US ☯|| Louis Tomlinson.

El verano había comenzado y los chicos habían organizado un viaje algo precipitado. Querían salir del pueblo e ir a Brighton, donde había una de las mejores playas.
Querían liberarse de los padres y bueno… ya todos eran mayores de edad. Así que sería su primer viaje en grupo.
Iris se había levantado llena de energía. Tenía muchas ganas de que Louis viniera a recogerla en su coche. Ella ya había preparado la maleta la noche anterior con todo lo que necesitaba.
Estaba impaciente por recorrer los kilómetros con su chico al lado y sus mejores amigos.
Zayn y Dasha estaban saliendo desde el baile de fin de curso donde ella le declaró su amor gracias a las copas de más. Una cosa llevó a la otra y surgió la chispa por parte de Zayn. Los padres de ambos estaban muy contentos ya que ellos querían que ambos estuvieran con alguien de religión musulmana y que entendieran su cultura.
Liam y Kelly no habían tenido nada, solo eran buenos amigos. Ellos irían juntos en el coche con Rose.
El claxon de Louis llamó la atención de Iris que se asomó por la ventana sonriendo, reconocería ese pitido en cualquier lado.
Ella bajó rápidamente y se tiró a los brazos de Louis dándole un pequeño besos en los labios. Él la cogió por su pequeña cintura y la alzó, devolviéndole el beso.
—No sean empalagosos— los reprendió entonces Zayn.
Dasha abrazó a Iris con inpetud mientras Louis iba a por las maletas de estas. Zayn fue a ayudarle ya que Iris seguramente llevaría más equipaje del que necesitaría.
Cuando todo estuvo cargado en el coche de Louis apareció el coche de Liam con las dos chicas atrás asomadas por la ventanilla.
—¡Vamos zorras! — gritó entonces Kelly— no querrán que mis padres se arrepientan y me dejen aquí.
Todos empezaron a reír y se subieron a los coches. Louis iba conduciendo y Zayn iba de copiloto. Iris y Dasha iban en la parte de atrás hablando del bronceado que iban a pillar en la playa.
{…}
Después de un viaje muy largo por fin los chicos llegaron al ‘Paradise Hotel’. El más caro y lujoso de la ciudad.
Ahora tenían que decidir las distribuciones de las habitaciones. ¿Quién iría con quién?
Zayn y Dasha claramente tenían una habitación para ellos solos.
Iris y Louis no eran novios, pero lo parecían. Se llevaban todo el tiempo diciéndose cosas sin sentidos y cuando Iris quería dejaba besarse por Louis. Era una cosa muy rara pero ambos estaban locos el uno por el otro.
—¿Una para los dos? — dijo entonces Louis a Iris. Ella se enrojeció y negó con la cabeza.
Él se rio y no le hizo caso. Tomó la llave de la habitación y cargó con las maletas de Iris.
Kelly elevó sus cejas y Rose la miró con cara de ‘’ten cuidado, vaquera’’.
{…}
Después de que cada uno acomodara sus cosas se pusieron los bikinis y fueron a la playa. Esta se encontraba a cinco minutos del hotel así que se fueron andando.
—¡Voy! — dijo Iris cuando se subió a la espalda de Louis. Él la cogió de las piernas para que no se cayera y ella posicionó su barbilla en el hombro del ojiazul.
Las vistas eran impresionantes. El mar reflejaba el brillo del Sol, la marea estaba baja y el sonido de la ola chocando en la orilla era realmente maravilloso. Iris amaba el olor del mar y Louis amaba el sonido que este producía.
Cuando encontraron un hueco vacío y medianamente cerca de la orilla se instalaron. Todos pusieron sus toallas en la arena, se quitaron la ropa y se tiraron en la arena.
Entonces Louis le dio un tirón y la puso encima de él fácilmente. Iris se sorprendió por aquel gesto y se empezó a reír. Louis la cogió por la nuca suavemente y la calló con un beso como hacía habitualmente. Iris le siguió el beso encantada. Él empezaba lento mientras le acariciaba la nuca y la espalda. Ella hundía sus dedos en el pelo revuelto de Louis mientras él pasaba sus manos por su pelirroja cabellera.
Entonces Kelly empezó a tirarles arena junto con Liam. Louis e Iris se levantaron rápidamente persiguiéndoles, ellos se dirigían al agua. Rose también los siguió. Zayn cogió a Dasha en brazos aunque ella se resistía y la tiró al agua.
Estuvieron haciéndose ahogadillas en el agua y jugando. Todo el mundo miraba extrañado el comportamiento de estos jóvenes.
Pero si la locura es felicidad en este momento ellos eran unos completos locos.

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—¡Me han dado la beca chicas, me la han dado! — dijo entonces Iris mientras saltaba encima de sus amigas Kelly y Dasha con lágrimas en sus ojos.
—¡No lo puedo creer! — gritó Kelly emocionada.
—¡Ahhhhhhhh, me alegro tanto! —gritó Dasha que no se pudo resistir.
Gracias al padre de Dasha —que era un famoso diseñador y vendedor de zapatos en Doncaster— ella pudo echar la beca a Nueva York para poder entrar en la academia oficial de diseño, pero no era un cualquiera sino la más famosa de todo el mundo. ¡Ella había entrado, joder!
No se lo podía creer. Sus padres no estaban tan emocionados con la idea, Iris acababa de cumplir su mayoría de edad —dulces 18— y no querían que se fuera de su lado. Aunque ellos también entendían e incentivaban a que se fuera a estudiar fuera y mucho más si era lo que su hija amaba hacer. Aun así no creían que su hija se iba a ir a Nueva York… y a la Universidad de la que más se hablaba en el mundo de la moda.
Ahora tenía que decírselo a Louis. Después de un verano increíble y de cuento de hadas llegaba el final, y precisamente no era con un ‘comieron perdices…’. Habían pasado muchos momentos juntos, habían descubierto cosas nuevas y sentimientos nuevos que nunca olvidarían. Ella lo dejaría todo por su gran sueño.
Iris se encontraba en su cama, con la inscripción aceptada en sus manos. Muchos recuerdos se le vinieron a su mente.
Flashback.
Era el último día de vacaciones y había sido perfecto. Louis no había intentado nada raro con Iris, solo unas cuántas peleas de almohadas.
Pero esa noche era diferente, había algo mágico en el ambiente.
Cuando entraron por la puerta Louis empezó una sesión de besos muy fogosos que Iris también había correspondido. Todo estaba a oscuras y de vez en cuando tropezaban con algún mueble hasta que llegaron a la cama. Iris se dejó caer en ella mientras Louis se posicionaba encima de ella con delicadeza.
Él aún no había tocado su ropa, y por el momento tampoco pensaba hacerlo.
—¿Qué quieres que te haga, Iris? — le susurró él a su oído.
—Hm…—esbozó la pelirroja por los besos que recibía en el cuello— Louis.
La tenue luz de la Luna se colaba por la ventana, reflejando la lujuria en los ojos de los jóvenes.
Iris estaba tan roja que hizo sonreír a Louis de oreja a oreja.
—¿Por qué tan tímida? — dijo él.
—Sabes que yo…—empezó ella— ya sabes.
Él la miró a los ojos.
—Lo sé— empezó a besarla— siento que eso es realmente especial. Como tú y yo.
—Yo solo quiero hacerlo bien. Ser buena para ti — sus mejillas ardían.
—Shh— susurró Louis y puso un dedo en los carnosos labios de Iris— lo harás genial. Sólo tenemos dieciocho años, no somos unos expertos. Sólo relájate.
Ella se acunó debajo de él y tomo un poco de iniciativa. Louis empezó a desvestirla con suavidad y lentamente para que Iris no se sintiera violenta.
Él tomó las medidas oportunas y cuando Iris estuvo preparada empezó el juego. El juego del amor donde la Luna y la sábana fueron testigos de aquel hecho.
—Te quiero Iris— le había dicho él después de que ella se quedará dormida por la pérdida de energía y el conjunto de sensaciones.
La besó, la tomó entre sus brazos y dejó que Morfeo viniera a por él también.
Fin del flashback.

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