Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Maybe I'm your cure (Ashton Irwin)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 1 de 3. • Comparte
Página 1 de 3. • 1, 2, 3
Maybe I'm your cure (Ashton Irwin)
Título de la novela: Maybe I'm your cure
Autor: 5sosfics (Cami)
Adaptación: No.
Género: Drama/Romance.
Advertencia: Puede que los personajes de vez en cuando digan groserías, pero por lo general no.
Otras páginas: No.
Prólogo
...Sentía como me balanceaba , como si estuvieran hamacándome tan leve que era apenas perceptible, y aunque la sensación era placentera, la curiosidad comenzaba a llamarme.
Alcé la mirada y me encontré con un par de ojos viéndome inescrutable, de repente fui consciente de que ese balanceo se debía a que estaba en los brazos de un muchacho. Entonces lo supe; mi secreto había salido a la luz.
Autor: 5sosfics (Cami)
Adaptación: No.
Género: Drama/Romance.
Advertencia: Puede que los personajes de vez en cuando digan groserías, pero por lo general no.
Otras páginas: No.
Prólogo
...Sentía como me balanceaba , como si estuvieran hamacándome tan leve que era apenas perceptible, y aunque la sensación era placentera, la curiosidad comenzaba a llamarme.
Alcé la mirada y me encontré con un par de ojos viéndome inescrutable, de repente fui consciente de que ese balanceo se debía a que estaba en los brazos de un muchacho. Entonces lo supe; mi secreto había salido a la luz.
Última edición por 5sosfics el Dom 06 Jul 2014, 7:54 pm, editado 1 vez
5sosfics
Re: Maybe I'm your cure (Ashton Irwin)
Capítulo 1
Seis en punto. El despertador suena y lo apago con desgana. Siempre igual, siempre la misma estúpida rutina.
Me desprendo de las sedosas sábanas y me preparo para comenzar otro exhaustivo día, no me interesa comenzarlo pero,a estas alturas, lo hago mecánicamente. Así es todo los días desde hace un año, cuando una decisión cambió totalmente mi vida.
Siete en punto. Me preparo para entrar al Instituto, es mi último año pero a diferencia de mis compañeros, nada hace que me emocione, realmente dudo mucho que algo lo haga.
Camino por los largos pasillos, atestados de todo tipo de adolescentes, los hay en gran variedad, gente rubia, morena, pelirroja, alta, baja, darks, hippies, nerds, creídas y luego estoy yo...una especie indefinida de adolescente. Soy ese tipo de chica la cual no es interesante, la que no hace falta, la que nadie extrañaría si, de la nada, desapareciera. Sólo tengo un amigo: Calum Hood. Lo conozco desde preescolar, además nuestras familias son muy cercanas, aunque algunas veces siento que ni siquiera él puede verme realmente.
Al llegar a la puerta del aula, compruebo mi reloj: siete y cinco minutos, era temprano. Aún así, entro y tomo lugar en la tercera fila de asientos, preferentemente en los que se encuentran contra la pared. El aula está desierta, y me agrada, al menos, mientras tanto podría estudiar para el examen de física, así mantendría mi mente ocupada por unos cuantos minutos.
Cuando finalmente todos los estudiantes se encuentran dentro del aula, el profesor decide que es hora de dar el examen. Chequea con la mirada a cada uno de estos, evaluándolos, y comienza a de lugares a los estudiantes, para garantizar que ninguno haga trampa, cosa que harán de igual forma, dicho sea de paso.
-Irwin, tome asiento junto a la señorita Johnson- dijo, mientras que el joven rubio oscuro tomaba sus cosas y abría su camino hacia mi. Al verlo sentí como corriente eléctrica pasar por mis venas. Sí, Irwin era apuesto, demasiado para mi gusto.
-Hola, mi nombre es Ashton- se presentó, su voz sonaba amigable pero a juzgar por su corpotamiento, podía adivinar que también estaba nervioso. Yo lo estaba, siempre acostumbraba sentarme sólo con Calum, él cual todavía no daba señales de vida, seguramente se había dormido o algo por el estilo. Noté que el muchacho me miraba, y deducí que posiblemente esté esperando que también me presente, así que, intentando sonar lo más natural posible, hablé.
-Soy Samantha- tartamudeé, ¡Mierda! eso no fue nada natural... y apuesto a que ya notó eso. Él sonrió abiertamente, al hacerlo, un lindo par de hoyuelos se hicieron presentes, parecía simpático, pero no podía fiarme de ello- ¿Eres nuevo?- indagué, aunque sabía perfectamente que no lo era, ya que todos los años lo veía pasar junto con su grupo de amigos; Luke Hemmings y Michael Clifford. No eran malos, ni populares, sólo era ellos y no prestaban mucha atención a los demás, así que, en secreto, me caían bien.
-No, no lo soy- respondió con desconcierto, mientras buscaba en su cartuchera un bolígrafo azul, aunque sin éxito- De hecho, hace varios años vengo aquí, sólo que tu no lo notas, Samantha- Si mis deducciones no estaban tan equivocadas, él acababa de confirmar que no sólo sabía de mi, sino que sabía que yo sabía quien era, así que, literalmente, quedé en ridículo por mis propias palabras, casi como si pudiera leerme añadió- Te he visto en el receso, casi siempre estas con un chico -se pausó, tratando de recordar el nombre de mi mejor amigo.
-Calum, su nombre es Calum - Al decirlo, él sonrío y asintió, como si le hubiera robado la palabra de la boca. Sonreí leve, sin mostrar separar los labios, ya que odiaba mostrar mis dientes, y al sonreír ampliamente, mis mejillas hacían que mi rostro se viera gordo, por el momento era mi intención que este muchacho se percatara de ello, aunque ya debió de haberlo adivinado apenas me vio; la gordura no es algo que se esconda fácilmente.
Y así fue como llegaron , uno a uno, los que estuve esquivando desde que abrí los ojos, aquellos pensamientos auto destructivos, intento ignorarlos pero ellos están ahí, haciéndome sentir menos todo el tiempo.
El profesor anunció que ya era hora de comenzar el examen, y agradecí mentalmente por ello, ya que no tenía intenciones de seguir con la plática.
Como de costumbre, terminé antes que el resto, pero mi compañero de banco estaba teniendo dificultades. Me debatí interiormente sobre si ayudarlo o no, en verdad quería pero si el profesor me encontraba ayudándolo seguramente anularía mi examen, por otro lado, mi madre siempre decía que debía ayudar a las personas, asi que tomé mi lápiz y escribí en un lugar de la mesa donde él podría verlo.
¿Quieres ayuda?
A lo que el contestó que no podía recordar una de las fórmulas, la cual yo me sabía de memoria. Se la escribí y me agradeció con una sonrisa.
Al terminar la hora, tomé mis cosas y mi apresuré a la salida, hoy tendría que almorzar sola o no almorzar pero sacando ventaja de que Calum no se encontraba, la decisión era demasiado fácil; no almorzaría.
Aunque soy consciente que si me quedo en la cafetería seguramente alguien se percataría de que no estoy comiendo, asi que tomo el camino hacia el patio. En los pasillos recibo las mismas jodidas miradas de siempre, la mayoría de rechazo, en una esquina se encuentra Hannah Jones, la cual alza una ceja y me mira con suficiencia.
Ella es bonita, demasiado, pero cree que por ello tiene derecho de hacer mi puta vida aún más miserable de lo que es. Calum me dice que la ignore, que la indiferencia la mataría, pero no es tan fácil, no cuando tienes el autoestima tan bajo como el mio. Él también me dice a diario lo "bonita" que soy, otro de sus intentos para hacerme sentir mejor, yo sólo le dedico una sonrisa para tranquilizarlo, pero no estoy bien, me pregunto si alguna vez lo estaré. Siempre he creído que para alcanzar la felicidad lo único que necesitaría son tres cosas: ser delgada, ser bonita y volver a nacer. Cualquiera diría que exagero pero es verdad. No tengo cabello bonito, es castaño con grandes ondulaciones, demasiado corriente. No tengo un cuerpo bonito, de hecho, peso cinco kilos más de lo que debería. Mi rostro es ovalado, mis ojos demasiado cafés, mi nariz es muy pequeña, y mis labios exageradamente carnosos.
Justo cuando estoy apunto de ir hacia el patio, una persona me intercepta, tomando del brazo para detenerme, al girarme sé muy bien quien és; Ashton Irwin. Sólo me pregunto el por qué.
—Samantha—comienza, su voz sonando casi tan familiar como un viejo amigo, pero sólo he hablado una sola vez en mi vida con él. Nuevamente me pregunto que es lo que quiere, no es normal que persona como él le hable a una persona como yo, y la gente lo hace notar, ya que comienzan a murmurar entre ellos. Me pongo notablemente nerviosa.
—¿Si?—respondo cuando por fin encuentro mi voz, aunque esta suena demasiado desafinada para mi gusto. Me regañé mentalmente y finjo una sonrisa leve.
—Sólo quería agradecerte por lo de hoy, en verdad necesito aprobar estos exámenes—sonríe y sus hoyuelos saltan a relucir automáticamente, aunque ya no queda rastro del nerviosismo anterior—¿No vas a almorzar?—pregunta de repente, y todos mis sentidos hacen un coro de Oh-oh, mis neuronas se activan para un piensa rápido.
—Uh, no. No me siento bien, iba a tomar un poco de aire—llevo mis manos a mi estómago para hacerlo creíble, su sonrisa se desvanece lentamente, en su lugar, una fantasma de preocupación.
—¿Quieres que te acompañe a la enfermería?—me observa directamente a los ojos y sí, realmente estaba preocupado. No tenía un por qué, era ilógico. Negué con la cabeza y le dí una de esas sonrisas que usaba con Calum para tranquilizarlo, aunque no funcionó del todo—¿Segura?—insistió.
—Si, en verdad, sólo necesito aire fresco—añadí, rogando por que dejara de insistir y continúe con su vida normal. Pero casi como si el universo hubiera conspirado en mi contra, se hizo presente ni más ni menos la última persona a la cual quería ver; Hannah.
—Deja, yo la vigilaré—expone con una gran sonrisa, mientras Ashton se debate entre que decir, ella me mira de reojo, sé lo que quiere decir y trato de ignorarla, si tan solo funcionara. Rápidamente se hace el silencio, y hubiera sido un momento menos vergonzoso si en ese preciso instante mi estómago no hubiera rugido, prueba irrefutable de que anoche me saltee la cena, pero claro, ellos no lo sabían. Ashton y Hannah me observan, de repente quiero mudarme a otro país y cambiarme el nombre a Hilary—¿Segura que no quieres comer nada? Puede hacerte mal—ruedo los ojos sutilmente y sonrío falsamente.
—Segura, y lo siento, pero debo irme—antes de que pudieran decir una palabra, ya me estaba yendo, específicamente me dirigía al baño, nadie entraría allí, además, necesitaba estar sola, ayer había comenzado una de mis dietas y sinceramente el comer poco me pone de un humor horrendo, pero es uno de los pequeños sacrificios para verse bien, claro que personas como Hannah no tenían por qué pasar por esto, pero uno no puede esperar tener todo en el vida sin siquiera mover un dedo. Y yo estoy dispuesta a todo por conseguir una mi meta, este año no se me puede escapar, este año quiero ser perfecta.
Seis en punto. El despertador suena y lo apago con desgana. Siempre igual, siempre la misma estúpida rutina.
Me desprendo de las sedosas sábanas y me preparo para comenzar otro exhaustivo día, no me interesa comenzarlo pero,a estas alturas, lo hago mecánicamente. Así es todo los días desde hace un año, cuando una decisión cambió totalmente mi vida.
Siete en punto. Me preparo para entrar al Instituto, es mi último año pero a diferencia de mis compañeros, nada hace que me emocione, realmente dudo mucho que algo lo haga.
Camino por los largos pasillos, atestados de todo tipo de adolescentes, los hay en gran variedad, gente rubia, morena, pelirroja, alta, baja, darks, hippies, nerds, creídas y luego estoy yo...una especie indefinida de adolescente. Soy ese tipo de chica la cual no es interesante, la que no hace falta, la que nadie extrañaría si, de la nada, desapareciera. Sólo tengo un amigo: Calum Hood. Lo conozco desde preescolar, además nuestras familias son muy cercanas, aunque algunas veces siento que ni siquiera él puede verme realmente.
Al llegar a la puerta del aula, compruebo mi reloj: siete y cinco minutos, era temprano. Aún así, entro y tomo lugar en la tercera fila de asientos, preferentemente en los que se encuentran contra la pared. El aula está desierta, y me agrada, al menos, mientras tanto podría estudiar para el examen de física, así mantendría mi mente ocupada por unos cuantos minutos.
Cuando finalmente todos los estudiantes se encuentran dentro del aula, el profesor decide que es hora de dar el examen. Chequea con la mirada a cada uno de estos, evaluándolos, y comienza a de lugares a los estudiantes, para garantizar que ninguno haga trampa, cosa que harán de igual forma, dicho sea de paso.
-Irwin, tome asiento junto a la señorita Johnson- dijo, mientras que el joven rubio oscuro tomaba sus cosas y abría su camino hacia mi. Al verlo sentí como corriente eléctrica pasar por mis venas. Sí, Irwin era apuesto, demasiado para mi gusto.
-Hola, mi nombre es Ashton- se presentó, su voz sonaba amigable pero a juzgar por su corpotamiento, podía adivinar que también estaba nervioso. Yo lo estaba, siempre acostumbraba sentarme sólo con Calum, él cual todavía no daba señales de vida, seguramente se había dormido o algo por el estilo. Noté que el muchacho me miraba, y deducí que posiblemente esté esperando que también me presente, así que, intentando sonar lo más natural posible, hablé.
-Soy Samantha- tartamudeé, ¡Mierda! eso no fue nada natural... y apuesto a que ya notó eso. Él sonrió abiertamente, al hacerlo, un lindo par de hoyuelos se hicieron presentes, parecía simpático, pero no podía fiarme de ello- ¿Eres nuevo?- indagué, aunque sabía perfectamente que no lo era, ya que todos los años lo veía pasar junto con su grupo de amigos; Luke Hemmings y Michael Clifford. No eran malos, ni populares, sólo era ellos y no prestaban mucha atención a los demás, así que, en secreto, me caían bien.
-No, no lo soy- respondió con desconcierto, mientras buscaba en su cartuchera un bolígrafo azul, aunque sin éxito- De hecho, hace varios años vengo aquí, sólo que tu no lo notas, Samantha- Si mis deducciones no estaban tan equivocadas, él acababa de confirmar que no sólo sabía de mi, sino que sabía que yo sabía quien era, así que, literalmente, quedé en ridículo por mis propias palabras, casi como si pudiera leerme añadió- Te he visto en el receso, casi siempre estas con un chico -se pausó, tratando de recordar el nombre de mi mejor amigo.
-Calum, su nombre es Calum - Al decirlo, él sonrío y asintió, como si le hubiera robado la palabra de la boca. Sonreí leve, sin mostrar separar los labios, ya que odiaba mostrar mis dientes, y al sonreír ampliamente, mis mejillas hacían que mi rostro se viera gordo, por el momento era mi intención que este muchacho se percatara de ello, aunque ya debió de haberlo adivinado apenas me vio; la gordura no es algo que se esconda fácilmente.
Y así fue como llegaron , uno a uno, los que estuve esquivando desde que abrí los ojos, aquellos pensamientos auto destructivos, intento ignorarlos pero ellos están ahí, haciéndome sentir menos todo el tiempo.
El profesor anunció que ya era hora de comenzar el examen, y agradecí mentalmente por ello, ya que no tenía intenciones de seguir con la plática.
Como de costumbre, terminé antes que el resto, pero mi compañero de banco estaba teniendo dificultades. Me debatí interiormente sobre si ayudarlo o no, en verdad quería pero si el profesor me encontraba ayudándolo seguramente anularía mi examen, por otro lado, mi madre siempre decía que debía ayudar a las personas, asi que tomé mi lápiz y escribí en un lugar de la mesa donde él podría verlo.
¿Quieres ayuda?
A lo que el contestó que no podía recordar una de las fórmulas, la cual yo me sabía de memoria. Se la escribí y me agradeció con una sonrisa.
Al terminar la hora, tomé mis cosas y mi apresuré a la salida, hoy tendría que almorzar sola o no almorzar pero sacando ventaja de que Calum no se encontraba, la decisión era demasiado fácil; no almorzaría.
Aunque soy consciente que si me quedo en la cafetería seguramente alguien se percataría de que no estoy comiendo, asi que tomo el camino hacia el patio. En los pasillos recibo las mismas jodidas miradas de siempre, la mayoría de rechazo, en una esquina se encuentra Hannah Jones, la cual alza una ceja y me mira con suficiencia.
Ella es bonita, demasiado, pero cree que por ello tiene derecho de hacer mi puta vida aún más miserable de lo que es. Calum me dice que la ignore, que la indiferencia la mataría, pero no es tan fácil, no cuando tienes el autoestima tan bajo como el mio. Él también me dice a diario lo "bonita" que soy, otro de sus intentos para hacerme sentir mejor, yo sólo le dedico una sonrisa para tranquilizarlo, pero no estoy bien, me pregunto si alguna vez lo estaré. Siempre he creído que para alcanzar la felicidad lo único que necesitaría son tres cosas: ser delgada, ser bonita y volver a nacer. Cualquiera diría que exagero pero es verdad. No tengo cabello bonito, es castaño con grandes ondulaciones, demasiado corriente. No tengo un cuerpo bonito, de hecho, peso cinco kilos más de lo que debería. Mi rostro es ovalado, mis ojos demasiado cafés, mi nariz es muy pequeña, y mis labios exageradamente carnosos.
Justo cuando estoy apunto de ir hacia el patio, una persona me intercepta, tomando del brazo para detenerme, al girarme sé muy bien quien és; Ashton Irwin. Sólo me pregunto el por qué.
—Samantha—comienza, su voz sonando casi tan familiar como un viejo amigo, pero sólo he hablado una sola vez en mi vida con él. Nuevamente me pregunto que es lo que quiere, no es normal que persona como él le hable a una persona como yo, y la gente lo hace notar, ya que comienzan a murmurar entre ellos. Me pongo notablemente nerviosa.
