fraternities war.

PASA EL MOUSE POR LA IMAGEN. CODE BY TOBIAS.

La luz realmente comienza a molestarme, no me importa la hora o que día sea: solo quiero dormir. Me levanto semidesnuda a cerrar las cortinas y observo tremenda inmundicia dentro de la habitación como en los jardines de la fraternidad, ignoro todo y hago mi camino para llegar a la cama, por accidente termino dándole un pisotón a otra chica, no le puedo observar el rostro pues su cabellera le cubre todo y al igual que yo se encuentra semidesnuda, ella suelta un gruñido pero solo eso, luego vuelve a dormir y yo sigo con lo mío.
Trato de halar el cobertor pero es imposible levanto un poco la cabeza y veo a una chica rubia arriba de el cobertor, no sigo perdiendo el tiempo y me volteo para descansar un poco más.

La música suena tan alto que si un elefante estuviera barritando en el mismo lugar nadie se daría cuenta. Echo un vistazo a mi alrededor y todo es un caos total, chicas bailando sobre los hombres, otros bebiendo y fornicando como si fuese el último día de la tierra.
Si mal no me equivoco percibo algo a lo lejos que parece ser una fogata de gran tamaño y alumnos haciendo un circulo alrededor de ella  arrojando botellas, me imagino podría ser cerveza.

Mientras yo observo y disfruto de la salvaje fiesta alguien me toma por el cuello y me acerca a su cuerpo para plantar sobre mis labios un beso intenso. Abro los ojos para encontrarme con una chica, no recuerdo su nombre, ¿Karla?, ¿Kiara? o era ¿Karina? había hablado con ella justo unas horas antes de que todo esto iniciara, no me sorprendo el hecho de haber olvidado su nombre, nunca he sido bueno con los nombres.

Ella me susurra algo pero fue en vano, la música está demasiado alta por lo que no le entiendo nada, ella me toma por el brazo y me conduce a un grupo de personas. Uno de ellos agarra mi cintura y me hace caer sobre sus piernas, con su mano libre vierte Smirnoff sobre un vaso de plástico rojo para luego entregármelo, «Aquí vamos» digo en mente. —¡Por una buena noche!—grita y posteriormente toma un buen sorbo de su vaso.

De pronto, todo el festejo es interrumpido, alguien brinca sobre mi y salgo del sueño.

—¡Joder! Anders, no vuelvas hacer eso, la cabeza está apunto de explotarme. —le digo a mi amigo. —¿Anders? ¿hoy no me amas? —dice dibujando una sonrisa burlona y extrañado al parecer por oír su nombre de pila.— No cuando tengo una resaca de los mil demonios.

Aunque su nombre era Anders yo suelo llamarle Wester por su apellido, o más bien el me lo ordeno, dijo que lo hacía sentirse guay.

—Bueno, eso no me importa vengo por ti, la directora quiere hablar con todos sobre lo de anoche —dice acercándose a mí para sacarme de la cama. —Suelto un gruñidos de frustración y llevo mis manos a la cabeza—. Sí, pero no es por eso que vengo por ti.  —¡Ah! —suspiro aliviada— ¿entonces para qué?

—Tengo hambre —sujeta mi mano y comienza a dar unos pasos—, ¿quieres que te acompañe a comer así? —señalo mis senos desnudos. —Es cierto, primero ve a ducharte.
—Sí —asiento lentamente la cabeza—. Además hueles a sexo y no quiero imaginar quien de éstos  tipos fue —dice viendo a su alrededor, si tuviera las fuerzas suficientes habría dicho algo pero el dolor en mi cabeza me privo de decir algo.
—No quiero que el olor a sexo arruine mi desayuno. —¡Ya cállate y ve a traerme algo de ropa y algo para el dolor de cabeza! —ordenó. Él suelta una risotada antes de salir del cuarto.

