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Hot For Teacher |Novela Colectiva|
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Página 5 de 7. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
Re: Hot For Teacher |Novela Colectiva|
Cami volvió... No se la llevo Christian... ni Matt. Ok, volvamos al capitulo. Me encanto. Ame como Camila lo desafío y Hazza todo coqueto se moría por ella.
Bueno, me alegra que volvieras. Ahora sigue Eddie te esperamos.
Invitado
Invitado
Re: Hot For Teacher |Novela Colectiva|
Otra temporada más en casa de papá. Ciertamente eran las preferidas de dueña de los encantadores ojos azules, ya que papá le cumplía hasta el más mínimo capricho, todo lo contario a mamá, la cual a veces solía limitarle las salidas de compras y los gastos: “Edith, tienes que aprender a no depender de lo material” era su típica frase, pues ella quería formar a una señorita de bien.
Eddie se aprovechaba de su padre, en eso no había dudas. Aunque él también quisiera que su hija no fuera a convertirse en una persona materialista, creía que esa era una manera de compensar el mal rato que ella estaba pasando por la separación del matrimonio, cosa que desde un punto de vista práctico, era cierto, la pequeña Cullen se distraía, solo eso importaba.
Pero esa mañana era diferente, esa mañana comenzaba su camino hacia el verdadero futuro, donde las cosas se ponían más serias. Ya había reprobado el año anterior gracias a la fastidiosa materia de álgebra, la cual no le permitió graduarse e ir a la grandiosa Oxford.
-Papá, estoy lista –anunció la castaña con cansancio bajando los escalones.
Estaba tan ocupada actualizando su estado en Facebook que no reparó en la despampanante pelirroja que se hallaba al centro del vestíbulo, con quien Carlisle discutía en voz baja.
-¡Papá!, ¿quién es esta zorra y que hace en mí casa? –exclamo con disgusto la pequeña Cullen cuando la miró.
-¡Edith! –reprendió el doctor.
-Tranquilo amor, así son los adolescentes a su edad –interfirió la pelirroja bien vestida- soy Lucy, la novia de tu padre –le dedicó una sonrisa maléfica a la hija de su supuesto novio.
-¡Cómo pudiste! –Se escandalizó Eddie, poniéndose de frente a su padre- Esta tipa no es más que una… ramera caza fortunas. ¡Por esta basura dejaste a mi madre! –elevó la voz a pesar de los intentos de Carlisle por hacerla guardar silencio, ya que no le permitía dar una explicación.
-Espérame en el auto, ya hablaremos –dijo el hombre rubio- ¡Por favor! –insistió.
Completamente enfurecida y aún más decepcionada no tuvo otra opción que obedecer a la petición de su padre, subió al llamativo auto negro dando un escandaloso portazo. Se colocó los audífonos cantando “Clocks” a todo volumen en lo que su padre llegaba al auto, una vez que lo hizo ignoró sus llamados hasta que le quitó los audífonos.
-¡Por qué hiciste eso! –gritó molesta.
-Eddie, escúchame por favor… -El señor Cullen intentaba explicarle a su hija la situación de la pelirroja ojiverde.
-Se me hace tarde para la escuela. Lo hablamos luego –Exasperó Edith.
Finalmente llegaron al conocido instituto, el más grande dolor de cabeza de Eddie. Pero en esos momentos cualquier lugar era bueno para evitar ver a su padre, aparte necesitaba un espacio para idear una venganza o más bien una broma pesada en contra de la arrastrada de Lucy. Sin dirigirle una sola palabra a su papá la menor de los Cullen salió del auto y camino entre la multitud que le abría paso al advertir su presencia.
¡Por fin! Ahí estaban sus entrañables amigas, las cuales la comprendían siempre y le apoyaban en todo. Conversaron unos momentos para luego encaminarse a la clase de física, como si nada pudiera ir peor se dio cuenta que el día terminaría con el tormento de álgebra.
Tomo lugar en la primera fila al costado de Paula, desde donde vieron desfilar al señor Payne, un hombre joven de actitud optimista y comprensiva. Bien, al menos este año los profesores no eran unos vejestorios irritantes como los del curso pasado… Esta vez eran fabulosos, hombres jóvenes y guapos, bastaba con recordar al señor Payne, o Horan para tomarle gusto a las asignaturas…
A última hora álgebra, la molesta álgebra tomo posesión de su turno. Pero este día, Edith no quería tener más dolores de cabeza, ¿quién sería su nuevo catedrático? Nadie le aseguraba que fuera un sueño de hombre como los pasados, ¿qué tal si era una chica? O peor aún: un anciano sin dientes, solo unos postizos apropiándose de su boca cada que hablara, derramando saliva por cada palabra, ¡no, no, no! “Suficientes decepciones por hoy” –pensó Eddie.
Fingiendo un fuerte dolor de cabeza entró en la enfermería exigiendo atención de inmediato, la enfermera un poco sulfurada por su rebelde actitud no hizo más que tenderle una aspirina con un vaso de agua cristalina.
-Estarás bien. Ve a clases –dijo.
-¡Me duele bastante! Padezco migraña –se quejó Edith.
-Señorita Cullen, obedezca. En su historial médico no hay nada sobre migrañas. No, espere si lo desea puedo llamar a su padre y… -comentaba la enfermera hasta que la chica de piel pálida la interrumpió.
-Me siento mejor, gracias.
Totalmente encolerizada se dirigió a su aula, donde la clase de álgebra ya había comenzado. Abrió la puerta sin pedir permiso, después de todo era Edith Cullen ¿quién se atrevería a amonestarle? Un hombre de cabello castaño claro se encontraba de espaldas, anotando cosas sobre el pizarrón, Rose sacudió sus mano derecha en alto atrayendo la atención de Eddie, indicándole que había un asiento vacío a su lado, el cual se encontraba centrado en la segunda hilera de forma horizontal.
Ignorando la presencia del hombre de espaldas, la señorita Cullen entro sin pedir permiso.
-¡Alto ahí! –interfirió una sexy voz varonil. Pertenecía al hombre castaño.
