Perfectas asesinas {NC

Capitulo 011

Click clack, bang bang we in the murda bizznes –Vic Stylinson.

Leves sacudones me despertaron de mi profundo  sueño.
 
—Harry, Harry despierta —su voz aguda en un tono suave se sentía tan cercana que al abrir mis ojos, fue como si un bello ángel estuviese despertándome. Una sonrisa se dibujó en mis labios pero mis ojos volvieron a cerrarse a causa del sueño— oh vamos Harry, hay que irnos —dijo algo frustrado.
— ¿Qué hora es? —pregunté con la voz más ronca de lo normal a causa de mi somnoliento estado.
—Son las seis treinta —habló naturalmente y fruncí el seño viéndolo con los ojos entreabiertos.
—No me levantaré hasta que sean la una —respondí convincente para luego darle la espalda por lo cual sentí un molesto bufido de su parte.
—Vamos no seas niño, debes ir a declarar —me destapó sin previo aviso sin saber que bajo las sábanas no había más que mi cuerpo desnudo porque si, no me gustaba dormir apretado, prefería sentirme libre y eso las chicas lo sabían por eso nunca entraban a mi habitación sin golpear— ¡Estas desnudo! —Dijo apartándose— levántate de una vez —volvió a tirar la sábana sobre mi cuerpo a lo que reí.
—Solo viste mi trasero, no se dé que te asustas, lo bueno está delante —me burlé divertido levantándome de la cama como dios me trajo al mundo.
—No eres gracioso y vístete de una vez —me miró con total seriedad pero no pide evitar sonreír, se veía sexy enojado.
Sin prisa, me puse a revisar su armario en busca d algo que ponerme.
 
—Te espero en el living —dijo al fin antes de retirarse y cerrar la puerta.
 
 
—Eres un insolente ¿Sabes? No sé cómo te atreves a dormir desnudo y encima pasearte así por mi casa —rompió el silencio sin quitar las manos del volante.
—Dijiste que me sintiera como en mi casa —me encogí de hombros y puse mi mejor cara de "yo no fui" con la que solía comprar a las chicas cuando quería algo.
—No me conmueves —soltó toscamente.
—Ni siquiera lo intento —lo miré ahora de mala gana cruzándome de brazos recostándome en el asiento de co-piloto.
— ¿Enserio tienes la costumbre de andar desnudo por la vida? —me miró de reojo con cierta confusión por lo cual reí inevitablemente.
—Pues sí, me gusta ser libre —rodó los ojos.
— ¿Vives con cuatro mujeres y te paseas desnudo por la casa? —Preguntó desconcertado— ¿Qué sucede con la juventud ahora? —exclamó resignado negando reiteradas veces con la cabeza.
—Nunca había tenido una charla tan estúpidamente entretenida como esta —sonreí con diversión— pero déjame aclarar que tengo mi habitación en donde tengo mi intimidad, jamás le faltaría el respeto a mis chicas paseándome desnudo por la casa -hablé enserio.

—Me alivia escuchar eso.
Hubo un largo silencio hasta que llegamos a la estación en donde ambos bajamos del auto y lo seguí.
 
—Oye ¿Alguna de ellas es tu novia? —tosí atragantándome con mi propia saliva para luego largar una carcajada por lo cual volteó a verme desconcertado— ¿Cual es el chiste? —preguntó serio.
—Solo diré que no son mi tipo —hablé cesando la risa— sin contar que son como hermanas para mí.
Asintió satisfecho, como si mi respuesta hubiera servido de algo y luego siguió caminando.
 
 
Me había aburrido todo el día en la estación encerrado en un cuarto de interrogatorio dibujando garabatos en un papel, bebiendo café y comiendo algunos sándwiches con gusto a cartón. Varios oficiales habían pasado a verme asegurándome de que estuviese bien, pero realmente quería asesinarlos a todos.
 
