Perfectas asesinas {NC

Capitulo 018

Las paredes comienzan a caer en pedazos

Sacar a James de quicio no había estado en mis planes los últimos diez minutos, soy mujer y tardo más que un hombre en arreglarme, bueno, Harry tardaba más que una mujer. Llevaba media hora haciéndome tonta dentro del baño, estaba pensando en hacerlo llegar tarde y que todos se enojaran con el pero realmente se había enojado conmigo; llevaba cinco minutos golpeando la puerta y gritando que la iba a derribar si no salía.

— ¡Maldita sea, Alexandra! —Golpeo nuevamente la puerta— ¡Llevamos diez minutos de retraso por tu culpa!
—Señor gruñón, vuelva a decir mi nombre completo otra vez y juro que no saldré nunca de aquí —me senté en el borde de la bañera mientras retocaba mi labial.
— ¡Te lo advertí! —me reí imaginando lo que iba a hacer.

La puerta se abrió de golpe mostrando a un James furioso, había parado de reír justo en el momento que me jalo del brazo. No me gustaba que la gente me jaloneara, así que intente zafarme pero él tenía más fuerza que yo.

Él había comenzado a ignorarme. Cuando llegamos me quede impactada con el enorme edificio que tenía justo enfrente, la casa en la que habíamos vivido las chicas y Harry no se comparaba con esto.

— ¿Qué? —gire hacia James.
—Dije que dejes de babear y bajes del auto —genial seguía de mal humor.

Pasamos junto a un hombre que se me hacía tenebroso, le dijo algo a James antes de entrar a un elevador. Cuando subimos en recuerdo me cruzo por la cabeza y golpee a James en el hombro tan fuerte como podía.

— ¿Por qué demonios me golpeas?
—No quiero que vuelvas a llamarme por mi nombre completo o juro que te asesinare —lo mire desafiante.
— ¿Me asesinaras? —Comenzó a reír— Eres una chica muy linda pero no creo que hagas semejante cosa.

Salió del elevador con una sonrisa burlona, realmente no sabía con quién trataba pero si tuviera la oportunidad lo mataría en este mismo instante o bueno eso creía yo.

Busque a las chicas pero no las encontré así que me perdí dentro del baño, no saldría de ahí hasta averiguar donde estaban las chicas y Harry.
Las voces de Zoe y Harry me hicieron salir del baño corriendo, realmente los había extrañado. Estaban platicando en el pasillo y sin pensarlo me avente sobre ellos, realmente había sido una mala idea porque habíamos terminado todos en el suelo.

—Los extrañe demasiado —los mantenía debajo de mí en un abrazo.
—En serio Alex, deberías comenzar a bajarte de nosotros —se rio Harry al ver la cara de Zoe.
—Quiero estar por siempre así —reí mientras me levantaba.
—Para la otra solo te avientas sobre Harry, quizás el si te aguante —se burló Zoe.

Realmente extrañaba pasar tiempo con ellos, podía ser yo sin preocuparme de nada. James estaba mirando la escena desde la terraza, sus ojos se mantenían en mí mientras él hablaba con Zayn.


Los chicos se habían perdido desde hace una hora, todos estaban demasiado extraños y las chicas también. Odiaba cuando los sentimientos se mezclaban con el trabajo. Cambiaba los canales de la televisión, estaba demasiado aburrida como para percatarme de alguien más. Zayn estaba sentado en el sofá reclinable mirándome.

— ¿Qué? —pregunte de mala gana.
—Me parece haberte visto en algún lugar —paso sus dedos por su barbilla intentando recordar donde.
Mi piel se puso de gallina, realmente me había visto en algún lugar antes de estar con James.
—Me viste en la estación de policía muchas veces —le reste importancia.
—Hombre, deja en paz a la chica —se sentó a mi lado Niall—. Ni siquiera la has visto en tu vida.
—Aja.

¿Realmente me había visto en algún lugar? No había estado expuesta nunca y que el pensara que me había visto en algún lugar me ponía mal.
Le había dicho a James que me llevara a casa, él había preguntado si me encontraba bien y solo me había limitado a asentir. No quería decirle porque sabía que él le iba a preguntar a Zayn de que estaba hablando.
Entramos en la casa y fui directamente a mi habitación, no quería hablar con nadie y menos con él. Cerré los ojos intentando recordar donde lo había visto. ¡Maldita sea! Lo había visto en el barrio italiano, no podía creerlo.

Tenía que presentarme en el barrio italiano porque Giorgino Tarantino necesitaba enviar una entrega de alto valor para los demás. Estaba hablando con el fuera de un restaurante ya que él no quería tratarlo completamente en privado.

—Ya sabes, solo necesito que lo protejas con tu vida —me entrego un maletín color negro.
—Bueno, solo lo llevo por la suma de dinero. No quiero trampas esta vez —lo señale amenazante.

El negó con la cabeza y se alejó, mire sobre mi hombro a un chico de cabello negro. Vaya ese moreno sí que era atractivo, le giñe un ojo mientras me alejaba de ahí.

Había coqueteado con un agente del FBI sin saberlo y lo peor es que el comenzaba a recordar donde me había visto. ¡Demonios! Sí que me encantaba meterme en problemas por cualquier cosa y ahora tenía que rogar que él no se acordara de nada o tendría que matarlo antes que diga algo.

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