Hot For Teacher |Novela Colectiva|

La carretera junto con el paisaje del frio atardecer pasaba antes los ojos de la castaña que mantenía su cabeza apoyada en la ventanilla del auto de su hermanastro.
Elliot la había arrastrado hasta la salida del boliche cuando la encontró hablando con Jake sobre su primer día de clases.
Su hermanastro era un año mas grande que aquel chico por el cual todas estaban compitiendo, pero asistían a la misma Universidad.
"El no es para ti. Es mayor, mujeriego y vive de fiesta en fiesta", había dicho minutos después de haberse acercado al grupo de amigas con la excusa de tener que hablar algo con su hermana de algo "muy importante".
"Como si el fuese un santo", pensó Rose mientras divisaba la entrada de la enorme casa que su padre había comprado luego de contraer matrimonio con Susan. Esa horrible casa con un enorme jardín delantero lleno de flores de todo tipo y colores que su padre mismo había mandado a plantar, un camino adoquinado, y una gran puerta de roble que te invitaba a pasar, y que Rose tanto odiaba. No era su casa, no era donde había nacido... No era donde había vivido con su madre.
Ya no podía sentir su dulce aroma por los pasillos, ni podía divisarla en la cocina preparando el desayuno mientras canturreaba una bella melodía... Esa casa era fría y soberbia para la castaña. Simplemente, no era su hogar.

-¡Roselyn!-la llamo Elliot al ver que la castaña se había bajado del auto incluso antes que el terminada de apagar el motor.- ¡Roselyn!- volvió a gritar, mas la castaña lo ignoro por completo mientras caminaba hacia la puerta de entrada y se metía dentro de la casa.- Maldita caprichosa-soltó, corriendo detrás de ella para alcanzar. Elliot había sentido la necesidad de cuidarla protegerla desde el primer momento que la vio, pero Rose se negaba a aceptarlo. La castaña lo consideraba una amenaza, un monstruo que había llegado a su vida para arruinársela por completo, cuando en realidad, Elliot era el que mas la entendía.
El sabia que su madre pensaba mas en si misma que el resto de las personas, y también entendía el odio que tenia Rose hacia ella. No pasaba ni un día sin sacar a relucir su filosa lengua en contra de la castaña.

-Rose, por favor...-dijo Elliot tomándola por el brazo antes que la chica comenzara a subir por las escalera para encerrarse en su habitación hasta el día siguiente, como lo hacia siempre.- Debes entender que te lo digo por tu bien, Jake no es de confiar, solo le interesan las chicas para que acaben en la parte trasera de su auto...-

-¿Y a mi que? Es mi vida Elliot, entiéndelo de una vez... Si quiero enredarme entre las sabanas de Jake... ¡Lo hare!-soltó la castaña con odio. Le había hecho pasar vergüenza frente a Jake y sus amigas y no se lo perdonaría...

-¡Por favor Roselyn! ¡Pensa con la cabeza!-grito su hermanastro con exasperación.

-¡¿Qué me estas queriendo decir Elliot?!- pregunto desafiante frunciendo el ceño para mantenerse fuerte, cuando lo cierto era que el comentario le había dolido.

-¿Que no es obvio?-pregunto Susan llegando hasta el borde de la escalera. La discusión había retumbado por toda la casa, llegando hasta lo oídos de la mujer de no mas de cuarenta años, quien inmediatamente fue a averiguar que estaba sucediendo-Te trato por lo que eres Roselyn...

-Mamá-intervino Elliot levantando la mano hacia su madre pidiéndole con ese simple gesto que se mantuviera la borde de la discusión.

-Elliot querido, es un caso perdido, no hace falta que malgaste tu tiempo en ella... ¿Cómo te fue en la Universidad?- dijo Susan como si Rose no estuviese ahí frente a ellos.

-Disculpe-soltó Rose sorprendida por el comentario de la mujer.

-No estoy hablando con vos, Rose... Hazme el favor de borrarte de mi vista-dijo Susa, volviendo a mirar a su hijo, quien la miraba con reproche.

-¡Me acaba de llamas perra y quiere que la ignore!-grito Rose al borde de las lagrimas.

-No querida, yo no he dicho esa palabra...-

-Pero la insinuó... Usted no me conoce, no sabe quien soy...-

-Por favor Roselyn, ese vestido que llevas puesto que no deja nada para la imaginación habla por si mismo...-dijo la mujer esbozando una sonrisa victoriosa. Le había pegado donde mas le dolía. Rose conocía perfectamente cada una de sus virtudes y defectos, y los aceptaba... Pero eso era distinto, le estaba dando justo en su orgullo.

-Seré todo lo que usted diga señora, pero por lo menos tengo la decencia de querer a los hombre con quienes me enrollo por lo que son, no por si billetera-soltó Rose. La cara de Susan se ensombreció, su comentario había sido capaz de romper esa enorme barrera que ella misma había creado y abofetearla como una buena cachetada.

-¡Roselyn Grey!-grito Susan, pero ya era tarde para seguir la discusión. Rose la había dado por finalizada subiendo las escaleras para escabullirse dentro de su habitación.