—¿Si?—respondo cuando por fin encuentro mi voz, aunque esta suena demasiado desafinada para mi gusto. Me regañé mentalmente y finjo una sonrisa leve.
—Sólo quería agradecerte por lo de hoy, en verdad necesito aprobar estos exámenes—sonríe y sus hoyuelos saltan a relucir automáticamente, aunque ya no queda rastro del nerviosismo anterior—¿No vas a almorzar?—pregunta de repente, y todos mis sentidos hacen un coro de Oh-oh, mis neuronas se activan para un piensa rápido.
—Uh, no. No me siento bien, iba a tomar un poco de aire—llevo mis manos a mi estómago para hacerlo creíble, su sonrisa se desvanece lentamente, en su lugar, una fantasma de preocupación.
—¿Quieres que te acompañe a la enfermería?—me observa directamente a los ojos y sí, realmente estaba preocupado. No tenía un por qué, era ilógico. Negué con la cabeza y le dí una de esas sonrisas que usaba con Calum para tranquilizarlo, aunque no funcionó del todo—¿Segura?—insistió.
—Si, en verdad, sólo necesito aire fresco—añadí, rogando por que dejara de insistir y continúe con su vida normal. Pero casi como si el universo hubiera conspirado en mi contra, se hizo presente ni más ni menos la última persona a la cual quería ver; Hannah.
—Deja, yo la vigilaré—expone con una gran sonrisa, mientras Ashton se debate entre que decir, ella me mira de reojo, sé lo que quiere decir y trato de ignorarla, si tan solo funcionara. Rápidamente se hace el silencio, y hubiera sido un momento menos vergonzoso si en ese preciso instante mi estómago no hubiera rugido, prueba irrefutable de que anoche me saltee la cena, pero claro, ellos no lo sabían. Ashton y Hannah me observan, de repente quiero mudarme a otro país y cambiarme el nombre a Hilary—¿Segura que no quieres comer nada? Puede hacerte mal—ruedo los ojos sutilmente y sonrío falsamente.
—Segura, y lo siento, pero debo irme—antes de que pudieran decir una palabra, ya me estaba yendo, específicamente me dirigía al baño, nadie entraría allí, además, necesitaba estar sola, ayer había comenzado una de mis dietas y sinceramente el comer poco me pone de un humor horrendo, pero es uno de los pequeños sacrificios para verse bien, claro que personas como Hannah no tenían por qué pasar por esto, pero uno no puede esperar tener todo en el vida sin siquiera mover un dedo. Y yo estoy dispuesta a todo por conseguir una mi meta, este año no se me puede escapar, este año quiero ser perfecta.
5sosfics
Re: Maybe I'm your cure (Ashton Irwin)
Capitulo 2
-Calum-
Tan pronto llego a mi hogar, todo el ánimo que podría haber llegado a tener, se esfuma. Mi padre está discutiendo por celular con uno de sus empleados, aparentemente porque olvidó enviar un papeleo, no es algo realmente importante, pero él tiene esa costumbre de que si las cosas no salen como él espera, explota, lo cual ocurre muy seguido. Me saluda con la mano y le sonrío mientras subo las escaleras que conducen a mi habitación, al menos descansaría unos minutos antes hacer la cena, nada muy elaborado, por supuesto. Así es todos los días desde que mamá se fue de casa, hace poco supe que esta en una relación con otro hombre, lo cual no hizo más que incrementar el mal humor de mi padre al enterarse.
Apenas entro, me acerco a la portátil, abro el reproductor de música y me dejo llevar por el sonido de unas de mis bandas de rock favoritas. Me recuesto en la cama y cierro los ojos, no he comido en lo que va del día, tampoco la noche anterior, y mi cabeza comienza a martillear. Me volteo, tomó mi celular, y compruebo que tengo un mensaje recibido, incluso sin haberlo leído, sé que es Calum.
Siento haberte dejado sola hoy, me quedé dormido xx.
Ruedo los ojos y niego con la cabeza, era algo muy típico en él. ¿Cuando NO te quedas dormido?... no hay problema, Cal.
La respuesta de mi mejor amigo llega en segundos. ¿Estas aburrida? Puedo pasarme por tu casa, si quieres...
Oh, creo que sé lo que eso significa. Estás afuera, ¿verdad?
Nuevamente, su respuesta no tarda en llegar. Me conoces bien, Johnson.
Incluso aunque no puedo verlo, sé que está sonriendo. Dejo de lado mi celular y bajo las escaleras, antes de abrir la puerta, le sonrío a mi padre, el cual se encuentra ocupado escribiendo en su laptop.
—Cal está afuera, seguramente se cene con nosotros—advierto, esperando algún tipo de reacción pero apenas si aparta la vista del artefacto, sólo asiente.
Apenas abro la puerta, Calum me abraza mientras sonríe ampliamente, eso sólo podía significar una cosa; buenas noticias.
—Vamos, suéltalo—digo una vez que él me suelta, no me gusta esperar pero tampoco quería sonar tan mandona.
—¿Tienes tiempo?—él avanza hacia la sala, la felicidad brotando hasta por sus poros. Cierro la puerta y me reuno con él, sonriendole.
—Claro, sígueme—comienzo a caminar hacia mi habitación, mi padre no pone ninguna objeción con que Calum suba a mi habitación, no tenía nada de raro ya que al conocernos desde pequeños, manteníamos una relación como de hermanos. Al llegar, me recuesto en mi cama, demasiado cansada como para moverme pero demasiado orgullosa como para admitirlo. Cal toma asiento en la silla giratoria frente al escritorio— Dime la buena noticia.
—¿Cómo sabes que es una buena noticia?—pregunta mientras hace girar la silla, como siempre, aunque lo regañe en varias ocasiones, lo hace de todos modos.
—Porque te conozco, y además, tiene esa sonrisa, la que usas cuando te mueres por contarme algo pero prefieres crear misterio—él sonríe y arrastra la silla unos centímetros para quedar más cerca de mi. Sí, no podía equivocarme, se trataba de algo bueno, y grande.
—Entré en una banda—suelta, tratando de contener su emoción. Sonrío incluso más amplio de lo que jamás esperé sonreír y lo abrazo, él estuvo esperando casi toda su vida por una oportunidad como esta, y además, no canta nada mal, su voz es particularmente perfecta.
—¡Cal, eso es estupendo, me alegra mucho por ti!—exclamo mientras lo abrazo, él me rodea con sus brazos, sé por su actitud que está incluso más emocionado de lo que deja ver—¿Quienes están en la banda? ¿Cuándo ensayan? Puedo ir a verte, ¿verdad?—Cal ríe, seguramente porque estuve preguntando casi sin pausa, algo muy común y vergonzoso en mí.
—La banda tiene tres integrantes más, seguro los conoces, son esos chicos que solemos ver en el receso; Luke, Michael y Ashton, mi primer ensayo es mañana después del Instituto y por supuesto que puedes venir—incluso aunque haya intentado oír lo que seguía, mi cerebro se detuvo cuando mencionó a los integrantes, una sola frase surcaba mi mente. El mundo es un pañuelo.
—Mañana iré a verte mientras ensayas, Cal, no me hagas quedar mal—bromeo y aunque mi mejor amigo ríe, afirmando que no lo hará, mi cerebro se detiene en un detalle no tan menor; estoy teniendo hambre, de nuevo.
Como bien le había advertido a mi padre, Calum se queda a cenar, y a diferencia de mi padre, él si fija en si como o no, así que aunque no quisiera, debía hacerlo.
Suena mal pero uno de los principales motivos por los cuales, en el momento en el que mis padres se separaron, decidí quedarme con papá fue porque en su casa no hay un control determinado, prácticamente puedo hacer lo que quiera, y no porque no le importe, sino porque: O está muy ocupado con el trabajo como para prestar atención, o simplemente no está. No siempre fue así, pero actualmente nuestra situación económica no es la mejor, entonces decidió que haría hasta lo imposible por remontarla.
Al terminar de comer, mi padre se va a la cama mientras que Cal recoge los platos y me los alcanza. Me posiciono frente al lavatorio, dejo correr el agua y coloco los previamente enjabonados platos debajo de esta.Intento no subir las mangas de mi camiseta, en verdad lo intento, pero inexorablemente estas se alzan, dejando al descubierto pronunciadas marcas rojas en una de una de mis muñecas. Al principio, no me doy cuenta pero cuando el agua caliente hace contacto con estas, enviando pequeñas descargas de ardor, soy consciente de que están allí; sé que Calum también lo es, ya que, precisamente tenía su mirada clavada en estas, su expresión era una mezcla de preocupación y tristeza.
—Prometiste que lo dejarías—murmura mientras me alcanza uno de los vasos que se encontraban sobre la mesa, yo lo enjabono mecánicamente, con la vista clavada en el pero sin verlo realmente, evitando la mirada de mi amigo. Pero sabía que tenía que hablar, no podía esconderme más.
—He tenido días dificiles, Cal. A veces... sólo pasa y ya, lo sabes de sobra—intento sonar convincente, aunque sin éxito, su boca es una fina línea recta y sus ojos inspiraban tristeza y decepción. Lo había visto antes, sólo que no me acostumbraba a ser el motivo de sus decepciones, últimamente lo era. Él suspira.
—Lo sé pero no por eso deja de importarme, nunca dejará de importarme—expone con incluso más determinación de la que podría imaginar—Eres mi mejor amiga, la única, no quiero que te hagan daño y mucho menos que te lo hagas tu—nuevamente observa fijamente mis marcas, a lo que yo rápidamente respondo bajando las mangas, ocultarlas siempre era una mejor opción, al menos no tenía este tipo de conversaciones.
—He tenido días malos, me estreso y me encierro en una misma idea, a veces no puedo procesarlo y hago lo que hago. Ni siquiera sé por qué lo hago, lo sabes. No busco quitarme la vida, Cal—extiendo mi mano y rozo su mejilla con mis dedos, sé que es más dificil para él que mi. Odiaba esto, odiaba hacer sentir mal a las personas por culpa, es por eso a menudo me reuso a conocer gente nueva, a hacer más amigos. No necesito agregar más gente para lastimar.
—Pero si alguna vez te excedes, no te importaría—afirma, dejo caer mi brazo, y no tengo una respuesta, así que sólo me quedo en silencio mientras retomo mi tarea. No quería mentirle, pero tampoco quería decir la verdad, porque me asustaba. Me asustaba reconocer que tenía razón.
Cuando Calum se va, me dirijo automáticamente a la cama. Estoy realmente muy cansada, y a pesar de que he cenado, siento que no es suficiente. Me siento como un linterna que está quedándose sin baterías, así que tan pronto coloco mi cabeza en la almohada, me sumerjo en mi lugar favorito; mis sueños.
Cami: Perdón por la espera, es que tuve problemas con mi computadora ;) Quizá los primeros capítulos sean algo pesados y muy usado pero prometo que más adelante se va a poner mejor...estas cosas son necesarias a veces.
5sosfics
Re: Maybe I'm your cure (Ashton Irwin)
Capitulo 3
-5SOS-
Unas cuantas horas después, despierto con el sonido histérico de la alarma; martes, día 2, seis en punto, una mala combinación de palabras. Extiendo mi brazo hacia mi celular, con un ojo abierto y otro cerrado, apago la alarma. Hora de levantarse...otra vez.
Me desprendo de las sábanas y me dirijo al cuarto de baño, esta vez me permitiría tomar una ducha, ya que la noche anterior Calum se había comprometido a llevarme a la escuela hoy, así que eso significaba un poco más de tiempo a su favor.
Seis y cincuenta, oigo el motor del automóvil de Calum, de por sí llegábamos tarde, así que decidí no hacerlo esperar. Besé la mejilla de mi padre, quien se encontraba desayunando, y corrí hacia el vehículo.
—Espero que tengas una buena excusa, Hood—lo regaño apenas cierro la puerta del haciendo del copiloto, viéndolo con el ceño fruncido, odiaba ir tarde al Instituto.
—Le dije dicho lo mismo y créeme, no la tiene—dijo una voz desde el asiento de atrás, Calum sonríe, mientras que yo no tengo idea de quien rayos se trata. Me volteó rápidamente y lo primero que vislumbro es una cabellera claramente rubia prolijamente peinada en forma de jopo, luego poso mi mirada en sus ojos y su pircing en la labio, sí, se trataba de Luke Hemmings. Este guardó su celular en el bolsillo y se sentó en medio del asiento, quedando también entre medio de Calum y yo, lo observé sólo un momento más como para comprobar que llevar puesta una camisa roja a cuadros junto con sus habituales pantalones negros. Luke debió haber notado mi mirada, ya que me sonrío—Por cierto, hola.
—Hola—logré decir, la verdad era que no era buena en las presentaciones, desde luego que había visto al chico millones de veces en el Instituto pero jamás había intercambiado palabra con este, y ahora de la nada, le hablaba. Las cosas se estaban poniendo raras—Soy Samantha—añadí, se suponía que así se presentaban las personas, en un momento se me ocurrió extender mi mano pero eso hubiera sido muy formal asi que me decidí por sólo decir mi nombre. Él asintió.
—Si, lo sé, Calum me ha hablado de ti... a todos, en realidad—Cal se ruborizó levemente y lo observó por el rabillo del ojo asesinamente, el rubio sonrió amplio, como si la idea de que se sintiera avergonzara lo divirtiera—Vendrás al ensayo de hoy ¿verdad?—sonreí levemente y asentí, todo esto aún me parecía muy extraño pero Luke me caía bien.
Las clases habían sido lo suficientemente agotadoras tanto para mi como para el resto de los nuevos amigos de Calum. Los cuales habían sido por demás agradables, incluso insistieron en que almorzara con ellos, a lo cual no pude decir que no, principalmente para no levantar sospechas, ya tenía suficiente con mi mejor amigo preocupándose por mis cortes como para agregarle el nuevo cambio de alimentación. Me mantuve callada la mayor parte del almuerzo, aun no conocía bien a esos chicos como para mostrar,e como lo hacía con Calum, aunque un parte de mi quería hacer una excepción cada vez que mi mirada chocaba con la del curioso Ashton Irwin, lo cual ocurría, extrañamente, muy a menudo.
Apenas el último timbre anunció el final de las clases, me apresuré a juntar mis cosas, en unos minutos iba a acompañar a Cal a su primer ensayo oficial con su banda, no quería hacerlo esperar. Como de costumbre, fui la última en terminar de guardar pero ,en definitiva, era mejor ya que la mayoría, al oír el sonido del timbre, se abalanzaban hacia la puerta cual animales furiosos y no era algo bonito de ver, ni presenciar.
Caminé hacia el estacionamiento y como era de esperarse, mi mejor amigo ya estaba esperándome en su automóvil, junto a él, se encontraba Luke y otro chico más que identifiqué como Michael. Sonreí, aunque sin separar los labios.
—Siento haberte hecho esperar—me disculpé, él sólo sonrió y negó con la cabeza.
—Sube ya, Johnson—hizo un gesto indicando que tomara el asiento del copiloto, lo que hice rápidamente, una de las ventajas de haber almorzado es que, claramente, contaba con más energía pero nuevamente allí estaba la desventaja; engordaba cada vez más. Debí haber hecho algún gesto con mi rostro porque Cal me observó fijo—¿Te encuentras bien?
—Claro, ¿por qué no iba a estarlo?—contesté, dándole una de mis habituales sonrisas tranquilizadoras. Aunque en mi interior supe muy bien que aquello no era sólo tranquilizar, sino mentir, últimamente mentía a las personas que amaba con demasiada facilidad y no es algo que me agradara.
Calum dio encendió el motor y rápidamente nos dirigimos hacia el hogar de Michael, uno de los muchachos que ocupaban el asiento trasero del automóvil. No pude evitar notar la ausencia de el tercero de los nuevos amigos de Cal, Ashton. En una ocasión pregunté por él, despreocupadamente, como quien no quiere la cosa, a lo que Luke respondió que este tenía otras cosas por hacer y había decido irse temprano, pero que luego los vería en el ensayo.
Cuando finalmente mi mejor amigo aparcó en la entrada de la casa de Michael, y fue momento de bajar, sentí un fuerte mareo, el cual me obligó a sostener fuertemente la puerta del automóvil, por suerte, este se desvaneció fácilmente y nadie lo había notado, pero logró preocuparme más de lo que había imaginado. Había almorzado, poco, pero lo había hecho, ¿por qué tenía ese tipo de mareos y no cuando realmente llevaba tiempo sin comer? Era un enigma, pero no tenía tiempo para resolverlo en ese mismo instante. Así que me decidí hacer lo que mejor hago, fingir nada pasó. Sonreí e ingresé al hogar de Michael como si nada hubiera ocurrido.
-5SOS-
Unas cuantas horas después, despierto con el sonido histérico de la alarma; martes, día 2, seis en punto, una mala combinación de palabras. Extiendo mi brazo hacia mi celular, con un ojo abierto y otro cerrado, apago la alarma. Hora de levantarse...otra vez.
Me desprendo de las sábanas y me dirijo al cuarto de baño, esta vez me permitiría tomar una ducha, ya que la noche anterior Calum se había comprometido a llevarme a la escuela hoy, así que eso significaba un poco más de tiempo a su favor.
Seis y cincuenta, oigo el motor del automóvil de Calum, de por sí llegábamos tarde, así que decidí no hacerlo esperar. Besé la mejilla de mi padre, quien se encontraba desayunando, y corrí hacia el vehículo.
—Espero que tengas una buena excusa, Hood—lo regaño apenas cierro la puerta del haciendo del copiloto, viéndolo con el ceño fruncido, odiaba ir tarde al Instituto.
—Le dije dicho lo mismo y créeme, no la tiene—dijo una voz desde el asiento de atrás, Calum sonríe, mientras que yo no tengo idea de quien rayos se trata. Me volteó rápidamente y lo primero que vislumbro es una cabellera claramente rubia prolijamente peinada en forma de jopo, luego poso mi mirada en sus ojos y su pircing en la labio, sí, se trataba de Luke Hemmings. Este guardó su celular en el bolsillo y se sentó en medio del asiento, quedando también entre medio de Calum y yo, lo observé sólo un momento más como para comprobar que llevar puesta una camisa roja a cuadros junto con sus habituales pantalones negros. Luke debió haber notado mi mirada, ya que me sonrío—Por cierto, hola.
—Hola—logré decir, la verdad era que no era buena en las presentaciones, desde luego que había visto al chico millones de veces en el Instituto pero jamás había intercambiado palabra con este, y ahora de la nada, le hablaba. Las cosas se estaban poniendo raras—Soy Samantha—añadí, se suponía que así se presentaban las personas, en un momento se me ocurrió extender mi mano pero eso hubiera sido muy formal asi que me decidí por sólo decir mi nombre. Él asintió.
—Si, lo sé, Calum me ha hablado de ti... a todos, en realidad—Cal se ruborizó levemente y lo observó por el rabillo del ojo asesinamente, el rubio sonrió amplio, como si la idea de que se sintiera avergonzara lo divirtiera—Vendrás al ensayo de hoy ¿verdad?—sonreí levemente y asentí, todo esto aún me parecía muy extraño pero Luke me caía bien.
Las clases habían sido lo suficientemente agotadoras tanto para mi como para el resto de los nuevos amigos de Calum. Los cuales habían sido por demás agradables, incluso insistieron en que almorzara con ellos, a lo cual no pude decir que no, principalmente para no levantar sospechas, ya tenía suficiente con mi mejor amigo preocupándose por mis cortes como para agregarle el nuevo cambio de alimentación. Me mantuve callada la mayor parte del almuerzo, aun no conocía bien a esos chicos como para mostrar,e como lo hacía con Calum, aunque un parte de mi quería hacer una excepción cada vez que mi mirada chocaba con la del curioso Ashton Irwin, lo cual ocurría, extrañamente, muy a menudo.
Apenas el último timbre anunció el final de las clases, me apresuré a juntar mis cosas, en unos minutos iba a acompañar a Cal a su primer ensayo oficial con su banda, no quería hacerlo esperar. Como de costumbre, fui la última en terminar de guardar pero ,en definitiva, era mejor ya que la mayoría, al oír el sonido del timbre, se abalanzaban hacia la puerta cual animales furiosos y no era algo bonito de ver, ni presenciar.
Caminé hacia el estacionamiento y como era de esperarse, mi mejor amigo ya estaba esperándome en su automóvil, junto a él, se encontraba Luke y otro chico más que identifiqué como Michael. Sonreí, aunque sin separar los labios.
—Siento haberte hecho esperar—me disculpé, él sólo sonrió y negó con la cabeza.
—Sube ya, Johnson—hizo un gesto indicando que tomara el asiento del copiloto, lo que hice rápidamente, una de las ventajas de haber almorzado es que, claramente, contaba con más energía pero nuevamente allí estaba la desventaja; engordaba cada vez más. Debí haber hecho algún gesto con mi rostro porque Cal me observó fijo—¿Te encuentras bien?
—Claro, ¿por qué no iba a estarlo?—contesté, dándole una de mis habituales sonrisas tranquilizadoras. Aunque en mi interior supe muy bien que aquello no era sólo tranquilizar, sino mentir, últimamente mentía a las personas que amaba con demasiada facilidad y no es algo que me agradara.
Calum dio encendió el motor y rápidamente nos dirigimos hacia el hogar de Michael, uno de los muchachos que ocupaban el asiento trasero del automóvil. No pude evitar notar la ausencia de el tercero de los nuevos amigos de Cal, Ashton. En una ocasión pregunté por él, despreocupadamente, como quien no quiere la cosa, a lo que Luke respondió que este tenía otras cosas por hacer y había decido irse temprano, pero que luego los vería en el ensayo.
Cuando finalmente mi mejor amigo aparcó en la entrada de la casa de Michael, y fue momento de bajar, sentí un fuerte mareo, el cual me obligó a sostener fuertemente la puerta del automóvil, por suerte, este se desvaneció fácilmente y nadie lo había notado, pero logró preocuparme más de lo que había imaginado. Había almorzado, poco, pero lo había hecho, ¿por qué tenía ese tipo de mareos y no cuando realmente llevaba tiempo sin comer? Era un enigma, pero no tenía tiempo para resolverlo en ese mismo instante. Así que me decidí hacer lo que mejor hago, fingir nada pasó. Sonreí e ingresé al hogar de Michael como si nada hubiera ocurrido.
5sosfics
Re: Maybe I'm your cure (Ashton Irwin)
Capitulo 4
-5SOS-
Apenas llegamos, los chicos se lanzaron sobre el sillón, dejando a relucir lo exhaustos que se sentían. Exagerados. Me senté en uno de los sillones, si mis deducciones no fallaban, estaban esperando que Ashton apareciera, parecía ser una pieza importante de la banda, pero no quise hacer muchas preguntas sobre el tema.
Los chicos comenzaron a hablar entre ellos, incluido Calum, pero no me molestó que lo hicieran, era algo común y Cal merecía tener amigos de su género -Y principalmente, unos con los que no tenga que lidiar por sus problemas depresivos, por supuesto-. Fijé mi vista en la mesita ratona, sobre ella, descansaba un cuaderno, no quería ser entrometida pero la curiosidad picaba incluso más fuerte que mis cicatrices cuando estaban curandose. Vale, ese no fue un buen ejemplo. Pero de igual manera, sentía mucha curiosidad, asi que lo tomé sigilosamente; no se trataba ni de un cuaderno de cocina, ni de un diario íntimo, ni más ni menos que el cuaderno en el que escribían sus canciones. Comencé a leerlas una por una, los chicos se habían percatado de ello, pero no tuvieron objeciones, quizas necesitaran un crítica. Una de mis canciones favoritas fue Gotta get up, aunque no lo admitiera, la idea de tener a alguien que te acompañe incluso en caos era algo que ansiaba...pero sabía que ni en mis sueños más locos ocurriría.
—Es mi favorita—dijo una voz a mis espaldas, al voltearme comprobé que se trataba de Ashton, finalmente había llegado. Se acercó un poco más y sonrío—Hola, Sam,no te importa que te llame así, ¿verdad?—negué con la cabeza y le di una de mis típicas sonrisas.
—No me molesta—dije por fin, él mantuvo su sonrisa. Me quedé en silencio, no tenía nada para decir, y además, los chicos ya se habían levantado e incluso caminaban hacia él, saludandolo, pero él mantenía su vista en mi.
—Bien...¡que comience el ensayo!—exclamó Calum, quien ya se había percatado de mi conversación con Ashton.
Michael nos condujo a un especie de garage, el cual se encontraban varios instrumentos, estaba adornado con un motivo rockero pero era agradable. Tomé lugar en una de las sillas de la esquina de la habitación mientras los demás se preparaban para tomar sus instrumentos.
El ensayo estuvo bien, quizás les faltaba integrarse un poco más como banda pero suponía que era algo normal, ya que era el primer ensayo oficial de Cal, y definitivamente me había sorprendido ampliamente. Había amado la voz de Luke apenas comenzó a cantar, me dije a mi misma que luego se lo mencionaría. Michael tocaba la guitarra, de a ratos cantaba, y no lo hacía nada mal. Ashton tocaba la batería, quizás si fijé mi vista más en él que en el resto pero es que llamaba demasiado mi atención, la forma en la que tocaba, la pasión que ponía en ello, era algo que no podía ignorar.
—¿Quieren algo de tomar?—me atreví a preguntar, intenté sonar amable, ellos lo habían sido hoy en el almuerzo y no era justo que pensaran que no tenía intenciones de hacer lo mismo, porque no era cierto.
—Claro, ¿recuerdas donde estaba la cocina?—indagó Michael, quien apenas había llegado me explicó los sectores de la casa, aunque en este momento no lo recordaba a la perfección, igualmente asentí levemente.
—Yo la acompañaré—expuso Irwin, varias miradas se posaron en él, imaginé que si me ocurriera algo así simplemente me ruborizaría, pero este simplemente se encogió de hombros—No esperarán que traiga todos los vasos sola, ¿o si?—añadió, sonreí levemente como agradeciendo mentalmente, no me sentía con fuerzas para hacer nada, menos como para traer cuatro vasos sola.
A medida que avanzabamos, ya alejados del garage, comenzaba a sentirme mareada nuevamente pero lógicamente no dije nada, sólo sonreía a lo que Ashton decía, me hablaba sobre lo bien que había oído a la banda hoy y como creía que al integrar a Calum a la banda habían hecho algo realmente bueno. Me sentía feliz de que aceptaran a Cal, como dije hace un rato, me gusta la idea de que tenga amigos de su género y desearía que ellos se convirtieran en sus mejores amigos también, así no tendría que estar preocupado por su depresiva mejor amiga todo el tiempo. Ashton paró en seco y me observó fijamente, adiviné por su expresión que algo iba mal pero no me atreví a hablar.
—¿Te sientes bien?—indagó, sin dejar de observarme, de repente fui consciente de que estaba un poco más cerca de lo que creía y que yo estaba peor de lo que aparentaba, cada vez más mareada.
—Si, estoy bien— Mentira número 1. Sonreí tranquilizadoramente pero sin que lo notara, me encontraba sosteniéndome fuertemente de uno de los aparadores y obligando a mi vista a dejar de nublarse.
—¿Segura? Te ves pálida—insistió, posando una de sus manos en mi brazo mientras enviaba una corriente eléctrica por todo mi cuerpo, la cual no era necesaria en esos momentos.
—Si, estoy segura, quizás es tu imaginación—Mentira número 2. Todo a mi alrededor comienza a verse borroso, excepto el rostro del muchacho, veía la preocupación grabada en este.
—Sam, en verdad, creo que...—nunca supe que creía ya que el mundo se apagó en instantes y se llevó todo con él.
_._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
No tuve tiempo de finalizar la frase ya que en segundos Samantha se desplomó, por suerte pude sostenerla antes de que golpeara el suelo. La tomé en brazos y me sorprendí de lo que pesaba, pero eso no era lo importante ahora, así que prácticamente corrí hacia donde se encontraban Michael, Luke y Calum, esperando que de alguna manera puedan ayudarla. Vi la expresión de este último cuando se percató de que a quien sostenía era su mejor amiga, la sonrisa que esbozaba se disolvió en un soplo, fue reemplazada por una semblante de preocupación, pánico y dolor. No podía decir que yo me encontraba mejor, aun aunque no la conociera, no podía evitar preocuparme por ella.
—¿Que le ocurrió?—exigió rápidamente su mejor amigo, su mirada pasaba de Samantha hacia mi frenéticamente. Le expliqué lo sucedido y decidimos que la mejor opción sería llamar una ambulancia.
Mientras Calum marcaba desesperado el número de la ambulancia, les pedí a Michael y Luke que consiguieran alcohol o algo con un aroma que se le parezca ya que había aprendido hace tiempo que si a una persona que se encontraba con presión baja le acercabas algo que contenga un aroma así de fuerte, este pronto se aliviaría. Aun llevaba a Samantha en mis brazos, la observé atentamente y aparté algunos cabellos castaños de su rostro, estaba fría, también se veía pálida pero a pesar de ello, era hermosa...me preguntaba si ella lo sabría.
Eché una mirada a Calum, este volvía a marcar los mismo números una y otra vez exigiendo que envíen la ambulancia más rápido. En ese momento, observo como la muchacha comienza a parpadear levemente y siento como si mucha de la presión que llevaba en esos momentos se esfumara.
-5SOS-
Apenas llegamos, los chicos se lanzaron sobre el sillón, dejando a relucir lo exhaustos que se sentían. Exagerados. Me senté en uno de los sillones, si mis deducciones no fallaban, estaban esperando que Ashton apareciera, parecía ser una pieza importante de la banda, pero no quise hacer muchas preguntas sobre el tema.
Los chicos comenzaron a hablar entre ellos, incluido Calum, pero no me molestó que lo hicieran, era algo común y Cal merecía tener amigos de su género -Y principalmente, unos con los que no tenga que lidiar por sus problemas depresivos, por supuesto-. Fijé mi vista en la mesita ratona, sobre ella, descansaba un cuaderno, no quería ser entrometida pero la curiosidad picaba incluso más fuerte que mis cicatrices cuando estaban curandose. Vale, ese no fue un buen ejemplo. Pero de igual manera, sentía mucha curiosidad, asi que lo tomé sigilosamente; no se trataba ni de un cuaderno de cocina, ni de un diario íntimo, ni más ni menos que el cuaderno en el que escribían sus canciones. Comencé a leerlas una por una, los chicos se habían percatado de ello, pero no tuvieron objeciones, quizas necesitaran un crítica. Una de mis canciones favoritas fue Gotta get up, aunque no lo admitiera, la idea de tener a alguien que te acompañe incluso en caos era algo que ansiaba...pero sabía que ni en mis sueños más locos ocurriría.
—Es mi favorita—dijo una voz a mis espaldas, al voltearme comprobé que se trataba de Ashton, finalmente había llegado. Se acercó un poco más y sonrío—Hola, Sam,no te importa que te llame así, ¿verdad?—negué con la cabeza y le di una de mis típicas sonrisas.
—No me molesta—dije por fin, él mantuvo su sonrisa. Me quedé en silencio, no tenía nada para decir, y además, los chicos ya se habían levantado e incluso caminaban hacia él, saludandolo, pero él mantenía su vista en mi.
—Bien...¡que comience el ensayo!—exclamó Calum, quien ya se había percatado de mi conversación con Ashton.
Michael nos condujo a un especie de garage, el cual se encontraban varios instrumentos, estaba adornado con un motivo rockero pero era agradable. Tomé lugar en una de las sillas de la esquina de la habitación mientras los demás se preparaban para tomar sus instrumentos.
El ensayo estuvo bien, quizás les faltaba integrarse un poco más como banda pero suponía que era algo normal, ya que era el primer ensayo oficial de Cal, y definitivamente me había sorprendido ampliamente. Había amado la voz de Luke apenas comenzó a cantar, me dije a mi misma que luego se lo mencionaría. Michael tocaba la guitarra, de a ratos cantaba, y no lo hacía nada mal. Ashton tocaba la batería, quizás si fijé mi vista más en él que en el resto pero es que llamaba demasiado mi atención, la forma en la que tocaba, la pasión que ponía en ello, era algo que no podía ignorar.
—¿Quieren algo de tomar?—me atreví a preguntar, intenté sonar amable, ellos lo habían sido hoy en el almuerzo y no era justo que pensaran que no tenía intenciones de hacer lo mismo, porque no era cierto.
—Claro, ¿recuerdas donde estaba la cocina?—indagó Michael, quien apenas había llegado me explicó los sectores de la casa, aunque en este momento no lo recordaba a la perfección, igualmente asentí levemente.
—Yo la acompañaré—expuso Irwin, varias miradas se posaron en él, imaginé que si me ocurriera algo así simplemente me ruborizaría, pero este simplemente se encogió de hombros—No esperarán que traiga todos los vasos sola, ¿o si?—añadió, sonreí levemente como agradeciendo mentalmente, no me sentía con fuerzas para hacer nada, menos como para traer cuatro vasos sola.
A medida que avanzabamos, ya alejados del garage, comenzaba a sentirme mareada nuevamente pero lógicamente no dije nada, sólo sonreía a lo que Ashton decía, me hablaba sobre lo bien que había oído a la banda hoy y como creía que al integrar a Calum a la banda habían hecho algo realmente bueno. Me sentía feliz de que aceptaran a Cal, como dije hace un rato, me gusta la idea de que tenga amigos de su género y desearía que ellos se convirtieran en sus mejores amigos también, así no tendría que estar preocupado por su depresiva mejor amiga todo el tiempo. Ashton paró en seco y me observó fijamente, adiviné por su expresión que algo iba mal pero no me atreví a hablar.
—¿Te sientes bien?—indagó, sin dejar de observarme, de repente fui consciente de que estaba un poco más cerca de lo que creía y que yo estaba peor de lo que aparentaba, cada vez más mareada.
—Si, estoy bien— Mentira número 1. Sonreí tranquilizadoramente pero sin que lo notara, me encontraba sosteniéndome fuertemente de uno de los aparadores y obligando a mi vista a dejar de nublarse.
—¿Segura? Te ves pálida—insistió, posando una de sus manos en mi brazo mientras enviaba una corriente eléctrica por todo mi cuerpo, la cual no era necesaria en esos momentos.
—Si, estoy segura, quizás es tu imaginación—Mentira número 2. Todo a mi alrededor comienza a verse borroso, excepto el rostro del muchacho, veía la preocupación grabada en este.
—Sam, en verdad, creo que...—nunca supe que creía ya que el mundo se apagó en instantes y se llevó todo con él.
_._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
No tuve tiempo de finalizar la frase ya que en segundos Samantha se desplomó, por suerte pude sostenerla antes de que golpeara el suelo. La tomé en brazos y me sorprendí de lo que pesaba, pero eso no era lo importante ahora, así que prácticamente corrí hacia donde se encontraban Michael, Luke y Calum, esperando que de alguna manera puedan ayudarla. Vi la expresión de este último cuando se percató de que a quien sostenía era su mejor amiga, la sonrisa que esbozaba se disolvió en un soplo, fue reemplazada por una semblante de preocupación, pánico y dolor. No podía decir que yo me encontraba mejor, aun aunque no la conociera, no podía evitar preocuparme por ella.
—¿Que le ocurrió?—exigió rápidamente su mejor amigo, su mirada pasaba de Samantha hacia mi frenéticamente. Le expliqué lo sucedido y decidimos que la mejor opción sería llamar una ambulancia.
Mientras Calum marcaba desesperado el número de la ambulancia, les pedí a Michael y Luke que consiguieran alcohol o algo con un aroma que se le parezca ya que había aprendido hace tiempo que si a una persona que se encontraba con presión baja le acercabas algo que contenga un aroma así de fuerte, este pronto se aliviaría. Aun llevaba a Samantha en mis brazos, la observé atentamente y aparté algunos cabellos castaños de su rostro, estaba fría, también se veía pálida pero a pesar de ello, era hermosa...me preguntaba si ella lo sabría.
Eché una mirada a Calum, este volvía a marcar los mismo números una y otra vez exigiendo que envíen la ambulancia más rápido. En ese momento, observo como la muchacha comienza a parpadear levemente y siento como si mucha de la presión que llevaba en esos momentos se esfumara.
