I Want You To Stay With Me (Ziam)

La misma rutina de cada año, me enfrascaba en ese carrusel que no dejaba de dar vueltas y vueltas siempre en un mismo movimiento, creo que en cierta forma es así como se encuentra mi vida. Mire de reojo el televisor encendido en medio de la penumbra de la noche, hacia frio y apenas si su tenue luz dejaba visible el living, gire para ver dónde está el control remoto, pero nada, simplemente desapareció. A mí alrededor solo se encontraba los platos vacíos donde en la tarde había estado comiendo palomitas de maíz y galletas para acompañar una película de horario familiar; una comedia romántica donde típicamente, los protagonistas terminaron por quedarse juntos. Un final feliz el cual por cierto no me agradaba en lo más mínimo.

“Demonios” maldecí entre dientes. En mi afán por encontrar el control acabe por golpearme la cabeza, estrellándola en el suelo de la manera más torpe que se puede imaginar. No hice ademanes de moverme y continúe observando todo desde ahí, desde el suelo gélido por el clima, con mi cabeza derrapada y llena de dolor…

Así amanecí. Empezaban mis vacaciones y mientras todas las demás personas se encontraban emocionadas por las aventuras que vivirían… yo me encontraba desolado por la monotonía, completamente seguro de que en este tiempo libre no aria más que dormir, ver televisión y en ocasiones salir a ver como las demás personas eran felices por la ciudad, a diferencia mía que solo me pudriría en mi triste vida, triste y sobre cualquier cosa aburrida vida…

Pero… a veces me pongo a pensar, ¿Qué  la felicidad no llega a ti si no la buscas primero? ¿Debería permitirme ser libre? ¿Qué clase de personas conocería? ¿Viviría un amor de verano? Sería interesante por una ocasión ser arriesgado, y osarme ante el mundo sin importarme el que ocurriera, divertirme, empezar a vivir, aunque por ahora no lo vea conveniente. ¡No! solo son tonterías. Creo que el golpe en la cabeza si me afecto

La llegada de las vacaciones de verano habían comenzado a ser para mí un suplicio; una muerte psicológica que me duraba meses. Mis padres se iban a su departamento en New York y mi hermano tenía sus grupos y se desperdigaba, como la mayoría de mis amigos, por toda la geografía. Incluso Harry mi mejor amigo esperaba en su casa, cercana a la mía, irse a Francia en compañía de su novio Louis, para pasar una de esas típicas vacaciones románticas en las que indirectamente se derrocha amor por montones y así  hablar todo el año de ello “Nuestras hermosas vacaciones en Paris”.

Me veía, como en años anteriores, enterrado en vida y mi habitación con el aire acondicionado puesto porque no se podía salir a la calle. El calor se hacía sofocante, el aire irrespirable y prácticamente todos los negocios cerraban por la falta de clientela. Tenía que hacer algo.

Mientras consumía lentamente el tiempo en un programa de televisión, para variar,  una propaganda de esas sumamente cargadas y ridículas apareció captando mi atención total, no por su transcurso completamente fantasioso sino por lo que los actores hicieron, fue ahí cuando se me ocurrió preparar mi tienda, tomar un autobús y perderme en un camping entre pinares cercanos a la playa. Sabía que iba a estar solo, pero no condenado. Busqué el camping adecuado y el horario de los autobuses ¡Mi idea era posible! Sin un solo titubeo en tan solo unos momentos corrí a casa de Harry a contarle mi plan de vacaciones, o al menos por esta semana en las vacaciones. Solo tuve que mencionar levemente mi idea para que una sonrisa majestuosa se situara en su rostro, marcando esos hoyuelos que tanto derretían a los que rodeaban a mi amigo el rizado. Se alegró mucho.

- ¡No sabes el verano que me espera Liam! -acomodo su cabello, pasando sus dedos por entre este sin apartar su mirada de mi - Sin embargo, esos pocos días en el camping serán un alivio para ti, eso me alegra mucho Leeyum.

- Sé que voy a estar solo, Harry– exclamé sarcástico - pero necesito salir de mi casa, no quiero pasar este escaso tiempo libre encerrado como un preso, pero a diferencia de uno, encerrado por decisión propia.

- Y quién te dice que no vas a volver… ¿¡No sé!? Con un novio guapo, de ojos caramelo y cabello oscuro – se echó a reír.

- Si claro- recurrí nuevamente a un tono sarcástico, haciendo comillas en mis dedos- ¿cómo no?

- ¡Son los chicos que te gustan! ¿Por qué siempre eres tan negativo?

- Porque soy muy tímido – levante mi rostro para verlo a sus orbes esmeralda- no me creo capaz de hablar con nadie ¿Cómo piensas que voy a ligar?

- ¡Nunca se sabe! -Se enfadó cruzándose los brazos- ¡No empieces negando antes de saberlo! Si no te sale nada, no habrás perdido nada ¿No? Por lo menos evadirás unos días esa realidad que según tú, tanto te acongoja.

Así pase la tarde en casa de Harry, ayudándolo a preparar todo para su viaje romántico, viendo algunas películas y comiendo toda clase de comida chatarra. No podía dejar de escudriñar todo lo que Hazza me daba en manos para acomodar en la maleta, era demasiado equipaje, pero… no lo culpo, de seguro pasara unas hermosas semanas en la ciudad del amor, es más, incluso levanta en mi un poco de envidia con esa felicidad tan desmedida que posee.

¡Harry que demonios es esto!- tome a gritos aquel objeto, que a decir verdad me dejo atónito, mientras negaba con mi cabeza varias veces- Señor Styles es usted la persona más sucia que conozco.

