fraternities war.

PASA EL MOUSE POR LA IMAGEN. CODE BY TOBIAS.

Alec.

Mi odio hacia la directora y sus ideas para los castigos se intensificaba lentamente mientras me dedicaba a recoger la basura del jardín. Odiaba el servicio comunitario, pero amaba el caos que las fiestas descontroladas creaban en la universidad. Amaba la ira de la directora al descubrir los arreglos que habían implantado en la universidad, pero odiaba la resaca que tenía que soportar del día después.
Por desgracia, los demás miembros de mi fraternidad habían sido separados en diferentes lugares. Mi compañero de servios comunitarios tenía como nombre Lior Grey, pertenecía a la fraternidad que admitía a ambos sexos. Su cabello era anaranjado, sus labios rosados y su mirada estaba tapada por unas gafas de sol oscuras.
Desde que habíamos comenzado la recogida de basura, sus cuerdas vocales habían sido bloqueadas y el silencio había inundado el lugar notoriamente por su parte. Había posado desde el principio su mirada sobre el sucio jardín; se había dedicado ―sorprendentemente― a la recogida de la basura, y había esquivado todos los temas de conversación que le había ofrecido.
―¿Eres gay? ―le pregunté.
Por primera vez en la mañana, sus ojos ascendieron hacia mí y sus labios temblaron levemente. Había descubierto con facilidad su punto débil.
―Eres gay ―dije de forma afirmativa, adornando mi boca con una sonrisa.
―¿Y qué te importa eso a ti, chimpancé descerebrado?
Su tono de voz era masculino, dulce, y su pronunciación me resultaba encantadora.
Conocía su identidad, había escuchado que era uno de miembros de Sigma Tou Omega con más rango; aunque no estaba muy seguro de eso, teniendo en cuenta que todos en aquella fraternidad eran considerados con la misma importancia.
―Porque me pareces sexy ―solté; nuevamente, posó su mirada sobre mí y sus pómulos se tiñeron de una ligera tonalidad rosada―. Y me gustan los pelirrojos. He escuchado que no tenéis alma.
Lior suspiró y sonrío ligeramente, posando nuevamente su atención en la recogida de vasos de plástico que arrojaron los estudiantes en la fiesta. Los metió en la bolsa de plástico grisácea, pero antes de volver a pinchar con su palo otro tipo de basura, volvió a mirarme. Deseaba conocer el color de sus ojos.
―Personalmente, creo que las pelirrojas son las que no tienen alma.
―¿Entonces tú te puedes quedar preñado?
―¿Cómo?
―Mi hermano pequeño me dijo que no tener alma significaba que no podías tener hijos.
―¡No! ―río―. ¡Claro que no! Quiere decir que somos satánicos.
―Pues tú pareces un ángel ―sus pómulos intensificaron la tonalidad que anteriormente adquirieron; una nueva línea curva se posó sobre mis labios―. Es una pena que tus alas no sean visibles, porque deben ser las más grandes del cielo.
Se acercó a mí, dejando abandonada en el césped la bolsa de basura a medio llenar. Su palo seguía colgando de su mano, y sus pasos se aproximaban rápidamente a mi posición. No podía leer su mente, pero conocía que de ninguna manera enrrollaría sus brazos en mi cuello y me acercaría a él para entrelazarnos en un profundo, apasionado beso.
―Punto uno ―enumeró Lior―. No soy un chico inocente, sé a dónde quieres llegar.
Reí levemente. Era de esperar que fuese un muchacho inteligente.
―Punto dos ―prosiguió―. Si quieres que te mame tu polla, te lo tienes que ganar. No soy una perra cualquiera.
Arquee una ceja, comenzaba a gustarme su actitud para intentar ser el dominante.
―Y punto tres ―colocó sus labios a escasos milímetros de mi oreja para susurrar con sensualidad―. Me gustan los juegos. Así que te reto a que juegues conmigo a la terrible frustación sexual. Esa tan famosa en la que puedes incitar a tu contringante todo lo que quieras, pero no podéis tener relaciones hasta que ambos estén lo suficientemente desesperados. ¿Comprendes? ―afirmé con la cabeza―. Genial. Pues que empiece el juego.

