I Hope It Hurts {Ashton Irwin

I Hope It Hurts

Espero que te duela, que te queme profundamente cuando algún día me veas tomando la mano de otro que si tomo la oportunidad que tú no quisiste. Espero que sufras como yo sufrí por ti cuando me veas sonriendo, sabiendo que tú ya no tienes nada que ver con esa sonrisa, con mi felicidad. Espero que en ese preciso momento, en él que yo siquiera advierta tu presencia te des cuenta de que soy yo. Que siempre fui yo.
Espero que te queme en el corazón saber que no pienso regresar a ti, como muchas veces hice, cegada por el amor que siempre te tuve; espero que haya valido la pena todo el dolor por el que me hiciste pasar, todas las lágrimas que ocasionaste en mi rostro, todas las heridas que abriste en mi corazón. También espero que seas muy feliz con ella por el poco tiempo que dure tu relación, que disfrutes del sexo, frío y vacío, carente de cualquier cosa además de una necesidad banal de satisfacer tus deseos propios.
Ten cuidado con decirle mi nombre cada vez que la beses, la acaricies; ten cuidado con buscarme en ella, de compararme con ella. Recuérdalo, ella jamás será quien soy yo. Yo me fui, me fui cansada de tus mentiras y de tus engaños, me fui y no pienso volver.
Sé que al leer esto, probablemente rías y lo deseches como basura, justo como lo hiciste conmigo. Pero te conozco, te conozco mejor de lo que me conozco a mí misma y sé que tengo razón. Mi recuerdo te va a doler, te va doler mucho. Sé que cuando yo ya no esté, aprenderás a valorar lo que alguna vez tuviste y te arrepentirás cada segundo de haberlo dejado ir. Pero será demasiado tarde, porque yo ya no estaré. Y espero que cada minuto de tu vida recuerdes que tú y solamente tú me alejaste de tu lado, solo tú.
Admito que me consumiste, me destruiste y me destrozaste, admito que aún me duele. Pero sé que algún día despertaré y tu recuerdo ya no dolerá, que algún día tú no serás más nada que una experiencia, una lección. Algún día podré irme a dormir sin dedicarte el último pensamiento de mi día, sin dedicarte la única lágrima que me permitiré derramar, llegará un día en el que estas heridas abiertas y profundas no serán más que cicatrices. Porque no importa cuánto me cueste, o cuantos tropiezos tenga llegará un momento en el que te habré olvidado, en el que habré salido adelante.
¿Sabes Ashton? Todavía recuerdo con claridad nuestro último encuentro, ese en el con tu sonrisa arrogante y tú voz indiferente a mis lágrimas afirmaste con toda seguridad: Sé que me deseas.
Y la verdad es que si, te deseo… te deseo lo peor.
Hasta nunca, Ash.
Te ama, Clarissa Rose Beckett.