Save me Life {NC

Prólogo

-Uno, dos, tres... probando, probando... ¡Bienvenidos a todos los estudiantes! Este año es un grandioso año, disfrútenlo a pleno- la voz de la directora resonó por todas las facultades, desde la de derecho hasta la de literatura, de la de astronomía hasta la de medicina, todos los alumnos escuchaban la sedosa voz de la directora -Moonlight ofrece como todos los años, una fiesta de bienvenida a fin de mes, así que espero ver a los traviesos que pusieron alcohol en el ponche el año pasado y por supuesto a todos los ingresantes de este año, les deseo una gran bienvenida y espero verlos a fin de mes en la fiesta... Bueno eso es todo, que tengan un buen día, recuerden que este mes pasaré por cada facultad a presentarme formalmente, hasta luego- su discurso terminó y todo el mundo siguió en lo suyo.
La directora de Moonlight era aún bastante joven y hermosa. Aún estaba en sus treinta y algo, tenía una buena figura, su cabello era de un rojizo brilloso, sus ojos verdes agua y su voz parecía seda fría. La directora era conocida por su misteriosa y carismática personalidad. Podía ser firme cuando lo necesitara, carismática, graciosa y comprensible con los alumnos, dulce y amable, sonriendo siempre, y aún así seguí conservando un aura de misterio.
Desde hacía más de diez años que estaba a cargo de todo el complejo de Moonlight. El grandioso complejo estudiantil, contaba con más de cincuenta carreras y especializaciones distintas, su educación era de primer mano, los mejores profesores, los mejores elementos, las mejores comidas, todo lo mejor. Claro que era un complejo privado, por lo que no todos se podían dar el lujo de asistir. Para poder ingresar a Moonlight necesitabas ser adinerado y poder pagar sus cuotas, ser realmente inteligente y conseguir una beca o tener alguna conexión importante dentro del complejo, como para poder ingresar. Cada estudiante siempre debía vestir un uniforme diferente, correspondiente a la carrera que estudiaba y dependiendo la estación, uniforme de primavera/verano o de otoño/invierno. Los que seguían astronomía, por ejemplo, contaban con un uniforme de otoño/invierno masculino, el cual consistía en un pantalón negro, una camisa blanca y un saco azul con el logo de Moonlight dorado, el traje primavera/verano femenino, consistía en una pollera corta con tablas gris, una camisa sin mangas blanca y una chaqueta de hilo negro con el escudo de Moonlight en dorado.
La gran universidad de Moonlight, se dividía en diversas facultades de todo tipo de carrera, dentro de cada facultad se encontraba un gran comedor, baños y demás. Los dormitorios femeninos y masculinos se encontraban unidos por un largo pasillo. Al rededor de cada facultad había una gran variedad de plantas y flores. En el centro del complejo se encontraba el departamento principal, el cual no era demasiado grande, debido a que solo contaba un un comedor, un par de baños, la dirección, el cuarto de limpieza central y una sala de trámites. Al lado del departamento principal, se encontraba la sección de deportes, canchas de tenis, fútbol, rugby, etc., también un establo, donde practicaban equitación, también un edificio que contaba con una piscina techada y otra al aire libre. Más adelante, donde empezaba todo el complejo, había una parada de autobús, luego una larga calle que conectaba a la ruta principal. Moonlight, se encontraba aislado del resto de la sociedad, por lo que los estudiantes varias veces se tomaban los fines de semanas para ir a visitar amigos y familiares.
Moonlight parecía perfecto, pero... ¿Qué es lo que había del otro lado? Luego de atravesar todo el complejo, llegando ya a las últimas facultades, donde había un césped verde lleno de flores, caminando solo un par de metros, se llegaba al bosque de Moonlight. Muchos profesores usaban ese bosque para llevar a sus alumnos de excursión, acampar o simplemente dar la clase allí. Los alumnos en cambio lo utilizaban de diversas formas, los más rebeldes se escabullían a sus profundidades para fumar algo o practicar sexo, los más fiesteros solían organizar fiestas a media noche dentro del bosque, algún que otro naturalista solía recurrir con frecuencia allí.
