Butterflies and Bullets.|Novela Colectiva

Capitulo 009. +

Todo esto ya me estaba hartando. ¿Crees que hay cosas difíciles en tú vida?, pues que tu padre sea un agente internacional de la CIA, te tengas que largar de la ciudad, tu ciudad, porque unos locos psicóticos no tienen nada que hacer, eso, sí es difícil. Aunque creo que olvido la peor parte, mi guardaespaldas .Sí. Guardaespaldas, es el ex -novio patán de una de mis mejores amigas.

El frío del Aeropuerto, no ayudaba mucho, haber viajado en auto desde un condado muy, pero muy remoto  de los Ángeles, hasta el aclamado Aeropuerto internacional, conocido como LAX, no era cosa fácil, y más si en el camino podría decirse que trate de escaparme, unas quince  veces.

— ¡Maldición!— volvía a quejarse el chico castaño junto a mí. Rodé los ojos.
—Tienes que esperar a que clasifiquen las maletas, por favor, no eres un niño—objeté molesta. Mientras acomodaba mi cabello. Y él maduramente me sacaba la lengua.

La larga fila de personas esperando por la verificación de sus maletas, hacía parecer todo aquello eterno. Sin contar los quejidos de Louis.

— ¿Sabes qué?, iré al baño, tú, espera— sonreí maliciosamente— ¡Y cuidado se pierde algunas de mis maletas!

Frunció el ceño, pero me importó muy poco, me giré sobre mis talones, para ir al baño, o en pocas palabras: ¡mi libertad!
Paré en seco, cuando sentí un jalón. Volteé mi cabeza, para encontrarme con su zancarrona sonrisa.

—Suelta mi brazo—ordené, pues me había agarrado del brazo derecho para frenar mi paso.
— ¿Te crees muy inteligente?, pero no vas a escaparte de nuevo—aseveró viéndome fijamente.
—Esta vez no me escaparé, ¿crees que dejaría mis botas Chanel?— señalé la maleta junto a nosotros.

Pareció relajar su expresión, por lo cual soltó mi brazo.
—Cinco minutos. Ni más, ni menos—concluyó acomodándose nuevamente en la fila.

Asentí disgustada, eso era lo que faltaba, que él que era el guardaespaldas, ósea un empleado me diera órdenes. Pero dentro de poco eso ya no importaría. Mis pasos se apresuraban más, creo que con tanta conmoción había olvidado la ubicación de los baños.

—Lo siento tanto, mis preciadas botas chanel—susurré, para luego no apresurar mi paso, diría correr.

A estas alturas ya no me importaba que la gente me viera como maniaca, chocaba, tropezaba con personas. Pero nada que encontraba una salda. Lo malo de un aeropuerto con siete terminales.

Miraba a todas partes, tenía que darme prisa, ya habían pasado los cinco minutos. No, no podía parar,  las personas llovían literalmente. Hoy era el día que habían escogido para viajar. Genial.

Todo iba aparentemente bien hasta que choqué, creo que con una chica, no lo sé, mis sentidos estaban desubicados. Cuando logré aclarar mi vista, divisé a una muchacha no muy alta, cabellos rojizos,  y tengo que admitirlo vestía muy bien.

— ¡Fíjate por donde vas!—gruñó. Pero en ese momento me percaté de algo, era una de las chicas de las fotografías que vi encima del escritorio de mi padre.

—Aguarda—pronuncié—Tú…Tú también estas huyendo.
La chica abrió sus grandes ojos avellanas. Y me miró sorprendida y confusa.
—No sé de qué me estás hablando—se apresuró a contestarme.
—Ya entiendo, papá que trabaja en la CIA—murmuré lo suficientemente alto para que escuchara.
— ¡Espera!—alzó su voz. Yo sonreí triunfante— ¿Cómo...cómo sabes eso?—inquirió.
—No eres la única—fue mi respuesta
—Ya lo sé, estoy buscando a Sophia—dijo ya calmada. Fruncí el ceño
— ¿Sophia?
—Me la encontré  cerca de las letras gigantes de LAX—respondió—Bueno parece que somos tres chicas tratando de huir de su destino.
—Nueve, somos nueve—dije, pero antes de que pudiera preguntarme algo más continué—Antes de venir aquí hurgué en la oficina de mí padre, observé varias fotografías, de nueve chicas incluyéndome, y claro una de ellas eras tú.

