"The Boyfriend League" (joejonas & tu)

CAPITULO 4.

Durante la cena, solo comía y daba miradas de soslayo a Joe. Estaba casi enloqueciendo acerca de la muy poco favorable impresión que yo le había causado. Una torpe que se topó con él. Por no hablar de las fachas. No había ayudado que Tiffany hubiese susurrado:

—Bien, te deshiciste de la cara de payaso: —Antes de sentarnos a comer.

Mientras tanto mamá, papá y Tiffany lo acribillaron con preguntas.

— ¿Dónde creciste?

—En Round Rock

— ¿Eso es cerca de Austin, no?

—Si Señora.

— ¿Ahora vas a la Universidad de Texas?

—Sí, señor.

—Buen equipo.

Joe sonríe. —Sí, señor.

— ¿Tienes novia? —Eso, sorpresivamente, vino de Tiffany. Por el bien de Bird, me dije a mi misma. Necesitaba saber esa respuesta en caso que decidiera que él era el chico con que ella quería engancharse.

Joe se sonrojó. —No. No tengo mucho tiempo con la Universidad, la práctica, el trabajo…

— ¿Vas a la escuela de verano? —Pregunto Tiffany.

Joe se sonrojó más. —Uh, no, pero estaré trabajando.

El miro a mi mamá, luego a papá. El manager del equipo hizo arreglos para que trabajara en Ruby Tuesday, así que puedo ayudar con los costos extras de las comidas.

—No, no puedes —dijo mamá—. Eres nuestro invitado. Tenemos comida suficiente.

—Estaré aquí por casi dos meses y medio. Esas son montones de compras.

¿Compras? No es nuestra casa. Pero supongo que aprenderá.

—No te preocupes por eso. —Insistió mamá.

—Ella tiene razón, hijo, no te preocupes por eso —dijo papá—. Es nuestro placer tener un jugador de béisbol en la casa. Puedes dar gracias a ______ por eso. Fue su idea.

Joe me miró luego. —Gracias.

Sentí el calor irradiando en mi cara. —No hay problema.

Nos quedamos viendo el uno al otro. Él fue el primero que desvió la mirada. Debí ser yo. Sabía eso, pero realmente me gustaba verlo.

—Entonces, ¿Cuáles son las oportunidades para que los Horns sean los Campeones Nacionales de la NCAA (National Collegiate Athletic Association) el próximo año? —Pregunto papá. Y el momento incomodo se había desplazado a los jugadores, entrenadores, fortalezas, debilidades y estrategias.

¿He mencionado que papá es un ex alumno de la UT? Por lo tanto, Joe y papá no solo podían hablar de béisbol, también podían hablar de la Universidad.

Después de la cena, el sueño de papá se volvió realidad. El llevo a Joe al patio trasero para poder lanzar la bola por allá y por acá.

— ¿Vas unirte ______? —Pregunto papá.

—Tal vez en otro momento. — ¿Quería que Joe supiera que tenía un brazo lanzador decente?Así que subí, agarre mi teléfono celular de mi bolso de mano y llame a Bird. —Metí la pata.

— ¿Cómo hiciste eso? —Pregunto ella.

Le di un rápido resumen de todos mis momentos más memorables, incluyendo el fiasco del rímel.

—Cómo si lo notara. —Dijo Bird cuando termine.

—Oh, lo notó. Nunca había tenido a un chico viéndome tanto antes. El probablemente trataba de saber si era una marca de nacimiento, un tatuaje, o si estaba preparándome para Halloween unos pocos meses antes.

Ella se rio. Bird tenía una risa totalmente divertida que tenía algo que te hacía sentir mejor, aunque no quisieras sentirte mejor.

—Apuesto que estaba hipnotizado por tus ojos. Nadie tiene los ojos tan verdes como tú. Ni siquiera los de contacto pueden hacer los ojos tan verdes. En serio, es probable que ni se diera cuenta del rímel. —Repitió.

—Stephanie dice que los chicos realmente no prestan atención a cosas como esas. Pero puedo llamar a su línea caliente si quieres estar segura.

—No, tranquila.

— ¿Entonces, como luce Joe? Y comienza con las estadísticas vitales.

—Cabello negro, ojos azules, azules. Alto, delgado, medio callado. Pitcher. Nada de novia.

— ¡Fantástico! No puedo esperar a conocerlo.

