Stole my Heart {Tom Riddle} | TERMINADA.

Respondo;

❛Lágrimas de Puesta de Sol❜

─Furvam cor, sacramentim aedifice ─Tom dijo suavemente al grupo de estudiantes apiñados alrededor de él. Enseñó su antebrazo izquierdo al sentir que la piel se chamuscaba y cicatrizaba. Sus amigos se fijaron de cerca en la Marca que el encantamiento había dejado. Era una calavera oscura y fuera de su boca se deslizaba una serpiente. La calavera era signo de conocimiento y la serpiente, claro está, era una referencia a Slytherin.

─¿Ven? Simboliza el poder de Salazar Slytherin y por consiguiente el poder de nosotros ─Tom dijo suavemente, permitiéndole a su audiencia mirar la calavera, fascinados. Mi poder, corrigió por dentro. Estas personas de mentes simples nunca serían mas que seguidores suyos.

─Aparece sólo en la luz de la luna llena ─él continuó, dando vistazo al cielo por encima de ellos─ así que nadie podrá verla, la mayoría del tiempo.

Por ahora, pensó.

─¿Duele? ─un chico llamado Hamilius Lestrange preguntó sin aliento.

─Un poco ─Tom dijo en un tono confidencial─ Pero es un símbolo de nuestra unidad. Imaginen la grandeza que seremos capaces de alcanzar trabajando juntos. Seremos la alianza de brujas y magos más fuerte que este mundo jamás ha visto. Les prometo esto."

Y tan seductora era su voz, y la mirada en su rostro, y la manera en que hablaba, estaba y movía, que su audiencia estaba hipnotizada, incapaz de razonar por ellos mismos. Estas cosas imposibles que se les prometía eran de repente concebibles, sus sueños y esperanzas eran de repente dolorosamente real. Tom miró los rostros a su alrededor, vio sus expresiones de ambición y esperanza. Se dio cuenta de que, al igual que él, expresó su deseo de poder más que nada en el mundo, y sería peligroso ir a las longitudes para obtenerlo. Allí está, que ofrece la aceptación y la unidad en bandeja de plata. ¿Quiénes eran ellos para rechazar tal oferta?

─Las marcas también les avisarán cuando tenemos reuniones. De esta forma no tendremos que escabullir mensajes detrás de las espaldas de los profesores.

Les dio a sus compañeros un poco más de tiempo para pensar en su oferta, y luego dijo: "¿Les gustan?"

─¡Creo que están genial! ─una niña de tercer año de Slytherin exclamó.

─Van a resultar muy útil ─Rhion Malfoy, su compañero de séptimo año, anunció regiamente.

─¿Tu genio nunca dejará de sorprendernos, Tom? ─Nora Knightley dijo con una sonrisa de marca. Esto pareció convencer a todo el mundo, y todos ellos comenzaron a añadir sus elogios.

Tom sonrió, asintiendo y diciéndoles que había sido sólo una idea, mientras que interiormente se alegraba de su rápida aceptación del conjuro. Esta era su manera de darles algo que se sintiera muy parecido a una familia, y, por tanto, qlos hizo sentir más falsamente seguros que nunca.

Por las últimas semanas, las cosas habían ido bien para Tom. Su única frustración había sido Helen Nestowe. No podía entenderla Dumbledore esta evidentemente todavía interesado en ella, y la curiosidad de Tom había llegado a un nuevo nivel.

¿Por qué pretendía ser promedio cuando era obviamente muy brillante? ¿De dónde vino? ¿Por qué nadie más había puesto en tela de duda su rápida y misteriosa aparición? Tom había decidido que era inútil hablar con ella directamente después de esa noche en los pasillos. Cuando Gryffindor's estaban dispuestos a perder una gran cantidad de puntos sin ningún motivo, nunca era una buena señal. Ella, evidentemente, tenía un enorme secreto, y Tom tenía una persistente sospecha de que este secreto era algo que ver con él. Lo vio en la forma en que evitó sus ojos.

Era una bastante cálida y con brisa noche de Octubre cuando Tom subió las escaleras a la Torre de Astronomía. Se inclinó sobre la barandilla de uno de los balcones que se alineaba con el borde de la torre, y dejó que la brisa despeinara su cabello. El viento fresco le ayudaba a pensar más claramente, por lo que a menudo subía para escapar de los fríos confines de las mazmorras. El sol casi se había puesto; un pico flameante estaba desapareciendo en el extremo final del horizonte. No había visto la sombra que lo había seguido suavemente hasta la cima, no había visto la forma en que el rojo sol brillaba en el cuchillo de acero en su mano. Melody se detuvo lentamente cuando vio a Tom inclinado sobre el balcón, su cabello oscuro tirado atrás por el viento. Tenía una mirada de profunda contemplación en su rostro y parecía desconocer por completo de ella. Ahora es el momento, pensaba firmemente, y comenzó a avanzar.

─Espera.

Melody enfundó el cuchillo en su túnica al sonido de su voz, un creciente sentimiento de temor amenazaba asolarla. Tom no se había volteado, y quedó en silencio por unos momentos. ¿Había visto el cuchillo en su mano?

─¿Por qué estás aquí? ─dijo finalmente, enfrentándola. Se fijó en cada detalle de la chica de pie allí. Su largo, liso cabello de color marrón dorado, sus labios, la forma en que los últimos rayos del sol poniente miraban fuera de sus ojos ámbar, haciéndolos cautivadores y luminosos en la de luz que desvanecía.

─Vengo aquí a veces a pensar ─dijo ella vacilando. Parecía tensa, lista para saltar hacia atrás. Tom cruzó sus brazos y casualmente apoyó la espalda contra el lateral del balcón.

─¿Cansada de actuar, supongo? ─dijo abruptamente, tomándola por sorpresa.

─No.

─Eso es una mentira ─sonrisa sarcástica.

Estuvieron en silencio después de este intercambio rápido, y Tom sacudió la cabeza en incredulidad.

─Así no es como tu cabello realmente se ve, ¿verdad? ─dijo con un aire divertido.

─¡Sí que lo es! ─dijo con indignación, tirando de un mechón para mostrar que era real.

Él se rió fríamente, como sin tomar en cuenta sus palabras. Tom sacó su varita mágica y le dio un golpe en dirección general hacía ella.

Melody ahogó un grito el sentir su cabello cambiar. Los mechones recto se habían convertido en tupidos rizos. Ella gritó en horror cuando ella trajo sus manos a la cabeza.

─¿Qué... qué hiciste?!

─Sólo he invertido cualquier hechizo que pusiste en él ─respondió Tom serenamente, elevando una ceja.

Ella miró de un lado a otro, como si para asegurarse de que nadie había visto.

─¡Cámbialo de vuelta! ─ella siseó enojada, dándole una furiosa mirada. Tom pensó brevemente que se veía bien en esa manera, pero entonces, ¿qué le importaba a él el peinado de esta estúpida chica? A él no le importaba, eso era seguro. Con otro golpe de su varita, su cabello había regresado a su consistencia normal.

─¿Hay algo real en ti? ─Tom preguntó fríamente. Melody de repente parecía molesta, y Tom sabía que él la estaba molestando. Perfecto─ ¿De quién estás tratando tanto de ocultarte?

Tú, ella quería desesperadamente decir, sólo para obtener una reacción de él. Abrió su boca para crear una historia creíble, pero Tom le ganó a ella.

─No mientas ─dijo rápidamente─ No funciona conmigo.

Tomó un respiro profundo, locamente frustrada con su intuición. Aunque nunca lo admitiría, estaba cansada de actuar cada segundo del día. Ella quería tanto volver a casa, y su plan había sido frustrado una vez más. Todo era demasiado. Sintió las lágrimas picarle sus ojos.

─A decir verdad, estoy perdida ─susurró─ Estoy perdida y no sé cómo volver ─su voz estaba terriblemente tranquila y lleno de emociones. Si estaba actuando ahora, merecía un premio, decidió Tom. Al ver la primera lágrima derramarse de su ojo, la vio correr por su cara como una estrella fugaz desamparada, aparecío una emoción que nunca había sentido. ¿Acaso era pena?

─La biblioteca de Hogwarts tiene todos los mapas en el mundo. Si fueras inteligente, tan solo buscarías...

─No... de esa manera ─dijo con esfuerzo─ No perdida así.

Ella respiró tratando de retener los sollozos que amenazaban con atormentar su cuerpo. Se enojó internamente consigo misma por llorar. Por el amor de Merlín, este es Lord Voldemort enfrente de quien estás. Él fue el asesino con sangre fría de miles, pero no. No lo es. Aún no. ¿Qué esperabas, lástima?

─¿Por qué lloras? ─Tom preguntó de repente, fijando su mirada determinadamente en ella. Había un pequeño rubor en la parte de arriba de sus mejillas.

Melody lo miró, sus ojos, llenos de incredulidad y frustración.

─Te lo dije ya. Estoy perdida...

─No, no la razón por que estás llorando, yo sé eso. ¿Por qué lloras cuando estás molesto o triste? ¿Por qué cualquiera llora? Yo realmente no le veo el punto. No es como si derramar agua salada te ayudará a tu problema. Así que, ¿por qué?

Realización golpeó a Melody como una bludger. Él no entiende la emoción, pensó salvajemente. Él probablemente nunca ha derramado una lágrima en su vida.

─Eso es como, como... preguntar por qué el cielo es azul. Porque lo es. Porque eso es lo que siempre ha sido y probablemente hay alguna... larga explicación científica para eso que yo no sé, pero principalmente porque lo es.

Tom la miró con esa horrible expresión en blanco que ella estaba próxima a tenerle pavor.

─Entonces es estúpido llorar. Es estúpido cuando la gente hace algo porque "se supone que debe ser'"

Melody sintió un significado profundo en sus palabras, pero estaba demasiado disgustada para descifrarlas.

─¿Qué haces tú, entonces? ¿Reprimes todas tus emociones? ¿Las mantienes escondidas? Yo conocí a alguien que hacía eso ─dijo en un tono miserable─ Las cosas no funcionaron bien para él, al final.

Tom sabía que estaba tratando de decirle algo, incluso si ella misma no se daba cuenta.

─¿Quién es él? ─Tom preguntó.

Melody miró al determinado, sin embargo triste joven en frente de ella.

─Tú no lo conocerías ─dijo, su voz de ablandamiento, ya que habla─ Tú no lo conocerías en absoluto.

Tom miró su cara húmeda, que brillaba en la oscuridad. Se dio cuenta de que quería hacer algo por ella que nunca había querido hacer antes, que quería consolarla, calmarla, hacerla sentir mejor en cualquier forma posible. Sólo que no sabía cómo, ya que nunca había dado o recibido consuelo.

Y entonces se salió de eso.

¿Qué estás pensando? Se trata de Helen Nestowe, una actriz que ha engañado a todos. Ella está probablemente actuando ahora mismo! ¿Por qué la estoy escuchando?

Melody lo sintió de inmediato, una frialdad, una tensión en él que no había estado allí antes.

─Escuchar. No necesito a una sangre-sucia Gryffindor derramando sus frívolos problemas encima de mí, ¿de acuerdo? Ni siquiera te conozco. Eres nada para mí, nada más que una mentirosa, así que vete de aquí ─la voz de Tom ni siquiera se elevó cuando habló, pero fue un comando más contundente que cualquiera que Melody había escuchado jamás.

Miró a Tom Riddle, Voldemort, quien quiera que fuera, una última vez antes de darse la vuelta rápidamente y alejarse enfada. Sus fríos ojos negros fueron la última cosa que vio.

Respondo;

❛Enemigos más cerca❜

Dumbledore caminaba hacia delante y hacia atrás en su estudio, una acción que parecía estar haciendo frecuentemente últimamente. No era un estudio muy grande, en verdad, pero era lo que Dippet le había dado. Se sobresaltó por un golpe en la puerta.

Enderezando sus túnicas, caminó hacia la puerta y la abrió. Se sorprendió mucho por lo que vio en el otro lado.