Ver enojada a Hollie era una de las cosas más tiernas que he visto en mi vida, sus mejillas se tiñen de un rojo carmesí y la mayoría del tiempo por no decir siempre terminaba riendo. Adoro su risa, por más escandalosa que los demás digan que es. La amo.
Claro ella ésta bastante ocupada para ver eso, buscando a quién se tira todas las noches o en su tiempo libre recordarme cuanto odia a Jackson Kimbell, mi mejor amigo.

Nosotros nos conocimos en primer año en una fiesta cuando ella lo único que quería era acostarse con más experimentado o es al menos lo que le hice creer, pero resulto que los dos eramos tan vírgenes como el aceite de oliva. No sé como salió una amistad de ahí, pero me alegro que haya sucedido.

Rebusque por toda su habitación y solo encontré un sostén más o menos decente, con el cual no pareciera bailarina de Burlesque «Olvidé que ésta mujer compra toda su ropa en  Agent Provocateur»
Justo antes de salir me encuentro en la puerta a Jackson.
—¿Qué haces tú aquí? —él me ve de arriba a bajo y libera una sonrisa— vengo a dejar esto —dice y me da una bolsa con ropa de mujer. «Todo esto es de Hollie» digo para mí.  —Dáselo a Hollie —dice aún con la sonrisa la cual yo percibo que él está a punto de hacer alguna trastada a Hollie.
—¿Le has hecho algo? —pregunto inseguro, no es no confiara en mi amigo, pero cuando ella está involucrada me pongo alerta. —Por supuesto que no, si le hiciera algo ella te dejaría a ti fuera de esto —me dice esto para luego retomar su camino.

Me siento a esperar a que Hollie salga del baño, esperando a que sea pronto porque ya hay suficientes personas haciendo fila para tomar una ducha. Continuo pensando cual sería el motivo de que Jackson tendría en su posesión ropa de ella. Todo parece normal, huele normal, incluso huele ropa recién salida de la lavandería, y deseo equivocarme; que éstas no son la ropas que tenía ella ayer en la fiesta.

Oigo como se abre la ropa, ella chasquea los dedos y sin mirarla le doy la bolsa con ropa. Unos minutos después ella sale del baño y luego le entrego unas pastillas para el dolor de cabeza junto con una botella de agua.

—¿Por qué tenías que traerme la ropa de ayer? —protesta.  «Mierda» pienso.
—En realidad, Jackson la tenía —no era mi intención sugerir que ella y él se habían acostado, simplemente salió eso de mi boca—. ¿Por qué te sonrojas? —digo serio— no me sonrojo, es el calor, está muy caliente aquí. —Como sea, vamos a comer —y mi tono serio sigue. No nos alejamos mucho cuando la directora nos vio.
—Señorita Khors —la directora curvo su dedo indicándole que se acercara a ella, pero yo igual camine con Hollie hasta donde la directora. —Usted no, señor West. Ahora necesito hablar con su amiga.
—Te veo en la cafetería —dice lo más tranquila posible. «Tal vez son las pastillas haciendo efecto».

Me doy la media vuelta sintiendo una que otra mirada sobre mi, las ignoro, tenía hambre y estaba seguro que aquellos dos habían tenido algo en la fiesta. Mierda, ¿por qué tuve que largarme a estudiar?, ¿por qué tengo tanta hambre que no me deja pensar bien? Debí haberme quedado con ella pero en el grupo de estudio había pizza y nadie en su sano juicio se puede resistir a la pizza.

Segui con mi camino hasta la cafetería. Oigo que Jackson me llama, me limito hacer una asentir y hago una mueca cuando él ya no me observa, no tenía ganas de hablar con él pues creo que todo eso fue una trampa para Hollie, tal vez ella ni sepa con quien se acostó, no es nada del otro mundo para ella, sin embargo, nunca se acostaría con Jackson, ella misma me lo aseguro.

  no me había dado cuenta que ya subieron.
Amo como todas tenemos problemas con los chicos pero seguimos festejando con ellos, cuando se trata de alcohol y fiestas no se puede discriminar cx
El capítulo me encanto, quiero ver si le pide disculpas o que pasa con ellos después, me gusta el pleito que tienen ellos dos.