Las doce rosas rojas | novela colectiva.

Capítulo 18

Siento sus dulces labios en los míos, mi estomago estalla. Siento miles de dinosaurios en mi estomago, alto no debe ser mariposas. A la puta mierda se siente como si un tiranosaurio rex me estuviera arañando la cara. Alto, ¿Por qué me estaría rasguñando?
—Aly, despierta—Tenía razón, era simplemente mi hermano menor.
—Diez minutos más, Alan.
—Son las ocho de la mañana—Me destapo la cara y lo observo petrificada. —Por cierto tus novios llamaron hace cinco minutos y dijeron que debes estar lista.
Mierda, voy a llegar atrasada al colegio. Odio estar en un lugar impuntual, odio profundamente eso.
—Sal de aquí renacuajo—Digo, mientras entro al baño.
La lluvia artificial envuelve mi cuerpo, recuerdo mi sueño, pero claramente era imposible que haya besado a Zayn. Hago mi rutina diaria de aseo personal, ya saben. Cepillo mi cabello mientras canto Hotel California. En los audífonos a prueba de agua se escucha la famosa canción de Eagles.



Canto, hasta que tropiezo con una tela roja, que aparentemente es un vestido. Alto, es ese vestido, el que use ayer en el baile. Entonces… Si bese a Zayn.
—Mierda…Lo hice, realmente bese a… el—Digo agarrando la camisa de Louis fuertemente. Louis, ¿Qué hace Lou aquí? Joder, me vinieron a buscar y todavía no estoy lista—Me arreglo en diez segundos.
—Lo creo imposible Aly—Doy vuelta mi rostro para mirarlo inquisidoramente—Sabes…SON LA SIENTE Y MEDIA DE LA MAÑANA.
— ¡ALAN VEN AQUÍ EN ESTE PUTO INSTANTE! —Lo odio—Mamá, Papá.
Corro por el pasillo, hacia la habitación de mi hermano, abro la puerta apresuradamente. No está la maldita bestia. Bajo las escaleras rápidamente, de dos en dos. Choco con un cuerpo grande y macizo, lesa persona toma mi barbilla y la sube, toca mi mejilla con sus dulces labios. Siento como el volumen de la música ha bajado. Rulos se ha puesto mis audífonos. Me acerco a la radio de living y apretó play, la canción se escucha en todo mi hogar. Empieza el solo, Harry toca su guitarra de aire junto conmigo.
—No te moleste en llamarlos, fueron a dejar a tu tía Odette—Dice Louis al frente de nosotros.
 —Ajam…Bueno sírvanse lo que quieran.
—Menos mal, no he tomado desayuno.
—Así que ustedes tres fueron chicos que recibieron rosas—Asistieron los tres—Logan concéntrate en el volante, bueno ustedes quiere que averigüe quien eran las chicas.
—Sip.
—Concentrado, Lerman.
—No lo voy hacer.
—Gracias por aceptar Sony... ¿Escuche mal? Tu dijiste que no a nosotros—Asisto— ¿Por qué no?
—Pónganse en el lugar de esas chicas, por algo no revelaron su identidad, tal vez son muy tímidas o tienen un razón mayor para no haberla rebelado—Como yo, es mi amor o mi reputación.
—No te preocupes, conseguiremos saber la identidad de las chicas, cueste, lo que cueste—Dijo Harry con una voz ronca.
Tocan la campana, cada uno se dirige hacia su camino, se que los chicos se enojaron conmigo, simplemente instinto femenino.
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Los chicos están sentados en nuestra mesa hablando con Andrew, ahora que lo pienso que tal si Zayn piensa los mismo que los chicos de querer encontrar a su rosa roja. Mierda, jodí. A la puta mierda mi reputación. Los chicos se dan cuenta de mi presencia cerca de ellos, Andrew se fija en el aire tensión.
—Necito hablar con ustedes.
—Saben mejor me voy, según Lucy…—Lo miro, y prosigue—Eres peor que el profesor de cívica cuando estas enojada.
El se ríe, yo levanto el dedo del medio. Sé  que ellos están tratando de reprimir una sonrisa, escucho una tonada proveniente de mi teléfono. Louis se ríe de la canción estúpida.
—Hola, Morgan…Aja, si no te preocupes…si se debo estar a las cinco en punto, Adiós—Los chicos me miran con cara de ¿Qué carajo?
—Se han fijado que esta canción…—Digo poniendo Rhythm Of The Night—Parece que digiera “¿Esas son Rebook o son Nike? O son Nike”.
Los cuatro largamos una sonora carcajada, de pronto estamos todos hablando de cosas triviales. Elena y Lucy se nos unen. 