Lentamente asome a la vista de mi amigo un gorro naranja con un tallo verde que sobresalía en él y acompañándolo venia ropa interior del mismo color.

-Dios mío, Harry este es un disfraz erótico de… ¿Zanahoria?

-¡Que! Cállate Liam esto no te importa- arrebato bruscamente de mis manos el curioso implemento- Es que… esto le agrada a Louis.

-Espera, espera que aquí hay mas- reía maliciosamente mientras traía a la luz más y más disfraces que por lo visto pertenecen a mi amigo- mira, Harry el secretario y  Harry el policía, vaya también incluye esposas que conveniente.

-Liam te estás buscando un fuerte golpe en la cabeza, deja eso en este instante.

-Muero en este preciso momento- levante una ceja para soltar una carcajada que inundo la habitación y empecé a hablar de la manera más sensual que la ocasión me permitía- Hazza nunca sospeche que te gustara dar látigo… Harry hummm o si Harry más, quiero más, dame duro Harry azótame- Gemía colocándolo sumamente apenado, tiñendo sus mejillas con un carmesí simplemente hermoso- ¡ahhhhhhh Harry me corro, me corro! Dame más duro, o mejor no, espera voy a buscar el diccionario, quiero gemir en francés para ti.

-Liam… yo te voy a matar.

Corrí travieso por todo el lugar, esquivando obstáculos, saltando por encima del sofá y tirando al suelo cualquier cosa que impidiera que el rizado pudiera tocar siquiera uno de mis castaños cabellos. Fue en vano, al final termine desfalleciendo ante las cosquillas que Harry me provoco.

-Me violaste- esboce indignado- ahora que le daré al amor de mi vida.

-¿Y que acaso yo no soy el amor de tu vida?

-No, no lo eres, tú ya tienes a Louis.

- Excelente, entonces ve a buscar quien te soporte porque yo jamás volveré a hacerlo- de forma sínica Hazza me saco la lengua, robándome una sonrisa.

-Bueno, bueno, te amo Harry- bufe rodando lo ojos- ahora quieres quitarte de encima mío.

-Claro Liam… Te extrañare estas semanas, te extrañare mucho.

-Yo más Hazz, yo te extrañare mucho más y… creo que ya es hora de irme.

Harry asintió a mi pedido y fue en un abrazo que nos despedimos. Un suspiro escapo de lo más profundo de mí. Me encanta pasar estos momentos con alguien como él, pues no solo es mi amigo, Hazza es mi hermano y me llena de felicidad que haya encontrado el verdadero amor y, quien sabe, tal vez yo también pueda encontrarlo algún día.

Y así nuevamente me encontraba camino a casa a estar solo otra vez. Para variar.

No preparé demasiadas cosas para llevar; no pensaba estar en el camping nada más que unos días. Hice la reserva de mi sitio sólo para cuatro días. No quería tampoco encontrarme sumergido en una multitud de veraneantes de fin de semana, el solo imaginarme al tumulto de gente inundando el lugar a tal punto en el que yo no encontraría privacidad alguna, me ponía bastante nervioso. Saldría el lunes por la mañana; muy temprano, es por eso que desde hoy aliste todo, no soy persona de último momento, creo que me gusta la tranquilidad de tener todo listo.

Y temprano, por la mañana, ya estaba en la estación esperando el autocar para hacer mi viaje. Había bastante gente, pero no tanta como yo creí, así que el viaje no fue muy incómodo; unas cuantas chicas que me miraban curiosas, un conductor gruñón y como siempre el sujeto morboso que no falta en ningún lado, esos fueron los componentes durante el transcurso a mi destino.

A la llegada al camping me puse a montar mi tienda en el sitio que me tocó pero que a diferencia de lo que anticipe, me agradaba; había mucha sombra y no estaba lejos de la zona de servicios, bastante agradable a la vista de cualquier persona, pero aun así, sólo en el primer día pensé que también allí estaría enterrado en vida.

Bajar solo a la playa no me apetecía, así que me puse un bañador y di una vuelta por los pinares. A la hora del almuerzo opté por comer al aire libre, en unas largas mesas compartidas de un self-service. No recuerdo haber dicho otras palabras que las que me permitieron elegir mi menú. Volví a dar otro paseo y me fui a la tienda a dormir una larga siesta, al igual que en casa, y aunque parezca imposible, no había mucho ahí para hacer. Y nuevamente el calor me sofocaba al punto de desesperarme,  tal parece que no me podía librar del calor, fuera a donde fuera.

Cuando me levanté, tomé una ducha, me vestí y me fui dando un paseo al pueblo cercano. Había mucho ambiente, gran cantidad de bares abiertos y personas por doquier, que al igual que yo buscaban un pasatiempo, por suerte no eran más de lo que pudiera soportar así que decidí pasear hasta la hora de la cena. Tomé algunas cosas en un bar y bebí bastante cerveza bien fría, afortunadamente no importa cuánto alcohol sea, puedo con todo. Dando otro solitario paseo intente disfrutar de todo esto que me rodeaba, pero… es difícil, la soledad es bastante dura de sobrellevar. Volví al camping y, sin leer ni siquiera un poco, como me es costumbre antes de ir a la cama, me dormí hasta el amanecer, tratando de en el mundo de los sueños, poder desahogar esta necesidad loca y desesperada por buscar algo nuevo...

me mate con lo de los disfraces eróticos de Hazza y lo de la caijta hahaha y lo de