Save me Life {NC

capitulo cinco

por

sophie.

   Moonlight. ¿A quién no le gusta este hermoso lugar? Se ha convertido en mi hogar, a pesar de que no tengo mucho tiempo de estar aquí, me resulta acogedor, aunque conozco los peligros de este. Isabelle y Elena, mis mejores amigas; ambas saben lo que soy, un simple ángel humano, conocido como puro. Caminaba con cierta lentitud por los pasillos, Lena e Isa se habían ido a la cafetería por el desayuno, pero me quedé unos segundos en la habitación cuando pasaron por mí. Estaba sola, y el silencio se adueñaba del largo y solitario pasillo.
   —¿Por qué mejor no nos vamos juntos, eh? Vamos al mismo lugar.
   —Dylan, me asustaste —dije, colocando una de mis manos en mi pecho. Mi corazón palpitaba a gran rapidez—. Em... ¿Vas a la cafetería también? —pregunté, intentando ser amable.
   —Sí, ¿Vamos juntos? —sonrió.
   —Claro. No hay problema —dije.

   Se fue dejándome un casto beso en la mejillas, que causo un sonrojo total en mi rostro. Caminé a la mesa para encontrarme con mis amigos, después de tomar mi desayuno; tostadas, jugo de naranja y unas frutas. Me senté junto a Lena y frente a Isa. Tenía una sonrisa en el rostro sin poder evitarlo, y no me había percatado de ella. Ambas me miraron.
   —¿Algo que debamos saber, Alex? —habló Isa mirando a Lena.
   —No, nada —sonreí mientras el rojo tomaba terreno en mis mejillas.
   —Bueno, está bien —Isa levantó sus hombros, en señal de indiferencia.
   —Nunca imaginé que tendría una resaca tan grande —sonrió Lena.
   —Les advertí, pero ninguno me escuchó. Todos aquí, los que tienen resaca, ignoraron a Alex, pero ahora se lamentan —bromeé.
   —Bueno, tú también tuviste algo bueno, ¿No es así? Dylan no podía dejar de pedirte un delicioso beso. ¿Se lo terminaste dando? —preguntó Harry.
   —Cállate. No lo besé, inteligente. Lo dejé con las ganas, seguro se fue a besarse a otra, no soy nada importante para él —dije, mientras le daba un trago a mi bebida, y me sonrojaba mientras recordaba el beso de hace rato.
   —¿No vas a decir nada de la sonrisa? —me preguntó Lena tomando un poco de café.
   —No. Cambiemos de tema, llevan todo el santo día hablando de la dichosa fiesta, en la que tuve que traerme a este par de mujeres a rastras con un poco de ayuda, porque no podían pararse por mucho tiempo, terminaban en el suelo cantando. ¿En serio tomaron pocas copas? —pregunté extrañada—. No, no me contesten, dije que cambiásemos de tema.
   —No hay problema, comienzo a sentir de nuevo la resaca, y me hace un dolor horrible —bromeó Saga.
   —Ustedes, ¿Les parece si nos vamos adelantando al salón?
   —Em… Claro —dijo Lena viendo extrañada a Isa, y ambas voltearon a mí.
   —Bien. Hasta el almuerzo, muchachos —me despedí.
   —Hasta el almuerzo, chicas —dijo Zayn.
   Nos levantamos, y caminamos lentamente hacia la salida del comedor. Al salir, ambas pararon en seco.
   —¿Qué sucede? —les pregunté. Ambas seguían como pensando en que decir, mientras, yo me estaba cansando de el silencio; tan desesperante y largo—. ¿No van a... ?
   —¿Por qué la repentina gana de salir? —me miró Lena entrecerrando los ojos marrones que posee.
   —¿A las buenas o malas lo dirás? —preguntó Isa levantando una de sus finas y delgadas cejas.
   —De cualquier forma se los iba a decir —me sonrojé—. Dylan... —suspiré—. Me besó en la mejilla.
   —Que lindo, Alex —aplaudió Isa—. ¿Es lo más cerca que has estado de un chico?
   —¡No! —fruncí el ceño—. No... Pero de alguien como él, sí.
   —Me conmueves —rio Lena.
   —¿Y te gustó? —sonrió pícara Isa.
   —Mejor vámonos en serio a la clase, porque ya va a tocar —dije evadiendo la pregunta, con una sonrisa en mi rostro.