─Buen día ─dijo a la joven bruja de pie justo afuera de su oficina. Era más joven que él, en sus primeros veinte años, habría adivinado. Tenia cabello largo y negro, y nítidos ojos color de avellana. Era nada menos que hermosa, con imperiosos pómulos altos y labios pequeños. Por el momento, su cara estaba llena de lo que parecía esperanzador entusiasmo.

─¿Profesor Dumbledore, estoy en lo cierto? Soy Minerva McGonagall y es un honor conocerlo, señor ─dijo reverentemente, sonriendo al tenderle la mano. Dumbledore la tomó, sorprendido por la animada emoción de la joven mujer.

─Ah, Minerva McGonagall, que bueno que usted ha llegado. El Ministerio la ha asignado a ser mi asistente, ¿es eso correcto?

Las mejillas color rosa de Minerva se ruborizaron, y ella asintió con vehemencia.

─Hasta que un puesto de trabajo se abra en otra escuela, sí, Profesor.

─No es necesario que me llames Profesor, ¿verdad? Después de todo, me temo que tenemos los mismos títulos.

Los ojos de Dumbledore brillaron y ella asintió.

─Estoy muy complacida de trabajar en Hogwarts, Prof... Albus. Ha sido mi sueño durante tanto tiempo, y espero estar aquí por el resto de mi vida...

Melody entró al aula de Pociones recelosamente. Había pensado acerca de Tom Riddle con bastante frecuencia, y había llegado a una conclusión sorprendente.

Desde el momento en que había llegado en 1943, Melody no había tenido la menor idea de qué hacer. Todo lo que sabía era que tenía que matar a Tom Riddle antes de que él la matara. Había parecido una tarea sencilla, salvo por el hecho de que él estaba al borde de descubrirla y era absolutamente imposible de seguir a hurtadillas. Por lo tanto, había comenzado a pensar en otras maneras de matarlo.

Mantén tus amigos cerca, pero tus enemigos más cerca.

Ahora sólo había una cosa que quedaba por hacer. Hacerse amiga de él.

Se rió por dentro. Si alguien me hubiera dicho hace un mes que yo estaría saltando a la oportunidad de hacerme amiga con Lord Voldemort, los hubiera hecho ingresar en un asilo para locos, sin duda. Tal ironía.

Ella se sentó junto a él.

─Lo siento ─dijo sin rodeos y un poco fuera de lugar. Él miró fijamente al frente, dejando de reconocer que ella estaba hablando.

─Yo no debería haber si quiera...

Tom se volteó a verla de repente, sus ojos atronadores con enojo.

─¿Tú no lo entiendes, verdad? Me imagino que te lo perdiste anoche cuando te dije que nunca me volvieras a hablar? Yo no te conozco y no quiero tener nada que ver contigo. Jamás ─él terminó. Ella podía decir por su voz que quería decir cada palabra. Esto está yendo bien Ella pensó irónicamente. ¿Qué hice para que se molestara tanto? ¡Esta fue una mala idea!

Lo miró por el rabillo del ojo. Él no había levantado su voz en lo más mínimo y su cara estaba tan tranquila, sin despeinar como siempre. Ella entornó los ojos en frustración.

─¿Puede hacer algo? ─preguntó y sin esperar una repuesta, le dio una cachetada.

Él ahogó un grito cuando su mano hizo contacto con su mejilla, levantando una mano a la marca que se estaba formando en donde le había golpeado. Luego se volteó hacia ella, puntitos rosados aparecían en su pálido rostro.

─¿Cuál es tu problema? ¡Tú, asquerosa, sangre-sucia, temperamental Gryffindor lunática!

La botella de Pociones en el escritorio de repente explotó, empapando a Melody en un líquido pegajoso de color amarillo. Para su total enojo, ella sólo sonrió.

─Estás loca ─él susurró en un tono mortal─ Tú no tienes ni idea de lo que te puedo hacer por esto.

Bueno, eso resuelve ese misterio, Melody pensó engreídamente. Él tiene sentimientos reales, y eso es útil saber. Tal vez no lo más amistosos sentimientos, pero es definitivamente un punto de partida.

─¿Qué está pasando aquí? ─el Profesor Alonzin gritó, una vez que había visto el desorden. Tom inmediatamente se enderezó en su asiento.

─Lo siento terriblemente, profesor. Yo... accidentalmente... golpee esa poción fuera de la mesa de trabajo. Voy a permanecer después de clase y lo limpiaré ─se ofreció sinceramente.

─No es necesario, señor Riddle, no es necesario. Estoy seguro de que fue un accidente ─el profesor Alonzin respondió de inmediato.

─Voy a tratar de tener más cuidado, señor ─Tom le aseguró mientras que el profesor se alejaba.

─Me enfermas ─dijo Melody, una vez que el profesor estaba fuera del alcance del oído.

Tom no la miró, simplemente agarró un trapo y comenzó a limpiar los remanentes líquidos de color amarillo en el suelo.

Ella no pudo dejar de preguntarse, sin embargo, si esta era la forma como ella misma se veía en torno a los maestros. Nah, pensó, sonriendo en una forma divertida, nadie podría ser tan gran mascota de los maestros como él.

Tom caminaba por el pasillo, con un muy mal humor.

La odio Pensó con sentimiento. Paró por un momento, no obstante. Él jamás había, en su vida entera, perdido el control como acababa de hacerlo. De hecho, si él no hubiera usado cada onza de su fuerza para contenerse, él estaba seguro que el techo se habría caído alrededor de ellos. ¿Qué había hecho para que estuviera tan enojado? Lo habían golpeado muchas veces antes y seguramente más fuerte que eso. De repente, era esa expresión engreída en su cara, o posiblemente que la bofetada había sido completamente sin provocación.

¿O de repente era por qué Tom no había querido hablar con ella en primer lugar? Cuando ella estaba alrededor, todo era diferente y Tom lo odiaba. Él había pasado toda su vida creando barreras contra sus sentimientos, pero cuando ella estaba allí parecían desaparecer. Resurgían sentimientos que había pensado muertos hacía tiempo. Ella estaba sin duda utilizando algún tipo de magia complicado para debilitar sus defensas. Además, no podía arriesgarse a asociarse con una Gryffindor hija de muggle.

Gryffindor. Él no quería hablar con ella y que no necesitaba hablar con ella. Ella no era de ventaja política para él y, por tanto, inútil. La lógica había sido siempre una parte importante de su carácter, y esta lógica parecía sin defecto.

─¡Riddle! Hey, ¡Riddle! ─él escuchó una voz fuerte voz gritar detrás de él.

Rhion Malfoy lo alcanzó, ojos plateados parpadeaban en lo que parecía diversión. Los dos chicos no habían gustado mucho uno del otro sino hasta el final del sexto año. Tom había odiado la malhumorada arrogancia de Malfoy, y el hecho de que había tenido todo en la vida entregado en bandeja de plata. Malfoy había resentido el hecho de que un inútil sangre mestiza le ganara en cada materia y se había ganado la posición de Premio Anual. Tom se había dado cuenta, sin embargo, de que no quería una familia tan poderosa como la familia Malfoy como su enemigo y había formado una alianza provisional con Rhion.

─Vi lo que sucedió en pociones hoy ─él dijo─ Esa chica Nestowe te abofeteó y no muy ligeramente, podría añadir. Debiste haber hecho algo terrible para hacer que se enojara tanto. Asquerosa sangre-sucia.

Aparentemente mi presencia es suficiente para provocarla, pensó irónicamente, pero en lugar dijo.

─Le dije un par de insultos a ella, menosprecié su familia y condición social un poco, y ella explotó. Ya sabes cómo son los Gryffindors.

Rhion asintió solemnemente, fallando en darse cuenta del sarcasmo en sus palabras.

─No vas a dejar que una sangre-sucia Gryffindor se salga con eso, ¿verdad? Arruinaría tu reputación.

─Por supuesto que no. Voy a tener que pensar en una horrenda forma de obtener que la expulsen en frente de toda la escuela. ¿Crees que sea lo duro suficiente?─ Tom preguntó impertinentemente.

─¿Por poner una mano en el gran Tom Riddle? Apenas vRhion dijo, riendo junto con Tom.

─Estoy tarde para Transfiguración, más tarde, Malfoy ─dijo Tom fácilmente, con un asentimiento de despedida.

Al alejarse, Tom hizo una mueca. Qué tipo, pensó con convicción. Se trata de una medida de su poder que incluso la gente que le gustaba menos, a ciegas se sentía cómoda a su alrededor. Después de todo, Tom Riddle era un encantador, encantador muchacho.

Claro está, también lo era Adolf Hitler.

Malfoy será un buen peón. Todos ellos lo serán.

─¿Más Veelas en Alemania? ─Melosy preguntó, sus ojos parpadeando con diversión hacia Chistoph Black─ Nop, no nada más que hay aquí, me temo.

Emma, quien estaba tirada en un sillón haciendo su tarea, se rió al ver como se le cayó la cara a Chistoph. Él nunca había conocido a una Veela, y esperaba que Melody hubiera conocido una en Alemania. Sería bueno si yo jamás hubiera ido a Alemania, Melody pensó con algo de diversión.

─He oído que les gustan mejor los hombres búlgaros. Probablemente todas viven allí ─ella inventó con indiferencia.

La sonrisa de Christoph regresó con relativa rapidez.

─Te vi abofetear a Riddle en clases hoy. ¿Qué fue todo eso?

Emma ahogó un grito y miró a Melody.

─Él me dijo un par de insultos, menospreció mi familia y condición social un poco, y exploté. Tú sabes cómo son los Slytherin's.

Christoph, irónicamente, falló en darse cuenta del sarcasmo en sus palabras.

─Baboso, idiota Slytherin ─dijo Christoph, claramente disgustado.

─Bueno... ─Emma interrumpió tímidamente─ Él es uno de los chicos que mejor se ve en nuestra clase. Oh, vamos, Helen, no me mires así... esos oscuros, misteriosos ojos...

─¡Emma! ¿¡Te das cuenta de quién estás hablando!? ─Christoph explotó de repente─ Tom Riddle, líder de los Slytherin's, ¡Malvado extra ordinario!

─Yo sólo estoy diciendo, Chris. Además, ¡haces parecer a Tom ser el propio Señor Tenebroso! ¡Como si! No me importa un chico que se pasa sobre la línea, de vez en cuando...

Melody, que se estaba poniendo muy incómoda con la conversación, levantó un dedo en señal de protesta, pero su chillido se ahogó por la voz de Christoph.

─Por lo tanto, si voy por ahí embrujando hijos de muggle sin motivo, ¡te gustaría más! ¿Es eso?

Emma lo miró a él con incredulidad, antes de gritar.

─¡Eres imposible, Christoph Black!

Ella dramáticamente se fue de la sala.

─¿Fue algo que dije? ─Christoph le preguntó a Melody cuando Emma ya no podía escuchar, antes de sonreír.

¿Es eso cómo Ron y Hermione son? Melody pensó de repente. Con razón Harry se vuelve loco cuando están alrededor de ellos. Se dio cuenta de que seguía pensado en los chicos en el tiempo presente.. una triste idea equivocada de su parte, ya que ambos estaban muertos.

─...así que, puedes? ─Christoph terminó.

─¿¿Huh?? Disculpa ─Melody dijo rápidamente. Él viró los ojos.

─Hay un partido de Quidditch, Slytherin vs Gryffindor. ¿Vienes a verme o no? ─los ojos de Christoph parecían esperanzados al mirarla a ella.

Melody se contuvo de torcer sus ojos. Algunas cosas nunca cambian, verdad? Chicos y sus deportes.

─No sé, Chris, yo... ─paró, a punto de decir que tenía mucho que estudiar, excepto por el hecho de que no tenía. No eres Melody, ¿Eres Helen, recuerdas?

─Claro, ahí estaré ─dijo finalmente. Mientras una sonrisa se esparcía en su rostro, era extraño que tanto se parecía a Sirius.

─¿Un partido de Quidditch? ─Minerva le preguntó a Dumbledore mientras caminaban de vuelta a su oficina─ En verdad, soy bastante parcial con Quidditch ─ella dijo, un rubor deslizándose en sus mejillas.

─Uno no encuentra muchas damas que disfruten el juego. Un aspecto honorable de ti─  Dumbledore dijo cortésmente. Su opinión de ella estaba creciendo con cada palabra que ella decía. Eso y el hecho de que la encontraba devastadoramente atractiva.

Dumbledore revisó su reloj de pulsera.

─Es tiempo de que le dé a uno de mis estudiantes una lección privada ─Dumbledore dijo, con un saludo de despedida.

─¿Puedo ir? Me encantaría ayudar ─Minerva se hizo oír, sus ojos brillando ante un nuevo reto.

─Me temo que no, Minerva. Este estudiante es... inquieto, podría decir. De repente te dejaré conocerlo en el futuro ─Dumbledore dijo suavemente, pero en un tono que sugería que el tema estaba cerrado. Minerva frunció el ceño pensativamente antes de asentir.

─Te veré en partido de Quidditch, entonces ─Minerva respondió, sólo un toque de decepción en su voz─ Me atrevería a decir que apoyaré a Gryffindor.

─El partido de Quidditch ─Dumbledore coincidió con una sonrisa.

En consecuencia, Melody, Minerva, Dumbledore, Christoph, Tom y hasta Emma se encontraron en el campo de Quidditch a las nueve y media el sábado en la mañana.

Era una cegadoramente hermosa mañana de Octubre y el soplaba a través de los árboles en una nostálgica forma fresca. Melody estaba sentada bien arriba en las gradas con Emma y unos cuantos Gryffindor's de séptimo año. Había esa eléctrica, contagiosa tipo de emoción en el aire que siempre estaba presente al principio de un partido.

─¡¡Y aquí está el equipo de Quidditch de Gryffindor!! ─el anunciador gritó cuando siete figuras en túnicas rojas salieron precipitadamente al campo y hacia el aire.

─¡¡Y los Slytherin's!! ─el comentarista volvió a gritar. Borrones de color verde y plateado hicieron un giro alrededor del campo de Quidditch antes de aterrizar. Los capitanes se dieron la mano y empezó el juego.

Melody se fijó hacia arriba en las dos figuras volando más alto en el cielo. Una punzada le atravesó el corazón cuando se dio cuenta de que ninguno de ellos era Harry. Uno, sin embargo, tenía el un estilo que le recordaba de la forma de volar de Harry. ¿Quién era él?

Mientras el juego progresó, Gryffindor tomó una ventaja definitiva, en parte por la excelente labor de Christoph como guardián. Ahora era sólo cuestión de que encontraran la Snitch y ganaría Gryffindor. Emma estaba vitoreando junto con los otros y de repente agarró a Meldoy por la muñeca y la arrastró entre la multitud.

─¡Vamos, Helen! ¡Quiero una mejor vista!

Melody se encontró a si misma apoyándose en un balcón en las gradas. Ellas estaban al mismo nivel con los aros de gol de 30 metros y podían ver el juego mucho más claramente que antes. Melody miró hacia arriba, echando una ojeada y ahora tenía una vista más de cerca de los dos Buscadores.

Los ojos de Emma estaban clavados en Christoph y su expresión estaba cambiando con todo lo que él hacía. Por lo tanto, ninguna de las dos chicas vio a Rhion Malfoy parar en seco en su escoba, mirando maliciosamente a Melody. Ahí estaba ella, obviamente esforzándose para ver algo muy por encima de ella, apoyándose sobre el borde en puntillas, apenas balanceada. Sólo un pequeño empujón...

Y entonces la bludger vino zumbando hacia Malfoy y él tomó el bate en sus manos y golpeó la pelota con una inmensa cantidad de fuerza hacia Melody.

¡¡Yo sé quién es!! Melody pensó finalmente. Ese és... pero su pensamiento fue interrumpido cuando algo la golpeó en la espalda y la lanzó a toda velocidad por encima del borde.

─¡¡Helen!! ─escuchó gritar a Emma, pero el dolor que golpeaba se estaba acentuando y Melody no se dio cuenta de que Emma le estaba gritando a ella. ¿Quién es Helen? Ella pensó vagamente. Tampoco se dio cuenta de que ella estaba gritando, gritando tan alto que ahogó la voz del comentarista.

Entonces sintió brazos fuertes envolverse alrededor de ella, sintió la solidez de un pecho a su espalda y tuvo la vaga noción de estrellarse contra el suelo. Finalmente, se desmayó.

Respondo;

❛Lo mejor para ellos❜

Tom abrió sus ojos, inmediatamente consciente de sus alrededores. Él estaba en la enfermería y había olvidado hacer su tarea de Encantamientos...

Estaba en la enfermería. ¿Cómo había llegado allí? La última cosa que recordaba era el partido de Quidditch y cómo había visto a Rhion Malfoy golpear la bludger hacía Helen Nestowe...

Los recuerdos regresaron desbordándose. Había hecho la caída más pronunciada que jamás había intentado en su vida, y había atrapado a Helen justo antes de que se sumergiera en una muerte segura. Había logrado subir su escoba sólo a unos metros del suelo, pero al parecer no había sido suficiente para evitar que se estrellaran.

¿Por qué? Fue la primera cosa que le vino a la mente. Él jamás había, y estaba seguro de que él jamás volvería a arriesgar su vida para salvar a alguien más. En un modo, la razón por que Malfoy había golpeado la bludger hacía Helen era culpa de Tom. Le había dicho a Malfoy que quería vengarse de ella, y Rhion había tomado su idea de la venganza a un nuevo nivel.

Tom giró su cabeza lentamente y para su sorpresa la vio acostada en una cama separada al lado de él. Se veía tan pálida y sin vida que se preguntó si estaba muerta. No que le importaba si lo estaba.

─¿Estamos despiertos, señor Riddle?

Tom volteó la cabeza hacia al otro lado y vio a Dumbledore sentado en una silla, mirándole con calma.

Tom trató de sentarse, pensando que nunca querría que Dumbledore lo viera así de vulnerable, pero un fuerte dolor en su cadera lo detuvo.

─Madame Baroma me ha informado de que te has fracturado la cadera. No podrás caminar durante dos o tres días, hasta que mágicamente se cure ─le informó educadamente Dumbledore.

Tom maldijo por dentro. Si había una cosa que odiaba, era ser débil, y acostado en una cama de hospital durante tres días sin duda no era su idea de fuerza.