—Oh…bueno, linda conversación pero mi guardaespaldas me anda buscando—cuando dijo aquello, guardaespaldas, con aquella incomodidad y molestia,  me identifique conocía el sentimiento.

Tenía razón,  el loco de Louis estaría haciendo lo mismo. Antes de poder hacer alguna otra cosa. Unos gritos nos sobresaltaron y agitaron un poco más el mar de personas.

— ¡Isla!

— ¡Isla!

El muchacho que gritaba desesperado, causando las miradas extrañadas en los rostros de todos, era alto, muy alto a mi parecer, con el cabello rubio arena. ¿Pero, que buscaba exactamente?

Capitulo 010. +

Estábamos a punto de que nuestro vuelo finalmente empiece. Pero aún seguía pensando lo estúpida que fui al conocerlo. Su maldito egoísmo me hace querer vomitar. Y, ya que lo recuerdo, desde qué estábamos en el coche, no he hablado con él.
Y posiblemente nunca lo haga. Él me miraba, como tratando de decirme algo, pero se detenía y volvía a su maldito celular. Como detesto estar aquí ahora mismo.

—Les pedimos que apaguen sus celulares ahora mismo. Gracias.–la azafata sonrió y se devolvió hacia el otro lado de las cortinas azules.
—Me estaba sonriendo.

Lo miro sorprendida. ¿Es enserio? ¿Con esto tengo que lidiar todo el tiempo en el que este allá? Él sólo sonríe satisfecho. ¿Cómo es posible que haya tanto egocentrismo en sólo una persona? Debería darle una bofetada para que regrese a la realidad. Sí, debería.

—Estas muy equivocado–hago énfasis en 'muy', suelto una risa socarrona y luego cruzo mis brazos–.
—Alguien esta celosa–sonríe burlón–.

Suelto una risa, esta vez una exagerada. Si cree estar demasiado sexy, bueno, que siga soñando. Yo ya pase esa etapa, y no pienso siquiera verlo como un amigo, jamás.

—La última vez que estuve celosa por alguien, fue cuando Tresha te golpeó en las bolas por haberla lastimado–sonreí satisfecha–, enserio había deseado haber sido yo quien te golpeaba.

Frunce sus labios y se acomoda en su asiento. Le afecto. Claro que le afectó. Tresha lo humilló públicamente, se lo merecía. Pero a pesar de la humillación, sigue siendo el mismo patán de siempre.
El avión empieza a moverse y miro en la ventana como nos vamos elevando en el cielo. Espesas áreas llenas de verde bosque. Se alejan. Todo lo que ame, se está alejando. Michigan, mi estado natal. Hermoso estado para la cual vivir. Siempre lo ame por sus extensas áreas boscosas. Lugares geniales para perderse y pensar con tranquilidad.
La casa en la cual solía vivir en la infancia tenía un extenso bosque como patio. Cuando peleaba con mi padre, corría a través del lugar y pasaba horas escondida. Cuando finalmente veía que se acercaba el atardecer, regresaba a casa.
Un día me había perdido en esta y no había regresado hasta las cuatro de la mañana. Lo impresionante es que no estaba asustada. Mis padres no regresaron hasta la mañana, como las siete de la mañana, tratando de encontrarme y cuando regresaron, yo ya estaba en cama, durmiendo placenteramente.
Estos lugares me llenaban. Me hacían sentir feliz, a pesar de la gran tragedia que nos sucumbía en casa.

—10 dólares por tus pensamientos.
—Planeo cómo matarte–le sonrío sarcástica–. Dame mis 10 dólares.


