Butterflies and Bullets.|Novela Colectiva

Capitulo 013. +

— ¡Te voy a matar! —reiteraba la morena mientras se acercaba al chico de rulos, quien se le hacía dificultoso zafarse de ella.
—Señorita manténgase en su asiento—indicó forzando una sonrisa lo que parecía ser una aeromoza

Destiny rodó los ojos y se dirigió a su asiento unto a Sophie. Mientras creo que Charlie o Harry hiperventilaba por el revolcón de hace unos momentos.

Suspiré. Volteé a ver el otro asiento junto al mío, allí se encontraba Alaska, al parecer no se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor pues con sus ojos cerrados y sus audífonos puestos, tarareaba una canción.

Esto no podía estar pasando, ¿Cómo pasamos de ser por horas unas fugitivas a dar rumbo a Londres? Pues ponte cómodo y busca un refresco, porque esto es largo...




Había conseguido escapar del maniático e insufrible de Louis atravesando todo el aeropuerto, claro todo tiene su precio, pero recuperaría después mis botas Chanel. ¿Consuelo? No era la única huyendo, me topé con dos chicas que al igual que yo iban con guardaespaldas a una vida humillante y lejos del mejor país del universo, bien no tan dramático, pero si lejos de un lugar donde no queríamos irnos, al menos no todavía y a la fuerza menos.

— ¿Quién es ese? —pregunté en susurros detrás de unas sillas. Mientras el nerviosismo de la chica pelirroja me preocupaba.
—Luke—contestó con simpleza sin despegar la vista del chico que miraba a todos lados buscándola
—No podemos estar toda la vida aquí, tenemos que buscar la manera de salir—ahora los susurros eran de parte de una muchacha cuyos cabellos castaños eran lacios. Maldición que cabello tan lindo.
— ¿Cómo irnos sin que nos atrape la jirafa rubia, el chico de chaqueta o sin correr lo cual hará que los policías sospechen o que cualquiera de los  bobos guardaespaldas nuestros nos encuentre?—expuse alterándome ya no soportaba aquella situación
—Te diré algo, jamás, en serio jamás han atrapado a Sophia Carter Brown, está no será la primera vez—dijo con una sonrisa maliciosa la castaña de cabellos lisos
— ¿Ah? —al unísono dijimos Isla y yo viendo a la chica
—Bueno, una sola vez, pero no cuenta porque…
— ¡Corre! —gritó de repente Isla empujándonos. Sophia casi logró incorporarse mientras yo no encontraba como correr.
Logramos salir de detrás de esas sillas con las miradas de todos los presentes de aquel cafetín sobre nosotros, entonces entendí lo que estaba pasando, la policía detrás nuestro, Luke y Calum.
—Creo que podemos salir de aquí— gritaba agitadamente Sophia sin perder el ritmo veloz
—Si conseguimos un auto afuera, creo que podemos—dije jadeando aun corriendo

La suerte no estaba de nuestro lado, nuevamente en las afuera de aquel lugar, las letras LAX estaban un par de kilómetros de nosotras, al igual que unos cuantos autos, pero no podíamos parar a escoger, cuando pensé que no se podía poner peor. ¿Louis?
No pude evitar reír, corría hasta nosotras con dificultad, llevaba tacones, un raro vestido y peluca. ¿Qué le ocurría?

—Allá— señaló Isla, lo que había apuntado no me parecía tan mala idea no sabía si era legal, pero a estas alturas ya nada de eso me importaba

Sophia pareció haber captado todo y corrió hacia donde estaba el auto señalado, Isla y yo le seguimos con todos los locos atrás.

—Por favor, sé que parece extraño, loco e ilógico pero te pagaremos si nos dejas este carro—suplicó Isla al conductor del auto azul.
Yo no me fijaba bien en quienes iban en el vehículo sólo veía como los policías, y tres guardaespaldas se acercaban hacia nosotras.
— ¿Disculpa? —pronunció una chica de cabello rojizos muy parecidos a los míos y a los de Isla, sus ojos eran chocolates.
—Ustedes están locas—afirmó el conductor de aquel deportivo. Vestía muy igual a los otros guardaespaldas, bueno no igual que el idiota de Louis
—Cállate  Zayn, parecen preocupadas—contestó de regreso la chica
—Miren no es momento de discutir—decía Sophie viendo inquieta a los policías
— ¿Saben? quizás sólo deban llevarnos, y les pagamos, o no sé, esto es de vida o muerte—insistí, pero el pelinegro sólo observaba su reflejo en el retrovisor
—Suficiente, distracción que esperaba—dijo la copiloto desabrochando su cinturón de seguridad y abriendo la puerta.
—Hey Alaska, regresa aquí —empezó a gritar el moreno
Todo aquello me confundió más todavía, la chica sonrió burlonamente hacia el chico
—Gracias—nos dijo a nosotras, para luego correr
—Esto, está de locos —dejo escapar Sophia— ¡Vamos!

Mire a Isla, pero dada las circunstancias corrimos de nuevo, aquel chico sentado tras el volante no pudo estar más confundido, sin embargo creo que estba dispuesto a seguir a la chica, Alaska.

Aquello cada vez se ponía peor, he corrido un par de veces, amo hacer ejercicio, pero eso, era todo un maratón, alcanzamos a Alaska, pronto me di cuenta, ella era otra, ya habíamos cuatro, aunque Sophia no parecía entender nada.

—Dejen de seguirme—Dijo Alaska apresurando el paso
— ¡Pero estamos en la misma situación! —objeté también corriendo. Ya habíamos alcanzado las letras gigantes del Aeropuerto internacional, tropezamos con una par de personas pero no habíamos perdido de vista a los chicos, más el tipo del auto que parece que se había unido a la persecución. No puede ser, que todavía no salíamos de aquel estúpido lugar

—Bien, unidas por la misma causa—se resignó Alaska— ¿Qué les parece aquella tienda?