Pero lo que la mayoría de las personas ignoraba era el hecho de que dentro de ese bosque, abitaban espectros, espíritus, se realizaban hechizos de magia negra, se hacían sacrificios, aquellos superhumanos que se encontraban en Moonlight solían alejarse de todo y esconderse en su interior. Múltiples cosas que la gente normal ignora, es lo que la gente especial podía ver.
En el año 1750, el prestigioso y reconocido científico Robert Moonlight, llegó a estas tierras, encontrando un gran secreto en ese bosque. Ese bosque, necesitaba energía humana para vivir. El bosque, estaba vivo, era como una planta carnívora, atraía a sus presas y se las devoraba, o en este caso, mejor dicho, se apoderaba de su energía vital. 
Robert fascinado por su descubrimiento, decidió mantener a las personas aisladas del bosque, para ver qué sucedía. Sin energía para satisfacerse, el bosque comenzó a devorarse a si mismo, consumiendo la energía de los animales que vivían allí, la energía de sus árboles y demás, hasta casi quedar destruido por completo.
Luego de varias observaciones, Robert decidió que el bosque podría alimentarse de energía humana, sin llegar a matar a la persona, lo único que necesitaba era que cierta cantidad de personas estén reunidas constantemente, así podría absorber la energía necesaria cuando lo deseé, sin tener que matar a las personas y permitiendo que las personas a quién arrebató su energía la repongan nuevamente. Pero antes de poder llevar su plan en marcha, descubrió otra cosa más fascinante aún, el bosque, no solo se alimentaba de la energía de las personas, sino que era selectivo a la hora de hacerlo. Escogía a personas con más energía de lo normal, personas que eran capaces de ver lo que otros no, personas que seguían con vida luego de que el bosque absorbía su energía vital. Pero, si no encontraba personas que cumplieran eso, solo absorbía la energía que encontraba, por desgracia, las personas normales no resistían a que tomaran su energía vital y morían. Por lo que Robert reacomodó sus planes y concluyó, que si reunía a un total de cien personas comunes, el bosque absorbería solo parte de la energía cada persona y así sobrevivirían, y si en cambio reunía a un total de cincuenta personas especiales, el bosque se reabastecería con toda la energía de cada uno y no necesitaría más energía por un tiempo.
Fue así como Robert invirtió cada uno de sus centavos en un excelente complejo estudiantil. Y así se inauguró en el año 1793 el complejo estudiantil Moonlight. Robert dirigió el complejo durante solo tres años, cuando su cuerpo fue encontrado tirado en el medio del bosque con el que se había obsesionado. Gerry, el hijo mayor de Robert, se hizo cargo de Moonlight, reformando todo el complejo en el año 1858 y dejando como sucesor a su hija Lucy Moonlight. Desde ese entonces el complejo se ha heredado y manejado de generación en generación.
Esa historia, el la historia de como nació Moonlight, es la misma historia que está escrita en una placa dorada ubicada en la puerta de la dirección, la historia de la que muchos se ríen o simplemente utilizan para atormentar a los miedosos, la misma historia que cuentan los profesores cada vez que llevan de excursión nocturna a sus alumnos, la misma historia que todos creen que simplemente es una leyenda para agregarle emoción a Moonlight, la misma historia que la directora ah escuchado desde su bisabuelo hasta su padre, la misma historia que le ha contado a su hija, la misma historia que ah comprobado que es verdad, pero solo los miembros de la antigua familia Moonlight saben que la historia es verdad. Claro, ellos y aquellos que sienten que el bosque vive realmente, aquellos que ven lo que otros no. Y tú... ¿Qué eres? ¿Te animas a entrar en Moonlight?

Capítulo 001

por

Nina.

-¿Has pensado lo que te propuse?- le susurré sensual al oído.
-Si, lo he pensado cuidadosamente- contestó él.
-¿Y?- alargué ansiosa esperando su respuesta.
-No lo se- susurró delicadamente.
-Entonces si no lo sabes acepta- mi voz salió más brusca de lo que pretendía.
-Sam, me gustaría, pero no se si debería- su tono de voz cansado me irritó.
