cumpleaños! - dijimos los dos al unicion y nos regalamos sonrisas al ver que hemos dicho al mismo tiempo. - ¡te he comprado un regalo! - volvemos al unicion y nos echamos a reír para volver a abrazarnos.

- No sabes cuanto te he extraño, Effy - susurro.

- Yo también, Potter - murmure y me separe de el. Dirijo mi vista en Ginny - así que tu eres la hermana de estos tonto ¿No? Un placer, soy Effy Potter - le extiendo la mano y ella la estrecha con la mía. Se veía que era muy simpática y algo tímida, pero presentía que seria alguien importante.

- ¿Que haces aquí? - pregunto Ron.

- Vengo al Mundial del Quiddich - dije como si fuera lo mas obvio.

- Hola Effy. - dijo un hombre pelirrojo sonriéndome. Suponía que el era el padre de los chicos. - Soy Arthur Weasley, el padre de los chicos.

- Un gusto Señor Weasley - dije con un tono mas serio y estrechando la mano con el - Soy Effy Potter, la prima de Harry.

- Si, veo un gran parentesco en ustedes - dijo aun sonriendo. - Bueno ¿Vamos? nos deben estar esperando y estamos un poco retrasados.

- ¿Quienes nos esperan, papa? - pregunto Fredd.

- ¿tu vienes con ellos? - me pregunto el señor Weasley. Asentí con la cabeza.

- Hace unos pocos minutos hemos llegado.

Caminamos un poco mas y allí se veía a Amos sonriente y recibió a el Señor Weasley con un gran abrazo y con alegría. Se veía que eran grandes amigos.

Busque con la mirada a Cedric, pero no lo encontré, así me que acerque aun mas alejándome de mis amigos y cuando me di la vuelta para preguntarle a Amos, alguien me sujeto por detrás abrazándome.

- Idiota - susurre luego de sobresaltarme por el susto - ¿De donde saliste?

- Salte del árbol - dijo como si fuera lo mas comun del mundo.

- Arthur, te presento a mi hijo Cedric - dijo Amos atrayendo con el hombro a mi amigo, provocando que nos separáramos.

- Un gusto Cedric - sonrío el señor Weasley.

- Hola - susurro Cedric con las mejillas enrojecidas a todos.

- Chicos, Cedric es mi mejor amigo - dije mientras lo abrazaba.

Los gemelos entrecerraron los ojos al igual que Harry.

- ¿Y todos ellos son tus hijos? - pregunto el padre de Cedric.

- No, solos los pelirrojos - contesto Arthur - Los demás son amigos de mis hijos; Hermione Granger y Harry Potter.

- ¡Por las barbas de Merlín! - exclamo Amos - ¡¿Harry Potter?!

Harry asintió algo incomodo.

Luego de un incomodo momento donde Amos volvía a alardear sobre que su hijo le había ganado al mismísimo Harry Potter - aunque Cedric había vuelto a protestar de que fue porque mi primo se callo de la escoba - nos dirigimos hacia una vieja bota que era un traslador. Cuando se hizo la hora, comencé a sentir que mis pies no tocaban el suelo y que todo estaba dando vuelta. El señor Weasley nos dijo que soltemos, pero antes de que lo hiciera, Cedric me sujeto de la cintura atrayéndome hacia el. Por la mirada de George, supe que lo estaba asesinando con la mirada.

- Comienza a caminar - me dijo mi amigo.

- ¿En el aire? - dije abriendo los ojos.

- Solo hazlo - se río.

Hice lo que me dijo y observe como todos cayeron sobre el suelo, dándose un gran golpe. En cambio, Cedric y yo - junto con Arthur y Amos - caminábamos en el aire hasta que tocamos los pies en la tierra. Ayude a levantar a Ron y a Hermione.

- Se ve que eres muy amiga de Cedric - me dijo entre susurros mi amiga.

- ¿Que? - fruncí el seño - No pienses cualquier cosa. Cedric es mi mejor amigo.

- ¿Y esa cadena? - pregunto Ginny acercándosenos.

- Me la regalo Cedric para...

Y antes de que pudiera terminar, Hermione y Ginny soltaron un pequeño gritito atrayendo la atención de los hombres. Genial, muy genial. Si había soportado dos horrorosos años a las idiotas de la escuela Francesa, no entendía porque ahora tenia que soportar a dos chicas gritonas y cursis; a una vieja amiga, y a la hermana de un amigo.

- Bueno, nosotros nos separamos aquí - dijo Arthur aun sonriendo - Nos veremos en cuanto inicie - sonrío contento.

- Claro que si, amigo mio - respondió Amos - Effy, ¿Vienes con nosotros? ¿O iras con tus otros amigos?