—Styles ¿Necesitas algo? —preguntó desde la puerta Zayn, la futura víctima de mi bella Vane.
— ¿Dónde está Vanessa? Quiero verla —me paré de inmediato queriendo salir de allí.
—Oh ella no está aquí, pero le mandaré tus saludos —dijo y sin más salió dándole un golpe a la puerta lo que me hizo enojar.
 
 
Una vez más, regresábamos al departamento en la patrulla, estaba cansado de no hacer nada, no estaba preso pero era como si lo estuviera, no podía salir y extrañaba a mis chicas, la situación estaba hartándome, no sabía cuánto más aguantaría levantándome a las seis de la mañana, sin adrenalina, sin sexo, sin nada más que pasar mi día encerrado.
 
—Más te vale ordenar algo bueno para la cena porque tus compañeritos policías me mataron a hambre ¿Acaso no saben que estoy en plena etapa de crecimiento? Necesito alimentarme —protesté dejando salir mi diva interior aunque de inmediato me arrepentí al sentir su risa lo cual me molestó aun más— no hice ningún chiste —lo miré seriamente.
—Lo siento, no fue por lo que dijiste, sino como —seguía divertido a lo que rodé los ojos soltando un bufido.
—Escúchame bien —comencé viéndolo fijamente— no soy un niño pequeño para que me lleves de aquí a allá, se cuidarme solo y se hacerlo muy bien así que he decidido que me iré esta misma noche de tu departamento —afirmé con seguridad.
—No puedes hacerlo, estas bajo mi cargo y eso me traería problemas, no lo permitiré.
—Pues ¿Sabes qué? Me importa una mierda cuantos problemas pueda traerte porque no hay nadie en este mundo que me importe menos que tú ¿Ok? —ahora si estaba enojado pero el parecía divertirse.
—Ya calma el berrinche niño bonito, te compraré comida china —detuvo el vehículo en el estacionamiento del edificio.
— ¿Acaso crees que puedes comprarme con comida? —Me miró de reojo dándome a entender que sí— tú no me conoces, me iré ahora mismo y no estoy bromeando —bajé del auto en dirección opuesta al edificio por lo cual sentí de inmediato como caminaba tras de mí.
—Vamos Harry, no me hagas utilizar la fuerza —hablaba con pesadez, pero ni siquiera lo miré, seguí caminando a paso apurado con intenciones de irme de allí, estaba realmente decidido a hacerlo.
—Harry, contaré hasta tres y si no te detienes te meteré a  mi departamento a la fuerza ¿Esta claro? —Sonó algo rudo pero poco me importó, no frené mi paso— Uno —se detuvo— dos —otra breve pausa— tres —sin darme tiempo a nada corrió delante de mi interceptándose en mi camino y en un abrir y cerrar de ojos me cargaba sobre su hombro.
—Suéltame idiota —patalee pero tomó mis piernas de una manera que las dejó inmóviles, aunque mis brazos estaban libres y le di unos cuantos golpes de puño en su espalda.
—Te lo advertí Styles —dijo con calma, como si nada de lo que estuviese haciendo le afectara.
Entramos al edificio bajo la atenta mirada del portero quien obviamente no entendía nada.
 
—Me he visto obligado a traer el trabajo a casa señor, pero no se preocupe, no causará problemas —habló mientras me cargaba hacia el ascensor— ¡y tu deja de golpearme! —protestó dándome un sacudón que me hizo sujetarme con fuerza porque por un momento, creí que me dejaría caer al piso.
—Solo si me dices que sigue en pie lo de la comida china —bufé resignado, él no me soltaría y yo moría de hambre, por lo cual me calmé solo dejando que me llevase.
—Sigue en pie —iba a bajarme pero lo agarré una vez más— ¿Qué haces? —preguntó sosteniéndome una vez más.
—Tu hombro es cómodo, o me llevas o me escapo —pude sentir un bufido salir de sus labios y no dijo más.
 
La cena había estado de maravilla. Me gustaba salirme con la mía, al menos sabía uno de sus puntos débiles; su trabajo. Podía extorsionarlo un poco, lo haría cumplir mis caprichos, definitivamente, podría acostumbrarme a ello. 