-Simplemente quiero ir a la misma universidad que mi novio- refunfuñé -Pero sabes que no puedo ir a cualquier universidad, siendo la hija de la directora de Moonlight debo asistir allí- hice mi mejor intento de carita de perro mojado.
-Lo se, al igual que se que si voy a Moonlight, estaré junto a la persona que amo, asistiré a una prestigiosa universidad y podré armar un buen futuro- meditó en voz alta y suave como la seda.
-Entonces deja de pensar tanto y asiste allí conmigo- susurré a escasos centímetros de sus labios y me senté en su regazo -Nico, por favor- le supliqué.
-De acuerdo- suspiró frustrado -Tú ganas- sonrió dulcemente.
-Te amo- susurré y lo besé pasionalmente.
-¿Qué es lo que me has hecho Samanta Whitmore?- preguntó besando mi cuello -¿Qué hechizo has utilizado, para lograr que haga todo lo qué quieres?- preguntó mordiendo mi oreja ésta vez.
-Nose, ¿el hechizo de seducción?- reí inocente.
-Supongo- susurró y juntó nuevamente nuestros labios.
-¿Y... seguirás con la misma carrera?- pregunté mientras desabrochaba su camisa.
-Mmm... claro que lo haré... seguiré estudiando medicina- dijo gimiendo la última palabra.
-¿Medicina?- pregunté en un susurro y mordí su lóbulo derecho.
-Eso es lo que dije- contestó tumbándome en la cama.
-Los uniformes de la facultad de medicina son sexys- reí mientras quitaba su camisa y él besaba mi cuello.
-Lo se- sonrió ampliamente.
-Ya quiero quitarte ese sensual uniforme- susurré al besarlo.
-Pronto, muy pronto muñeca- rió y quitó mi blusa aguamarina -¿Qué es lo que piensas seguir tú?- preguntó entre besos.
-Aún no lo se- suspiré -Pero quizás siga psicología, mi madre quiere que me haga cargo de Moonlight en un futuro, dice que psicología es una gran carrera para utilizar como herramienta- dije resignada -Cree que me serviría para poder dirigir mejor el complejo estudiantil- agregué.
-¿Tú quieres eso?- preguntó mirándome seriamente a los ojos.
-No lo se... pero ahora eso ya no importa- terminé la charla besándolo con pasión.
-¿Y... crees qué es sexy?- pregunté dando un girito.
-¿Realmente debo responder?- preguntó divertido.
-¡Claro que debes responder tonto!- reí junto a él -¿Crees qué a Nico le guste?- pregunté mordiéndome el labio.
-Cualquier hombre caería a tus pies Samantha, son los genes Whitmore, nadie se nos resiste- rió él.
-Tienes razón- sonreí ampliamente -Wow, realmente soy sexy- dije divertida al ver mi cuerpo tendido sobre la cama.
-Deberías dejar de ser tan egocéntrica- dijo seriamente.
-Hermano- alargué -¿Sabes? Cambié mucho desde tu muerte- susurré -Ya no soy la misma que solía ser- agregué.
-Ya han pasado casi cuatro años- dijo con melancolía.
-Te extraño- susurré -Me hubiese gustado que hallas ido a mi graduación, a mi primer fiesta, al viaje familiar... que hubieses estado cuando presenté a Nico, cuando... cuando te necesité- dije con esfuerzo, mientras mis ojos se cristalizaban.
-Sabes que siempre estuve a tu lado- respondió otorgándome un fuerte abrazo y un beso en la cabeza -Siempre estaré contigo, no pienso abandonar a mi pequeña hermanita, te protegeré así me cueste la vida- dijo separándose de mi.
-Liam... tú ya estás muerto- reí inocente.
-Lo se- sonrió con dulzura -Pero de igual manera siempre te cuidaré.
-Lo se, pero... me refería a que me gustaría que estés a mi lado, como en los viejos tiempos- sonreí con nostalgia.
-¿Como los veranos que viajábamos y las peleas infantiles que teníamos?- preguntó divertido.
-Si- reí -Me gustaría poder verte, sin la necesidad de salir de mi cuerpo para poder lograrlo- respondí abrumada.
-Por lo menos, Sam, aún puedes verme- susurró.
-Y no sabes cuánto lo agradezco- sonreí débilmente.
