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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Butterflies and Bullets.|Novela Colectiva
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Re: Butterflies and Bullets.|Novela Colectiva
Capitulo 016. +
+Zoe Jones||Liam Payne.
--Algunas de las demás chicas están en el edificio—Liam entra a mi recámara
--No me importa—subo el volumen de mis auriculares y me recuesto en mí ahora cama.
Mientras cierro los ojos y Snap Out Of It de Arctic Monkeys inundan mis oídos siento la cama hundirse y abro los ojos. Liam me mira expectante. Habla pero no escucho, solo veo su boca moverse y trae un sentimiento extraño en la parte baja de mi abdomen.
--¿Me escucharas o qué?—me quita un auricular y ruedo los ojos
--Liam, escuché perfectamente que las demás chicas están aquí, pero de verdad no me importa—me siento y salgo de la cama en dirección al baño. Hace poco menos de tres días que estamos aquí y ya no soporto vivir en este cuchitril. Digo, es grande y espacioso pero siento como si estuviese presa, no puedo salir y no hay muchas cosas que hacer. Me arrepiento enormemente de sólo haber traído dos libros.
--Deberías conocerlas y hacer amistad con ellas, están pasando por la misma situación y… solamente trata de acercarte a ellas, te hará bien—se pone de pie y camina hacia la puerta—Iré a comprar algo para comer, no hay nada en el refrigerador
Asiento con la cabeza y me meto al baño. Abro el grifo y me desnudo, no espero a que el agua tome temperatura, me meto en la lluvia artificial y el frío hace que me estremezca.
Mi padre no ha llamado, no se ha cerciorado de que estoy bien, de que llegué sana y salva a Inglaterra y eso sólo demuestra que en realidad nunca ha estado preocupado por mí. Hubiese sido más sencillo para todos que me mataran, que clavaran un cuchillo en mi costado y dispararan una bala a mi cabeza. Cierro los ojos y clavo las uñas en mis palmas. Tengo que hacerlo.
Abro la mampara y salgo, tomo la bata y me la pongo. Abro el pequeño bolso de Liam y busco por una navaja. Revuelvo todo y no encuentro nada. Cierro el pequeño bolso frustrada y con fuerza haciendo que caiga al suelo. Entonces diviso algo brillante a un costado. ¡Bingo!
Saco el pequeño metal y paso el dedo por la navaja. Cierro los ojos y me concentro en el dolor que sentiría si la clavara en mi piel. Abro la bata y encajo la navaja en mi muslo izquierdo, hago un pequeño corte y la sangre comienza a correr. La sensación que me absorbe es malditamente buena, pero entonces el timbre hace que vuelva a la tierra.
Limpio la sangre y cierro la bata, salgo del baño y voy hacia la puerta. Miro por la rendija y veo a una pelirroja y a una morocha paradas esperando a que abra. Frunzo el ceño. No tengo idea de quienes sean. Podría simplemente no abrir y que piensen que no hay nadie en casa, pero mi madre me enseñó modales así que tomo el pomo y abro lentamente.
--¿Las puedo ayudar en algo?—pregunto en un tono brusco
--No, es sólo que…. –la morocha calla y mira a la pelirroja
--Hola, soy Alaska y ella es Destiny—se presentan
--Ah, realmente me lo preguntaba—cruzo los brazos y me recargo en el umbral de la puerta
--Eres una de nosotras ¿cierto?—La morocha con nombre Destiny pregunta con una mueca
--¿Ah?
--Si, ya sabes eres una más del clan “Hijas de la CIA”—Las chicas ríen por su pequeña broma, pero mi semblante no cambia para nada
--No tengo idea que lo que hablan—intento cerrar la puerta pero Destiny da un grito ahogado. Alaska y yo la miramos interrogantes
--Estás sangrando—señala mi pierna y cierro los ojos. Mierda
--No pasa nada—limpio la sangre con mi mano incómoda
--¿Estás segura que estás bien?—preguntan al unísono
--Sí, es que estaba en la ducha cuando tocaron y pues ya saben, estoy en esos días y no tuve tiempo de poner nada ahí abajo para que
no pasara esto—señalo la sangre en mi mano y hacen una mueca de asco
--Bueno, creo que…mejor nos vamos—Alaska toma del brazo a Destiny
--Sí, nos vamos, por cierto ¿Cuál es tu nombre?—pregunta la morocha
--Zo….Marilyn—utilizo mi “nuevo” nombre
--Mucho gusto Marilyn, creo que nos veremos
Asiento y cierro la puerta. Mierda han visto la sangre, ¿Cómo pude ser tan estúpida? Bueno, creo que mi excusa fue creíble. Bien Zoe tendrías que ganarte un Oscar a mejor actriz. Cuento hasta diez y subo a mi recámara a vestirme.
{###}
Son casi las siete de la noche y Liam no ha llegado con la comida. Tengo un hambre atroz y si Liam no llega en poco tiempo estoy segura que podría comer mi propio brazo
Hace más de una hora que se fue, ¿Qué le toma tanto? No creo que el super este muy lejos de aquí, quizás le pasó algo, quizás lo asaltaron, se perdió, o en el mejor de los casos lo atropellaron y le cortaron una pierna.
Me pongo de pie dispuesta a salir y conseguir comida por mi cuenta. Abro la puerta y camino hacia el ascensor. Tengo la suerte de que está abierto en espera por mí. Me meto y pulso el botón número 1. Cuando las puertas están a punto de cerrarse una mano se interpone haciendo que éstas abran de nuevo. Un chico castaño con rizos y unos lindos ojos verdes entra y me mira con el ceño
fruncido
--¿Qué haces fuera del departamento?—pregunta y levanto una ceja. ¿Qué mierda le pasa? Cruzo los brazos y no contesto, seguramente me ha confundido con otra persona--¿Zoe? Espero una respuesta
¿Cómo sabe mi nombre? Frunzo el ceño y lo miro detenidamente, quizás lo conozco y me he olvidado de él. Nop. Su rostro no me parece conocido
--¿Cómo sabes mi nombre?—sonríe y entonces lo capto—Eres uno de esos chicos que nos tiene aquí para “cuidarnos” ¿Cierto?—hago comillas y su sonrisa se amplía
--Exactamente “Marilyn”—hace lo mismo con el nombre y le muestro mi dedo medio—Espero que Liam esté informado que saldrás
--Liam es mi guardaespaldas, no mi papá—Miro hacia los numeritos que indican el piso en el que estamos y todavía faltan tres para que lleguemos a mi destino—Además es un imbécil, así como todos ustedes, creen tener derecho sobre nosotras pero lo que no saben es que si nosotras queremos nuestros padres los ponen patitas en la calle—sonrió cuando las puertas se abren en el primer piso
--Eso es lo que ustedes creen—su sonrisa es arrogante. Pero lo que él no sabe es que se ha topado con la reina de la arrogancia
--Estamos seguras de eso—salgo del ascensor y me doy la media vuelta para mirarlo—Por cierto, no te vendría mal visitar a un estilista, estoy segura de que si te cortas el cabello no pasará nada—le doy la espalda y comienzo a caminar. Logro escuchar un “maldita perra” por parte del chico y me propongo a encontrar a su protegida, creo que podremos unir fuerzas contra él.
Camino tranquilamente hacia las puertas que llaman mi libertad. Salgo y cierro los ojos inhalando el aire puro después de dos días de estar encerrada. Me siento libre y estoy segura que sobreviviré estando sola. Abro los ojos dispuesta a ir en busca de mi libertad pero una cara con el ceño fruncido arruina mis planes.
--¿Qué haces afuera?—Liam está parado frente a mí con los brazos cruzados y bolsas en las manos
--Iba a conseguir algo de comida, te has tardado siglos y tengo hambre—contesto y sonríe
--No te creo
--Pues no me creas pero es la verdad, yo no haría nada para deshacerme de ti Liam—digo mordazmente, doy vuelta y comienzo a caminar
--No tan rápido señorita—sus brazos me rodean la cintura y me levanta—No iras a ningún lado, la comida ha llegado, ahora sólo
tenemos que subir y cocinar
--No se cocinar—contesto mientras inútilmente trato de zafarme de su agarre—Suéltame imbécil—lo hace por un segundo pero al instante me carga como si fuera un maldito costal de papas--¡Ah!—grito y Liam ríe—No es gracioso estúpido, puedo caminar, bájame
--Sé que puedes caminar, pero no me arriesgaré a que salgas corriendo—entramos al edificio y el portero se nos queda viendo—No se preocupe John, a mi novia le gusta que la cargue de esta manera--¡Novia! Ya quisiera.
Me doy cuenta que Liam no está usando cinturón y aprovecho la oportunidad para bajarle los pantalones. Él al tenerme cargada y las manos ocupadas con las bolsas de la compra no puede hacer nada para subírselos.
--No te preocupes John a mi ¡NOVIO! Le gusta que la gente sepa que tiene un “amiguito”—levanto mi dedo meñique. Liam nos mete en el ascensor, me da una palmada en el trasero y las puertas se cierran.
Lo último que veo es a un muy sonriente John
+Sigue: Donut
- Sexyladies:
Nenas ahí está el capítulo.... no sabía que escribir... so equis
Espero el próximo
Besotes
Reus
Re: Butterflies and Bullets.|Novela Colectiva
He disfrutado tremendamente tu capítulo, srsly. Creo que los pareja del que difrutare mucho será el tuyo. Aparte del mío obvio. Espero a Donut
mindless
Re: Butterflies and Bullets.|Novela Colectiva
tight. escribió:He disfrutado tremendamente tu capítulo, srsly. Creo que los pareja del que difrutare mucho será el tuyo. Aparte del mío obvio. Espero a Donut
Me alegra que te haya gustado hermosa! jajaja y eso espero, de verdad espero hacer que lo disfruten
Reus
Re: Butterflies and Bullets.|Novela Colectiva
¡Las apariencias engañan, gente!
Capitulo 017. +
+Sophie C. Brown & Calum Hood.
Whoah, whoah, woah. Pausa, retrocedan, rebobinen, repitan. ¡¿QUÉ?!
No. Hahahahaha, no. No, no, noup, nopi dipiti, nop. Era algo imposible el que mi padre fuera lo que esas chicas del aeropuerto dijeron. ¿Agente de la CIA? ¡POR FAVOR! Mis historias sobre venir de Júpiter, tener padres alienígenas, una casa hecha de Pringles y chocolate, y casarme con Daniel Grigori eran aún más creíbles que esa tontería… Está bien, no, pero juro que de todos los señores con cincuenta años, adinerados, viudos, irresponsables e ignorantes ante su hija, mi padre era el que menos encajaba cómo posible pretendiente para un cargo de tan alto rango. ¡Y más aún! ¿Se imaginan a Charles Brown cómo un espía de esos de traje? ¿Con armas súper modernas y zapatos cómo teléfonos? ¿Camaritas miniatura y alta elegancia y hermosura cómo un James Bond? Nah, mi padre no era de esos.
Aunque… analizando y recordando todas las diminutas cosas de mi vida, y desempolvando esos mensajes subliminales de los que alguna vez sospeché, todo podría tener sentido. La muerte de mi madre –ocasionada por un misterioso tipo, del cual nunca se supo nada, ya que la policía había decidido cerrar el caso–, la destrucción masiva de nuestra antigua vivienda en Miami ocasionada por unos supuestos ladrones, los hombres de negro que alguna vez vigilaron fuera de la universidad por dos semanas enteras, las armas que mi padre guarda en su oficina con olor a tabaco y vodka –que cree que no he notado–, las identificaciones con escudos del país que encontré cuando tenía 12 años –y que papá creyó que con alguna mentira barata podría engañar a la pequeñita e inocente Sophie pre-adolescente–, y todas esas habitaciones prohibidas en nuestra propia casa, que la vida entera anhelé examinar tan minuciosamente que tal vez podría terminar con dolor de cabeza.
Entre otras cosas.
Ugh, todo es tan malditamente confuso que me dan aún más ganas de comer chocolate…
–Listo, aquí es –anunció la fastidiosa y chillona voz de Calum al conductor del taxi, en lo que era un basurero comunal… Wow. De todos los hermosos, bellos y turísticos lugares que hay en Londres, un basurero fue lo mejor que al inepto de Calum pudo habérsele ocurrido. En serio. Ugh. –Gracias –entregó la paga y miró por el retrovisor hacia el asiento de atrás, donde yo me encontraba, y levantó las cejas repetidas veces con un brillo de coqueteo en sus ojos–. Vamos, hermanita –Uhhh, hermanita. ¿Hermanita? ¡Ding, ding, ding! Otra maravillosa idea de parte de Calum Hood, damas y caballeros… Hermanos, pfff. ¡Si ni nos parecíamos en nada!
Ugh, estoy de malas. Mucho. ¿Ya les conté cómo una patosa rubia arruinó mi porcentaje de escapes perfectos ante la ley? Aham. Lo hizo. Acompañada de otras muchachas las cuales venían siendo perseguidas casualmente por otros chicos, los cuales trabajaron en conjunto y de alguna manera inexplicable lograron capturarnos. Bueno, viendo y examinando a la mayoría de féminas con las que compartí celda durante quién sabe cuánto tiempo, la mayoría parecía algo fácil de atrapar. Pero no las conocía lo suficiente aún, por lo que no les puedo juzgar.
Bah.
Calum ya se había bajado, sacado nuestras maletas del auto, estando impacientemente parado de pie y con la puerta de mi lado abierta. Sus pies golpeaban el suelo rítmicamente, indicándome con su seria mirada que era mejor que bajara en ese preciso instante si no quería consecuencias más al rato. Le miré de arriba abajo, bufé sarcástica y permanecí de brazos y piernas cruzadas, estando completamente cómoda ante el suave asiento del taxi. Él suspiró frustrado de mi –debo admitir– horrible comportamiento y dejó las cosas en el suelo.
–Vamos, preciosa, se nos va a hacer tarde y tú sabes que odio llegar tarde –el conductor también se estaba impacientando, pero eso no me importaba. –Prometo que si sales te devuelvo la billetera y te regalo dos paquetes de chocolate –alcé una ceja, interesada ante su propuesta, y lo miré.
–Que sean cuatro y doce paquetes de Pringles verdes –demandé.
–Tres de chocolate y seis de Pringles.
–Cinco de chocolate, quince de Pringles, un tarro de Nutella gigante y dos maxi cajas de Pop-Tarts. Última oferta –estaba siendo injusta con el chico, pero solo Dios sabía hasta cuándo podría tener la dulce gloria del azúcar y papitas saladas en mi poder.
En su mirada pude notar que no estaba dispuesto a ceder los caprichos provenientes de mi persona, pero algo le hizo sonreír y asentir.
–Hecho.
Asentí y a continuación salí del auto, poniéndome la capucha de mi sudadera sobre la cabeza y metiendo las manos en los bolsillos debido al frío clima tan característico de la ciudad. El taxi acelera rápidamente haciendo que las llantas rechinen contra el pavimento y bufo.
–Vaya prisas.