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Capitulo 012

The feelings left behind when duty calls.

«A veces hay que tomar las cosas con precaución, nunca te dejes guiar por las simples apariencias.»
Siempre repetía aquella frase que mi madre me había enseñado cuando tenía seis años, no es fácil ver morir a tu familia una semana después y luego entrar al mundo de la gente que la asesino. El recuerdo de ese día pasaba por mi cabeza como flashes de cámaras, podía ver algunas cosas pero después aparecía ese flash que impedía que recordara más.
Me levante de la cama dispuesta a tomar un respiro de toda esta mierda, solo quería un poco de tiempo para aclarar mi cabeza y dejar a un lado los sentimientos.

—¿A dónde vas?—su voz resonó detrás de mi
—Solo quiero tomar un poco de aire ¿acaso es mucho pedir?
—No, lo siento. Eh… pedí pizza para comer.
—Bien. Sera mejor que me apresure… nos vemos.

Salí al jardín y me senté sobre el pasto, me sentía extraña al mirarlo ya que tenía un gran moretón en su ojo izquierdo y yo era la culpable de ello. Mire mi reloj y marcaban las 11:00 pm, pase una hora organizando mi cabeza y aun sentía una extraña sensación dentro de mí. Me levante con cuidado mientras me sacudía el pasto de mis pantalones, la casa estaba completamente en silencio y James se encontraba en el sofá durmiendo plácidamente, no quise despertarlo así que me fui a directo a mi dormitorio.


—No me gusta ver triste a mi pequeña —Limpio una lágrima que caía por mi mejilla.
—No estoy triste… simplemente… tengo una sensación horrible, mami —mire hacia el suelo.
—Nada pasara, te aseguro que esa sensación desaparecerá muy rápido—me consoló mi mami mientras me arropaba, me encantaba cuando ella me arropaba.
Escuche voces en la planta de abajo, esas voces me daban mucho miedo. Me levante de mi cama para esconderme dentro del armario, sus voces se escuchaban cada vez más cercas.
— ¡Te lo advertimos, Mare! Tu marido fue el primero en morir, ahora tendrás que atenderte a las consecuencias —el sonido de la puerta abriéndose de golpe me asusto más.
—¿Dónde está esa pequeña tuya?
Podía ver muy poco desde el armario pero todas las cosas del cuarto estaban siendo aventadas por unos hombres, me adentre un poco más al armario para que no me descubrieran y me hicieran daño. Las suplicas de mi mami eran constantes.
—Tu hija tendrá que salir —un arma salió de su enorme abrigo—, no dejara que su hermosa mami muera ¿verdad, Alexandra?
Mi nombre se escuchaba horrible cuando él lo decía, mis manos temblaban pero no hacía frío, solo quería salvar a mami. Escuchaba contar al hombre malo cuando llego a uno corrí hacia mami, había salido de mi escondite todo por salvarla.
— ¡Por favor! ¡No le hagan daño a mami! —me aferre al cuerpo de mi mami, ella lloraba como yo ¿Qué había hecho ella? ¿Por qué nos molestaban?
—Dile adiós a mami, cariño —el hombre malo me empujo lejos de ella mientras apretaba su arma.


Desperté exaltada, lágrimas caían por mis ojos, decidí darme una ducha para poder despejar mi mente. James quería que lo acompañara a la estación para terminar algunos trabajos que tenía pendientes.

—¿Te encuentras bien?—pregunto mientras subíamos a su Ferrari
—Sí.

Cuando entramos en la estación algunos compañeros de James comenzaron a reír, creo que ya habían visto su pequeño "gran" moretón.

—¡Hey, James! Se puso caliente la cosa anoche eh…
—¡Cállate! Tuve un pequeño accidente, solo eso —termino murmurando lo último para sí mismo.