─Salvaste la vida de Helen Nestowe ─dijo Dumbledore sin rodeos. Su mirada era inquisidora mientras miraba a Tom─ ¿Por qué?

─Era mi deber como Premio Anual, señor, garantizar la seguridad y el bienestar de todos los estudiantes ─respondió Tom inexpresivamente.

─¿Pero no cabe duda de que no es su deber de arriesgar su propia vida en el proceso? ─Dumbledore contestó uniformemente.

Tom tomó un respiro profundo.

─Me sentí responsable de su caída, profesor. Después de todo, se trata de un golpeador en mi equipo que la golpeó con la bludger.

─Hablando de Rhion Malfoy, ha estado esperando para verte. ¿Por qué no hacer que entre?

Dumbledore agitó su mano y Madame Baroma asintió en reconocimiento. Unos momentos más tarde entró en la habitación Rhion. ¿Acaso Rhion se veía un poco más pálido? ¿Estaban sus ojos un poco atormentados?

─Me complace decirle, señor Malfoy, que parece como si Helen no tendrá lesiones permanentes de la caída, gracias al Sr. Riddle aquí ─dijo Dumbledore gravemente.

Rhion corrió una mano a través de su cabello plateado, asintiendo con la cabeza lentamente.

─Dígame, señor Malfoy, ¿cuál fue la razón por la que la bludger hacía ella?

─Fue completamente no intencional, señor ─Malfoy mintió fácilmente─ Un cazador de Gryffindor estaba justo frente a mí un momento, y desapareció el siguiente. La bludger voló de largo y le golpeó a ella en la espalda.

Sus palabras fueron recibidas con silencio.

─Ya veo ─dijo Dumbledore. Era evidente, por lo menos para Tom, que Dumbledore no creyó una palabra.

─Yo tengo otros asuntos que atender, entonces. Sr. Riddle, ha hecho una cosa maravillosa hoy. El director ha acordado que se merece una Medalla de Mérito Mágico por sus acciones. Le deseo una pronta recuperación ─todavía había una mirada inquisitiva en los ojos de Dumbledore cuando se fue.

Rhion y Tom se quedaron, solos en silencio. La luz del sol fluía evasivamente a través de la ventana, que estaba cubierta con cortinas. Le daba a la habitación un tenue, perezoso tipo de luz que parecía silenciar el tenso silencio en la sala.

─Malfoy... ¿Qué estabas pensando? ¡Por supuesto que quería venganza, pero yo no quería matar a la chica!

─¿Qué te importa si vive o muere? ─Malfoy cuestionó agresivamente. Su pelo plateado parecía como si se lo hubiera peinado de lado apresuradamente, y sus mejillas estaban ruborizadas con indignación. Basta decir que él no estaba en su habitual calma y sereno.

─Es una gran cantidad de investigaciones y trámites que la escuela y tu familia no necesita, Malfoy, es lo que me importa ─dijo Tom severamente. No le importaba en absoluto, de verdad.

─Yo no creí que la matara, para ser honesto ─dijo Malfoy después de un tiempo─ Sólo quería darle un susto, ya sabes, para que supiera no meterse con los Slytherin's.

─Creo que no necesito tu ayuda con eso, Malfoy ─dijo Tom fríamente. Algo hizo clic en su cerebro. ¿Por qué la estás defendiendo? ¿Por qué estás defendiendo una Sangre-sucia?

─Está bien en verdad, sin embargo, ahora que ella no ha muerto. Creo que toda esta situación un poco divertida. Tus intenciones eran buenas, Malfoy, y eso es todo lo que importa ─dijo Tom ligeramente. No hay necesidad de perder un importante aliado por un malentendido.

─Gracias por sacarme de problemas, Riddle. No eres tan malo ─dijo Malfoy, que era lo más cercano a un cumplido como un Malfoy nunca diría. Tom asintió, y Rhion le dio un apresurado adiós, pero a zancadas de distancia. Eso dejó a Tom solo en el silencio.

Tom asintió, sintiéndose adormilado. Por supuesto que era la razón por la que había capturado. No había querido meterse en problemas, era todo. Lo había hecho para salvarse a sí mismo, y nadie más.

─...es de lo que se habla en el colegio, Helen ─Tom escuchó una voz decir desde lejos. Él no abrió sus ojos.

─¿Qué... Tom Riddle? ─él oyó decir a Helen incrédulamente.

─Deberías haber visto. Ese idiota de Malfoy golpeó una bludger hacia ti, y caíste fuera del balcón. Emma gritó, y tú gritaste, y todo el mundo sólo vio con horror como te desplomabas hacia abajo. Tom era el que estaba más arriba de todos los jugadores de Quidditch, pero tan pronto como te vio se lanzó en picado...

─...deberías haber visto... ─otra voz repicó.

─...como un cohete... ─dijo aun otra.

─¡¡Shhh!! Se lanzó en picado y te atrapó junto antes de que aterrizaras y entonces los dos se cayeron de su escoba, y todos estaban tan preocupados, Helen, pensaban que los dos estaban muertos.

─La cosa más valiente que jamás he visto hacer a un Slytherin ─él escucho una grave voz masculina admitir de mala gana. Christoph Black, por su puesto.

Tom abrió los ojos para ver tres estudiantes apiñados en torno a Helen, sus espaldas hacia él. La mirada en su cara era inolvidable. Se veía horrorizada. Su expresión era una máscara de dolor y sabía que no tenía nada que ver con sus lesiones.

Los Gryffindor's no tenían ni idea, como siempre. Emma le agarró la mano, diciendo:

─Debe estar en tanto dolor. Necesitas descansar. Te vamos a dejar ahora.

Melody asintió sin poder reaccionar mientras los veía salir. Sus ojos se fijaron en Tom por un momento y los cerró rápidamente. La puerta se cerró y quedó en silencio.

─No pretendas estar dormida ─dijo Tom después de unos momentos.

Ella abrió sus ojos finalmente y lo miró. Él la miró fijamente de vuelta, curioso de por qué había parecido tan dolida cuando se había dado cuenta de que él había salvado su vida.

─Me atrapaste cuando estaba cayendo ─dijo innecesariamente.

─Eso hice. Era mi trabajo, sin embargo.

─Dices eso acerca de un montón de cosas, ¿no? ─replicó Melody, un toque de rabia en su voz. De repente, se empujó a sí misma y se inclinó hacia adelante.

─¿¡Por qué tienes que hacer todo tan difícil!? ─gritó , aunque temía que pudiera atraer la atención de Madame Baroma. Su voz se elevó una octava. Tom arqueó una ceja. Ella actuaba como si hubiera tratado de asesinarla, no salvar su vida.

─¡No puedes simplemente hacerte cargo de tus propios asuntos! ─continuó.

─¿Qué, y dejarte caer?

─¡Tú no tienes idea de lo que estás haciendo! ─exclamó, dos enojadas lágrimas picándole los ojos.

Tom de repente se dio cuenta de cuál era el problema. Tenía un golpe feo en un lado de la cabeza, y era obviamente el signo de una concusión. No estaba pensando correctamente.

─Duérmete ─él dijo desapasionadamente. Al menos nos está lloriqueando encima de mí, Tom pensó agradecidamente. Pero entonces de nuevo, nunca había esperado que lo hiciera.

─¡¡Salvar mi vida no es tu trabajo!! ─ella dijo acusadoramente, su voz más alta que nunca─ ¿Así que, por qué? ¿Por qué lo hiciste?

─Vamos a poner algo claro aquí, Nestowe...

Pero se paró en seco cuando Madame Baroma interrumpió. Al parecer, la enfermera del colegio no había escuchado nada de su conversación.

─¡Madre mía, miren esto, los dos están despiertos! Eso fue algo muy valiente lo que hizo, señor Riddle. Helen le debe las gracias ─Madame Baroma dijo alegremente.

¡Pare! Tom quería gritar. Yo no soy un héroe, no soy valiente, yo no soy nada. Lo hice para salvarme a mí y a Malfoy de meternos en problemas.

─Cualquiera lo hubiera hecho ─dijo Tom indiferentemente, en vez.

Madame Baroma correteó en torno a ellos, tomándoles su temperatura y revisando sus lesiones.

─Bueno, señorita Nestowe, parece como si usted estará aquí por lo menos hasta mañana por la noche. No menos de tres días para usted, Sr. Riddle. La cadera es una cosa difícil de curar, incluso con la magia. Ahora quiero que los dos tomen esto.

Ella les entregó a cada uno, una humeante taza de líquido, y Tom lo reconoció como poción somnifera. No podía pensar, no ahora, y que necesitaba un escape. La tomó rápidamente y se sintió de inmediato comienza a dormitar.

Después que se fue Madame Baroma, Melody puso su copa en la mesita.

Tom le había salvado la vida y cuando se había enterado de eso, toda su resolución se había desplomado.

Miró hacía su pacífica forma durmiendo, asimilando su cabello oscuro y la piel pálida y la imperiosa expresión que tenía incluso cuando dormía. Ella podría matarlo ahora, y sabía que la situación no podría ser más perfecta. Él ya estaba en estado crítico, y su varita estaba allí... si realizaba Avada Kedavra, no habría manera de decir si había muerto de causas naturales, o si alguien lo había matado. Incluso entonces, ¿quién sospecharía que Helen Nestowe había matado a Tom Riddle, la misma persona que había salvado su vida?

Pero ella no podía, y esa era la línea final. Yo jamás podría matar a alguien que me salvó la vida. Y si se trataba de un código de honor Gryffindor o alguna ley de la naturaleza o algún sentimiento profundo que ella tenía en su interior, matarlo estaba totalmente fuera de cuestión. En todo caso, le debía su vida.

Ella le había gritado porque cuando ella se había dado cuenta de que no podía matarlo, se dio cuenta de que también había defraudado a sus amigos. No sólo sus amigos, en realidad, pero el mundo. El mundo sufriría la ira de Lord Voldemort a causa de los tontos sentimientos de una niña tonta. Si no la hubiera salvado, quizás ella hubiera tenido el corazón para matarlo.

Lágrimas le llegaron a los ojos cuando se dio cuenta de que no tenía idea de qué hacer. Ella miró a Tom, y por una vez no se veía embrujado o calculador o poderoso. Melody estaba de acuerdo con Emma en que definitivamente no se había equivocado acerca de la apariencia de Tom Riddle. Era clásicamente guapo y tenía una belleza como de estatua sobre él que no podía ser igualada.

Todo acerca de Tom estaba manchado con el hecho de que ella lo había visto matar sin piedad, no obstante. Ninguna cantidad de la belleza puede compensar las cosas que había hecho, las cosas que haría. ¿Cómo alguien tan maravilloso se volvió así...? Era brillante, hermoso, ingenioso, encantador, y había salvado su vida. Sintió una extraña revoltura en su estómago cuando lo miró.

¿Por qué salvó mi vida? Se preguntó. La última cosa que hice, de hecho, fue abofetearlo en toda la cara tan fuerte como pude. Yo no le creo por un momento que era "su trabajo." Y si no era su trabajo, entonces ¿qué pensaba que estaba haciendo?

Su rostro estaba siempre tan en blanco, su expresión tan frígida, que podía descifrar nada sobre él. ¿Qué estaba él sintiendo?

De repente le vino la impresión de que él no sentía nada. Si eso era la verdad, entonces Tom Riddle no tenía esperanza.

Tom se movió flojamente, preguntándose en dónde estaba. Abrió los ojos, y fueron recibidos por negrura. ¿Estoy muerto? Se preguntaba vagamente. Sus ojos comenzaron a ajustarse, y recordó que estaba en la enfermería. No había luces encendidas, pero las persianas estaban abiertas, y la luz de la luna entraba en la habitación, bañando sus habitantes en una perlada, espléndida luminiscencia.

Tom miró a Helen. Varios rayos de luna iluminaban sus cabellos chocolate miel, resaltando las partes que enmarcan su rostro. Su rostro, medio bañado en sombra, era una mezcla de luz y oscuridad. Oscuros labios, pestañas gruesas, suaves pálidos pómulos brillaban a la luz de las estrellas.

Momentáneamente, se movió. Ella abrió sus ojos, y que parecían extraños y turbados en la oscuridad que los envolvía a ambos. Él quitó sus ojos de ella y tomó un poco de agua de la taza al lado de su cama.

Parecía sorprendida de encontrarlo también despierto. Sus ojos se encontraron por un momento, los de ella grandes y un poco aprensivos, los de él como pedacitos de hielo negros medianoche, impenetrables.

─¿No podías dormir? ─ella preguntó con calma. Tom desvió su mirada y dijo nada. Ella suspiró y se percató del alivio que era no verlo a él como una víctima.

─Creo que realmente nunca te di las gracias por salvar mi vida ─dijo Melody suavemente.

─Muy por el contrario ─respondió Tom ironía. Él no parecía herido por eso. Simplemente estaba declarando una observación.

─Gracias, entonces. No hay mucha gente que haría eso por mí.

Nunca más. Tú los mataste a todos. Pero dejo esa parte sin decir.

Para su sorpresa, no saltó inmediatamente a defenderse. Hubo silencio durante casi un minuto antes de que Tom hablara.

─Supongo que debo decirte la verdad.

¿La verdad? el corazón de Melody comenzó a golpear. Ella esperó, conteniendo su aliento.

─Verás... básicamente yo le dije a Malfoy que te golpeara con esa bludger ─dijo Tom inexpresivamente. Una sensación como de hielo corrió a través de Melody.

─¿Tú... le dijiste?

─Bueno, quería vengarme de ti, más o menos, por cuando me abofeteaste. Quería mostrarte tu lugar. Le dije a Malfoy sobre eso, y él básicamente tomó venganza en sus propias manos. La única razón por la que te atrapé fue para que sacar Malfoy y a mí mismo de problemas. Así que no creas que es algún acto heroico...

─Nunca lo hice ─dijo fríamente. Yo debería haber sabido. Por supuesto que sólo lo hizo por sí mismo. ¿Cómo pude convencerme a mí misma de lo contario?

─Tú dijiste antes que yo no te conozco muy bien ─continuó Melody fríamente─ Bueno, si te conozco. Al menos, lo suficientemente bien como para entender que tú no te detendría ante nada para convertirse en el más poderoso mago en el mundo. Ni siquiera matando a personas inocentes, y mucho menos las Artes Oscuras.

Tom la miró.

─Tú no entiendes. Yo soy uno de los únicos de sangre mestiza en Slytherin. Tenía que hacer absolutamente lo que pudiera para probarme ante ellos. Para probar que yo pertenecía. Las Artes Oscuras sólo resultaron se la forma de hacer eso ─él dijo, sintiéndose de repente ahogado en calor. ¿Por qué le estaba diciendo esto? Era como si estuviera bajo los efectos de Veritaserum.

─¿Pero no puedes ver que las Artes Oscuras con malvadas?¿No puedes ver que sólo fueron creadas para herir a las personas?

Tom no podía evitar preguntarse por qué ella estaba fijada en este tema, así que él siguió hablando.

─Bien... mal... sólo son palabras la gente usa para justificar sus acciones. ¿Qué es lo 'correcto'? Nadie parece jamás saberlo, ¿verdad? Esto es debido a que no existe. Las personas, al final, sólo hacen lo que es mejor para ellos. Crecí en un lugar donde "lo correcto" es lo que me ayudaría sobrevivir. Artes oscuras no son malvadas para mí. ¿Por qué lo serían si me ayudan a sobrevivir? El bien y el mal son esencialmente la misma cosa. Al final, creo que todos los hombres son iguales también. La gente sólo hace lo que es mejor para ellos."

Y ella deseó con todo el corazón poder decir, no, Tom, no es verdad, si hay personas buenas y hay personas malas y es fácil distinguir qué es correcto de lo que está mal, porque, Tom, yo he estado al lado de Harry Potter toda mi vida y él siempre ha hecho lo que es correcto, pero nada de eso hubiera sido cierto. Harry era bueno y maravilloso, y desinteresado, pero aun él tenía un lado oscuro, y ella lo había visto salir cada cierto tiempo, cuando él pensaba que nadie lo estaba viendo.

Harry, el Héroe de la Luz, el Tesoro de lo Bueno, era malo en cierta medida. Todo el mundo lo es. Y, al mismo tiempo se dio cuenta de que Tom Riddle, el Futuro Señor de la Oscuridad, tenía que ser bueno, en cierta medida. De hecho, ¿por qué otras personas etiquetan a otras como «buena» o «mala»? Se dio cuenta de que todo el mundo era de manera flagrante una sutil mezcla de las dos.

La gente sólo hace lo que es mejor para ellos.

Ella deseaba que no fuera cierto. Bien y mal eran tal vez ilusiones creadas por pensadores melancólicos. Tom nunca había tenido padres que le inculcaran los valores y la moral tradicional en él. Había tenido que enseñarse a sí mismo. Era el pensador más brillante de su tiempo, y había llegado con esta lógica impecable que, en última instancia, le dio poder para hacer lo que los hombres nunca soñarían.

─Ya veo ─ella murmuró con calma. Tom estaba muy sorprendido por su reacción, aunque sólo asintió. ¿Dónde estaba la oposición, dónde estaban los argumentos opuestos, dónde estaba la duda? Nadie nunca estaba de acuerdo con él. Por otra parte, se dio cuenta, yo nunca he hablado con nadie de esto.

Melody paró por un momento.

─Así que atraparme... ¿era eso correcto?

Y entonces su cara pareció cerrarse. Sus ojos se pusieron en blanco y sin emoción.

─Atraparte... me ayudó, así que claro que era correcto.

Pero por primera vez que ella supiera, había un poco de incertidumbre en su voz.

Mientras Melody se dormía, se acordó de sus palabras, y se preguntó.

¿Tom era inherentemente oscuro o se había vuelto de esa manera? ¿Estaba él destinado a ser Lord Voldemort, o había ciertas situaciones lo que él era? ¿Dónde era posible dibujar una línea entre quien una persona era y quien una persona estaba destinada a ser?

La última cosa que ella recordó pensar era que Tom Riddle le recordaba innegablemente a Harry Potter.