Edith levanto la vista dirigiéndola a los ojos verde mar del muchacho, apenas iba a la mitad del camino.
-¿Sí? –cuestiono la pupilas azules con un tono molesto implícito en su voz.
¡El profesor no era para nada un anciano! Era un hombre joven, apuesto y sexy, con unos ojos alucinantes, un cabello rebelde y brillante, dueño de un cuerpo bien torneado que lograba percibirse debajo del saco negro que portaba, un rostro en exceso atractivo y unos labios… delgados y suaves, demasiado provocadores. Vestía una camisa blanca con tres botones sin abotonar, un jean oscuro algo ajustado y unos zapatos negros que hacían juego con el saco anteriormente nombrado.
-¿A quién le ha pedido permiso para entrar…? –interrogó con expresión severa el nuevo catedrático.
-Yo jamás he pedido permiso para realizar mis acciones –la castaña respondió desafiante.
-Tiene malos hábitos –comentó sin abandonar la gesticulación seria- De acuerdo, entonces me veo en la necesidad de informarle que mientras se encuentre en mi clase debe pedir permiso para entrar y está prohibido llegar tarde… Pero por ser el primer día haré una excepción, tomé asiento y que no se vuelva a repetir–indicó.
Ambos regresaron a lo suyo, el profesor al pizarrón y Eddie a alcanzar ese asiento.
-¡Woow! –exclamo una vez que estuvo al costado de Rose.
De inmediato soltaron unas risitas cómplices… ¡Vaya hombre! Al menos por un instante ese chico de ojos deslumbrantes hizo sentir algo afortunada a su desobediente alumna, eso ni negarlo.
-Bien… comenzaré por presentarme yo. Soy Louis Tomlinson, y seré su nuevo profesor de álgebra… temporalmente –eso último lo dijo en un leve susurro que la señorita Cullen alcanzó a escuchar, ya que estaba demasiado atenta observando las perfectas facciones de su profesor… y tal vez viceversa- Estudie para ingeniero civil, pero por jugadas del destino aquí me tienen. Bien, a continuación ciertas reglas que deben seguir, claro siempre y cuando deseen estar aquí, de lo contario la puerta es demasiado amplia para el que guste. Primero: Sean puntuales –Eddie no pudo evitar reír con esta indirecta tan directa.
¡Pero qué risa tan más fastuosa!, ¡qué sonrisa tan más deslumbrante!… Hace mucho que Louis no veía algo similar, quizá nunca había visto tanta belleza junta en una sola persona como en Edith Cullen.
-Continuando, cumplan con trabajos… quiero que sepan que detesto las cosas mal hechas o elaboradas sin cuidado, les advierto que sin orden no hay calificación…
El señor Tomlinson menciono varios puntos de importancia, ¿pero que más daba? Era una completa distracción para la chica de ojos almendrados, ¿a quién se le ocurre poner a alguien como él de profesor?
-¿Preguntas? –cuestiono Lou.
Gracias a la interrogación de Jena Marin, Eddie supo que Louis tenía 26 años, siete más que ella.
Finalmente la clase de álgebra concluyó. ¿Algún pretexto para hablarle al señor Tomlinson? Ninguno. Edith no tenía ningún pretexto coherente para acercarse a él, lo habría tenido si estuviera de buen ánimo, lo cual gracias a la tal Lucy no iba bien, no deseaba llegar a casa y escuchar la explicación de su padre, ¿qué tal si resulta que esa zorra era en realidad su novia? Y que por ella él se divorciaría de Esme, para siempre… El solo pensar que esas sospechas podría ser reales producía en ella una melancolía terrible y un miedo aun peor, ¿qué sería de ella y de Edward?, ¿siempre vivirían así, épocas con papá y épocas con mamá? Un nudo formado en la garganta le impidió salir, le dijo a Rose que le esperara afuera, aun no quería explicarles la situación, necesitaba un minuto para ganar la batalla en contra de las lágrimas… cosa que no pudo lograr.
Mientras tanto, Louis acomodaba sus cosas dentro de su carísimo maletín de piel, fue entonces, cuando guiado por un impulso, su vista llegó hasta la chica que lloraba en silencio con la cabeza gacha, ¡oh, no! Se trataba de la chica bonita y rebelde de celestes pupilas esplendorosas.
-Señorita, ¿está usted bien? –se acercó a ella manteniendo una distancia considerable, ahora él luchaba contra las ganas de ir y abrazarla que comenzaban a cosquillearle los brazos
-Sí... –musitó- ¡No, no lo estoy! –corrigió la castaña mientras se ponía de pie y acortaba el espacio para ir y abrazarse a su nuevo profesor.
¡Pero qué sensación tan más extraordinaria! Instantáneamente los fuertes brazos de Louis correspondieron al conmovedor abrazo, el aroma dulce de su sedoso cabello negro a la par de la fina y suave fragancia de Eddie se apoderaron por completo del olfato de Louis, mientras que a Edith el cuerpo corpulento y el sexy perfume de su nuevo profesor lograron estremecerla de inmediato.
-Lo siento Louis, yo… -Eddie intentaba justificar su pérdida de compostura una vez que se apartaron.
-Señor Tomlinson –interrumpió el catedrático apagando repentinamente el encanto del momento.
-¿Perdón? –se desconcertó ella.
-Llámeme señor Tomlinson –explicó Louis haciendo evidente el distanciamiento, dando lugar a una formal relación de “Profesor-alumna”
Tomlinson intentaba convencerse de que era lo mejor para ambos, además él siempre había sido un chico conservador y sensato, no podía establecer una relación llena de confianza con aquella chica que hace unos segundos logro hacerlo perder el control de sí mismo una vez que la tuvo cerca, ya que por unos instantes no pretendía apartarse de ella, hasta que el sentido común de ambos se interpuso en el vibrante abrazo haciendo que se alejaran.
Eddie se aprovechaba de su padre, en eso no había dudas. Aunque él también quisiera que su hija no fuera a convertirse en una persona materialista, creía que esa era una manera de compensar el mal rato que ella estaba pasando por la separación del matrimonio, cosa que desde un punto de vista práctico, era cierto, la pequeña Cullen se distraía, solo eso importaba.
Pero esa mañana era diferente, esa mañana comenzaba su camino hacia el verdadero futuro, donde las cosas se ponían más serias. Ya había reprobado el año anterior gracias a la fastidiosa materia de álgebra, la cual no le permitió graduarse e ir a la grandiosa Oxford.
-Papá, estoy lista –anunció la castaña con cansancio bajando los escalones.
Estaba tan ocupada actualizando su estado en Facebook que no reparó en la despampanante pelirroja que se hallaba al centro del vestíbulo, con quien Carlisle discutía en voz baja.
-¡Papá!, ¿quién es esta zorra y que hace en mí casa? –exclamo con disgusto la pequeña Cullen cuando la miró.
-¡Edith! –reprendió el doctor.
-Tranquilo amor, así son los adolescentes a su edad –interfirió la pelirroja bien vestida- soy Lucy, la novia de tu padre –le dedicó una sonrisa maléfica a la hija de su supuesto novio.
-¡Cómo pudiste! –Se escandalizó Eddie, poniéndose de frente a su padre- Esta tipa no es más que una… ramera caza fortunas. ¡Por esta basura dejaste a mi madre! –elevó la voz a pesar de los intentos de Carlisle por hacerla guardar silencio, ya que no le permitía dar una explicación.
-Espérame en el auto, ya hablaremos –dijo el hombre rubio- ¡Por favor! –insistió.
Completamente enfurecida y aún más decepcionada no tuvo otra opción que obedecer a la petición de su padre, subió al llamativo auto negro dando un escandaloso portazo. Se colocó los audífonos cantando “Clocks” a todo volumen en lo que su padre llegaba al auto, una vez que lo hizo ignoró sus llamados hasta que le quitó los audífonos.
-¡Por qué hiciste eso! –gritó molesta.
-Eddie, escúchame por favor… -El señor Cullen intentaba explicarle a su hija la situación de la pelirroja ojiverde.
-Se me hace tarde para la escuela. Lo hablamos luego –Exasperó Edith.
Finalmente llegaron al conocido instituto, el más grande dolor de cabeza de Eddie. Pero en esos momentos cualquier lugar era bueno para evitar ver a su padre, aparte necesitaba un espacio para idear una venganza o más bien una broma pesada en contra de la arrastrada de Lucy. Sin dirigirle una sola palabra a su papá la menor de los Cullen salió del auto y camino entre la multitud que le abría paso al advertir su presencia.
¡Por fin! Ahí estaban sus entrañables amigas, las cuales la comprendían siempre y le apoyaban en todo. Conversaron unos momentos para luego encaminarse a la clase de física, como si nada pudiera ir peor se dio cuenta que el día terminaría con el tormento de álgebra.
Tomo lugar en la primera fila al costado de Paula, desde donde vieron desfilar al señor Payne, un hombre joven de actitud optimista y comprensiva. Bien, al menos este año los profesores no eran unos vejestorios irritantes como los del curso pasado… Esta vez eran fabulosos, hombres jóvenes y guapos, bastaba con recordar al señor Payne, o Horan para tomarle gusto a las asignaturas…
A última hora álgebra, la molesta álgebra tomo posesión de su turno. Pero este día, Edith no quería tener más dolores de cabeza, ¿quién sería su nuevo catedrático? Nadie le aseguraba que fuera un sueño de hombre como los pasados, ¿qué tal si era una chica? O peor aún: un anciano sin dientes, solo unos postizos apropiándose de su boca cada que hablara, derramando saliva por cada palabra, ¡no, no, no! “Suficientes decepciones por hoy” –pensó Eddie.
Fingiendo un fuerte dolor de cabeza entró en la enfermería exigiendo atención de inmediato, la enfermera un poco sulfurada por su rebelde actitud no hizo más que tenderle una aspirina con un vaso de agua cristalina.
-Estarás bien. Ve a clases –dijo.
-¡Me duele bastante! Padezco migraña –se quejó Edith.
-Señorita Cullen, obedezca. En su historial médico no hay nada sobre migrañas. No, espere si lo desea puedo llamar a su padre y… -comentaba la enfermera hasta que la chica de piel pálida la interrumpió.
-Me siento mejor, gracias.
Totalmente encolerizada se dirigió a su aula, donde la clase de álgebra ya había comenzado. Abrió la puerta sin pedir permiso, después de todo era Edith Cullen ¿quién se atrevería a amonestarle? Un hombre de cabello castaño claro se encontraba de espaldas, anotando cosas sobre el pizarrón, Rose sacudió sus mano derecha en alto atrayendo la atención de Eddie, indicándole que había un asiento vacío a su lado, el cual se encontraba centrado en la segunda hilera de forma horizontal.
Ignorando la presencia del hombre de espaldas, la señorita Cullen entro sin pedir permiso.
-¡Alto ahí! –interfirió una sexy voz varonil. Pertenecía al hombre castaño.
Edith levanto la vista dirigiéndola a los ojos verde mar del muchacho, apenas iba a la mitad del camino.
-¿Sí? –cuestiono la pupilas azules con un tono molesto implícito en su voz.
¡El profesor no era para nada un anciano! Era un hombre joven, apuesto y sexy, con unos ojos alucinantes, un cabello rebelde y brillante, dueño de un cuerpo bien torneado que lograba percibirse debajo del saco negro que portaba, un rostro en exceso atractivo y unos labios… delgados y suaves, demasiado provocadores. Vestía una camisa blanca con tres botones sin abotonar, un jean oscuro algo ajustado y unos zapatos negros que hacían juego con el saco anteriormente nombrado.
-¿A quién le ha pedido permiso para entrar…? –interrogó con expresión severa el nuevo catedrático.
-Yo jamás he pedido permiso para realizar mis acciones –la castaña respondió desafiante.
-Tiene malos hábitos –comentó sin abandonar la gesticulación seria- De acuerdo, entonces me veo en la necesidad de informarle que mientras se encuentre en mi clase debe pedir permiso para entrar y está prohibido llegar tarde… Pero por ser el primer día haré una excepción, tomé asiento y que no se vuelva a repetir–indicó.
Ambos regresaron a lo suyo, el profesor al pizarrón y Eddie a alcanzar ese asiento.
-¡Woow! –exclamo una vez que estuvo al costado de Rose.
De inmediato soltaron unas risitas cómplices… ¡Vaya hombre! Al menos por un instante ese chico de ojos deslumbrantes hizo sentir algo afortunada a su desobediente alumna, eso ni negarlo.
-Bien… comenzaré por presentarme yo. Soy Louis Tomlinson, y seré su nuevo profesor de álgebra… temporalmente –eso último lo dijo en un leve susurro que la señorita Cullen alcanzó a escuchar, ya que estaba demasiado atenta observando las perfectas facciones de su profesor… y tal vez viceversa- Estudie para ingeniero civil, pero por jugadas del destino aquí me tienen. Bien, a continuación ciertas reglas que deben seguir, claro siempre y cuando deseen estar aquí, de lo contario la puerta es demasiado amplia para el que guste. Primero: Sean puntuales –Eddie no pudo evitar reír con esta indirecta tan directa.
¡Pero qué risa tan más fastuosa!, ¡qué sonrisa tan más deslumbrante!… Hace mucho que Louis no veía algo similar, quizá nunca había visto tanta belleza junta en una sola persona como en Edith Cullen.
-Continuando, cumplan con trabajos… quiero que sepan que detesto las cosas mal hechas o elaboradas sin cuidado, les advierto que sin orden no hay calificación…
El señor Tomlinson menciono varios puntos de importancia, ¿pero que más daba? Era una completa distracción para la chica de ojos almendrados, ¿a quién se le ocurre poner a alguien como él de profesor?
-¿Preguntas? –cuestiono Lou.
Gracias a la interrogación de Jena Marin, Eddie supo que Louis tenía 26 años, siete más que ella.
Finalmente la clase de álgebra concluyó. ¿Algún pretexto para hablarle al señor Tomlinson? Ninguno. Edith no tenía ningún pretexto coherente para acercarse a él, lo habría tenido si estuviera de buen ánimo, lo cual gracias a la tal Lucy no iba bien, no deseaba llegar a casa y escuchar la explicación de su padre, ¿qué tal si resulta que esa zorra era en realidad su novia? Y que por ella él se divorciaría de Esme, para siempre… El solo pensar que esas sospechas podría ser reales producía en ella una melancolía terrible y un miedo aun peor, ¿qué sería de ella y de Edward?, ¿siempre vivirían así, épocas con papá y épocas con mamá? Un nudo formado en la garganta le impidió salir, le dijo a Rose que le esperara afuera, aun no quería explicarles la situación, necesitaba un minuto para ganar la batalla en contra de las lágrimas… cosa que no pudo lograr.
Mientras tanto, Louis acomodaba sus cosas dentro de su carísimo maletín de piel, fue entonces, cuando guiado por un impulso, su vista llegó hasta la chica que lloraba en silencio con la cabeza gacha, ¡oh, no! Se trataba de la chica bonita y rebelde de celestes pupilas esplendorosas.
-Señorita, ¿está usted bien? –se acercó a ella manteniendo una distancia considerable, ahora él luchaba contra las ganas de ir y abrazarla que comenzaban a cosquillearle los brazos
-Sí... –musitó- ¡No, no lo estoy! –corrigió la castaña mientras se ponía de pie y acortaba el espacio para ir y abrazarse a su nuevo profesor.
¡Pero qué sensación tan más extraordinaria! Instantáneamente los fuertes brazos de Louis correspondieron al conmovedor abrazo, el aroma dulce de su sedoso cabello negro a la par de la fina y suave fragancia de Eddie se apoderaron por completo del olfato de Louis, mientras que a Edith el cuerpo corpulento y el sexy perfume de su nuevo profesor lograron estremecerla de inmediato.
-Lo siento Louis, yo… -Eddie intentaba justificar su pérdida de compostura una vez que se apartaron.
-Señor Tomlinson –interrumpió el catedrático apagando repentinamente el encanto del momento.
-¿Perdón? –se desconcertó ella.
-Llámeme señor Tomlinson –explicó Louis haciendo evidente el distanciamiento, dando lugar a una formal relación de “Profesor-alumna”
Tomlinson intentaba convencerse de que era lo mejor para ambos, además él siempre había sido un chico conservador y sensato, no podía establecer una relación llena de confianza con aquella chica que hace unos segundos logro hacerlo perder el control de sí mismo una vez que la tuvo cerca, ya que por unos instantes no pretendía apartarse de ella, hasta que el sentido común de ambos se interpuso en el vibrante abrazo haciendo que se alejaran.
Eddie
Re: Hot For Teacher |Novela Colectiva|
¡Eddie!
Me encanto el capitulo. Fue tan kdjslkajdlk. Louis con su personalidad tan Grey me encanto. Es hermoso. Podre Eddie, me dio mucha lastima... Pero ahí esta Louis para protegerla.
Eddie y Rose hace un buen dúo. kljdslkd Ahora sigue Paula
Me encanto el capitulo. Fue tan kdjslkajdlk. Louis con su personalidad tan Grey me encanto. Es hermoso. Podre Eddie, me dio mucha lastima... Pero ahí esta Louis para protegerla.
Eddie y Rose hace un buen dúo. kljdslkd Ahora sigue Paula
Invitado
Invitado
Re: Hot For Teacher |Novela Colectiva|
oh my grey, Eddie atrevida!!!!!!
impulsiva ¡Lo abrazaste! asdfghjklñ no lo supero
te quedó genial
ahora yo estoy brava con tu papá ¬¬
esa tal Lucy tampoco me da buena espina ¬¬
Prisci ¿ya viste mi sensual firma?
asdfghjklñ ¿cómo que sigo yo? ¡joder!
ya tengo un par de ideas :)
impulsiva ¡Lo abrazaste! asdfghjklñ no lo supero
te quedó genial
ahora yo estoy brava con tu papá ¬¬
esa tal Lucy tampoco me da buena espina ¬¬
Prisci ¿ya viste mi sensual firma?
asdfghjklñ ¿cómo que sigo yo? ¡joder!
ya tengo un par de ideas :)
pau.
Re: Hot For Teacher |Novela Colectiva|
Priscilla.- escribió:¡Eddie!
Me encanto el capitulo. Fue tan kdjslkajdlk. Louis con su personalidad tan Grey me encanto. Es hermoso. Podre Eddie, me dio mucha lastima... Pero ahí esta Louis para protegerla.
Eddie y Rose hace un buen dúo. kljdslkd Ahora sigue Paula
¡Holi!
Asdfghjklñ!, gracias :) ¡Lo sé!
Así es. DEBE cuidar de mí Okno.
¡OBVIAMENTE, you and me: EDOSE FOREVAH! Okya, me emociono.
Eddie
Re: Hot For Teacher |Novela Colectiva|
∞ Maria Paula Payne ∞ escribió:oh my grey, Eddie atrevida!!!!!!
impulsiva ¡Lo abrazaste! asdfghjklñ no lo supero
te quedó genial
ahora yo estoy brava con tu papá ¬¬
esa tal Lucy tampoco me da buena espina ¬¬
Prisci ¿ya viste mi sensual firma?
asdfghjklñ ¿cómo que sigo yo? ¡joder!
ya tengo un par de ideas :)
Jajajaja... sí.
Aww... thank you.
Ya sé, yo también.
Esa apskretele va a pagar, ¿quién me ayuda? Okno.
Eddie
Re: Hot For Teacher |Novela Colectiva|
¿Relación profesor-alumna? ¡Una caca! c:
Ese Louis siente algo por Eddie ahsdhd, lo predigo todo
Ese Louis siente algo por Eddie ahsdhd, lo predigo todo
Zarry HorTomPay :)
Re: Hot For Teacher |Novela Colectiva|
La campana al fin sonó marcando el final de día, y las tres rubias amigas fueron a sus casilleros a encontrarse con las demás, había sido un día realmente fastidioso, a excepción por las clases en las que conocieron a los nuevos maestros, pero en definitiva el favorito de Paula fue el de física, Liam. Se aseguraba internamente que iba a ganar esa apuesta y sería muy satisfactorio estar en la cama del castaño, lo cual estaba prácticamente prohibido, pero eso lo hacía más atractivo y placentero.
-no quiero ir a casa-dijo Rose haciendo una mueca
-Rose ¿Dónde está Eddie?-preguntó Paula preocupada
-creo que se quedó en el salón de álgebra-sonrió
-¿ya vio al maestro? Wow no pierde ni una sola oportunidad-se burló Camila
-esperemos a Eddie, a ver si quiere salir con nosotras en lugar de ir casa-propuso Paula recargándose contra los casilleros
-¿no la vieron algo decaída? ¿Estará bien?-cuestionó Ellie
-no parece, estoy un poco preocupada-murmuró Paula
-mírenla, allí viene-dijo Oli señalando a la castaña que venía por el pasillo y cuando llegó Paula notó al instante sus ojos irritados y su piel más de lo normal
-Eddie ¿estás bien?-preguntó Paula preocupada, tomándola por los hombros
-sí, estoy bien, no importa-sonrió de lado. Stark decidió no presionarla, sabía que pronto buscaría apoyo y entonces diría algo
-¿Qué te parece si salimos y damos una vuelta antes de ir a casa? Está muy temprano para volver-le sonrió alentadoramente a su castaña mejor amiga
-me parece una fantástica idea-sonrió más animada
Las seis salieron del instituto y se fueron caminando hasta su vecindario, de hecho no quedaba lejos, estaba a un par de calles, dejaron sus mochilas en casa de Camila ya que estaba completamente sola y salieron al boliche que quedaba cerca, eran conscientes de que justo ahí podrían encontrarse con Jake. Pero se llevaron una gran sorpresa cuando no lo encontraron, eran más de las cinco y usualmente él estaba ahí desde las cuatro treinta, o antes. Sin embargo entraron y se sentaron en la mesa que diariamente estaba llena de chicas y de universitarios con sus chaquetas deportivas. Podrían ir tras otro chico, pero ellas sabían que sus padres no aprobaban a Jake por el hecho de ser un universitario con fama de mujeriego, aunque sabiendo las consecuencias optaban por él, rebeldes y desafiantes. Empezaron a hablar de sus maestros justo cuando el susodicho entró.
-señoritas, que milagro verlas-sonrió sentándose en la mitad de ellas-¿Cómo va la apuesta?-preguntó rodeando a Ellie y a Oli con los brazos. Este chico sabía lo que hacía, podría asegurar que tendrían maestros ancianos y repulsivos y que todas irían por el más joven, quería ver qué eran capaces de hacer por él
-muy bien-ronroneó Rose
-¿bien en qué sentido?
-en que hay nuevos maestros este año y están muy apetecibles-dijo Paula levantando una ceja, a veces le gustaba hacerse la difícil con este chico
-¿más que yo?
-es un punto discutible-siguió bromeando la rubia-¿Dónde está la manada de zorras y de cavernícolas que te persigue?
-estudiando-soltó una carcajada-¿ustedes que dicen? ¿Stark tiene razón?
-tal vez-dijo Rose siguiendo el juego
Duraron un par de horas conversando con Jake, le gustaba presumir sobre sus logros en el equipo de fútbol americano y no le molestaban las miradas de estas chicas sobre él durante largos periodos. Al final fueron por sus mochilas a la casa de Camila y cada una volvió a casa. Paula entró sin saludar, sabía que su padre no estaba, así que subió las escaleras y se encerró en su habitación. Se cambió a su pijama y antes de ir a dormir le envió un mensaje a Eddie.
“¿mañana podemos ir juntas a la escuela? No creo que papá pueda llevarme”
“Claro, estaré en tu casa a las ocho, que sueñes con Payne”
Casi pudo imaginar la sonrisa de burla pintada en la cara de su amiga, ignoró el mensaje y se fue a dormir, sabía que el día siguiente sería duro, se cumplirían tres años de la muerte de su madre, trataba de ignorar ese hecho diariamente, pero obviamente no podría mañana.
A la mañana siguiente se despertó tratando de ignorar el nudo en la garganta que crecía, en este día su padre desaparecía y no lo veía hasta el día siguiente, no sabía dónde se metía, sólo sabía que lo pasaba solo, Paula creía que, no, más bien sabía que él todavía estaba enamorado de su mamá y que realmente la extrañaba, así que al final era mejor para ambos no verse ya que sería terriblemente deprimente. Se metió a su armario y trató de buscar un vestido, a su madre le encantaba verla con vestidos. Después de ducharse, se puso uno de encaje blanco, con un listón en la parte trasera, en su espalda baja; con converse moradas y una diminuta hebilla violeta, adornando su rubio cabello. Tomó su mochila y desayunó rápidamente un plato de waffles y jugo de naranja, cuando acabó su amiga llegó para que fueran a la escuela.
-¿estás bien?-preguntó precavida cuando iban de camino, sabía lo que pasaba este día
-sí, eso creo-sonrió alentadoramente
Después de tres aburridas horas entre biología e historia, se dirigió al salón de física con sus amigas, esperando ver de nuevo al señor Payne, algo bueno saldría de hoy.
-espero que el maestro Liam pueda alegrarte el día un poco-le susurró Eddie antes de entrar al salón
Apenas puso un pie en este, Liam dejo lo que estaba escribiendo en el pizarrón y volteó de inmediato para encontrarse con los hermosos ojos azules que no lo dejaron dormir. La noche anterior soñó con ella, pero la diferencia radicaba en que ahora mismo se veía realmente tierna e inocente, su sueño no fue muy puro y se estuvo reprochando toda la mañana por pensar de esa manera en su alumna. Aparte de sus inusuales sueños, también pensó en cómo ayudarla para pasar la materia, tenía un buen plan y esperaba que le ayudara a pasar. Pero hoy lucía diferente, no tenía aquel brillo en los ojos con el que lo había recibido ayer ¿estará bien? Mientras la veía acercarse y caminar hasta su puesto, pensó en sus labios unidos, esa imagen técnicamente platónica lo había atormentado las últimas veinticuatro horas. Ciertamente había tenido muchas clases, con muchos alumnos y alumnas, pero sólo Paula, únicamente ella pudo derrumbar todas las barreras que había construido a causa de Lesa y apoderarse de sus pensamientos en un santiamén. Un pensamiento muy romántico para un hombre como él, pero su lado cursi estaba saliendo a florecer.
-buenos días. Que gusto verlos de nuevo-saludó sonriendo en dirección de Paula-el primer tema será; las ondas. Quiero que copien la siguiente fórmula en sus cuadernos mientras les doy una información antes de que empiece a explicar. Estuve meditándolo y creo que escogeré una monitora para que me ayude a hacer el control de las tareas-sonrió a la clase y todos hicieron una mueca de horror-el cumplimiento con trabajos y tareas será calificable y la responsable de recogerlos y de revisar si cumplieron será Paula Stark-dijo sin rodeos
-¿Qué?-se sentó derecha con una mueca de horror ¿quería hacerle la vida imposible?-¿yo?
-sí tú. Ven por la lista, tienes que llevar un control-dijo agitando una hoja de papel en el aire. No tuvo más remedio que ponerse de pie y acercarse al escritorio, cuando recibió la hoja, Liam aprovechó la cercanía para darle una información-necesito verte cuando acabe la clase, te diré por qué te escogí y lo que estuve pensando para ayudarte a mejorar tus notas-susurró suavemente en su oído, aspirando su aroma y dejando que su cálido aliento recorriera la espalda de su estudiante, haciéndola estremecerse
Cuando por fin acabo la hora, la cual se le hizo eterna a la impaciente Paula, le hizo señas a sus amigas para que se fueran y la dejaran sola con el señor Payne, guardó sus libros muy lentamente y dejó la lista con los alumnos fuera, cuando el salón se desocupó, tomó la lista, camino hasta el escritorio de su maestro y la depositó ahí encima.
-Liam, no me siento cómoda con este cargo
-lo necesitas Paula, esto te exigirá ser responsable y te ayudará a subir tus notas, no le veo nada de malo-explicó mientras la rubia arrugaba la nariz como niña pequeña-te escogí, porque confío en ti, yo sé que tú puedes dar más, eres capaz de tener buenas notas-sonrió optimista y ella cambió su mueca por una tímida sonrisa y un rubor carmesí sobre sus mejillas
-¿esto es toda la ayuda que me va a dar?
-no, estuve pensando y creo que deberías quedarte por las tardes a que te de un pequeño repaso y un refuerzo de los temas vistos en la mañana ¿puedes empezar esta tarde?-preguntó rogando que pudiera, sentía como si la estuviera invitando a salir
-claro-sonrió tímida de nuevo, estar en la tarde con el señor Payne la distraería de lo que la atormentaba el día de hoy
-bien, te espero después del almuerzo. Por favor no llegues tarde-dijo tratando de sonar autoritario, pero a Paula eso le sonó como una promesa, le estaba prometiendo que la haría olvidarla la desgracia por la que estaba pasando este día, así fuera por un par de horas
-no quiero ir a casa-dijo Rose haciendo una mueca
-Rose ¿Dónde está Eddie?-preguntó Paula preocupada
-creo que se quedó en el salón de álgebra-sonrió
-¿ya vio al maestro? Wow no pierde ni una sola oportunidad-se burló Camila
-esperemos a Eddie, a ver si quiere salir con nosotras en lugar de ir casa-propuso Paula recargándose contra los casilleros
-¿no la vieron algo decaída? ¿Estará bien?-cuestionó Ellie
-no parece, estoy un poco preocupada-murmuró Paula
-mírenla, allí viene-dijo Oli señalando a la castaña que venía por el pasillo y cuando llegó Paula notó al instante sus ojos irritados y su piel más de lo normal
-Eddie ¿estás bien?-preguntó Paula preocupada, tomándola por los hombros
-sí, estoy bien, no importa-sonrió de lado. Stark decidió no presionarla, sabía que pronto buscaría apoyo y entonces diría algo
-¿Qué te parece si salimos y damos una vuelta antes de ir a casa? Está muy temprano para volver-le sonrió alentadoramente a su castaña mejor amiga
-me parece una fantástica idea-sonrió más animada
Las seis salieron del instituto y se fueron caminando hasta su vecindario, de hecho no quedaba lejos, estaba a un par de calles, dejaron sus mochilas en casa de Camila ya que estaba completamente sola y salieron al boliche que quedaba cerca, eran conscientes de que justo ahí podrían encontrarse con Jake. Pero se llevaron una gran sorpresa cuando no lo encontraron, eran más de las cinco y usualmente él estaba ahí desde las cuatro treinta, o antes. Sin embargo entraron y se sentaron en la mesa que diariamente estaba llena de chicas y de universitarios con sus chaquetas deportivas. Podrían ir tras otro chico, pero ellas sabían que sus padres no aprobaban a Jake por el hecho de ser un universitario con fama de mujeriego, aunque sabiendo las consecuencias optaban por él, rebeldes y desafiantes. Empezaron a hablar de sus maestros justo cuando el susodicho entró.