Entramos en su oficina y me senté en su silla giratoria, él me había dejado ahí sin decirme nada quería pasearme por ahí y buscar una máquina de golosinas pero no tenía dinero, así que era mejor quedarme en donde estaba. Pase diez minutos girando en esa silla negra, comenzaba a aburrirme así que salí en búsqueda de James.
No había mucha gente por los pasillos así que iba a ser fácil encontrarlo, doble en la esquina a la derecha y no podía creer lo que estaba viendo… mi mayor sueño, el anheló de toda chica como yo… una máquina de golosinas. Ah… y también estaba el con una pelirroja hablando o eso era lo que parecía. Me acerque un poco más y me percaté de que no hablaban sino que estaban besándose, me sentía molesta por dos razones… Una: estaban recargados en la máquina de golosinas y dos: me había dejado sola por tanto tiempo por estar con ella.

—Disculpa… serias tan amable de dejar de manosearte en frente de la máquina

Los dos se sobresaltaron al escucharme, James solo me veía asombrado y un poco molesto, lo último que recuerdo fue que me tomo por la muñeca y me llevo hasta su auto.

—¿Qué coños hacías vagando por ahí? —su voz fue muy ronca.
—Wow… yo solo quería ir a buscarte para decirte que me quería ir —me cruce de brazos.
—Me había olvidado de ti por completo —murmuro frustrado
Eso me había dolido. Nadie me había dicho que se había olvidado de mí. Una lágrima comenzó a rodar por mi mejilla.
— ¡Eres un tonto!
—Lo siento… no quería decir eso
— ¡Creo que quiero golpearte de nuevo en estos momentos! —grite en su dirección

Capitulo 013

Mr. rude, mysterious and crazy, laughing like a child

— ¿Te demoras mucho? — preguntaron tras la puerta, observe mi reflejo, ya estaba lista, completamente vestida y arreglada, solo necesitaba un poco más de tiempo.
—¡Aguanta Malik!— grite y baje la mirada de mi reflejo. 
—Te esperare en la sala ¿ok? — no respondí, espero lo haya tomado como un si.
 
Suspire y me concentre en mis pensamientos. ¿Qué demonios había sido lo de esa noche?, me habia visto tan débil, tan frágil, tan ¡estúpida! Era simplemente inaudito que esto me pasara, mucho menos delante de mi víctima, inaceptable para una asesina de mi nivel; no podía permitir que esto volviera a pasar, una cosa era actuar como una niña inocente, otra muy diferente era dejar que tu personaje te ganara, ser y actuar deben mantenerse en su lugar de diferencia. Zayn Malik no es más que otro trabajo. Mi vida y mis demonios son ahora del pasado, no importan. Debo estar concentrada, entre más rápido acabara con esto, más rápido podía huir y simplemente olvidarlo todo.
 
Lave mis manos, di un suspiro, concentre mis pensamientos y salí de allí, agarre mi bolso y salí, baje las escaleras del Pent-house y me dirigí a la puerta sin siquiera dedicarle una mirada al moreno. No hablábamos desde esa noche ya que ayer había estado hasta tarde en la estación y yo había optado por quedarme.
 