Lior.

Posé todo el contenido de la bolsa de basura en el contenedor, y limpié el escaso sudor de mi frente con la manga de mi sudadera. ¿A quién se le ocurría vestirse con tantas prendas un día de castigo duro?
Giré sobre mis talones. La directora se encontraba a mi lado. Adiviné con facilidad, gracias a su expresión facial, que deseaba conversar conmigo. Sonrío levemente cuando la saludé con un tono ronco y tímido; si aparentaba una actitud inocente, lograría escaparme rápido de sus palabras monótonas.
―Buenos días, señor Grey ―curvé ligeramente mis labios, sabía que los integrantes del profesorado, incluida ella, adoraba que no respondiera al instante como el alumnado restante―. Quería hablarle sobre una reciente llamada que hemos recibido de su familia.
Asentí con la cabeza.
―Su padre quería conocer sus calificaciones y el rumbo que está tomando sus estudios.
Mi atención fue llamada por Alec, quién se situaba a escasos metros de distancia. Había posado entre sus piernas el palo puntiagudo que nos socorría con la recogida de basura, y se tomaba su tiempo para abrir su botella de agua. Una sonrisa pícara se posó sobre su rostro.
Maldije mentalmente, por unos momentos volví la mirada hacia la directora, pero me resultaba difícil concentrarme.
―...nombró algo de una boda, creo que de su hermana mayor, ¿verdad?
―Sí ―reí―. Ella...eh...encontró un buen marido.
―Sus padres me notificaron la fecha, por desgracia tendríamos que trasladar sus exámenes finales a otra semana.
La mujer prosiguió con sus palabras, al contrario, mis ojos prosiguieron su dirección hacia Alec.
Divisé su mano ascendiendo y descendiendo por el palo situado entre sus piernas, abrí los ojos sorprendido.
Debía admitir que era muy bueno en la incitación.
Dirigí mis ojos hacia su boca, su lengua se paseaba por la botella de agua y, constantemente, su boca se colocaba en forma de "O" para adentrarse levemente en la botella, simulando los principios de una mamada.
Era incapaz de escuchar a la directora con Alec asemejando masturbarse, la sonrisa del muchacho era pícara y se escapaba por sus comisuras. Prosiguió trabajando con su lengua, subiendo por la botella, humedeciendo el terreno que entraba en contacto. Noté como aumentaba la rapidez de su mano en el palo, y su boca permitía que la botella se adentrase en ella.
Tragué saliva. No quería que la directora se percatase de mi posible erección.
―Señor Grey, le agradeceríamos, tanto la universidad como yo, que prosiguiera con esas envidiables calificaciones ―finalizó la mujer―. Hasta otra ocasión.
Observé como se alejaba, pero posaba su mirada en Alec, quién bebía de su botella de agua. Actuaba como si nada hubiese ocurrido, una ligera carcajada se ahogó en mi pecho, y me acerqué a él para golpearle en las nalgas.
―Bien jugado, Trois ―admití.

Spoiler:

Capítulo 02: Por todos los Dioses, el capítulo es hermoso, escribes tan bien que siento celos  cx, es en serio, eh, siento celos.
Cameron es tan idk lindo, hermoso, me cae bien. Me lo imagine pavoneándose frente a todos por no tener resaca, injusto que tenga que pagar por la travesuras de los demás, pero bueno en la escuela alguien hace algo y todos terminan hundiéndose.  Ya quiero ver que tan lejos llega esa competencia por mejor promedio entre Ava y Cameron.
Capítulo 03:   Zoe, tu cap lo amo, lo amo, la princesa Bethany y Susan con los hermanos Reynolds, grito internamente cx
Harry y su seguridad las admiro, ya quisiera tener yo esa confianza hahaha
Capítulo 04: Ay! quiero empezar diciendo que ya estoy odiando a la mentada directora esa, bueno ya, comentando el capítulo aww me encanto, amo los ships gay, y la forma en que Alec rompió el hielo fue increíble y lo de los pelirrojos no tienen alma y pueden tener hijo me mato de risa. Oh mi Dios, Lior y Alec se han vuelto en mis personajes favoritos de la nc los amo, quiero leer más de ellos.