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CreepyPastas {Terminados}
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: CreepyPastas {Terminados}
no enrialidad me encanta este tipo de cosas me encantan y pues... es genialRebeccaTomnlinson escribió:Jajajaja sos una malvada ahque! xDLarryShipperForever❤❣♫♪ escribió:Estos fueron todos los creepys por hoy, espero que les gustaran Adios y que sueñen con los demoniacos creepys
Pues lo mismo te digo.
Por cierto, no te da cosa estar poniendo estas cosas?
Paz :)
Midnight.
Re: CreepyPastas {Terminados}
24 creepypasta
Bajo la escalera de piedra
Bajo la escalera de piedra
La facultad está compuesta por una serie de naves industriales, seis en total, unidas en la planta baja por un largo pasillo que surca los patios interiores y los atraviesa en línea recta, estableciendo un corte ininterrumpido y perfecto en medio de su arquitectura. De éste, a su vez, se desprende una red de intrincados corredores y salas interconectadas. Como toda construcción antigua y de peso histórico (sumándole el ser ocupada a diario por jóvenes influenciados por películas, alcohol y drogas), alberga un sin fin de mitos, historias y rumores.
Esa noche nos quedamos estudiando hasta tarde en el vestíbulo junto a la biblioteca, varios ya se habían ido y sólo quedábamos Daniel, Martín y yo. Una de las últimas historias que le habíamos escuchado a Aidan (un irlandés de último año de carrera, medio loco por el consumo indiscriminado de LSD, ávido contador de historias curiosas) era que durante la noche se oían ruidos extraños provenientes del subterráneo, como si algún animal correteara bajo las coladeras de los patios, e incluso a veces golpeteara la pequeña y maciza puerta ubicada bajo la escalera de piedra que conectaba la segunda edificación con la tercera. Se me ocurrió mencionarla como por casualidad, esperando que eso rompiera un poco con mi aburrimiento y el ambiente de tedio general.
—¿Eso no solía ser el antiguo laboratorio? Hasta yo sé que lo cerraron porque el bioterio se les salió de control y alguien acusó a los profesores de estar haciendo investigaciones cada vez más inusuales. Las ratas deben estar colándose para hacer sus nidos allí ahora —intervino Martín, sin siquiera despegar la vista de las fotocopias sobre la mesa.
—¡Verdad que estaba el bioterio! Si apenas hace un par de años antes de entrar aquí habilitaron un laboratorio nuevo, debe haber sido tétrico el estar bajo tierra con todo eso —se unió Daniel, bastante más interesado.
El diálogo siguió así un buen rato, intenté hacer lo mejor posible para que no se disolviera y poder convencerlos de investigar un poco más. Martín sugirió darnos un descanso para ir al baño y comprar unos cafés. No podía perderme tamaña oportunidad.
Al salir del vestíbulo, agarré a Daniel del brazo y lo arrastré hacia un costado de la puerta. Sabiendo que es bastante influenciable, puse mi mejor sonrisa, y le dije, «Tú me vas a ayudar». No es difícil darse cuenta de que se inquietó de inmediato, a medida que lo llevaba a la fuerza a las escaleras de piedra intentaba decirme que estaba loca, que fuéramos otro día, con Aidan por último, que conocía mejor los recovecos de toda la facultad y sabría mejor qué hacer. Finalmente se quedó en silencio detrás de mí mientras yo examinaba la cerradura de la puerta que conducía al subterráneo. Parecía algo oxidada y deteriorada por el tiempo y el uso, y la madera circundante estaba astillada, como si alguien hubiese intentado someterla.
Me saqué una horquilla del pelo y la introduje, moviéndola ligeramente. Obviamente no podía ser tan fácil y se atascó, tuve que sacarla a tirones, pero probé nuevamente hasta hartarme. Después metí una tarjeta como hacen en las películas entre la puerta y el marco, hasta que sentí un ligero roce con el cerrojo y decidí forzarlo un poco más. Daniel miraba.
—¿Y no piensas ayudarme? ¡Ven y abramos la puerta! —le grité. Empujamos un poco y pareció ceder sorprendentemente, un poco más de fuerza y de un golpazo logramos abrirla del todo. Se deslizó chirriante, dejando salir una vaharada de aire pesado y algo maloliente, y a esas horas no era posible saber si en algún momento la luz se colaba por las rendijas. Casi por instinto, busqué un interruptor a los lados, y al accionarlo se encendió un pequeño bombillo suspendido en una esquina apenas por un par de alambres. Frente a nosotros, una escalera de fierro de peldaños individuales y una única baranda con la pintura desgastada. La estancia era un rectángulo de paredes desconchadas, que terminaba al lado derecho de las escaleras con algunos casilleros. La explicación de por qué nos costó tan poco abrir la puerta yacía justo en ese rincón, donde el polvo parecía haber sido removido a diferencia del resto del lugar, y habían algunas latas de cerveza aplastadas, colillas de cigarrillos y lo que quedaba de unos pitillos de marihuana. Claro, cómo iba a ser de otra manera.
Bajamos. En el otro extremo del espacio, a la izquierda del final de la escalera, se encontraba una puerta semicerrada con una placa que rezaba «Laboratorios. Precaución: Materiales reactivos. Asegúrese de tener la protección adecuada y el manejo de instrumental necesario».
—¿En serio están haciendo esto? Ali, tenemos que estudiar —resonó la voz de Martín en el pequeño espacio, desde lo alto de la escalera. Dejé escapar una exclamación de sorpresa mientras Daniel daba un saltito hacia atrás. Algo pareció sonar desde el otro lado de la puerta, probablemente una rata escabulléndose por algún estante olvidado.
—¡Es ahora o nunca, Martín! —exclamé casi en un susurro.
Cargué mi peso contra la puerta bruscamente una, dos y tres veces, hasta que noté que algo la trancaba en su posición. Forcejeé hasta que de un empujón Daniel la abrió. Del otro lado casi no se podía ver nada, y el olor era terrible, una mezcla entre húmedo, encerrado y quizás lo que quedó impregnado de la existencia de animales; pero a pesar de eso encendí el flash del teléfono móvil y entré, confiando en que Martín y Daniel me seguirían de cerca.
El corredor continuaba hacia la derecha, dando un rodeo en forma de L, y de la parte alta de la pared sobresalían unas placas de metal pintado junto a la puerta indicando los laboratorios. «Lab3» estaba entreabierta, con el cerrojo notablemente vencido. Entré, algunos taburetes habían sido volcados y había instrumental desparramado por todas partes, los restos de vidrios crujían bajo mis pasos. Aparte del desorden y algunos papeles viejos con apuntes, no encontré nada más.
Creí escuchar algo al final del pasillo, así que fui directo hacia allá. En la placa, esta vez se leía «Biot2». Giré el pomo polvoriento y la puerta se abrió casi sin tener que moverla; en el interior el mismo desorden, pero un olor pútrido como a desechos orgánicos parecía haberse impregnado en las paredes, y la rejilla que daba al exterior apenas hubiera podido ayudar en su momento. Contra la pared, baterías de jaulas y algunas más pequeñas en unos estantes, algunas gradillas todavía mantenían sustancias en su interior sobre una de las mesas. Algo parecía haber desordenado todo recientemente.
Avancé hacia el otro extremo del salón, pateando sin querer un tubo de ensayo que rodó ruidosamente bajo alguna mesa fuera de mi alcance visual, cosa suficiente para ponerme un poco nerviosa. Decidí seguir adelante, en el otro extremo del salón había una puerta que daba a un espacio con varias camillas de metal separadas por cortinas de PVC. Habían unos bultos que parecían ser excremento, pero más grandes que los de una rata, mucho más. Algo parecido a latas de alimento y contenedores de poliestireno rotos estaban regados por el piso, y conforme avanzaba aparecían retazos de tela y mechones de cabello enredados en varios objetos.
Avanzando hasta el fondo, creí ver un bulto cubierto de telas sucias bajo una camilla. Conforme me acercaba, noté que éste temblaba levemente y respiraba de forma agitada. Tenía la piel carente de toda pigmentación y llena de cicatrices y llagas, y se le marcaban las vértebras y algunos otros huesos. No pude seguir avanzando.
Me di cuenta de que había estado pisando algo parecido a trapos sucios, ensangrentados, y lo que parecían ser compresas usadas recientemente, algunas arrugadas con envoltorios plásticos. No era sólo olor a excrementos y orina, era olor a un ser vivo, sangrante y sucio.
La criatura intentó arrastrarse hacia otro rincón más oscuro, pero parecía cargar algo que se lo dificultaba, entonces se quedó ahí, alzando una diminuta cabeza de la que apenas colgaban unos mechones de pelo largo y muerto. Me miraba directamente con grandes ojos redondos hundidos en sus cuencas, la nariz apenas era un tabique y un par de agujeros, que junto a la delgadez de su rostro y labios retraídos, recordaba el aspecto de los enfermos de porfiria. No fue hasta que intentó desplazarse de nuevo, que se desplomó y pude ver que era un ser pequeño, visiblemente desnutrido y que sí se trataba de un humano. Pero quizás eso no fue lo que más me impresionó. Dejó escapar un chillido agudo e infantil, y mientras alcanzaba un bulto más pequeño y enrollado en una manta que había dejado caer al suelo, descubrió parte de él y vi algo que definitivamente no era humano, sino una especie de cara deforme y llena de un pelillo fino y oscuro, y de varios lugares de su cuerpo salían catéteres que alguna vez debieron haber estado conectados a algo más, junto a una serie de cicatrices. Éste comenzó a quejarse, no era un llanto, sino un quejido débil que no era ni tan humano ni tan animal, en tanto que lo que supongo que era su madre intentaba protegerlo con sus esqueléticos brazos sin dejar de mirarme.
Sentí un horror indescriptible. Quise retroceder pero mis pies no me hacían caso. Esa criatura, carente de todo contacto humano por quién sabe cuánto tiempo, reaccionó rápidamente y comenzó a lanzarme lo que encontrara por el suelo mientras chillaba e intentaba esconderse; el bulto peludo se retorcía y quejaba envuelto por uno de sus brazos. Pensé que en cualquier momento volcaría una camilla para aventármela o refugiarse detrás.
—¡No! —fue lo único que se me ocurrió gritar mientras recibía asquerosos proyectiles e intentaba cubrirme con las manos.
Afortunadamente, Martín me había seguido de cerca. Sentí cómo me agarró desde la espalda y me sacó de la estancia. La criatura seguía chillando, lo que ahora parecía más un llanto, y Daniel estaba inmóvil del otro lado de la puerta. Uno de nosotros la cerró al salir, no recuerdo quién, aunque yo estaba segura de que la horrible criatura no saldría de su rincón. Es imposible saber si ella o yo estaba más asustada. Sentí algo similar a la lástima.
Pude ver que dentro de todo el desorden habían unos cuadernos de notas, lápices y jeringas en buen estado. Me dio asco y un escalofrío recorrió mi espalda. Martín nos arrastró a los dos rápidamente fuera del pasillo, obligándonos a subir las escaleras corriendo y cerrando la puerta del subterráneo tras de sí.
—¿¡Pero qué mierda acaba de pasar allá abajo!? —exclamó mientras se desplomaba sobre uno de los sillones del vestíbulo, pasándose las manos por la cara—. ¿Alguien puede responderme? ¿Era eso lo que estabas buscando, Ali? ¡Mírate, no puedes negar que algo ha pasado allí abajo!
Era innegable. Yo lo observaba cubierta de desechos pestilentes, Daniel se miraba las manos. No podíamos explicarlo, no había cómo. Ni siquiera nos incumbía meternos ahí.
Decidí tomar mis cosas, le pregunté a Martín si podía acompañarme camino a casa. Al llegar me di una ducha e hice lo que pude por dormir. ¿Qué clase de horrores se llevaron a cabo en esos laboratorios sin el conocimiento de nadie? ¿Cómo explicar racionalmente lo que había allí abajo?
Semanas después, andábamos por el gran pasillo cruzando el patio, cuando de repente el profesor Rotts (genetista de renombre y autor de un sinfín de documentos relacionados con la investigación genética humana y avances en experimentación animal) pareció entrar con una bandeja de comida y algunas botellas de agua por la puerta bajo la escalera de piedra. Algunos dicen haberlo visto observando las rejillas que dan al subterráneo, y a veces hasta limpiando los residuos atrapados entre éstas.
Midnight.
Re: CreepyPastas {Terminados}
25 creepypasta
Casi humano
Casi humano
Despertó al oír el clic de la puerta cerrándose.
Era medianoche: la luna brillaba fantasmagóricamente en el cenit de los cielos y todos descansaban con tranquilidad en sus hogares. Todos excepto el pequeño Will, que miraba desorbitado a la inexorable oscuridad, con la gigante camiseta de los Yankees transpirada, y el corazón acelerado a punto de catapultarse de su pecho.
La habitación era un completo manto negro y sordo de misterios. La luz del pasillo, que se encendía para su tranquilidad, había quedado atrás cuando la puerta se cerró. No lograba oír casi nada: ni al gato de su abuela merodeando en la noche, ni a las ventanas zumbando por el fuerte viento de diciembre. Sólo alcanzó a percatar, aguzando el oído con esfuerzo, un leve crujido, como el de ramitas quebrándose bajo una pisada, que se repetía persistentemente.
Trac, trac, trac. Trac, trac, trac.
Con movimientos ágiles se destapó, empujando con las dos piernas la pesada manta de lana. Necesitaba sentirse libre para alcanzar el velador junto a su cama y encenderlo rápidamente, sin tener que prestar su diminuta mano a la incertidumbre de la oscuridad.
Se estiró hasta palpar con la yema de los dedos un pompón peludo, y más arriba comprobar que estaba unido al cordón que accionaba el velador.
Trac, trac, trac. Trac, trac, tr…
El traqueteo se detuvo inesperadamente, paralizando a Will a punto de encender la luz, en medio de la hambrienta penumbra.
—Shhhhh —chitó una voz frágil y arenosa.
Soltó el cordón aterrado y giró hacia la misteriosa voz que provenía desde sus espaldas. Buscó bultos y formas en la negrura, pero todo se veía igual de llano y azabache.
—¡Shhhhh! —repitió la enigmática presencia con más violencia y autoridad.
Will abrazó con fuerza la almohada y se entregó por completo al pánico: en su mente sólo se dibujaba la imagen de su mamá entrando a la habitación. Las lágrimas no tardaron en estallar su angustia silenciada.
—Shhhhh. No llores maricón —dijo amenazante, y agregó—: Soy la abuela, Will, duérmete ya. Mamá llegará cuando amanezca.
Y repentinamente todo tuvo sentido. Imaginó a la anciana, con los ojos cerrados bajo sus gruesos lentes, dormitándose con los movimientos placenteros de la mecedora, esperando que su nieto pudiera conciliar el sueño en su primera noche lejos de casa.
El corazón fue disminuyendo sus latidos y la oscuridad siniestra fue transformándose en un velo plácido de sueños. La almohada que enjuagó sus lágrimas ahora era morada de fantasías intrusivas.
«La abuela me vio llorar. ¡Qué ridículo s…».
«La abuela me vio».
«¿Cómo pudo verm…», pensó el pequeño Will espantado.
Con desesperación tiró zarpazos al aire hasta encontrar el cordón que encendió la mortecina luz del velador.
El cuarto se iluminó: dos ojos verdes brillaban como piedras preciosas. El gato de la abuela miraba a Will con cierta complicidad bromista desde la mecedora.
Abrió apresuradamente la boca y desenrolló una gran lengua áspera y amoratada, la lengua de la abuela. Una bola pegajosa de cabellos blancos salió despedida desde la garganta del animal hacia la falda del niño.
—Dije que duermas, maricón —dijo el gato enfurecido y rió humanamente antes de desaparecer en las sombras.
Midnight.
Re: CreepyPastas {Terminados}
26 creepypasta
mi amigo imaginario
Me llamo Jason, desde pequeño soy muy antisocial y no me gustaba relacionarme con nadie, cuando recién iba a entrar a tercero de primaria mi madre y yo nos habíamos mudado de ciudad ya que mi padre había muerto en un accidente automovilístico y mi mamá dijo que empezaríamos una nueva vida y tratar de olvidar lo sucedido, que mi papa ya estaba mucho mejor ahora, pero yo obviamente no conocía nada ni a nadie en esa ciudad, bueno el punto es que en el primer día de clases tenia pánico de los demás niños y niñas que había en mi alrededor, aunque me hablarán no quería dirigirles la palabra, así que corrí escabullendome para que los maestros no me vieran pero de pronto en un salón hallé un escondite, que por cierto era perfecto para un niño como yo, un perfecto y grande closet, entré rápidamente y cerré la puerta, vi a mis alrededores, estaba demasiado obscuro pero podía ver que ahí los maestros guardaban diamantina, telas, foamy, etc. y sospeche que rápido algún maestro me encontraría, de pronto una voz me habló.
-¿Tu también tienes miedo, verdad?- la voz me pregunto, Di un gran salto, por el susto -¿quien eres?- pregunté aun exaltado, -soy uno de tus compañeros, pero a muchos de aquí no les agrado- la voz me dijo algo desanimada, -pues, creo que tu y yo seríamos buenos amigos- yo le dije con una voz algo emocionada ya que el sería mi nuevo amigo, -¿¡enserio!?, oh si quiero ser tu amigo, hace mucho tiempo que no tengo uno- la voz lo dijo den un tono emocionado pero susurro las últimas palabras a las cuales yo no les di importancia, -Perfecto, y ¿que tal si salimos de aquí? ni siquiera te alcanzo a ver por tan obscuro que esta aquí dentro ademas me da miedo la obscuridad- le dije algo espantado, -Claro, vamos a salir de aquí- la voz me respondió, con una voz muy emocionada. Los dos apresuradamente salimos, cuando lo vi, era un niño mas o menos de mi estatura y se veía muy amigable, -Vamos a clases- el me dijo sonriéndome, -si, vamos- yo le respondí algo temeroso, -¿Qué pasa, sigues teniendo miedo?- el me dijo algo extrañado a mi forma de actuar, yo no respondí a esta pregunta; solo agache mi cabeza y guarde silencio, -oh vamos, no te pasará nada; lo prometo, por cierto me llamo Kaleth- el me sonrió, yo suspiré y le sonreí -bueno si tu lo dices y yo me llamo Jason- yo le respondí un poco mas calmado.
Unos minutos después entramos juntos a clases, como siempre el alumno nuevo es presentado ante todos, la maestra dijo mi nombre, de donde venia, etc, etc, las típicas cosas, después de ese vergonzoso momento me fui a sentar a lado de mi nuevo amigo, de pronto sentí que alguien toco mi espalda, yo voltee y era otro niño -Hola! me gusta tu mochila- el me dijo emocionado, -mu-muchas gracias- yo le dije tartamudeando un poco, -pues yo me llamo Steven- el me dijo, sonriéndome, -creo que tu ya sabes mi nombre- yo le respondí, el asentó con su cabeza y no dijo nada, de pronto me acorde de Kaleth -¡mira el es Kaleth!- le dije a Steven pero el solo se me quedo viendo raro pero no me dijo nada; yo pensé que Steven y Kaleth no se llevaban tan bien así que preferí ya no hablar. La maestra empezó la clase, después de ese largo día de clase, a la salida steven me invitó a jugar con el a su casa a lo cual dije que si -Solo deja buscar a Kaleth para despedirme de el- le dije a steven, el solo se encogió de hombros y cruzo sus brazos, yo corrí para buscarlo , hasta que lo encontré en la salida, caminando muy despacio; por lo cual yo corrí y lo alcancé tomándole su hombro -hey Kaleth! vamos a casa de Steven a jugar un rato- le dije con voz feliz y a la vez emocionado, el me volteó a ver -emm, no hoy no puedo, tengo que ir a casa-, algo triste y sorprendido le dije -pero espera, ¿tú solo?, - si, yo solo; pero olle antes de irme, prometeme que yo seré tu mejor amigo…. -el lo dijo con un tono serio y a la vez un poco enojado, yo rei -claro que si- el me sonrió y me dijo con una voz mas calmada -ok, mejor amigo- se dio la vuelta y siguió caminando. Después de lo que hablé con Kaleth fuí de nuevo con Steven el cual me seguía esperando con sus brazos cruzados -listo, vamonos- le dije emocionado, Steven solo me sonrió y caminamos juntos hasta llegar a su casa que estaba cerca de la escuela.