— ¡Hey! — me giro con delicadeza con su mano en mi brazo, le observe con mi mejor cara. 
—Llevas apurándome toda la mañana, vamos— me gire, pero Zayn volvió a buscar mi mirada, esta vez colocándose entre la puerta y él.
— ¿Estas bien? — rodee lo ojos y asentí. Zayn imito el acto y mi observo con tanta firmeza que por un momento me hizo temblar, pero solo por un segundo. —Entonces no hay nada que explicar, no sé, como lo que paso hace dos noches— dijo con cierto tono de comprensión. Ok, era el momento de aclarar las cosas y pintar una raya. —Puedo ayudarte—
—Zayn— suspire, sería difícil no gritarle que no se metiera en mi vida, debía ser controlada y lo más respetuosa posible, como dije, difícil —Eso jamás paso ¿si? — su mirada confusa me detallo —No muestro mis sentimientos, no soy débil, y esta no es la excepción, no será contigo, no será ahora y…— me interrumpió, mala manera de empezar la conversación.
—Mostrar tus sentimientos no te hace débil— el tono condescendiente de su voz me empezaba a molestar.
—Por supuesto que te hace débil, le muestras a las personas con que derribarte con que…— si me volvía a interrumpir le iba a zampar una bofetada en la parte que callera de su bello rostro.
—¡Claro que no! — dijo como desconcertado —Mostrar tus sentimientos solo te hace humana—
—Entonces no quiero ser humana— respondí, esta vez interrumpiéndolo yo. Guardo silencio, con su rostro desconcertado, por fin un poco de silencio para terminar con lo que debía decirle; además era la verdad, yo no soy humana, no según él, para las personas como Zayn Malik, yo soy un monstruo asesino, tal vez no moleste mucho la idea de serlo —Mira Zayn, comprendo tus intenciones, pero no necesito ni tu lastima ni tu ayuda, estoy bien, la ridiculez de anoche no se repetirá estate tranquilo; ahora vámonos que llegaras tarde— me gire y abrí la puerta, sin importarme si me seguiría o no fui a el ascensor y lo pedí oprimiendo el pequeño botón.
 
Pocos segundos después Malik se acomodó a mi lado, con su ceño fruncido y su mandíbula tensa, la misma expresión que tenía el día que lo vi por primera vez, incluso un poco más seria y firma. Bufé y entre al ascensor cuando tintineo y las puertas color oro se abrieron, el trayecto hasta el primer nivel fue silencioso y estancado en sentimientos; no me importaba lo que pensara de mí ahora, no importaría en unas semanas cuando dejara de pensar en sí.
 
{…}
 
El impala se detuvo y Zayn bajo cerrando la puerta con fuerza, sin importarle si me quedaba o bajaba.
 
—Inmaduro— susurre antes de bajarme. No podía soportar la verdad, eso era lo que pasaba.
—No toques nada, no hables cuando no te lo pidan y no hagas nada que yo no te diga ¿Esta claro? — hablo mientras caminábamos por el aparcamiento.
—Claro y ¿Qué más? ¿Solo voy al baño cuando me digas? Si quieres dejo de respirar solo para cuando tu me digas— hable enojada, no iba a permitirle que me manejara de esta manera, como una muñeca de trapo. Independiente de que fuera una persona de carácter de mierda o poco de amor a las órdenes, cualquier persona consiente odiaría este tipo de trato. Zayn me observo con chispas en los ojos, parecía a punto de estallar —Soy una persona Zayn, no me vas a encerrar en cuatro paredes las 24 horas del día a disposición de tus ordenes— el me observo y se mantuvo en silencio unos segundos.
—Tenía entendido no querías ser humana, los humanos son personas, no pidas que te traten como lo que no eres— abrió la puerta y entro solo, hasta ese momento no habia notado la pistola en su pantalón; me quede en silencio, en shock, no iba a permitir que su comentario me lastimara, aunque debía confesar no había sido indiferente a el. Al entrar dejo que la puerta se cerrara en mi cara “Que caballeroso y respetuoso”
 
Abrí la puerta y entre, había muchas personas hiendo y viniendo con papeles, teléfonos y cada una con un arma en la parte lateral de su pierna; me sentí desprotegida al ser la única que no tenía un arma. Busque con la mirada a Zayn, perfecto ahora lo había perdido, aunque pensándolo bien eso no estaba mal, me gire dispuesta a salir de allí, pero un cuerpo alto y fuerte se interpuso ante mi, otra vez había chocado con él.
 
—No te alejes— hablo, con menos enojo del que ya esperaba. Levante la mirada y me observa casi con preocupación. Asentí de mala gana y lo segui hasta lo que supuse seria su oficina, a juzgar por el lugar tenía un cargo importante era grande y con reconocimientos y medallas en las paredes, Zayn fue al escritorio, se quito la chaqueta de su uniforme y la colgó en su silla, para luego sentarse en la misma yo fui directo al pequeño sofá que habia en la esquina de la oficina, junto a un montón de papeles amontonados, voltee mi mirada a estos, una carpeta color beige se reposaba sobre ellos, el titulo casi me hace infartar allí mismo. En letras grandes y resaltadas decía:
 
“LAS JOYAS DE LA MAFÍA”
 
Me sofoque y sentí el aire detenerse en mis pulmones, respire hondo y trate de parecer intacta por mis pensamientos. Nos investigaban, al menos a las personas bajo ese nombre. Asustada, eso estaba, ese nombre era tan solo pronunciado por gentes del bajo mundo, nadie fuera de allí tenía permitido pronunciarlo, porque de lo contrario, nos enteraríamos, siempre nos enterábamos de todo, allí era cuando aquel sapo era eliminado.  Tenía que saber quién había sido el traidor e informales a los chicas y Harry.
 
—¿Quiénes son las joyas de la mafía? — pregunte evitando sonar muy obvia, intentando sonar  muy inocente. Dudaba que Zayn me contestara, por su faceta de hombre grosero, orgulloso y enojado. Me observo desde su asiento tras el escritorio y luego a la carpeta junto a mi. Casi pude ver tras sus ojos la lucha por responderme o no. Devolvió la mirada a sus papeles y supe que no iba a responderme. 
—Un proyecto fantasma— respondió, sorprendiéndome. 
—¿Qué es un proyecto fantasma? — me acomode mejor en mi puesto y lo observe suspirar, mirarme por unos segundos y volver a fijar su vista en su papeleo.
—Un proyecto fantasma es un pista que aun no es cien por ciento confirmada, las joyas de la mafia fue una acusación que hizo uno de los preso sobre unos asesinos que…— Mi enojo estallo sin querer
—¿Quién fue el idiota que…— la mirada de Zayn fue directo a mi, recordándome donde estaba —El idiota que acuso a unos asesinos— corregí pareciendo natural, Zayn no dudo y volvió a su papeleo.
—No sabemos aún si sea o no real eso, estamos investigándolo aun, por el momento estamos concentrados en otra cosa— asentí y me acurruque en el sofá observando a Zayn trabajar. 
 
Cada vez que leí algo importante o confuso acomodaba sus hombros tensos hacia adelante y cuando encontraba algo bueno los relajaba y respiraba con pesadez, tecleaba con el ceño fruncido y lo relajaba apenas despegaba los dedos del teclado, tenía una curiosa manera de respirar relajo, pegaba su lengua a sus dientes al sonreír y arrugaba su nariz cuando algo no le funcionaba, por alguna razón observarlo y detallar su comportamiento hacía del tiempo menos aburrido el estar aqui; me mirada de reojo y yo le sonreía sin obtener respuesta de él. Cuando ya había almacenado cada comportamiento de Zayn Malik en el trabajo en mi mente logre reaccionar de lo extraño que era, desvie la mirada y me concentre en lo que en verdad importaba, matar al soplon.


—Habia olvidado decirte algo— Hablo Zayn, lo observe y me miraba sin expresión —Tu amigo Harry estuvo ayer aquí, te ha mandado saludes— por primera vez me sentí feliz en el día, sonreí ampliamente.
—Genial, ¿Cómo está? ¿Está bien? — hable emocionada, extrañaba a mis joyas de la mafia, los extrañaba con toda la fuerza de mis huesos. La mirada de Zayn me escruto de completa antes de responder.
—Si te emocionaras así por mi nuestra convivencia sería mucho mejor— la primera broma de Zayn en el día, rodee los ojos, aunque en parte me alegraba dejar la tensión. —Está bien, Louis lo cuida bien, es un excelente agente— 
—¿Cuándo poder verlo, a él y a mis amigas? — pregunte levantándome y caminando a la silla justo del otro lado de su escritorio. Además de extrañarlos debía informarles las nuevas noticias, había que buscar ese soplón y cortarle la lengua.
—De hecho eso iba a decirte, mañana habrá una reunión, lo hablamos con los chicos, por si desean hablar o lo que quieran— sonreí por inercia, no podían tener una mejor idea.
—Eso suena increíble, en verdad extraño a Harry y la chicas— dije más para mi misma que para él, Zayn me observo dudoso, como si fuera a hablar pero luego mantuvo el silencio.
—Ya es medio día, debemos ir a comer ¿Quieres ir a algún lugar en especial? — se levanto y se coloco su chaqueta, imite su acto y lo observe asombrada. —¿Qué? — hablo con una ceja levantada y en tono tosco, grosero.
—Iba a decirte que era un nuevo record de tiempo sin ser grosero pero olvídalo ya la cagaste— sonreí internamente por su expresión confusa y avergonzada —Me gusta la comida mexicana— hable seria y salí de allí.
 