–Vamos, si nos apuramos tal vez lleguemos justo para almorzar algo –mi estómago gruñó justo al momento de escuchar la palabra “almorzar”. Calum rió–. Y por lo que veo tienes hambre, así que mejor darnos prisa.
–¿Y a dónde se supone que vamos, genio? –miré a mi alrededor– Esto es la entrada a un basurero, dudo mucho que vayamos a vivir aquí durante este tiempo. Es más, me niego a hacerlo.
–Descuide, su majestad –se mofó–, ninguna de sus delicadas uñas será dañada, ni mucho menos dejaré que alguien toque su precioso cabello. –rodé los ojos y volví a cruzarme de brazos.
–Si vas a tener esa actitud tan estereotipada conmigo, puedes irte yendo. No me interesa tener a un machista cómo guardaespaldas.
***
Y… ¿Qué les puedo decir? Sophie ha escapado de nuevo, ¡Sí, bebé! Mami se ha escapado de las garras de Hood una vez más.
Calum: 0 Sophie: 2
¿Saben? Creo que había sido una asombrosa idea haber chantajeado a Calum con comprarme dulces para salir de ese apestoso taxi. ¡Había sido la oportunidad perfecta! Él estaba pagando todos esos manjares azucarados cuándo íbamos camino a un supuesto edificio de residencia y habíamos detenido un segundo en un súper mercado. La chica rubia de la caja le coqueteaba, distrayéndolo con su escote y labios tan rojos cómo los del Guasón de Batman, mientras me daba la oportunidad de escurrirme sigilosamente por el pasillo de las frutas.
¡BUM, BABY! Ahora tenía de algún modo que conseguir el suficiente dinero cómo para comprar un pasaje de avión hacia América, volver a casa, encontrar a Mike, y escapar con él antes de que papá se diera cuenta de lo que fuese. Pero… diablos. No tengo tarjeta de crédito, y el máximo de efectivo en mi posesión son tan solo 500 dolares… agh, bien Sophie, todo bien. A nadie más se le ocurriría gastar tanto en comida más que a ti, ¿verdad? De haber guardado eso ahora podrías estar camino al aeropuerto, felíz de la vida, volando a asa cómo toda una boss. Pero, no.
Bah.
Después de unos quince minutos de estar buscando de forma desesperada una salida, apenas y había logrado llegar al pasillo de lácteos, cuándo en agudo y molesto grito tan típico de Calum alarma a algunos clientes del establecimiento.
–¡Sophia, vuelve aquí! –una señora pelinegra, de cabello extremadamente corto, con los años comenzando a pesarle, me mira con los ojos bien abiertos. Vale, digamos que la mayoría de las veces mi apariencia y ropa hacen creer a la gente que soy alguna criminal o algo así, por lo que supongo esta vez no es la excepción. Camisa negra y holgada de manga sisa con la leyenda “Avada Kedavra, bitch” junto con algunos diseños de Harry Potter, chaleco de mezclilla sobre ella, skinny jeans negros y rasgados, botines al estilo militar, diminuto tatuaje en el brazo izquierdo, y un mechón rosado en el cabello, daban bastante en que pensar a la sociedad de hoy en día; cómo que por ejemplo podía ser una criminal juvenil supremamente peligrosa o alguna otra cosa exagerada.
Bah, ¡las apariencias engañan, gente!
Empecé a correr como alma que lleva el diablo al mismo momento en que Calum, con las bolsas de compras en mano, comenzó a dirigirse hacia mí a gran velocidad. Diablos. Mierda. Rayos y centellas. Recórcholis. Dioses. Vírgen Santa, madre de Dios. Petunias amarillas. Pato-gallinas de Minecraft. No había maldición adecuada para esta situación. Si no era rápida Hood volvería a atraparme y mi historial de cero capturas volvería a mancharse y ahora no habría ninguna chica entrometida de por medio.
Llego al pasillo siguiente (compuesto por arroces y cereales) y el chico moreno de lindos cachetes está pisándome los talones. Tiro al suelo con demasiado agresividad una montaña de cajas que me encuentro en el camino, así a lo película americana de persecución, intentando que funcione para detener a Calum algunos segundos más, que me dén la más mínima ventaja.
–¡Deténganla! –las personas siguen mirando y como todo buen ciudadano “Me-Importa-Un-Bledo-Lo-Que-Ocurre-Procuraré-No-Darme-Cuenta-Y-Mirar” solo observan ¿divertidos? ¿preocupados? el por qué un par de adolescentes casi llegando a los veinte años se está persiguiendo a mitad de un supermercado.
Estoy a punto de girar a la izquierda al finalmente visualizar la salida, resguardada por un par de guardias en uniformes grises, cuando un fuerte, fuerte, torso se interpone en mi camino y mi cabeza golpea contra su barbilla. ¡Bravo, barbudo fortachón! ¡Bendito seas! Levanto la mirada y me encuentro con un maduro y atractivo rostro de un chico castaño. Ojos de perrito y labios carnosos, buen peinado y linda clavícula.
–¿A dónde crees que vas, Brown? –¿Ah? ¿Quién es este degenerado y cómo conoce mi apellido?... ¡¿Y si es un científico súper malvado enemigo de mi padre?! ¡¿De esos que salen en las pelis de agentes secretos de la CIA?!... Okay, okay. Sophie, necesitas dejar de ser tan fantasiosa, en serio.
–¿Brown? –tosí–. Perdona, puppy, pero mi nombre es June –hasta yo misma notaba la duda en mi voz. Vamos, aún no me había acostumbrado a mi nuevo nombre puesto por mi supuesta seguridad. –Ahora, si me disculpas, con permiso. Necesito pasar.
El fantoche parecía no tener la intención de moverse y juro que si es necesario darle un puñetazo en la mandíbula para que se corra, lo haré.
–Noup.
–Muevete.
–Nah, no quiero –se cruzó de brazos.
–A un lado, Gantu –le nombré como al gigantesco extraterrestre de Lilo & Stitch.
–¿Qué si no quiero, Jumba? –me siguió el juego.
–Tu intento de distracción para que el chico que me persigue, me atrape, es inútil, Pleakley.
–Se vale intentar, Lilo –este chico me estaba retando y eso a estas alturas de mi enojo no le convenía.
–¡QUE TE MUEVAS DE UNA PUTA VEZ, JODER! –golpeé su pecho con mi hombro tan fuerte como me fue posible e hizo una mueca de dolor, dio dos pasitos para atrás, pero a pesar de ello seguía sin darme el paso.
Escuché numerosas y rápidas pisadas atrás mío y supe que Calum se acercaba.
–Me vas a obligar a darte una buena bofetada digna de tu comportamiento, Hamsterviel.
Cómo el chico cara de cachorro no se movió, y sentí a Hood tomar mi brazo izquierdo con agresividad, solté un muy fuerte puñetazo contra la mejilla de Gantu. Vaya que el tomar clases de boxeo había servido de algo. Y, hoho, buena marca la que le quedaría en su bronceada mejilla.
Y pues… nada, me atraparon. ¡GENIAL! ¡Asombroso! ¡Maravilloso! ¡Espléndido! ¡Fabulosamente perfecto! Hood rodeó mi cuerpo completamente, intentando apresarme y evitar que me moviera, mientras que el chico-mirada-de-cachorro lloriqueaba por el fuerte golpe. Hah. ¡TE LO ADVERTI, ¿O NO?! Pfff, hombres. Eso les pasa por molestar a una chica enojada, despeinada, estresada, cansada y hambrienta.
***
Y cómo toda una reclusa, estaba siendo rodeada por dos hombres (completamente intimidantes para cualquiera, pero patéticos para mí), sin escape alguno esta vez, dentro de un modesto automóvil.
Resulta que el chico Gantu se llama Liam, es amigo cercano de Calum, y es un guardaespaldas más; desafortunada la chica que le hubiera tocado cómo cuidador. Enserio, hermosa, mi más humilde pésame.
También se suponía que él debía de comprar la cena para su chica a cuidar, y que por nuestra (o bueno, mi culpa) iba a llegar con un horrible retraso al edificio en el que todos viviríamos.
–Juro que si Zoe escapa por yo no estar allí con ella, cuidándola, te mataré, Sophia –me amenaza Liam.
–Intenta ponerme una mano encima y amanecerás muerto mañana, Payne.
–Cálmense los dos –nos ordena Calum.
–Cálmate tú –Hood rueda los ojos ante mi poco madura respuesta.
El auto se estaciona en la acera de la calle frente a un grande edificio, que no está a más de dos cuadras del basurero en el que nos había dejado el taxi, y Liam apaga el motor; ya que él era quien conducía. Abre y cierra su puerta, baja del auto con las compras, le avienta las llaves a Calum, y se adelanta a entrar.
–Uy, ¡que machote! –le hago burla.
–¿Te han dicho que eres supremamente irritante cuándo estás enojada?
–Sí, y me vale un bledo, por cierto.
–No te quiero ni imaginar en tus días.
–Oh, créeme querido, soy mucho peor.
Calum bufa y se baja del auto, claramente fastidiado. Vale, podemos decir que mi comportamiento de hoy no ha sido el más apropiado… Fui muy cortante en el transcurso del viaje (desde el avión hasta el taxi), me escapé dos veces en las mismas 48 horas y prácticamente destruimos una parte del supermercado por hacer que Hood me correteara, le di un muy buen golpe en la cara a uno de sus amigos guardaespaldas, fuí más grosera de lo normal y ser tan irritante que Calum dejara de lado su faceta coqueta fue demasiado. Si… no hago esto así que digan muy a menudo, pero supongamos que Hood se merece una disculpa.
Le persigo hasta la entrada del edificio, y cuándo estaba a punto de pedir perdón por mi mal comportamiento, puedo ver a Liam cargando a una chica como costal de papas, mientras que ella le grita al portero que a su novio le gusta que los demás sepan de su “amiguito”… Okay… ¿Liam tenía novia? ¿Ella no era la supuesta Zoe-Marylin que él debía cuidar? ¿Estaba enlíado con la hija de su jefe?... ¿Si ella enseñó su meñique al decir eso, hacía referencia a que él lo tenía pequeño? ¡Oh por Dios! Hahahaha ¡Liam la tiene pequeña! No superaré esto tan fácilmente. Uff, lo molestaría con eso la vida entera, pero no lo haré por que soy buena persona.
Pronto desaparecen por el elevador y el señor de recepción clava la vista en nosotros dos.
–Buenas jóvenes –saluda.
–Hola, ¿John, verdad? –el hombre asintió con una sonrisa y Calum se acercó a él. Le susurró unas cosas al oído, ambos me miraron cómplices y a continuación el viejito que ahora lo tomaba cono pervertido pedófilo le entregó un juego de llaves a Hood, las cuales tenían en llaverito de piel color rojo con el número “11” bordado en dorado.
El chico de tez morena avanza hacia el ascensor por dónde momentos antes se habían ido Liam y la chica, ignorando el hecho de que yo apenas ni entraba por completo al lugar y de que había dejado nuestras cosas tiradas en la recepción. Bah, tendré que cargarlas yo… al cabo que ni quería que él las llevara.
–¡Hey, espérame! –le grité y me apuré a tomar nuestras cosas y entrar al elevador antes de que él cerrara las puertas. Uff, ¡casi que las puertas se llevan mi mano!
Dejó el equipaje en el piso y amarro mi cabello en una coleta improvisada. Suspiro y observo a Calum; mirada fija en las puertas plateadas, brazos cruzados y labios fruncidos. Me quedo unos minutos mirando fijamente su rostro y me doy cuenta de que en realidad Hood es –en verdad– atractivo. Ahora sabrán porque muchas chicas de la universidad andan locas por él, hah. Pero, les seré sincera, mi mejor amigo Michael está mil veces mejor, o eso opino yo.
–Escucha… Calum… –le llamo, dispuesta a soltar esa bendita disculpa.
–¿Mhm? –su mirada sigue perdida en las puertas del ascensor y sé que no va a mirarme, pero eso no evita que vaya a pedir perdón. Porque conociéndome sé que luego me voy a arrepentir.
–Quería disculparme contigo por mi comportamiento de este par de días, yo… ugh, sé que eh estado muy grosera y sólo quería decirte que lo siento. –Listo, lo dije. No le digan a nadie nunca que me disculpé con alguien como Calum.
Vuelvo a mirarle y noto que ahora tiene una de sus cejas curvada y una pequeña burla escondida en su media sonrisa. ¿Qué?
–¿Sophia C. Brown, disculpándose? Esa estuvo buena –bufa y me siento completamente ofendida. Okay, está bien si no soy del tipo que se disculpa a menudo (o al menos ya no), pero si ocurre el milagro de que lo haga debes agradecerlo, no tomarlo como una broma.
–Estoy hablando en serio, Hood –mi semblante apenado pasó a ser serio de un instante a otro.
–Sí, claro. Y a mí me gustan los chicos –rueda los ojos aún sin molestarse en mirarme.
–No me interesa hacia qué lado de la balanza te inclinas, pero mis disculpas son sinceras, Calum –era raro decir su nombre en voz alta… normalmente solo le digo “Hood” y nada más.
–Repite eso –ordenó firme.
–¿No me importa a qué lado de la balanza te inclinas? –dije dudosa, alzando una ceja.
–Lo otro –note que su mandíbula se tensaba y la muy brillante luz del ascensor me dejó apreciar cómo me miraba por el rabillo del ojo.
–Mis disculpas son sinceras…
Y de pronto me encontré apresada contra la fría pared del elevador, sintiendo un musculoso cuerpo presionar contra el mío. Y ¡Bum! Los marrones ojos de Calum estaban tan cerca de los míos que juraría que nuestras pestañas podían rozarse. Sus brazos se encontraban a los costados de mi cabeza, y su mirada tenía cierta chispa de excitación. El color café de sus iris estaba más oscuro que de lo común y oh Dios que no. No inventes, Hood.
–Di mi nombre una vez más –dijo lentamente, creyendo que la sensualidad de su voz me pondría cómo colegiala enamorada y podríamos llegar a algo más.
–El papel de ninfómano mujeriego de película no te queda, querido –le reté–. Tu voz es demasiado aguda.
Y de la nada las luces del ascensor se apagaron, éste mismo se detuvo de forma agresiva dando una fuerte sacudida y una aguda alarma comenzó a sonar. Una lucecita roja parpadeante iluminó el poco espacio que había en el frío lugar y la típica cancioncita que suele sonar se detuvo. Oh mierda, no. No, no, no, no. Dios mío, por favor no. ¡¿Quién demonios detuvo el ascensor?! ¡Todo está muy oscuro! Oh rayos, ¡genial! ¡Lo que me faltaba! Quedarme atorada en un elevador sin luz, en compañía de Calum Hood, atrapada en una esquina por el mismo, teniéndole tremendo pavor a la oscuridad y los espacios cerrados.
Okay, admito que mentí cuando dije que desde los catorce años no le temo a nada, pero el omitir tenerle miedo a esas dos cosas puede resultar bueno a veces.
El aliento de Calum chocó contra mi rostro.
–Tú y yo, encerrados aquí por quién sabe cuánto tiempo, poca luz, acamaras apagadas, dulce chocolate en tú mochila; no sé, piénsalo –el muy bastardito sonrió de lado y lanzó una de sus miraditas.