Esa noche no bajo a cenar, como todas las noches desde hacia mas de un año. A la castaña no le apetecía compartir una mesa "familiar" cuando ellos no eran su familia, por lo menos no Susan y Elliot.
Se dejo caer en un profundo sueño, y a pesar que escucho la voz de su padre llamarla varias veces, ella estaba demasiado cansada como para escucharlo, discutir, o cualquier otra cosa que lo involucrara. Sus conversaciones últimamente no eran mas que puros gritos, y ella odiaba eso.
Todo por Susan, una vez mas.
Los rayos de sol se colaron por su ventana al día siguiente. Misteriosamente, Rose se levanto sin protestar y camino hacia el baño privada que tenia en su habitación. Una ducha corta para empezar el día era imprescindible en su rutina.  
Opto por ponerse un par de shorts negros, una remera con estampas al estilo vintage y una camisa de jean desteñida por encima. Deje que su pelo cayera libre por su espalda y agrego un poco de maquillaje.  
Baja las escalera de dos en dos con su bolso rojo a cuestas lista para dirigirse al colegio. Ahora tenia otro objetivo aparte de Jake... aprobaría ese año para irse a vivir a algún lugar bien lejos de Susan y su lengua filosa.

-¡Rose!-solto Oli moviendo la mano en alto para llamar la atención de la castaña. Había caminado quince cuadras ya que no quería compartir el mismo auto que Elliot y Susan y su padre ya salido para cuando ella termino de arreglarse. La rubia se encontraba junto a Camila y Ellie quien sorprendentemente, llevaba su bolso de gimnasia en la mano.
La castaña camino hacia ellas, esbozando una enorme sonrisa para ocultar la batalla interna que se había desatado desde que salió de su casa. Posiblemente, pasar un tiempo a solas no era lo mejor para ella. Pensaba... Pensaba demasiadas cosas, y todas dolían.

-Hola chicas ¿Cómo están? ¿Listas para el segundo día?-pregunto Rose llegando hasta donde ellas estaban.

-Que Ellie te responda... Parece que esta especialmente interesada en la clase de gimnasia-solto Oli haciendo reír a las dos castañas que se encontraban en el grupo. A la rubia no le causo mucha gracia el comentario de su amiga, ya que de inmediato frunció el ceño y la sangre comenzó a subir hasta sus mejillas.

-Cállate Oli, no finjas que no estas esperando a que llegue la ultima hora para asistir al salón de dibujos-contesto la rubia enojaba, pero mas que eso... avergonzaba.

-Chicas, será mejor que después continúen su pelea... Debemos asistir a clase ¿recuerdan?-dijo Camila luego de que el sonido metálico del timbre anunciando el inicio de clases, las interrumpiera. Ellie fulmino con la miraba a Oli, pero inmediatamente ambas soltaron una carcajada. No podían pelear por algo que ambas sabían que era cierto.
Se encontraron con Paula y Eddie en el salón de Biología, y luego continuaron con Historia. A la tercera hora, caminaron juntas hasta el salón de Física.
Ninguna de las chicas que estaba ahí se sorprendieron al ver el juego de miradas en el que se encontraban el Profesor Payne y Paula. Parecían hablar un idioma que solo ellos conocían, y sus amigas prefirieron permanecer calladas, incluso cuando el la eligió como monitora de la clase.
Hora y media después, el timbre volvió a sonar anunciando el cambio de hora.
La clase de español era la siguiente, y Rose lo sabia perfectamente. Había pasado toda la mañana haciendo cálculos mentales sobre los segundos, minutos y horas que quedaban para volver a ver a su querido y algo nervioso profesor de español.
El profesor Horan ya se encontraba sentado en su escritorio sumergido en la lectura de un libro que Rose no alcanzo a ver cual era. La castaña contuvo el aire cuando Niall levanto la mirada hacia la puerta y se cruzo con sus ojos. Pensó que ya había superado las mariposas en su pansa, y a decir verdad hacia mucho que un chico, hombre en este caso, no provocaba algo parecido en la castaña.
Rápidamente camino hasta los últimos bancos de una de las filas donde Eddie la esperaba sentaba. A los pocos minutos Paula atravesó la puerta y se sentó frente a ellas con una sonrisa picara pintada en los labios.

-El amor, el amor...-soltó Eddie por lo bajo, aunque claramente las dos chicas la escucharon y la mandaron a callar con la mirada.

-Bueno...-dijo Niall para llamar la atención de los alumnos que se encontraban en el salón. El rubio mantenía la vista fija en cualquier lugar, menos en el ultimo asiento de la fila del medio, donde la castaña parecía estar disfrutando de la vista.-Bienvenidos al segundo día de clases... Hoy comenzaremos con el programa de este año... Y por lo que he estado viendo en las "pequeñas pruebas" que hicieron ayer, debemos empezar por lo básico... Haremos un repaso general esta primera semana, y luego comenzaremos con los temas nuevos-explico Niall con sus nervios a flor de piel, tan característicos en el. Niall creía que eso era normal, que en algún momento de la semana o del mes los nervios se irían, pero otra parte de el, le decía que era la presencia de Roselyn quien lo traía loco.-Como primera actividad... les traje un par de libros. Quiero que lo lean y respondan ciertas preguntas, en español... obviamente-explico el con inocencia. A Roselyn se le escapo una risa nerviosa que capto inmediatamente la atención del rubio. Podía vivir toda su vida escuchando el sonido de su risa.-Trabajaran con esto durante toda la semana... Les ayudara a manejar el español, y además su vocabulario se ampliara-continuo mientras comenzaba a repartir los ejemplaras junto con una hija llena de preguntas y espacios en blanco.- Deberán tener las primeras cinco preguntas antes que termine la clase... De lo contrario... No saldrán por esa puerta-dijo Niall aun mas nervioso. Obviamente el liderazgo no era lo suyo. No sabia como dar ordenes y demostrar autoridad ante sus alumnos. Era totalmente nuevo en eso.-Pueden comenzar-dijo, dejando el ultimo libro sobre la mesa de Roselyn junto con la hoja de preguntas. No se volvió a mirarla, quería poner distancia entre ellos, y mas después de descubrir lo que ella causaba en el, y a Rose, eso le molesto.
Siempre tenia la atención que ella deseaba, nunca nadie le decía que no. No rogaba, se hacia rogar.
Capturo su labio inferior entre sus dientes e intento mantener la cordura. Quizás, su madrastra tenia razón y era un perra... Una perra que quería conquistar a su profesor de español para poder pasar de año. ¿Qué tenia eso de malo? Todo.
El timbre hizo sobresaltar a la castaña que estaba inmersa en la lectura de su libro. No había pasado de la primera hoja.
Frustrada, dejo caer su lápiz mientras miraba como sus amigas se levantaban y le entregaban al hoja y el libro a su profesor.

-Creo que tendré que perderme la siguiente clase...-soltó Rose cubriendo su rostro con ambas manos.

-Animo Rose, no te falta mucho...-la alentó Eddie terminando de guardar sus cosas en su bolso.

-Sabia que la clase de español iba a ser un asco... No importa cuantas veces cambie de profesor, yo... simplemente no puedo-dijo Rose al borde las lagrima. Por su cabeza pasaba la decepción de su padre cuando le tuviese que decir que debía volver a cursar el año.

-Rose, no es tan difícil, veras que podrás hacerlo... te ayudare si es necesario-dijo Eddie, olvidándose por un segundo de la apuesta.-Bueno, pensándolo bien, te ayudare solo un poco... No quiero que ganes la apuesta-soltó haciendo reír a la castaña.- Nos vemos luego Rose-dijo finalmente para luego atravesar la puerta y perderse en lo pasillos de la institución.
Roselyn levanto la mirada y se encontró con su profesor frente a ella. Llevaba las manos en los bolsillos y una sonrisa tímida en los labios.

-Realmente tienes problemas con esto-dijo el rubio, sintiendo pena por ella. La veía tan inocente e insegura en ese momento... "Es tu alumna", se repetía una y otra vez, mentalmente.

-Le aseguro que no mentiría con algo como esto... Es serio-soltó Rose algo enojada.

-Nunca dije que me estuvieses mintiendo-comento el, sentándose en el banco donde hacia solo unos segundo se encontraba Eddie.-Deberás tomar clases a diario para ponerte al día, Rose.-

-Lo se, pero usted no quedo muy convencido ayer...-dijo Rose ensanchando sus labios para formar una tonta sonrisa que ni ella sabia que existía.-Necesito esas clases Profesor Horan... De lo contrario, perdería lo ultimo que me queda de mi padre-soltó ella, tomando por sorpresa tanto a Niall, como a ella misma.-Demasiada información-susurro. Niall asintió he inmediatamente tomo el libro y la hoja de la chica para llevarla hasta su escritorio.  

-¿Podrías empezar esta misma tarde?-pregunto el, fingiendo estar sumamente ocupado en algo. Roselyn tomo sus cosas y las guardo dentro de su bolsa. La actitud del rubio le molestaba. ¿Por que rayos la trataba así? Primero era dulce, y después hacia como sino le importara.

-Si-contesto fríamente-Luego del almuerzo.-

-Perfecto-se limito Niall ordenando las cosa que se encontraban desparramadas por su escritorio. Roselyn lo miro por unos segundos intentando descubrir cual era la verdadera cara de su profesor... Pero se dio por vencida al darse cuenta que aquel hombre era mas inteligente que ella. ¿Habría descubierto su plan? ¿Tan obvia había sido? Camino hacia la puerta enojada consigo misma. Definitivamente era una perra- Y Roselyn...-la interrumpió la voz de Niall, mas la castaña no se molesto en darse la vuelta para verlo-Quiero que entiendas que nuestra relación es solo de profesor y alumna...-soltó. Una puntada en su pecho, como si le hubiesen arrancado el corazón, mientras las lagrimas comenzaban a juntarse en sus ojos.

-No se preocupe Profesor Horan... Lo tengo bien claro-contesto para luego seguir caminando como si nada hubiese pasado. Dolía demasiado cuando alguien mas sacaba a relucir sus defectos, pero sobretodo, dolía saber que Niall Horan la consideraba una chica fácil.