-¿Estás nerviosa?- preguntó mi madre.
-¿Debería?- contesté sin ánimos.
-Samantha- regañó.
-Ir a un lugar alejado de toda la sociedad, de toda la civilización, de todo tipo de moda...- fui interrumpida por ella.
-Estaba pensando, en agregar un centro comercial cerca del bosque, para que los estudiantes puedan disfrutar aún más- sonrió con dulzura.
-¿Es en serio?- pregunté atónita.
-Muy- respondió.
-Bueno, creo que asistir a Moonlight no es tan malo- sonreí.
-Sabes que debes asistir allí, tu tatarabuelo asistió allí, su hijo, el hijo de su hijo, mis padres inclusive se conocieron allí, yo asistí allí, tu hermano inclusive asistió un par de años, lamento que seas tú la que deba hacerse cargo de Moonlight, se que era tu hermano el próximo sucesor, pero él ya no está aquí- sus palabras provocaron un fuerte dolor en mi pecho.
-Lo se- susurré casi inaudiblemente.
-Mira el lado positivo hija- animó ella -Tendrás un cuarto para ti sola, Nico será becado, tendrá su cuarto propio, podrán verse todo el tiempo, además, Moonlight es un gran complejo, tu hermano la pasaba bien- sonrió, por algún motivo, la voz de mi madre, siempre me relaja, es como si la seda suave y fría cubriese mi cuerpo.
-Supongo que tienes razón- sonreí -Tengo todo a mi favor- reí como niñita -Incluso, un auto rosa ¿verdad?- inquirí cuidadosamente.
-Hablaremos sobre tu futuro auto en un futuro cercano hija- rió ella -Mientras tanto camina.
-Pero madre- dije exaltada -Entre cada facultad, hay por lo menos 350 metros de distancia- agregué abriendo mis manos lo más que pude.
-Hija, no exageres- rió -Puedes usar una bicicleta, si crees que hay mucha distancia- rió con ganas.
-Olvídalo- refunfuñé.
-Te compraré el auto que quieras, si apruebas con un buen promedio el primer semestre- prometió divertida.
-Lo haré- exclamé emocionada -Definitivamente lo haré, es solo un semestre, solo eso- mascullé con ganas.
-Bien hijita, ahora baja, hemos llegado- anunció mi madre al estacionar.
Bajé del auto cuidadosamente, asombrada al ver personalmente el legado que ha sido heredado de generación en generación. Moonlight. Realmente era algo fantástico, parecía como si el libro de Harry Potter hubiese tomado vida frente a mi.
-Esta es la llave de tu cuarto- dijo mi madre entregándome un lujoso juego de llaves de plata.
-¿Para qué hacer llaves de plata, si con unas normales alcanza?- pregunté curiosa.
-Hija, aquí nada es normal- sonrió ella -Lo entenderás algún día, pero ahora, debes prepararte, claro, si quieres un buen semestre- rió ella.
-Si, si, si- asentí energéticamente -Quiero un buen semestre- sonreí de oreja a oreja.
-Bueno, debo cumplir con el rol de directora, nos vemos luego- sonrió mi madre y se marchó caminando elegantemente.
Suspiré, estaba ansiosa, asustada y energética al mismo tiempo. Decidí caminar un rato antes de dirigirme a mi dormitorio, al cual ya habían llevado mis maletas y demás.
Moonlight era realmente asombroso, el simple hecho de pensar que todo esto ah pasado de generación en generación, de solo saber que la próxima en heredar el trono seré yo, simplemente el solo pensarlo, provoca que mi piel se erice.
-Me pregunto si Nico ya habrá llegado- susurré para mi misma.
Seguí caminando hasta toparme con el edificio principal. Decidí recorrer su interior antes de dirigirme a mi cuarto. Entré cautelosamente y vi lo más glorioso que cualquier chica puede ver. El hombre más perfecto que vi alguna vez. Alto, cabello un poco largo de un castaño casi rubio, una naricita delicada, buen cuerpo, aunque demasiado delgado para mi gusto, básicamente, un dios griego.