Ugh, no.
El Calum coqueto del colegio ha vuelto.
No. Hahahahaha, no. No, no, noup, nopi dipiti, nop. Era algo imposible el que mi padre fuera lo que esas chicas del aeropuerto dijeron. ¿Agente de la CIA? ¡POR FAVOR! Mis historias sobre venir de Júpiter, tener padres alienígenas, una casa hecha de Pringles y chocolate, y casarme con Daniel Grigori eran aún más creíbles que esa tontería… Está bien, no, pero juro que de todos los señores con cincuenta años, adinerados, viudos, irresponsables e ignorantes ante su hija, mi padre era el que menos encajaba cómo posible pretendiente para un cargo de tan alto rango. ¡Y más aún! ¿Se imaginan a Charles Brown cómo un espía de esos de traje? ¿Con armas súper modernas y zapatos cómo teléfonos? ¿Camaritas miniatura y alta elegancia y hermosura cómo un James Bond? Nah, mi padre no era de esos.
Aunque… analizando y recordando todas las diminutas cosas de mi vida, y desempolvando esos mensajes subliminales de los que alguna vez sospeché, todo podría tener sentido. La muerte de mi madre –ocasionada por un misterioso tipo, del cual nunca se supo nada, ya que la policía había decidido cerrar el caso–, la destrucción masiva de nuestra antigua vivienda en Miami ocasionada por unos supuestos ladrones, los hombres de negro que alguna vez vigilaron fuera de la universidad por dos semanas enteras, las armas que mi padre guarda en su oficina con olor a tabaco y vodka –que cree que no he notado–, las identificaciones con escudos del país que encontré cuando tenía 12 años –y que papá creyó que con alguna mentira barata podría engañar a la pequeñita e inocente Sophie pre-adolescente–, y todas esas habitaciones prohibidas en nuestra propia casa, que la vida entera anhelé examinar tan minuciosamente que tal vez podría terminar con dolor de cabeza.
Entre otras cosas.
Ugh, todo es tan malditamente confuso que me dan aún más ganas de comer chocolate…
–Listo, aquí es –anunció la fastidiosa y chillona voz de Calum al conductor del taxi, en lo que era un basurero comunal… Wow. De todos los hermosos, bellos y turísticos lugares que hay en Londres, un basurero fue lo mejor que al inepto de Calum pudo habérsele ocurrido. En serio. Ugh. –Gracias –entregó la paga y miró por el retrovisor hacia el asiento de atrás, donde yo me encontraba, y levantó las cejas repetidas veces con un brillo de coqueteo en sus ojos–. Vamos, hermanita –Uhhh, hermanita. ¿Hermanita? ¡Ding, ding, ding! Otra maravillosa idea de parte de Calum Hood, damas y caballeros… Hermanos, pfff. ¡Si ni nos parecíamos en nada!
Ugh, estoy de malas. Mucho. ¿Ya les conté cómo una patosa rubia arruinó mi porcentaje de escapes perfectos ante la ley? Aham. Lo hizo. Acompañada de otras muchachas las cuales venían siendo perseguidas casualmente por otros chicos, los cuales trabajaron en conjunto y de alguna manera inexplicable lograron capturarnos. Bueno, viendo y examinando a la mayoría de féminas con las que compartí celda durante quién sabe cuánto tiempo, la mayoría parecía algo fácil de atrapar. Pero no las conocía lo suficiente aún, por lo que no les puedo juzgar.
Bah.
Calum ya se había bajado, sacado nuestras maletas del auto, estando impacientemente parado de pie y con la puerta de mi lado abierta. Sus pies golpeaban el suelo rítmicamente, indicándome con su seria mirada que era mejor que bajara en ese preciso instante si no quería consecuencias más al rato. Le miré de arriba abajo, bufé sarcástica y permanecí de brazos y piernas cruzadas, estando completamente cómoda ante el suave asiento del taxi. Él suspiró frustrado de mi –debo admitir– horrible comportamiento y dejó las cosas en el suelo.
–Vamos, preciosa, se nos va a hacer tarde y tú sabes que odio llegar tarde –el conductor también se estaba impacientando, pero eso no me importaba. –Prometo que si sales te devuelvo la billetera y te regalo dos paquetes de chocolate –alcé una ceja, interesada ante su propuesta, y lo miré.
–Que sean cuatro y doce paquetes de Pringles verdes –demandé.
–Tres de chocolate y seis de Pringles.
–Cinco de chocolate, quince de Pringles, un tarro de Nutella gigante y dos maxi cajas de Pop-Tarts. Última oferta –estaba siendo injusta con el chico, pero solo Dios sabía hasta cuándo podría tener la dulce gloria del azúcar y papitas saladas en mi poder.
En su mirada pude notar que no estaba dispuesto a ceder los caprichos provenientes de mi persona, pero algo le hizo sonreír y asentir.
–Hecho.
Asentí y a continuación salí del auto, poniéndome la capucha de mi sudadera sobre la cabeza y metiendo las manos en los bolsillos debido al frío clima tan característico de la ciudad. El taxi acelera rápidamente haciendo que las llantas rechinen contra el pavimento y bufo.
–Vaya prisas.
–Vamos, si nos apuramos tal vez lleguemos justo para almorzar algo –mi estómago gruñó justo al momento de escuchar la palabra “almorzar”. Calum rió–. Y por lo que veo tienes hambre, así que mejor darnos prisa.
–¿Y a dónde se supone que vamos, genio? –miré a mi alrededor– Esto es la entrada a un basurero, dudo mucho que vayamos a vivir aquí durante este tiempo. Es más, me niego a hacerlo.
–Descuide, su majestad –se mofó–, ninguna de sus delicadas uñas será dañada, ni mucho menos dejaré que alguien toque su precioso cabello. –rodé los ojos y volví a cruzarme de brazos.
–Si vas a tener esa actitud tan estereotipada conmigo, puedes irte yendo. No me interesa tener a un machista cómo guardaespaldas.
***
Y… ¿Qué les puedo decir? Sophie ha escapado de nuevo, ¡Sí, bebé! Mami se ha escapado de las garras de Hood una vez más.
Calum: 0 Sophie: 2
¿Saben? Creo que había sido una asombrosa idea haber chantajeado a Calum con comprarme dulces para salir de ese apestoso taxi. ¡Había sido la oportunidad perfecta! Él estaba pagando todos esos manjares azucarados cuándo íbamos camino a un supuesto edificio de residencia y habíamos detenido un segundo en un súper mercado. La chica rubia de la caja le coqueteaba, distrayéndolo con su escote y labios tan rojos cómo los del Guasón de Batman, mientras me daba la oportunidad de escurrirme sigilosamente por el pasillo de las frutas.
¡BUM, BABY! Ahora tenía de algún modo que conseguir el suficiente dinero cómo para comprar un pasaje de avión hacia América, volver a casa, encontrar a Mike, y escapar con él antes de que papá se diera cuenta de lo que fuese. Pero… diablos. No tengo tarjeta de crédito, y el máximo de efectivo en mi posesión son tan solo 500 dolares… agh, bien Sophie, todo bien. A nadie más se le ocurriría gastar tanto en comida más que a ti, ¿verdad? De haber guardado eso ahora podrías estar camino al aeropuerto, felíz de la vida, volando a asa cómo toda una boss. Pero, no.
Bah.
Después de unos quince minutos de estar buscando de forma desesperada una salida, apenas y había logrado llegar al pasillo de lácteos, cuándo en agudo y molesto grito tan típico de Calum alarma a algunos clientes del establecimiento.