-señoritas, que milagro verlas-sonrió sentándose en la mitad de ellas-¿Cómo va la apuesta?-preguntó rodeando a Ellie y a Oli con los brazos. Este chico sabía lo que hacía, podría asegurar que tendrían maestros ancianos y repulsivos y que todas irían por el más joven, quería ver qué eran capaces de hacer por él
-muy bien-ronroneó Rose
-¿bien en qué sentido?
-en que hay nuevos maestros este año y están muy apetecibles-dijo Paula levantando una ceja, a veces le gustaba hacerse la difícil con este chico
-¿más que yo?
-es un punto discutible-siguió bromeando la rubia-¿Dónde está la manada de zorras y de cavernícolas que te persigue?
-estudiando-soltó una carcajada-¿ustedes que dicen? ¿Stark tiene razón?
-tal vez-dijo Rose siguiendo el juego
Duraron un par de horas conversando con Jake, le gustaba presumir sobre sus logros en el equipo de fútbol americano y no le molestaban las miradas de estas chicas sobre él durante largos periodos. Al final fueron por sus mochilas a la casa de Camila y cada una volvió a casa. Paula entró sin saludar, sabía que su padre no estaba, así que subió las escaleras y se encerró en su habitación. Se cambió a su pijama y antes de ir a dormir le envió un mensaje a Eddie.
“¿mañana podemos ir juntas a la escuela? No creo que papá pueda llevarme”
“Claro, estaré en tu casa a las ocho, que sueñes con Payne”
Casi pudo imaginar la sonrisa de burla pintada en la cara de su amiga, ignoró el mensaje y se fue a dormir, sabía que el día siguiente sería duro, se cumplirían tres años de la muerte de su madre, trataba de ignorar ese hecho diariamente, pero obviamente no podría mañana.
A la mañana siguiente se despertó tratando de ignorar el nudo en la garganta que crecía, en este día su padre desaparecía y no lo veía hasta el día siguiente, no sabía dónde se metía, sólo sabía que lo pasaba solo, Paula creía que, no, más bien sabía que él todavía estaba enamorado de su mamá y que realmente la extrañaba, así que al final era mejor para ambos no verse ya que sería terriblemente deprimente. Se metió a su armario y trató de buscar un vestido, a su madre le encantaba verla con vestidos. Después de ducharse, se puso uno de encaje blanco, con un listón en la parte trasera, en su espalda baja; con converse moradas y una diminuta hebilla violeta, adornando su rubio cabello. Tomó su mochila y desayunó rápidamente un plato de waffles y jugo de naranja, cuando acabó su amiga llegó para que fueran a la escuela.
-¿estás bien?-preguntó precavida cuando iban de camino, sabía lo que pasaba este día
-sí, eso creo-sonrió alentadoramente
Después de tres aburridas horas entre biología e historia, se dirigió al salón de física con sus amigas, esperando ver de nuevo al señor Payne, algo bueno saldría de hoy.
-espero que el maestro Liam pueda alegrarte el día un poco-le susurró Eddie antes de entrar al salón
Apenas puso un pie en este, Liam dejo lo que estaba escribiendo en el pizarrón y volteó de inmediato para encontrarse con los hermosos ojos azules que no lo dejaron dormir. La noche anterior soñó con ella, pero la diferencia radicaba en que ahora mismo se veía realmente tierna e inocente, su sueño no fue muy puro y se estuvo reprochando toda la mañana por pensar de esa manera en su alumna. Aparte de sus inusuales sueños, también pensó en cómo ayudarla para pasar la materia, tenía un buen plan y esperaba que le ayudara a pasar. Pero hoy lucía diferente, no tenía aquel brillo en los ojos con el que lo había recibido ayer ¿estará bien? Mientras la veía acercarse y caminar hasta su puesto, pensó en sus labios unidos, esa imagen técnicamente platónica lo había atormentado las últimas veinticuatro horas. Ciertamente había tenido muchas clases, con muchos alumnos y alumnas, pero sólo Paula, únicamente ella pudo derrumbar todas las barreras que había construido a causa de Lesa y apoderarse de sus pensamientos en un santiamén. Un pensamiento muy romántico para un hombre como él, pero su lado cursi estaba saliendo a florecer.
-buenos días. Que gusto verlos de nuevo-saludó sonriendo en dirección de Paula-el primer tema será; las ondas. Quiero que copien la siguiente fórmula en sus cuadernos mientras les doy una información antes de que empiece a explicar. Estuve meditándolo y creo que escogeré una monitora para que me ayude a hacer el control de las tareas-sonrió a la clase y todos hicieron una mueca de horror-el cumplimiento con trabajos y tareas será calificable y la responsable de recogerlos y de revisar si cumplieron será Paula Stark-dijo sin rodeos
-¿Qué?-se sentó derecha con una mueca de horror ¿quería hacerle la vida imposible?-¿yo?