Observamos a tienda, quedaba en frente de la carretera, junto al enorme Aeropuerto pero si tratamos de alejarnos ¿Por qué volvíamos otra vez? Hahahahaha juro que si todo esto es una farsa de mi papá no le hablare por décadas

— ¡¿Volver de nuevo allá, después de todo lo que hemos recorrido?! —exclamó Sophia detallando lo obvio
—Sólo confíen, es una tienda, ellos son hombres se perderán —dijo de nuevo Alaska para luego echarse a correr.

Nuevamente agarré impulso para seguir. No antes sin mirar atrás, y ver como se acercaban, lo bueno es que parecían ser como cinco policías y los muy tontos no llamaban refuerzos.

Llegar a la fulana tienda no fue difícil, lo difícil fue escondernos.

—Creo que van a entrar—informó Isla viendo a través de los vidrios de la tienda
—Descansemos cinco minutos más—pidió Alaska parándose cerca de una fuente del local.
—Hay que prepararnos para lo que viene, por cierto soy Emma—dije presentándome porque según recuerdo no lo había hecho, al menos no con Alaska
—Alaska—dijo riendo la chica
—Sophia, pero dime Sophie y ella es Isla—hablo rápidamente Soph

Iba a decir otra cosa, pero la tienda se estremeció, creí que ya nos habían agarrado, pero al darme la vuelta me di cuenta que otras seis chicos venían corriendo hacia nosotras, eran tres chicas y tres chicos, las chicas cargaban gorros, y bufandas, por lo visto de la misma tienda, una de ellas llevaba patines, ¿Qué ...que era todo aquello?

— ¡Cuidado! —gritó a de los patines

No pudimos reaccionar a tiempo, las tres chicas chocaron contra nosotras. Por un minuto no supe que fue de mí, sólo un gran golpe y que estábamos por completo dentro de la fuente.

— ¿Qué demoni…? —pero Alaska no pudo terminar ya que la alarma empezó a sonar, las pocas personas dentro y para colmo…
—Quedan detenidos, por desorden en un sitio público y huida a la justicia —La voz gruesa de uno de los policías resonó por el escándalo de todos.
—Tienen derecho a guardar silencio…Vamos—Nos indicó otro.

Sentía frio, el agua estaba helada, nos ayudaron a incorporarnos, estaba enojada, si esos idiotas supieran que mi chaqueta se lavaba en seco, pero bueno había cosas más importante de que preocuparse.

—Lo siento—se disculpó una pelinegra —Eh por cierto soy Norah
Sophia la fulmino con la mirada, creo que estaba enojada.
—No fue nuestra intensión—empezó a hablar otra castaña
—Sí que salió mal—le dijo un chico de rulos al pelinegro del auto
— ¿Mal? Mira a Louis—empezó a reír un moreno señalando el ridículo atuendo de Louis.

En menos de un momento, es decir la transición desde la tienda a la patrulla, me di cuenta que los seis que nos perseguían se conocían, y además de eso reían con cosas como  «No nos van a pagar », «Louis, ¿no se te ocurrió algo mejor? », «Tenemos que llegar a Londres, Liam ya está allá »




La estación era más fría que aquella fuente, la tensión entre nosotras seis, era casi perturbarte, claro que los niños guardaespaldas hablaban animadamente como si no estuviéramos presos.

Nos metieron en una celda, mientras los chicos hablaban con los policías, no sabía cuánto tiempo duraríamos allí, Sophia, Isla,Alaska y Norah se habían sentado en el piso.

— ¡Mataré a Harry!—exclamó frustrada una de las castañas quitándose la bufanda mojada
—Todas estamos en las mismas, no nos queda de otra  que ir a Londres—dije para nivelar la tensión
—Lo sé, pero ¿la CIA?, ¿no podía ser otra organización? —Se quejó nuevamente la castaña, causando unos pocos ceños fruncidos—Por cierto soy Destiny

Ya estábamos hablando era un progreso, duramos unos pocos minutos encerradas, lo suficiente como para presentarnos, y para explicar a las que no sabían, que era lo que estaba pasando.

Al poco rato, Un moreno que no conocía pero que Norah identifico como Colton se acercó junto a un policía a abrir la celda.

—Hora de irnos señoritas —anunció semi reverenciándose, me pareció muy tierno y cortes para estar persiguiéndonos o bueno a esas tres chicas que nos arrojaron a la fuente.

Salimos a paso corto y sin decir nada, el policía nos miraba burlonamente como si lo que les hubieran dicho los chicos fuera muy gracioso.

Y fue así como terminamos aquí en este avión rumbo a Europa, donde ya se encontraban otro de los agentes con la chica una tal Zoe, a regañadientes accedimos a subir al vuelo uno sin muchos pasajeros, para seguridad de ellos, o algo así, el punto es que tuvimos que cambiarnos de puestos dieciséis veces, si queríamos matarnos, pero no era tan grave, al final quedamos así Norah e Isla en un asiento corrido, Sophia y Allison en otro, Zayn y Luke, Louis—Que gracias a Dios se quitó el ridículo disfraz—con este chico, Ashton, Calum y Colton, Destiny con Harry, y yo con Alaska.

Bueno hasta hace unos minutos cuando Detiny se enojó con Harry, de nuevo y cambio de puestos con Calum. Al fin y al cabo entiendo nuestros padres no fueron nada sabios en escoger  a los chicos que nos protegerían, pues había de todo, desde mejores amigos traicioneros, patanes que conoces por allí, hasta dementes exnovios, algo típico ¿no?

Espero llegar viva a Londres.

Holo,te regalo un cupcake: