"The Boyfriend League" (joejonas & tu)

Su nombre era Joseph Jonas(Joe Jonas), y me dejó sin aliento. Literalmente.

Siguiendo el consejo sobre la correcta aplicación del rimel, que Tiffany habia publicado en su blog en la pagina web de Señorita Adolescente Ragland, acabo de terminar mi tercera capa de aplicación —una para la longitud, una para el ancho y otra para la belleza— cuando sonó el timbre. Como estábamos esperando que Joe llegara en cualquier momento, supe que tenía que ser él.

Rápidamente me mire en el espejo. Había decidido que mis planes para un novio requerían más que mis camisetas de costumbre, por lo que había unas pequeñas compras. Jeans nuevos de GAP y una musculosa de color roja de tirantes finos con pequeños lunares blancos y una amplia franja de encaje blanco a lo largo de la línea del cuello y en el centro. Mis zapatos eran de corcho con una correa en T y en el tobillo. Realmente con clase, pensé.

Había pasado la planchita por mí pelo, pero solo había conseguido hacer más liso mí pelo liso. Realmente no tenía tiempo para más. Además, mi pelo era una causa perdida.

Así, con una respiración profunda, me dirigí por el pasillo y baje las escaleras, tratando de no tropezar pero tratando de llegar a Joe antes de que Tiffany tuviera la oportunidad de impresionarlo.

De acuerdo con Stephanie, que se especializaba en psicología, para los chicos era todo acerca de la atracción física antes que nada. —Piensa en plumaje brillante — mi hermana Bird había dicho—. Para los chicos es todo sobre el sexo, para las chicas es todo sobre el amor. Venus. Marte. ¿Quién quiere tener sexo con un perro?

— ¿Otro perro? —Bird había preguntado sarcásticamente, cuando había terminado la lección de Stephanie de lo que era importante para los chicos.

Que estaba bien conmigo, porque no estaba lista, para saltar a la parte sexual. Por lejos, lentos besos eran los más lejos de la línea de lo que estaba buscando para este verano. Muy largos y lentos realmente.

Por lo tanto, era importante impresionar a Joe antes que Tiffany, así también tendrá una oportunidad con el equipo. En teoría, supongo que podría llevarnos a ambas cuando saliera con los chicos. Pero si solo elegía a una, quería ser yo.

Pude ver que no estaba en el hall de entrada y, conociendo a mamá, probablemente lo había llevado a la cocina por galletas calientes y leche.

La escalera terminaba en el pasillo de entrada, la pared junto a las escaleras que formaba un lado del pasillo que conducía a la parte posterior de la casa. No podía ver en el pasillo de las escaleras, pero había perfeccionado un columpio-alrededor. Me agarre del extremo de la barandilla para impulsarme y gire el pasillo.

¡Bam!
¡Me golpee derecho contra un grande y musculoso Joe! Se tambaleó hacia adelante hacia Tiffany —con quien, obviamente, había estado hablando y me caí al suelo.

Técnicamente, a lo mejor no me quito el aliento. Tal vez me lo quite sola. Pero, ¿Quién quería admitir que había sido torpe y tan estúpida para no mirar antes de dar la vuelta?

— ______. —Dijo Tiffany en un tono que daba a entender claramente: ¿Eres idiota o qué?

¿Cuál era la frase que por lo general usaba ante cualquier comentario que hiciera, que le hacía usar ese tono conmigo? Yo era de una manera más inteligente que ella.

— ¿Estás bien? —Preguntó Joe.

Y el tiempo se detuvo. Justo así. Se quedó inmóvil, como una gota de rocío suspendida, al igual que cuelga del extremo de un pétalo de rosa. Y fue como tuve una experiencia fuera del cuerpo.

Se arrodilló a mi lado, con el ceño fruncido con los ojos más azules que jamás había visto. Un azul marino profundo. Estaba lo suficientemente cerca que pude ver un anillo negro alrededor del borde exterior de la nada y que me pareció un pequeño círculo para hacer el azul mucho más rico.

Su rostro era perfecto. Mandíbula fuerte, una pequeña hendidura en la barbilla que de alguna manera le daba la personalidad a su cara. Parecía duro, y sin embargo no parecía duro.

Su pelo oscuro estaba rapado, probablemente porque jugó beisbol durante los meses más calurosos del verano de Texas. Sus patillas corrían a lo largo de sus orejas y servían como un marco oscuro de la cara.

Por favor, Por favor, Por favor, Tiffany, no le hables acerca del look Bruce Willis.

Incluso olía bien. Como el cuero. Me pregunté si sería capaz de olerlo en el cuarto de invitado después que se fuera.

¡Y se suponía que no tuviera este tipo de pensamientos! Había prometido a mamá que no tendría ningún interés en Joe, pero podía ver ahora que había hecho un voto que era más fácil decir que hacer. ¿Quién hubiera pensado que sería tan caliente?

Como si alguien hubiera chasqueado los dedos, el tiempo comenzó de nuevo.

— ¿Estás bien, cariño? —Pregunto mamá.

—Dios, ______, levántate. —Dijo Tiffany.

—Eso que le diste a Joe fue un golpe —dijo papá—. Tal vez necesitamos probarte para el equipo de futbol. El señor sabe que necesitamos un tacleador si vamos a las Estatales este año.

Me quería morir, absolutamente morir. Papá estaba hablando de ponerme en hombreras y cascos. “Resistente Mano Dura”, no era exactamente la imagen que quería proyectar. Por favor, piensa que está bromeando, Joe. Por favor, por favor, por favor, piensa que está bromeando.

Pero sinceramente, podía ver a papá en serio llamando al entrenador de la escuela de futbol antes de que la noche terminara. —Oye, Johnson, encontré algo de talento para ti.

No voy a probarme para el equipo de futbol —me queje mientras luchaba por incorporarme—. Perdón por golpearte.

Joe sonrió, una sonrisa maravillosa, sexy, que hizo que uno de los lados de su boca se levantara un poco más alto que el otro. —tengo tres hermanos. Empujarme me hace sentir como en casa.

Tomo mi mano y sentí una deliciosa chispa como una cascada de electricidad a través de mí. Me puso de pie. No podía dejar de estar decepcionada por la rapidez con la que me soltó. Me pregunte si había sentido la misma sensación, y si es así, si fue tan consiente de mi como yo de él.

—Por lo tanto, Joe, ¿cómo estuvo el viaje? —Mamá pregunto, como si detectara algo que no debía suceder.

—Estuvo bien —dijo—. Gracias a MapQuest, no me perdí ni una vez.

—Eso es maravilloso. Dijo como si fuera un logró importante y que estaba muy orgullosa, y me di cuenta que tal vez todos nos sentíamos un poco torpes con un extraño instalándose en casa.

—Queremos que hagas de está tu casa mientras estés con nosotros. —Dijo mamá.

—Se lo agradezco. —Dijo.

¿Podría la conversación ser más banal? Me pregunte si se sentía como si estuviera en un mal episodio de Conoce a tu nueva mamá.

—Hay un montículo de lanzador en el patio trasero —dijo papá—. Tal vez te gustaría probarlo después de la cena.

—Eso sería genial. —Dijo Joe.

—Tal vez podríamos hacer unos pocos lanzamientos antes de la cena. —Ofreció papá, con mucho más entusiasmo. El hada azul había llegado e hizo sus deseos realidad.

—En realidad, cariño, más tarde sería mejor —dijo mamá muy diplomáticamente—. Me estaba preparando para hacer una cena temprana en la mesa. Espero que te guste la carne a la cacerola.

—Sí, señora, me gusta. —Dijo Joe.

—Rara vez cocino, pero creo que está noche es una ocasión especial, merece un esfuerzo extra. Tiffany, ¿Por qué no me ayudas en la cocina mientras que ______ le muestra a Joe su habitación?

¡No lo podía creer! Mamá estaba en realidad entregándome unos minutos a solas con Joe.

¡Me gusta, me encanta y lo adoré!
Sube el próximo pronto, por favor.
¡Cuídate!
xoxo
Javi's Jonas

¡No lo podía creer! Mamá estaba en realidad entregándome unos minutos a solas con Joe.

—Estaré encantada de mostrarte tu habitación. —Dije, sonando como el botones de un hotel de lujo, dándome cuenta por primera vez de la gran bolsa de lona en el suelo a sus pies.

Se agacho y la recogió. —Enséñame el camino.

—Por lo tanto, tú eres lanzador. —Dije estúpidamente mientras subíamos por las escaleras.

El director del equipo había enviado a papá una hoja de información con todo lo que necesitaba los números de emergencia de Joe, información médica, pero nada de lo que era realmente importante. Quiero decir, no proporcionó estadísticas vitales como el color de ojos, color de pelo o si tenía novia.

—Sí. No jugué mucho este año porque soy un estudiante de primer año. Espero que pasar tiempo en un equipo colegial, jugando todo el verano, mejore mi brazo.

Casi dije algo muy cursi, como que no creía que su brazo necesitara mejorar, sobre la base en que la forma de las mangas de su camiseta naranja se ajustaba sobre sus bíceps. Pero me contuve, ya que acababa de conocerlo y podría no saber que estaba bromeando. Además no habría sido realmente una broma porque quería pulirse.

—Así que, ¿conoces a los chicos del equipo? —Pregunte.

—Conozco algunos, ya sea porque están en mi equipo de la Universidad o nuestro equipo jugo contra ellos.

—Debe ser jugar en el mismo equipo que tus rivales. —Dije al llegar el descanso.

—Realmente no lo pienso de esa manera los equipos son redefinidos por el verano.