–¡Sophia, vuelve aquí! –una señora pelinegra, de cabello extremadamente corto, con los años comenzando a pesarle, me mira con los ojos bien abiertos. Vale, digamos que la mayoría de las veces mi apariencia y ropa hacen creer a la gente que soy alguna criminal o algo así, por lo que supongo esta vez no es la excepción. Camisa negra y holgada de manga sisa con la leyenda “Avada Kedavra, bitch” junto con algunos diseños de Harry Potter, chaleco de mezclilla sobre ella, skinny jeans negros y rasgados, botines al estilo militar, diminuto tatuaje en el brazo izquierdo, y un mechón rosado en el cabello, daban bastante en que pensar a la sociedad de hoy en día; cómo que por ejemplo podía ser una criminal juvenil supremamente peligrosa o alguna otra cosa exagerada.
Bah, ¡las apariencias engañan, gente!
Empecé a correr como alma que lleva el diablo al mismo momento en que Calum, con las bolsas de compras en mano, comenzó a dirigirse hacia mí a gran velocidad. Diablos. Mierda. Rayos y centellas. Recórcholis. Dioses. Vírgen Santa, madre de Dios. Petunias amarillas. Pato-gallinas de Minecraft. No había maldición adecuada para esta situación. Si no era rápida Hood volvería a atraparme y mi historial de cero capturas volvería a mancharse y ahora no habría ninguna chica entrometida de por medio.
Llego al pasillo siguiente (compuesto por arroces y cereales) y el chico moreno de lindos cachetes está pisándome los talones. Tiro al suelo con demasiado agresividad una montaña de cajas que me encuentro en el camino, así a lo película americana de persecución, intentando que funcione para detener a Calum algunos segundos más, que me dén la más mínima ventaja.
–¡Deténganla! –las personas siguen mirando y como todo buen ciudadano “Me-Importa-Un-Bledo-Lo-Que-Ocurre-Procuraré-No-Darme-Cuenta-Y-Mirar” solo observan ¿divertidos? ¿preocupados? el por qué un par de adolescentes casi llegando a los veinte años se está persiguiendo a mitad de un supermercado.
Estoy a punto de girar a la izquierda al finalmente visualizar la salida, resguardada por un par de guardias en uniformes grises, cuando un fuerte, fuerte, torso se interpone en mi camino y mi cabeza golpea contra su barbilla. ¡Bravo, barbudo fortachón! ¡Bendito seas! Levanto la mirada y me encuentro con un maduro y atractivo rostro de un chico castaño. Ojos de perrito y labios carnosos, buen peinado y linda clavícula.
–¿A dónde crees que vas, Brown? –¿Ah? ¿Quién es este degenerado y cómo conoce mi apellido?... ¡¿Y si es un científico súper malvado enemigo de mi padre?! ¡¿De esos que salen en las pelis de agentes secretos de la CIA?!... Okay, okay. Sophie, necesitas dejar de ser tan fantasiosa, en serio.
–¿Brown? –tosí–. Perdona, puppy, pero mi nombre es June –hasta yo misma notaba la duda en mi voz. Vamos, aún no me había acostumbrado a mi nuevo nombre puesto por mi supuesta seguridad. –Ahora, si me disculpas, con permiso. Necesito pasar.
El fantoche parecía no tener la intención de moverse y juro que si es necesario darle un puñetazo en la mandíbula para que se corra, lo haré.
–Noup.
–Muevete.
–Nah, no quiero –se cruzó de brazos.
–A un lado, Gantu –le nombré como al gigantesco extraterrestre de Lilo & Stitch.
–¿Qué si no quiero, Jumba? –me siguió el juego.
–Tu intento de distracción para que el chico que me persigue, me atrape, es inútil, Pleakley.
–Se vale intentar, Lilo –este chico me estaba retando y eso a estas alturas de mi enojo no le convenía.
–¡QUE TE MUEVAS DE UNA PUTA VEZ, JODER! –golpeé su pecho con mi hombro tan fuerte como me fue posible e hizo una mueca de dolor, dio dos pasitos para atrás, pero a pesar de ello seguía sin darme el paso.
Escuché numerosas y rápidas pisadas atrás mío y supe que Calum se acercaba.
–Me vas a obligar a darte una buena bofetada digna de tu comportamiento, Hamsterviel.
Cómo el chico cara de cachorro no se movió, y sentí a Hood tomar mi brazo izquierdo con agresividad, solté un muy fuerte puñetazo contra la mejilla de Gantu. Vaya que el tomar clases de boxeo había servido de algo. Y, hoho, buena marca la que le quedaría en su bronceada mejilla.
Y pues… nada, me atraparon. ¡GENIAL! ¡Asombroso! ¡Maravilloso! ¡Espléndido! ¡Fabulosamente perfecto! Hood rodeó mi cuerpo completamente, intentando apresarme y evitar que me moviera, mientras que el chico-mirada-de-cachorro lloriqueaba por el fuerte golpe. Hah. ¡TE LO ADVERTI, ¿O NO?! Pfff, hombres. Eso les pasa por molestar a una chica enojada, despeinada, estresada, cansada y hambrienta.
***
Y cómo toda una reclusa, estaba siendo rodeada por dos hombres (completamente intimidantes para cualquiera, pero patéticos para mí), sin escape alguno esta vez, dentro de un modesto automóvil.
Resulta que el chico Gantu se llama Liam, es amigo cercano de Calum, y es un guardaespaldas más; desafortunada la chica que le hubiera tocado cómo cuidador. Enserio, hermosa, mi más humilde pésame.
También se suponía que él debía de comprar la cena para su chica a cuidar, y que por nuestra (o bueno, mi culpa) iba a llegar con un horrible retraso al edificio en el que todos viviríamos.
–Juro que si Zoe escapa por yo no estar allí con ella, cuidándola, te mataré, Sophia –me amenaza Liam.
–Intenta ponerme una mano encima y amanecerás muerto mañana, Payne.
–Cálmense los dos –nos ordena Calum.
–Cálmate tú –Hood rueda los ojos ante mi poco madura respuesta.
El auto se estaciona en la acera de la calle frente a un grande edificio, que no está a más de dos cuadras del basurero en el que nos había dejado el taxi, y Liam apaga el motor; ya que él era quien conducía. Abre y cierra su puerta, baja del auto con las compras, le avienta las llaves a Calum, y se adelanta a entrar.
–Uy, ¡que machote! –le hago burla.
–¿Te han dicho que eres supremamente irritante cuándo estás enojada?
–Sí, y me vale un bledo, por cierto.
–No te quiero ni imaginar en tus días.
–Oh, créeme querido, soy mucho peor.
Calum bufa y se baja del auto, claramente fastidiado. Vale, podemos decir que mi comportamiento de hoy no ha sido el más apropiado… Fui muy cortante en el transcurso del viaje (desde el avión hasta el taxi), me escapé dos veces en las mismas 48 horas y prácticamente destruimos una parte del supermercado por hacer que Hood me correteara, le di un muy buen golpe en la cara a uno de sus amigos guardaespaldas, fuí más grosera de lo normal y ser tan irritante que Calum dejara de lado su faceta coqueta fue demasiado. Si… no hago esto así que digan muy a menudo, pero supongamos que Hood se merece una disculpa.
Le persigo hasta la entrada del edificio, y cuándo estaba a punto de pedir perdón por mi mal comportamiento, puedo ver a Liam cargando a una chica como costal de papas, mientras que ella le grita al portero que a su novio le gusta que los demás sepan de su “amiguito”… Okay… ¿Liam tenía novia? ¿Ella no era la supuesta Zoe-Marylin que él debía cuidar? ¿Estaba enlíado con la hija de su jefe?... ¿Si ella enseñó su meñique al decir eso, hacía referencia a que él lo tenía pequeño? ¡Oh por Dios! Hahahaha ¡Liam la tiene pequeña! No superaré esto tan fácilmente. Uff, lo molestaría con eso la vida entera, pero no lo haré por que soy buena persona.