Llevamos más de dos horas en el avión. Es más aburrido de lo que pensaba.
Zayn esta durmiendo y parece que no va a despertar sino hasta el aterrizaje. Bien, así no tendré que soportarlo por las cinco horas siguientes.
A decir verdad yo también tengo algo de sueño, pero siempre se espanta cuando vuelvo a pensar en que me estoy alejando más y más de mi país natal.
Maldición, esto es una pesadilla. ¿A dónde iremos después de aterrizar? Espero y mi padre me haya rentado un buen departamento. Es lo menos que puede hacer por mí.
Papá. Pensándolo bien, creo que ha litigado demasiado cuando murió mamá. Fue un muy duro momento para los dos. Y desde entonces mi padre ha luchado para llevar a nuestra familia –lo que queda de ella– a un buen camino.
Pero en vez de estar conmigo todo el tiempo para sobrellevar el dolor, desaparecía. Tuve que enfrentar todo por mi misma. El dolor de la pérdida de una madre. El bullicio de una escuela entera. Nadie me dio "la plática", tuve que aprender de ella por mi misma. Mi primer periodo, me asuste mucho cuando apareció. Mi padre no pudo ayudarme con nada. Es como haber perdido a dos padres en vez de uno sólo.
Y ahora me dice que está preocupado por mi. Que ironía.
Zayn empieza a moverse en su asiento y después despierta. Bueno, creo que estaba equivocada al principio.

—¿Cuánto falta?–restriega sus ojos–.
—Como cinco horas–lo miro y me quedo quieta con la mirada fija en él. Su cabello negro esta revoltosa, sus ojos están posados en mí, sus labios están algo hinchados y sus mejillas están un poco sonrojadas. Maldición. Se ve malditamente sexy así–.
—¿Qué tanto me vez?–dice con un aire burlón–

Parpadeó varias veces, sorprendida por mi misma. Muevo la mirada hacia otro lado. Escucho una pequeña risa de victoria del pelinegro a mis espaldas.
¿Qué mierda me paso? ¿Por qué mierda pensé de esa manera hacia él? Mierda, mierda, mierda. Sólo recuerda lo que te hizo el estúpido y volverás a la normalidad, susurra mi subconciente. Tiene razón. Con tan sólo pensar en ello me vuelve a hervir las venas. Bien, eso está bien. Ahora sólo dile algo malo para que despiste.

—Sólo miraba la mierda que te cargas.

Levanta una ceja y ríe. Le sonrío sarcástica y me doy la espalda para acomodarme a dormir. Aún falta mucho para aterrizar.

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Capitulo 011. +

Necesito urgentemente salir de aquí.

Pero es imposible, al menos que encuentre un paracaídas y me aviente desde miles de millones de kilómetros hasta la tierra. ¿Qué pasa si caigo en el mar y me traga un tiburón?

Sí, eso pensé yo.

--Deberías de dejar tú mal humor Zoe—no desvío mi mirada de mi libro. Liam no importa—Sé que probablemente el libro sea mucho más interesante que yo pero me gustaría hablar contigo

¿Hablar conmigo? Doy la vuelta a la página y me concentro en las palabras de mi adorado libro.

--Sabes, tu papá dijo que sería difícil tratar contigo. Me dijo que eres una mujercita con un carácter terrible

--¿Carácter terrible?—rió entre dientes y continúo con mi lectura. Este imbécil no me desconcentrara de lo que verdaderamente importa. Tengo que ver como Erick se enoja con la perspicaz Judith.

--Eso fue lo que dijo, entonces Zoe, ¿Qué fue lo que pasó?

--No pasó nada—ese padre mío tan hablador, pero me va a escuchar. No voy a contarle a Liam mis cosas por el simple hecho de que es mi “guardaespaldas”, el cual no necesito gracias.

--¿Cómo ha sido tu vida desde el día en que me dejaste de hablar?

--Buena—contesto de mala gana

--¿Quieres saber cómo ha sido la mía?—volteo a verlo y enarco una ceja—Bien, probablemente no, pero te lo diré de todos modos—se gira hacia mí. No aparto la vista de mi libro aunque en realidad no puedo leer nada cuando él está hablando –La verdad es que ha sido un poco aburrida

Giro bruscamente hacia él. ¿Por qué me toma? ¿Por un maldito payaso?