Definitivamente, ese chico, estaría entre mis sábanas en menos de lo que canta un gallo. Si bien le había prometido a Nico, que no lo volvería a engañar, ya había pasado poco más de un año desde la última vez que lo hice, no es que me enorgulleciera hacerlo, pero luego de la muerte de Liam, desarrollé una extraña adicción al acostarme con chicos demasiado guapos. Si bien cuando conocí a Nicholas, mi actual novio, intenté dejar atrás esa estúpida y lujuriosa adicción, no me fue posible y terminé engañándolo al rededor de quince veces. Si bien él lo sabía, siempre me lo perdonó, con el tiempo, pude dejar mi manía del sexo atrás y conformarme solo con mi novio. O por lo menos, eso creía, desde hace ya más de un año.
Observé atentamente al chico, su uniforme pertenecía al de astronomía, pantalón negro, zapatos, camisa blanca y chaqueta azul, reí mentalmente al saber que gracias a que era una obsesa de la moda, me puse a ver todos los distintos uniformes de las diferentes facultades, y el de astronomía había sido uno de mis favoritos. La chica que hablaba animosamente con él, pertenecía a la facultad de economía. Pantalón blanco, unos zapatos negros con un poquito de taco, camisa negra y chaqueta beige, definitivamente, ese uniforme estaba en mi lista roja, el uniforme de otoño/invierno de la facultad de economía, no me agradaba.
Caminé lentamente hasta mi futura presa, sin perder ni un segundo de vista a ese dios griego. Antes de llegar a él, miré su escudo de Moonlight dorado en su chaqueta, el cual tenía un cuatro romano en el, lo que significaba que se encontraba en cuarto año de astronomía. Perfecto, era mayor que yo y eso me agradaba.
-Disculpa- interrumpí a la animosa chica con mi voz más tierna y adorable -Lo siento, pero soy nueva y creo que me he perdido- mentí -¿Podrías ayudarme a encontrar mi cuarto?- pregunté sensualmente al chico de ojos profundos como la oscuridad.
-¿No tienes un mapa? A todos los nuevos alumnos se le otorga un mapa del establecimiento, para que puedan manejarse bien por su cuenta, de no ser así, allí, puedes conseguir uno- respondió con frialdad, ¿era en serio? nunca un chico me había tratado de esa forma -Para la próxima rubia, no seas tan desubicada como para interrumpir las conversaciones ajenas- me susurró al oído para enderezar sus hombros y mirarme como si fuese basura -Lo siento si fui descortés- rió amargamente -Suelo olvidar que las rubias son huecas, de seguro te han dado un mapa y no sabes como leerlo- ironizó -Jane- llamó a la morena con la que estaba hablando.
-¿Si?- preguntó atontada.
-¿Podrías ayudarla?- preguntó seriamente a lo que la chica solo asintió -Gracias, las idiotas de primero siempre suelen ser una molestia- masculló y salió de allí.
-Ven, te enseñaré donde queda tu cuarto- habló secamente.
-¿Cómo te llamas?- pregunté inocentemente viendo el número tres en romano que tenía en su escudo de Moonlight.
-Jannett Rossewood- contestó sin entender mi pregunta -¿Para qué quieres saberlo?- preguntó irritada, y eso hizo irritar aún más mi paciencia.
-De acuerdo Jannett Rossewood- sonreí cínica -Considérate oficialmente expulsada de Moonlight- le anuncié seriamente.
-¿Qué?- preguntó descolocada.
-Te acabas de topar con la hija de la directora, linda- sonreí falsamente -Creo que deberías aprender modales, porque los que tienes actualmente no te guiarán a ningún lado- dije amenazante.
-No puedes expulsarme así por que si, y menos sin ser tú una autoridad de...- la callé con un simple beso, esa muchacha me tenía harta y me colmaba la paciencia.
-Considera eso como tu expulsión, besar a alguien en contra de su voluntad cuenta como abuso sexual- sonreí victoriosa -Piensa, ¿A quién crees que le creerán, a una estúpida estudiante más o a la hija de la directora?- pregunté socarrona.
-Eres una perra- pronunció sus palabras con tanto odio y veneno que casi me provoca ternura, casi, pero no.
-Lo se linda, lo se, pero esta perra consiguió que te vayas de aquí, así que, bye bye- reí victoriosa y me marché.
-Cuarto 459, odio ese número- me quejé al entrar al edificio donde estaban los cuartos.
Comencé a caminar tranquilamente por el largo pasillo hasta que choqué contra alguien.
-¡Fíjate por dónde caminas estúpida- dije malhumorada al caer al suelo.
-Tú, no eres quién para decirme qué o qué es o que debo hacer o qué- dijo histérica la chica con la que tropecé.
-¿Qué?- pregunté confundida.
-Solo aléjate de mi- contestó secamente.
-Espera- dije sonriendo falsamente -¿Sabes quién soy?- pregunté enfadada.
-Alguien con quien no debería discutir, lo veo en tu ser- masculló -Tu energía es rara, pero igual, si hubiese alienígenas quizás buscarían un aura así- seguía hablando para si misma.
-De acuerdo, de acuerdo- reí falsamente -No entiendo ni j de lo que estás diciendo- me quejé -De igual forma, necesito a alguien como...- lo medité durante unos minutos, si esa chica era media lerda, sería mi mula perfecta, bueno, no mi mula, pero si alguien a quien considerar como un aliado -Tú- completé la frase en un susurro -Tú eres perfecta- sonreí -Desde este momento, te declaro mi BFF- dije victoriosa.
-¿Best Friend Forever?- preguntó atónita, yo solo asentí -Olvídalo, no me interesa- dijo quitándole importancia con la mano.
-Espera- dije descolocada -¿Qué?- grité histérica -Olvídalo, solo, dime algo, ¿Quién es tu compañera de cuarto?- si su compañera no le agradaba, eso me beneficiaría.
-Una estúpida, con un aura resplandeciente e ingenua, una total idiota, se llama Elena Colerman, se supone que tendría un cuarto solo para mi, pero ah habido un error y están solucionandolo- dijo frustrada.
-Ven conmigo- sonreí -Yo, tengo un cuarto solo para mi, privilegios de ser la hija de la directora, además, pronto seré la reina de Moonlight y necesito una mano derecha- dije sonriente.
-Puedes arrancarle la mano derecha a otra- dijo escondiendo la suya.
-Me refiero a alguien de confianza, no a una mano derecha en serio- contesté frustrada -De cualquier modo, eres linda, pareces una modelo y eso, me beneficia, necesito una amiga que sea linda, no una nerd o santurrona que no sepa conquistar este reinado- expliqué alegremente, a lo que la chica me miró cuidadosamente -Como sea, tienes dos opciones, o te quedas con la santurrona de tu compañerita de cuarto o, te vienes conmigo, te conviertes en mi mejor amiga y reinas a mi lado, todo Moonlight- dije levantando una ceja y otorgándole una media sonrisa de lado -Te espero en la habitación 459 en una hora, junta tus cosas y ven, si no lo haces en el tiempo estimado, la propuesta se romperá- dije firmemente, le arrojé un juego de plata de llaves y me marché por el largo pasillo.
Me encontraba sentada en la cama, pintando mis uñas, cuando la puerta se abre cuidadosamente, luego ella asoma la cabeza. Sabría que vendría, ella y yo, desde ahora, nos llevaríamos demasiado bien.
-Pasa, ese lado, es tu lado, acomódate como quieras- sonreí mientras seguía pintando mis uñas.
-Este cuarto es realmente grande- dijo azorada mientras se tiraba en su cama de dos plazas.
-Lo se- reí -Soy Samantha Whitmore- me presenté.
-Me llamo Skyler Marie Copper- se presentó.
-Bien- aplaudí -Presencio que tú y yo nos llevaremos de maravilla- sonreí -Y dime Sky ¿Qué es lo que te trajo a Moonlight?- pregunté curiosa -Como ya sabes, yo soy la hija de la directora, por eso es que debo asistir aquí- agregué.
-Yo... te sorprenderían mucho mis motivos ¿Aún quieres saber?- preguntó seriamente.
Simplemente tragué fuerte y la miré a los ojos, su pregunta me había hecho creer que estaba lidiando con una psicópata, pero como dice el dicho, la curiosidad mató al gato.
-Si, realmente quisiera saber- dije mirándola fijamente.