Pronto desaparecen por el elevador y el señor de recepción clava la vista en nosotros dos.
–Buenas jóvenes –saluda.
–Hola, ¿John, verdad? –el hombre asintió con una sonrisa y Calum se acercó a él. Le susurró unas cosas al oído, ambos me miraron cómplices y a continuación el viejito que ahora lo tomaba cono pervertido pedófilo le entregó un juego de llaves a Hood, las cuales tenían en llaverito de piel color rojo con el número “11” bordado en dorado.
El chico de tez morena avanza hacia el ascensor por dónde momentos antes se habían ido Liam y la chica, ignorando el hecho de que yo apenas ni entraba por completo al lugar y de que había dejado nuestras cosas tiradas en la recepción. Bah, tendré que cargarlas yo… al cabo que ni quería que él las llevara.
–¡Hey, espérame! –le grité y me apuré a tomar nuestras cosas y entrar al elevador antes de que él cerrara las puertas. Uff, ¡casi que las puertas se llevan mi mano!
Dejó el equipaje en el piso y amarro mi cabello en una coleta improvisada. Suspiro y observo a Calum; mirada fija en las puertas plateadas, brazos cruzados y labios fruncidos. Me quedo unos minutos mirando fijamente su rostro y me doy cuenta de que en realidad Hood es –en verdad– atractivo. Ahora sabrán porque muchas chicas de la universidad andan locas por él, hah. Pero, les seré sincera, mi mejor amigo Michael está mil veces mejor, o eso opino yo.
–Escucha… Calum… –le llamo, dispuesta a soltar esa bendita disculpa.
–¿Mhm? –su mirada sigue perdida en las puertas del ascensor y sé que no va a mirarme, pero eso no evita que vaya a pedir perdón. Porque conociéndome sé que luego me voy a arrepentir.
–Quería disculparme contigo por mi comportamiento de este par de días, yo… ugh, sé que eh estado muy grosera y sólo quería decirte que lo siento. –Listo, lo dije. No le digan a nadie nunca que me disculpé con alguien como Calum.
Vuelvo a mirarle y noto que ahora tiene una de sus cejas curvada y una pequeña burla escondida en su media sonrisa. ¿Qué?
–¿Sophia C. Brown, disculpándose? Esa estuvo buena –bufa y me siento completamente ofendida. Okay, está bien si no soy del tipo que se disculpa a menudo (o al menos ya no), pero si ocurre el milagro de que lo haga debes agradecerlo, no tomarlo como una broma.
–Estoy hablando en serio, Hood –mi semblante apenado pasó a ser serio de un instante a otro.
–Sí, claro. Y a mí me gustan los chicos –rueda los ojos aún sin molestarse en mirarme.
–No me interesa hacia qué lado de la balanza te inclinas, pero mis disculpas son sinceras, Calum –era raro decir su nombre en voz alta… normalmente solo le digo “Hood” y nada más.
–Repite eso –ordenó firme.
–¿No me importa a qué lado de la balanza te inclinas? –dije dudosa, alzando una ceja.
–Lo otro –note que su mandíbula se tensaba y la muy brillante luz del ascensor me dejó apreciar cómo me miraba por el rabillo del ojo.
–Mis disculpas son sinceras…
Y de pronto me encontré apresada contra la fría pared del elevador, sintiendo un musculoso cuerpo presionar contra el mío. Y ¡Bum! Los marrones ojos de Calum estaban tan cerca de los míos que juraría que nuestras pestañas podían rozarse. Sus brazos se encontraban a los costados de mi cabeza, y su mirada tenía cierta chispa de excitación. El color café de sus iris estaba más oscuro que de lo común y oh Dios que no. No inventes, Hood.
–Di mi nombre una vez más –dijo lentamente, creyendo que la sensualidad de su voz me pondría cómo colegiala enamorada y podríamos llegar a algo más.
–El papel de ninfómano mujeriego de película no te queda, querido –le reté–. Tu voz es demasiado aguda.
Y de la nada las luces del ascensor se apagaron, éste mismo se detuvo de forma agresiva dando una fuerte sacudida y una aguda alarma comenzó a sonar. Una lucecita roja parpadeante iluminó el poco espacio que había en el frío lugar y la típica cancioncita que suele sonar se detuvo. Oh mierda, no. No, no, no, no. Dios mío, por favor no. ¡¿Quién demonios detuvo el ascensor?! ¡Todo está muy oscuro! Oh rayos, ¡genial! ¡Lo que me faltaba! Quedarme atorada en un elevador sin luz, en compañía de Calum Hood, atrapada en una esquina por el mismo, teniéndole tremendo pavor a la oscuridad y los espacios cerrados.
Okay, admito que mentí cuando dije que desde los catorce años no le temo a nada, pero el omitir tenerle miedo a esas dos cosas puede resultar bueno a veces.
El aliento de Calum chocó contra mi rostro.
–Tú y yo, encerrados aquí por quién sabe cuánto tiempo, poca luz, acamaras apagadas, dulce chocolate en tú mochila; no sé, piénsalo –el muy bastardito sonrió de lado y lanzó una de sus miraditas.
Ugh, no.
El Calum coqueto del colegio ha vuelto.
+Sigue: Snow
- te regalo un paquete de chocolate si abres esto:
AAAAYYY AYYY AY AYYYY CANTAAA Y NO LLOREEEES PORQUE CANTANDO SE ALEGRA MIIII CIELITO LINDO LALALALALALAAAAA(?
*se aclara la garganta*
Hola, hermosas criaturas proveedoras de dióxido de carbono, cómo han estado? ah.
Yo muy bien, escribiendo este capítulo desde hace dos o tres días
¿que tal les pareció? ¿Demasiado corto, demasiado largo, duró lo suficiente? ;-;
kñsdjakl creo que me inspiré(? Y TENÍA OTRA IDEA PENSADA PARA AGREGAR pero si la escribía se volvería un completo testamento y creo que se aburrirían de leer so mejor dejar esto hasta aquí
-Escirbir a la Sophie de BAB (Butterflies And Bulets, ah) es de mis personajes favoritos que alguna vez he escrito. Hahaha idk porqué, pero se cree toda re malota y no deja de decir "Bah" a cada rato xD Además, ¡¿quién rayos se quejaría de quedar atascada en un elevador con Calum?! hahaha xd
-Calum quiere cuchiplanchón con la chica mala ¿Creen que logre llevársela a la cama?
hohohoh quién sabe
-perdonen si hay partes que no tienen sentido pero estoy muerta de sueño y quería publicar hoy mi cap :3
Un beso enorme a todas, ily <3
- Para REUS:
- Ay hermosa mé tu capitulo!!
La personalidad de Zoe me gusta mucho, es así tipo "no me importa quien eres, muevete bitch" O yo no sé, asi lo ví xD
Ay pero no :(
Me partió el corazón leer cuando se cortaba... maldita sea la impotencia fue mucha >:(
Bah, ¡eso pasa cuando tu guardaespaldas desaparece por largos periodos de tiempo! grrr...
Oh, hablando de guardaespaldas, cómo verás logré que se me ocurriera algo con que justificar el que Liam se tardara tanto en llegar con la comida... perdona xD
Me encantó la mini-pelea de Zoe con Hary hahaha algo me dice que no se llevaran del todo bien
Malik.