Los dias siguientes fueron igual de aburridos en clase, pero siempre me la pasaba genial con Steven y Kaleth ya que eran muy divertidos, pero Kaleth nunca quería jugar con Steven, pero en fin, un día mi mamá me dijo que podía invitar a mis amigos para conocerlos, ya que yo le había hablado mucho de ellos, yo muy feliz ese mismo día que mi mamá me dijo que podía llevarlos a casa les dije a ambos que si después de clases querían venir a mi casa, a lo cual Steven me dijo que si y por alguna extraña razón Kaleth me dijo que también iría, lo digo por que Kaleth nunca nos acompaña a mi y a Steven a ningún lado, en fin yo estaba muy emocionado. Despues de clases mi mama pasó por nosotros y nos subimos al automóvil, -como te fue cariño- mi mamá me dijo -muy bien mama, mira el el Steven y el Kaleth- Mi mama me vió extrañada por el retrovisor pero tampoco dijo nada, -mucho gusto yo soy la mama de Jason-, -hola- dijo Steven sonriendo; pero Kaleth no dijo absolutamente nada, solo iba callado sin decir ni una sola palabra.
Después de tiempo llegamos a casa y me puse a jugar con Steven, jugábamos a que eramos super héroes que salvamos a las personas o que eramos unos aterradores monstruos que conquistábamos cualquier ciudad, pero por alguna extraña razón Kaleth solo nos observaba jugar, aunque yo le decía que jugara el decía que no, yo no podía hacer absolutamente nada para que jugara con nosotros ya que siempre se rehusaba.
En fin pasaron días, meses, años en el cual el comportamiento de kaleth iba empeorando y llego el momento en que me empezó a caer mal ya que llegué a pensar que ya no me quería hablar o que ya no quería ser mi amigo, entonces yo cada vez le hablaba menos y menos hasta que un día Kaleth y yo nos dejamos de hablar por completo y después ya nunca volví a saber nada de el ya que por alguna razón dejo de ir a la escuela; en fin un día cuando yo ya cursaba 1° de secundaria yo aun hablaba con Steven ya que nos habían inscrito a los dos a la misma secundaria, eramos los mejores amigos desde primaria, -Hey! hermano, recuerdo cuando eramos pequeños- me dijo Steven riendo, -oh por favor ni me lo menciones, me acuerdo que jugábamos a los astronautas y no se cuantas idioteces mas- le dije riendo, -oh vamos hombre, idiotez la tuya que tenías un amigo imaginario, creo que se llamaba kathe o kaleth o algo así-, yo quedé anonadado cuando me dijo “amigo imaginario” -¿Espera, que dijiste?- le dije algo sobresaltado, -oh, ya lo recordaste.. tu amigo imaginario, siempre ibas a todos lados con el, pero bueno en fin un día lo olvidaste como por 4 de primaria- yo me sorprendí, -pero espera hermano- comencé a reír -el..el era real, yo lo veía con mis propios ojos, casi caigo en otra de tus bromas pero ya no caigo tan fácil- aun yo seguía riendo, -claro jason… creo que necesitas ver a un psiquiatra- el rió -si no me crees pregúntale a tu mamá- el me dijo muy seguro de si, -perfecto, le preguntaré y ya veraz- yo le sonreí.
Después de clases, llegue tan rápido como pude a mi casa y vi a mi mama que estaba sirviendo la comida, -hola Jason, ¿que tal la escuela?-,me dijo con una voz dulce, -¡mamá! re-recuerdas a Kaleth! mi amigo de la primaria- tartamudeando un poco, yo ignoré la pregunta que me hizo mi mamá, solo quería saber que no estaba loco o algo por el estilo, -oh claro hijo, tu amigo Kaleth, lo recuerdo muy bien-, después de escuchar eso suspire aliviado, -Era tu amigo imaginario, corazón dijo mamá sonriendo, -¿Q-qué?- dije tartamudeando, -si, siempre me decías que ahí estaba tu amigo kaleth pero yo nunca veía a nadie corazón, así que era tu amigo imaginario- dijo ella aun sonriéndome, -en fin corazón vete a lavar las manos que la comida se enfriará- yo me puse pálido, ya que yo sabia que lo había visto y hablado con el, subí corriendo las escaleras hasta mi habitación y azote la puerta, me agarre la cabeza con mis manos tratando de pensar que es lo que estaba pasando, yo no estaba loco ni nada por el estilo; de pronto escuche un ruido en el closet de mi cuarto en el cual yo guardaba todas mis pertenencias; camine despacio hacia el closet y cuando estaba enfrente de la puerta del closet la abrí rápidamente, no había absolutamente nada, de pronto escuche pasos detrás de mi, me tomo el cuello me tiro al suelo con una fuerza brutal, yo me quede sin aire no podía respirar, comenze a sentir como de la parte trasera de mi cabeza salía un líquido, me habia descalabrado, vi hacia la cosa que me había empujado, era..era Kaleth! pero tenia el pelo muy descuidado, y en su boca en lugar de dientes parecían colmillos y sus ojos estaban completamente negros -¡Me olvidaste! -me dijo con una voz horrible -me dijiste que nunca me olvidarías eres un MENTIROSO! -gritándome, me estaba ahorcando, yo trataba de safarme de sus ahora garras -¡Dejame! tu solo eres producto de mi imaginación- se lo dije con dificultal ya que me seguia ahorcando, -pagaras caro por haberme olvidado- me dijo con su voz escalofriante, yo con una de mis manos, le di un puñetazo en la cara, el dio grito y me soltó.
ahora estoy escondido debajo de mi cama, escribiendo con mi propia sangre y mi dedo: ¡NO TENGAS AMIGOS IMAGINARIOS, NUNCA!
el me esta buscando, escucho sus pasos, pero de pronto dejé de escucharlo, salí de mi escondite y no había absolutamente nada, por lo pronto yo me sentía mareado por la sangre que estaba perdiendo, pero de pronto escuche la voz de Steven que había llegado a mi casa, me alegre y como pude baje las escaleras, pero cuando lo vi.. vi que estaba hablando conmigo, pero ¿como? si yo estaba aquí, de pronto me acorde de Kaleth, era el.. yo caminaba hacia mi mejor amigo para advertirle, gritaba pero ¡mi voz! no estaba, de pronto vi que kaleth levantó un cuchillo y apuñaló a Steven, yo me caí por la sangre que estaba perdiendo de mi cabeza lo único que pude escuchar fue el grito aterrador de Steven pero esto hizo que mama fuera a ver, yo cuando vi que mamá llego, me arrastré por el suelo tratando de que Kaleth no le hiciera nada, gritaba y gritaba pero no tenia voz y Kaleth hizo lo que creí que nunca haría, ¡Apuñalo a mi madre! empecé a suplicarle que parara aunque no tenía voz, trataba que me escuchara, pero todo fue en vano, una vez que mamá cayó al suelo, Kaleth camino hacia mi obviamente era igual que yo, se sento alado mio con cuchillo en mano y me dijo con mi voz, -ahora si, nunca me olvidarás- el levanto el cuchillo para acabar conmigo y dijo riendo -POR SIEMPRE AMIGOS-
mi amigo imaginario
Me llamo Jason, desde pequeño soy muy antisocial y no me gustaba relacionarme con nadie, cuando recién iba a entrar a tercero de primaria mi madre y yo nos habíamos mudado de ciudad ya que mi padre había muerto en un accidente automovilístico y mi mamá dijo que empezaríamos una nueva vida y tratar de olvidar lo sucedido, que mi papa ya estaba mucho mejor ahora, pero yo obviamente no conocía nada ni a nadie en esa ciudad, bueno el punto es que en el primer día de clases tenia pánico de los demás niños y niñas que había en mi alrededor, aunque me hablarán no quería dirigirles la palabra, así que corrí escabullendome para que los maestros no me vieran pero de pronto en un salón hallé un escondite, que por cierto era perfecto para un niño como yo, un perfecto y grande closet, entré rápidamente y cerré la puerta, vi a mis alrededores, estaba demasiado obscuro pero podía ver que ahí los maestros guardaban diamantina, telas, foamy, etc. y sospeche que rápido algún maestro me encontraría, de pronto una voz me habló.
-¿Tu también tienes miedo, verdad?- la voz me pregunto, Di un gran salto, por el susto -¿quien eres?- pregunté aun exaltado, -soy uno de tus compañeros, pero a muchos de aquí no les agrado- la voz me dijo algo desanimada, -pues, creo que tu y yo seríamos buenos amigos- yo le dije con una voz algo emocionada ya que el sería mi nuevo amigo, -¿¡enserio!?, oh si quiero ser tu amigo, hace mucho tiempo que no tengo uno- la voz lo dijo den un tono emocionado pero susurro las últimas palabras a las cuales yo no les di importancia, -Perfecto, y ¿que tal si salimos de aquí? ni siquiera te alcanzo a ver por tan obscuro que esta aquí dentro ademas me da miedo la obscuridad- le dije algo espantado, -Claro, vamos a salir de aquí- la voz me respondió, con una voz muy emocionada. Los dos apresuradamente salimos, cuando lo vi, era un niño mas o menos de mi estatura y se veía muy amigable, -Vamos a clases- el me dijo sonriéndome, -si, vamos- yo le respondí algo temeroso, -¿Qué pasa, sigues teniendo miedo?- el me dijo algo extrañado a mi forma de actuar, yo no respondí a esta pregunta; solo agache mi cabeza y guarde silencio, -oh vamos, no te pasará nada; lo prometo, por cierto me llamo Kaleth- el me sonrió, yo suspiré y le sonreí -bueno si tu lo dices y yo me llamo Jason- yo le respondí un poco mas calmado.
Unos minutos después entramos juntos a clases, como siempre el alumno nuevo es presentado ante todos, la maestra dijo mi nombre, de donde venia, etc, etc, las típicas cosas, después de ese vergonzoso momento me fui a sentar a lado de mi nuevo amigo, de pronto sentí que alguien toco mi espalda, yo voltee y era otro niño -Hola! me gusta tu mochila- el me dijo emocionado, -mu-muchas gracias- yo le dije tartamudeando un poco, -pues yo me llamo Steven- el me dijo, sonriéndome, -creo que tu ya sabes mi nombre- yo le respondí, el asentó con su cabeza y no dijo nada, de pronto me acorde de Kaleth -¡mira el es Kaleth!- le dije a Steven pero el solo se me quedo viendo raro pero no me dijo nada; yo pensé que Steven y Kaleth no se llevaban tan bien así que preferí ya no hablar. La maestra empezó la clase, después de ese largo día de clase, a la salida steven me invitó a jugar con el a su casa a lo cual dije que si -Solo deja buscar a Kaleth para despedirme de el- le dije a steven, el solo se encogió de hombros y cruzo sus brazos, yo corrí para buscarlo , hasta que lo encontré en la salida, caminando muy despacio; por lo cual yo corrí y lo alcancé tomándole su hombro -hey Kaleth! vamos a casa de Steven a jugar un rato- le dije con voz feliz y a la vez emocionado, el me volteó a ver -emm, no hoy no puedo, tengo que ir a casa-, algo triste y sorprendido le dije -pero espera, ¿tú solo?, - si, yo solo; pero olle antes de irme, prometeme que yo seré tu mejor amigo…. -el lo dijo con un tono serio y a la vez un poco enojado, yo rei -claro que si- el me sonrió y me dijo con una voz mas calmada -ok, mejor amigo- se dio la vuelta y siguió caminando. Después de lo que hablé con Kaleth fuí de nuevo con Steven el cual me seguía esperando con sus brazos cruzados -listo, vamonos- le dije emocionado, Steven solo me sonrió y caminamos juntos hasta llegar a su casa que estaba cerca de la escuela.
Los dias siguientes fueron igual de aburridos en clase, pero siempre me la pasaba genial con Steven y Kaleth ya que eran muy divertidos, pero Kaleth nunca quería jugar con Steven, pero en fin, un día mi mamá me dijo que podía invitar a mis amigos para conocerlos, ya que yo le había hablado mucho de ellos, yo muy feliz ese mismo día que mi mamá me dijo que podía llevarlos a casa les dije a ambos que si después de clases querían venir a mi casa, a lo cual Steven me dijo que si y por alguna extraña razón Kaleth me dijo que también iría, lo digo por que Kaleth nunca nos acompaña a mi y a Steven a ningún lado, en fin yo estaba muy emocionado. Despues de clases mi mama pasó por nosotros y nos subimos al automóvil, -como te fue cariño- mi mamá me dijo -muy bien mama, mira el el Steven y el Kaleth- Mi mama me vió extrañada por el retrovisor pero tampoco dijo nada, -mucho gusto yo soy la mama de Jason-, -hola- dijo Steven sonriendo; pero Kaleth no dijo absolutamente nada, solo iba callado sin decir ni una sola palabra.
Después de tiempo llegamos a casa y me puse a jugar con Steven, jugábamos a que eramos super héroes que salvamos a las personas o que eramos unos aterradores monstruos que conquistábamos cualquier ciudad, pero por alguna extraña razón Kaleth solo nos observaba jugar, aunque yo le decía que jugara el decía que no, yo no podía hacer absolutamente nada para que jugara con nosotros ya que siempre se rehusaba.
En fin pasaron días, meses, años en el cual el comportamiento de kaleth iba empeorando y llego el momento en que me empezó a caer mal ya que llegué a pensar que ya no me quería hablar o que ya no quería ser mi amigo, entonces yo cada vez le hablaba menos y menos hasta que un día Kaleth y yo nos dejamos de hablar por completo y después ya nunca volví a saber nada de el ya que por alguna razón dejo de ir a la escuela; en fin un día cuando yo ya cursaba 1° de secundaria yo aun hablaba con Steven ya que nos habían inscrito a los dos a la misma secundaria, eramos los mejores amigos desde primaria, -Hey! hermano, recuerdo cuando eramos pequeños- me dijo Steven riendo, -oh por favor ni me lo menciones, me acuerdo que jugábamos a los astronautas y no se cuantas idioteces mas- le dije riendo, -oh vamos hombre, idiotez la tuya que tenías un amigo imaginario, creo que se llamaba kathe o kaleth o algo así-, yo quedé anonadado cuando me dijo “amigo imaginario” -¿Espera, que dijiste?- le dije algo sobresaltado, -oh, ya lo recordaste.. tu amigo imaginario, siempre ibas a todos lados con el, pero bueno en fin un día lo olvidaste como por 4 de primaria- yo me sorprendí, -pero espera hermano- comencé a reír -el..el era real, yo lo veía con mis propios ojos, casi caigo en otra de tus bromas pero ya no caigo tan fácil- aun yo seguía riendo, -claro jason… creo que necesitas ver a un psiquiatra- el rió -si no me crees pregúntale a tu mamá- el me dijo muy seguro de si, -perfecto, le preguntaré y ya veraz- yo le sonreí.
Después de clases, llegue tan rápido como pude a mi casa y vi a mi mama que estaba sirviendo la comida, -hola Jason, ¿que tal la escuela?-,me dijo con una voz dulce, -¡mamá! re-recuerdas a Kaleth! mi amigo de la primaria- tartamudeando un poco, yo ignoré la pregunta que me hizo mi mamá, solo quería saber que no estaba loco o algo por el estilo, -oh claro hijo, tu amigo Kaleth, lo recuerdo muy bien-, después de escuchar eso suspire aliviado, -Era tu amigo imaginario, corazón dijo mamá sonriendo, -¿Q-qué?- dije tartamudeando, -si, siempre me decías que ahí estaba tu amigo kaleth pero yo nunca veía a nadie corazón, así que era tu amigo imaginario- dijo ella aun sonriéndome, -en fin corazón vete a lavar las manos que la comida se enfriará- yo me puse pálido, ya que yo sabia que lo había visto y hablado con el, subí corriendo las escaleras hasta mi habitación y azote la puerta, me agarre la cabeza con mis manos tratando de pensar que es lo que estaba pasando, yo no estaba loco ni nada por el estilo; de pronto escuche un ruido en el closet de mi cuarto en el cual yo guardaba todas mis pertenencias; camine despacio hacia el closet y cuando estaba enfrente de la puerta del closet la abrí rápidamente, no había absolutamente nada, de pronto escuche pasos detrás de mi, me tomo el cuello me tiro al suelo con una fuerza brutal, yo me quede sin aire no podía respirar, comenze a sentir como de la parte trasera de mi cabeza salía un líquido, me habia descalabrado, vi hacia la cosa que me había empujado, era..era Kaleth! pero tenia el pelo muy descuidado, y en su boca en lugar de dientes parecían colmillos y sus ojos estaban completamente negros -¡Me olvidaste! -me dijo con una voz horrible -me dijiste que nunca me olvidarías eres un MENTIROSO! -gritándome, me estaba ahorcando, yo trataba de safarme de sus ahora garras -¡Dejame! tu solo eres producto de mi imaginación- se lo dije con dificultal ya que me seguia ahorcando, -pagaras caro por haberme olvidado- me dijo con su voz escalofriante, yo con una de mis manos, le di un puñetazo en la cara, el dio grito y me soltó.
ahora estoy escondido debajo de mi cama, escribiendo con mi propia sangre y mi dedo: ¡NO TENGAS AMIGOS IMAGINARIOS, NUNCA!
el me esta buscando, escucho sus pasos, pero de pronto dejé de escucharlo, salí de mi escondite y no había absolutamente nada, por lo pronto yo me sentía mareado por la sangre que estaba perdiendo, pero de pronto escuche la voz de Steven que había llegado a mi casa, me alegre y como pude baje las escaleras, pero cuando lo vi.. vi que estaba hablando conmigo, pero ¿como? si yo estaba aquí, de pronto me acorde de Kaleth, era el.. yo caminaba hacia mi mejor amigo para advertirle, gritaba pero ¡mi voz! no estaba, de pronto vi que kaleth levantó un cuchillo y apuñaló a Steven, yo me caí por la sangre que estaba perdiendo de mi cabeza lo único que pude escuchar fue el grito aterrador de Steven pero esto hizo que mama fuera a ver, yo cuando vi que mamá llego, me arrastré por el suelo tratando de que Kaleth no le hiciera nada, gritaba y gritaba pero no tenia voz y Kaleth hizo lo que creí que nunca haría, ¡Apuñalo a mi madre! empecé a suplicarle que parara aunque no tenía voz, trataba que me escuchara, pero todo fue en vano, una vez que mamá cayó al suelo, Kaleth camino hacia mi obviamente era igual que yo, se sento alado mio con cuchillo en mano y me dijo con mi voz, -ahora si, nunca me olvidarás- el levanto el cuchillo para acabar conmigo y dijo riendo -POR SIEMPRE AMIGOS-
Midnight.
Re: CreepyPastas {Terminados}
27 creepypasta
ojos
Esto lo estoy escribiendo casi oculto, no quiero que sepan que lo hago y tampoco quiero explicar porque lo hago así ya que no tengo tiempo, tal vez luego lo explicaré después, pero no, aún no…
Tiempo atrás, ni siquiera recuerdo cuando, ni cuanto ha pasado desde entonces, ya he perdido la noción del tiempo con la situación en la que estoy; no seguiré explicando. En fin, ese día en el que empezó todo había comenzado como todos y pasado perfectamente hasta ese momento, regresaba de mi trabajo cuando, justo antes de llegar a mi departamento en el hotel, un amigo mío me “interceptó” y me dio una cinta de video, si de esas de VHS viejas, me dijo que la viera, que quedaría impresionado, aunque al principio no tendrá nada especial, pero también tenía algo raro, quería que viese qué era eso que tenía de extraño, me la dio y se fue de una manera apresurada, pero, con aspecto desanimado y mareado, le pregunté que era cuando aún no se había alejado mucho, a eso me respondió: “ya verás, te darás cuenta de que quiero que notes” y siguió su camino caminando como antes, pero un poco más lento.
Me pregunto cómo es que recuerdo tan bien una experiencia tan terrible como la que fue ese período de tiempo en la que sufrí tanto y ni siquiera recuerdo que cosas buenas me han ocurrido en mi vida, a pesar de saber que fueron muchas, es algo raro, el humano es así, recuerda perfectamente las malas experiencias, pero las buenas pasan como si nada y se olvidan inmediatamente.
En fin, tras pasar la escena de atrás, en la que me dieron la cinta, seguí por el pasillo que llevaba a mi departamento y entré, me descargué de las cosas que llevaba y ordené un VHS, lo conecté tras unos problemas que tuve y puse a reproducir la cinta, al principio solo se veía un fondo negro, pasaron unos cuantos segundos antes de que empezara lo que en realidad era el video, en él se veían dos personas juntas que parecían ser novios sentadas a la orilla de un lago, ese lago me parecía conocido, es un lago muy sereno que queda aquí en Japón(estaba de viaje de negocios para aquél entonces, por ello digo “aquí en Japón” y que era un departamento de hotel) de repente la mujer se levanta y se dirige a la cámara, seguida del hombre, entonces se vuelve a ennegrecer la pantalla, de nuevo aparece otra escena, ahora veo una ciudad moderna típica de Japón, pero, contrario a lo que normalmente es en una ciudad moderna, no había nadie en las calles, estaba nublado y nevando, poco a poco se oscurecía el cielo, entonces como si nada una persona cayo de uno de los pisos altos que no podía ver y se estrelló contra el suelo, entonces una silueta humana femenina salió de la puerta de uno de los edificios, caminó lentamente hacia el cuerpo de la persona, y cuando se encontró justo en frente de él, se agachó, entonces cogió al cuerpo por el cuello y la parte de la cara de la silueta se extendió hacia el rostro del muerto, entonces el cadáver empezó a ponerse pálido; se volvió a desaparecer la imagen, quedé bastante desconcertado con esa escena, tras unos segundos de espera, volvió la imagen, ahora veía la sección de la cara humana donde están los ojos, la imagen era terrible, su piel era pálida, y tenía los ojos como si llevase mucho tiempo sin dormir y estuviese mirando fijamente un lugar por un tiempo demasiado prolongado, la iris del ojo era roja, tenía las pupilas dilatadas y miraba fijamente con odio a la cámara. Apenas esa parte empezó me espanté tanto que di un salto del susto literalmente, tras unos segundos, la cinta se expulsó sola, la verdad, ese rostro se me hacía conocido, pero con ese aspecto, no tengo idea. Me levanté del sillón en el que estaba y me puse una chaqueta de cuero, fui a buscar a mi amigo, estaba dos cuadras más adelante. Apenas salí del edificio, ví que había una niebla densa y estaba nevando, habían muchas personas caminando allí y acá, como si estuvieran apresurados a encontrar algo, a buscar a alguien; en fin, seguí de camino a la casa de mi amigo.
Cuando llegué, toqué la puerta, tras pasar unos 3 minutos intenté abrirla, estaba abierta, lo que me sorprendió fue el estado de su hogar, estaba hecho un desastre, como si un huracán hubiese atravesado solo ese lugar, llamé a mi amigo, nadie contestó, de repente se sintió un aire frío y salió de un cuarto, me dijo “ya viste a que me refería”, dijo que esa cinta le había dado problemas, y que varias personas conocidas cercanas a él han muerto frente a sus ojos repentinamente, que mejor no me acercara, le pregunté quién le había entregado esa cinta y me respondió que simplemente se reprodujo en su televisor repetidas veces y decidió grabarlo en una cinta para mostrarlo a varias personas y me digan que tenía esa cinta que hacía sentir mal a las personas; cuando terminó esa frase sentí un intenso dolor de cabeza y me senté en un sofá; ahí mismo cerré los ojos, y ví aquélla escena de la mujer mirando fijamente, entonces los abrí rápidamente, las luces estaban apagadas y mi amigo miraba hacia la dirección donde estaba la ventana, se oscureció el cielo, entonces la ventana se rompió como un golpe furioso hacia el lado de adentro, mi amigo se cubrió la cara inmediatamente por los fragmentos, pero yo seguí viendo hacia la ventana, entonces ví a una mujer vestida con un kimono blanco con piel pálida y con cabello extremadamente oscuro, despeinado, le cubría la cara hasta la boca, que era lo único que veía, entonces se quedó como mirando a mi amigo, que empezó a hablar japonés tan rápido que no entendí. La mujer desapareció, y entonces volví a ver esa escena de los ojos, pero ahora era real, ella me miraba con odio directamente, yo me eché hacia atrás, hasta que toqué la pared que estaba tras el sofá, entonces mi amigo gritó “¡Yoru no Hikari!, “resplandor en japonés, entonces cambió la mirada hacia él rápidamente y desaparece, entonces los bombillos apagados revientan, mi amigo cayó con el susto que le dio la mujer.
Después de un momento de silencio y que nosotros aprovechamos para recuperarnos en el que también el cielo volvió a su claridad natural, yo le pregunté a él si tenía idea de qué era eso, me dijo que era una entidad sobrenatural, que seguramente era una “Onryo”, un fantasma vengativo conocido por el folklore japonés. Pero no tenía idea de por qué nos atormenta, por qué quería venganza contra nosotros, qué le habíamos hecho para que buscase venganza contra nosotros.
Intentamos salir de la casa, pero la puerta tenía un montón de candados puestos por todas partes, cadenas evitando que se pueda abrir clavadas a la puerta, entonces, definitivamente estábamos encerrados, observé por el ojo de la puerta y ahora veía que en las calles no había nadie, volteé y ví que mi amigo empezó a sangrar por la boca mientras se dirigía hacia mí, entonces me intentó decir que así era como se habían muerto sus conocidos, que tenga cuidado, porque ahora iba a estar solo, entonces siguió sangrando, ahora de la sección donde estaba el cabello, se desmayó y llenó la alfombra de sangre, de nuevo se oscureció el cielo, yo me dirigí rápido a una de las ventanas grandes de la casa para salir, pero cuando iba a salir me apareció la Onryo justo enfrente gritando tan fuerte que me quedé aturdido, me eché hacia atrás y desapareció, ahora giré la vista hacia mí amigo, estaba levantado por unas cadenas llenas de agujas metálicas que le cubrían todo el cuerpo excepto la cara, ahora estaba despierto, gritando de agonía, entonces la Onryo dirigió su vista hacia mí y las cadenas se movieron hacia los lados para apretujar más a mi amigo, que por alguna razón aún no había muerto, ahora gritaba incluso más fuerte, ahora lloraba de agonía, de dolor, de sufrimiento; entre las cadenas empezaba a salir sangre a montones, la Onryo gritó y acabó con él, las cadenas presionaron tan fuerte que se soltaron y desgarraron, despedazaron a mi amigo, le arrancó la piel y pedazos del cuerpo con la fuerza con la que se soltaron, yo simplemente me quedé paralizado, más de lo que ya estaba cuando ví eso, ese odio que ocultaba por alguna razón contra nosotros; entonces la Onryo se acercó a mi lentamente, yo le pregunté, casi le grité, “¡Qué quieres!” y ella me contestó en japonés “Tus ojos” mientras recogía los de mi amigo del suelo, yo le preguntaba por qué estando terriblemente asustado y ella dijo que “cualquiera que vea mis ojos debe morir, para eso hice esa cinta, todos deben morir”, yo, espantado, traté de salir por la ventana que tenía atrás y pude, entonces la Onryo desapareció dejando un montón de cuervos en su lugar. Yo corrí a un auto que estaba cerca y en él estaba ella, mirándome fijamente como antes, pero desde el auto ahora; desapareció de nuevo y las ventanas del auto reventaron violentamente como antes, un fragmento de ellas me llegó a dar en la pierna, se enterró muy profundamente, traté de moverme rápido por la calle y entonces ahora la Onryo apareció trepando una pared de uno de los edificios, saltó y me embistió, entonces volvió a desaparecer, me di cuenta que cuando me cogió por los brazos al caer, los dejó desgarrados, entonces perdía mucha sangre por ahí, la escena de la cinta se repitió, una persona cayó del último piso de un rascacielos, entonces hizo lo de la cinta, tomó al cadáver y bueno, le robó el alma, o eso pareció, entonces le quitó la piel y los ojos, dejando solo la capa de músculos sobre su cuerpo, otra vez dirigió su vista a mí, empecé a sentir un intenso dolor en la panza, bajé la mirada y una cadena como las de antes me atravesaba el estómago mientras sangraba incluso más, y la Onryo se acercó lentamente a mí arrastrándose, yo ya debería de estar muerto, pero ella, no sé cómo, me mantiene vivo para atormentarme y hacerme sufrir, la cadena cruzó completamente del frente hacia atrás y me dejó, la Onryo entonces me dijo “a ti te dejaré vivir por más tiempo, mientras tanto, seguiré vengándome mientras otros vean mis ojos incluso por algún medio, espero le digas a tus conocidos que se cuiden de ver ojos, porque entonces yo misma me encargaré de atormentarlos y matarlos, pero será más rápido con ellos, así te atormentaré a ti también; claro, no serán los únicos, haré que todos en el mundo, uno por uno, empezando por las Américas, luego Europa, entonces el África y entonces volveré a mi hogar en Asia, haré que todos sufran, no te sentirás solo en el otro mundo cuando vuelva aquí a matarte como mi última víctima, el mundo ahora será el infierno, y el infierno será la tierra, el cielo solo observará, porque no soy tan fácil de ser afectada. No morirás hasta que sea yo quien te asesine”, entonces se fue, dejando una pluma negra en su lugar, entonces el cielo volvió a su estado normal, las personas volvieron a aparecer y los autos volvieron a rodar, una persona desconocida corrió hacia mí mientras yo, poco a poco me desmayaba. Al día siguiente amanecí en un hospital, y me sedaron, terminé aquí en un lugar que no tengo idea si queda en nuestro mundo, no he visto el exterior desde hace quien sabe cuánto, no tengo hambre, sed, no necesito ir al baño, solo estoy aquí como internado, solo con un televisor y una PC con internet, no vivo, no muero, no sé si esto es parte del castigo de la Onryo, pero sé que me falta mucho para morir, entre tanto, las demás personas ven el video por sus televisores haciendo que la Onryo los busque y los mate, uno a uno, al final nadie quedará.
ojos
Esto lo estoy escribiendo casi oculto, no quiero que sepan que lo hago y tampoco quiero explicar porque lo hago así ya que no tengo tiempo, tal vez luego lo explicaré después, pero no, aún no…
Tiempo atrás, ni siquiera recuerdo cuando, ni cuanto ha pasado desde entonces, ya he perdido la noción del tiempo con la situación en la que estoy; no seguiré explicando. En fin, ese día en el que empezó todo había comenzado como todos y pasado perfectamente hasta ese momento, regresaba de mi trabajo cuando, justo antes de llegar a mi departamento en el hotel, un amigo mío me “interceptó” y me dio una cinta de video, si de esas de VHS viejas, me dijo que la viera, que quedaría impresionado, aunque al principio no tendrá nada especial, pero también tenía algo raro, quería que viese qué era eso que tenía de extraño, me la dio y se fue de una manera apresurada, pero, con aspecto desanimado y mareado, le pregunté que era cuando aún no se había alejado mucho, a eso me respondió: “ya verás, te darás cuenta de que quiero que notes” y siguió su camino caminando como antes, pero un poco más lento.
Me pregunto cómo es que recuerdo tan bien una experiencia tan terrible como la que fue ese período de tiempo en la que sufrí tanto y ni siquiera recuerdo que cosas buenas me han ocurrido en mi vida, a pesar de saber que fueron muchas, es algo raro, el humano es así, recuerda perfectamente las malas experiencias, pero las buenas pasan como si nada y se olvidan inmediatamente.
En fin, tras pasar la escena de atrás, en la que me dieron la cinta, seguí por el pasillo que llevaba a mi departamento y entré, me descargué de las cosas que llevaba y ordené un VHS, lo conecté tras unos problemas que tuve y puse a reproducir la cinta, al principio solo se veía un fondo negro, pasaron unos cuantos segundos antes de que empezara lo que en realidad era el video, en él se veían dos personas juntas que parecían ser novios sentadas a la orilla de un lago, ese lago me parecía conocido, es un lago muy sereno que queda aquí en Japón(estaba de viaje de negocios para aquél entonces, por ello digo “aquí en Japón” y que era un departamento de hotel) de repente la mujer se levanta y se dirige a la cámara, seguida del hombre, entonces se vuelve a ennegrecer la pantalla, de nuevo aparece otra escena, ahora veo una ciudad moderna típica de Japón, pero, contrario a lo que normalmente es en una ciudad moderna, no había nadie en las calles, estaba nublado y nevando, poco a poco se oscurecía el cielo, entonces como si nada una persona cayo de uno de los pisos altos que no podía ver y se estrelló contra el suelo, entonces una silueta humana femenina salió de la puerta de uno de los edificios, caminó lentamente hacia el cuerpo de la persona, y cuando se encontró justo en frente de él, se agachó, entonces cogió al cuerpo por el cuello y la parte de la cara de la silueta se extendió hacia el rostro del muerto, entonces el cadáver empezó a ponerse pálido; se volvió a desaparecer la imagen, quedé bastante desconcertado con esa escena, tras unos segundos de espera, volvió la imagen, ahora veía la sección de la cara humana donde están los ojos, la imagen era terrible, su piel era pálida, y tenía los ojos como si llevase mucho tiempo sin dormir y estuviese mirando fijamente un lugar por un tiempo demasiado prolongado, la iris del ojo era roja, tenía las pupilas dilatadas y miraba fijamente con odio a la cámara. Apenas esa parte empezó me espanté tanto que di un salto del susto literalmente, tras unos segundos, la cinta se expulsó sola, la verdad, ese rostro se me hacía conocido, pero con ese aspecto, no tengo idea. Me levanté del sillón en el que estaba y me puse una chaqueta de cuero, fui a buscar a mi amigo, estaba dos cuadras más adelante. Apenas salí del edificio, ví que había una niebla densa y estaba nevando, habían muchas personas caminando allí y acá, como si estuvieran apresurados a encontrar algo, a buscar a alguien; en fin, seguí de camino a la casa de mi amigo.
Cuando llegué, toqué la puerta, tras pasar unos 3 minutos intenté abrirla, estaba abierta, lo que me sorprendió fue el estado de su hogar, estaba hecho un desastre, como si un huracán hubiese atravesado solo ese lugar, llamé a mi amigo, nadie contestó, de repente se sintió un aire frío y salió de un cuarto, me dijo “ya viste a que me refería”, dijo que esa cinta le había dado problemas, y que varias personas conocidas cercanas a él han muerto frente a sus ojos repentinamente, que mejor no me acercara, le pregunté quién le había entregado esa cinta y me respondió que simplemente se reprodujo en su televisor repetidas veces y decidió grabarlo en una cinta para mostrarlo a varias personas y me digan que tenía esa cinta que hacía sentir mal a las personas; cuando terminó esa frase sentí un intenso dolor de cabeza y me senté en un sofá; ahí mismo cerré los ojos, y ví aquélla escena de la mujer mirando fijamente, entonces los abrí rápidamente, las luces estaban apagadas y mi amigo miraba hacia la dirección donde estaba la ventana, se oscureció el cielo, entonces la ventana se rompió como un golpe furioso hacia el lado de adentro, mi amigo se cubrió la cara inmediatamente por los fragmentos, pero yo seguí viendo hacia la ventana, entonces ví a una mujer vestida con un kimono blanco con piel pálida y con cabello extremadamente oscuro, despeinado, le cubría la cara hasta la boca, que era lo único que veía, entonces se quedó como mirando a mi amigo, que empezó a hablar japonés tan rápido que no entendí. La mujer desapareció, y entonces volví a ver esa escena de los ojos, pero ahora era real, ella me miraba con odio directamente, yo me eché hacia atrás, hasta que toqué la pared que estaba tras el sofá, entonces mi amigo gritó “¡Yoru no Hikari!, “resplandor en japonés, entonces cambió la mirada hacia él rápidamente y desaparece, entonces los bombillos apagados revientan, mi amigo cayó con el susto que le dio la mujer.
Después de un momento de silencio y que nosotros aprovechamos para recuperarnos en el que también el cielo volvió a su claridad natural, yo le pregunté a él si tenía idea de qué era eso, me dijo que era una entidad sobrenatural, que seguramente era una “Onryo”, un fantasma vengativo conocido por el folklore japonés. Pero no tenía idea de por qué nos atormenta, por qué quería venganza contra nosotros, qué le habíamos hecho para que buscase venganza contra nosotros.
Intentamos salir de la casa, pero la puerta tenía un montón de candados puestos por todas partes, cadenas evitando que se pueda abrir clavadas a la puerta, entonces, definitivamente estábamos encerrados, observé por el ojo de la puerta y ahora veía que en las calles no había nadie, volteé y ví que mi amigo empezó a sangrar por la boca mientras se dirigía hacia mí, entonces me intentó decir que así era como se habían muerto sus conocidos, que tenga cuidado, porque ahora iba a estar solo, entonces siguió sangrando, ahora de la sección donde estaba el cabello, se desmayó y llenó la alfombra de sangre, de nuevo se oscureció el cielo, yo me dirigí rápido a una de las ventanas grandes de la casa para salir, pero cuando iba a salir me apareció la Onryo justo enfrente gritando tan fuerte que me quedé aturdido, me eché hacia atrás y desapareció, ahora giré la vista hacia mí amigo, estaba levantado por unas cadenas llenas de agujas metálicas que le cubrían todo el cuerpo excepto la cara, ahora estaba despierto, gritando de agonía, entonces la Onryo dirigió su vista hacia mí y las cadenas se movieron hacia los lados para apretujar más a mi amigo, que por alguna razón aún no había muerto, ahora gritaba incluso más fuerte, ahora lloraba de agonía, de dolor, de sufrimiento; entre las cadenas empezaba a salir sangre a montones, la Onryo gritó y acabó con él, las cadenas presionaron tan fuerte que se soltaron y desgarraron, despedazaron a mi amigo, le arrancó la piel y pedazos del cuerpo con la fuerza con la que se soltaron, yo simplemente me quedé paralizado, más de lo que ya estaba cuando ví eso, ese odio que ocultaba por alguna razón contra nosotros; entonces la Onryo se acercó a mi lentamente, yo le pregunté, casi le grité, “¡Qué quieres!” y ella me contestó en japonés “Tus ojos” mientras recogía los de mi amigo del suelo, yo le preguntaba por qué estando terriblemente asustado y ella dijo que “cualquiera que vea mis ojos debe morir, para eso hice esa cinta, todos deben morir”, yo, espantado, traté de salir por la ventana que tenía atrás y pude, entonces la Onryo desapareció dejando un montón de cuervos en su lugar. Yo corrí a un auto que estaba cerca y en él estaba ella, mirándome fijamente como antes, pero desde el auto ahora; desapareció de nuevo y las ventanas del auto reventaron violentamente como antes, un fragmento de ellas me llegó a dar en la pierna, se enterró muy profundamente, traté de moverme rápido por la calle y entonces ahora la Onryo apareció trepando una pared de uno de los edificios, saltó y me embistió, entonces volvió a desaparecer, me di cuenta que cuando me cogió por los brazos al caer, los dejó desgarrados, entonces perdía mucha sangre por ahí, la escena de la cinta se repitió, una persona cayó del último piso de un rascacielos, entonces hizo lo de la cinta, tomó al cadáver y bueno, le robó el alma, o eso pareció, entonces le quitó la piel y los ojos, dejando solo la capa de músculos sobre su cuerpo, otra vez dirigió su vista a mí, empecé a sentir un intenso dolor en la panza, bajé la mirada y una cadena como las de antes me atravesaba el estómago mientras sangraba incluso más, y la Onryo se acercó lentamente a mí arrastrándose, yo ya debería de estar muerto, pero ella, no sé cómo, me mantiene vivo para atormentarme y hacerme sufrir, la cadena cruzó completamente del frente hacia atrás y me dejó, la Onryo entonces me dijo “a ti te dejaré vivir por más tiempo, mientras tanto, seguiré vengándome mientras otros vean mis ojos incluso por algún medio, espero le digas a tus conocidos que se cuiden de ver ojos, porque entonces yo misma me encargaré de atormentarlos y matarlos, pero será más rápido con ellos, así te atormentaré a ti también; claro, no serán los únicos, haré que todos en el mundo, uno por uno, empezando por las Américas, luego Europa, entonces el África y entonces volveré a mi hogar en Asia, haré que todos sufran, no te sentirás solo en el otro mundo cuando vuelva aquí a matarte como mi última víctima, el mundo ahora será el infierno, y el infierno será la tierra, el cielo solo observará, porque no soy tan fácil de ser afectada. No morirás hasta que sea yo quien te asesine”, entonces se fue, dejando una pluma negra en su lugar, entonces el cielo volvió a su estado normal, las personas volvieron a aparecer y los autos volvieron a rodar, una persona desconocida corrió hacia mí mientras yo, poco a poco me desmayaba. Al día siguiente amanecí en un hospital, y me sedaron, terminé aquí en un lugar que no tengo idea si queda en nuestro mundo, no he visto el exterior desde hace quien sabe cuánto, no tengo hambre, sed, no necesito ir al baño, solo estoy aquí como internado, solo con un televisor y una PC con internet, no vivo, no muero, no sé si esto es parte del castigo de la Onryo, pero sé que me falta mucho para morir, entre tanto, las demás personas ven el video por sus televisores haciendo que la Onryo los busque y los mate, uno a uno, al final nadie quedará.
Midnight.
Re: CreepyPastas {Terminados}
28 creepypasta
El juego de las sonrisas.
Se acercaba el cumpleaños de mi hermano, vino mi tía y mi primo, mi tía dijo que mi tío y mi prima debieron retrasarse, no le dimos mucha importancia y empezamos a decorar la sala para el cumpleaños, pues trajeron muchos decorativos para la fiesta, en mi opinión exageraron la situación pero no podían hacer mas nada, ya habían pagado.
Mi primo nunca se sentaba en la mesa a comer con la familia, comía en la habitación donde se quedo, era muy raro, por decirlo así, ya que en las noches que se quedo en la casa, se escuchaban ruidos raros desde su cuarto.
Los días pasaron y el día de la fiesta llego, todos esperaron a mi hermano en la casa, pues el trabaja hasta las seis de la tarde, cuando llego todos gritaron sorpresa, pero algo paso en su trabajo, estaba triste cuando llego, pero igual seguimos con la fiesta, todos estaban en la sala celebrando, excepto mi primo que estaba en el baño, cuando pase por el pasillo en donde estaba el baño y mi cuarto, ya que iba a buscar unas cosas, mi primo me susurró:
- Oye, ¿quieres ver el juego que me enseñaron?
Yo, con curiosidad, le pregunté:
- ¿Como se llama?
- “El juego de las sonrisas”
- Vale, ¿como se juega?
- Eso no importa ahora, ¿quieres jugar o no?
- De acuerdo.
- ¡Que bien, tenemos mas jugadores! Sígueme.
Me llevo a su cuarto, donde estaba mi hermana pequeña esperando, mi primo dijo:
- Para jugar, hay que vendarse la boca y hacer lo que el anfitrión haga, ¿quedo claro?
- ¿Como que el anfitrión?
- El anfitrión es el que los invito a jugar, en este caso soy yo.
Después de que los tres nos vendáramos, el se quito la venda y busco algo que escondía en una caja debajo de la cama.
- ¿Que buscas? Pregunté yo.
- Oh, ya lo veraz. Dijo con una voz macabra.
De la caja sacó un cuchillo muy afilado, yo me asuste mucho, pues muchos pueden dudar el porque un niño de diez años tendría un cuchillo debajo de su cama, yo le dije:
- Oye, ¿por que tienes ese cuchillo? Dámelo, que te harás daño.
Cuando le fui a quitar el cuchillo me empujó con mucha fuerza, que me quede sin aire. El gritó:
- ¡No hemos empezado y ya quieres desobedecerme! Recuerda, tu quisiste jugar, ahora seguirás mi juego.
A juzgar por el sonido de la fiesta, nadie habrá oído lo que pasaba en el cuarto. Desde el piso pude ver una imagen que me seguirá por el resto de mi vida: Mi primo puso una sonrisa psicópata y se cortó la boca de la forma en que la sonrisa le llegaba a las orejas, después de eso dijo:
- Vamos pequeña, tu sigues.
El se acercaba muy lento a mi hermana pero lo impedí poniendo el pie, ella no sabia lo que pasaba, pues tenia cuatro años.
Cuando se cayó me intentó apuñalar en la pierna, pero me levanté antes que lo hiciera, el me grito:
- ¡Que rayos haces! ¡Debemos seguir con el juego!
Desde el piso el me lanzó el cuchillo, dándome en la espalda, me caí y le dije a mi hermana:
- Corre y trae a mis padres.
Ella se fue lo mas rápido que pudo, mientras yo estaba en el suelo pude sentir como mi primo me sacaba el cuchillo de la espalda.
- Que mal que paso esto, hubiera sido mejor que me hubieras hecho caso. Dijo con voz burlona.
Me volteó y dijo:
- Ay, a esta carita le falta una sonrisa… Esa es la razón del juego, ¡ponerte una puta sonrisa!
Aproveché que estaba hablando y le di un golpe en la cara.
- ¡Mi sonrisa nueva! Gritó con una voz de dolor.
Mientras el estaba en el piso por el golpe, yo corrí a la sal con toda mi velocidad, pero cuando volteo, el ya estaba detrás de mí, corriendo a una velocidad sobrehumana, cuando estaba cerca de la puerta en donde estaba la fiesta, el me da un golpe muy fuerte en la cabeza, quedando inconsciente.
Al despertar veo a mis padres y a mi hermano al frente mío, miro a mi alrededor y me doy cuenta que estoy en un hospital, traté de hablar, pero no podía debido a que tenia una venda que me tapaba de la nariz a la barbilla.
- ¿Cuando se curará? Dijo mi mamá muy preocupada.
- En una semana, señora. Dijo el doctor.
Paso una semana y me iban a quitar la venda, el doctor dijo:
- Resista, que cuando quite la venda dolerá un poco.
El doctor quitó las vendas, pero cuando lo hizo mis padres gritaron y mi hermano estaba en shock. Cuando el doctor me paso un espejo pude ver la causa de los gritos de mi familia: Mi boca quedo como la de mi primo, una sonrisa diabólica. Apenas vi esto grité:
- ¿¡Donde esta mi primo!?
- Queríamos esperar a que la fiesta pasara, murió junto con tu tío y tu prima en un choque mientras venían para la ciudad. nos enteramos un día antes de la fiesta, se lo dijimos a tu hermano primero mientras trabajaba y por eso llego triste.
Grité con toda la fuerza que tuve, el doctor me decía que me calmara, pero yo seguía, no quería tener recuerdos de lo que paso la fiesta…
Mi tía vino unas semanas después y me dijo algo que me impacto:
- La sonrisa… ¿Sabes que es “El juego de las sonrisas”?
- Creo, ¿por que preguntas?
- Mi esposo no tenia creencias religiosas, pero estaba muy obsesionado con los espíritus, el investigo todo lo que pudo en su vida sobre espíritus.
Ella me dio un libro que tenia de titulo: “El juego de las sonrisas”.
Yo me empeñe a leerlo, pero leí solo la primera pagina, pues era la única que había visto con textos:
“El Juego de las sonrisas” es un ritual que se hace para mantener a espíritus con poder para seguir en la tierra, el juego consiste en engañar a dos o mas humanos haciéndoles pensar que el espíritu esta vivo en su forma mortal y obligandoles a jugar, luego cortarles en la boca haciendo una sonrisa enorme (el espíritu debe hacerlo también) al hacerles la sonrisa, maldecirlos diciéndoles “Os quito su alma, pues son mi forma de seguir en la tierra” …
El resto estaba arrancado, revise todas las otras paginas y estaban en blanco, excepto la ultima, esta tenia pequeñas fotos de gente muerta con la misma sonrisa.
Ese juego, esta sonrisa, sueño con ella, nunca me veo en los espejos con el miedo de ver el resultado del “Juego de las sonrisas”
El juego de las sonrisas.
Se acercaba el cumpleaños de mi hermano, vino mi tía y mi primo, mi tía dijo que mi tío y mi prima debieron retrasarse, no le dimos mucha importancia y empezamos a decorar la sala para el cumpleaños, pues trajeron muchos decorativos para la fiesta, en mi opinión exageraron la situación pero no podían hacer mas nada, ya habían pagado.
Mi primo nunca se sentaba en la mesa a comer con la familia, comía en la habitación donde se quedo, era muy raro, por decirlo así, ya que en las noches que se quedo en la casa, se escuchaban ruidos raros desde su cuarto.
Los días pasaron y el día de la fiesta llego, todos esperaron a mi hermano en la casa, pues el trabaja hasta las seis de la tarde, cuando llego todos gritaron sorpresa, pero algo paso en su trabajo, estaba triste cuando llego, pero igual seguimos con la fiesta, todos estaban en la sala celebrando, excepto mi primo que estaba en el baño, cuando pase por el pasillo en donde estaba el baño y mi cuarto, ya que iba a buscar unas cosas, mi primo me susurró:
- Oye, ¿quieres ver el juego que me enseñaron?
Yo, con curiosidad, le pregunté:
- ¿Como se llama?
- “El juego de las sonrisas”
- Vale, ¿como se juega?
- Eso no importa ahora, ¿quieres jugar o no?
- De acuerdo.
- ¡Que bien, tenemos mas jugadores! Sígueme.
Me llevo a su cuarto, donde estaba mi hermana pequeña esperando, mi primo dijo:
- Para jugar, hay que vendarse la boca y hacer lo que el anfitrión haga, ¿quedo claro?
- ¿Como que el anfitrión?
- El anfitrión es el que los invito a jugar, en este caso soy yo.
Después de que los tres nos vendáramos, el se quito la venda y busco algo que escondía en una caja debajo de la cama.
- ¿Que buscas? Pregunté yo.
- Oh, ya lo veraz. Dijo con una voz macabra.
De la caja sacó un cuchillo muy afilado, yo me asuste mucho, pues muchos pueden dudar el porque un niño de diez años tendría un cuchillo debajo de su cama, yo le dije:
- Oye, ¿por que tienes ese cuchillo? Dámelo, que te harás daño.
Cuando le fui a quitar el cuchillo me empujó con mucha fuerza, que me quede sin aire. El gritó:
- ¡No hemos empezado y ya quieres desobedecerme! Recuerda, tu quisiste jugar, ahora seguirás mi juego.
A juzgar por el sonido de la fiesta, nadie habrá oído lo que pasaba en el cuarto. Desde el piso pude ver una imagen que me seguirá por el resto de mi vida: Mi primo puso una sonrisa psicópata y se cortó la boca de la forma en que la sonrisa le llegaba a las orejas, después de eso dijo:
- Vamos pequeña, tu sigues.
El se acercaba muy lento a mi hermana pero lo impedí poniendo el pie, ella no sabia lo que pasaba, pues tenia cuatro años.
Cuando se cayó me intentó apuñalar en la pierna, pero me levanté antes que lo hiciera, el me grito:
- ¡Que rayos haces! ¡Debemos seguir con el juego!
Desde el piso el me lanzó el cuchillo, dándome en la espalda, me caí y le dije a mi hermana:
- Corre y trae a mis padres.
Ella se fue lo mas rápido que pudo, mientras yo estaba en el suelo pude sentir como mi primo me sacaba el cuchillo de la espalda.
- Que mal que paso esto, hubiera sido mejor que me hubieras hecho caso. Dijo con voz burlona.
Me volteó y dijo:
- Ay, a esta carita le falta una sonrisa… Esa es la razón del juego, ¡ponerte una puta sonrisa!
Aproveché que estaba hablando y le di un golpe en la cara.
- ¡Mi sonrisa nueva! Gritó con una voz de dolor.
Mientras el estaba en el piso por el golpe, yo corrí a la sal con toda mi velocidad, pero cuando volteo, el ya estaba detrás de mí, corriendo a una velocidad sobrehumana, cuando estaba cerca de la puerta en donde estaba la fiesta, el me da un golpe muy fuerte en la cabeza, quedando inconsciente.
Al despertar veo a mis padres y a mi hermano al frente mío, miro a mi alrededor y me doy cuenta que estoy en un hospital, traté de hablar, pero no podía debido a que tenia una venda que me tapaba de la nariz a la barbilla.
- ¿Cuando se curará? Dijo mi mamá muy preocupada.
- En una semana, señora. Dijo el doctor.
Paso una semana y me iban a quitar la venda, el doctor dijo:
- Resista, que cuando quite la venda dolerá un poco.
El doctor quitó las vendas, pero cuando lo hizo mis padres gritaron y mi hermano estaba en shock. Cuando el doctor me paso un espejo pude ver la causa de los gritos de mi familia: Mi boca quedo como la de mi primo, una sonrisa diabólica. Apenas vi esto grité:
- ¿¡Donde esta mi primo!?
- Queríamos esperar a que la fiesta pasara, murió junto con tu tío y tu prima en un choque mientras venían para la ciudad. nos enteramos un día antes de la fiesta, se lo dijimos a tu hermano primero mientras trabajaba y por eso llego triste.
Grité con toda la fuerza que tuve, el doctor me decía que me calmara, pero yo seguía, no quería tener recuerdos de lo que paso la fiesta…
Mi tía vino unas semanas después y me dijo algo que me impacto:
- La sonrisa… ¿Sabes que es “El juego de las sonrisas”?
- Creo, ¿por que preguntas?
- Mi esposo no tenia creencias religiosas, pero estaba muy obsesionado con los espíritus, el investigo todo lo que pudo en su vida sobre espíritus.
Ella me dio un libro que tenia de titulo: “El juego de las sonrisas”.
Yo me empeñe a leerlo, pero leí solo la primera pagina, pues era la única que había visto con textos:
“El Juego de las sonrisas” es un ritual que se hace para mantener a espíritus con poder para seguir en la tierra, el juego consiste en engañar a dos o mas humanos haciéndoles pensar que el espíritu esta vivo en su forma mortal y obligandoles a jugar, luego cortarles en la boca haciendo una sonrisa enorme (el espíritu debe hacerlo también) al hacerles la sonrisa, maldecirlos diciéndoles “Os quito su alma, pues son mi forma de seguir en la tierra” …
El resto estaba arrancado, revise todas las otras paginas y estaban en blanco, excepto la ultima, esta tenia pequeñas fotos de gente muerta con la misma sonrisa.
Ese juego, esta sonrisa, sueño con ella, nunca me veo en los espejos con el miedo de ver el resultado del “Juego de las sonrisas”
Midnight.
Re: CreepyPastas {Terminados}
29 creepypasta
No cierres los ojos
“La humanidad siempre le ha tenido miedo a varias cosas del mundo en el que vive; cosas que casi siempre están fuera de su control y que por lo tanto implica un riesgo cuando se hacen presentes; miedo al fuego, a los animales salvajes, a las fuerzas de la naturaleza, a la muerte. Sin embargo todo este tipo de situaciones son “naturales” y conocidas, de cierta forma se pueden prevenir; hay otros eventos fuera de nuestro alcance, de nuestro entendimiento y esos son justamente a los que más terror se les tiene. Sucesos “paranormales”, a los cuales personalmente nunca había creído hasta que encuentros mas cercanos con tales me han dejado un poco “trastornado” creyendo ahora firmemente en ellos.
Podría hablar de un temor mío muy profundo, el cual se ha visto magnificado en los últimos dias, a tal grado de pedir ayuda en lugares donde nunca lo hubiera pensado hacer. El miedo a cerrar los ojos, es uno muy particular, puesto que mucha gente le tiene temor a la oscuridad pero nunca a la oscuridad producida por cerrar sus ojos; esa es mi fobia. El desconocimiento de lo que pasa a tu alrededor, el terror de no poder ver ni saber si realmente estás solo, no poder prevenir el peligro.
Todo comenzó aproximadamente un par de semanas atrás; cabe mencionar que vivo completamente solo, llevo una vida de estudiante “normal” como cualquier otra persona;, me esfuerzo por sacar buenas notas y una que otra vez salgo para entretenerme, sin embargo el peor momento de mi día es cuando llego al final de tal, ese momento en que uno “descansa” y tiene que reponer energías, ese pequeño lapso de tiempo en que uno cierra sus ojos y pasa incluso minutos esperando a que el sueño se haga presente. Tampoco es algo que sufro pero que casi siempre evitaba, desvelándome hasta muy tarde para no tener que pasar esos momentos con los ojos cerrados en la oscuridad solitaria de la noche.
Un día muy en particular decidí no dormir hasta tarde puesto que tenía varias obligaciones que cumplir a la mañana siguiente, con muchos pensamientos recorriendo mi cabeza apagué la luz, abría la ventana que daba hacia la calle (se puede ver la luna y su resplandeciente luz) y me acosté en la cama llena de ropa limpia aún sin doblar, el espacio que me quedaba era pequeño así que quedé muy a la orilla del colchón. Cerré los ojos y automáticamente comenzó en mí una lucha interna por no imaginarme figuras e imágenes en la oscuridad de mis propios párpados; era inevitable pero decidí soportar hasta que Morfeo hiciera su corta aparición.
Justo en el momento en que sentía que había llegado la hora de “dormir” escuché un pequeño ruido proveniente de la misma habitación; un ruido como de algo solido chocando contra el suelo, como cuando hago ruido con las uñas en las mesas del colegio. Al principio no le tomé nada de importancia, incluso pensé que podía ser el ruido de las manecillas del reloj que retumbaban cada vez más fuerte en mi cabeza recordándome lo mucho que tardo en dormir. El ruido se volvió a hacer audible, ahora mucho mas claro que el anterior, venía justo debajo de mi cama… mi mente comenzó a hacer varias hipótesis absurdas alrededor de algún ser misterioso oculto debajo de mí, el sonido era esporádico, iba y venía sin ritmo alguno. Traté de centrar mi espacio en la cama para no quedar tan a la orilla pero aún así no era mucho lo que le ganaba.
El ruido cesó y pensé que había sido solo una broma pesada de mi subconsciente. Al fin pude descansar y traté de no pensar mas en eso.
Días pasaron y yo cada noche tenía un temor latente de que ese pequeño episodio volviera a suceder, hasta que 6 noches pasaron exactamente cuando mis sueños se vieron de nuevo interrumpidos. Ésta vez fue algo mucho mas claro, perceptible; navegando como siempre por la red decidí que era momento de dormir, había estado leyendo varias historias de sucesos “extraños”, sin explicación, algunos con patrones tales como sonidos que casualmente eran el inicio de una serie de eventos mucho mas violentos con respecto al anterior. No quería leer más, mi mente es muy fantasiosa e imaginativa, algo que muchas veces me ayuda pero en otras me tortura. Apagué las luces de la habitación y justo cuando me dirigía a la cama (ahora ya sin obstáculos) pude escuchar claramente unos pasos fuera de la habitación… era algo sumamente aterrador y mi instinto me hizo prácticamente saltar hacia la puerta y ponerle seguro, estaba temblando, del otro lado podía distinguir perfectamente a “alguien” paseándose por el oscuro pasillo de una casa sumida en las sombras, prendía la PC y comencé a escuchar música como “idiota”, le subía el volumen esperando a que el sonido pudiera opacar las extrañas pisadas fuera del cuarto; justo cuando pensé que lo peor estaba pasando escuché cómo alguien tocaba la puerta de la habitación; todo mi cuerpo comenzó a temblar como si fuera a convulsionar, no había nadie en la casa (obviamente), la puerta tenia triple cerrojo y la reja de afuera estaba firmemente cerrada, no había explicación lógica para lo que estaba sucediendo; los leves golpes en la puerta fueron intensificándose al punto en que eran reales puñetazos hacía la ahora frágil puerta de madera; no sabía que hacer, llamar a la policía, tomar algún objeto y armarme valor, saltar por la ventana (obvio quedó descartado) o simplemente esperar mientras mi espíritu se rompía en pedazos ante la impotencia de defenderme; pasaron hacia 3 largos minutos, la música de metal a todo volumen, la luz apagada, los fuertes golpes en la puerta y yo muriéndome de miedo. Los azotes cesaron y todo volvió a la “normalidad”, estaba nervioso a más no poder, incluso la lista de reproducción había concluido y la música no sonaba más, el silencio de la noche se hizo pesado, ya no se oía absolutamente nada. Tomando algo de valor decidí acercarme a la puerta, podía imaginármela toda desgastada de tantos golpes, quite el seguro y lentamente abrí la puerta, no había ya nadie, prendí la luz y comencé a buscar indicios de alguna presencia “ajena” a la casa, tampoco encontré nada, miré hacia abajo y encontré un pequeño pedazo de papel, no entendía lo que era, decidí levantarlo y mirarlo… al abrirlo leí algo que hasta el día de hoy me arrepiento de haber hecho, era una frase en otro idioma escrita en lo que parecía ser sangre, pero una sangre muy espesa y fresca, “Freiheit ist mit Blut bezahlt”, no entendía que decía ni mucho menos el idioma en el que estaba… decidí llevárselo a un amigo que sabía varios idiomas para saber si él podía decirme qué decía; no dormí en toda la noche.
Al día siguiente encontré a mi amigo y le mostré la frase (ahora transcrita a lápiz por mí), dijo que era alemán y decía “La libertad con sangre se paga”, él estaba un poco desconcertado por mi petición pero decidí no darle explicaciones. Todo el día la frase recorrió mi mente, no sabía que significaba ni mucho menos el porqué de su aparición en mi casa. Era algo muy extraño.
La noche llegó y aunque estaba sumamente cansado no podía ni siquiera pensar en dormir, decidí leer algo para distraerme pero fue imposible apartar mi mente de esas retumbantes sangrientas palabras. Antes de medianoche la luz se fue, era algo raro puesto que vivo en una zona en la que la electricidad nunca falta, me asomé a la ventana y las demás casas seguían teniendo luz, pensé que eran problemas de mi cableado o algo por el estilo, decidí investigar qué era, tomé una pequeña lámpara de bolsillo que tenía, el miedo comenzó a hacerse presente, no quería moverme de donde estaba, podía esperar a que la luz regresará pero finalmente decidí avanzar, recorrí la casa buscando el “switch” de la electricidad, sin resultado alguno me propuse salir a la calle un momento, al dirigirme hacia la puerta volví a escuchar esos infernales pasos recorriendo la casa, con más razón quería salir de ahí, corrí hacia la puerta y justo cuando tomé la manija sentí como los cerrojos se cerraron automáticamente, cada uno de ellos; di un salto hacia atrás, corría en busca de las llaves, ya no necesitaba la lámpara, un sentido oculto despertó en mí, era el de supervivencia. Tomé las llaves y corrí de nuevo hacia la puerta, metiendo la llave en cerrojo no funcionó ninguna respondía, como si estuvieran pegadas. entré en desesperación, lo pasos se hacían cada vez más audibles, no conocía el origen pero era indiferente para mí, solo quería escapar de ese infernal lugar. corrí a mi habitación en busca del teléfono celular para llamar a la policía o algo por el estilo, llegué pero estaba cerrada por dentro, no tenía sentido alguno. De nuevo los golpes se escucharon, ésta vez dentro de la habitación, acompañados con unos agudos gritos, como de un animal siendo torturado, eran tan fuertes que sentía que mis oídos estallarían, un fuerte olor a azufre provenía de la habitación, yo solo estaba ahí, parado enfrente del cuarto sin poder hacer nada, no podía y no quería, era como una pesadilla hecha realidad, quería solo despertar, al tratar de moverme no pude, algo me mantenía ahí estático, como si fuera un pedazo de metal debajo de un gran imán, una fuerza superior a mí… en ese momento la puerta comenzó a abrirse, quería correr pero me era imposible. La puerta se abrió completamente y solo ví otra nota tirada en el piso, caí al suelo y la electricidad volvió, me arrastré lentamente hacia el interior de la habitación y temblando profundamente tomé la nota, ésta vez solo tenía una palabra escrita “MORGEN” , igualmente en sangre pero ésta vez a modo de desesperación.
Tampoco dormí esa noche.
Al día siguiente, cansado, desesperado y con miedo, acudí de nuevo con mi amigo, ésta vez la oración se resumía a una simple palabra, “Mañana”… mi mente se colapsó, “Mañana?” pensaba, eso era HOY!
No sabía que hacer, quería escapar, no quería regresar a ese lugar que hasta ese día había sido mi “hogar”, decidí ir a una iglesia cerca de ahí, habían pasado ya años desde que no asistía a una después del bautizo de un primo mío, la desesperación era ya demasiada, recurrir a lo espiritual hubiera sido mi última alternativa, era obvio que estaba al borde del colapso, de la desesperación.
Al entrar al recinto sagrado me encontré con el padre, le conté las cosas que me habían sucedido, cada una de ellas, con detalle y al borde de las lágrimas. Al terminar hubo un momento de silencio, muy incómodo, como si el padre estuviera pensando algo muy importante, como si ya supiera lo que sucedía; “Hijo mío, estas ante una situación muy delicada, siendo atacado por un demonio… muchas personas han venido a mí por la misma razón, pero muy pocas con la misma situación que la tuya, lo que a ti te sucede es un evento imparable, es incluso muy difícil para nosotros (los eclesiásticos) determinar su origen y final, el demonio tras de eso se llama Perico (si como el animal) es un demonio alemán encargado de robar, comprar y vender almas en el Inframundo, te sugiero que ores mucho y discúlpame pero solo puedo decirte que Dios te bendiga” en ese momento se levantó y prosiguió con sus deberes. Yo seguía sentado ahí, aún atónito ante lo que acababa de escuchar, no podía creerlo, ni siquiera la Iglesia me podía salvar, mis esperanzas decayeron, mis ánimos murieron, era solo cuestión de tiempo; comencé a llorar ahí, en las pequeñas bancas de madera de la iglesia, no hacía ruido pues había un servicio en ese momento, me levanté y cansado, molido emocionalmente decidí regresar a mi casa, ese lugar que hasta hace poco había sido mi “hogar”.
Entré, y fui directamente a mi habitación, me recosté en la cama, quería cerrar mis ojos, quería descansar… en ese momento empezó a llover, tan fuerte que no podía oír mis pensamientos, estaba concentrado en el car de las gotas de agua sobre la ventana, quería ser como las nubes que dejan caer su carga y regresan ligeras a los cielos.
Aunque era aún de tarde el cielo se comenzó a oscurecer, la lluvia se hizo aún mas fuerte, como granizo… el cielo se torno a un color rojo, como de fuego, pensé que ya estaba soñando, o al menos que tenía una pesadilla… realmente ya nada me preocupaba.
Los pasos del demonio se hicieron de nuevo presentes, toda la casa comenzó a temblar, como si de un terremoto se tratara, pero los objetos no se movían, parecía ser solo mi imaginación.
Una voz se hizo audible, una voz como de humano, pero combinada al mismo tiempo con un cerdo o algo parecido, chillaba al principio, como si sufriera, como si le torturase, después comenzó a articular palabras entendibles, gritaba, no paraba de “sufrir”. ” He venido a saldar una deuda pasada, una deuda que solo se puede pagar con sangre”, Yo seguía en la cama, esperando algún milagro, la puerta estaba cerrada, aunque sabía que eso ya no era impedimento. La oscuridad se hizo ahora más pesada, densa, incluso podía tocarla, solo veía el resplandor rojizo del cielo en llamas.
La puerta se abrió, y ahí estaba él, con cuerpo humanoide, brazos largos y deformes, un rostro tan terrible que parecía haber sido torturado, piernas como de animal que terminaban unos grande piez con garras afiladas, desgastadas y deformes, su piel era como un carbón encendido, brillante, muy oscura… sus ojos grandes, abiertos, como de lagarto, una mandíbula con dientes disparejos y afilados, en su mano traía un alfiler enorme, del tamaño de un lápiz, puntiagudo, en la otra tría un rollo de alambre con sangre… la misma fuerza de la vez pasada me hizo no poder moverme, no sabía que hacer, comencé a gritar tan fuerte como podía, parecía estar atrapado en otra dimensión, nadie me oía, nadie podía ayudarme, nadie podía salvarme.
El demonio se acercaba a mí, esbozando una gran sonrisa, podía sentir su alegría por verme gritar y llorar, podía sentir el calor de su piel encendida, podía sentir el olor a muerte que emanaba de él; susurrando unas palabras en alemán, llegó hasta donde estaba yo acostado y unas palabras salieron de su boca, las pude entender claramente “Machen Sie die Augen schließen für immer” , en ese momento cerré los ojos y pude sentir como introducía la gran aguja en mi ojo derecho, el dolor era insoportable, no paraba de gritar, con el alambre empezó a costurarme los parpados, la sangre escurría sin parar, aún no podía creer lo que pasaba, el dolor era tan real que supe que no era un sueño; con el otro ojo veía todo lo que sucedía, aún tenía esa asquerosa sonrisa en el rostro, podía sentir cómo saboreaba de ese momento, yo no me lo merecía, no merecía estar ahí, estaba sufriendo sin siquiera una explicación.
Al terminar de costurar mi ojo derecho comenzó con el izquierdo, su rostro, su asqueroso y deforme rostro bañado por la luz del oscuro y rojo cielo, con su obscena sonrisa, con sus ojos llenos de places sería lo último que vería esa noche y tal vez por siempre… sentía la sangre caer por mi rostro, sus carcajadas eran insoportables, aún mas que el dolor mismo. El reino de la oscuridad ahora estaría presente por el resto de mi existencia, atado a ese mundo al cual siempre había temido y que ahora sería mi hogar …”
La conversación con el espíritu se cortó, sumergidos en la noche los cinco amigos no podían creer que ésa tabla hubiera funcionado, hablar con los muertos parecía algo distante y ahora lo habían logrado, nadie quería dormir, estaban en la misma casa en la que el evento había sucedido varias décadas atrás, ahora era una casa abandonada en la cual habían irrumpido para tener una “perfecta” noche de Halloween, decidieron regresar a sus hogares, tomaron la tabla y se levantaron, la casa estaba en la total ruina, había ocurrido un incendio y los objetos seguían aún en su sitio, testigos de una historia casi irreal. Al llegar a la puerta escucharon unos pasos detrás de ellos… “Freiheit ist mit Blut bezahlt”
No cierres los ojos
“La humanidad siempre le ha tenido miedo a varias cosas del mundo en el que vive; cosas que casi siempre están fuera de su control y que por lo tanto implica un riesgo cuando se hacen presentes; miedo al fuego, a los animales salvajes, a las fuerzas de la naturaleza, a la muerte. Sin embargo todo este tipo de situaciones son “naturales” y conocidas, de cierta forma se pueden prevenir; hay otros eventos fuera de nuestro alcance, de nuestro entendimiento y esos son justamente a los que más terror se les tiene. Sucesos “paranormales”, a los cuales personalmente nunca había creído hasta que encuentros mas cercanos con tales me han dejado un poco “trastornado” creyendo ahora firmemente en ellos.
Podría hablar de un temor mío muy profundo, el cual se ha visto magnificado en los últimos dias, a tal grado de pedir ayuda en lugares donde nunca lo hubiera pensado hacer. El miedo a cerrar los ojos, es uno muy particular, puesto que mucha gente le tiene temor a la oscuridad pero nunca a la oscuridad producida por cerrar sus ojos; esa es mi fobia. El desconocimiento de lo que pasa a tu alrededor, el terror de no poder ver ni saber si realmente estás solo, no poder prevenir el peligro.
Todo comenzó aproximadamente un par de semanas atrás; cabe mencionar que vivo completamente solo, llevo una vida de estudiante “normal” como cualquier otra persona;, me esfuerzo por sacar buenas notas y una que otra vez salgo para entretenerme, sin embargo el peor momento de mi día es cuando llego al final de tal, ese momento en que uno “descansa” y tiene que reponer energías, ese pequeño lapso de tiempo en que uno cierra sus ojos y pasa incluso minutos esperando a que el sueño se haga presente. Tampoco es algo que sufro pero que casi siempre evitaba, desvelándome hasta muy tarde para no tener que pasar esos momentos con los ojos cerrados en la oscuridad solitaria de la noche.
Un día muy en particular decidí no dormir hasta tarde puesto que tenía varias obligaciones que cumplir a la mañana siguiente, con muchos pensamientos recorriendo mi cabeza apagué la luz, abría la ventana que daba hacia la calle (se puede ver la luna y su resplandeciente luz) y me acosté en la cama llena de ropa limpia aún sin doblar, el espacio que me quedaba era pequeño así que quedé muy a la orilla del colchón. Cerré los ojos y automáticamente comenzó en mí una lucha interna por no imaginarme figuras e imágenes en la oscuridad de mis propios párpados; era inevitable pero decidí soportar hasta que Morfeo hiciera su corta aparición.
Justo en el momento en que sentía que había llegado la hora de “dormir” escuché un pequeño ruido proveniente de la misma habitación; un ruido como de algo solido chocando contra el suelo, como cuando hago ruido con las uñas en las mesas del colegio. Al principio no le tomé nada de importancia, incluso pensé que podía ser el ruido de las manecillas del reloj que retumbaban cada vez más fuerte en mi cabeza recordándome lo mucho que tardo en dormir. El ruido se volvió a hacer audible, ahora mucho mas claro que el anterior, venía justo debajo de mi cama… mi mente comenzó a hacer varias hipótesis absurdas alrededor de algún ser misterioso oculto debajo de mí, el sonido era esporádico, iba y venía sin ritmo alguno. Traté de centrar mi espacio en la cama para no quedar tan a la orilla pero aún así no era mucho lo que le ganaba.
El ruido cesó y pensé que había sido solo una broma pesada de mi subconsciente. Al fin pude descansar y traté de no pensar mas en eso.
Días pasaron y yo cada noche tenía un temor latente de que ese pequeño episodio volviera a suceder, hasta que 6 noches pasaron exactamente cuando mis sueños se vieron de nuevo interrumpidos. Ésta vez fue algo mucho mas claro, perceptible; navegando como siempre por la red decidí que era momento de dormir, había estado leyendo varias historias de sucesos “extraños”, sin explicación, algunos con patrones tales como sonidos que casualmente eran el inicio de una serie de eventos mucho mas violentos con respecto al anterior. No quería leer más, mi mente es muy fantasiosa e imaginativa, algo que muchas veces me ayuda pero en otras me tortura. Apagué las luces de la habitación y justo cuando me dirigía a la cama (ahora ya sin obstáculos) pude escuchar claramente unos pasos fuera de la habitación… era algo sumamente aterrador y mi instinto me hizo prácticamente saltar hacia la puerta y ponerle seguro, estaba temblando, del otro lado podía distinguir perfectamente a “alguien” paseándose por el oscuro pasillo de una casa sumida en las sombras, prendía la PC y comencé a escuchar música como “idiota”, le subía el volumen esperando a que el sonido pudiera opacar las extrañas pisadas fuera del cuarto; justo cuando pensé que lo peor estaba pasando escuché cómo alguien tocaba la puerta de la habitación; todo mi cuerpo comenzó a temblar como si fuera a convulsionar, no había nadie en la casa (obviamente), la puerta tenia triple cerrojo y la reja de afuera estaba firmemente cerrada, no había explicación lógica para lo que estaba sucediendo; los leves golpes en la puerta fueron intensificándose al punto en que eran reales puñetazos hacía la ahora frágil puerta de madera; no sabía que hacer, llamar a la policía, tomar algún objeto y armarme valor, saltar por la ventana (obvio quedó descartado) o simplemente esperar mientras mi espíritu se rompía en pedazos ante la impotencia de defenderme; pasaron hacia 3 largos minutos, la música de metal a todo volumen, la luz apagada, los fuertes golpes en la puerta y yo muriéndome de miedo. Los azotes cesaron y todo volvió a la “normalidad”, estaba nervioso a más no poder, incluso la lista de reproducción había concluido y la música no sonaba más, el silencio de la noche se hizo pesado, ya no se oía absolutamente nada. Tomando algo de valor decidí acercarme a la puerta, podía imaginármela toda desgastada de tantos golpes, quite el seguro y lentamente abrí la puerta, no había ya nadie, prendí la luz y comencé a buscar indicios de alguna presencia “ajena” a la casa, tampoco encontré nada, miré hacia abajo y encontré un pequeño pedazo de papel, no entendía lo que era, decidí levantarlo y mirarlo… al abrirlo leí algo que hasta el día de hoy me arrepiento de haber hecho, era una frase en otro idioma escrita en lo que parecía ser sangre, pero una sangre muy espesa y fresca, “Freiheit ist mit Blut bezahlt”, no entendía que decía ni mucho menos el idioma en el que estaba… decidí llevárselo a un amigo que sabía varios idiomas para saber si él podía decirme qué decía; no dormí en toda la noche.
Al día siguiente encontré a mi amigo y le mostré la frase (ahora transcrita a lápiz por mí), dijo que era alemán y decía “La libertad con sangre se paga”, él estaba un poco desconcertado por mi petición pero decidí no darle explicaciones. Todo el día la frase recorrió mi mente, no sabía que significaba ni mucho menos el porqué de su aparición en mi casa. Era algo muy extraño.
La noche llegó y aunque estaba sumamente cansado no podía ni siquiera pensar en dormir, decidí leer algo para distraerme pero fue imposible apartar mi mente de esas retumbantes sangrientas palabras. Antes de medianoche la luz se fue, era algo raro puesto que vivo en una zona en la que la electricidad nunca falta, me asomé a la ventana y las demás casas seguían teniendo luz, pensé que eran problemas de mi cableado o algo por el estilo, decidí investigar qué era, tomé una pequeña lámpara de bolsillo que tenía, el miedo comenzó a hacerse presente, no quería moverme de donde estaba, podía esperar a que la luz regresará pero finalmente decidí avanzar, recorrí la casa buscando el “switch” de la electricidad, sin resultado alguno me propuse salir a la calle un momento, al dirigirme hacia la puerta volví a escuchar esos infernales pasos recorriendo la casa, con más razón quería salir de ahí, corrí hacia la puerta y justo cuando tomé la manija sentí como los cerrojos se cerraron automáticamente, cada uno de ellos; di un salto hacia atrás, corría en busca de las llaves, ya no necesitaba la lámpara, un sentido oculto despertó en mí, era el de supervivencia. Tomé las llaves y corrí de nuevo hacia la puerta, metiendo la llave en cerrojo no funcionó ninguna respondía, como si estuvieran pegadas. entré en desesperación, lo pasos se hacían cada vez más audibles, no conocía el origen pero era indiferente para mí, solo quería escapar de ese infernal lugar. corrí a mi habitación en busca del teléfono celular para llamar a la policía o algo por el estilo, llegué pero estaba cerrada por dentro, no tenía sentido alguno. De nuevo los golpes se escucharon, ésta vez dentro de la habitación, acompañados con unos agudos gritos, como de un animal siendo torturado, eran tan fuertes que sentía que mis oídos estallarían, un fuerte olor a azufre provenía de la habitación, yo solo estaba ahí, parado enfrente del cuarto sin poder hacer nada, no podía y no quería, era como una pesadilla hecha realidad, quería solo despertar, al tratar de moverme no pude, algo me mantenía ahí estático, como si fuera un pedazo de metal debajo de un gran imán, una fuerza superior a mí… en ese momento la puerta comenzó a abrirse, quería correr pero me era imposible. La puerta se abrió completamente y solo ví otra nota tirada en el piso, caí al suelo y la electricidad volvió, me arrastré lentamente hacia el interior de la habitación y temblando profundamente tomé la nota, ésta vez solo tenía una palabra escrita “MORGEN” , igualmente en sangre pero ésta vez a modo de desesperación.