Quería ir con Harry, con Hermione, con Ron con los gemelos, con la Familia Weasley, pero no podía dejarlos tirados a Cedric y Amos. Ellos me habían recibido en su casa con los brazos abiertos todos aquellos días que habían pasado, me habían apoyado cuando mis abuelos aparecieron de la nada para llevarme devuelta con ellos. Amos los había convencidos para que volvieran a su hogar mientras ellos me cuidarían. Los Diggory era mi segunda familia, su hogar era mi hogar, ellos formaban algo esencial en mi vida. No les podía dar la espalda por mas que quisiese con todas mis fuerzas a los pelirrojos y Harry fuera mi primo.

- Iré con ustedes - dije sonriendo - Nos vemos luego, muchachos - salude con la mano a los demás, pero las caras de los gemelos mostraban resentimiento. Luego todos se mostraron sorprendidos cuando Cedric me atrajo hacia el y yo recosté mi cabeza en su hombro.

- Claro, ella se va con su novio ¡La pulga tiene novio, George! - grito Fredd.

- Cuanto pasa el tiempo, Fredd, cuanto pasa el tiempo - simulo el otro Weasley que estaba llorando .

- Ojala, niños. Ojala sea así - suspiro Amos.

Cedric y yo nos miramos sorpresivos ante la confesión de su padre. Luego miramos a Amos y el solo se echo a reír. Nos separamos algo incómodos, y escuchamos a los demás reírse mientras caminábamos a una dirección contraria a los de ellos.

¿Enserio? ¿Cedric y yo? ¿Los dos como novios? Era algo casi imposible. Cedric estaba enamorado de otra persona, yo… yo me iba a enamorar de Malfoy ¿No?

Una hora despues.

Luego de que nos acomodaramos en la carpa, que adentro parecia una hermosa casa, Cedric me pregunto si quería ir a ver las carpas decoradas de Iranda y Bulgaria. Acepte, deseosa de ver si el Ministerio de Magia los regañaba o algo por el estilo, de paso averiguaria porque el ministro estaba tan interesado en lo que me sucediese o dejase de pasar. Como habia dicho Cedric, habia algo que ellos me ocultaban y yo estaba en todo derecho de saber que era.

Deje mis pensamientos aun lado cuando escuche que Amos nos dijo con voz burlona de que la pasaramos bien y no tardemos en venir. El padre de mi amigo estaba siendo demasiado cargoso desde que confeso que amaria que los dos estuvieramos juntos, pero a mi y a Cedric nos incomodaba bastante, tanto que no hablamos casi nada en el recorrido. Yo solo me limitaba a observar familias de magos, preguntandome con dolor que si mis padres aun estuvieran vivios, quizas seriamos como aquellas familias. Quizas, si Lord Voldemort hubiera sido derrotado antes, hubieramos venido al campeonato Mundial de Quiddich con Harry, con mis padres y sus padres, con Lupin y Sirius. Hubieramos sido todos una familia muy unida.

Sentí chocar contra alguien, pero antes de que pudiera levantar la vista, Cedric se coloco al frente mio.

- ¡Ten mas cuidado! - exclamo alguien, con la voz fria y arrastrada - Pero miren, es Diggory, y seguro que la que esta atrás tuyo debe ser tu noviecita.

- Cierra la boca, Malfoy - dijo Cedric molesto.

¿Draco? ¿Habia empujado al odioso rubio platinado? Santa mierda.

- ¿Qué sucede, Draco? - pregunto una mujer.

No podia ver bien, porque Cedric era mas alto y grande que yo, pero podia ver si me ponia en puntas de pie las tres cabelleras rubias.

- Nada, madre. Solo un muerto de hambre - contesto Malfoy.

- Vamos, Draco. No es necesario rebajarse para hablar con personas sin importancia.

- Como digas padre. Saludos Diggory, y a tu noviecita… ¿Cómo se llama? Oh, no me lo digas. Segura que es una sangre sucia.

¡Ya! Eso habia sido la gota que revalso el vaso.

- Creo que ya se lo he dicho a Parkinson y tu has oido bien, Malfoy. - dije haciendo a un lado a Cedric. Los tres Malfoy’s voltearon a verme sorprendidos - No soy de sangre muggle, y si asi lo fuera, preferiria serlo a ser una maldita sanguijuela que tiene a toda la maldita casa de Slytherin para servirle y salvarle de todas las palizas que se mereces por ser un altanero y cobarde. Y por si no lo recuerdas, soy la hija de Helena Black y Jacob Potter. Soy Effy Potter. - el rubio abrio en grande la boca, pero enseguida la cerro. Observe a sus padres quienes me seguian mirando - Señor Malfoy, Señora Malfoy, les sugiero darle mas educación al idiota de su hijo. No creo que, con todos los magos peligrosos que hay ahora, se las dé de alardear. Con permiso.

Tome a Cedric del brazo, desapareciendo de la vista de aquella familia rubia. Sentia mi corazon latir con fuerza hasta casi arrebatandome la respiracion de mis pulmones. Pensé que la vez que lo fuera a ver, seria en Hogwarts y no de aquella manera, pero como las cosas se dieron, no podía quedarme callada dejando que el castaño enfrentara todo el solo.

- Eres mi heroe, Effy - dijo Cedric una vez que estuvimos lo suficiente lejos.