I Want You To Stay With Me (Ziam)

Dos meses después

***
-No, no se puede. Es inútil, no lo intentes, sabes que te alcanzare, lo sabes ¿verdad?...


-¡JAMÁS! Aléjate, déjame en paz, ahora no te permitiré lastimarme, no ahora que mi vida encontró un sentido. Vivo por algo, más bien... Por alguien y no dejare que arruines mi felicidad.


-Huye de mí, corre, escóndete, pero al final ambos sabemos que me cruzare en tu camino. Sin importar tus esfuerzos o lo que hagas, acabare contigo y de igual forma destruiré ese estúpido sentimiento que crece desbocado en tu pecho y a la persona que lo provoca también…


De improvisto, un suspiro, el cual no se convirtió en grito solo por la falta de aire, me desgarro el cuerpo reintegrándome a la realidad. Solo fue un sueño, uno muy estúpido que de seguro odiosamente mi subconsciente fraguo como broma personal. Apenas si el aire me cabía en los pulmones, mientras mi pecho subía y bajaba con respiración forzada, gire el rostro hacia la ventana; aún era de noche y a mi lado, esa persona que tantos sentimientos hermosos y a la vez perturbadores me provocaba, seguía durmiendo tranquilamente con un aura casi celestial rondando todo su cuerpo. “Eres hermoso” susurre para mi levantándome de la cama sin siquiera despegar mi vista un poco de él. La belleza que posee me hizo preguntarme una vez más, aquello que tantas veces me he cuestionado durante este tiempo ¿Cómo fue que un ángel tan hermoso termino en mis manos?
El sonido del móvil inundo todo el lugar, provocando que con su estruendo él se removiera entre las blancas sabanas. Me precipite a callarlo contestándolo rápidamente con obvia zozobra pues ¿Quién era aquella persona para llamar a estas horas de la madrugada?

-Quien es- exclame dudando un poco…

-Tan pronto olvidaste mi voz…


***

En el asiento trasero rumbo a la universidad me preguntaba el porqué de que aquella noche no había podido descansar debidamente. Llegue casi a las 6 de la mañana a casa, pero eso no significo que iba a dormir como una piedra hasta que lo insultos de mi madre me despertasen.

A decir verdad, no tuve un sueño muy tranquilizador. me desplazaba sobre las sabanas entre la preocupación y la impotencia, en parte porque había sentido deseos de quedarme a dormir con Zayn hasta que se asomara el alba, como me lo había propuesto y que por alguna razón me había negado, escapándome a hurtadillas, dejándolo atrás de mi espalda durmiendo plácidamente.

¿Quería dormir junto a Zayn? ¡Sí!, entrelazarme entre esos brazos que minutos atrás recorrieron mi cuerpo, provocando todo tipo de gemidos, mecerme entre el ritmo de su sincronizada respiración, y ceder al sueño, como lo hacen niños antes los efectos de una canción de cuna. Ese era mi más anhelado deseo.

Pero, consideraba que si me quedaba, podría salir lastimado, no en ese momento pero si en la perspectiva de un futuro, no físicamente sino a nivel emocional, pues ya tenía experiencia en ello; en esos cambios drásticos que él tiene conmigo, en esa perturbadora montaña rusa- emocional suya que acaba dañándome solo a mí, provocándome que lo odie y lo ame a la vez, a fin de cuentas termine por aprender la lección, no podía darme el lujo de encariñarme demasiado ya que mientras más lo hiciera, peor saldría. Lo presentía en el más profundo de mí ser, bueno o malo. Sentimientos que eran cubiertos por imágenes de placer que entraban de forma furtiva a mi mente, recuerdos llanos que me sofocaban con fuerza violenta “La ducha, su tienda de acampar, sus besos, sus caricias, aquella noche de placer que me proporciono al verse revelada su identidad, etc.” Como podía evitar no amarlo cada vez que lo viera, si me sentía como hipnotizado delante su presencia. Tan con solo imaginar su rostro, sus misteriosos ojos, o la majestuosidad de ese cabello negro, unas terribles ganas de besarlo invadía mi cuerpo.

Salude a todos a cuanto pude, recosté mi espalda en una de las paredes a la espera del primero que llegara, Harry o Zayn. Las dos opciones eran sumamente tentadoras. Por una parte tenía ganas de contarle a mi amigo como si fuera una quinceañera, con lujo de detalle, todo lo relacionado a mi encuentro con mi chico; el primer beso que me hizo delirar y la primera vez que deje mi integridad para acostarme con un completo “desconocido”, a mis ojos ablando. Claro que sabía que sería una idiotez decirlo y me daba risa al imaginarme la cara que pondría mi rizado amigo una vez que se lo contara.  Mis sospechas se vieron cumplidas; el primero en presentarse fue Harry. En el salón miraba a mí alrededor para verificar si Zayn había llegado, ¿porque se retrasaba? Si apenas era lunes, luego caí en cuenta que podía ser uno de esos días en los cuales faltaba por cinismo y las simples ganas de no asistir o como el mismo lo diría “No quiero ir y ya”.

Fuimos a la cafetería después de culminada la clase, moría de hambre. Una vez satisfecho por el desayuno, retomamos nuestro trayecto al edificio donde tendríamos nuestra próxima clase. En ello, empecé a visualizar a Zayn hablando con unos amigos en su típica pose de chico misterioso y problemático; tan sexy que se veía con sus pantalones apretados negros y su camisa blanca, me quede técnicamente hechizado ante su encanto, mirando estupefacto su belleza hasta sentir que me halan por el brazo bruscamente.

-Podrías dejar de ponerte en ridículo Liam- bufo rodando los ojos.

-Harry, por favor, solo quiero verlo un minuto más ¿Si?- lo mire suplicante, intentando colocar el puchero más lastimero para ablandar un poco su corazón.

-Nada de eso, ni siquiera yo me pongo así por Louis y se supone soy el cursi. Vámonos de una vez James- fue lo último que dijo antes de empujarme hasta un corredor, en dirección contraria a donde Zayn se hallaba.

Él quería que lo acompañara para unos de esos cubículos apartados de la zona popular, donde todos los demás se reunían a perder el tiempo libre que se nos daba para comer, divagando un poco para pasar el estrés de la tediosa vida universitaria. Era similar a una sala de reuniones.

Ese día estaba casi vacío, a diferencia de los demás días los cuales se hallaba repleto de profesores mascullando sobre el alumnado. Bastante lejos pude divisar la silueta de un profesor que reconocí a simple vista, era el de Química. Con solo verlo, algo rondaba mi subconsciente, golpeando como un martillo golpea la pared; me había equivocado al decir que era una buena persona: clase a clase pasó de exigente a exageración. Quería que aprendiéramos todo lo que él decía, de memoria, sin comprender que no sabía dar una clase; pasaba inconscientemente de un tema a otro, dejando vacíos bastante complejos, no seguía ni siquiera un plan de evaluación. La mayoría esta reprobado con él, por su difícil método de dar clases, aunque se aferraba al decir que “no tenía la culpa”. En conclusión era una rata.

Se encontraba con un chica a quien también reconocí, era una chica simpática que comúnmente se le veía alegre, creo que se llamaba Danielle, ahí se encontraba, algo cohibida delante del escritorio del profesor, como si estuviera delante de un juez a punto de dictarle por sentencia la pena de muerte, mientras el hombre se había sobresaltado por la interrupción. Harry salió casi al instante cuando le dijo rápidamente a gritos que no estaba el profesor que buscábamos. Por un momento pensé que se encontraba nervioso. Reflexione en esa repentina respuesta, sería que no quería que lo interrumpiera, era un hombre joven que rondaba los 28 años y según los rumores…

No hubo más que pensar, nos alejamos corriendo a tropezones del lugar, dando la privacidad a la extraña escena que se dictaba allí en ese momento.

Tenía las misma ganas de oír su voz que cuando Harry me rapto burdamente en la mañana. Me acerque con lentitud, cauteloso en mi jugada al verlo avanzar pausada y armoniosamente por el pasillo, creo que ni se percató de mi presencia cuando lo sujete del brazo. Soltó un gemido que me sorprendió sobresaltándome. Se dio la vuelta.

-Ahhh… Demonios –se quejó apartando mi mano de su hombro.

- ¡Zaynie!- le dije asustado- ¿Estás bien?...solo quería saludarte -Por un momento pensé con lástima que ese gemido había sido para que me alejara.

-¿Yo?… claro que estoy bien- respondió, frotándose donde mi mano antes había estado.- ¿Por qué la pregunta?

-Lo digo, porque te toque muy fuerte –me mostré preocupado - En serio, estas bien…

-Ya te dije que EXCELENTE-musito mostrando un leve tono de fastidio.- No quiero tener a mi madre aquí también… ¿Por qué no mejor vas buscar un puesto en clase?, a menos que quieras quedarte sin uno.

-Pero…

-Mira ahí viene el profesor-indico, señalando con la mirada a un hombre de estatura mediana que se acercaba- sigue mi consejo- concluyo golpeándome con su hombro al pasar por mi lado, sí que se le notaba molesto.

Esa no fue precisamente la reacción que había esperado, casi fue como si me lanzaran un cubeta de agua fría. Durante unos segundos que parecieron eternos, permanecí estático, al final seguí su sarcástico comentario. Estaba molesto. Su cambio de actitud me agarro fuera de base. Lamente por mucho el saludarlo. Pasadas las horas, memorice con mucha dificultad las complejas fórmulas de matemáticas, mi mente no se concentraba en otra cosa que no fuera el comportamiento de Zayn. Y eso que el profesor de aspecto serio explicaba muy bien su asignatura, en comparación con el de Química.

Después del mediodía, luchando por permanecer despierto, disminuyo mi enfado. Cualquiera podía tener un mal día, algún problema sin resolver. Zayn se debía sentir de ese modo. Pero ¿qué problema pudo haber adquirido durante los dos días restantes después del viernes? Yo en cambio, había estado un poco impaciente, quería llamarlo pero el problema radicaba en que no estoy dispuesto a portar el papel de “novia intensa”, además no tenía su número y a pesar de que vive a unas calles de mi casa no me moleste en pedírselo nuevamente, después de perder aquella nota que me dio cuando apenas nos conocíamos. Estaba algo ansioso, quería verlo pese a que el mismo me decía que actuaba como una chica estúpida. Pensaba a su vez que me había acostado con un extraño por razones imprudentes lo cual me incomodaba. Técnicamente, entregue mi virginidad “Al primer idiota que se me insinuó”.

Pase casi todo el día preguntándome si podía ayudarlo con su problema, olvidando que tenía a mí alrededor personas y que estas me hablaban amistosamente.

Como siempre después de la última clase nos reuníamos en un pequeño parque que quedaba al frente de la sede de la universidad. El sol parecía haber cambiado de posición durante la mañana, se situaba en un ángulo diferente, pero seguía siendo igual de intenso. Había unos cuantos que esperaban al trasporte estudiantil que los llevaba a sus hogares mientras que otros se reunían solo para hablar y beber alcohol, algo que yo cuestionaba duramente, ¡Era lunes, por Dios!

-¿Qué harás 28?-Pregunto Harry al notar que se habían acabado los temas interesantes, el silencio como a todos lo empezaba a incomodar.

- ¡¿28!? Respondí sacándome de ensimismamiento.- No sé…mi Abuelo cumple años ese día, la familia le hará una fiesta…una parrilla.

-Estoy hablando del 28 del próximo mes- exclamo con sorna.- las fiestas de ese chico… Horan, acuérdate, donde las personas terminan enloqueciéndose, embriagándose de sexo, drogas y por supuesto alcohol. Las celebra cada año en estas fechas…es la primera a la que puedo ir, ¿tú has ido a alguna?

-Ja, ja, ja- reí sarcástico -Ah esas fiestas, no, ¿Por qué será? A sí, porque ese niño consentido siempre me ha odiado, no te niego que me han invitado, pero tengo orgullo y nunca asistiré a ninguna -proteste.- Si me hubieras dicho Horan hubiera atado cabos rápidamente y no te abría mencionado los planes de mi abuelo- termine riéndome por mi chiste personal.

No hablamos más ya que estábamos disfrutando de la armonía; acostados en el césped, escuchando la odiosa música armónica que Harry siempre colocaba en momentos de espiritualidad. Observe el radiante sol con dificultad, agradeciendo mi inteligencia por no lanzarme a caminar desde la universidad hasta la parada del autobús. Si me arriesgaba a enfrentar la dureza del sol, el dolor de cabeza que arremetería conmigo en la noche sería insoportable.

En ese preciso momento paso una figura que conocía muy bien, uno de los chicos, Josh, lo llamo para que participara en un juego de cartas, pero Zayn se negó a la invitación con una seña de manos.

-Entonces no reuniremos allá, amaneceremos juntos-concluyo Harry entusiasmado ante la futura fiesta a la que asistiría. Otra fiesta con gente universitaria, la última a la que fuí no salió nada mal, de hecho fue una noche fascinante.- beberemos, bailaremos y todo… ¿Qué te parece?

- Te acabo de decir que por orgullo yo no…

-OK entonces iremos. No hay nada más de que hablar- me interrumpió el rizado sin dejarme terminar.

Su expresión cambio de entusiasmo a la de susto, se oían gritos, se veía gente corriendo. Un chico nos dijo que había una pelea dentro de la sede. De nuevo, el semblante de Harry cambio a la emoción de inmediato. Sinceramente no me interesaba ver gente matándose, pero un repentino presentimiento me hizo pensarlo mejor.

Zayn…

Me pase por un momento para darles un mensaje; en más o menos 4 horas publico capitulo y esta vez tratare de hacerlo un poco largo en compensación por mis dos semanas de ausencia. Sé que ahora algunas cosas parecen confusas en la historia pero NTC, todo se ira aclarando después Wink
Ok solo era eso, nos vemos en un rato…


PDTA: Tengo hambre :$