Re: Butterflies and Bullets.|Novela Colectiva
Jaajajajajajajajaja.... AMÉ EL CAPITULO!
Y, me alegra que te haya gustado el mío y me encantó aun más saber porque Liam llegó muuuuy retrasado con Zoe!! jajjaja me fascinó la idea.... y jajajaja no, te juro que mori me encanto desde el inicio al fin!
Me encanta la personalidad de Sophie!! así bien ruda!!!
Love it, love it, love it!
Definitivamente tendremos que escribir juntas en Broken Wings, de hecho pues te lo digo de una vez, estas dentro jaja, ya lo estabas desde que pusiste tu ficha xq me encanto! y me pelearon porque no le di a Zayn a una chava jaja, si te contara! sólo que aun no tengo chica para Liam :( pero creo que escribiré yo con él, porque ya no quiero esperar más!!
Bueno, me desvié muchisimo del tema!! típico en Lu! pero ya, de verdad que me reí muchisimo y.... si yo fuese Sophie, no solamente me comería el chocolate.... muajajaja!!!
Espero el próximo bebas!
Y, me alegra que te haya gustado el mío y me encantó aun más saber porque Liam llegó muuuuy retrasado con Zoe!! jajjaja me fascinó la idea.... y jajajaja no, te juro que mori me encanto desde el inicio al fin!
Me encanta la personalidad de Sophie!! así bien ruda!!!
Love it, love it, love it!
Definitivamente tendremos que escribir juntas en Broken Wings, de hecho pues te lo digo de una vez, estas dentro jaja, ya lo estabas desde que pusiste tu ficha xq me encanto! y me pelearon porque no le di a Zayn a una chava jaja, si te contara! sólo que aun no tengo chica para Liam :( pero creo que escribiré yo con él, porque ya no quiero esperar más!!
Bueno, me desvié muchisimo del tema!! típico en Lu! pero ya, de verdad que me reí muchisimo y.... si yo fuese Sophie, no solamente me comería el chocolate.... muajajaja!!!
Espero el próximo bebas!
Reus
Re: Butterflies and Bullets.|Novela Colectiva
Bien, debo muchos, pero muchos comentarios, ash estás vacaciones me han agarrado ocupada. Pero ya puede conectarme.
Anna, que perfeccción más perfecta, sin palabras, amo la manera en que escribes y narras, woa la idea de los nombres fue espéctacular, reí un buen rato con eso de Esnia xD. La personalidad de Alaska la amé totalmente como reaccionó, en definitivo amo tus personajes :gad, awww Zayn no puede olvidarla, es un tonto super sexy. Morí con eso de las pizzas, so amé todo el capítulo, escribes perfecto.
Mary, deos aun no supero eso "tiene brotes psicológicos" ese Harry es tan él , jajajaja terminará matando a la pobre Destiny, no puedo con ellos son demasiado fjghfghjgkjf, como si Harry fuera capaz de envenenarla (?) aww me dejaste con ganas de leer más de ellos lol, tu forma de escribir la amo
Lú, ese cap, fue...fue.. Estupendo, amo la actitud de Zoe,tan divertida y despreocupada, además con buen estilo musical lol, fue tan único hgdsjfhjf me fascinó hiciste que amara aún más a Liam, reí con cada parte que leía, me divertí mucho leyéndolo. Imaginé a Zoe bajándole los pantalones a Liam xD que épico. Sigo sin creer que Zo, se corte es muy :o. En fin amo inmensamente como escribes, declarada fan número 1.
Sophie, ¿demasiado largo? Fue perfecto, me he encariñado completamente con Brown es muy ella hffjhdjff amo que sea loca, chica mala y rebelde. Calum le saldrán canas verdes, pues Soph no se lo pondrá muy fácil. Ahora rememorando la parte final, no hay que pensarlo mucho un ascensor encerradas con Calum deos . Me gustó mucho leer con esa loca narración de Soph, me encanta todo a través de su punto de vista, ¡lilo y Stich! Awww a mí no me caía tan mal Gantu, sólo era víctima de las circunstancias xD. Puppy reí demasiado con eso sólo a Soph se le ocurren cosas así, en fin a detalle me gustó absolutamente todo, amo como escribes mujer.
Espero el cap de Mariwis (Snow)
Anna, que perfeccción más perfecta, sin palabras, amo la manera en que escribes y narras, woa la idea de los nombres fue espéctacular, reí un buen rato con eso de Esnia xD. La personalidad de Alaska la amé totalmente como reaccionó, en definitivo amo tus personajes :gad, awww Zayn no puede olvidarla, es un tonto super sexy. Morí con eso de las pizzas, so amé todo el capítulo, escribes perfecto.
Mary, deos aun no supero eso "tiene brotes psicológicos" ese Harry es tan él , jajajaja terminará matando a la pobre Destiny, no puedo con ellos son demasiado fjghfghjgkjf, como si Harry fuera capaz de envenenarla (?) aww me dejaste con ganas de leer más de ellos lol, tu forma de escribir la amo
Lú, ese cap, fue...fue.. Estupendo, amo la actitud de Zoe,tan divertida y despreocupada, además con buen estilo musical lol, fue tan único hgdsjfhjf me fascinó hiciste que amara aún más a Liam, reí con cada parte que leía, me divertí mucho leyéndolo. Imaginé a Zoe bajándole los pantalones a Liam xD que épico. Sigo sin creer que Zo, se corte es muy :o. En fin amo inmensamente como escribes, declarada fan número 1.
Sophie, ¿demasiado largo? Fue perfecto, me he encariñado completamente con Brown es muy ella hffjhdjff amo que sea loca, chica mala y rebelde. Calum le saldrán canas verdes, pues Soph no se lo pondrá muy fácil. Ahora rememorando la parte final, no hay que pensarlo mucho un ascensor encerradas con Calum deos . Me gustó mucho leer con esa loca narración de Soph, me encanta todo a través de su punto de vista, ¡lilo y Stich! Awww a mí no me caía tan mal Gantu, sólo era víctima de las circunstancias xD. Puppy reí demasiado con eso sólo a Soph se le ocurren cosas así, en fin a detalle me gustó absolutamente todo, amo como escribes mujer.
Espero el cap de Mariwis (Snow)
Invitado
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Re: Butterflies and Bullets.|Novela Colectiva
Amo como es Zoe, no paré de reírme con el capitulo pero me dio pena que se cortara :(. Adoro, amo, admiro (muchas a) como escribes. Deseo leer tu próximo cap.
Sophie, Oh dios mio, tu capitulo fue PER-FECT. Sophie es una chica dura, hará que a Calum le de un ataque a su corazón. OMG yo quiero leer lo que pasará en ese ascensor. ¡Lilo y Stich! Me encanta esa serie de dibujitos (lo cual a las personas normales le parece raro). Bueno en resumidas palabras, me enamoré de tu cap.
Sophie, Oh dios mio, tu capitulo fue PER-FECT. Sophie es una chica dura, hará que a Calum le de un ataque a su corazón. OMG yo quiero leer lo que pasará en ese ascensor. ¡Lilo y Stich! Me encanta esa serie de dibujitos (lo cual a las personas normales le parece raro). Bueno en resumidas palabras, me enamoré de tu cap.
Última edición por MariaStylesHoran el Lun 01 Sep 2014, 7:01 am, editado 1 vez
MariaStylesHoran
Re: Butterflies and Bullets.|Novela Colectiva
Mari(Snow) anda desaparecida de nuevo, o por lo menos no se ha conectado. El turno pasa a Nadia (mermalade)
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Re: Butterflies and Bullets.|Novela Colectiva
. Si el miércoles Nadia no se reporta, subo capítulo yo, y empezamos otra ronda
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