--Es bueno saber que yo era un maldito chiste para ti y para tus amiguitos—vuelvo a mi libro, pero unos manos lo cierra--¡Imbécil! ¿Por qué haces eso?—los pasajeros que van delante de nosotros me miran molestos

--No fue lo que quise decir Zoe y lo sabes—cruzo mis brazos y me concentro en la hermosa vista del océano. 

De verdad espero que el avión no se caiga, moriríamos todos tragados por tiburones hambrientos y con dientes 
filosos y enormes.

--Mira Liam, de verdad no quiero hablar contigo, creo que el día que dejamos de hablar fui muy clara contigo, yo no necesito a gente falsa en mi vida, con mis padres tengo y me basta—

--Yo no soy falso—chilló indignado—Perdón porque por primera vez en toda nuestra  amistad tuve el valor de hacer algo que yo quería y no algo que tu querías.

Si es su manera de querer hacerme sentir culpable. No lo está logrando. Yo nunca, nunca lo obligue a hacer algo que él no quería, siempre hablábamos y tomábamos las decisiones ambos. Y ahora resulta que todo era porque yo así lo quería.

--Simplemente déjalo Liam—cansada de la conversación cierro mis ojos tratando de dormir y no tener que hablar con Liam.

--Ves, siempre se tienen que hacer las cosas como tú quieres, yo no quiero dejar de hablar. Quiero saber cómo has estado Zoe, por más que nos distanciamos nunca, nunca dejaste de preocuparme, sé que tienes problemas y yo quiero ayudarte

--Ese es el problema Liam. Yo no necesito ayuda.




¡Benditos todos los santos!

Cuando por fin aterrizamos en Londres fue un poco contradictorio ya que tuve sentimientos felices y otros molestos.

Felices porque por fin me desharía del maldito brazo de Liam pegado al mío, de su perfume que me provoco 
náuseas y de sus ronquidos como si sufriera problemas de respiración.

Y molestos porque estaba lejos de mis amigos y no tenía ni idea de cuando los volvería a ver. ¡Gracias papi!

--Pronto llegaran los demás—Liam llega hacia mi lado con sus maletas

--¿Demás?—pregunto desconcertada

--Así es Zoe, no eres la única persona en el mundo que tiene problemas—me da un pequeño golpecito en la nariz y lo fulmino con la mirada

--Querrás decir, no eres la única que tiene un padre estúpido—rueda los ojos y toma sus maletas

--¿No llevaras las mías?—pongo las manos en mi cadera.

Liam voltea a verme. Mira su equipaje que es relativamente poco si lo comparamos con el mío. Su  vista va de su equipaje al mío. Levanta la mirada y me sonríe.

--Soy tu guardaespaldas, no tu botón—se da la media vuelta y comienza a caminar hacia la salida.

¡Maldito hijo de su…!

Tomo mis maletas y comienzo a seguirlo

--Espera imbécil—escucho su risa y hago mi mejor esfuerzo por no arrancarle las bolas--¡Liam espera maldita sea!

Para en seco provocando que choque contra su ancha espalda y todo mi equipaje caiga al suelo. Su risa es tan fuerte que estoy segura que el avión que acaba de despegar hacia Tokio ha escuchado.

--Eres un tonto—sonrío y comienzo a recoger mis maletas

--Anda deja yo puedo con ellas—no pongo resistencia y dejo que se haga responsable de mi equipaje.

--¿Vivirán con nosotros?—pregunto mientras tomo mi bolso de mano. Yo puedo con ello

--¿Quiénes?—hace una seña para que comencemos a caminar

--Las demás chicas—llegamos a la salida y Liam le entrega el equipaje a un hombre vestido completamente de negro. Gafas negras y un auricular en el oído.

--Puede ser, todavía no nos han informado bien—abre la puerta y espera a que suba.

--Honestamente—me acerco a él—No me gustaría tenerlas a mi alrededor—hago un gesto de disgusto

--Piénsalo de esta manera Zoe. Vivirás con chicas que entienden y están enojadas por la misma situación que tú. Irán de compras a gastar todo el dinero que sus “papis” hecho y vivirán felices para siempre.

--Liam, Liam, Liam—canturreo—Si algo he aprendido, es que eso de “para siempre” es pura mierda.