-sí tú. Ven por la lista, tienes que llevar un control-dijo agitando una hoja de papel en el aire. No tuvo más remedio que ponerse de pie y acercarse al escritorio, cuando recibió la hoja, Liam aprovechó la cercanía para darle una información-necesito verte cuando acabe la clase, te diré por qué te escogí y lo que estuve pensando para ayudarte a mejorar tus notas-susurró suavemente en su oído, aspirando su aroma y dejando que su cálido aliento recorriera la espalda de su estudiante, haciéndola estremecerse
Cuando por fin acabo la hora, la cual se le hizo eterna a la impaciente Paula, le hizo señas a sus amigas para que se fueran y la dejaran sola con el señor Payne, guardó sus libros muy lentamente y dejó la lista con los alumnos fuera, cuando el salón se desocupó, tomó la lista, camino hasta el escritorio de su maestro y la depositó ahí encima.
-Liam, no me siento cómoda con este cargo
-lo necesitas Paula, esto te exigirá ser responsable y te ayudará a subir tus notas, no le veo nada de malo-explicó mientras la rubia arrugaba la nariz como niña pequeña-te escogí, porque confío en ti, yo sé que tú puedes dar más, eres capaz de tener buenas notas-sonrió optimista y ella cambió su mueca por una tímida sonrisa y un rubor carmesí sobre sus mejillas
-¿esto es toda la ayuda que me va a dar?
-no, estuve pensando y creo que deberías quedarte por las tardes a que te de un pequeño repaso y un refuerzo de los temas vistos en la mañana ¿puedes empezar esta tarde?-preguntó rogando que pudiera, sentía como si la estuviera invitando a salir
-claro-sonrió tímida de nuevo, estar en la tarde con el señor Payne la distraería de lo que la atormentaba el día de hoy
-bien, te espero después del almuerzo. Por favor no llegues tarde-dijo tratando de sonar autoritario, pero a Paula eso le sonó como una promesa, le estaba prometiendo que la haría olvidarla la desgracia por la que estaba pasando este día, así fuera por un par de horas
pau.
Re: Hot For Teacher |Novela Colectiva|
ya subí mi cap, ya saben que no me gusta ser incumplida y juro que no me hubiera podido ir a dormir son antes terminar y subir, espero que les guste y sigue Prisci
pau.
Re: Hot For Teacher |Novela Colectiva|
¡Paula! lkdjalskd Me encanto el capitulo. Se nota que esas chicas sufren, a pesar de todo, su vida no es la mejor que digamos. Liam es tan ¿tierno?¿dulce? kldjad Todo a la vez. Ok me toca a mi. Mañana si puedo subo el capitulo, estuve inspirada en estos días, y me puse a pensar en un montón de cosa
¡Besos!
¡Besos!
Invitado
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Re: Hot For Teacher |Novela Colectiva|
Todo el mundo desapareció...
Claro que vi tu sensual firma Pau
¿Qué paso con Cami?
Claro que vi tu sensual firma Pau
¿Qué paso con Cami?
Invitado
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Re: Hot For Teacher |Novela Colectiva|
aaaaaaggghh, no sé... ahora a Camila no le gusta entrar al foro, o eso es lo que yo pienso, no hemos hablado de novelas y no me pregunta ni nada ._.
y a las demás las he visto conectadas pero no comentan y me ponen trsite :c ¿ya no les gusta la novela?
y a las demás las he visto conectadas pero no comentan y me ponen trsite :c ¿ya no les gusta la novela?
pau.
Re: Hot For Teacher |Novela Colectiva|
∞ Maria Paula Payne ∞ escribió:aaaaaaggghh, no sé... ahora a Camila no le gusta entrar al foro, o eso es lo que yo pienso, no hemos hablado de novelas y no me pregunta ni nada ._.
y a las demás las he visto conectadas pero no comentan y me ponen trsite :c ¿ya no les gusta la novela?
Uh, ya le voy a mandar un mensaje por twitter, es una lastima abandonar la novela. A mi me encanta... De hecho, estoy terminando de escribir mi capitulo, no se... A lo mejor no vieron que habias subido el cap.
Invitado
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Re: Hot For Teacher |Novela Colectiva|
no, no es que quiera bandonar la novela, solo lee los capítulos y no comenta solo espera a su turno y ya... de verdad eso me enfadaPriscilla.- escribió:Uh, ya le voy a mandar un mensaje por twitter, es una lastima abandonar la novela. A mi me encanta... De hecho, estoy terminando de escribir mi capitulo, no se... A lo mejor no vieron que habias subido el cap.∞ Maria Paula Payne ∞ escribió:aaaaaaggghh, no sé... ahora a Camila no le gusta entrar al foro, o eso es lo que yo pienso, no hemos hablado de novelas y no me pregunta ni nada ._.
y a las demás las he visto conectadas pero no comentan y me ponen trsite :c ¿ya no les gusta la novela?
ok, no sé hasta cuando era tu plazo, pero sube cuando puedas :)
pau.
Re: Hot For Teacher |Novela Colectiva|
Seguramente que algo le esta pasado, no se. Si, creo que mi plazo es hasta el lunes, pero ya lo tengo casi listo.∞ Maria Paula Payne ∞ escribió:no, no es que quiera bandonar la novela, solo lee los capítulos y no comenta solo espera a su turno y ya... de verdad eso me enfadaPriscilla.- escribió:Uh, ya le voy a mandar un mensaje por twitter, es una lastima abandonar la novela. A mi me encanta... De hecho, estoy terminando de escribir mi capitulo, no se... A lo mejor no vieron que habias subido el cap.∞ Maria Paula Payne ∞ escribió:aaaaaaggghh, no sé... ahora a Camila no le gusta entrar al foro, o eso es lo que yo pienso, no hemos hablado de novelas y no me pregunta ni nada ._.
y a las demás las he visto conectadas pero no comentan y me ponen trsite :c ¿ya no les gusta la novela?
ok, no sé hasta cuando era tu plazo, pero sube cuando puedas :)
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