Ahora estoy en cívica sentada con Elena, me mira, creo que intenta decirme algo, levanto la mano y le digo al profeso si el trabajo puede ser en parejas, el acepta. Elena y yo nos concentramos en la tarea.
—La termine—Lena me mira—Corrección, la terminamos—Se escucha la sonora carcajada de Lou y en unos segundos toda la clase se está riendo.
El profesor se acerca a nosotras y nos quita nuestro hermoso trabajo, en unos momentos no señala la puerta. Elena y yo chocamos los puños. Ella se dirige a una máquina expendedora de bebidas.
— ¿Qué quieres Aly?
—No, gracias.
—Le gustan un café mocca blanco con tres de azúcar o un té helado de limón—Dice Logan acercándose a mí, siento sus labio es mi sien y le dedico una sonrisa amistosa, escucho un gruñido agudo proveniente de mi pelirroja amiga. Ella le pide un coca cola light a Elena.
Estamos las tres viendo a los chicos jugar fútbol, Luce esta extraña y Elena quiere decir algo.
—Chicas, ¿qué tal si hoy vamos a tomar helado?—Digo sonriendo.
—Claro, me encantaría ir
—Excelente, Ellie.
— ¿Te gusta Logan?—Dice Lucy exasperada e intranquila
—No me gusta, Lulú—Suspira— ¿Quieres venir?
Por primera vez, siento que realmente estoy estableciendo una conexión con ellas, sinceramente se siente genial tener amigas del mismo sexo.
Mierda, me he pasado mucho tiempo con las chicas, necesito comprar el puto regalo de Alan. A ver ¿Qué le gusta a mi estúpido hermano?, el otro día estaba molestando a papa con un skate, perfecto. Busco con la mirada la tienda Red&Blue, me rió del nombre. La estantería llena de tablas con lijas llama mi atención, pero hay algo que la obtiene mucho mas, una cabellera azabache. Es Zayn. Busco un skate decente para el renacuajo, elijo una verde.
—Disculpa, ¿Necesitas ayuda? —Su voz aterciopelada me cautiva y me sonrojo.
—Claro, ¿Cuándo cuesta? — Me mira extrañado. 
—Cincuenta euros y además si agregas diez te pitamos un grafitti personalizado en la tabla—Dice automáticamente y asisto, me señala la caja donde hay una tipa con muchos piercing y tatuajes.
La chica me pide el skate, le entrego los sesenta euros, me observa con sus ojos grises casi negros. 
—Aquí esta su vuelto—Lo acepto y me señala una puerta que dice “Grafitti profesional”, estoy apunto de tocar, pero unas voces me lo impiden.
—Así que te gusto la chica de la rosa.
—No—Sabia que no sentía nada por mi—No me gusto, me encanto.
Estoy petrificada, no sé cuantos minuto pasaron, hasta que siento un golpe en el estomago. Un chico dice lo siento y llama un tal Zayn. Mierda dijo Zayn.
—¿Qué quieres que haga?—Reacciono por fin.
—Escribe Alan con rojo y dibuja un tigre de bengala—El asiste.
Me quedo observando cómo trabaja se ve tan perfecto, no se cuanto tiempo pasa, pero sigo viendo sus rostro. El me entrega el skate.
—Gracias, te ah que dado genial—Los dos salimos de la tienda y veo coma un chico cierra. Miro la hora siente y media. Joder me van a matar, estoy muerta.
— ¿Por qué tienes esa cara de a ver visto un fantasma?
—Lo que pasa es que mi hermano esta de cumpleaños y su fiesta era a las cinco, se me paso el tiempo esperando el skate—Mentira, el tiempo se fue observándolo.
—Te llevo—El camina rápidamente, lo sigo, ahora estamos en el estacionamiento del centro comercial. Me señala un Mercedes Benz
—Lo elegi por que es nombrado en mi canción favorita.
—Hotel California—El me mira.
— ¿Dónde vives? —Le indico mi dirección.
Nos bajamos al frente de mi casa, chocamos tratando de saca el skate, nuestros labios esta a centímetros de tocarse, pero una voz chillona, nos llama la atención.
— ¡Prometiste llegar a la hora Alison! —Antes de que hable, Zayn lo hace.
—Campeón, lo siento, tu hermana—Me señala—Estuvo esperando que terminara. —El no entiende, me acerco hacia él con el skate personalizado.
—Feliz cumpleaños, Alan, te amo—Le entrego su regalo.
Su cara seguramente es una de las mejores cosas que he visto, supera hasta la sonrisa de Zayn viendo a Alan con el regalo en las manos. Este realmente a sido el mejor día de mi vida, especialmente por dos cosas Zayn y la sonrisa de mi hermano pequeño.

hotel california :