—Oh, sí, supongo que si —inesperadamente me sentí estúpida, y no sabía por qué. No había dicho nada para hacerme sentir de esa manera, pero simplemente no se me ocurría nada inteligente que decir. Señale hacia las puertas francesas—. Esa es la sala de juegos, pero no tenemos ningún juego allí. Solo la televisión. Puedes configurar el TiVo para grabar lo que quieras.

—Gracias, pero no creo que vaya a tener mucho tiempo para la televisión.

¿Eso era debido a que planeaba a pasar el rato con los chicos? Tenía la esperanza de que fuera así, ya que quería seguirlo de cerca.

—Oh, está bien. Lo que sea — ¿Por qué estaba tan cohibida y nerviosa? ¿Era porque había caído en la cuenta de que un hombre venía a vivir con nosotros? Iba estar escaleras arriba, cruzando la sala—. Tu habitación es está de aquí.

Me siguió por el pasillo y me detuve frente a la habitación de invitados y di una extensión del brazo. —Nuestro cuarto de huéspedes oficiales.

Miro en su interior. — ¡Impresionante!

Sabía que le gustaría lo que había hecho a la sala antes de su llegada.

Mi habitación es una especie de libro de recuerdos vivos. Puedo mirarla y tantos recuerdos vienen a la vida. Las paredes están decoradas con banderines y fotos de jugadores de béisbol y gorras de béisbol por cada equipo que mi padre y yo hemos visto juntos. Había seleccionado algunos de mis carteles y fotos favoritas y las había puesto en la habitación de invitados, con la esperanza de que Joe se sintiera más en casa.

Camino al interior y puso su bolsa en la cama.

—Me encanta esa foto de Nolan Ryan —dijo, señalando a una foto enmarcada en la pared—. El tipo estaba lloviendo en sangre, y todavía no paro de lanzar.

Fue una de las más famosas fotos de Ryan, con sangre en su uniforme después de recibir un pelotazo en la boca durante un juego. Se había tenido que cambiar de camisa en varias ocasiones, ya que cada una se empapaba de sangre.

—Esta incluso autografiada. —Dijo Joe, el temor evidente en su voz.

—No es personalizada. —Lo que era una tontería decirlo, ya que, obviamente, podía ver que no lo era.

—Aun así. —Dijo.

—Sí, aun así —lo oía decir: Hey, chicos, les presento el desafío de mi conversadora hermana de acogida. Pero lo intente de nuevo—. Hay una tienda en el centro comercial que cuenta con todo tipo de cosas memorables autografiadas. Tal vez te gustaría ir allí algún día.

—Mi presupuesto es muy limitado.

—Puedes mirar sin comprar.

— ¿Dónde está la diversión en eso? —Se giró y me miró fijamente.

En mis ojos. ¡Deben gustarle mis ojos! A parto la vista y luego volvió a mirarme. No podía apartar los ojos de mi cara. Frunció el ceño ligeramente, y parecía que estaba mordiendo una sonrisa.

—Supongo que debería ir a comer, ¿eh? —Dijo finalmente.

—Oh, sí. —Sonaba asustada. Por lo tanto fuera de moda.

— ¿Hay algún lugar donde pueda lavarme las manos?

—Cuarto de baño.

Joe levanto una esquina intrigante de su boca. — ¿Dónde está?

— ¡Oh, bien! Se conecta con las dos habitaciones de este lado de la sala, aunque la otra habitación es la sala de la chatarra, por lo que no tienes que preocuparte de que nadie camine hacia a ti. Tiff y yo estamos en la sala y tenemos nuestro propio cuarto de baño. —Aunque normalmente usaba el baño de visitas, porque siempre Tiffany estaba secando cosas en el nuestro.

—Para ir a tu cuarto de baño privado, puedes ir a través de esa puerta, o entrar en el pasillo y llegar a ella de esa manera.

Me sentía como si estuviera divagando. Quería gritar: ¡Alguien que me calle!
—Está bien, voy a utilizar la puerta de aquí, y me encontrare contigo en el pasillo cuando haya terminado. —Dijo Joe.

—Está bien —me encogí hombros—. Voy a lavarme las manos, también.

Realmente no sabía por qué estaba tan nerviosa. Tal vez era en la forma en que dejaba de mirarme, como si estuviera tratando de encontrar algo mejor. ¿Podía ver a través de mí? ¿Sabía que quería impresionarlo, usarlo para acercarme a sus compañeros de equipo?Entré en el cuarto de baño del pasillo, el que estaba entre el cuarto de Tiffany y el mío. Puse las manos en el borde de la pileta, me incliné hacia el espejo. — ¿Podría ser más aburrida?

Entonces me di cuenta de lo que había estaba mirando. No eran mis ojos. Era un pequeño anillo de puntos negros donde mi rímel —cuando todavía estaba húmedo había tocado por encima y por debajo de mis ojos. Parecía una especie de artista del Cirque del Soleil.

— ¡Bien! ¡Simplemente genial! —Murmure.

Uno recibe una sola oportunidad para causar una primera impresión. Esto no era exactamente la impresión que había planeado hacer.