{…}
 
Rodee los ojos, era la tercera vez que la camarera intentaba colocar sus pechos en mi rostro para exponer su esbelta figura a Zayn sentado frente a mi, la próxima vez que lo hiciera le cortaría una con el cuchillo de la mantequilla, lo juro. Además de esto se sumaban las miradas de Zayn hacia esta, instándole a continuar con su exhibicionismo vulgar. Suspire y agarre mi burrito, ninguna zorra me separaría de mi comida. Desvié la mirada y la fije en la gotas que resbalaba de mi soda, ¿estaba molesta? Por supuesto que lo estaba.
 
—Si sigues así con esa cara vas a sacar humo por los oídos— hablo Zayn con tono de burla en su voz, estaba entrando en terreno prohibido.
—Si tu sigues así vas a manchar tu pantalón— le hable con calma, admirando como se atoraba con su coca-cola. Se limpió la boca, me observo con sorpresa, me sentí tirunfadora hasta que su mirada cambio a una divertida.
— ¿Celosa? — no se habia atrevido a decir eso, estaba muerto. Me reí con ironia.
— ¿Celosa? ¿Yo? ¿De la señorita “soy más barata que tu almuerzo”? No me hagas reir Zayn— La carcajada de Zayn estaño, de nuevo la risa de niño de pre-escolar, endemoniadamente dulce.
—No le digas así— dijo Zayn risueño, aunque su mirada me confirmaba que concordaba conmigo —Además yo no dije que estuvieras celosa de ella— me miro con picardía, por un momento no lo entendí, luego me coloque roja, de rabia o vergüenza no me interesaba, roja.
—¿Tú crees que me da celos que coqueteen? Sueña Malik, por mi haz lo que quieras, solo evita que coloque otra vez sus protuberancias cerca de mi comida o mi cara— me sentía rara haciendo este tipo de bromas, no era de hacer estas cosas, solo que, me salían casi naturales.
—Claro, fingiré que te creo— dijo Zayn dándole un mordisco a su burro, mastico y trago aun sin quitar su mirada burlona de mi. —Ahora, aguanta que hay viene tu mejor amiga— dijo entre murmullos. Observe fuera de nuestra mesa y efectivamente la rubia caminaba hacia nosotros batiendo sus caderas y fijando su mirada felina sobre Zayn, como un cazador a su presa.
— ¿Necesitas algo más? — bueno al menos se hubiera tomado la molestia de preguntar en plural. Zayn me observo divertido, sabia lo que pensaba, podía leer el chiste en sus ojos como un telegrama.
—Yo no, ¿y tu? amor— negué sin siquiera colocar atención a la palabra final, cuando reaccione mis ojos estallaron en confusión, observe a Zayn desconcertada y el me observaba sonriente, sin percatarse de nada, la mesera por el contrario escupía llamas por su felina mirada, giro sobre sus talones y salió de allí con las caderas desinfladas.
Zayn de nuevo se rió, lo observe desconcertada.
—Eso fue porque…— espere que completara mi frase.
—Tu no quería que siguiera molestando, yo quería saber qué cara ponían cuando lo dijera, todos ganamos— sonrió complacido, incluso me pareció tierna su sonrisa. Rodee los ojos.
—Estas demente— 
— ¿Y quién no? — sonrió y volvió a concentrarse en su comida.

Hola: