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"Una boda de locura"♥Nick y ___(Tn)♥TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Una boda de locura"♥Nick y ___(Tn)♥TERMINADA
De acuerdo!!!! espera... mi procesando informacion... que se termina mas rapido? quieres decir que ya esta llegando al final la nove???
eli_jonatika
Re: "Una boda de locura"♥Nick y ___(Tn)♥TERMINADA
Me encanta sigue *_----------------*
Invitado
Invitado
Re: "Una boda de locura"♥Nick y ___(Tn)♥TERMINADA
eli_jonatika escribió:De acuerdo!!!! espera... mi procesando informacion... que se termina mas rapido? quieres decir que ya esta llegando al final la nove???
NOOOO todavia no, sabes que siempre aviso antes de que se termine jaja :D
maru!!
Re: "Una boda de locura"♥Nick y ___(Tn)♥TERMINADA
maru!! escribió:eli_jonatika escribió:De acuerdo!!!! espera... mi procesando informacion... que se termina mas rapido? quieres decir que ya esta llegando al final la nove???
NOOOO todavia no, sabes que siempre aviso antes de que se termine jaja :D
gracas Maru, me salvaste de un paro cardiaco jajaja
eli_jonatika
Re: "Una boda de locura"♥Nick y ___(Tn)♥TERMINADA
Capítulo 9
Las luces delanteras de su furgoneta le permitieron ver a Nick sentado relajadamente en el balancín de madera del porche de Torrence Place. __(Tn) aparcó en la entrada a su garaje y miró hacia donde estaba. Había una caja llena de envases de comida china a su lado.
Nick tenía aspecto vigoroso y atractivo. Había cambiado su atuendo de la boda por botas, unos Levi's ajustados y una camisa de estilo occidental con las mangas remangadas hasta el codo. Sintiendo débiles las rodillas, __(Tn) bajó de la furgoneta y se acercó hasta el porche.
—¿Cansada?
—Agotada —le dijo, dándose cuenta del aspecto tan lánguido que tenía. Su pelo había cedido a la humedad de Houston y su traje de color crudo estaba arrugado y manchado del ponche que le había vertido accidentalmente un invitado. Nick tomó su caja de comida y se levantó.
—¿Por qué no te pones algo más cómodo mientras yo preparo una bebida?
—Ron con Coca-Cola —dijo __(Tn) abriendo la puerta y haciéndole entrar. Decidió darse una ducha rápida para quitarse la tensión. Luego se retocó el maquillaje y se vistió con unos pantalones cortos y una blusa de algodón para ir en busca de Nick a la cocina.
—No conocía tus gustos, así que escogí un poco de todo —le dijo tendiéndole el ron con Coca-Cola a __(Tn) y sentándose con ella a la mesa. Luego se dispuso a abrir los envases de platos orientales.
—No soy quisquillosa —replicó __(Tn)—. Excepto en lo que se refiere a compartir mis hombres con otra mujer.
—¿Hombres? ¿Es que somos más de uno? —bromeó Nick.
—¿Con cuántas mujeres estás manteniendo una relación?
—Con una… y no es Jenna, ni Miley, ni cualquier otra que hayas conjurado. ¿Por qué no te fías de mí, __(Tn)? ¿Qué puedo hacer para convencerte de que no soy el Casanova que te has imaginado que soy?
—Será difícil considerando que siempre hay un grupo de mujeres a tu alrededor mirándote como si fueras un panal de miel y ellas un puñado de oseznas hambrientas. ¡Y apareces en la boda con Jenna, como si fuera tu novia! —exclamó __(Tn) poniéndose en pie y echándose a andar.
—¡Estoy empezando a cansarme de tener que defenderme! —replicó Nick tomándola del brazo para detenerla—. O confías en mí o no tenemos futuro. Jenna no es mi novia, es…
Los dedos de __(Tn) sobre los labios de Nick lo silenciaron.
—No digas nada más —le dijo. Tenía razón. La cuestión era confiar. O creía en él o lo olvidaba—. Vamos a disfrutar de la cena que has traído.
Nick accedió y su mal humor se desvaneció tan rápidamente como había surgido. Mientras comían, conversaron fluidamente de temas variados y __(Tn) se dio cuenta de cómo había llegado a gustarle Nick, pese a todas sus aprehensiones.
Una hora después, terminada la comida, salieron al jardín y los dos se sentaron en las escaleras del velvedere. La noche era agradable y la humedad incluso tolerable. Nick levantó la vista al cielo.
—¿No echas de menos poder ver las estrellas?
—A veces —respondió __(Tn)—, pero supongo que es parte de la vida en la ciudad. Valoro la eficacia de las autovías y de los centros comerciales y paso por alto los inconvenientes.
—Tendré que llevarte a mi rancho. Desde el patio se puede mirar a la eternidad y descubrir que centellea como una ofrenda incandescente de un millón de luciérnagas.
—Lo que dices es casi poético. Vas…
El comentario de __(Tn) y se perdió cuando Nick la besó. El beso fue completamente distinto a todos los que habían compartido antes. No había vacilación. Nick pareció percibir su deseo, un deseo que __(Tn) no podía seguir conteniendo. Se apretó contra él y lo rodeó con los brazos al tiempo que acariciaba su suave pelo negro. La pasión llameó con tanta urgencia que __(Tn) se sintió tan luminosa como las luciérnagas imaginarias. Un beso dio paso a otro, y luego a otro, y __(Tn) se perdió en la maravilla de sus caricias.
—¿Ves cómo pueden ser las cosas entre nosotros? —dijo con voz ronca y entrecortada, como la de __(Tn).
—Eso es lo que me asusta. La pasión no es lo mismo que el amor, Nick.
—No es un mal comienzo —murmuró ayudando a __(Tn) a levantarse.
—Pero no es bastante… para ninguno de los dos.
Nick volvió a abrazarla, como tratando de persuadirla de lo contrario con sus besos. Durante unos instantes, __(Tn) se entregó a él y saboreó los sentimientos tan intensos que estaba despertando en ella. Luego, con resolución, se liberó de sus brazos y agitó las manos en el aire. Nick se rió.
—Está bien, acabo de concederte otro indulto, pero una de estas noches…
Caminaron abrazados al interior de la casa y hasta la puerta principal. Después de darse largos y penetrantes besos en el vestíbulo, Nick abrió la puerta.
—Deja que pase, __(Tn). Todo lo que tienes que hacer es decir que sí.
La puerta se cerró y Nick desapareció.
Cuando __(Tn) regresó de la iglesia al mediodía del día siguiente, su contestador automático parpadeaba indicando que había mensajes. Eran tres, un número poco frecuente para ser domingo por la mañana. Todos eran de Jenna Peters.
Pese a recordar todas las lecciones sobre buenos modales de su madre, __(Tn) pospuso el contestar a las llamadas. Tal y como lo veía, Jenna y ella no tenían nada de qué hablar.
Se cambió de ropa y se puso unos pantalones de color kaki y una camisa negra. Luego se sentó para terminar de leer la edición de domingo del Chronicle, pero apenas había empezado repicó el timbre de la puerta.
«¿Y ahora quién? ¿Nick?», se preguntó mientras se calzaba las sandalias y se dirigía con expectación hacia la entrada. En lugar de Nick se quedó de piedra al ver la imagen distorsionada de Jenna a través del grueso cristal ahumado. «He aquí una mujer con una misión», se dijo __(Tn). «Lo mejor será acabar con esto cuanto antes». Dejaría que Jenna hablase y se comportaría de forma totalmente despreocupada. Luego le metería prisas para que se fuera antes de que supiera que Nick le importaba.
Pero __(Tn) no había esperado que Jenna la abrazara cuando le abrió la puerta.
—Soy tan feliz que podría gritar —exclamó—. Perdona si me muestro efusiva pero es que creía que el día de hoy nunca llegaría. Si pudieras ayudarme…
La miraba con ojos suplicantes y su tono delataba tanta ansiedad que __(Tn) no supo cómo reaccionar. Echarla de su casa ya no era una opción. ¿Pero por qué tanta alegría?
—¿Por qué no vamos al salón y hablamos? —sugirió __(Tn).
—Tan pronto como venga Nick.
—¿Nick? —preguntó __(Tn) sintiendo un nudo en el estómago.
—Está aparcando el coche al final de la calle —dijo Jenna señalando la hilera de vehículos aparcados frente a la casa—. No había espacios libres por aquí. Debe de haber una fiesta en el vecindario.
Nick apareció ante su vista y subió las escaleras rápidamente. Su expresión era inescrutable.
—Hola otra vez —dijo a __(Tn).
—Hola —contestó ella tratando de esconder su perplejidad—. Estaba a punto de conducir a Jenna al salón.
Les indicó a los dos que la precedieran y tomaran asiento.
—¿Os apetece un café?
Jenna sacudió la cabeza.
—Estoy verdaderamente ansiosa por saber si puedes hacer lo que te voy a pedir… o si te reirás en nuestras caras cuando descubras por qué estamos aquí.
Reírse era lo último que le pasaba a __(Tn) por la cabeza en aquellos instantes. Se sintió incómoda, más incómoda de lo que se había sentido al encontrarse con Nick y Miley.
—Comprendo que esto sea una imposición —dijo Jenna casi sin aliento—, y prometo hacer todo lo que pueda para ayudar pero… ¿podrías organizar una boda para el sábado? El dinero no es problema.
___(Tn) se hundió en una silla. Sus rodillas empezaron a temblarle. No estaba dispuesta a colaborar en la boda de Nick con otra mujer, ni por todo el oro del mundo. Si supiera Jenna lo asquerosamente…
—¿Este sábado? Imposible.
Jenna se mordió el labio y miró a Nick en busca de apoyo.
—Comprendo que sea una petición un tanto impulsiva —dijo Nick—, pero en nuestra familia todos tenemos ese terrible defecto.
—¿Familia? —repitió __(Tn). Nick asintió.
—Jenna es mi prima favorita —le dijo. Hizo una pausa para que asimilase lo que acababa de decir—. Y ahora, ¿por qué no preparo ese café? No nos vendría mal una taza mientras tú y Jenna discutís a fondo la cuestión.
__(Tn) le lanzó una mirada recriminatoria cuando salió de la habitación. Lamentaba que una mirada fuese su única arma para replicar. ¡Conque prima suya! Él, que en una ocasión la había acusado de ser celosa, había hecho todo lo posible para alimentar ese sentimiento… y lo había logrado. Un poco aturdida, __(Tn) invitó a Jenna a que prosiguiera hablando.
—Por supuesto —borbotó Jenna—. Verás, he estado enamorada de Jack Denning desde que fuimos juntos al instituto. Pensamos casarnos después de la universidad y de que Jack se licenciara. Es un piloto de la marina. Pues bien, justo cuando todo estaba a punto de materializarse, tuvimos una discusión tonta y rompimos nuestro compromiso. Ahora el destino nos ha vuelto a reunir y queremos compartir cada segundo que podamos. Jack está destinado en un portaaviones en Italia y tiene permiso la próxima semana. Queríamos casarnos e irnos de luna de miel a Italia durante ese permiso. Por eso es por lo que la fecha de la boda no es negociable.
—¿Y qué tiene Nick que ver en esto?
—Él es el que echó una mano al destino y me dijo que fuera a por todas. Un cambio radical respecto a lo que me decía siempre desde que Jack y yo rompimos. Algo así como… «hay muchos otros peces en el mar… y también muchos otros marineros». Pero eso era antes de que Nick te conociera. Últimamente se ha convertido en un auténtico casamentero.
__(Tn) sintió un breve estallido de euforia. Si Nick estaba animando a otros enamorados…
—Volviendo a la boda —dijo Jenna tomando la mano de __(Tn)—. Por favor, di que harás esto por mí. No me digas que Torrence Place ya está reservado para este fin de semana.
—No, no lo está. Aún así, nunca he organizado una boda con tan poco tiempo. Puede que no sea posible.
—Cualquier cosa es posible. Mi reconciliación con Jack me lo ha demostrado.
—¿Pero aquí? ¡Si Torrence Place es veneno para los tuyos!
—Eso es ridículo. Es una casa preciosa, perfecta para nosotros. Lo supe en cuanto la vi. De todas formas, no me importa lo que piensen los demás.
—¿Y qué me dices de las invitaciones?
—Demasiado tarde ya. Llamaré a todo el mundo. Sólo será una pequeña reunión. Básicamente la familia y amigos muy íntimos.
—Deduzco que la has convencido para hacer la boda —dijo Nick a Jenna cuando entró en la habitación llevando tres tazas en la mano—. Ya te dije que vive de las historias de amor —añadió con una sonrisa.
—No te sientas muy cómodo —le advirtió __(Tn) y a Nick—. Todavía no he terminado contigo.
Pero estaba sonriendo por dentro.
Cuando el teléfono sonó poco después de que Nick y Jenna se hubiesen ido, __(Tn) lo contestó. Era Nick.
—¿Por qué no me dijiste que era pariente tuya? —preguntó ___(Tn) antes de que Nick pudiera decir algo aparte de hola.
—Al darme cuenta de que te habías precipitado y habías llegado a la conclusión equivocada, no pude evitar darte cuerda. Luego comprendí que tu enfado revelaba más de lo que habías reconocido. Significaba que yo te importaba.
—Tal vez fuera así, pero ¿cuándo ibas ha decirme quién era Jenna?
—Iba a hacerlo anoche…
__(Tn) recordó que ella había sido quien había puesto freno a sus explicaciones.
—Estoy empezando a averiguar lo diabólico que puedes ser —gruñó tratando de encubrir su buen humor—. Mira que venir aquí con ella y dejarme creer… toda clase de cosas. Y no empieces con eso de que es un terrible defecto de tu familia…
—Mi familia tiene otro defecto… perseguir lo que queremos. Siento haberte inducido a pensar que no soy sincero respecto al matrimonio. Lo soy, de verdad. Te he dicho muchas veces qué es lo que quiero. Quiero que seas mi esposa.
—Perfecto —se mofó__(Tn), secretamente complacida pero sin deseos de ponérselo demasiado fácil—. Esta semana estoy en el candelero, pero ¿y las próximas? Estás seguro de que cuando ya no sea una novedad…
—__(Tn) Holt, eres un fraude —la interrumpió Nick.
—¿Y eso por qué?
—Toda esa cantata sobre una historia de amor, amor por siempre, bla bla bla… y cuando un hombre se presenta ofreciéndote exactamente eso, no puedes aceptarlo.
—No es cierto. Nadie… —se interrumpió. ¿Había dicho «amor por siempre»?
La mañana de la boda de Jenna había aparecido lluviosa. No era llovizna sino un diluvio. __(Tn) miró por la ventana para ver los ríos de agua que se formaban junto a las aceras. Gimió. Pero la risa de Jenna y de Jack al llegar con enormes paraguas en la mano la tranquilizó. Ya podía estar formándose un huracán en el golfo de California, que no iban a molestarse.
Las sillas blancas plegables del salón estaban todas ocupadas por los invitados cuando la música del piano indicó el comienzo de la ceremonia y Jenna descendió lentamente la escalera hacia el arco emparrado bajo el que Jack la estaba esperando. Desde su puesto al fondo del salón, __(Tn) podía contemplar todo el desfile, pero más que mirar a la novia, sus ojos estaban puestos en Nick, igual que los suyos estaban puestos en ella. Durante toda la semana había bromeado sobre la posibilidad de hacer una doble boda y en aquel momento __(Tn) deseó estar de pie ante aquel altar improvisado, con Nick a su lado.
Mientras presenciaba la toma de votos, tomó una decisión. Nick le había pedido casarse con ella en repetidas ocasiones. Aquella noche, cuando se quedaran a solas, le diría que sí. Tal vez se estaba dejando influenciar por la hermosa ceremonia o por las caras radiantes de Jack y Jenna. Pero __(Tn) sabía que era mucho más que eso.
Cuando el piano volvió a sonar y los fotógrafos empezaron a sacar fotos de los novios, __(Tn) recordó sus deberes y corrió a la cocina para ver cómo estaban allí las cosas. Nick se acercó por detrás, envolviéndola con sus brazos y cubriéndola el cuello con besos rápidos y afectuosos. __(Tn) se giró para verlo de frente y respondió sin dudarlo con un beso más apasionado.
—Ojalá hubiésemos sido nosotros los que se hubieran casado —murmuró Nick, repitiendo sus pensamientos de hacía unos minutos.
—Tal vez sea posible.
—¿Quieres decir…?
—Más tarde —susurró __(Tn), besándolo una vez más antes de irse deprisa para atender a los invitados.
La agitación de las últimas tareas de recogida había terminado. __(Tn) y Nick estaban sentados uno junto al otro en el solarium con las manos entrelazadas y paladeando un resto de champán. Nick había dejado la chaqueta de su esmoquin en una silla junto a la corbata de lazo y __(Tn) se había quitado los zapatos. Jenna y Jack, refugiados en la suite Flores y Corazones del piso de arriba, habían conseguido finalmente la intimidad tan esperada. En la casa reinaba una maravillosa quietud.
—Apenas puedo creer que hayas accedido a ser mi mujer —dijo dejando el vaso de champán sobre la mesita para sentar a __(Tn) sobre su regazo—. Te adoro.
Una leve tos interrumpió su abrazo. Era Jenna, todavía con el vestido de novia. __(Tn) se puso en pie en seguida.
—¿Algún problema con la suite?
—No —dijo Jenna ruborizándose levemente pese a que ya no tenía maquillaje. Quitado a besos, sin duda alguna—. Esto es tan… ¿podrías ayudarme un momento?
A regañadientes, __(Tn) siguió a Jenna a la habitación de la novia. Jenna se explicó.
—La cremallera de mi vestido se ha atrancado y no puedo abrirla. Jack tampoco podía. ¿Podrías intentarlo tú? Usa las tijeras, si es necesario.
—Déjame que pruebe —dijo __(Tn) con una sonrisa—, y si no funciona, iré a por las tijeras.
Mientras __(Tn) maniobraba lentamente subiendo un poco la cremallera, bajándola otro poco, Jenna parloteó sin parar, posiblemente para disimular su vergüenza. Sólo hizo falta un poco de paciencia, algo que Jack, comprensiblemente, no poseía, y la cremallera se desatrancó. Por desgracia, durante el monólogo ininterrumpido de Jenna, __(Tn) se enteró de más cosas de las que quería saber de Nick. Cuando regresó al piso inferior, el humor tierno que había prevalecido anteriormente fue sustituido por una rabia agitada.
Nick le abrió los brazos, pero __(Tn) se quedó donde estaba mirándolo con furia.
—¿De verdad me amas tanto o tienes otros incentivos para correr al altar?
—¿De qué me hablas?
—He estado hablando con Jenna.
—¿Y?
—Por fin he averiguado por qué estás tan ansioso por casarte.
CHAN ya edito y subo el otro cap!! :D
Las luces delanteras de su furgoneta le permitieron ver a Nick sentado relajadamente en el balancín de madera del porche de Torrence Place. __(Tn) aparcó en la entrada a su garaje y miró hacia donde estaba. Había una caja llena de envases de comida china a su lado.
Nick tenía aspecto vigoroso y atractivo. Había cambiado su atuendo de la boda por botas, unos Levi's ajustados y una camisa de estilo occidental con las mangas remangadas hasta el codo. Sintiendo débiles las rodillas, __(Tn) bajó de la furgoneta y se acercó hasta el porche.
—¿Cansada?
—Agotada —le dijo, dándose cuenta del aspecto tan lánguido que tenía. Su pelo había cedido a la humedad de Houston y su traje de color crudo estaba arrugado y manchado del ponche que le había vertido accidentalmente un invitado. Nick tomó su caja de comida y se levantó.
—¿Por qué no te pones algo más cómodo mientras yo preparo una bebida?
—Ron con Coca-Cola —dijo __(Tn) abriendo la puerta y haciéndole entrar. Decidió darse una ducha rápida para quitarse la tensión. Luego se retocó el maquillaje y se vistió con unos pantalones cortos y una blusa de algodón para ir en busca de Nick a la cocina.
—No conocía tus gustos, así que escogí un poco de todo —le dijo tendiéndole el ron con Coca-Cola a __(Tn) y sentándose con ella a la mesa. Luego se dispuso a abrir los envases de platos orientales.
—No soy quisquillosa —replicó __(Tn)—. Excepto en lo que se refiere a compartir mis hombres con otra mujer.
—¿Hombres? ¿Es que somos más de uno? —bromeó Nick.
—¿Con cuántas mujeres estás manteniendo una relación?
—Con una… y no es Jenna, ni Miley, ni cualquier otra que hayas conjurado. ¿Por qué no te fías de mí, __(Tn)? ¿Qué puedo hacer para convencerte de que no soy el Casanova que te has imaginado que soy?
—Será difícil considerando que siempre hay un grupo de mujeres a tu alrededor mirándote como si fueras un panal de miel y ellas un puñado de oseznas hambrientas. ¡Y apareces en la boda con Jenna, como si fuera tu novia! —exclamó __(Tn) poniéndose en pie y echándose a andar.
—¡Estoy empezando a cansarme de tener que defenderme! —replicó Nick tomándola del brazo para detenerla—. O confías en mí o no tenemos futuro. Jenna no es mi novia, es…
Los dedos de __(Tn) sobre los labios de Nick lo silenciaron.
—No digas nada más —le dijo. Tenía razón. La cuestión era confiar. O creía en él o lo olvidaba—. Vamos a disfrutar de la cena que has traído.
Nick accedió y su mal humor se desvaneció tan rápidamente como había surgido. Mientras comían, conversaron fluidamente de temas variados y __(Tn) se dio cuenta de cómo había llegado a gustarle Nick, pese a todas sus aprehensiones.
Una hora después, terminada la comida, salieron al jardín y los dos se sentaron en las escaleras del velvedere. La noche era agradable y la humedad incluso tolerable. Nick levantó la vista al cielo.
—¿No echas de menos poder ver las estrellas?
—A veces —respondió __(Tn)—, pero supongo que es parte de la vida en la ciudad. Valoro la eficacia de las autovías y de los centros comerciales y paso por alto los inconvenientes.
—Tendré que llevarte a mi rancho. Desde el patio se puede mirar a la eternidad y descubrir que centellea como una ofrenda incandescente de un millón de luciérnagas.
—Lo que dices es casi poético. Vas…
El comentario de __(Tn) y se perdió cuando Nick la besó. El beso fue completamente distinto a todos los que habían compartido antes. No había vacilación. Nick pareció percibir su deseo, un deseo que __(Tn) no podía seguir conteniendo. Se apretó contra él y lo rodeó con los brazos al tiempo que acariciaba su suave pelo negro. La pasión llameó con tanta urgencia que __(Tn) se sintió tan luminosa como las luciérnagas imaginarias. Un beso dio paso a otro, y luego a otro, y __(Tn) se perdió en la maravilla de sus caricias.
—¿Ves cómo pueden ser las cosas entre nosotros? —dijo con voz ronca y entrecortada, como la de __(Tn).
—Eso es lo que me asusta. La pasión no es lo mismo que el amor, Nick.
—No es un mal comienzo —murmuró ayudando a __(Tn) a levantarse.
—Pero no es bastante… para ninguno de los dos.
Nick volvió a abrazarla, como tratando de persuadirla de lo contrario con sus besos. Durante unos instantes, __(Tn) se entregó a él y saboreó los sentimientos tan intensos que estaba despertando en ella. Luego, con resolución, se liberó de sus brazos y agitó las manos en el aire. Nick se rió.
—Está bien, acabo de concederte otro indulto, pero una de estas noches…
Caminaron abrazados al interior de la casa y hasta la puerta principal. Después de darse largos y penetrantes besos en el vestíbulo, Nick abrió la puerta.
—Deja que pase, __(Tn). Todo lo que tienes que hacer es decir que sí.
La puerta se cerró y Nick desapareció.
Cuando __(Tn) regresó de la iglesia al mediodía del día siguiente, su contestador automático parpadeaba indicando que había mensajes. Eran tres, un número poco frecuente para ser domingo por la mañana. Todos eran de Jenna Peters.
Pese a recordar todas las lecciones sobre buenos modales de su madre, __(Tn) pospuso el contestar a las llamadas. Tal y como lo veía, Jenna y ella no tenían nada de qué hablar.
Se cambió de ropa y se puso unos pantalones de color kaki y una camisa negra. Luego se sentó para terminar de leer la edición de domingo del Chronicle, pero apenas había empezado repicó el timbre de la puerta.
«¿Y ahora quién? ¿Nick?», se preguntó mientras se calzaba las sandalias y se dirigía con expectación hacia la entrada. En lugar de Nick se quedó de piedra al ver la imagen distorsionada de Jenna a través del grueso cristal ahumado. «He aquí una mujer con una misión», se dijo __(Tn). «Lo mejor será acabar con esto cuanto antes». Dejaría que Jenna hablase y se comportaría de forma totalmente despreocupada. Luego le metería prisas para que se fuera antes de que supiera que Nick le importaba.
Pero __(Tn) no había esperado que Jenna la abrazara cuando le abrió la puerta.
—Soy tan feliz que podría gritar —exclamó—. Perdona si me muestro efusiva pero es que creía que el día de hoy nunca llegaría. Si pudieras ayudarme…
La miraba con ojos suplicantes y su tono delataba tanta ansiedad que __(Tn) no supo cómo reaccionar. Echarla de su casa ya no era una opción. ¿Pero por qué tanta alegría?
—¿Por qué no vamos al salón y hablamos? —sugirió __(Tn).
—Tan pronto como venga Nick.
—¿Nick? —preguntó __(Tn) sintiendo un nudo en el estómago.
—Está aparcando el coche al final de la calle —dijo Jenna señalando la hilera de vehículos aparcados frente a la casa—. No había espacios libres por aquí. Debe de haber una fiesta en el vecindario.
Nick apareció ante su vista y subió las escaleras rápidamente. Su expresión era inescrutable.
—Hola otra vez —dijo a __(Tn).
—Hola —contestó ella tratando de esconder su perplejidad—. Estaba a punto de conducir a Jenna al salón.
Les indicó a los dos que la precedieran y tomaran asiento.
—¿Os apetece un café?
Jenna sacudió la cabeza.
—Estoy verdaderamente ansiosa por saber si puedes hacer lo que te voy a pedir… o si te reirás en nuestras caras cuando descubras por qué estamos aquí.
Reírse era lo último que le pasaba a __(Tn) por la cabeza en aquellos instantes. Se sintió incómoda, más incómoda de lo que se había sentido al encontrarse con Nick y Miley.
—Comprendo que esto sea una imposición —dijo Jenna casi sin aliento—, y prometo hacer todo lo que pueda para ayudar pero… ¿podrías organizar una boda para el sábado? El dinero no es problema.
___(Tn) se hundió en una silla. Sus rodillas empezaron a temblarle. No estaba dispuesta a colaborar en la boda de Nick con otra mujer, ni por todo el oro del mundo. Si supiera Jenna lo asquerosamente…
—¿Este sábado? Imposible.
Jenna se mordió el labio y miró a Nick en busca de apoyo.
—Comprendo que sea una petición un tanto impulsiva —dijo Nick—, pero en nuestra familia todos tenemos ese terrible defecto.
—¿Familia? —repitió __(Tn). Nick asintió.
—Jenna es mi prima favorita —le dijo. Hizo una pausa para que asimilase lo que acababa de decir—. Y ahora, ¿por qué no preparo ese café? No nos vendría mal una taza mientras tú y Jenna discutís a fondo la cuestión.
__(Tn) le lanzó una mirada recriminatoria cuando salió de la habitación. Lamentaba que una mirada fuese su única arma para replicar. ¡Conque prima suya! Él, que en una ocasión la había acusado de ser celosa, había hecho todo lo posible para alimentar ese sentimiento… y lo había logrado. Un poco aturdida, __(Tn) invitó a Jenna a que prosiguiera hablando.
—Por supuesto —borbotó Jenna—. Verás, he estado enamorada de Jack Denning desde que fuimos juntos al instituto. Pensamos casarnos después de la universidad y de que Jack se licenciara. Es un piloto de la marina. Pues bien, justo cuando todo estaba a punto de materializarse, tuvimos una discusión tonta y rompimos nuestro compromiso. Ahora el destino nos ha vuelto a reunir y queremos compartir cada segundo que podamos. Jack está destinado en un portaaviones en Italia y tiene permiso la próxima semana. Queríamos casarnos e irnos de luna de miel a Italia durante ese permiso. Por eso es por lo que la fecha de la boda no es negociable.
—¿Y qué tiene Nick que ver en esto?
—Él es el que echó una mano al destino y me dijo que fuera a por todas. Un cambio radical respecto a lo que me decía siempre desde que Jack y yo rompimos. Algo así como… «hay muchos otros peces en el mar… y también muchos otros marineros». Pero eso era antes de que Nick te conociera. Últimamente se ha convertido en un auténtico casamentero.
__(Tn) sintió un breve estallido de euforia. Si Nick estaba animando a otros enamorados…
—Volviendo a la boda —dijo Jenna tomando la mano de __(Tn)—. Por favor, di que harás esto por mí. No me digas que Torrence Place ya está reservado para este fin de semana.
—No, no lo está. Aún así, nunca he organizado una boda con tan poco tiempo. Puede que no sea posible.
—Cualquier cosa es posible. Mi reconciliación con Jack me lo ha demostrado.
—¿Pero aquí? ¡Si Torrence Place es veneno para los tuyos!
—Eso es ridículo. Es una casa preciosa, perfecta para nosotros. Lo supe en cuanto la vi. De todas formas, no me importa lo que piensen los demás.
—¿Y qué me dices de las invitaciones?
—Demasiado tarde ya. Llamaré a todo el mundo. Sólo será una pequeña reunión. Básicamente la familia y amigos muy íntimos.
—Deduzco que la has convencido para hacer la boda —dijo Nick a Jenna cuando entró en la habitación llevando tres tazas en la mano—. Ya te dije que vive de las historias de amor —añadió con una sonrisa.
—No te sientas muy cómodo —le advirtió __(Tn) y a Nick—. Todavía no he terminado contigo.
Pero estaba sonriendo por dentro.
Cuando el teléfono sonó poco después de que Nick y Jenna se hubiesen ido, __(Tn) lo contestó. Era Nick.
—¿Por qué no me dijiste que era pariente tuya? —preguntó ___(Tn) antes de que Nick pudiera decir algo aparte de hola.
—Al darme cuenta de que te habías precipitado y habías llegado a la conclusión equivocada, no pude evitar darte cuerda. Luego comprendí que tu enfado revelaba más de lo que habías reconocido. Significaba que yo te importaba.
—Tal vez fuera así, pero ¿cuándo ibas ha decirme quién era Jenna?
—Iba a hacerlo anoche…
__(Tn) recordó que ella había sido quien había puesto freno a sus explicaciones.
—Estoy empezando a averiguar lo diabólico que puedes ser —gruñó tratando de encubrir su buen humor—. Mira que venir aquí con ella y dejarme creer… toda clase de cosas. Y no empieces con eso de que es un terrible defecto de tu familia…
—Mi familia tiene otro defecto… perseguir lo que queremos. Siento haberte inducido a pensar que no soy sincero respecto al matrimonio. Lo soy, de verdad. Te he dicho muchas veces qué es lo que quiero. Quiero que seas mi esposa.
—Perfecto —se mofó__(Tn), secretamente complacida pero sin deseos de ponérselo demasiado fácil—. Esta semana estoy en el candelero, pero ¿y las próximas? Estás seguro de que cuando ya no sea una novedad…
—__(Tn) Holt, eres un fraude —la interrumpió Nick.
—¿Y eso por qué?
—Toda esa cantata sobre una historia de amor, amor por siempre, bla bla bla… y cuando un hombre se presenta ofreciéndote exactamente eso, no puedes aceptarlo.
—No es cierto. Nadie… —se interrumpió. ¿Había dicho «amor por siempre»?
La mañana de la boda de Jenna había aparecido lluviosa. No era llovizna sino un diluvio. __(Tn) miró por la ventana para ver los ríos de agua que se formaban junto a las aceras. Gimió. Pero la risa de Jenna y de Jack al llegar con enormes paraguas en la mano la tranquilizó. Ya podía estar formándose un huracán en el golfo de California, que no iban a molestarse.
Las sillas blancas plegables del salón estaban todas ocupadas por los invitados cuando la música del piano indicó el comienzo de la ceremonia y Jenna descendió lentamente la escalera hacia el arco emparrado bajo el que Jack la estaba esperando. Desde su puesto al fondo del salón, __(Tn) podía contemplar todo el desfile, pero más que mirar a la novia, sus ojos estaban puestos en Nick, igual que los suyos estaban puestos en ella. Durante toda la semana había bromeado sobre la posibilidad de hacer una doble boda y en aquel momento __(Tn) deseó estar de pie ante aquel altar improvisado, con Nick a su lado.
Mientras presenciaba la toma de votos, tomó una decisión. Nick le había pedido casarse con ella en repetidas ocasiones. Aquella noche, cuando se quedaran a solas, le diría que sí. Tal vez se estaba dejando influenciar por la hermosa ceremonia o por las caras radiantes de Jack y Jenna. Pero __(Tn) sabía que era mucho más que eso.
Cuando el piano volvió a sonar y los fotógrafos empezaron a sacar fotos de los novios, __(Tn) recordó sus deberes y corrió a la cocina para ver cómo estaban allí las cosas. Nick se acercó por detrás, envolviéndola con sus brazos y cubriéndola el cuello con besos rápidos y afectuosos. __(Tn) se giró para verlo de frente y respondió sin dudarlo con un beso más apasionado.
—Ojalá hubiésemos sido nosotros los que se hubieran casado —murmuró Nick, repitiendo sus pensamientos de hacía unos minutos.
—Tal vez sea posible.
—¿Quieres decir…?
—Más tarde —susurró __(Tn), besándolo una vez más antes de irse deprisa para atender a los invitados.
La agitación de las últimas tareas de recogida había terminado. __(Tn) y Nick estaban sentados uno junto al otro en el solarium con las manos entrelazadas y paladeando un resto de champán. Nick había dejado la chaqueta de su esmoquin en una silla junto a la corbata de lazo y __(Tn) se había quitado los zapatos. Jenna y Jack, refugiados en la suite Flores y Corazones del piso de arriba, habían conseguido finalmente la intimidad tan esperada. En la casa reinaba una maravillosa quietud.
—Apenas puedo creer que hayas accedido a ser mi mujer —dijo dejando el vaso de champán sobre la mesita para sentar a __(Tn) sobre su regazo—. Te adoro.
Una leve tos interrumpió su abrazo. Era Jenna, todavía con el vestido de novia. __(Tn) se puso en pie en seguida.
—¿Algún problema con la suite?
—No —dijo Jenna ruborizándose levemente pese a que ya no tenía maquillaje. Quitado a besos, sin duda alguna—. Esto es tan… ¿podrías ayudarme un momento?
A regañadientes, __(Tn) siguió a Jenna a la habitación de la novia. Jenna se explicó.
—La cremallera de mi vestido se ha atrancado y no puedo abrirla. Jack tampoco podía. ¿Podrías intentarlo tú? Usa las tijeras, si es necesario.
—Déjame que pruebe —dijo __(Tn) con una sonrisa—, y si no funciona, iré a por las tijeras.
Mientras __(Tn) maniobraba lentamente subiendo un poco la cremallera, bajándola otro poco, Jenna parloteó sin parar, posiblemente para disimular su vergüenza. Sólo hizo falta un poco de paciencia, algo que Jack, comprensiblemente, no poseía, y la cremallera se desatrancó. Por desgracia, durante el monólogo ininterrumpido de Jenna, __(Tn) se enteró de más cosas de las que quería saber de Nick. Cuando regresó al piso inferior, el humor tierno que había prevalecido anteriormente fue sustituido por una rabia agitada.
Nick le abrió los brazos, pero __(Tn) se quedó donde estaba mirándolo con furia.
—¿De verdad me amas tanto o tienes otros incentivos para correr al altar?
—¿De qué me hablas?
—He estado hablando con Jenna.
—¿Y?
—Por fin he averiguado por qué estás tan ansioso por casarte.
CHAN ya edito y subo el otro cap!! :D
maru!!
Re: "Una boda de locura"♥Nick y ___(Tn)♥TERMINADA
Capítulo 10
—Lo siento, pero no te sigo —dijo Nick frotándose la barbilla, que estaba ensombrecida por una barba incipiente—. Creía que habíamos llegado a un entendimiento. De repente retomas la vieja queja de que estoy desesperado por encontrar esposa.
—«Desesperado» no es lo que yo he dicho.
—Desesperado… ansioso. La misma diferencia —le espetó poniéndose de pie—. ¿Qué es lo que piensas exactamente?
—Jenna me contó lo de asegurar su herencia —contestó __(Tn)—. Sobre tu abuelo Barstow y sus estipulaciones.
—¿Ah, sí?
—Sí, me ha informado de que sólo los herederos casados pueden optar a tener su parte de la fortuna de tu abuelo.
—Ya entiendo —dijo Nick. Luego hizo una pausa antes de continuar—. De modo que después de un profundo análisis has llegado a la conclusión de que mi proposición hacia ti está ligada al legado —se burló levantando una ceja.
—Los dos sabemos lo importante que el dinero es para ti. Estás constantemente hablando del mío.
La expresión de Nick se tornó grave y su voz puso en evidencia una furia similar a los motores de una vieja locomotora de vapor.
—¡Pequeña idiota! ¿Crees de verdad que una insignificante herencia es lo que me empuja al altar?
—Muchas personas se han casado por razones así —dijo __(Tn) en tono desafiante. Nick nunca lo había reconocido, pero __(Tn) sospechaba que parte del atractivo de Miley residía en que no necesitaba de su fortuna.
Nick permaneció inmóvil como una estatua con las manos cruzadas a la altura de la cadera. Sus ojos, sin embargo, echaban chispas.
—Madre mía, eres de lo que no hay. Justo cuando pensé que finalmente te había convencido de mi sinceridad, me sales con esto. Al parecer no hay forma de convencerte. Si tu acusación no fuese tan insultante, me reiría. ¿Es que no puedes creer que alguien te pueda querer por lo que eres? No, sospechas endiabladamente de todo —dijo Nick lanzando una mano al aire—. Y para que lo sepas, no necesito una esposa. Durante un tiempo, pensé que quería una. Al parecer no es más que otro lapsus de juicio por mi parte, uno de los muchos que padezco últimamente. Pero te prometo que no me volverá a pasar. No he tenido un solo momento tranquilo desde que la idea del matrimonio me entró en la cabeza. Gracias por ahorrarme más traumas —concluyó saliendo hecho una furia hacia la puerta.
__(Tn) se quedó paralizada, sin poder hablar ante aquel discurso cáustico de Nick y su salida teatral. Un minuto después, recobrando la sensatez, vio que se había dejado la corbata y la chaqueta en la silla y lo siguió al vestíbulo con intención de alcanzarlo, pero ya se había marchado. El reloj de su abuelo estaba dando las doce. Qué apropiado, pensó __(Tn). El Príncipe Azul se ha ido de su vida y Cenicienta estaba a punto de convertirse en la esclava de la casa.
Los recién casados partieron a hora temprana y __(Tn) se pasó el resto del domingo haciendo los preparativos para el primer seminario. Stephanie había pedido el día libre, así que __(Tn) estaba privada de su ayuda y consejo.
Cuanto más sopesaba la conversación con Jenna y la respuesta indignante de Nick, más alimentaba el temor de que había malinterpretado la situación. Debería haber sonsacado más información a Jenna antes de acometer a Nick. No parecía lógico que estuviese tan airado si las acusaciones de __(Tn) se acercaban a la verdad.
Había esperado demasiado, admitió __(Tn). Una historia de amor verdadera debía de ser pura ficción. «No, no siempre es así», se dijo. «Jenna y Jack tienen esa clase de amor, y también Steph y Jay, Eva y Ralph, mis padres y muchos otros a quienes podría nombrar. Conformarse con menos sería justo eso… conformarse». ¿Por qué entonces se sentía como si le estuvieran haciendo trizas por dentro?
Su único recurso era llamar a Nick, así que rechinaría los dientes y si había malentendido el asunto del legado, pediría disculpas… se arrastraría si fuese necesario.
—Jonas.
—Hola, Nick. Soy yo.
—¿Sí? —dijo con voz gélida.
—Quiero que sepas que me siento mal por lo de anoche.
—Ya veo. Me acusas de tener dobles intenciones, me tachas de mercenario, ¿y ahora quieres una absolución?
—Bueno, no… —empezó a decir __(Tn). Desde luego Nick no se lo estaba poniendo fácil—. Solamente quería… eh… pensé que tal vez pudieras pasarte por aquí.
Con suerte, Nick estaría más abierto a hablar de aquel malentendido en persona.
—¿Para qué?
—¿Debo justificar mi petición?
Silencio de Nick. Al parecer sí debía hacerlo.
—Te dejaste aquí la chaqueta del esmoquin.
—Entiendo. No te haces responsable de los artículos abandonados durante más de veinticuatro horas, ¿no es eso?
—Por supuesto que no. Yo…
—Enviaré a alguien a por ello. Adiós.
El clic del auricular al colgar resonó en el oído de __(Tn). Enviaría a alguien. Podía deducir de su tono de voz que no iba a ceder ni un centímetro. Pero cualquiera podía cometer un error, incluida ella. Sólo porque hubiera actuado mal, eso no significaba que Nick no pudiera darle otra oportunidad. Especialmente si la amaba tanto como había asegurado.
Cuando cayó la noche, __(Tn) abandonó la esperanza de saber de Nick aquella noche. Estaba preparándose para acostarse cuando sonó el timbre de la puerta. Esperando contra toda esperanza que hubiera cambiado de idea, se puso la bata. Sus sentimientos pasaron de la emoción al pánico mientras corría hacia la entrada para abrir la puerta.
—Hola —dijo __(Tn)—. Pasa.
—Me quedaré aquí fuera. ¿Mi chaqueta? Ésa ha sido la excusa para tu llamada, ¿no?
—Hiciste ver que necesitaba una excusa. Entra, por favor. Tenemos que hablar.
—Si no recuerdo mal, hablaste largo y tendido anoche.
—Estaba equivocada —dijo __(Tn). Aunque Nick no había aportado ninguna clarificación, __(Tn) estaba convencida de que lo había juzgado mal. Amar a Nick, sabiendo en aquellos momentos que lo amaba, significaba que era el momento de empezar a demostrarlo.
—¿Qué te hizo decidir eso?
—La confianza —contestó sin aliento—. La fe en ti.
—Un poco tarde en aparecer, ¿no te parece?
—Escucha… —replicó __(Tn) con creciente indignación—. Estoy tratando de decirte que me importa un rábano ese legado y que lamento lo que dije. Quiero que volvamos a ser amigos.
—Perdóname si no doy brincos por ello —dijo con amargura.
—¿Por qué estás siendo tan desagradable?
Nick la arrastró al interior, cerró la puerta y la atrapó entre su cuerpo y la puerta para luego aplastar sus labios con los suyos. __(Tn) quería su beso, pero un beso de amor, no de castigo. Lo empujó y Nick rompió inmediatamente el abrazo.
—¿No? —preguntó.
—No. No cuando muestras tanta animosidad.
—Lo que tú quieras —dijo Nick levantando las manos para indicar que no iba a tocarla.
—Lo que quiero es que hablemos de esto —dijo __(Tn)—. Que…
—Estoy harto de hablar. Sólo te pedí una cosa, __(Tn)… que creyeras en mí. Supongo que era mucho esperar. No me apetece pasar el resto de mi vida preguntándome qué trasgresión me achacarás la próxima vez.
Nick descolgó su chaqueta del perchero. Lágrimas de dolor se deslizaron por las mejillas de __(Tn) al verlo bajar ágilmente las escaleras del porche y desaparecer en la oscuridad.
__(Tn) pasó la semana haciendo de anfitriona para las reuniones de empleados de empresa. Todos los días eran iguales: cocinar, limpiar, hacer comentarios agradables y un total agotamiento al final del día. Aquellas reuniones habían convencido a __(Tn) de que lo suyo eran las bodas. La satisfacción que obtenía de aquel trabajo no era el mismo. Finalmente, la última sesión tocó a su fin.
—Nunca pensé que me aliviaría saber que no hay una boda programada —dijo Stephanie—. Estoy dispuesta a pasar el fin de semana en total soledad.
—¿Jay está trabajando? —preguntó __(Tn).
—No tanta soledad, tonta. ¿Y tú? ¿Qué piensas hacer?
—Quedarme en casa —le respondió a Stephanie en tono defensivo—. Y contar mi dinero.
—Menudo cambio, ¿verdad? Ha sido como un milagro.
Stephanie no esperó una respuesta y salió a toda prisa. Pero tenía razón. Aquella recuperación repentina había sido un milagro.
El fin de semana transcurrió en total soledad y tristeza. Echaba de menos a Nick. Así que cuando el teléfono sonó a las cuatro de la tarde del domingo, __(Tn) se lanzó desesperadamente a contestarlo.
Era Jenna. El permiso de Jack había finalizado y acababa de marcharse para ir a su destino. Aunque sus estados de tristeza tenían causas distintas, estaban en el mismo barco. Decidieron verse en un nuevo restaurante italiano.
—¿Llamo a Nick y le digo que se reúna con nosotras?
—No es una buena idea. Nick y yo ni siquiera nos hablamos en este momento —suspiró __(Tn) con voz fúnebre. Al mencionar a Nick, perdió el control sobre sus emociones.
—¿Qué problema hay?
—Es demasiado complicado como para tratarlo por teléfono —dijo __(Tn)—. Hablaremos en el restaurante. Hasta luego.
Cuando vio llegar a __(Tn), Jenna hizo una señal desde un reservado del fondo del restaurante y se levantó para darle un abrazo. Cuando __(Tn) se volvió para sentarse, sus ojos se cruzaron con los de Nick.
—¿Qué está haciendo él aquí?
—Yo también me pregunto lo mismo —dijo Nick con irritación—. Mi prima me persuadió a venir con una lacrimógena historia acerca de lo apenada que estaba por la marcha de Jack. Ahora que veo de lo que se trata, creo que me marcharé yo mismo.
—No, no lo harás —protestó Jenna—. Si valoras en algo mis sentimientos, te quedarás donde estás.
—¿Y qué tienen que ver tus sentimientos con esto?
—Remordimientos, eso es lo que tienen que ver. Este lío entre vosotros dos ha sido culpa mía —declaró Jenna. Se volvió a __(Tn)—. Después de hablar contigo por teléfono era evidente que yo no era la única apenada, así que llamé a Nick y completé la historia de lo ocurrido. A mi parecer, mi cuento sobre el legado de la familia ha armado todo un revuelo. ¿No?
—Más o menos —contestó __(Tn)—. Pero no eres totalmente responsable. Pensé de forma retorcida.
__(Tn) dirigió una mirada a Nick. Parecía más absorto en la carta que en sus comentarios conciliadores. Su genio se avivó cuando levantó la voz para llamar su atención—. ¿Pero quién puede culparme de estar confusa después de todo lo que se ha respirado en el ambiente últimamente? —se defendió __(Tn). Pero la respuesta de Nick fue un sonoro suspiro—. Así que, cuando me hablaste de las condiciones del abuelo Barstow…
—Sumaste dos más dos —dijo Jenna.
—Y me salió cinco —añadió __(Tn).
Jenna miró al techo, como buscando una inspiración divina.
—Qué estúpida por mi parte. Nunca debí sacarlo a relucir.
—La deducción de __(Tn) fue todo obra suya —intervino Nick.
—Parecía lógico teniendo en cuenta lo mucho que te afanas por el dinero —contraatacó __(Tn).
—Maldita sea, trabajar duro para tener éxito no es exactamente lo mismo que afanarse por el dinero.
—Bueno, bueno —lo reprochó Jenna—. Seguramente no te molestaste en contarle a __(Tn) toda la historia, ¿no, Nick?
—No tuve oportunidad —gruñó partiendo un palito de pan por la mitad.
—Por favooor —replicó __(Tn)—. Quise que hablaras conmigo, prácticamente me puse de rodillas, pero tú te callaste como un muerto. ¿Cuánto tiempo te va a durar el mal humor?
—¡Que haya paz! —exclamó Jenna apoyando los codos sobre la mesa e inclinándose hacia __(Tn)—. El testamento del tatarabuelo Barstow ha sido una broma familiar durante años. Todos los que se casan reciben tarjetas de enhorabuena por su inesperada fortuna, en realidad mil dólares por cabeza, no gran cosa hoy en día. Lo que es más gracioso es que lo que el bisabuelo quería era asegurar que su apellido perdurara estipulando que cada descendiente suyo tendría derecho a la herencia sólo una vez casado. Desgraciadamente para él, ninguno de los varones descendientes suyos tuvieron hijos varones. El apellido Barstow desapareció hace mucho tiempo, pero el legado sobrevive. Y cuando pensaste que Nick… —rió Jenna—. Qué bueno. Una nueva historia que añadir a la leyenda.
—Una historia que será mejor que no la cuenten en mi presencia —ordenó Nick—. Ahora, si me disculpáis, estoy seguro de que pasaréis una velada mucho más agradable sin mi mal humor.
__(Tn) se puso en pie para dejarlo salir.
—No te vayas enfadado —le dijo desde lejos al ver que se despedía con un gesto de cabeza.
—Dale unos días. Nick cederá, te lo prometo. Y si no lo hace, podrías…
Jenna estuvo aconsejando a __(Tn) sobre diversas maneras de ganarse a Nick. Según ella, __(Tn) y Nick eran un buen enlace amoroso y estaban destinados a estar juntos. Nada mejor que una recién casada hablando de las maravillas del amor y tratando de convertir a todo el mundo.
A pesar del optimismo de Jenna, __(Tn) sólo sintió desesperación. Primero, porque era poco probable que Nick se tragase su orgullo y la perdonase. Segundo, porque de ninguna manera iba a llevar a cabo ninguna de las sugerencias de Jenna. Por mucho que le doliera, __(Tn) iba a tener que aceptar el hecho de que había alejado a Nick de su lado para siempre.
bien ahora si fin del maraton de dos cap...
chicas se que me van a matar en especial eli..pero..
FALTAN 2CAP PARA QUE LA NOVE TERMINE!! :oops:
Espero que les guste los cap
mañana la sigo!! :D
byebye
—Lo siento, pero no te sigo —dijo Nick frotándose la barbilla, que estaba ensombrecida por una barba incipiente—. Creía que habíamos llegado a un entendimiento. De repente retomas la vieja queja de que estoy desesperado por encontrar esposa.
—«Desesperado» no es lo que yo he dicho.
—Desesperado… ansioso. La misma diferencia —le espetó poniéndose de pie—. ¿Qué es lo que piensas exactamente?
—Jenna me contó lo de asegurar su herencia —contestó __(Tn)—. Sobre tu abuelo Barstow y sus estipulaciones.
—¿Ah, sí?
—Sí, me ha informado de que sólo los herederos casados pueden optar a tener su parte de la fortuna de tu abuelo.
—Ya entiendo —dijo Nick. Luego hizo una pausa antes de continuar—. De modo que después de un profundo análisis has llegado a la conclusión de que mi proposición hacia ti está ligada al legado —se burló levantando una ceja.
—Los dos sabemos lo importante que el dinero es para ti. Estás constantemente hablando del mío.
La expresión de Nick se tornó grave y su voz puso en evidencia una furia similar a los motores de una vieja locomotora de vapor.
—¡Pequeña idiota! ¿Crees de verdad que una insignificante herencia es lo que me empuja al altar?
—Muchas personas se han casado por razones así —dijo __(Tn) en tono desafiante. Nick nunca lo había reconocido, pero __(Tn) sospechaba que parte del atractivo de Miley residía en que no necesitaba de su fortuna.
Nick permaneció inmóvil como una estatua con las manos cruzadas a la altura de la cadera. Sus ojos, sin embargo, echaban chispas.
—Madre mía, eres de lo que no hay. Justo cuando pensé que finalmente te había convencido de mi sinceridad, me sales con esto. Al parecer no hay forma de convencerte. Si tu acusación no fuese tan insultante, me reiría. ¿Es que no puedes creer que alguien te pueda querer por lo que eres? No, sospechas endiabladamente de todo —dijo Nick lanzando una mano al aire—. Y para que lo sepas, no necesito una esposa. Durante un tiempo, pensé que quería una. Al parecer no es más que otro lapsus de juicio por mi parte, uno de los muchos que padezco últimamente. Pero te prometo que no me volverá a pasar. No he tenido un solo momento tranquilo desde que la idea del matrimonio me entró en la cabeza. Gracias por ahorrarme más traumas —concluyó saliendo hecho una furia hacia la puerta.
__(Tn) se quedó paralizada, sin poder hablar ante aquel discurso cáustico de Nick y su salida teatral. Un minuto después, recobrando la sensatez, vio que se había dejado la corbata y la chaqueta en la silla y lo siguió al vestíbulo con intención de alcanzarlo, pero ya se había marchado. El reloj de su abuelo estaba dando las doce. Qué apropiado, pensó __(Tn). El Príncipe Azul se ha ido de su vida y Cenicienta estaba a punto de convertirse en la esclava de la casa.
Los recién casados partieron a hora temprana y __(Tn) se pasó el resto del domingo haciendo los preparativos para el primer seminario. Stephanie había pedido el día libre, así que __(Tn) estaba privada de su ayuda y consejo.
Cuanto más sopesaba la conversación con Jenna y la respuesta indignante de Nick, más alimentaba el temor de que había malinterpretado la situación. Debería haber sonsacado más información a Jenna antes de acometer a Nick. No parecía lógico que estuviese tan airado si las acusaciones de __(Tn) se acercaban a la verdad.
Había esperado demasiado, admitió __(Tn). Una historia de amor verdadera debía de ser pura ficción. «No, no siempre es así», se dijo. «Jenna y Jack tienen esa clase de amor, y también Steph y Jay, Eva y Ralph, mis padres y muchos otros a quienes podría nombrar. Conformarse con menos sería justo eso… conformarse». ¿Por qué entonces se sentía como si le estuvieran haciendo trizas por dentro?
Su único recurso era llamar a Nick, así que rechinaría los dientes y si había malentendido el asunto del legado, pediría disculpas… se arrastraría si fuese necesario.
—Jonas.
—Hola, Nick. Soy yo.
—¿Sí? —dijo con voz gélida.
—Quiero que sepas que me siento mal por lo de anoche.
—Ya veo. Me acusas de tener dobles intenciones, me tachas de mercenario, ¿y ahora quieres una absolución?
—Bueno, no… —empezó a decir __(Tn). Desde luego Nick no se lo estaba poniendo fácil—. Solamente quería… eh… pensé que tal vez pudieras pasarte por aquí.
Con suerte, Nick estaría más abierto a hablar de aquel malentendido en persona.
—¿Para qué?
—¿Debo justificar mi petición?
Silencio de Nick. Al parecer sí debía hacerlo.
—Te dejaste aquí la chaqueta del esmoquin.
—Entiendo. No te haces responsable de los artículos abandonados durante más de veinticuatro horas, ¿no es eso?
—Por supuesto que no. Yo…
—Enviaré a alguien a por ello. Adiós.
El clic del auricular al colgar resonó en el oído de __(Tn). Enviaría a alguien. Podía deducir de su tono de voz que no iba a ceder ni un centímetro. Pero cualquiera podía cometer un error, incluida ella. Sólo porque hubiera actuado mal, eso no significaba que Nick no pudiera darle otra oportunidad. Especialmente si la amaba tanto como había asegurado.
Cuando cayó la noche, __(Tn) abandonó la esperanza de saber de Nick aquella noche. Estaba preparándose para acostarse cuando sonó el timbre de la puerta. Esperando contra toda esperanza que hubiera cambiado de idea, se puso la bata. Sus sentimientos pasaron de la emoción al pánico mientras corría hacia la entrada para abrir la puerta.
—Hola —dijo __(Tn)—. Pasa.
—Me quedaré aquí fuera. ¿Mi chaqueta? Ésa ha sido la excusa para tu llamada, ¿no?
—Hiciste ver que necesitaba una excusa. Entra, por favor. Tenemos que hablar.
—Si no recuerdo mal, hablaste largo y tendido anoche.
—Estaba equivocada —dijo __(Tn). Aunque Nick no había aportado ninguna clarificación, __(Tn) estaba convencida de que lo había juzgado mal. Amar a Nick, sabiendo en aquellos momentos que lo amaba, significaba que era el momento de empezar a demostrarlo.
—¿Qué te hizo decidir eso?
—La confianza —contestó sin aliento—. La fe en ti.
—Un poco tarde en aparecer, ¿no te parece?
—Escucha… —replicó __(Tn) con creciente indignación—. Estoy tratando de decirte que me importa un rábano ese legado y que lamento lo que dije. Quiero que volvamos a ser amigos.
—Perdóname si no doy brincos por ello —dijo con amargura.
—¿Por qué estás siendo tan desagradable?
Nick la arrastró al interior, cerró la puerta y la atrapó entre su cuerpo y la puerta para luego aplastar sus labios con los suyos. __(Tn) quería su beso, pero un beso de amor, no de castigo. Lo empujó y Nick rompió inmediatamente el abrazo.
—¿No? —preguntó.
—No. No cuando muestras tanta animosidad.
—Lo que tú quieras —dijo Nick levantando las manos para indicar que no iba a tocarla.
—Lo que quiero es que hablemos de esto —dijo __(Tn)—. Que…
—Estoy harto de hablar. Sólo te pedí una cosa, __(Tn)… que creyeras en mí. Supongo que era mucho esperar. No me apetece pasar el resto de mi vida preguntándome qué trasgresión me achacarás la próxima vez.
Nick descolgó su chaqueta del perchero. Lágrimas de dolor se deslizaron por las mejillas de __(Tn) al verlo bajar ágilmente las escaleras del porche y desaparecer en la oscuridad.
__(Tn) pasó la semana haciendo de anfitriona para las reuniones de empleados de empresa. Todos los días eran iguales: cocinar, limpiar, hacer comentarios agradables y un total agotamiento al final del día. Aquellas reuniones habían convencido a __(Tn) de que lo suyo eran las bodas. La satisfacción que obtenía de aquel trabajo no era el mismo. Finalmente, la última sesión tocó a su fin.
—Nunca pensé que me aliviaría saber que no hay una boda programada —dijo Stephanie—. Estoy dispuesta a pasar el fin de semana en total soledad.
—¿Jay está trabajando? —preguntó __(Tn).
—No tanta soledad, tonta. ¿Y tú? ¿Qué piensas hacer?
—Quedarme en casa —le respondió a Stephanie en tono defensivo—. Y contar mi dinero.
—Menudo cambio, ¿verdad? Ha sido como un milagro.
Stephanie no esperó una respuesta y salió a toda prisa. Pero tenía razón. Aquella recuperación repentina había sido un milagro.
El fin de semana transcurrió en total soledad y tristeza. Echaba de menos a Nick. Así que cuando el teléfono sonó a las cuatro de la tarde del domingo, __(Tn) se lanzó desesperadamente a contestarlo.
Era Jenna. El permiso de Jack había finalizado y acababa de marcharse para ir a su destino. Aunque sus estados de tristeza tenían causas distintas, estaban en el mismo barco. Decidieron verse en un nuevo restaurante italiano.
—¿Llamo a Nick y le digo que se reúna con nosotras?
—No es una buena idea. Nick y yo ni siquiera nos hablamos en este momento —suspiró __(Tn) con voz fúnebre. Al mencionar a Nick, perdió el control sobre sus emociones.
—¿Qué problema hay?
—Es demasiado complicado como para tratarlo por teléfono —dijo __(Tn)—. Hablaremos en el restaurante. Hasta luego.
Cuando vio llegar a __(Tn), Jenna hizo una señal desde un reservado del fondo del restaurante y se levantó para darle un abrazo. Cuando __(Tn) se volvió para sentarse, sus ojos se cruzaron con los de Nick.
—¿Qué está haciendo él aquí?
—Yo también me pregunto lo mismo —dijo Nick con irritación—. Mi prima me persuadió a venir con una lacrimógena historia acerca de lo apenada que estaba por la marcha de Jack. Ahora que veo de lo que se trata, creo que me marcharé yo mismo.
—No, no lo harás —protestó Jenna—. Si valoras en algo mis sentimientos, te quedarás donde estás.
—¿Y qué tienen que ver tus sentimientos con esto?
—Remordimientos, eso es lo que tienen que ver. Este lío entre vosotros dos ha sido culpa mía —declaró Jenna. Se volvió a __(Tn)—. Después de hablar contigo por teléfono era evidente que yo no era la única apenada, así que llamé a Nick y completé la historia de lo ocurrido. A mi parecer, mi cuento sobre el legado de la familia ha armado todo un revuelo. ¿No?
—Más o menos —contestó __(Tn)—. Pero no eres totalmente responsable. Pensé de forma retorcida.
__(Tn) dirigió una mirada a Nick. Parecía más absorto en la carta que en sus comentarios conciliadores. Su genio se avivó cuando levantó la voz para llamar su atención—. ¿Pero quién puede culparme de estar confusa después de todo lo que se ha respirado en el ambiente últimamente? —se defendió __(Tn). Pero la respuesta de Nick fue un sonoro suspiro—. Así que, cuando me hablaste de las condiciones del abuelo Barstow…
—Sumaste dos más dos —dijo Jenna.
—Y me salió cinco —añadió __(Tn).
Jenna miró al techo, como buscando una inspiración divina.
—Qué estúpida por mi parte. Nunca debí sacarlo a relucir.
—La deducción de __(Tn) fue todo obra suya —intervino Nick.
—Parecía lógico teniendo en cuenta lo mucho que te afanas por el dinero —contraatacó __(Tn).
—Maldita sea, trabajar duro para tener éxito no es exactamente lo mismo que afanarse por el dinero.
—Bueno, bueno —lo reprochó Jenna—. Seguramente no te molestaste en contarle a __(Tn) toda la historia, ¿no, Nick?
—No tuve oportunidad —gruñó partiendo un palito de pan por la mitad.
—Por favooor —replicó __(Tn)—. Quise que hablaras conmigo, prácticamente me puse de rodillas, pero tú te callaste como un muerto. ¿Cuánto tiempo te va a durar el mal humor?
—¡Que haya paz! —exclamó Jenna apoyando los codos sobre la mesa e inclinándose hacia __(Tn)—. El testamento del tatarabuelo Barstow ha sido una broma familiar durante años. Todos los que se casan reciben tarjetas de enhorabuena por su inesperada fortuna, en realidad mil dólares por cabeza, no gran cosa hoy en día. Lo que es más gracioso es que lo que el bisabuelo quería era asegurar que su apellido perdurara estipulando que cada descendiente suyo tendría derecho a la herencia sólo una vez casado. Desgraciadamente para él, ninguno de los varones descendientes suyos tuvieron hijos varones. El apellido Barstow desapareció hace mucho tiempo, pero el legado sobrevive. Y cuando pensaste que Nick… —rió Jenna—. Qué bueno. Una nueva historia que añadir a la leyenda.
—Una historia que será mejor que no la cuenten en mi presencia —ordenó Nick—. Ahora, si me disculpáis, estoy seguro de que pasaréis una velada mucho más agradable sin mi mal humor.
__(Tn) se puso en pie para dejarlo salir.
—No te vayas enfadado —le dijo desde lejos al ver que se despedía con un gesto de cabeza.
—Dale unos días. Nick cederá, te lo prometo. Y si no lo hace, podrías…
Jenna estuvo aconsejando a __(Tn) sobre diversas maneras de ganarse a Nick. Según ella, __(Tn) y Nick eran un buen enlace amoroso y estaban destinados a estar juntos. Nada mejor que una recién casada hablando de las maravillas del amor y tratando de convertir a todo el mundo.
A pesar del optimismo de Jenna, __(Tn) sólo sintió desesperación. Primero, porque era poco probable que Nick se tragase su orgullo y la perdonase. Segundo, porque de ninguna manera iba a llevar a cabo ninguna de las sugerencias de Jenna. Por mucho que le doliera, __(Tn) iba a tener que aceptar el hecho de que había alejado a Nick de su lado para siempre.
bien ahora si fin del maraton de dos cap...
chicas se que me van a matar en especial eli..pero..
FALTAN 2CAP PARA QUE LA NOVE TERMINE!! :oops:
Espero que les guste los cap
mañana la sigo!! :D
byebye
maru!!
Re: "Una boda de locura"♥Nick y ___(Tn)♥TERMINADA
no te preocupes Maru... no te voy a matar... al menos no hoy que estoy de buen humor...
nah! mentira jajajaja ya me lo veia venir, asique n es ninguna sorpresa 8bueno, tal vez un poco, pero ese no es el caso :P)
te voy a confesar algo... Nick y ls Rayis me sacan de quicio... no los entiendo...
esos dos caps me dejaron conundida... feliz xq la Rayis acepta, sorprendida por la confesion de Jenna, extrañada (y riendo) por lo del abuelo Barstow, y finalmente y mas importante, triste y frustrada por el enojo d Nick...
pero tiene razon por esto ultimo, la Rayis, despues de todo, es desconfiada...
—Sumaste dos más dos —dijo Jenna.
—Y me salió cinco —añadió __(Tn).
no se porque, pero me gusta esta frase... esta buena...
enfin... SIGUELA!!!!!!!! (y no te preocupes, no te voy a matar esta vez jajaja... tal vez para la proxima :D)
nah! mentira jajajaja ya me lo veia venir, asique n es ninguna sorpresa 8bueno, tal vez un poco, pero ese no es el caso :P)
te voy a confesar algo... Nick y ls Rayis me sacan de quicio... no los entiendo...
esos dos caps me dejaron conundida... feliz xq la Rayis acepta, sorprendida por la confesion de Jenna, extrañada (y riendo) por lo del abuelo Barstow, y finalmente y mas importante, triste y frustrada por el enojo d Nick...
pero tiene razon por esto ultimo, la Rayis, despues de todo, es desconfiada...
—Sumaste dos más dos —dijo Jenna.
—Y me salió cinco —añadió __(Tn).
no se porque, pero me gusta esta frase... esta buena...
enfin... SIGUELA!!!!!!!! (y no te preocupes, no te voy a matar esta vez jajaja... tal vez para la proxima :D)
eli_jonatika
Re: "Una boda de locura"♥Nick y ___(Tn)♥TERMINADA
QUEEEEEEEEE?! COMO LA DEJAS ASI!
NONONNONOO!
SEGUILA!
NONONNONOO!
SEGUILA!
Invitado
Invitado
Re: "Una boda de locura"♥Nick y ___(Tn)♥TERMINADA
hola soy tu nueva lectora porfa siguela si sis si si si si
margarita
Re: "Una boda de locura"♥Nick y ___(Tn)♥TERMINADA
dios
iba todo tan bien
jenna hermosa por q no cayaste
argggg
no quiero q nick se vaya no
plis siguela
iba todo tan bien
jenna hermosa por q no cayaste
argggg
no quiero q nick se vaya no
plis siguela
ama-jonatik
Re: "Una boda de locura"♥Nick y ___(Tn)♥TERMINADA
Hola chicas como andan??
disculpen no haber subido cap ayer pero
En la noche subo cap en las dos noves que estoy subiendo :D
disculpen no haber subido cap ayer pero
En la noche subo cap en las dos noves que estoy subiendo :D
maru!!
Re: "Una boda de locura"♥Nick y ___(Tn)♥TERMINADA
plizzz
siguelaaa
siguelaaaaa
plizzzz
subeee capp
yaaa
siguelaaa
siguelaaaaa
plizzzz
subeee capp
yaaa
nickian
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