5sosfics
Re: Maybe I'm your cure (Ashton Irwin)
Capitulo 5
- Oriana-
...Sentía como me balanceaba , como si estuvieran hamacandome tan leve que era apenas perceptible, y aunque la sensación era placentera, la curiosidad comenzaba a llamarme.
Alcé la mirada y me encontré con un par de ojos viéndome inexcrutablemente, de repente fui consciente de que ese balanceo se debía a que estaba en los brazos de un muchacho. Entonces lo supe; mi secreto había salido a la luz. A pesar de mi aturdimiento pude oír voces, incluso sonidos pero sólo prestaba atención a algo en particular; el sonido de la sirena proveniente de la ambulancia. Ahora sí que sería el fin, todos descubrirían lo que había estado haciendo últimamente y quizás aún más. No quise oír nada más, no tenía las fuerzas para afrontarlo, asi que sólo cerré los ojos y me adentré nuevamente en la placentera oscuridad.
Apenas desperté fui consciente de donde me encontraba, no era ni más ni menos que un hospital, en mi mano derecha se encontraba conectado un suero, y di gracias al cielo de que haya sido en ésa mano y no en la izquierda, donde se hallaban mis cicatrices. Mi padre estaba dormitando en una de esas incómodas sillas que se encontraban a un lado de la cama, tosí intencionalmente y este alzó la cabeza rápidamente.
—¿Cómo te sientes, cariño?—alargó su mano y acarició la mía, sonreí, sin separar los labios, aunque por dentro sentía que en cualquier momento rompería en llanto, seguramente él ya está al tanto de todo, y se encuentra terriblemente avergonzado de mí. No lo culpo, yo también lo estaría.
—Estoy bien—Logré decir, como siempre. Mentira número 3. Él me sonrió levemente, volviendo a acariciar mi mano pero no hablaba, lo cual empeoraba la situación.
—El médico me ha dicho que tienes falta de vitaminas, por eso es que te desmayaste—¿Qué? ¿No se habían dado cuenta de mi falta de alimentación? Por un lado quería estar feliz, al menos mi padre no se había enterado de todo aquello pero por el otro lado, significaba que deberían continuar las mentiras y la idea no me entusiasmaba en lo más mínimo.
—Puede ser, últimamente he estado demasiado ocupada con los estudios, ya sabes, no estaba siendo nada ordenada con la comida y todo ese rollo. Lo siento, no volverá a pasar—pero sabía que era mentira, sabía que lo único que estaba siendo es una vil mentirosa. Mentira número 4. Él asintió levemente, como si comprendiera, pero sé que en realidad no lo hacía.
—Lo sé, yo también he estado ocupado y también lo siento, pero sabes bien por qué lo es—no tenía que decirlo, si que lo sabía, por la economía. Justo cuando me preparaba para responder, su celular comenzó a sonar y no tuvo más remedio que responder; era del trabajo. Se disculpó con la mirada y contestó la llamada mientras se dirigía hacia afuera de la habitación.
Suspiré pesadamente y casi acontinuación oí unos aplausos, giré la cabeza rápidamente y encontré el origen de estos; una muchacha, la cual estaba sentada sobre la cama continua a la mía. No recordaba haberla visto allí pero sabía de quien se trataba, no era ni más ni menos que Oriana León, una de las muchachas con las que tenía la mayoría de mis clases, era bonita casi tanto como Hannah pero ambas tenían una belleza diferente. Oriana tenía la piel un tono más claro que la auténtica tez morena. Su largo cabello ondulado, innegablemente bello, era castaño. Sus ojos marrones desafiantes pero compasivos a la vez. Su figura era, por demás, mucho mejor que la mía, puesto que era obviamente delgada pero contaba con buenas curvas. Ahora mismo estaba observandome con una ceja alzada.
—Eso ha sido realmente woow, sí que sabes mentirle a la gente—expuso, con una sonrisa ladina, aún mantenía la ceja alzada mientras me observaba con diversión.
—No sé de que estás hablando—respondí haciendo la desentendida aunque en mi interior sabía muy bien a lo que se refería y estaba casi tan asustado como un cordero antes de su muerte.
—Oh, claro que no lo sabes—dijo irónicamente—¿Quién lo diría? Samantha Johnson fingiendo ser una anorexica, mintiéndole a todo el mundo. Jamás lo hubiera sospechado—justo cuando terminó supe exactamente cómo me sentía, no sólo asustada, más bien, aterrada. Mis peores secretos salieron a la luz en menos de lo que hubiera imaginado, y ni siquiera tenía una idea de por qué ella lo sabía.
—Estás...diciendo tonterías, Oriana, sigo sin saber a qué te refieres—aunque por más que intentara arreglarlo, ya no había manera, ambas lo sabíamos. La muchacha bajó de la cama de un salto y se acercó a mi.
—Oye, eso sí que ha sido muy bueno, pero hablando seriamente, ¿no te cansas de mentirle a todo el mundo?—la frase hubiera sido casi compasiva si Oriana no le hubiera agregado esa dosis de frialdad, en verdad creía que era buena chica. La apariencias engañan.
—¿Qué estás haciendo aquí?—expuse con la voz temblorosa, realmente había sonado patética y no culpa a Oriana si en minutos decidía que quería reirse a carcajadas de mí.
Esta aplaudió nuevamente y adoptó una sonrisa sarcástica —¡Bravo, Samantha Johnson! Esa sí que ha sido una de las preguntas más ingeniosas que has hecho—respondió de igual forma. Una parte de mí la asociaba con una mala imitación de las auténticas villanas de Disney. Iba a responderle pero esta no me dejó terminar—Respondiendo a tu inteligente pregunta, estoy aquí visitando a mi hermana pero admito que por momentos me aburro así que doy vueltas por ahí—se encogió de hombros como si en verdad no importara.
No tenía idea de quien era la hermana de Oriana pero en estos momentos tampoco me importaba, sentía una necesidad inexplicable de querer romperle la nariz en ocho pedazos, quizás fuese por el suero, el cual estaba transfiriendome vitaminas. En ese momento, la puerta se abrió y Ashton se adentró en la habitación.
—Bueno, los dejaré a solas...continua mintiendo, Sam—intentó sonar dulce pero todo su esfuerzo se vino abajo con las últimas tres palabras. No había necesidad de decirlas, mucho menos frente a Ashton, bueno, como van las cosas supongo que ahora Hannah no está sola en la labor de hacer mi puta vida aún más miserable, sino que ahora también se le había agregado Oriana. Perfecto. Lo que necesitaba.
—¿A qué se refería con eso?—indagó el muchacho, la curiosidad y el desconcierto invadían su semblante pero inexplicablemente él se veía igual de bello e inalcazable. Vale, creo que el suero contiene algo más que vitaminas.
—No lo sé—respondí, y aunque hubiera deseado poder encogerme de hombros, tuve que conformarme con dedicarle una sonrisa.
Cami: Disculpen que el capítulo haya sido algo corto :D
- Oriana-
...Sentía como me balanceaba , como si estuvieran hamacandome tan leve que era apenas perceptible, y aunque la sensación era placentera, la curiosidad comenzaba a llamarme.
Alcé la mirada y me encontré con un par de ojos viéndome inexcrutablemente, de repente fui consciente de que ese balanceo se debía a que estaba en los brazos de un muchacho. Entonces lo supe; mi secreto había salido a la luz. A pesar de mi aturdimiento pude oír voces, incluso sonidos pero sólo prestaba atención a algo en particular; el sonido de la sirena proveniente de la ambulancia. Ahora sí que sería el fin, todos descubrirían lo que había estado haciendo últimamente y quizás aún más. No quise oír nada más, no tenía las fuerzas para afrontarlo, asi que sólo cerré los ojos y me adentré nuevamente en la placentera oscuridad.
Apenas desperté fui consciente de donde me encontraba, no era ni más ni menos que un hospital, en mi mano derecha se encontraba conectado un suero, y di gracias al cielo de que haya sido en ésa mano y no en la izquierda, donde se hallaban mis cicatrices. Mi padre estaba dormitando en una de esas incómodas sillas que se encontraban a un lado de la cama, tosí intencionalmente y este alzó la cabeza rápidamente.
—¿Cómo te sientes, cariño?—alargó su mano y acarició la mía, sonreí, sin separar los labios, aunque por dentro sentía que en cualquier momento rompería en llanto, seguramente él ya está al tanto de todo, y se encuentra terriblemente avergonzado de mí. No lo culpo, yo también lo estaría.
—Estoy bien—Logré decir, como siempre. Mentira número 3. Él me sonrió levemente, volviendo a acariciar mi mano pero no hablaba, lo cual empeoraba la situación.
—El médico me ha dicho que tienes falta de vitaminas, por eso es que te desmayaste—¿Qué? ¿No se habían dado cuenta de mi falta de alimentación? Por un lado quería estar feliz, al menos mi padre no se había enterado de todo aquello pero por el otro lado, significaba que deberían continuar las mentiras y la idea no me entusiasmaba en lo más mínimo.
—Puede ser, últimamente he estado demasiado ocupada con los estudios, ya sabes, no estaba siendo nada ordenada con la comida y todo ese rollo. Lo siento, no volverá a pasar—pero sabía que era mentira, sabía que lo único que estaba siendo es una vil mentirosa. Mentira número 4. Él asintió levemente, como si comprendiera, pero sé que en realidad no lo hacía.
—Lo sé, yo también he estado ocupado y también lo siento, pero sabes bien por qué lo es—no tenía que decirlo, si que lo sabía, por la economía. Justo cuando me preparaba para responder, su celular comenzó a sonar y no tuvo más remedio que responder; era del trabajo. Se disculpó con la mirada y contestó la llamada mientras se dirigía hacia afuera de la habitación.
Suspiré pesadamente y casi acontinuación oí unos aplausos, giré la cabeza rápidamente y encontré el origen de estos; una muchacha, la cual estaba sentada sobre la cama continua a la mía. No recordaba haberla visto allí pero sabía de quien se trataba, no era ni más ni menos que Oriana León, una de las muchachas con las que tenía la mayoría de mis clases, era bonita casi tanto como Hannah pero ambas tenían una belleza diferente. Oriana tenía la piel un tono más claro que la auténtica tez morena. Su largo cabello ondulado, innegablemente bello, era castaño. Sus ojos marrones desafiantes pero compasivos a la vez. Su figura era, por demás, mucho mejor que la mía, puesto que era obviamente delgada pero contaba con buenas curvas. Ahora mismo estaba observandome con una ceja alzada.
—Eso ha sido realmente woow, sí que sabes mentirle a la gente—expuso, con una sonrisa ladina, aún mantenía la ceja alzada mientras me observaba con diversión.
—No sé de que estás hablando—respondí haciendo la desentendida aunque en mi interior sabía muy bien a lo que se refería y estaba casi tan asustado como un cordero antes de su muerte.
—Oh, claro que no lo sabes—dijo irónicamente—¿Quién lo diría? Samantha Johnson fingiendo ser una anorexica, mintiéndole a todo el mundo. Jamás lo hubiera sospechado—justo cuando terminó supe exactamente cómo me sentía, no sólo asustada, más bien, aterrada. Mis peores secretos salieron a la luz en menos de lo que hubiera imaginado, y ni siquiera tenía una idea de por qué ella lo sabía.
—Estás...diciendo tonterías, Oriana, sigo sin saber a qué te refieres—aunque por más que intentara arreglarlo, ya no había manera, ambas lo sabíamos. La muchacha bajó de la cama de un salto y se acercó a mi.
—Oye, eso sí que ha sido muy bueno, pero hablando seriamente, ¿no te cansas de mentirle a todo el mundo?—la frase hubiera sido casi compasiva si Oriana no le hubiera agregado esa dosis de frialdad, en verdad creía que era buena chica. La apariencias engañan.
—¿Qué estás haciendo aquí?—expuse con la voz temblorosa, realmente había sonado patética y no culpa a Oriana si en minutos decidía que quería reirse a carcajadas de mí.
Esta aplaudió nuevamente y adoptó una sonrisa sarcástica —¡Bravo, Samantha Johnson! Esa sí que ha sido una de las preguntas más ingeniosas que has hecho—respondió de igual forma. Una parte de mí la asociaba con una mala imitación de las auténticas villanas de Disney. Iba a responderle pero esta no me dejó terminar—Respondiendo a tu inteligente pregunta, estoy aquí visitando a mi hermana pero admito que por momentos me aburro así que doy vueltas por ahí—se encogió de hombros como si en verdad no importara.
No tenía idea de quien era la hermana de Oriana pero en estos momentos tampoco me importaba, sentía una necesidad inexplicable de querer romperle la nariz en ocho pedazos, quizás fuese por el suero, el cual estaba transfiriendome vitaminas. En ese momento, la puerta se abrió y Ashton se adentró en la habitación.
—Bueno, los dejaré a solas...continua mintiendo, Sam—intentó sonar dulce pero todo su esfuerzo se vino abajo con las últimas tres palabras. No había necesidad de decirlas, mucho menos frente a Ashton, bueno, como van las cosas supongo que ahora Hannah no está sola en la labor de hacer mi puta vida aún más miserable, sino que ahora también se le había agregado Oriana. Perfecto. Lo que necesitaba.
—¿A qué se refería con eso?—indagó el muchacho, la curiosidad y el desconcierto invadían su semblante pero inexplicablemente él se veía igual de bello e inalcazable. Vale, creo que el suero contiene algo más que vitaminas.
—No lo sé—respondí, y aunque hubiera deseado poder encogerme de hombros, tuve que conformarme con dedicarle una sonrisa.
Cami: Disculpen que el capítulo haya sido algo corto :D
5sosfics
Re: Maybe I'm your cure (Ashton Irwin)
Capitulo 6
—¿Te sientes bien?—dijo luego de un rato de silencio, se había sentado en la silla la cual anteriormente había ocupado mi padre. Observó el suero conectado a mi brazo con una expresión triste.
—Si, ya estoy sintiéndome mejor—lo cual no era ninguna mentira, de alguna forma u otra, las vitaminas ayudaban, ya no me sentía tan cansada. Ashton sonrió, extrañamente lo imité—Con suerte mañana me dejarán ir.
De repente, el muchacho hace una mueca—Oí que estarás unos días más en observación—y de repente, la sonrisa se borra de mi rostro. No quería pasar ni un minuto más en aquel sitio que me irritaba y aterraba al mismo tiempo.
—Si, esa realmente es una buena noticia—expongo con un toque de sarcasmo en cada una de las palabras. Él acerca un poco más, y al desviar la mirada hacia su mano, noto que está debatiendose entre acercarla hacia la mía o mantenerla en su lugar. Opta por la segunda. De pronto, me vuelvo una bola de inseguridades, ¿luciré el doble de mal? ¿estaré despeinada y con el maquillaje corrido? Me inhibo rápidamente y me quedo en silencio.
—Lo siento, si mejoras rápido tal vez te permitan irte pronto—me alienta, pero no creo demasiado en ello, en tanto descubran lo que he estado haciendo será el fin y nada, ni nadie, va a poder ayudarme. Asiento levemente, forzando una sonrisa.
—También lo siento, debo de haberle dado un buen susto—y realmente lo sentía, si hubiese sido en la escuela o en mi casa quizás no fuese para tanto, pero no era mi hogar ni no eran realmente mis amigos. Fui como un estorbo, y aún más para Calum—¿Cómo está, Cal?.
Suelta una risita corta—Si, nos asustamos bastante, mucho más cuando no despertabas. Calum estaba fuera de si, sólo logró calmarse un poco cuando confirmaron que estabas estable—expone y por su tono de voz, sé que no es mentira. Rápidamente me invade un sentimiento de culpa incluso más grande que los anteriores. Quiero llorar y golpearme a mi misma una y otra por haber sido tan estúpida.
—Pobre Cal, debe estar muriéndose de la preocupación—digo casi sin notarlo, dejándome llevar por la angustia y la culpa. Mis ojos se cristalizan y lucho fuertemente para no derramar lágrimas, pero ya es tarde, una de ellas comienza a rodar lentamente, al notarlo Ashton deja la silla aún lado y se acerca mucho más a mi
—Nada de esto es tu culpa, Sam—murmura mientras acuna mi mejilla, nuevas lágrimas caen sin piedad, mojando ligeramente su mano. Quiero creerte, Ashton, en verdad lo quiero.
Pero las lágrimas no cesan y sé que una vez que la he liberado, ya no pararán ya que junto con ellas libero todo aquello que he estado guardando durante tanto tiempo. Comienzo a sollozar, porque nuevamente soy incapaz de parar. Ashton se hace un lugar en la cama y me abraza mientras murmura palabras tranquilizadoras. Sollozo sobre su pecho—No quería que pasara de nuevo—musito, tampoco controlo lo que estoy diciendo, era el momento de soltarlo todo, incluso mis secretos.
Él posa sus manos a los costados de mi mejilla, haciendo que lo mire a los ojos—¿Ya has estado aquí antes?—indaga, claramente no fue su intención pero a pesar de que quería hablarlo, no podía, sentía un nudo en garganta tan grande que me sorprendía de que aún pudiera respirar.
—Ash...ton, no—musito cuando por fin encuentro mi voz, aunque aún era incapaz de pronunciar una oración entera. Ashton comprende y en vez de insistir, se dedica a volver a abrazarme fuertemente, con cuidado de no tocar el suero. Me concentré en él, en el momento que estábamos compartiendo, en sus fuertes brazos envolviéndome, en el aroma de su colonia y la suavidad de su piel, entonces... por un fragmento de minuto, me sentí a salvo, como si este muchacho nunca me fuera a dejar caer.
___________________________________________________________
Oriana caminó decididamente fuera de la habitación, sus botas emitiendo un suave sonido a cada paso que daba, las personas se volteaban pero no le molestaba. Le encantaba la atención.
Había pasado la mayor parte de la mañana cuidando de su hermana, y no es que le molestara, al contrario, pero por momento sólo necesitaba respirar, caminar, despejarse. Así fue como encontró a la mismísima Samantha Johnson en una de las habitaciones continuas, le había causado tanta curiosidad que le resultaba imposible no echar un vistazo y apenas la vio, lo supo. Pudo distinguir los mismos síntomas que los que, en un principio, había sufrido su hermana, parecía una copia horrenda pero se imaginó que todas las que sufrían aquella enfermedad pasaban por lo mismo. La inundó una oleada de nostalgia sombría, claro que no iba a demostrarlo pero hasta logró entristecerla. Una vida tan perfecta tirada a la basura, pensó, ya que conocía muy bien ese terreno... si tendría suerte, terminaría como su hermana, conectada a miles de cables, dependiendo de suero y de varios médicos, sufriendo distorsiones de la imagen y sumida en una profunda depresión. Aunque también cabía la otra posibilidad, la cual no era menos horrorosa, que muriera.