No estaba segura por qué, pero no estaba especialmente emocionada por su entusiasmo de conocer a Joe. Ella era mi mejor amiga. Quería que tuviera novio. Solo que no estaba segura de que quisiera que fuera él.
— ¿Cómo luce tu chico? —Pregunte, ansiosa por continuar.

—Es un bombón. Nicholas Miller, pero todo el mundo lo llama Nick. Pelo oscuro, ojos marrones. Un poco más bajo de lo normal, pero lindo. Es receptor. Nada de novia, tampoco.

— ¿Y te gusta? —Pregunte.

—No realmente. Me refiero, es agradable, y me gusta hablar con él, pero no voy a tener problemas con el durmiendo al final del pasillo.

Me dije que no iba a tener problemas tampoco, pero no estaba segura.

—Tengo una idea —dijo Bird—. ¿Por qué no sales con mi chico, y yo salgo con el tuyo?

Eso se veía como una solución simple. No sabía porque no quería recurrir a ella. Tal vez porque no podía verla con Joe. Tal vez no quería verla con Joe. —No lo sé.

—No puedes salir con Joe. Me recordó.

—Lo sé. —Mamá no había hecho que Tiffany y yo firmáramos un contrato, pero nos hizo jurar con un puñado de cruces como si tuviéramos cinco años. Algunas veces nuestros padres no ven que crecimos.

—Ellos tienen su primera práctica mañana. —Dijo Bird.

Fui al sitio web del equipo e imprimí una lista de los jugadores. Vamos a darles un vistazo más de cerca mañana.

—Suena a un plan.

Un golpe sonó en la puerta cerrada. ¿Podría ser Joe? ¿Qué pasa si lo fuese? No me había cambiado para ir a la cama.

—Tengo que irme. —Dije.

—Ok. Nos vemos.

—Cerré mi celular y lo puse en la mesa de noche.

—¿______?

Era mamá. Antes de que pudiese responder, ella abrió la puerta y se asomó. — ¿Estas bien?

— ¿Por qué no habría de estarlo?

Ella entro y se sentó en el borde de la cama. Puse mis piernas debajo de mí. —Usualmente eres con la que juega tu papá. No estaba segura como te sentirías que porque él juegue con Joe.

Me encogí de hombros. —Me parece bien. Era una parte de las razones por las que sugerí alojar un jugador, para que así papá tuviera un chico con que pichar.

—Sabes que tu papá no deseaba que fueras un chico.

—Lo sé. Pero eso no significa que el no deseara tener un hijo.

—Eso es verdad, supongo. —Ella levanto algo de pelusa de la colcha.

— ¿Había algo más, mamá?

Ella me miro, sosteniendo la mirada. —Lucias bastante chiflada por Joe durante la cena.

Sentí el rubor apoderarse de mi cara. ¿Alguna vez se le escapaba algo de su atención? —Simplemente no estoy habituada a tener a un hombre en la mesa, eso es todo.

— ¿Y el rímel extra antes de la cena?

—Un tip que vi en el blog de Tiffany. Obviamente ella no menciono que se necesita más tiempo para secarse con tres aplicaciones.

Ella sonrió. — ¿Lees el blog de Tiffany?

—Ella es la experta en glamur.
—Usualmente no te importa el glamur.

—Tengo casi diecisiete. ¿No crees que sea tiempo de que lo haga?

—Creo que necesitas ser tu misma.

No pude evitarlo. Hice rodar mis ojos. Era una cosa tan típica que mamá dijera. Ella acaricio mi rodilla. —Te dejare con ese pensamiento.

Mamá era buena en no machacar un punto. Ella se levantó.

— ¿Mamá?

Ella se voltio y me miro.

Arrugue la cara. —Nunca he tenido novio.

Ella sonrió tristemente. — Lo sé, cariño, pero sucederá.

Asentí. Esa era su respuesta común, pero realmente necesitaba más. —Gracias por dejar que Joe se quede aquí con nosotros por el verano.

—Solo hazme saber si hay algún problema.

—Lo hare.

Después de que ella se fue, trate de mirar mi cuarto como si fuese una extraña. Con la excepción de mis poster de Hugh Jackman, Green Day y Chad Michael Murray, todo era beisbol. Lo amaba. Pero la pregunta importante era: ¿A los chicos les gustan las marimachas?