Tampoco dormí esa noche.
Al día siguiente, cansado, desesperado y con miedo, acudí de nuevo con mi amigo, ésta vez la oración se resumía a una simple palabra, “Mañana”… mi mente se colapsó, “Mañana?” pensaba, eso era HOY!
No sabía que hacer, quería escapar, no quería regresar a ese lugar que hasta ese día había sido mi “hogar”, decidí ir a una iglesia cerca de ahí, habían pasado ya años desde que no asistía a una después del bautizo de un primo mío, la desesperación era ya demasiada, recurrir a lo espiritual hubiera sido mi última alternativa, era obvio que estaba al borde del colapso, de la desesperación.
Al entrar al recinto sagrado me encontré con el padre, le conté las cosas que me habían sucedido, cada una de ellas, con detalle y al borde de las lágrimas. Al terminar hubo un momento de silencio, muy incómodo, como si el padre estuviera pensando algo muy importante, como si ya supiera lo que sucedía; “Hijo mío, estas ante una situación muy delicada, siendo atacado por un demonio… muchas personas han venido a mí por la misma razón, pero muy pocas con la misma situación que la tuya, lo que a ti te sucede es un evento imparable, es incluso muy difícil para nosotros (los eclesiásticos) determinar su origen y final, el demonio tras de eso se llama Perico (si como el animal) es un demonio alemán encargado de robar, comprar y vender almas en el Inframundo, te sugiero que ores mucho y discúlpame pero solo puedo decirte que Dios te bendiga” en ese momento se levantó y prosiguió con sus deberes. Yo seguía sentado ahí, aún atónito ante lo que acababa de escuchar, no podía creerlo, ni siquiera la Iglesia me podía salvar, mis esperanzas decayeron, mis ánimos murieron, era solo cuestión de tiempo; comencé a llorar ahí, en las pequeñas bancas de madera de la iglesia, no hacía ruido pues había un servicio en ese momento, me levanté y cansado, molido emocionalmente decidí regresar a mi casa, ese lugar que hasta hace poco había sido mi “hogar”.
Entré, y fui directamente a mi habitación, me recosté en la cama, quería cerrar mis ojos, quería descansar… en ese momento empezó a llover, tan fuerte que no podía oír mis pensamientos, estaba concentrado en el car de las gotas de agua sobre la ventana, quería ser como las nubes que dejan caer su carga y regresan ligeras a los cielos.
Aunque era aún de tarde el cielo se comenzó a oscurecer, la lluvia se hizo aún mas fuerte, como granizo… el cielo se torno a un color rojo, como de fuego, pensé que ya estaba soñando, o al menos que tenía una pesadilla… realmente ya nada me preocupaba.
Los pasos del demonio se hicieron de nuevo presentes, toda la casa comenzó a temblar, como si de un terremoto se tratara, pero los objetos no se movían, parecía ser solo mi imaginación.
Una voz se hizo audible, una voz como de humano, pero combinada al mismo tiempo con un cerdo o algo parecido, chillaba al principio, como si sufriera, como si le torturase, después comenzó a articular palabras entendibles, gritaba, no paraba de “sufrir”. ” He venido a saldar una deuda pasada, una deuda que solo se puede pagar con sangre”, Yo seguía en la cama, esperando algún milagro, la puerta estaba cerrada, aunque sabía que eso ya no era impedimento. La oscuridad se hizo ahora más pesada, densa, incluso podía tocarla, solo veía el resplandor rojizo del cielo en llamas.
La puerta se abrió, y ahí estaba él, con cuerpo humanoide, brazos largos y deformes, un rostro tan terrible que parecía haber sido torturado, piernas como de animal que terminaban unos grande piez con garras afiladas, desgastadas y deformes, su piel era como un carbón encendido, brillante, muy oscura… sus ojos grandes, abiertos, como de lagarto, una mandíbula con dientes disparejos y afilados, en su mano traía un alfiler enorme, del tamaño de un lápiz, puntiagudo, en la otra tría un rollo de alambre con sangre… la misma fuerza de la vez pasada me hizo no poder moverme, no sabía que hacer, comencé a gritar tan fuerte como podía, parecía estar atrapado en otra dimensión, nadie me oía, nadie podía ayudarme, nadie podía salvarme.
El demonio se acercaba a mí, esbozando una gran sonrisa, podía sentir su alegría por verme gritar y llorar, podía sentir el calor de su piel encendida, podía sentir el olor a muerte que emanaba de él; susurrando unas palabras en alemán, llegó hasta donde estaba yo acostado y unas palabras salieron de su boca, las pude entender claramente “Machen Sie die Augen schließen für immer” , en ese momento cerré los ojos y pude sentir como introducía la gran aguja en mi ojo derecho, el dolor era insoportable, no paraba de gritar, con el alambre empezó a costurarme los parpados, la sangre escurría sin parar, aún no podía creer lo que pasaba, el dolor era tan real que supe que no era un sueño; con el otro ojo veía todo lo que sucedía, aún tenía esa asquerosa sonrisa en el rostro, podía sentir cómo saboreaba de ese momento, yo no me lo merecía, no merecía estar ahí, estaba sufriendo sin siquiera una explicación.
Al terminar de costurar mi ojo derecho comenzó con el izquierdo, su rostro, su asqueroso y deforme rostro bañado por la luz del oscuro y rojo cielo, con su obscena sonrisa, con sus ojos llenos de places sería lo último que vería esa noche y tal vez por siempre… sentía la sangre caer por mi rostro, sus carcajadas eran insoportables, aún mas que el dolor mismo. El reino de la oscuridad ahora estaría presente por el resto de mi existencia, atado a ese mundo al cual siempre había temido y que ahora sería mi hogar …”
La conversación con el espíritu se cortó, sumergidos en la noche los cinco amigos no podían creer que ésa tabla hubiera funcionado, hablar con los muertos parecía algo distante y ahora lo habían logrado, nadie quería dormir, estaban en la misma casa en la que el evento había sucedido varias décadas atrás, ahora era una casa abandonada en la cual habían irrumpido para tener una “perfecta” noche de Halloween, decidieron regresar a sus hogares, tomaron la tabla y se levantaron, la casa estaba en la total ruina, había ocurrido un incendio y los objetos seguían aún en su sitio, testigos de una historia casi irreal. Al llegar a la puerta escucharon unos pasos detrás de ellos… “Freiheit ist mit Blut bezahlt”
Midnight.
Re: CreepyPastas {Terminados}
30 creepypasta
Constante, impasible
Hasta ayer quería morir durmiendo en la comodidad de mi cama, hoy: no…
Recuerdo haber sentido un frío penetrante, escurridizo se infiltraba entre los terrenos perdidos de la ropa y mi piel. Instantes antes de divisarle, algo de agua había entrado en mis zapatos, de forma relajada lo tomé como un chiste que le contaría apenas le saludará, pues, había pasado ya mucho tiempo desde nuestras últimas cervezas y necesitaba algo que pudiera encender la conversación de alguna u otra forma. Mi viejo amigo, que en algún momento le llamamos Fred, por su notoria cara de pizza digna de Freddy Krueger, hallábase apoyado sobre sus rodillas y la cabeza gacha, inadvertido aún de mi presencia…entre sus dedos danzaba un sobre, sin peculiaridades, por ahora. Sutilmente me deslicé por la parte posterior de la banca donde él estaba sentado y con grito estridente intenté sorprenderle. Ningún movimiento. Di la vuelta para verle el rostro y el brillo en su blanca cara (donde había desaparecido ya la pesadilla de la calle Elm) no era por la incesante lluvia si no por su mismo aguacero, pero más sabe el diablo por viejo que por diablo…aquellas lágrimas delataban terror más que tristeza, profundo e insumiso terror. Yo en estado alerta, le sacudí levemente preguntándome que le afligía, por suerte con aquel pequeño zamarreo logró darse cuenta de con quien estaba. Al parecer eso consiguió calmar en algo su dolor. Omitimos las conversaciones estúpidas, esas de marihuana y tetas perfectas, dando paso a lo que aún no acabo de creer. Su relato fue lento…y lóbrego.
Poco después de ingresar a la universidad para ser profesor de Inglés, Fred fue a tropezones en busca de trabajo, él era del sur, por lo cual no lograba adaptarse a una nueva ciudad. Para su suerte fue muy bien recibido en casa de un tío-abuelo que no conocía mayormente, pero la sangre es más espesa que el agua dijo él. Aquel anciano vivía solo, aseguraba que por razones varias tenía problemas serios de sueño, había enviudado hace ya 2 años, lo que se traducía en que esa casa era un lugar propicio para el estudio…y para la soledad. No era mucho el tiempo que pasaba en casa realmente, su anciano tío pasaba horas y horas solo en aquella casa, incluso cuando hubo llegado de la universidad la puerta del dormitorio de su tío cerrada con llave ya estaba. Pasadas algunas semanas parecía ya haber adoptado la costumbre y hacer propio el silencio sepulcral que revestía aquella casa, sin embargo, paralelamente el tío solo ocasionalmente se le veía deambulando en busca del baño o un vaso de leche antes de dormir, ya no salía de su habitación. Él no podía aguantar que alguien (incluso si no fuera de su familia) perdiera así las ganas de vivir…y una noche, a las 10 pm, perforó en los aposentos del octogenario, que, para su sorpresa, se hallaba acostado en su cama y con mirada fija hacia la esquina izquierda de su habitación, justamente la que cubre la puerta, el televisor apagado y su aura también. Fred se sentó en un extremo de la cama, inspiro hondo y antes de pronunciar palabra el viejo le interrumpió. Le sorprendió la manera anormal que le miró cuando ya tomaba constancia de su compañía…jamás la perturbación se le había presentado de tal manera, le llamo la atención la tensión acumulada de aquel hombre perplejo que oprimía un cadena de oro que cubría su cuello. De un momento a otro se vio asediado por el anciano que le había recibido y que ahora reclamaba auxilio, asilo de lo que venía a visitarle todas las noches; los sentidos y el palpitar de Fred tartamudeaban, inarticuladamente logró preguntar ¿Quién? ¿Qué?
Con ojos muy abiertos le contaron la historia de que, cuando ya pasada la muerte de la luz del sol y posterior a la hora de las brujas…desde la oscuridad hacía presencia un ente femenino , moviéndose con agilidad felina y cayendo desde las tinieblas como el trueno, con largo cabello oscuro que rodeaba su cuerpo y piel gris como los leves tonos en la putrefacción de la carne, este se alojaba en la esquina izquierda de la habitación, que con inexpresividad absoluta, pasaba las noches sentada con las piernas cruzadas y su puño apoyado en su mejilla, observándole con ojos profundos, abiertos de manera desorbitante y ojerosos, delineados por las mismas sombras y arrugas, deterioro de años y años sin conciliar una hora con Morfeo .Sin una mueca en su rostro, acechando. Esperando. Su sobrino no pudo si no tragar saliva y excusarse instándole a servirle un vaso de agua para poder salir de ahí…Puedo incluso asegurar, que a pesar de que no me lo dijo, no pudo dormir aquella noche, porque sabía muy bien que aquello no era producto de la demencia senil.
Por algunos días, al pasar por la habitación de su tío pudo oír los llantos que se extendían por horas, en los que siempre reclamaba ayuda, una y otra vez. Las cosas se tornaron aún peores un día que (no sé bien si por fortuna o no) Fred salió temprano de la universidad y se retiró enseguida por cansancio al hogar que lo había cobijado, por esto mismo llegó justo a tiempo para oír la toz incansable del viejo…que era demasiado húmeda, demasiado estruendosa. Fred corrió hacia la puerta de la habitación del anciano y posó su mano en la perilla de la puerta más sin hacerla girar, pues desde dentro de aquella habitación se percibía la devastación, la disrupción mental. Pavor. Giró por fin la perilla entrando con sudor en su frente y ardor en sus ojos. Lo que vio en ese momento, según él, no podrá olvídalo jamás: el cuerpo del anciano retorciéndose como un péndulo desde los pilares del techo, de su boca se aunaban la hemoglobina y también un poco de las comidas pasadas, sus ojos por salir de sus cuencas y en su rostro un alivio absoluto. Para mala suerte de ambos, había llegado para salvarle.
Después de atentar contra su vida, por aquella habitación pasaron muchos médicos y psiquiatras, por muchos días fueron a controlar su estado. Paralelo a esto Fred comenzó a investigar al espectro que venía a visitar al anciano todas las noches (Sin ninguna expresión), leyó sobre deidades (ojos enormes y ojerosos), súcubos (ente femenino, cabello largo y oscuro), ángeles de la muerte (demacrada, años sin Morfeo); nada. También instalo una cámara de video en aquella habitación, revisaba periódicamente las cintas, cada día. Nada (la esquina izquierda de la habitación). No pasó mucho tiempo para que los calmantes dejarán de funcionar y cada noche en adelante, se escucharían gritos y sollozos desde esa habitación que hacía retumbar los vidrios de las ventanas, noche tras noche, cerca de las cuatro de la mañana, Fred intimaba desde su cama con el mayor exponente del sufrimiento humano, impotente, incapaz de actuar o si quiera sufrir. Aquellos gritos de dolor cubrían la casa con la brisa de la muerte, la letal. Cada vez más fuerte, cada noche más desgarrador. Aún más sufrimiento, más plañidos, más dolor.
Así, noche tras noche…
La tarde del día jueves 21, dos meses después del inicio de los delirios, Fred encontró muerto a su tío, que en su rostro figuraba una sonrisa macabra y notoriamente esculpida, sus ojos perdidos y fijos en la esquina izquierda, perecieron de la misma forma que vivieron: muy abiertos. Su rostro estaba herido por las arrugas y marcas de la falta de sueño…tal cual como describía a aquella mujer. Pasaron los días y los resultados de la autopsia (especialmente pedida por sus antecedentes psiquiátricos y el intento de suicidio) fueron categóricos, había sido una muerte natural.
Recuerdo haberlo abrazado fuertemente, sentí algunas lágrimas caer por el cuello de mi camisa y helarme la piel, me conmovió enteramente. Quería hacer algo por él.
En resumidas cuentas, para darle todo el apoyo que podía brindarle, le insté a seguir adelante, le mostré el mundo que se expandía en el horizonte y le cité a verme, una vez más aquí, mañana, bajo la misma lluvia. Fred me sonrió levemente, dio media vuelta y me dijo: “Aquí estaré”.
Pasaron cerca de 8 semanas hasta que volví a saber de él.
Bajo la puerta de mi casa había un sobre, le pude reconocer en seguida y lentamente me agache en su búsqueda. Tenía expectativas de que era…pero la verdad, no creí que llegara a este punto. Cuando tomé el sobre, cayó al suelo su contenido y de no ser por las palabras en el frente del sobre lo hubiera recogido en seguida…La caligrafía era inconfundible, Fred me había mandado esta carta, que había sido enviada al día después de que nos vimos, hace casi ya dos meses
“Ayer la he visto. Estaba ahí, inconfundible…sin ninguna expresión, esperando.
Ahora por fin le entiendo…
¿Cuándo será el puto día en que me sonría a mí también?
PD: ”
La tinta parecía diluirse en aquella frase, pensé. Pero en verdad me costaba pensar, a duras penas me apoyé en la pared y me dejé caer. La saliva que con suerte podía tragar me sabía a ácido, mi corazón iba a una velocidad que yo jamás conocí y el aliento me parecía lejano. El terror se había apoderado de mí o eso creí en ese momento, pues aún quedaba el contenido. Vi desde lejos que había una foto, la imagen era difusa debido a que al parecer era de noche; y al fin mis miedos se materializaron al poder verla, en una de las esquinas se veía en forma casi fantasmagórica el rostro de una mujer con una sonrisa siniestra…y en sus ojos iracundos convergían los conceptos absolutos sobre el horror que van más allá de nuestro entendimiento, venía de los profundos confines de lo incorpóreo. Su sonrisa como arma letal y la incertidumbre como tortura, no hay quien pueda con aquello, el tío de Fred lo entendió, esa fue su perdición
Solitaria, enganchada a la alfombra de la entrada de mi casa se hallaba la nota que cayó del sobre, se le veía oscura y su textura era de un papel débil, casi parecía deshacerse entre mis dedos. Aquella nota mató mi escepticismo y fulminó mi tranquilidad, con caligrafía esculpida con sangre me declaraba de la manera más tétrica que haya conocido…
“¡Nunca mires a la oscuridad, JAMÁS MIRES LA ESQUINA IZQUIERDA DE TU CUARTO!”
Y no estaba escrita una sola vez, si no otra más.
Y otra…
Y otra…
Y otra…
Constante, impasible
Hasta ayer quería morir durmiendo en la comodidad de mi cama, hoy: no…
Recuerdo haber sentido un frío penetrante, escurridizo se infiltraba entre los terrenos perdidos de la ropa y mi piel. Instantes antes de divisarle, algo de agua había entrado en mis zapatos, de forma relajada lo tomé como un chiste que le contaría apenas le saludará, pues, había pasado ya mucho tiempo desde nuestras últimas cervezas y necesitaba algo que pudiera encender la conversación de alguna u otra forma. Mi viejo amigo, que en algún momento le llamamos Fred, por su notoria cara de pizza digna de Freddy Krueger, hallábase apoyado sobre sus rodillas y la cabeza gacha, inadvertido aún de mi presencia…entre sus dedos danzaba un sobre, sin peculiaridades, por ahora. Sutilmente me deslicé por la parte posterior de la banca donde él estaba sentado y con grito estridente intenté sorprenderle. Ningún movimiento. Di la vuelta para verle el rostro y el brillo en su blanca cara (donde había desaparecido ya la pesadilla de la calle Elm) no era por la incesante lluvia si no por su mismo aguacero, pero más sabe el diablo por viejo que por diablo…aquellas lágrimas delataban terror más que tristeza, profundo e insumiso terror. Yo en estado alerta, le sacudí levemente preguntándome que le afligía, por suerte con aquel pequeño zamarreo logró darse cuenta de con quien estaba. Al parecer eso consiguió calmar en algo su dolor. Omitimos las conversaciones estúpidas, esas de marihuana y tetas perfectas, dando paso a lo que aún no acabo de creer. Su relato fue lento…y lóbrego.
Poco después de ingresar a la universidad para ser profesor de Inglés, Fred fue a tropezones en busca de trabajo, él era del sur, por lo cual no lograba adaptarse a una nueva ciudad. Para su suerte fue muy bien recibido en casa de un tío-abuelo que no conocía mayormente, pero la sangre es más espesa que el agua dijo él. Aquel anciano vivía solo, aseguraba que por razones varias tenía problemas serios de sueño, había enviudado hace ya 2 años, lo que se traducía en que esa casa era un lugar propicio para el estudio…y para la soledad. No era mucho el tiempo que pasaba en casa realmente, su anciano tío pasaba horas y horas solo en aquella casa, incluso cuando hubo llegado de la universidad la puerta del dormitorio de su tío cerrada con llave ya estaba. Pasadas algunas semanas parecía ya haber adoptado la costumbre y hacer propio el silencio sepulcral que revestía aquella casa, sin embargo, paralelamente el tío solo ocasionalmente se le veía deambulando en busca del baño o un vaso de leche antes de dormir, ya no salía de su habitación. Él no podía aguantar que alguien (incluso si no fuera de su familia) perdiera así las ganas de vivir…y una noche, a las 10 pm, perforó en los aposentos del octogenario, que, para su sorpresa, se hallaba acostado en su cama y con mirada fija hacia la esquina izquierda de su habitación, justamente la que cubre la puerta, el televisor apagado y su aura también. Fred se sentó en un extremo de la cama, inspiro hondo y antes de pronunciar palabra el viejo le interrumpió. Le sorprendió la manera anormal que le miró cuando ya tomaba constancia de su compañía…jamás la perturbación se le había presentado de tal manera, le llamo la atención la tensión acumulada de aquel hombre perplejo que oprimía un cadena de oro que cubría su cuello. De un momento a otro se vio asediado por el anciano que le había recibido y que ahora reclamaba auxilio, asilo de lo que venía a visitarle todas las noches; los sentidos y el palpitar de Fred tartamudeaban, inarticuladamente logró preguntar ¿Quién? ¿Qué?
Con ojos muy abiertos le contaron la historia de que, cuando ya pasada la muerte de la luz del sol y posterior a la hora de las brujas…desde la oscuridad hacía presencia un ente femenino , moviéndose con agilidad felina y cayendo desde las tinieblas como el trueno, con largo cabello oscuro que rodeaba su cuerpo y piel gris como los leves tonos en la putrefacción de la carne, este se alojaba en la esquina izquierda de la habitación, que con inexpresividad absoluta, pasaba las noches sentada con las piernas cruzadas y su puño apoyado en su mejilla, observándole con ojos profundos, abiertos de manera desorbitante y ojerosos, delineados por las mismas sombras y arrugas, deterioro de años y años sin conciliar una hora con Morfeo .Sin una mueca en su rostro, acechando. Esperando. Su sobrino no pudo si no tragar saliva y excusarse instándole a servirle un vaso de agua para poder salir de ahí…Puedo incluso asegurar, que a pesar de que no me lo dijo, no pudo dormir aquella noche, porque sabía muy bien que aquello no era producto de la demencia senil.
Por algunos días, al pasar por la habitación de su tío pudo oír los llantos que se extendían por horas, en los que siempre reclamaba ayuda, una y otra vez. Las cosas se tornaron aún peores un día que (no sé bien si por fortuna o no) Fred salió temprano de la universidad y se retiró enseguida por cansancio al hogar que lo había cobijado, por esto mismo llegó justo a tiempo para oír la toz incansable del viejo…que era demasiado húmeda, demasiado estruendosa. Fred corrió hacia la puerta de la habitación del anciano y posó su mano en la perilla de la puerta más sin hacerla girar, pues desde dentro de aquella habitación se percibía la devastación, la disrupción mental. Pavor. Giró por fin la perilla entrando con sudor en su frente y ardor en sus ojos. Lo que vio en ese momento, según él, no podrá olvídalo jamás: el cuerpo del anciano retorciéndose como un péndulo desde los pilares del techo, de su boca se aunaban la hemoglobina y también un poco de las comidas pasadas, sus ojos por salir de sus cuencas y en su rostro un alivio absoluto. Para mala suerte de ambos, había llegado para salvarle.
Después de atentar contra su vida, por aquella habitación pasaron muchos médicos y psiquiatras, por muchos días fueron a controlar su estado. Paralelo a esto Fred comenzó a investigar al espectro que venía a visitar al anciano todas las noches (Sin ninguna expresión), leyó sobre deidades (ojos enormes y ojerosos), súcubos (ente femenino, cabello largo y oscuro), ángeles de la muerte (demacrada, años sin Morfeo); nada. También instalo una cámara de video en aquella habitación, revisaba periódicamente las cintas, cada día. Nada (la esquina izquierda de la habitación). No pasó mucho tiempo para que los calmantes dejarán de funcionar y cada noche en adelante, se escucharían gritos y sollozos desde esa habitación que hacía retumbar los vidrios de las ventanas, noche tras noche, cerca de las cuatro de la mañana, Fred intimaba desde su cama con el mayor exponente del sufrimiento humano, impotente, incapaz de actuar o si quiera sufrir. Aquellos gritos de dolor cubrían la casa con la brisa de la muerte, la letal. Cada vez más fuerte, cada noche más desgarrador. Aún más sufrimiento, más plañidos, más dolor.
Así, noche tras noche…
La tarde del día jueves 21, dos meses después del inicio de los delirios, Fred encontró muerto a su tío, que en su rostro figuraba una sonrisa macabra y notoriamente esculpida, sus ojos perdidos y fijos en la esquina izquierda, perecieron de la misma forma que vivieron: muy abiertos. Su rostro estaba herido por las arrugas y marcas de la falta de sueño…tal cual como describía a aquella mujer. Pasaron los días y los resultados de la autopsia (especialmente pedida por sus antecedentes psiquiátricos y el intento de suicidio) fueron categóricos, había sido una muerte natural.
Recuerdo haberlo abrazado fuertemente, sentí algunas lágrimas caer por el cuello de mi camisa y helarme la piel, me conmovió enteramente. Quería hacer algo por él.
En resumidas cuentas, para darle todo el apoyo que podía brindarle, le insté a seguir adelante, le mostré el mundo que se expandía en el horizonte y le cité a verme, una vez más aquí, mañana, bajo la misma lluvia. Fred me sonrió levemente, dio media vuelta y me dijo: “Aquí estaré”.
Pasaron cerca de 8 semanas hasta que volví a saber de él.
Bajo la puerta de mi casa había un sobre, le pude reconocer en seguida y lentamente me agache en su búsqueda. Tenía expectativas de que era…pero la verdad, no creí que llegara a este punto. Cuando tomé el sobre, cayó al suelo su contenido y de no ser por las palabras en el frente del sobre lo hubiera recogido en seguida…La caligrafía era inconfundible, Fred me había mandado esta carta, que había sido enviada al día después de que nos vimos, hace casi ya dos meses
“Ayer la he visto. Estaba ahí, inconfundible…sin ninguna expresión, esperando.
Ahora por fin le entiendo…
¿Cuándo será el puto día en que me sonría a mí también?
PD: ”
La tinta parecía diluirse en aquella frase, pensé. Pero en verdad me costaba pensar, a duras penas me apoyé en la pared y me dejé caer. La saliva que con suerte podía tragar me sabía a ácido, mi corazón iba a una velocidad que yo jamás conocí y el aliento me parecía lejano. El terror se había apoderado de mí o eso creí en ese momento, pues aún quedaba el contenido. Vi desde lejos que había una foto, la imagen era difusa debido a que al parecer era de noche; y al fin mis miedos se materializaron al poder verla, en una de las esquinas se veía en forma casi fantasmagórica el rostro de una mujer con una sonrisa siniestra…y en sus ojos iracundos convergían los conceptos absolutos sobre el horror que van más allá de nuestro entendimiento, venía de los profundos confines de lo incorpóreo. Su sonrisa como arma letal y la incertidumbre como tortura, no hay quien pueda con aquello, el tío de Fred lo entendió, esa fue su perdición
Solitaria, enganchada a la alfombra de la entrada de mi casa se hallaba la nota que cayó del sobre, se le veía oscura y su textura era de un papel débil, casi parecía deshacerse entre mis dedos. Aquella nota mató mi escepticismo y fulminó mi tranquilidad, con caligrafía esculpida con sangre me declaraba de la manera más tétrica que haya conocido…
“¡Nunca mires a la oscuridad, JAMÁS MIRES LA ESQUINA IZQUIERDA DE TU CUARTO!”
Y no estaba escrita una sola vez, si no otra más.
Y otra…
Y otra…
Y otra…
Midnight.
Re: CreepyPastas {Terminados}
31 creepypasta (son 100)
Eyeless Angel
Todos hemos visto a ese ángel, Ese supuesto ángel “guardián” .. ¿Acaso es bueno? No lo sigas creyendo, el es el creador de todas tus peores pesadillas.
Ese Ángel, Mejor conocido como Eyeless Angel, siempre elige una víctima y no descansa hasta haber acabado con ella, Es una chica de 14 con una Gris piel, tan áspera como el cemento, siempre carga una chaqueta azul, con unos falda de color negro, el pelo mal cortado y negro, un poco más debajo de las rodillas, si te fijas en su cara, Tiene unas facciones muy finas, tiene una sonrisa nerviosa, y la cara con algunos rasguños, no tiene ojos, tan solo unas cuencas vacías que botan sangre pura.
Su objetivo es volver loco a la víctima, llevándole a la locura o al suicidio, se te queda mirando, y sientes una presencia cada vez que lo haces, cada vez que duermes se pone enfrente a ti, para que se te sea incomodo dormir, cada vez que hay oscuridad susurra tus peores pesadillas al oído, y se te queda viendo para que te sea incomoda tu presencia, cada vez te viene y que veas su presencia para que lo digas y que todos crean que te estás volviendo loco, para así cuando estés solo poder matarte apuñalándote el corazón, comérselo, sacarte los ojos y dejarte tu sangre en las cuencas en donde antes estaban tus ojos.
El comienzo de Eyeless Angel:
Un día estaba una chica y Su Mejor amigo de 18 años, Ella se llamaba Angela, y su Amigo Gabriel, llegaron a su casa después de un día agotador en el colegio, Como siempre ahí estaba su madre preparando el desayuno, su padre había fallecido cuando tenía 9, unos traficantes de órganos lo descuartizaron, Arrancándole los ojos y poniendo una nota encima de su cuerpo diciendo “Gracias por las partes” dejándole un sobre con dinero, En ese momento el estaba con ella al igual que su amigo Gabriel, ella quería defender a su papa pero su amigo la agarro del brazo escondiéndose detrás de unos arbustos, viendo como descuartizaban a su padre y escuchando sus gritos de dolor y las risas paranoicas de los atacantes, desde ese día Angela juro venganza, la policía ya sabían quiénes eran los susodichos de tal atroz escena, al llegar a la cocina su madre los recibió con un gran y cálido abrazo.
– ¿Como les fue hoy en el colegio?
– *Suspirando* Bien… – decía Angela mientras se sentaba en la silla arecostandose de la mesa -
– ¿Cómo estas querido? – refiriéndose a Gabriel -
– Bien y ¿Usted señora?
– Bien querido – refiriéndose a Angela – Vamos, no estés tan mal – Decía la madre – Se que hoy se cumple 5 Años desde que tu padre no está, pero se que hoy la pasaremos bien, ya que hoy iremos a casa de tus tíos – Diciendo la madre de Angela para reanimarla un poco -
– Como digas – decía Angela sin muchos ánimos -
– Vamos amore mio – asi se decían entre ellos – acompáñame a hacer las maletas y te distraes un rato – Decía Gabriel tratando de animarla -
– Claro amore mio
El ya tenía su maleta hecha arriba desde hace días, se divirtieron un rato arriba haciendo la maleta y horas después bajaron para poder irse. Montaron las maletas en el carro y partieron rumbo, el viaje estuvo muy callado, y la tención se sentía, al llegar a casa de sus tíos se saludaron y toda la cosa y su tío había traído a unos amigos a la casa, Angela se quedo perpetua cuando tuvo que saludar a los “Amigos” que no había conocido hace mucho su tío, eran los mismos hombres que habían asesinado a su padre hace 4 años, ella solo alcanzo a decir un “hola” seco y salir corriendo a la habitación, cuando ya todos se habían ido a dormir ella fue corriendo a la cocina, buscando un cuchillo carnicero, para al fin cobrar su venganza, pero los hombres se le adelantaron, ya estaban planeando en asesinar a la pequeña, al llegar a la cocina los hombres se percataron de su presencia y corrieron rápido a taparle la boca con un trapo, la amarraron a la silla y dijeron “Tu eres la siguiente” Desatándola de la cuerda y arrojándola al piso dejándole marcas, golpeándola tanto hasta dejarles golpes severos y causándole una hemorragia interna que causaría la muerte, volteándola todavía inconsciente le arrancaron los ojos, y se veía como la sangre salía de sus ojos, al terminar la dejaron en el piso, rompieron algunas ventanas y dañando un poco la cerradura para que pareciera que hubieran tratado de abrirla a la fuerza, uno de ellos se apuñalo para que la cosa se vea más realista, al escuchar los gritos y el ruido de los vidrios partiéndose todos salieron corriendo y horrorizándose al ver tal escena, buscando los supuestos asesinos de Angela, los años pasaron y cerraron el caso.
Cuando los asesinos estaban celebrando todos sus éxitos una pequeña chica apareció en una esquina oscura de la habitación ellos aterrorizados preguntaron “¿Quién está ahí?” con un poco de nervios, la chica dio la vuelta con la cabeza abajo, mostrando su largo cabello y una sonrisa sádica y nerviosa, se acerco a ellos mientras los dos hombres retrocedían aterrorizados, ella levanto la cabeza y dejo ver su cara con las cuencas vacías en los ojos, que botaban sangre pura, los hombres aterrorizados mas aun trataron de correr, pero Angela apuñalo a uno por la espalda, dándole la vuelta y abriendo su pecho con el cuchillo haciendo paso hasta su corazón, mientras lo masticaba, mira hacia arriba, veía al otro hombre paralizado y acorralado en una esquina del cuarto, tan solo salieron unas palabras de su boca, dijo “No te preocupes, Yo te cuidare” apuñalándolo en el corazón, arrancándole los ojos y dejando su firma atrás en la espalda de los dos hombres que decía “Yo los cuidare”
Cuando sientas alguna presencia de que alguien te está vigilado, o alguien está tratando de volverte loco y no sepas quien, solo recuerda, ella te cuidara.
Eyeless Angel
Todos hemos visto a ese ángel, Ese supuesto ángel “guardián” .. ¿Acaso es bueno? No lo sigas creyendo, el es el creador de todas tus peores pesadillas.
Ese Ángel, Mejor conocido como Eyeless Angel, siempre elige una víctima y no descansa hasta haber acabado con ella, Es una chica de 14 con una Gris piel, tan áspera como el cemento, siempre carga una chaqueta azul, con unos falda de color negro, el pelo mal cortado y negro, un poco más debajo de las rodillas, si te fijas en su cara, Tiene unas facciones muy finas, tiene una sonrisa nerviosa, y la cara con algunos rasguños, no tiene ojos, tan solo unas cuencas vacías que botan sangre pura.
Su objetivo es volver loco a la víctima, llevándole a la locura o al suicidio, se te queda mirando, y sientes una presencia cada vez que lo haces, cada vez que duermes se pone enfrente a ti, para que se te sea incomodo dormir, cada vez que hay oscuridad susurra tus peores pesadillas al oído, y se te queda viendo para que te sea incomoda tu presencia, cada vez te viene y que veas su presencia para que lo digas y que todos crean que te estás volviendo loco, para así cuando estés solo poder matarte apuñalándote el corazón, comérselo, sacarte los ojos y dejarte tu sangre en las cuencas en donde antes estaban tus ojos.
El comienzo de Eyeless Angel:
Un día estaba una chica y Su Mejor amigo de 18 años, Ella se llamaba Angela, y su Amigo Gabriel, llegaron a su casa después de un día agotador en el colegio, Como siempre ahí estaba su madre preparando el desayuno, su padre había fallecido cuando tenía 9, unos traficantes de órganos lo descuartizaron, Arrancándole los ojos y poniendo una nota encima de su cuerpo diciendo “Gracias por las partes” dejándole un sobre con dinero, En ese momento el estaba con ella al igual que su amigo Gabriel, ella quería defender a su papa pero su amigo la agarro del brazo escondiéndose detrás de unos arbustos, viendo como descuartizaban a su padre y escuchando sus gritos de dolor y las risas paranoicas de los atacantes, desde ese día Angela juro venganza, la policía ya sabían quiénes eran los susodichos de tal atroz escena, al llegar a la cocina su madre los recibió con un gran y cálido abrazo.
– ¿Como les fue hoy en el colegio?
– *Suspirando* Bien… – decía Angela mientras se sentaba en la silla arecostandose de la mesa -
– ¿Cómo estas querido? – refiriéndose a Gabriel -
– Bien y ¿Usted señora?
– Bien querido – refiriéndose a Angela – Vamos, no estés tan mal – Decía la madre – Se que hoy se cumple 5 Años desde que tu padre no está, pero se que hoy la pasaremos bien, ya que hoy iremos a casa de tus tíos – Diciendo la madre de Angela para reanimarla un poco -
– Como digas – decía Angela sin muchos ánimos -
– Vamos amore mio – asi se decían entre ellos – acompáñame a hacer las maletas y te distraes un rato – Decía Gabriel tratando de animarla -
– Claro amore mio
El ya tenía su maleta hecha arriba desde hace días, se divirtieron un rato arriba haciendo la maleta y horas después bajaron para poder irse. Montaron las maletas en el carro y partieron rumbo, el viaje estuvo muy callado, y la tención se sentía, al llegar a casa de sus tíos se saludaron y toda la cosa y su tío había traído a unos amigos a la casa, Angela se quedo perpetua cuando tuvo que saludar a los “Amigos” que no había conocido hace mucho su tío, eran los mismos hombres que habían asesinado a su padre hace 4 años, ella solo alcanzo a decir un “hola” seco y salir corriendo a la habitación, cuando ya todos se habían ido a dormir ella fue corriendo a la cocina, buscando un cuchillo carnicero, para al fin cobrar su venganza, pero los hombres se le adelantaron, ya estaban planeando en asesinar a la pequeña, al llegar a la cocina los hombres se percataron de su presencia y corrieron rápido a taparle la boca con un trapo, la amarraron a la silla y dijeron “Tu eres la siguiente” Desatándola de la cuerda y arrojándola al piso dejándole marcas, golpeándola tanto hasta dejarles golpes severos y causándole una hemorragia interna que causaría la muerte, volteándola todavía inconsciente le arrancaron los ojos, y se veía como la sangre salía de sus ojos, al terminar la dejaron en el piso, rompieron algunas ventanas y dañando un poco la cerradura para que pareciera que hubieran tratado de abrirla a la fuerza, uno de ellos se apuñalo para que la cosa se vea más realista, al escuchar los gritos y el ruido de los vidrios partiéndose todos salieron corriendo y horrorizándose al ver tal escena, buscando los supuestos asesinos de Angela, los años pasaron y cerraron el caso.
Cuando los asesinos estaban celebrando todos sus éxitos una pequeña chica apareció en una esquina oscura de la habitación ellos aterrorizados preguntaron “¿Quién está ahí?” con un poco de nervios, la chica dio la vuelta con la cabeza abajo, mostrando su largo cabello y una sonrisa sádica y nerviosa, se acerco a ellos mientras los dos hombres retrocedían aterrorizados, ella levanto la cabeza y dejo ver su cara con las cuencas vacías en los ojos, que botaban sangre pura, los hombres aterrorizados mas aun trataron de correr, pero Angela apuñalo a uno por la espalda, dándole la vuelta y abriendo su pecho con el cuchillo haciendo paso hasta su corazón, mientras lo masticaba, mira hacia arriba, veía al otro hombre paralizado y acorralado en una esquina del cuarto, tan solo salieron unas palabras de su boca, dijo “No te preocupes, Yo te cuidare” apuñalándolo en el corazón, arrancándole los ojos y dejando su firma atrás en la espalda de los dos hombres que decía “Yo los cuidare”
Cuando sientas alguna presencia de que alguien te está vigilado, o alguien está tratando de volverte loco y no sepas quien, solo recuerda, ella te cuidara.
Midnight.
Re: CreepyPastas {Terminados}
32 creepypasta
A donde van los niños malos
hagas lo que hagas no dejes de leer este parrafo, despues de leerlo te pido que bajes al parrafo numero 7 por favor has me caso puedes estar en riesgo!!!
A donde van los niños malos
hagas lo que hagas no dejes de leer este parrafo, despues de leerlo te pido que bajes al parrafo numero 7 por favor has me caso puedes estar en riesgo!!!
Debí haber tenido 6 o 7 años cuando vivía en el Líbano. El país estaba arrasado por la guerra en ese entonces, y los asesinatos eran comunes y frecuentes. Recuerdo que en una particularmente viciada era, en la cual los bombardeos raramente pararon, yo me quedaría en casa sentado en frente de la televisión viendo un show muy, demasiado raro.
Era un show para niños que duraba unos 30 minutos y contenía imágenes extrañas y siniestras. Hasta el día de hoy creo que era un intento apenas velado por los medios de comunicación de usar tácticas de miedo para mantener a los niños en su lugar, porque la moraleja de cada episodio giraba en torno a ideologías muy ”tensas”: cosas como, ”los niños malos se acuestan tarde”, ”los niños malos ponen sus manos debajo de las cubrecamas cuando duermen” y ”los niños malos roban comida del refrigerador en la noche”.
Era muy extraño, y en árabe por si fuera poco. No lo entendía mucho, pero en su mayoría las imágenes eran muy gráficas y comprehensivas. Sin embargo, lo que más me quedó grabado en mi mente fue el cierre. Era el mismo en casi todos los episodios. La cámara se acercaría a una vieja, oxidada y cerrada puerta. A medida que se acercaba más a la puerta, unos gritos extraños e incluso agonizantes se harían más oíbles. Era extremadamente espantoso, especialmente para una programación infantil. Entonces un texto árabe aparecería en la pantalla leyendo: ”Ahí es a donde van los niños malos.” Eventualmente la imagen y el sonido desaparecerían, y eso sería el fin del episodio.
En unos 15 o 16 años después me convertí en un fotógrafo periodístico. Ese show estuvo en mi mente toda mi vida, apareciendo en mis pensamientos esporádicamente. Eventualmente me cansé, y decidí investigar. Finalmente me las arreglé para descubrir la ubicación del estudio en donde mucha de la programación del canal se había grabado. Después de investigar más y eventualmente viajando al sitio, descubrí que ahora estaba desolado y había sido abandonado después de que la gran guerra había terminado.
Entré al edificio con mi cámara. Estaba quemado por dentro. Quizás un incendio había ocurrido o alguien quiso incinerar todos los muebles de madera. Después de un par de horas cautelosamente haciendo mi camino dentro del estudio y sacando algunas fotos, encontré una sala aislada fuera del camino. Después de tener que romper algunos candados y abrir la pesada puerta, me paralizé por varios minutos. Trazas de sangre, feces y pequeños fragmentos de hueso estaban esparcidos en el suelo. Era una pequeña sala, y una extremadamente morbosa escena.
Sin embargo, lo que más me espantó y me hizo nunca más volver, fue el atornillado y enjaulado micrófono colgando de el techo en medio de la sala….
Midnight.
Re: CreepyPastas {Terminados}
33 creepypasta
Me deberias escuchar
Ten Cuidado, si se enteran de que leíste esto no te dejaran tranquilo, hablo en serio.
Siempre a existido el temor de los fantasmas, almas las cuales no pueden descansar debido a sus promesas o trabajo sin cumplir. Vagan y caminan interactuando buscado ayuda o intentando comunicarse con la gente de diversas maneras. Pues olvidalo ellos se quedan aquí por gusto, en la cual la mayoría de los casos son por malas razones, caminan por las calles molestando a los cuales descubren sus pequeñas partes de su verdad.
No confíes en lo que te dicen, ellos no son buenas almas, ni en su momento, buena gente.
Mires donde mires vayas a donde vayas, escuchas ruidos todo el tiempo, claro tu no le das importancia, es el viento, es un pájaro, se cayo algo. Pero lo que escuchas no son ruidos, por el contrario son sonidos de prevención, te miran y vigilan todo el tiempo, Tu obviamente sabes cosas de ellos, si te preguntara recitarías mil y un cosas, pues eso a ellos no les gusta. Se dejan a ver en lapsos muy cortos de tiempo, cuando estas solo o no puedes verlos, si se dejan ver, si se te descubren es que ya no te soltaran hasta que dejes de ser un problema.
Atrás de objetos reflectantes podrías verlos, como el agua por ejemplo, pero no te lo recomiendo. A las personas Que los vieron sin su consentimiento murieron. Si no me crees lee esto:
policía investiga misteriosa muerte de mujer en Guanina
guanina: En avanzado estado de descomposición y amarrada desde la cintura hasta los pies, fue hallada una fémina que flotaba en las aguas del río aledaño a la carretera 3116, kilómetro 3.4 de esta población. El informe oficial establece que el hallazgo del cadáver tuvo lugar el Viernes Santo a eso de las 2:20 de la tarde. No se indica qué personas localizaron a la víctima y procedieron a notificar a las autoridades.
De Ti depende salvarte, no investigues, no seas curioso, hazle caso a tu sentido común, no los convoques y no te burles de ellos, realmente yo tengo miedo, en la noche oigo caminar a alguien en el pasillo de un lado a otro, no se como parar eso, por eso te aviso que no juegues con esto. Para cuando leas esto te estarán viendo. Lee las palabras con mayúscula de la primera oración de los párrafos 1-2-3-4-7, hazlo deberías escucharme.
Me deberias escuchar
Ten Cuidado, si se enteran de que leíste esto no te dejaran tranquilo, hablo en serio.
Siempre a existido el temor de los fantasmas, almas las cuales no pueden descansar debido a sus promesas o trabajo sin cumplir. Vagan y caminan interactuando buscado ayuda o intentando comunicarse con la gente de diversas maneras. Pues olvidalo ellos se quedan aquí por gusto, en la cual la mayoría de los casos son por malas razones, caminan por las calles molestando a los cuales descubren sus pequeñas partes de su verdad.
No confíes en lo que te dicen, ellos no son buenas almas, ni en su momento, buena gente.
Mires donde mires vayas a donde vayas, escuchas ruidos todo el tiempo, claro tu no le das importancia, es el viento, es un pájaro, se cayo algo. Pero lo que escuchas no son ruidos, por el contrario son sonidos de prevención, te miran y vigilan todo el tiempo, Tu obviamente sabes cosas de ellos, si te preguntara recitarías mil y un cosas, pues eso a ellos no les gusta. Se dejan a ver en lapsos muy cortos de tiempo, cuando estas solo o no puedes verlos, si se dejan ver, si se te descubren es que ya no te soltaran hasta que dejes de ser un problema.
Atrás de objetos reflectantes podrías verlos, como el agua por ejemplo, pero no te lo recomiendo. A las personas Que los vieron sin su consentimiento murieron. Si no me crees lee esto:
policía investiga misteriosa muerte de mujer en Guanina
guanina: En avanzado estado de descomposición y amarrada desde la cintura hasta los pies, fue hallada una fémina que flotaba en las aguas del río aledaño a la carretera 3116, kilómetro 3.4 de esta población. El informe oficial establece que el hallazgo del cadáver tuvo lugar el Viernes Santo a eso de las 2:20 de la tarde. No se indica qué personas localizaron a la víctima y procedieron a notificar a las autoridades.
De Ti depende salvarte, no investigues, no seas curioso, hazle caso a tu sentido común, no los convoques y no te burles de ellos, realmente yo tengo miedo, en la noche oigo caminar a alguien en el pasillo de un lado a otro, no se como parar eso, por eso te aviso que no juegues con esto. Para cuando leas esto te estarán viendo. Lee las palabras con mayúscula de la primera oración de los párrafos 1-2-3-4-7, hazlo deberías escucharme.
Midnight.
Re: CreepyPastas {Terminados}
Aviso importante
dejare los creepys hasta aqui ya que tengo cosas que hacer, espero que les gustara ADIOS
dejare los creepys hasta aqui ya que tengo cosas que hacer, espero que les gustara ADIOS
Midnight.
Re: CreepyPastas {Terminados}
¡Que insensible sos!. La verdad que anoche casi no dormí, porque me quede con lo del primer creepy. Me desperté a las 3 de la noche, y me dormí a las 5 :datass:
Seguí subiendo creepys :jejeje:
Seguí subiendo creepys :jejeje:
Invitado
Invitado
Re: CreepyPastas {Terminados}
me encantaria seguir subiendo pero es que tengo cosas que hacer y pues... :( lo sientoDiamonds <> [amgiss] escribió:¡Que insensible sos!. La verdad que anoche casi no dormí, porque me quede con lo del primer creepy. Me desperté a las 3 de la noche, y me dormí a las 5 :datass:
Seguí subiendo creepys :jejeje:
Midnight.
Re: CreepyPastas {Terminados}
34 creepypasta
Autor destacado
Autor destacado
Había salido con unos amigos a pasar el rato paseando por la colonia local, visitando tiendas de videojuegos y de música. Era lo usual cuando estaba con mis camaradas Alan y Mario. Íbamos por el autobús platicando de trivialidades, como cuál era la chica que considerábamos más sexy en la escuela o qué tanto alcohol podíamos aguantar antes de comenzar a actuar como idiotas. Íbamos hechos una carcajada en el autobús, cuando notamos en nuestros relojes que ya eran más de las nueve de la noche y que nuestros padres debían estar preocupados. Telefoneé a mi madre para avisarle que llegaría un poco tarde, y como siempre solía hacer, puse una excusa que me pareció astuta: le avisé que nos habían invitado a cenar a Mario y a mí en casa de Alan. Eso siempre servía, siendo que él vivía con sus hermanas mayores y su tío. Sin embargo, cuando íbamos a medio camino en el autobús, nos dimos cuenta de que había una desviación en una de las avenidas debido a un accidente automovilístico. Debido al problema, podíamos hacer una de dos cosas: esperar a que el conductor del autobús tomara otra ruta, o podíamos bajarnos, caminar unas calles y tomar otro autobús que llegaría en menos tiempo. Optamos por la segunda opción. Lo que no teníamos en cuenta era que las calles estaban bastante oscuras y deshabitadas como para que pudiéramos pasar tranquilamente.
Pero ahí andábamos, tres jóvenes aventurados con ganas de resaltar como valientes e insultarnos si es que uno de nosotros se acobardaba. Íbamos camino por la calle principal, que iba de bajada como una rampa. Solitaria, con algunos automóviles estacionados y sin nada de luces en las casas que podíamos divisar. Recorríamos el lugar, un poco nerviosos, mientras pensaba que mis padres me desheredarían si se enteraban de que andaba en terrenos tan peligrosos. En un momento de conversaciones al azar para calmar los nervios, vimos una sombra que caminaba aleatoriamente por la calle sin tránsito alguno de vehículos, y no pudimos evitar sentirnos inquietos y más nerviosos por lo que vimos. En ese momento la sombra se detuvo, y nuestros oídos retumbaron con un chillido que lanzó antes de caer al suelo. Fue tan fuerte que sentí que me quedaría sordo. Me tapé los oídos y agaché mi cabeza.
Lo que ocurrió a continuación me acecha hasta el día de hoy. Jamás pude dormir después de lo que sucedió. No tengo esperanza de ello. Recuerdo que después de que la sombra emitiera el chillido, mis piernas se adormecieron y caí al suelo. Cuando me desperté, noté que estaba solo. Las calles se veían aún más tétricas y solitarias, pero esta vez no había nadie alrededor. Literalmente me sentí en el abandono más profundo que jamás pude haber imaginado. Corrí desesperadamente hacia adelante, buscando a mis amigos Mario y Alan. Sentía que las piernas se me doblaban por correr tanto, pero entre más recorría las calles solas y oscuras, más me daba cuenta de que el vecindario en donde estaba no era el mismo en el que los tres habíamos estado caminando. Entonces me detuve, presa de un inimaginable y frío pánico que recorría toda mi conciencia. Sentía ganas de llorar, de gritar y de pedir ayuda a todo pulmón, esperando que alguien dentro de su casa me oyese y decidiera salir a ayudarme.
Pero nada. Me hallaba solo, sumido en una desesperación increíble de la cual no tengo recuerdo de haber sentido antes. El terror de estar solo en un lugar así, un lugar tan frío y abandonado, que nada se parecía a las calles que recorría con mis camaradas. Recuerdo que me senté en posición fetal durante un par de minutos y comencé a pensar en toda la gente que extrañaba. Todos los que me apreciaban y a quienes apreciaba. También sentí un inmenso remordimiento por haberle mentido a mi adorada madre con lo de la cena en casa de Alan. Fue entonces cuando recordé mi celular, y cuando lo saqué y activé, vi la imagen de fondo, a todo color y en alta definición. Mi corazón comenzó a latir de prisa y un sudor frío me recorrió intensamente. Normalmente, tenía la imagen de uno de mis perros o algún videojuego, pero éste no era el caso. Vi una foto en la cual estaba Alan… tirado en el suelo, con la garganta cortada y sin ojos en las cuencas. Había mucha sangre.
Recuerdo que, del miedo, se me cayó el celular y se deshizo. En otras circunstancias me habría enojado por lo sucedido, pero el pánico y terror que me envolvían superaban cualquier otra emoción. Ahí fue cuando quebré en llanto. No pude soportarlo más. Me encontraba llorando desconsoladamente, arrodillado en el piso, cuando escuché que alguien se acercaba a mí. Recuerdo que tenía las manos en el rostro, pero al escuchar esos pasos giré mi cabeza y vi a Mario, parado y viéndome con una cara de seriedad que apenas podía notar. La oscuridad causada por la falta de muchas luces públicas hacía difícil distinguir con exactitud su rostro, pero llevo años de conocerlo. Sabía perfectamente que era él. Me levanté de un salto y corrí hacia él desesperadamente; sólo que él retrocedía, evitándome, lo cual me desconcertó (y me llenó de más angustia), pero aun así yo corría hacia mi amigo a paso veloz. La oscuridad era muy intensa, pero eso no me impidió divisar un detalle que me dejó helado y me detuvo en seco. Mario no retrocedía caminando… sus pies estaban a unos 10 centímetros del suelo. Flotaba, como si fuera jalado por hilos invisibles. Mi pánico no hacía sino crecer. Quería alumbrar con la lámpara de mi celular, pero recordé que lo había dejado unas calles atrás en el suelo, todo deshecho por la caída. Preferí seguirlo lentamente, intentando disimular el intenso miedo con el que lo veía. Le preguntaba por Alan, y dónde demonios estábamos. Él no respondía… sólo flotaba hacia atrás. Dentro de mí, algo me decía que debía correr en la dirección opuesta y tocar en alguna de las casas para tratar de conseguir ayuda; pero el hecho de que Mario estuviera en ese estado me hacía querer ayudarlo.
En un punto, se posó debajo de una luz pública que estaba tenuemente encendida. En ese momento se me erizaron los vellos del brazo de una manera tan fuerte que pensé que serían como una tabla con varios clavos expuestos. La mitad del rostro de Mario había sido arrancada de su cráneo, y podía fácilmente ver la cuenca del ojo izquierdo y el resto de sus huesos faciales, con trozos de carne colgando y con sangre. Su cuerpo estaba lleno de llagas y arañazos, y noté que sus tripas colgaban de su vientre abierto. Fue horrible. Me sentí en el borde de la locura absoluta, sintiendo más y más que esa terrible pesadilla me envolvía. Esta vez, llegué a mi punto de límite. Grité y grité de manera horrenda, jalaba los cabellos de mi cabeza con mucha fuerza, e incluso sentía cómo me desprendía trozos del cuero cabelludo. Lloraba peor que un niño hambriento, lo único que quería era morirme. Entonces, algo cambió. Algo detuvo mi arranque de locura. Abrí los ojos poco a poco, mientras comenzaba a escuchar unos pasos que se dirigían hacia mí. Cuando volteé a la luz pública, ya no estaba el cuerpo de Mario, y estaba apagada. Toqué mi bolsillo y sentí el bulto que mi celular forma en mi pantalón. Entonces, lo escuché de nuevo: ese infernal chillido que oí antes de que esta horrenda pesadilla comenzase. No lo aguanté de nuevo, las piernas se me adormecieron y caí de rodillas con los ojos fuertemente cerrados y las manos en los oídos. Caí al suelo, sintiéndome muy débil. Ese chillido no cesaba, pero también escuchaba unos pasos que se acercaban lentamente hacia mí.
De repente, volteé y vi de reojo a mi lado derecho un par de zapatos, manchados de algún líquido oscuro que también llegaba a la bastilla del pantalón. No pude ver más, debido a que caí inconsciente. Entonces, desperté. Me encontraba en el mismo sitio en donde escuché el chillido por primera vez, pero no se veía rastro alguno de Alan o de Mario. Las luces públicas iluminaban y, en pocas casas, había ventanas que dejaban ver habitaciones con las luces encendidas. Incluso, un vehículo pasó por la calle lentamente, y dio la vuelta. Se dirigió hacia mí. La ventana del copiloto se abrió, dejando ver a una señora de no más de treinta. Me preguntó acerca de una calle circundante mientras veía su celular; le dije que no sabía de esa calle. La señora se volteó a verme, y entonces abrió los ojos de par en par con una expresión de terror animal en su rostro. Soltó un grito y cerró la ventana del automóvil mientras que el hombre que conducía aceleró de inmediato. Entonces, confundido por la reacción de la señora, me giré a la derecha para gritar los nombres de Mario y de Alan. Vi hacia abajo y, en el piso, había un rastro de sangre que conducía a un callejón cercano. La zona se veía muy solitaria y oscura.
Iluminado por la lámpara de mi celular y preocupado, seguí el rastro. Escuche unos ruidos dentro del callejón, y me asomé para ver qué era. Vi dos siluetas, una sometiendo a la otra y lastimándola con un objeto que al principio no reconocí. Grité amenazando que llamaría a la policía varias veces, pero la silueta seguía. Supe que era un poco riesgoso, pero caminé lentamente hacia donde estaban. Iluminé con mi teléfono hacia ellos y, de repente, se me heló la sangre. La silueta de arriba, la del objeto… era yo. Mi propio ser, mi persona. Y la silueta de abajo… era Mario. Lo apuñalaba sin piedad, pero ya no gritaba. Sus tripas yacían expuestas, en el suelo, y la mitad de su rostro yacía sin piel. Fue aterrador. Entonces, el «otro yo» se detuvo… y volteó a verme. Era mi rostro… pero deformado, con los ojos totalmente rojos, como inyectados de sangre, y la piel pálida. Me di la vuelta para correr, pero vi a Alan en la entrada del callejón, estático, contemplando la horrible escena. Le grité que corriera, que se alejara. Pero no escuchó.
Corrí hacia él para sacarlo de ahí, pero cuando me le acerqué soltó un grito aterrador. Luego aparecí de nuevo en el callejón oscuro, un poco desconcertado. Volteé a donde estaba Alan… pero sólo vi su cadáver, en la posición exacta en la que estaba en la foto de mi celular. Grité horriblemente, salí corriendo y cuando llegué a una gran ventana que reflejaba, me vi a mí mismo, empapado de sangre en toda la ropa y en los brazos. Sostenía un gran trozo de vidrio lleno de sangre. Sí ocurrió. Yo… yo asesiné a mis dos mejores amigos, de manera cruel y despiadada. Caí de rodillas… y sólo pronuncié un «¿por qué?». Escuché de pronto una cavernosa voz de ultratumba, tan horrible que jamás encontraré las palabras para describirla. Repitió lo que dije, pero en tono sarcástico. «¿Por qué?». Volteé a mi derecha, con la cabeza hacia abajo. Alcancé a ver unos zapatos… los mismos que traía el sujeto en mi pesadilla antes de caer inconsciente. Mis zapatos… Entonces, cerré los ojos. Puso su mano en mi hombro, y con la misma voz, pronunció algo que, hasta estos días, encerrado en la prisión a la que he sido eternamente confinado, acecha mi mente y no me deja vivir sin dolor ni angustia.
«¿Por qué no?».
Midnight.
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