Continuó caminando por los largos pasillos del hospital, necesitaba urgentemente un café, en lo posible, puro. Apenas llegó a la cafetería, fue consciente de varias miradas, nuevamente, no le importo, sabía que era bella, no necesitaba que se lo recordaran.
No había mucha fila donde se entregaban los cafés, sólo tres personas, no tardaría demasiado y eso la ponía de buen humor, odiaba las demoras. Su celular vibró en el bolsillo de sus jeans. Una llamada. Al comprobar de quien se trataba, todo aquel buen humor que pudo haber construido fue reemplazo por amargura. Se trataba de Logan, su ex novio y últimamente, su dolor de cabeza. Contestó.
—¡Púdrete, Logan!—exclamó y luego terminó la llamada. Un muchacho a su lado, río.
—¿Ex novio?—adivinó, alzando una ceja.
—Y de los más pesados—concluyó mientras rodaba los ojos y negaba con la cabeza.
—¿Te sientes bien?—dijo luego de un rato de silencio, se había sentado en la silla la cual anteriormente había ocupado mi padre. Observó el suero conectado a mi brazo con una expresión triste.
—Si, ya estoy sintiéndome mejor—lo cual no era ninguna mentira, de alguna forma u otra, las vitaminas ayudaban, ya no me sentía tan cansada. Ashton sonrió, extrañamente lo imité—Con suerte mañana me dejarán ir.
De repente, el muchacho hace una mueca—Oí que estarás unos días más en observación—y de repente, la sonrisa se borra de mi rostro. No quería pasar ni un minuto más en aquel sitio que me irritaba y aterraba al mismo tiempo.
—Si, esa realmente es una buena noticia—expongo con un toque de sarcasmo en cada una de las palabras. Él acerca un poco más, y al desviar la mirada hacia su mano, noto que está debatiendose entre acercarla hacia la mía o mantenerla en su lugar. Opta por la segunda. De pronto, me vuelvo una bola de inseguridades, ¿luciré el doble de mal? ¿estaré despeinada y con el maquillaje corrido? Me inhibo rápidamente y me quedo en silencio.
—Lo siento, si mejoras rápido tal vez te permitan irte pronto—me alienta, pero no creo demasiado en ello, en tanto descubran lo que he estado haciendo será el fin y nada, ni nadie, va a poder ayudarme. Asiento levemente, forzando una sonrisa.
—También lo siento, debo de haberle dado un buen susto—y realmente lo sentía, si hubiese sido en la escuela o en mi casa quizás no fuese para tanto, pero no era mi hogar ni no eran realmente mis amigos. Fui como un estorbo, y aún más para Calum—¿Cómo está, Cal?.
Suelta una risita corta—Si, nos asustamos bastante, mucho más cuando no despertabas. Calum estaba fuera de si, sólo logró calmarse un poco cuando confirmaron que estabas estable—expone y por su tono de voz, sé que no es mentira. Rápidamente me invade un sentimiento de culpa incluso más grande que los anteriores. Quiero llorar y golpearme a mi misma una y otra por haber sido tan estúpida.
—Pobre Cal, debe estar muriéndose de la preocupación—digo casi sin notarlo, dejándome llevar por la angustia y la culpa. Mis ojos se cristalizan y lucho fuertemente para no derramar lágrimas, pero ya es tarde, una de ellas comienza a rodar lentamente, al notarlo Ashton deja la silla aún lado y se acerca mucho más a mi
—Nada de esto es tu culpa, Sam—murmura mientras acuna mi mejilla, nuevas lágrimas caen sin piedad, mojando ligeramente su mano. Quiero creerte, Ashton, en verdad lo quiero.
Pero las lágrimas no cesan y sé que una vez que la he liberado, ya no pararán ya que junto con ellas libero todo aquello que he estado guardando durante tanto tiempo. Comienzo a sollozar, porque nuevamente soy incapaz de parar. Ashton se hace un lugar en la cama y me abraza mientras murmura palabras tranquilizadoras. Sollozo sobre su pecho—No quería que pasara de nuevo—musito, tampoco controlo lo que estoy diciendo, era el momento de soltarlo todo, incluso mis secretos.
Él posa sus manos a los costados de mi mejilla, haciendo que lo mire a los ojos—¿Ya has estado aquí antes?—indaga, claramente no fue su intención pero a pesar de que quería hablarlo, no podía, sentía un nudo en garganta tan grande que me sorprendía de que aún pudiera respirar.
—Ash...ton, no—musito cuando por fin encuentro mi voz, aunque aún era incapaz de pronunciar una oración entera. Ashton comprende y en vez de insistir, se dedica a volver a abrazarme fuertemente, con cuidado de no tocar el suero. Me concentré en él, en el momento que estábamos compartiendo, en sus fuertes brazos envolviéndome, en el aroma de su colonia y la suavidad de su piel, entonces... por un fragmento de minuto, me sentí a salvo, como si este muchacho nunca me fuera a dejar caer.
___________________________________________________________
Oriana caminó decididamente fuera de la habitación, sus botas emitiendo un suave sonido a cada paso que daba, las personas se volteaban pero no le molestaba. Le encantaba la atención.
Había pasado la mayor parte de la mañana cuidando de su hermana, y no es que le molestara, al contrario, pero por momento sólo necesitaba respirar, caminar, despejarse. Así fue como encontró a la mismísima Samantha Johnson en una de las habitaciones continuas, le había causado tanta curiosidad que le resultaba imposible no echar un vistazo y apenas la vio, lo supo. Pudo distinguir los mismos síntomas que los que, en un principio, había sufrido su hermana, parecía una copia horrenda pero se imaginó que todas las que sufrían aquella enfermedad pasaban por lo mismo. La inundó una oleada de nostalgia sombría, claro que no iba a demostrarlo pero hasta logró entristecerla. Una vida tan perfecta tirada a la basura, pensó, ya que conocía muy bien ese terreno... si tendría suerte, terminaría como su hermana, conectada a miles de cables, dependiendo de suero y de varios médicos, sufriendo distorsiones de la imagen y sumida en una profunda depresión. Aunque también cabía la otra posibilidad, la cual no era menos horrorosa, que muriera.
Continuó caminando por los largos pasillos del hospital, necesitaba urgentemente un café, en lo posible, puro. Apenas llegó a la cafetería, fue consciente de varias miradas, nuevamente, no le importo, sabía que era bella, no necesitaba que se lo recordaran.
No había mucha fila donde se entregaban los cafés, sólo tres personas, no tardaría demasiado y eso la ponía de buen humor, odiaba las demoras. Su celular vibró en el bolsillo de sus jeans. Una llamada. Al comprobar de quien se trataba, todo aquel buen humor que pudo haber construido fue reemplazo por amargura. Se trataba de Logan, su ex novio y últimamente, su dolor de cabeza. Contestó.
—¡Púdrete, Logan!—exclamó y luego terminó la llamada. Un muchacho a su lado, río.
—¿Ex novio?—adivinó, alzando una ceja.
—Y de los más pesados—concluyó mientras rodaba los ojos y negaba con la cabeza.
5sosfics
Re: Maybe I'm your cure (Ashton Irwin)
Capitulo 7.
La semana había transcurrido de lo más anormal para mí, pero fue agradable. Durante mi internación me dejaban tener visitas y alguien que se queda conmigo en las noche, por lo general, debía ser mi padre el que lo hiciera pero se encontraba ocupado así que los chicos se ofrecieron, hacían turnos entre ellos. Si, con los chicos me refiero a los nuevos amigos de Calum, al principio tuve sospechas sobre ellos pero finalmente descubrí que son buenas personas. En especial, Ashton, quien tuvo un gesto muy lindo para conmigo...de hecho, gracias a él estoy escribiéndote.
Dejé la lapicera a un lado y me dediqué a recordar aquel día.
Fue el segundo día de internación, mi padre tenía que trabajar y yo ya me estaba preparando para pasar el resto de la tarde sola, cuando él cruzó la puerta, regalándome una de sus típicas sonrisas. Se la devolví.
—Bueno, creo que te dejo en buenas manos—dice mi padre, quien se encontraba con una mano en el picaporte, haciendo referencia a la llegada de Ashton. A él le caían bien los amigos de Calum—Adios, cielo, luego del trabajo pasaré a verte—me sonrió y luego desapareció.
—¿Y cómo estás?—indaga Ashton mientras toma lugar en dónde mi padre había estado minutos atrás.
—Sobreviviré, creo—murmuré mientras me encogía de hombros. Desvié mi mirada hacía la cama contínua, allí se encontraba una niña de no más de once años, la habían transladado ayer en la noche, esta escribía con gran concentración en su diario—Extraño hacer eso, no he tenido un diario desde los ocho años—musité, dejándome llevar por la nostalgia. Ashton sonrió, realmente no sabía el porqué.
Luego él se fue. No fue sino hasta una hora después que reapareció con un regalo, me lo entregó y lo abrí rápidamente; se trataba de, ni más ni menos, que un diario pero no esos de niña pequeña, los cuales son de color rosa y se encuentran llenos de mariposas y corazones. No, este era de terciopelo bordó, y tenía una S en el centro en color negro.Lo rozé con los dedos. —Tardé porque me ha costado bastante conseguir uno realmente lindo, lo siento— se excusó y mis lágrimas comenzaron a caer, una a una; es que era hermoso. Ashton al verlas , se acercó a mi y me abrazo. Comenzaba a amar esos abrazos.
—Hey, no, no llores, Sam, si no te gusta puedo conseguirte otro—dijo mientras hacía círculos en mi espalda, a pesar de las lágrimas sonreí y me alejé ligeramente, observando el diario en mi regazo.
—No es por eso, tonto. Es hermoso—musité, era absolutamente consciente que mi voz sonaba entrecortada.—Es que no estoy acostumbrada a que la gente haga estas cosas por mí—proseguí cuando supe que mi voz poco a poco volvía a la normalidad.
—Acostúmbrate—murmuró mientras sonreía.
Y desde entonces no he dejado de escribir, resultaba liberador ya que podía hablar de todo y no tendría que preocuparme sobre qué pensarían o sobre si lastimo a los demás con mis acciones. Realmente no va a alcanzarme la vida para agradecerle a Ashton.
Pero él no fue el único que se portó así de bien conmigo, Michael es uno de los que más ha estado apoyándome, a veces creo que realmente me comprende. Hace unos días se había aparecido con un pequeño oso de peluche y una tarjeta que decía Mejórate. Es muy agradable platicar con él, ya que puedes hablar de temas serios pero también algunos graciosos. Hasta me confió que hace poco conoció a una muchacha y ya la había invitado a salir.
Luke aún mantiene un poco la distancia conmigo, aunque se porta amable y a menudo me regala una de sus sonrisas, últimamente siempre está con Calum, creo que se han hecho buenos amigos y me alegro muchísimo por ellos. Realmente
Hoy era mi último día, en unos minutos me quitarían el suero y ya podría irme a casa, los chicos estaban conmigo. Calum, Luke y Michael veían un partido de futboll mientras que Ashton y yo mirábamos vídeos en Youtube de bandas que nos parecían buenas ya que a él no le interesaba el equipo que jugaba y había traído su laptop.
—Me gusta esa banda, jamás la había escuchado, pero me gusta—comenté luego de ver un vídeo de una banda que Ashton me recomendó. La situación era lo suficientemente graciosa ya que él se encontraba acostado junto a mí en la pequeña cama del hospital, a menudo las enfermeras lo regañaban por eso pero como no estaban decidió aprovecharse de ello. Imaginaba que mi relación con él era casi como la que mantengo con Calum, aun me costaba creer como es que nos habíamos vuelto tan cercanos en tan sólo unos días.
El equipo para el cual los chicos alentaban hizo un gol y estos lo gritaron con entusiasmo. Miré al muchacho a mi lado, el cual se encontraba casi recostado, y ambos reímos. Era un lindo momento, de esos en los que quieres fotografiar, enmarcarlos y colocarlo en tu mesita de noche. En ese momento, el médico se hizo presente, Ashton casi saltó de la cama, y se paró a mi lado. Los chicos se quedaron en silencio mientras observaban expectantes.
—¿Si puedo irme hoy?—indagué, tratando de no mostrar tanta impaciencia, aunque fracasando. El médico sonrió.
—Si, tu padre habló hace un rato conmigo y ha firmado el alta, no quiso entrar a verte por si te encontrabas dormida, aunque veo que no lo estas —comentó mientras le echaba una ojeada los cuatro chicos que me acompañaban—luego lo han llamado del trabajo. Bien, se lo he dicho a él y te lo digo a ti...
Mierda, nada de esa frase puede indicar algo bueno. Seguramente ya lo había descubierto.
—¿Es algo malo?—preguntó Calum rápidamente, de seguro no había sido consciente de ello. Dejó su asiento y se hizo un lugar a mi lado, mientras tomaba mi mano, aunque intenté no entendía a que venía tanta preocupación.
—No tanto porque lo hemos encontrado a tiempo—Sí, es el final, pensé e inspiré una bocanada de aire, preparándome, Cal apretó más fuerte mi mano—la razón de tu desmayo y otros factores que quizás habrás notado, como estar cansada y mareada todo el tiempo, fue porque te encuentras anémica. Deberás tomar hierro y algunas vitaminas, pero si haces todo al pie de la letra, mejorarás pronto. Enseguida llamaré a una enfermera para que te quite el suero y te de lo que debes tomar—sonrió amablemente y luego de saludar, se retiró.
Al oírlo, todo el peso de mis hombros se disolvió. No lo había descubierto, no sabía sobre mi trastorno. En ese mismo momento no sabía si alegrarme, no era algo realmente bueno que continuara con aquello pero lo mantendría un tiempo más. Había escuchado sobre las anoréxicas, ellas se obsesionaban demasiado por su peso, tanto que perdía la cabeza. Yo no lo haría, sí usaré sus métodos pero sé que yo no me obsesionaría.
La semana había transcurrido de lo más anormal para mí, pero fue agradable. Durante mi internación me dejaban tener visitas y alguien que se queda conmigo en las noche, por lo general, debía ser mi padre el que lo hiciera pero se encontraba ocupado así que los chicos se ofrecieron, hacían turnos entre ellos. Si, con los chicos me refiero a los nuevos amigos de Calum, al principio tuve sospechas sobre ellos pero finalmente descubrí que son buenas personas. En especial, Ashton, quien tuvo un gesto muy lindo para conmigo...de hecho, gracias a él estoy escribiéndote.
Dejé la lapicera a un lado y me dediqué a recordar aquel día.
Fue el segundo día de internación, mi padre tenía que trabajar y yo ya me estaba preparando para pasar el resto de la tarde sola, cuando él cruzó la puerta, regalándome una de sus típicas sonrisas. Se la devolví.
—Bueno, creo que te dejo en buenas manos—dice mi padre, quien se encontraba con una mano en el picaporte, haciendo referencia a la llegada de Ashton. A él le caían bien los amigos de Calum—Adios, cielo, luego del trabajo pasaré a verte—me sonrió y luego desapareció.
—¿Y cómo estás?—indaga Ashton mientras toma lugar en dónde mi padre había estado minutos atrás.
—Sobreviviré, creo—murmuré mientras me encogía de hombros. Desvié mi mirada hacía la cama contínua, allí se encontraba una niña de no más de once años, la habían transladado ayer en la noche, esta escribía con gran concentración en su diario—Extraño hacer eso, no he tenido un diario desde los ocho años—musité, dejándome llevar por la nostalgia. Ashton sonrió, realmente no sabía el porqué.
Luego él se fue. No fue sino hasta una hora después que reapareció con un regalo, me lo entregó y lo abrí rápidamente; se trataba de, ni más ni menos, que un diario pero no esos de niña pequeña, los cuales son de color rosa y se encuentran llenos de mariposas y corazones. No, este era de terciopelo bordó, y tenía una S en el centro en color negro.Lo rozé con los dedos. —Tardé porque me ha costado bastante conseguir uno realmente lindo, lo siento— se excusó y mis lágrimas comenzaron a caer, una a una; es que era hermoso. Ashton al verlas , se acercó a mi y me abrazo. Comenzaba a amar esos abrazos.
—Hey, no, no llores, Sam, si no te gusta puedo conseguirte otro—dijo mientras hacía círculos en mi espalda, a pesar de las lágrimas sonreí y me alejé ligeramente, observando el diario en mi regazo.
—No es por eso, tonto. Es hermoso—musité, era absolutamente consciente que mi voz sonaba entrecortada.—Es que no estoy acostumbrada a que la gente haga estas cosas por mí—proseguí cuando supe que mi voz poco a poco volvía a la normalidad.
—Acostúmbrate—murmuró mientras sonreía.
Y desde entonces no he dejado de escribir, resultaba liberador ya que podía hablar de todo y no tendría que preocuparme sobre qué pensarían o sobre si lastimo a los demás con mis acciones. Realmente no va a alcanzarme la vida para agradecerle a Ashton.
Pero él no fue el único que se portó así de bien conmigo, Michael es uno de los que más ha estado apoyándome, a veces creo que realmente me comprende. Hace unos días se había aparecido con un pequeño oso de peluche y una tarjeta que decía Mejórate. Es muy agradable platicar con él, ya que puedes hablar de temas serios pero también algunos graciosos. Hasta me confió que hace poco conoció a una muchacha y ya la había invitado a salir.
Luke aún mantiene un poco la distancia conmigo, aunque se porta amable y a menudo me regala una de sus sonrisas, últimamente siempre está con Calum, creo que se han hecho buenos amigos y me alegro muchísimo por ellos. Realmente
Hoy era mi último día, en unos minutos me quitarían el suero y ya podría irme a casa, los chicos estaban conmigo. Calum, Luke y Michael veían un partido de futboll mientras que Ashton y yo mirábamos vídeos en Youtube de bandas que nos parecían buenas ya que a él no le interesaba el equipo que jugaba y había traído su laptop.
—Me gusta esa banda, jamás la había escuchado, pero me gusta—comenté luego de ver un vídeo de una banda que Ashton me recomendó. La situación era lo suficientemente graciosa ya que él se encontraba acostado junto a mí en la pequeña cama del hospital, a menudo las enfermeras lo regañaban por eso pero como no estaban decidió aprovecharse de ello. Imaginaba que mi relación con él era casi como la que mantengo con Calum, aun me costaba creer como es que nos habíamos vuelto tan cercanos en tan sólo unos días.
El equipo para el cual los chicos alentaban hizo un gol y estos lo gritaron con entusiasmo. Miré al muchacho a mi lado, el cual se encontraba casi recostado, y ambos reímos. Era un lindo momento, de esos en los que quieres fotografiar, enmarcarlos y colocarlo en tu mesita de noche. En ese momento, el médico se hizo presente, Ashton casi saltó de la cama, y se paró a mi lado. Los chicos se quedaron en silencio mientras observaban expectantes.
—¿Si puedo irme hoy?—indagué, tratando de no mostrar tanta impaciencia, aunque fracasando. El médico sonrió.
—Si, tu padre habló hace un rato conmigo y ha firmado el alta, no quiso entrar a verte por si te encontrabas dormida, aunque veo que no lo estas —comentó mientras le echaba una ojeada los cuatro chicos que me acompañaban—luego lo han llamado del trabajo. Bien, se lo he dicho a él y te lo digo a ti...
Mierda, nada de esa frase puede indicar algo bueno. Seguramente ya lo había descubierto.
—¿Es algo malo?—preguntó Calum rápidamente, de seguro no había sido consciente de ello. Dejó su asiento y se hizo un lugar a mi lado, mientras tomaba mi mano, aunque intenté no entendía a que venía tanta preocupación.
—No tanto porque lo hemos encontrado a tiempo—Sí, es el final, pensé e inspiré una bocanada de aire, preparándome, Cal apretó más fuerte mi mano—la razón de tu desmayo y otros factores que quizás habrás notado, como estar cansada y mareada todo el tiempo, fue porque te encuentras anémica. Deberás tomar hierro y algunas vitaminas, pero si haces todo al pie de la letra, mejorarás pronto. Enseguida llamaré a una enfermera para que te quite el suero y te de lo que debes tomar—sonrió amablemente y luego de saludar, se retiró.
Al oírlo, todo el peso de mis hombros se disolvió. No lo había descubierto, no sabía sobre mi trastorno. En ese mismo momento no sabía si alegrarme, no era algo realmente bueno que continuara con aquello pero lo mantendría un tiempo más. Había escuchado sobre las anoréxicas, ellas se obsesionaban demasiado por su peso, tanto que perdía la cabeza. Yo no lo haría, sí usaré sus métodos pero sé que yo no me obsesionaría.
5sosfics
Re: Maybe I'm your cure (Ashton Irwin)
Capitulo 8
Había estado tan perdida en mis pensamientos que no había hecho caso a lo que sucedía a mi alrededor, la enfermera ya había llegado e intentaba quitarme el suero, los chicos evitaban mirar ya que les causaba impresión, en cambio, yo sí miré, estaba acostumbrada a cosas peores.
Apenas terminó me sentí plenamente aliviada de no estar conectada a esa cosa del demonio. Le pedí a los chicos que me esperaran ya que necesitaba darme una ducha y cambiarme la ropa. Intenté hacer todo lo más rápido posible pero lamentablemente tardé poco más de una hora.
Papá me había hecho una llamada disculpándose por no poder estar conmigo, lo tranquilicé de la misma manera en la que hago siempre; minimizando las cosas. Lo convencí que no estaría sola ya que los chicos habían insistido en hacer compañía incluso cuando llegue a casa. A veces creía que querían vigilarme y que sospechaban algo, tal vez era cierto o tal vez era mi cerebro jugandome una mala pasada. Justo al bajar del automóvil sufrí un mareo, el médico dijo que quizás ocurría pero inexorablemente tuve cuatro pares de ojos sobre mí —Estoy bien—afirmé, pero no me escucharon, es más, insistieron en llevarme hacia el sillón. Cal, siempre tan atento, me acercó un vaso de agua e insistió en que tomara una vitamina. Había escuchado que las vitaminas engordaban así que decidí interiormente que esta sería la única vez en la que las tomara—Agradezco, en verdad lo hago, que hagan todo esto por mí, pero no es necesario que me estén detrás, de seguro deben tener cosas que hacer—intenté no sonar como si los estuviera echando, pero lamentablemente no lo logré. No es que no me gustara su compañía, es que no estaba acostumbrada y ya comenzaba a ahogarme.
—Estás echándonos—aseguró Michael, fingiendo estar ofendido. Solté una breve risita y negué con la cabeza,
—Nada de eso, me caen bien, en verdad lo hacen pero ya debe de resultar agotador ser así de amables—solté, es lo que realmente sentía pero expresado de otra manera, la frase original sería algo como: Me agradan pero dejen de fingir que les importo,
—No estamos contigo porque seamos amables, estamos contigo porque también nos agradas y queremos estarlo —expuso Ash, y no pude evitar sonreír, ese chico sí que sabía ser dulce cuando se lo proponía. Me preparaba para responder justo cuando Luke se hizo presente y con una taza de café para mí, me la acercó y la tomé. No sabía a ciencia cierta si podría tomar café pero jamás le diría que no a algo tan delicioso.
—¿Que tal si esta noche vemos una película? —propuso Michael, a lo que todos estuvimos de acuerdo. Y con mi padre no habría problema ya que en unas horas viajaba por una reunión de negocios. En ese instante, Mike recibió un mensaje de texto y alzó la vista hacia mí—¿Se nos podría unir la chica de la cual te hablé?
—Claro, no habrá ningún problema—sonreí, fue una sonrisa sincera. Mike me recordaba a un hermano mayor, aunque no lo conociera a fondo, e imaginaba que este ya había empezado a salir con la muchacha, entonces ¿para qué negarle que se vieran?
...Cayó la noche, mi padre se despidió de mí y le comenté sobre mis planes con los chicos. Este vio fijamente a Calum y le hizo una seña para que se acercara, se quedaron platicando un buen tiempo. Finalmente, mi mejor amigo asintió y mi padre sonrió, luego se marchó. Claro que no me iba a permitir quedarme con la duda así que cuando le pregunté a Calum sobre lo que habló con mi padre, este me confesó que le había encargado que me cuidara y que vigilara a Ashton.
Me pareció de lo más gracioso, ¿realmente mi padre creía que entre Ashton y yo podría llegar a pasar algo? Debo reconocer que sí tiene sentido del humor. Eso era claramente imposible. Yo estoy muy lejos de ser la clase de chica que le gustaría. Sí, puede que nos llevemos bien, y que en el tiempo que pasamos juntos nos hallamos acercado aún más pero no hay nada más que eso. Además, él nunca vio (ni verá) la otra parte de mí, la oscura, la depresiva, la suicida... si lo viera, ya hubiese querido salir corriendo. Ni siquiera Calum, que lo conozco desde hace años, ha conocido a la perfección esa parte. A veces siento que no tengo arreglo, que nadie va a poder conmigo y tengo miedo. Tengo miedo de nunca ser suficiente para alguien, de quedarme sola, de estar rodeada de gente, de llorar, de reír, de hacer algo bien porque sé que luego haré algo mal. No sé que soy ni que tengo, pero sí sé que nadie querría estar con alguien así, asi que es por eso que me encargo de alejar a las personas, es por eso que por momentos soy fría, es por eso que mis sonrisas se basan en demostrar felicidad inexistente...ahora eres testido de esa parte de mí y te aseguro que lo serás muy a diario, porque hablando contigo siento que es la única manera de desahogarme y ser yo misma, de juntar valor y seguir adelante con mis miedos e inseguridades. Porque siento que nadie me entiende, que nadie entiende que no se necesita tener un motivo específico para estar hundida, no necesitas haber sufrido una pérdida para estar triste, a veces puedes tenerlo todo y no querer nada. Tenerlo todo y sentirte mal contigo misma de todas formas.
Oí el timbre y dejé mi diario debajo del colchón de mi cama, así nadie lo leería. Sequé las pequeñas lágrimas que habían comenzado a salir y me preparé para abrir la puerta. Nadie tenía que darse cuenta que había tenido uno de mis momentos depresivos, nadie tenía que saber que había estado llorando.
Apenas abrí la puerta los vi sonriendo, como siempre hacen, y los imité. El resto de la noche sería genial, reiría como si no hubiese pasado nada y disfrutaría de una película con mis ¿nuevos amigos?. El punto es que me obligué a pensar en otra cosa, al menos unas horas.
Había estado tan perdida en mis pensamientos que no había hecho caso a lo que sucedía a mi alrededor, la enfermera ya había llegado e intentaba quitarme el suero, los chicos evitaban mirar ya que les causaba impresión, en cambio, yo sí miré, estaba acostumbrada a cosas peores.
Apenas terminó me sentí plenamente aliviada de no estar conectada a esa cosa del demonio. Le pedí a los chicos que me esperaran ya que necesitaba darme una ducha y cambiarme la ropa. Intenté hacer todo lo más rápido posible pero lamentablemente tardé poco más de una hora.
Papá me había hecho una llamada disculpándose por no poder estar conmigo, lo tranquilicé de la misma manera en la que hago siempre; minimizando las cosas. Lo convencí que no estaría sola ya que los chicos habían insistido en hacer compañía incluso cuando llegue a casa. A veces creía que querían vigilarme y que sospechaban algo, tal vez era cierto o tal vez era mi cerebro jugandome una mala pasada. Justo al bajar del automóvil sufrí un mareo, el médico dijo que quizás ocurría pero inexorablemente tuve cuatro pares de ojos sobre mí —Estoy bien—afirmé, pero no me escucharon, es más, insistieron en llevarme hacia el sillón. Cal, siempre tan atento, me acercó un vaso de agua e insistió en que tomara una vitamina. Había escuchado que las vitaminas engordaban así que decidí interiormente que esta sería la única vez en la que las tomara—Agradezco, en verdad lo hago, que hagan todo esto por mí, pero no es necesario que me estén detrás, de seguro deben tener cosas que hacer—intenté no sonar como si los estuviera echando, pero lamentablemente no lo logré. No es que no me gustara su compañía, es que no estaba acostumbrada y ya comenzaba a ahogarme.
—Estás echándonos—aseguró Michael, fingiendo estar ofendido. Solté una breve risita y negué con la cabeza,
—Nada de eso, me caen bien, en verdad lo hacen pero ya debe de resultar agotador ser así de amables—solté, es lo que realmente sentía pero expresado de otra manera, la frase original sería algo como: Me agradan pero dejen de fingir que les importo,
—No estamos contigo porque seamos amables, estamos contigo porque también nos agradas y queremos estarlo —expuso Ash, y no pude evitar sonreír, ese chico sí que sabía ser dulce cuando se lo proponía. Me preparaba para responder justo cuando Luke se hizo presente y con una taza de café para mí, me la acercó y la tomé. No sabía a ciencia cierta si podría tomar café pero jamás le diría que no a algo tan delicioso.
—¿Que tal si esta noche vemos una película? —propuso Michael, a lo que todos estuvimos de acuerdo. Y con mi padre no habría problema ya que en unas horas viajaba por una reunión de negocios. En ese instante, Mike recibió un mensaje de texto y alzó la vista hacia mí—¿Se nos podría unir la chica de la cual te hablé?
—Claro, no habrá ningún problema—sonreí, fue una sonrisa sincera. Mike me recordaba a un hermano mayor, aunque no lo conociera a fondo, e imaginaba que este ya había empezado a salir con la muchacha, entonces ¿para qué negarle que se vieran?
...Cayó la noche, mi padre se despidió de mí y le comenté sobre mis planes con los chicos. Este vio fijamente a Calum y le hizo una seña para que se acercara, se quedaron platicando un buen tiempo. Finalmente, mi mejor amigo asintió y mi padre sonrió, luego se marchó. Claro que no me iba a permitir quedarme con la duda así que cuando le pregunté a Calum sobre lo que habló con mi padre, este me confesó que le había encargado que me cuidara y que vigilara a Ashton.
Me pareció de lo más gracioso, ¿realmente mi padre creía que entre Ashton y yo podría llegar a pasar algo? Debo reconocer que sí tiene sentido del humor. Eso era claramente imposible. Yo estoy muy lejos de ser la clase de chica que le gustaría. Sí, puede que nos llevemos bien, y que en el tiempo que pasamos juntos nos hallamos acercado aún más pero no hay nada más que eso. Además, él nunca vio (ni verá) la otra parte de mí, la oscura, la depresiva, la suicida... si lo viera, ya hubiese querido salir corriendo. Ni siquiera Calum, que lo conozco desde hace años, ha conocido a la perfección esa parte. A veces siento que no tengo arreglo, que nadie va a poder conmigo y tengo miedo. Tengo miedo de nunca ser suficiente para alguien, de quedarme sola, de estar rodeada de gente, de llorar, de reír, de hacer algo bien porque sé que luego haré algo mal. No sé que soy ni que tengo, pero sí sé que nadie querría estar con alguien así, asi que es por eso que me encargo de alejar a las personas, es por eso que por momentos soy fría, es por eso que mis sonrisas se basan en demostrar felicidad inexistente...ahora eres testido de esa parte de mí y te aseguro que lo serás muy a diario, porque hablando contigo siento que es la única manera de desahogarme y ser yo misma, de juntar valor y seguir adelante con mis miedos e inseguridades. Porque siento que nadie me entiende, que nadie entiende que no se necesita tener un motivo específico para estar hundida, no necesitas haber sufrido una pérdida para estar triste, a veces puedes tenerlo todo y no querer nada. Tenerlo todo y sentirte mal contigo misma de todas formas.
Oí el timbre y dejé mi diario debajo del colchón de mi cama, así nadie lo leería. Sequé las pequeñas lágrimas que habían comenzado a salir y me preparé para abrir la puerta. Nadie tenía que darse cuenta que había tenido uno de mis momentos depresivos, nadie tenía que saber que había estado llorando.
Apenas abrí la puerta los vi sonriendo, como siempre hacen, y los imité. El resto de la noche sería genial, reiría como si no hubiese pasado nada y disfrutaría de una película con mis ¿nuevos amigos?. El punto es que me obligué a pensar en otra cosa, al menos unas horas.
5sosfics
Re: Maybe I'm your cure (Ashton Irwin)
Capitulo 9
¿Cómo pude ser tan estúpida? ¿Cómo? Era obvio que si los invitaba para ver una película, lo normal sería que cenáramos primero. Y a ellos no se les ocurrió ni más ni menos que cenar pizza. No es que no me gustara, al contrario, lo hacía y mucho pero se suponía que comenzaría mi dieta.
Nos encontrábamos sentados en el sillón, con las cajas de pizza en la mesa ratona frente a este. Luke se encontraba en una punta del sillón, Michael en otra junto con su cita, quien no era ni más ni menos que Oriana, mientras que yo me situaba entre Calum ( a mi izquierda) y Ashton ( a mi derecha). Todos ya habían tomado una porción de pizza, excepto yo, y no tardaron en notarlo.
—¿Por qué no comes?—preguntó Oriana mientras le daba un mordisco a su pizza de pepperoni, aunque estuve casi segura de que no fue una pregunta accidental. La televisión estaba encendida, casi todos la estaban viendo pero cuando ella hizo esa pregunta, toda la atención recayó en mí.
—Yo... no tengo hambre—contesté simplemente, la mirada de Oriana algo como: Mentirosa y que era cierto, lo único cierto era que soy una mentirosa pero no le daría el gusto, así que me acerqué a la caja y tomé una pizza, a duras penas le dí un mordisco—Aún así sabe bien—admití mientras sonreía, rebusque en lo más profundo de mi cerebro algún tema de conversación que desviara la atención pero alguien me ganó.
—Oigan, ¿cuando vemos la película?—dijo Oriana, de la misma manera en la que inició el tema, lo cambió. Mi expresión era de desconcierto, ¿acaso no era ella la que quería hacerme quedar mal frente a mis nuevos amigos?
—Oh sí, están están sobre la mesa de la cocina—expone Michael, aunque sin moverse ni un centímetro de Oriana y si le sumamos el hecho de que estábamos bastante apretados...
—Yo iré por ellas—dijo Calum y rápidamente se dirigió a la cocina, Luke lo siguió sólo para hacer palomitas de maíz mientras que yo me las ingeniaba para conectar el dvd.
Era una noche fría, así que subí a mi habitación para recoger una manta, no abrigaba demasiado pero algo es algo. Tomé lugar junto a Ashton mientras esperaba que Cal pusiera las películas—¿Cuáles alquilaron?—indagué mientras me cubría con la manta.
— Algo de terror, Grave Encounters—informa Calum mientras apaga la luz y toma lugar, esta vez junto a Luke.
—¿¡De terror!?—rápidamente abrí los ojos como platos y todos comenzaron a reír—No, chicos, no puedo verla, las películas de terror realmente me van miedo, tengo pesadillas luego de verlas—no me había dado cuenta, pero comenzaba a hablar rápido y si a eso le sumábamos que mis ojos se encontraban demasiado abiertos, daba como resultado una loca psicópata.
—Tranquila, es sólo una película, sólo cierra los ojos en las partes que te den más miedo y asunto arreglado—dice Ashton mientras acariciaba mi brazo para reconfortarme, podía notar claramente la mirada de Calum puesta en él. Yo asentí y dieron play, así que ya no había vuelta atrás.
Al principio no parecía que fuese a darme demasiado miedo, sólo gritaba en las partes más "comunes" pero cuando comenzaron aparecerse ciertas cosas, ya no pude más...grité, me voltee, sujeté fuertemente el brazo de Ashton y escondí mi rostro en su pecho. —Calma—dice mientras acaricia mi cabello, apenas lo sujeté se había sorprendido demasiado pero finalmente sonrió y comenzó a intentar calmarme.
—Tengo miedo, no quiero ver más—musité, aun con mi rostro escondido en su pecho. Asintió y le dijo a los chicos que iría por más palomitas, llevándome con él, aunque todos notaron que no fue por eso. Si echabas una mirada a como se encontraban, ninguno estaba tan asustado como yo, Oriana y Michael estaban acurrucados pero no precisamente porque ella tuviera miedo, Luke y Calum observaban entretenidos la película.
Ashton, en un gesto de pura amabilidad, me llevó de la mano hasta cocina. Cuando llegamos a esta, me senté sobre la mesada, y sí, estaba muy fría. Él se paró frente a mí y sonrió.
—No tiene gracia, Ash—reclamé todavía asustada pero más que nada irritada. Él ensanchó su sonrisa.
—Es la primera vez que me dices Ash—reparó, no me había dado cuenta pero estabamos demasiado cerca, sólo faltaban unos pocos centímetros para que nuestras frentes se chocaran, aquello me ponía aún más nerviosa de lo que imaginaba.
—N..no es cierto—tartamudeé—te he llamado Ash anteriormente—agregué aunque era imposible concentrarse cuando tiene a ese chico enfrente, aun más cuando te observa con aquellos ojos suyos, esos que no se sabe bien si son verdes o color miel. Quizás fueran ambos.
—Nunca de ese modo, sonaste muy tierna—su voz era profunda y su mirada sólo buscaba la mía pero nunca resistía mirarlo demasiado tiempo sin apartar la vista, siempre me ponía especialmente nerviosa.
—Nunca soy tierna—y aquello no era ninguna mentira, me costaba ser tierna con los demás, principalmente porque había aprendido a ser dura para soportar momentos difíciles, momentos como en los que pienso en mi madre, o en mi infancia. Y allí estaban de nuevo las lágrimas.
—¿Qué ocurre?—pregunto Ash, mientras acunaba mis mejillas. Me besó en la nariz—Puedes decirme, puedes decirme lo que sea, Sam. No puedo, Ash, no puedo.
5sosfics
Re: Maybe I'm your cure (Ashton Irwin)
Capitulo 10
Claramente supo que mi llanto no se debía a la película pero aún así no podía hablar, no era el momento, aunque ni siquiera lo tuviera, no lo quería perder. Negué con la cabeza —Sólo estoy algo sensible por volver a casa, el hospital era horrible—involuntariamente más lágrimas se derramaron y él las secó con el pulgar, luego besó su rastro.
—Odio verte llorar, me duele—susurró con sus labios contra mi piel, sentí como esta se encendía bajo sus labios, estaba ruborizándome pero muy dentro de mí supe que era algo más. Cerré los ojos y fui consciente de como Ashton acortó la distancia entre nosotros; me besó.
Fue un beso dulce, de esos que comienzan como un roce entre los labios, como una pequeña caricia muy suave. Él abrió poco a poco mis labios con los suyos, nunca sin perder la delicadeza, siempre tratándome como si fuese porcelana. Más lágrimas se desprendieron de mis ojos, logrando mojar el rostro de Ashton, no supe muy bien por qué lloraba, mi mente divagaba en aquellos momentos, viajaba por lugares los cuales nunca he conocido, conocía colores que jamás había visto y oía una dulce armonía que me embriagaba poco a poco. Quizas era cierto aquello que decían sobre cuando te besan realmente, sobre los fuegos artificiales que sientes interiormente, quizas no se equivocaban. El beso se profundizó cada vez más, apenas era consciente de que continuaba sentada sobre la mesada pero en aquel instante no me importó, enredé mis piernas en las caderas del muchacho e intenté profundizar aún más el beso, él se acercó lo más que pudo a mí, podía sentir cada parte de su cuerpo contra el mío, aún así necesitaba más, cada parte de mi cuerpo lo exigía, imaginaba que sino lo hacía moriría pero debíamos respirar... así que nos separamos.
—Sam—susurró, se encontraba sonrojado e imaginé que yo también lo estaría pero era imposible no estarlo luego de un momento como ese. Aún no podía creerlo, Ashton Irwin me había besado, él a mi—¿Qué fue eso?—dijo mientras me observaba con una sonrisa tan amplia que dolía. Yo sonreí de igual forma pero en ese momento fui consciente de que aún lo mantenía casi unido a mi al tener mis piernas enredadas en su cadera, lo solté rápidamente.
—Ash...yo... no sé que...—tartamudeé, claramente nerviosa, no sabía que decir luego de aquello, ¿teníamos que ser novios? ¿comenzar a salir? No, yo no quería salir con Ashton, la pasábamos bien siendo amigos, no hay necesidad de arruinar algo así— no debió pasar—murmuré mientras me aclaraba la garganta, fui testigo de como su gran sonrisa se reducía a una minúscula en tan solo segundos.
—¿No te gustó?—preguntó algo dolido, se había alejado y me observaba como si le hubiese clavado un puñal en el corazón.
—No es eso. Ash, nosotros somos amigos, no hay necesidad de complicar las cosas de esa manera...además no tengo cabeza para algo mas—sabía claramente que le había dado un pase gratuito a la zona de amigos, no es algo de lo que me enorgulleciera pero, nuevamente, no quería perderlo, no quería arrastrarlo hacia el desastre de mi vida, no quería lastimarlo, no quería que viera realmente quien soy y el poco arreglo que tengo. Así que preferiría que solo fuera mi amigo. Él asintió y se dio la vuelta hacia donde se encontraban las palomitas.
—Debo llevarle esto a los chicos—advirtió y se marchó. Bajé de un salto de la mesada y me apoyé junto a ella mientras suspiraba pesadamente; esta sí que sería una noche larga
Antes de dirigirme hacia el living, donde todos se encontraban viendo la dichosa película, hice una visita rápida al baño y me observé en el espejo. No me había equivocado, estaba hecha un asco. Mi cabello estaba despeinado, mis ropa arrugada, mis labios hinchados y rojos. Mentalmente también era un desastre,quería llorar pero más aún, quería, necesitaba un buena dosis de dolor. Y si, sonaba como una psicópata pero en estos momentos es mi única salida para sentirme bien de nuevo...al menos por un tiempo. Rebusqué en los cajones del botiquín del baño, hasta que por fin la encontré; una navaja casi sin usar, eso debería servir.
La coloqué contra la piel de mi muñeca izquierda e hice el primer corte, la sangre comenzó a brotar, y a su vez, el dolor me cegaba pero se llevaba mi angustia. Hice otro corte, y otro, seguido de otro... la sensación del dolor era lo único que lograba despejar mi mente. Imaginé como me vería Ashton si se enterara de esto. Otro corte. Seguramente se sentiría decepcionado, al igual que todos los chicos. Otro corte. Me llamarían loca. Otro corte. Pero no importaba, esta noche dejaría de importar todo.
________________
Lo besaba furiosamente, sin pudor alguno, como si nadie los estuviera viendo, como si le diera igual todo. Y es que los labios del muchacho tenía ese efecto embriagador en ella, la hacía querer cada vez más. Enlazó sus dedos en el cabello de este, el cual era sedoso bajo su tacto. Michael la aprisionaba contra una de las esquinas del sofá, susurrando cosas sin sentido que la hacían reír, pero entonces fue consciente de que ya no eran cuatro, sino cinco; Ashton había regresado pero sin Samantha. Se separó de Mike y dirigió su mirada hacia el rubio, el cual se veía como si estuviera recién llegado de la guerra.
—¿Y Samantha?—indagó, no queriendo sonar preocupada. No es como si lo estuviera realmente. Él muchacho se encogió de hombros y dirigió la vista hacia la pantalla—Ya regreso — le murmuró a Michael y se desenredó de su agarre, sabía donde dirigirse, así que sólo se dejó guiar por lo que conocía.
Al llegar a la puerta del cuarto de baño que se encontraba en la habitación de Samantha, tocó dos veces pero nadie respondió, así que, fiel a su estilo, giró el picaporte y se adentró en la habitación. La encontró con las manos en la masa, o mejor dicho...en la navaja.
—¿¡Que haces aquí!?—gritó asustada mientras tiraba la navaja y escondía su brazo mutilado, pero ya era tarde, ya la había visto. Oriana alzó una ceja.
—Si hubiera llegado cinco minutos más tarde hubieras acabado con tu vida, deberías agradecerme, linda—expuso, mientras daba un paso hacia la chica, tomó su brazo fuertemente y examinó los cortes.
—¿Y qué si quería acabar con mi vida?—Samantha respondió con ferocidad mientras se libraba de su agarre, la observaba como si fuese el diablo en persona. Oriana se encogió de hombros fingiendo despreocupación.
—No creo que hubiera sido un lindo escenario para tus amigos. Te recuerdo que están abajo y seguramente, muy ansiosos de verte—siempre manteniendo su voz serena y desafiante a la vez, Oriana imponía autoridad , sin duda. Esta abrió el botiquín y sacó unas vendas junto con alcohol—Estira el brazo y deja de lloriquear, no ganas nada haciendo esto y lo sabes—pero esta vez Samantha no se quejó, hizo lo que le dijo sin emitir opinión, mientras que la muchacha, muy concentrada en su trabajo, limpiaba los restos de sangre. Entonces Sam lo supo, quizás Oriana no fuese tan mala como creía, cualquiera se hubiera reído, le hubiese dicho a sus amigos lo ocurrido y se hubiera ido como si nada, pero en cambio, esta se calló. Supuso que este sería su pequeño secreto.
Claramente supo que mi llanto no se debía a la película pero aún así no podía hablar, no era el momento, aunque ni siquiera lo tuviera, no lo quería perder. Negué con la cabeza —Sólo estoy algo sensible por volver a casa, el hospital era horrible—involuntariamente más lágrimas se derramaron y él las secó con el pulgar, luego besó su rastro.
—Odio verte llorar, me duele—susurró con sus labios contra mi piel, sentí como esta se encendía bajo sus labios, estaba ruborizándome pero muy dentro de mí supe que era algo más. Cerré los ojos y fui consciente de como Ashton acortó la distancia entre nosotros; me besó.
Fue un beso dulce, de esos que comienzan como un roce entre los labios, como una pequeña caricia muy suave. Él abrió poco a poco mis labios con los suyos, nunca sin perder la delicadeza, siempre tratándome como si fuese porcelana. Más lágrimas se desprendieron de mis ojos, logrando mojar el rostro de Ashton, no supe muy bien por qué lloraba, mi mente divagaba en aquellos momentos, viajaba por lugares los cuales nunca he conocido, conocía colores que jamás había visto y oía una dulce armonía que me embriagaba poco a poco. Quizas era cierto aquello que decían sobre cuando te besan realmente, sobre los fuegos artificiales que sientes interiormente, quizas no se equivocaban. El beso se profundizó cada vez más, apenas era consciente de que continuaba sentada sobre la mesada pero en aquel instante no me importó, enredé mis piernas en las caderas del muchacho e intenté profundizar aún más el beso, él se acercó lo más que pudo a mí, podía sentir cada parte de su cuerpo contra el mío, aún así necesitaba más, cada parte de mi cuerpo lo exigía, imaginaba que sino lo hacía moriría pero debíamos respirar... así que nos separamos.
—Sam—susurró, se encontraba sonrojado e imaginé que yo también lo estaría pero era imposible no estarlo luego de un momento como ese. Aún no podía creerlo, Ashton Irwin me había besado, él a mi—¿Qué fue eso?—dijo mientras me observaba con una sonrisa tan amplia que dolía. Yo sonreí de igual forma pero en ese momento fui consciente de que aún lo mantenía casi unido a mi al tener mis piernas enredadas en su cadera, lo solté rápidamente.
—Ash...yo... no sé que...—tartamudeé, claramente nerviosa, no sabía que decir luego de aquello, ¿teníamos que ser novios? ¿comenzar a salir? No, yo no quería salir con Ashton, la pasábamos bien siendo amigos, no hay necesidad de arruinar algo así— no debió pasar—murmuré mientras me aclaraba la garganta, fui testigo de como su gran sonrisa se reducía a una minúscula en tan solo segundos.
—¿No te gustó?—preguntó algo dolido, se había alejado y me observaba como si le hubiese clavado un puñal en el corazón.
—No es eso. Ash, nosotros somos amigos, no hay necesidad de complicar las cosas de esa manera...además no tengo cabeza para algo mas—sabía claramente que le había dado un pase gratuito a la zona de amigos, no es algo de lo que me enorgulleciera pero, nuevamente, no quería perderlo, no quería arrastrarlo hacia el desastre de mi vida, no quería lastimarlo, no quería que viera realmente quien soy y el poco arreglo que tengo. Así que preferiría que solo fuera mi amigo. Él asintió y se dio la vuelta hacia donde se encontraban las palomitas.
—Debo llevarle esto a los chicos—advirtió y se marchó. Bajé de un salto de la mesada y me apoyé junto a ella mientras suspiraba pesadamente; esta sí que sería una noche larga
Antes de dirigirme hacia el living, donde todos se encontraban viendo la dichosa película, hice una visita rápida al baño y me observé en el espejo. No me había equivocado, estaba hecha un asco. Mi cabello estaba despeinado, mis ropa arrugada, mis labios hinchados y rojos. Mentalmente también era un desastre,quería llorar pero más aún, quería, necesitaba un buena dosis de dolor. Y si, sonaba como una psicópata pero en estos momentos es mi única salida para sentirme bien de nuevo...al menos por un tiempo. Rebusqué en los cajones del botiquín del baño, hasta que por fin la encontré; una navaja casi sin usar, eso debería servir.
La coloqué contra la piel de mi muñeca izquierda e hice el primer corte, la sangre comenzó a brotar, y a su vez, el dolor me cegaba pero se llevaba mi angustia. Hice otro corte, y otro, seguido de otro... la sensación del dolor era lo único que lograba despejar mi mente. Imaginé como me vería Ashton si se enterara de esto. Otro corte. Seguramente se sentiría decepcionado, al igual que todos los chicos. Otro corte. Me llamarían loca. Otro corte. Pero no importaba, esta noche dejaría de importar todo.
________________
Lo besaba furiosamente, sin pudor alguno, como si nadie los estuviera viendo, como si le diera igual todo. Y es que los labios del muchacho tenía ese efecto embriagador en ella, la hacía querer cada vez más. Enlazó sus dedos en el cabello de este, el cual era sedoso bajo su tacto. Michael la aprisionaba contra una de las esquinas del sofá, susurrando cosas sin sentido que la hacían reír, pero entonces fue consciente de que ya no eran cuatro, sino cinco; Ashton había regresado pero sin Samantha. Se separó de Mike y dirigió su mirada hacia el rubio, el cual se veía como si estuviera recién llegado de la guerra.
—¿Y Samantha?—indagó, no queriendo sonar preocupada. No es como si lo estuviera realmente. Él muchacho se encogió de hombros y dirigió la vista hacia la pantalla—Ya regreso — le murmuró a Michael y se desenredó de su agarre, sabía donde dirigirse, así que sólo se dejó guiar por lo que conocía.
Al llegar a la puerta del cuarto de baño que se encontraba en la habitación de Samantha, tocó dos veces pero nadie respondió, así que, fiel a su estilo, giró el picaporte y se adentró en la habitación. La encontró con las manos en la masa, o mejor dicho...en la navaja.
—¿¡Que haces aquí!?—gritó asustada mientras tiraba la navaja y escondía su brazo mutilado, pero ya era tarde, ya la había visto. Oriana alzó una ceja.
—Si hubiera llegado cinco minutos más tarde hubieras acabado con tu vida, deberías agradecerme, linda—expuso, mientras daba un paso hacia la chica, tomó su brazo fuertemente y examinó los cortes.
—¿Y qué si quería acabar con mi vida?—Samantha respondió con ferocidad mientras se libraba de su agarre, la observaba como si fuese el diablo en persona. Oriana se encogió de hombros fingiendo despreocupación.
—No creo que hubiera sido un lindo escenario para tus amigos. Te recuerdo que están abajo y seguramente, muy ansiosos de verte—siempre manteniendo su voz serena y desafiante a la vez, Oriana imponía autoridad , sin duda. Esta abrió el botiquín y sacó unas vendas junto con alcohol—Estira el brazo y deja de lloriquear, no ganas nada haciendo esto y lo sabes—pero esta vez Samantha no se quejó, hizo lo que le dijo sin emitir opinión, mientras que la muchacha, muy concentrada en su trabajo, limpiaba los restos de sangre. Entonces Sam lo supo, quizás Oriana no fuese tan mala como creía, cualquiera se hubiera reído, le hubiese dicho a sus amigos lo ocurrido y se hubiera ido como si nada, pero en cambio, esta se calló. Supuso que este sería su pequeño secreto.
5sosfics
Re: Maybe I'm your cure (Ashton Irwin)
Hola, estoy algo enojada con mis lectoras fantasmas. Sí, por que veo que hay bastantes "vistos" pero la única que comenta soy yo, y solo para poner capítulos. Molesta y entristece un poco. Entiendo que capaz les de pereza, porque a mi también me pasa pero mínimamente me gustaría que alguna vez algún alma caritativa que me lea comente al menos algo, no hace falta que sean cosas buenas, también necesito criticas... En fin, sólo era para decir eso, ¡Que tengan linda noche! Cami.
5sosfics
Re: Maybe I'm your cure (Ashton Irwin)
Capitulo 11
Oriana y yo bajamos luego de largo rato, cuando llegamos a la sala, la película ya había terminado y los chicos se habían dispuesto a tocar canciones con la guitarra. Ashton cualquier cosa que emitiera sonido para marcar el ritmo de la canción. Sonreí ampliamente.
—¡Suena muy bien, chicos!—exclamé, ellos dejaron de tocar, Calum me hizo una seña para que fuese a su lado. Lo hice y él logró que me sentara en su regazo, claro que no era algo fuera de lo común pero aún así sentía el peso de la mirada de Ashton sobre mí—lamento no haberme quedado a terminar de ver la película—añadí.
—Si quieres la vemos de nuevo—dijo Cal, automáticamente rió, y yo también lo hice. Mágicamente ya no me sentía tan mal, incluso hasta podría bromear.
—No, gracias. A todo esto ¿que tan tarde es?—mi mejor amigo se encogió de hombros, pero Luke sí me dio una respuesta; eran las cuatro de la madrugada—Ni crean que se van a ir tan tarde—advertí, estos chicos realmente me caían bien y temía que les pasara algo.
—Siempre podemos pedir un taxi, Sam—añadió Ash, quien ya no parecía estar tan dolido como hace unos varios minutos atrás, ahora se parecía más al Ash que había conocido, a mi amigo. Porque suponía que si podía llamarlo así.
—No tienen necesidad, pueden pasar la noche aquí si quieren, tengo dos colchones de más y además este sofá se hace cama—argumenté con decisión, no podía decirme que no, y de hecho no lo hicieron.
Rápidamente, y con ayuda de Michael y Luke, volvimos del sofá una cama. Mientras que Calum y Ash traían los colchones del cuarto de invitados. Oriana se encargaba de buscar las sábanas. Todos ayudábamos en algo, como un equipo. Tan pronto Michael terminó con el sofá se perdió en las habitaciones, seguramente buscando a Oriana. Sólo nos quedamos Luke y yo.
—Y¿ con quién dormirás? Ya sabes, sólo dos colchones,un sofá, tendremos que dormir en pareja—comenté riendo levemente, él me imitó, solía ser callado pero si le das material sobre el cual hablar, lo hará.
—Seguramente con Calum, claro que Michael dormirá con Oriana...eso deja a Ashton para ti—expuso, casi insinuando algo, fruncí el ceño tratando de recordar si hicimos algo demasiado evidente para los demás. Luke me observó y sonrío—los vi en la cocina cuando...uh... se besaban—hice un leve asentimiento con la cabeza, pero no hablé, estaba claramente sonrojada y más al pensar que en verdad dormiría con él.
Justo como si el universo hubiera conspirado en mi contra, Cal y Ash llegan con los colchones y los depositan junto al sofá, a la vez, reaparecen Oriana y Michael con las sábanas, (y algo despeinados, si puede agregar). Era el momento de hacer nuestras camas, y luego dormir, una parte de mí no se sentía del todo feliz mientras que otra, por alguna extraña razón, lo ansiaba.
—Chicos, yo subiré a ponerme el pijama—anuncié, posé mi mirada en Oriana, quien traía puesto unos skinny jeans negros y una camiseta algo ceñida—también puedo prestarte algo para que uses, Oriana—ella se encogió de hombros y me siguió hacia mi habitación.
____________ _________________
Tan pronto los chicos terminaron de hacer las camas, comenzaron a lanzarse miradas significativas, era momento de hablar. Primero comenzó Calum preguntandole a Michael si estaba saliendo con Oriana, a lo que él respondió que aún no, sólo se besaban y acostaban ocasionalmente, a pedido de ella... luego llegó el turno de Ashton y el que emitió la pregunta no fue ni más ni menos que Luke, el baterista no sabía como salir de aquella situación, tampoco afirmó ni negó nada, aunque los chicos sacaron sus propias conclusiones.
_____________ ___________________
Cuando finalmente bajamos, los chicos se encontraban ya recostados, hablando entre sí. Luke no mentía, sí iba a dormir con Calum, a decir verdad aquella escena fue graciosa ya que no fueron favorecidos con el colchón más amplio y se encontraba practicamente apretados. No pude evitar reír.
Oriana tomó lugar junto a Michael casi tan naturalmente como si lo hubiese hecho millones de veces. Claro que nunca pregunté sobre su relación pero obvio que salían y si aún no lo hacían, pronto lo harían. No hacían mala pareja, es más, me gustaba.
Caminé lentamente hacia el sofá, donde se encontraba Ashton, en ese preciso instante desee con todas mis fuerzas haber elegido otro tipo de pijama, ya que este era un short de tela color rojo, que dejaba al descubierto mis piernas no tan favorecedoras, y una camiseta de tirantes a juego, la cual no haría más que resaltar que claramente necesitaba comenzar con la dieta cuanto antes. Pero el me observaba intensamente, lo cual hizo que me sonrojara fuertemente y apresurara el paso. Al llegar, este levantó la manta y me dejó entrar, me acomodé de costado, ya que no logro dormir en otra posición que no sea esa. Ashton me abrazó por debajo de las mantas y me atrajo hacia él, pero no puse objeción, como dije, esta noche no importaba nada. Aunque los chicos no pudieron verlo, claramente saltaba a la vista que nos encontrábamos recostados de costado, lo cual fue motivo suficiente para que comenzaran a hacer bromas sobre nosotros, por lo general gritaban algo como: No olviden los condones .Ash les lanzó una almohada a cada uno para que se callaran. Luke fue quien apagó la luz, y cuando esto sucedió, me voltee y quedé frente a Ashton.
—Duerme bien—murmuré.
—Duerme bien— murmuró y me besó, le seguí el beso unos minutos pero luego me volteé para volver a la misma posición que al principio. Él recostó su cabeza en mi hombro y me abrazó, tan pronto cerré los ojos, el sueño me venció.
5sosfics
Re: Maybe I'm your cure (Ashton Irwin)
Capitulo 12.
Ashton.
Pasaron tres meses desde la primera vez que la vi, y sinceramente cada día se ha tornado mejor que el anterior. No hemos hablado sobre aquel beso, pero si no es hemos acercado más, aunque sólo en el plano de amigos. Comenzaba a cansarme de lo mismo, ella me gusta, no hay por qué negarlo, sería hipócrita de mi parte decir que no me produce nada estar a su lado pero ella sólo me quiere como amigo, así que tengo que aceptarlo.
Samantha me preocupa, desde que la conocí siempre tuve aquella sensación inquietante de que esconde varios secretos pero nunca la presioné en que me los confiara, aunque cada día tengo la sospecha de que son incluso más impactantes de los que me imagino, y sé que Calum sabe parte de ellos, lo noto, salta a la vista en sus miradas significativas. Le he insistido millones de veces en que si se trata de algo que involucra la salud de nuestra amiga que me lo dijera pero se resiste y realmente estoy temiendo. La noche pasada, la invité para que viéramos en una película, solo ella y yo, no me lo negó, de hecho, todo marchaba perfectamente hasta que de pronto sufrió un fuerte mareo...desde entonces he estado prestando atención a sus actitudes y son lo suficientemente sospechosas. Oriana también sabe sobre estas, y casi siempre cuando almorzamos con ella, Sam se pone tensa.
De repente sentí como si una lámpara se iluminara en mi interior.Oriana. Ella debería saberlo y es obvio que no es amiga de Samantha, así que supongo que podría contármelo. Tomé mi celular y no perdí más tiempo, necesitaba respuestas.
—¿Diga?—dijo la voz femenina del otro lado de la línea, al parecer bastante sorprendida.
—Oriana, soy Ashton, necesito hablar contigo—no lo había notado pero incluso me encontré pronunciando las palabras con demasiada rapidez.
—Claro, tu solo di donde—supe por el tono de su voz que sabía perfectamente de qué quería hablarle, cosa que no más que ponerme de los nervios.
Sam.
Estoy hundida, una vez más en el suelo, llorando para dejar salir toda la angustia y la depresión que me inundaba. Sí, ahora tenía amigos, los cuales estaban todo el día conmigo pero una cosa no quitaba la otra. Me siento sola, aún cuando todos están a mi alrededor. Siento como si nunca debí de existir...Ayer, en la clase de geografía, Hannah volvió a molestarme pero parecía que a medida que pasaba el tiempo, los insultos se volvían más fuertes. Luke y Michael estaban allí cuando sucedió, ellos trataron de hacerme sentir mejor, me dijeron que la ignorara, que la indiferencia la mataría, pero no es cierto, sé que no lo es.
De pronto, recibo un mensaje; es Oriana.
Tu novio está atando cabos, quiere hablar conmigo. Si hace una pregunta directa, no mentiré por ti, esperaba que lo supieras.
¿Novio? Que supiera todavía no conseguía novio...Oh, claro, se refiere a Ash.
¿Ashton? ¿Que fue lo que te dijo exactamente? ¿Qué sospecha? ¿Ha hablado con alguien más?
Sentí como mi respiración aceleraba junto con mis ritmos cardíacos, tenía miedo.
Sí, el mismo. Sólo me dijo que quería hablar conmigo, imbécil, aprende a leer... no sé si sospecha algo pero de seguro ya lo habrá comentado con alguien más.
No, no podía estar pasando. Nadie tenía que saber sobre esto. No. No. No.
Me apresuré hacia el cajón de mi mesa de noche en busca de una sola cosa; mi navaja. Tenía que tomar una decisión, y rápido. Era el momento, el que estaba esperando desde hacía demasiado tiempo, ya tenía una excusa para ello. Sí, quería acabar con mi puta vida.
Al tomar la navaja, hice varios cortes lo suficientemente profundos pero sabía que no eso alcanzaría. Mis muñecas ardían pero lo ignoré y caminé a duras penas hacia donde se encontraba el botiquín de primeros auxilios. Tomé un frasco que contenía varias píldoras, tenía el estómago vacío así que imagina que si las tomaba todas haría efecto más inmediatamente. Lo hice.
No supe muy bien cuando tiempo había pasado desde que consumí las píldoras, mucho menos desde que me corté, a decir verdad, la sangre no dejaba de fluir, llevándose la poca visión que me quedaba. Oí que alguien llamaba a la puerta y gritaba pero no me importó, cerré los ojos y sonreí. Era el final.
Oriana.
Tan pronto colgué el celular, me envolví en las suaves sábanas color beige de la cama de Michael, él continuaba dormido, lo cual era bueno. No quería que me viese marchar porque insistiría en que me quedara y no puedo hacerlo. Ágilmente comencé a vestirme, Ashton no tardaría en llegar al lugar de la cita, tenía una vaga idea de lo que quería hablar y no era ni más ni menos que de Sam...conocía ese sentimiento, la desesperación de saber que un ser querido está cometiendo errores y no puedes ayudarlo, te quedas ahí, parado, sin saber muy bien que hacer o decir. Valoraba a Ashton y no quería que le ocurriera lo mismo que a mi con mi hermana, él si tendría tiempo, él sí podría salvarla.
Me observé en el espejo, a pesar de estar completamente vestida, mantenía la apariencia de recién follada y no es que me molestara pero nadie debería saberlo, para nuestros amigos Michael y yo sólo somos amigos.
—¿A dónde vas?—indagó una voz a mis espaldas, me tomó segundos darme cuenta que se trataba de Michael. Sonreí inconscientemente.
—No te importa—murmuré, él me tomó por la cintura y me giró para que lo viese a los ojos...o para besarme. Hizo lo segundo—Para, tengo que irme, en verdad—Él rodó los ojos y me dejó ir.
—¿Vendrás en la noche?—sabía a lo que se refería, 5sos, su banda, tenía una presentación en un bar esta noche, Michael no dejaba de decirlo.
—Quizás—alcé una ceja, lanzando una mirada sexy. Sabía el efecto que esta producía en él y me encantaba pero se hacía tarde.—Me voy, luego te veo—sonreí juguetonamente y me encaminé hacia la dirección en la que Ashton me había citado.
Lo vi apenas crucé la puerta, fingía tranquilidad, pero por supuesto que no le creí. Avancé y tomé lugar en la silla frente a él, me quité la chaqueta y me crucé de piernas, sabía que el movimiento era sexy pero ya se había tornado parte de mi.
—Oriana, quería hablarte de Samantha—comenzó sin rodeos, me observó fijamente y le devolví la mirada, podía ver en sus ojos un profundo rastro de preocupación. Sentí lástima por él.
—Lo sé—alcé una ceja y llamé a la empleada de la cafetería, cuando esta apareció le ordené dos cafés—Ve al grano, por favor, no tengo mucho tiempo—expuse con un aire cansado. Él asintió.
—Samantha tiene anorexia, ¿verdad?—nuevamente fue directo, y aquello me sorprendió ampliamente, no esperaba que llegara a esa conclusión, imaginaba que Samatha tampoco. Se acercó y me vio directo a los ojos.
—¿Por qué supones que justamente yo debería saberlo? Pregúntaselo a ella—me encogí de hombros, no planeaba salvarla de esta, esas actitudes no son propias de mí, pero comenzaba a molestarme que solo me buscaran por Samantha.
—Porque lo sé. Responde. Sé que lo sabes...—esta vez su voz fue dura, demandante, comenzaba a perder la paciencia.
5sosfics
Re: Maybe I'm your cure (Ashton Irwin)
Capitulo 13.
Oriana.
Me preparaba para hablar, no daría muchos rodeos, sólo debería emitir una palabra; Sí. En ese momento, el celular de Ashton comienza a timbrar, al principio lo ignoró pero este se tornaba molesto y no tuvo más remedio que contestar. Era Calum y si antes creía que el muchacho se veía mal, ahora se encontraba roto. Murmuró unas palabras y cortó la llamada mientras rebuscaba unas llaves en su pantalón.
—¿Pasa algo malo?—dije una vez que el muchacho se disponía a irse, claramente me había pasado por alto, de seguro se trataba de algún asunto importante.
—Es Samantha. Está encerrada en su habitación, ni siquiera escucha a Calum—respondió, pero su mente estaba mucho más allá. Yo creía saber lo que significaba, y esperaba que Ashton no fuese consciente de ello.
—¿Tu crees que...?—no pude terminar, me dedico una mirada que tradujo todos sus sentimientos. La empleada nunca llegó con los cafés ya que dejamos la cafetería rápidamente.
Ashton conducía como un loco y salteaba semáforos como si fuese un talento nato, no lo culpaba, en su momento había hecho algo similiar por mi hermana. Evité hablar, no arreglaría nada, sólo lo alteraría, pero sí enviaba mensajes a Calum, el cual estaba al borde del pánico. En cuestión de minutos estuvimos frente a la casa de Samantha, nos apresuramos a llegar hacia su habitación, efectivamente se encontraba cerrada. Ashton comenzó a forzar la puerta junto con Calum, hasta que finalmente lograron abrirla e imagino que la imagen que se llevaron no se acercaba ni un milímetro a lo que se habían imaginado. Sam se encontraba desmayada, o eso creía yo, en un rincón de la habitación, sus muñecas manaban sangre constantemente y un frasco se encontraba en sus manos, a su alrededor, millones de pastillas.
—Sam—susurró Calum con los ojos bañados en lágrimas y completamente inmóvil. Ashton reaccionó y casi corrió hacia ella, la tomó en brazos, sin importar que pudiera mancharse con su sangre. Lloró.
—Llama a la ambulancia—gritó entre lágrimas, verlo me desgarraba el corazón, al igual que ver a Calum, este continuaba inmóvil—¡Llama de una vez!—exigió el rubio mientras sollozaba en el hombro de Samantha, esta se encontraba inmóvil y pálida, delicada como una muñeca de porcelana. Tomé el celular y marqué el número de la ambulancia, solicitando una lo antes posible.
Calum lloraba en silencio mientras apretaba fuertemente los puños, él sabía tanto como yo que ya no había nada que hacer, habíamos llegado tarde. Nunca habíamos tenido mucha confianza pero aún así lo abracé y me correspondió mientras soltaba un sollozo.
Ashton se sentó en el suelo con Samantha en su regazo, mantenía su rostro escondido entre los cabellos castaños de la muchacha, dejaba besos cortos en su hombros—No vas a irte, Sam, no vas a dejarme, no puedes hacerlo...no me dejes—su voz se cortó, no podía retener los sollozos, porque lo sabía, como todos los presentes. Sam estaba muerta. Lloró con fuerza e inevitablemente solté algunas lágrimas, era como revivir una vieja película, sólo que en aquella la protagonista era mi hermana y yo era la que lloraba sobre su cuerpo casi sin vida—No me dejes, Sam, valdrá la pena, te lo prometo, no lo hagas.
La ambulancia llegó y los paramédicos no tardaron en colocar a la muchacha en la camilla, nadie hablaba, las noticias eran desalentadoras pero aún así, muy dentro de ellos, se encontraba una luz de esperanza. Me detuve a pensar si es lo que realmente Samantha querría.
Sólo permitieron que dos personas la acompañaran dentro de la ambulancia, claramente no se me consideró pero no me enfadé, me parecía justo. Ashton y Calum subieron junto con ella, cada uno tomando su mano, envuelva precariamente en gazas. Los paramédicos habían logrado parar la hemorragia pero aún así nos informaron que había perdido demasiada sangre y que las posibilidades de que lograran reanimarla eran casi nulas pero igualmente ayudarían.
Le informé sobre lo sucedido a su padre, a Luke y Michael, todos acordamos vernos en el hospital al cual la transferían. Me disponía a hacer una cuarta llamada, la cual sería para llamar un taxi, cuando recordé que Ashton no había llevado su auto, así que intuí que este no tendría problemas en prestármelo, después de todo, era por una buena causa.
Al llegar me encontré con un Michael claramente destruido, este me abrazó como si fuese su salvavidas. El señor Johnson se mantenía en silencio, viendo un punto fijo, hubiera pagado un millón de dolares por poder leer sus pensamientos en este momento. Calum iba y venia de una punta a la otra, impaciente, nervioso, asustado. Luke no se encontraba, imaginaba que había ido por café o no había llegado. Ashton se encontraba apoyado contra la pared, llorando en silencio, esperando. Imaginaba lo difícil que debía ser para él, en realidad para todos, pero aún más para él, en un día enterarse que la persona que amas sufre un trastorno que puede llegar a poner su vida en peligro y a la vez, enterarte que esta misma persona había intentado suicidarse, y ahora mismo se encontraba entre la vida y la muerte —Todo estará bien—susurré al oído de Michael, él asintió pero supe que no me creía, no lo culpo, es difícil hacerlo cuando el pronóstico era tan desfavorable.
La puerta de la habitación en la que se encontraba Samantha, se abrió. El médico se acercó a su padre e inmediatamente los chicos se agruparon a su alrededor. La expresión experto era inescrutable, uno no podía descifrar a ciencia cierta si traería buenas o malas noticias.
Luego él lo dijo.
5sosfics
Página 1 de 3. • 1, 2, 3
Temas similares
» we're the voice of the new generation.
» ¿Una oportunidad? (Ashton Irwin)
» The Art of Loving || Ashton Irwin
» AMNESIA | ASHTON IRWIN.
» The rainbow list. {Ashton Irwin}
» ¿Una oportunidad? (Ashton Irwin)
» The Art of Loving || Ashton Irwin
» AMNESIA | ASHTON IRWIN.
» The rainbow list. {Ashton Irwin}
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 1 de 3.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.