I Want You To Stay With Me (Ziam)

Hola lectores. Hoy subo capitulo.
Siento no haberles subido antes. Para ser sinceros lo escribí desde hace como dos o tres días, pero no he tenido el tiempo de editarlo y leerlo para ver cómo me quedo, además con todo lo de mi colegio (Me ahogan en tareas), mi vida social y la cruel forma en la que me entere que el ratón Pérez no existe Sad(Ok eso no) Pues no he tenido ni un segundo de descanso, pero gracias a Dios mi maestra de diseño arquitectónico no dará más clases extra (La ociosa vieja me veía técnicamente hasta cuando dormía, toda la semana, cuatro horas al día de 2-6 pm) así que tendré más tiempo libre he intentare subir más a menudo. Espero que el capítulo de hoy les guste y tengo una pregunta:
¿Les molestaría si subo smut?

Ya al vernos los dos en su tienda de acampar, volvió a quitarse el bañador. Aun cuando la atmosfera de los toqueteos en la ducha no se disipaba en lo absoluto.

- ¡Vamos! – Me dijo - ¡Hay que ponernos ropa seca!

- ¿Sí? – Contesté confuso -, pero es que mi ropa está en mi tienda, entonces… mejor voy por ella y...

- ¡Oh, eso no es problema! – Se volvió interrumpiéndome - ¡Tengo más aquí, de seguro alguna te ha de quedar!

Me enseñó varios bañadores y camisas, todas ceñidas al cuerpo, de esas que al mojarse se decoloran mostrando todo, cual si estuvieses desnudo. Pretendía que me pusiera una de las suyas ¿Qué iba a hacer?  Analizando mi situación no me restaban más opciones, me quite la ropa que yacía húmeda enfriando mi cuerpo y lo miré cortante. Estaba echado frente a mí sin dejar de observarme, incorporado un poco y apoyado en un codo.

- ¿Te molesta?- me queje incomodo por su presencia mientras me vestía

Poso sus ojos en mi de arriba abajo, detallándome de pies a cabeza, escudriñando todo a su paso con esos orbes caramelo que tanto me intrigaban- Ya te he visto desnudo ¿De qué te apenas? Tú también me has visto a mí como llegue a este mundo.

- ¡Vamos! – Dijo en voz baja - ¡Descansemos desnudos! ¿No te negaras verdad?

Mi mente apenas si procesaba todo lo que me ocurría. Por un lado no entendía aquel comportamiento y por otro estaba deseando acariciarlo y morderlo como nunca nadie lo hubiese hecho, quería sentirlo vibrar ante mis caricias, y yo quería disolverme entre sus tibios labios. Volví a sentir como la sangre corría desbocada por mi entrepierna aumentando de tamaño, esta vez  más visiblemente y miró mi miembro sin disimulo alguno, con ese descaro tan suyo que por alguna razón lo hacía aún más adorable y sensual a mi vista.

- ¿Crees que no sé qué pasa? – Dijo señalándome - ¡Eso no se pone así por nada! ¡Mira el mío!

Asentí, pero no pude hablar, estaba apenado por su obvia afirmación, sentía el rubor teñir mis mejillas y un nudo en la garganta que apenas si me dejaba respirar aunque fuese agitadamente.  

- Me gusta tu cuerpo firme, tu piel clara y perfecta ¡Eres muy afortunado!

- A mí me gusta el tuyo – contesté -; es de piel bronceada, pero fuerte y suave ¡Me encantan los chicos de cabello obscuro!

Sin pronunciar ninguna otra palabra, nuestros rostros se fueron acercando muy lentamente acortando a solo centímetros la distancia que los separaba hasta que nuestros labios se unieron con suavidad, una que duro tan poco tiempo como lo es una estrella fugaz. Su lengua empezó a penetrarme la boca, inundándola toda con su esencia, dejando su sabor varonil posado en mis labios, me relamí entre gemidos mientras pasaba de mi boca a mi cuello. No pude evitar echar mi brazo sobre su cuerpo y acariciarle la espalda, pero entonces prosiguió a tocarme por todos lados como si nunca hubiese estado con nadie más que conmigo, mordiéndome levemente los pezones y lamiendo mis abdominales un tanto flácidos por la falta de ejercicio como si fuera un niño con su paleta. Unimos nuestros cuerpos restregándonos con ansia inocua y lujuria desesperada, incluso violenta. Sentía sus brazos arañarme la espalda, y mis piernas temblar como gelatina. Intente gemir a gritos pero su brazo fuerte me tenía amordazado, era imposible forcejear. Estaba claro que ambos nos deseábamos, así que nos rozamos durante mucho tiempo, juntando nuestras  erecciones que pedían a gritos atención y libertad. Supe que era mi turno, así que sin meditarlo baje mis brazos hasta el borde de su apretado bañador, deslizando mis dedos, introduciéndolos levemente para sentir su hombría rosando mi piel, ahora el que insistía por gemir era Zayn, se había puesto loco con unos cuantos roces, pero yo quería más. Introduje por completo mi mano, sintiendo su miembro palpitar entre mis dedos, era grande, de hecho demasiado, deslice mi mano de arriba abajo en un movimiento vicioso y enfermizo hasta bañarnos en sudor, no soportamos mas y  terminamos masturbándonos, con el cuerpo agotado como dos corredores olímpicos.

- ¡Necesito estar contigo! – Dijo jadeando - ¡No se puede decir que es amor, pero quiero estar contigo! Mañana tengo que partir y quiero llevar tu recuerdo plasmado a mi piel.

- ¿¡Qué!? – Me incorporé - ¿Te vas? ¿Vas a dejarme solo aquí?

- El amor o el sexo de los jóvenes es así  Liam– sonrió tomando entre sus dedos húmedos una de mis mejillas- ¡Es muy fuerte y pasional!, pero igual viene tan pronto que se va en tan solo un parpadeo ¿Quieres gozar esto conmigo?

- ¡Claro que sí, Zayn! – Acaricié la obscuridad de sus cabellos -, pero cuando te vayas me voy a sentir aún más solo y vacío ¿Te importaría darme tu número de teléfono? ¡No sé… algo! ¡Quiero verte otra vez!

- Tengo papel para anotar – buscó -; ¡espérame un momento!

Escribió tan rápidamente que el sonido del lápiz se escuchaba por toda la estancia. Era zurdo, pero su letra era muy clara, de hecho era incluso más clara y bella que la mía. Tomé su nota sin leerla y la guardé con cuidado en el bolsillo profundo de mi bañador.

- Te daré mis datos – le dije mostrando la emoción que dominaba mi semblante-; si no me buscas tú, voy a buscarte a cualquier sitio sin importar en donde sea, no te desharás de mí.

Me miró muy extrañado jugueteando con sus dedos, enredándolos en la perfección de su cabello aun algo húmedo, pensó un poco y guardó el pequeño block de notas con suma delicadeza.

- ¿Has venido en tu auto?

- ¡No! – Contesté asustado de golpe -vine en el autobús ¿Por qué?

- ¡Quédate conmigo todo el tiempo! Solo conmigo y nadie más – Me besó - ¡Hay que aprovechar que me deseas y yo te deseo! Mañana, si quieres, puedes desmontar la tienda y venir conmigo. Yo te llevo en mi auto.

- ¡Sí, sí, sí, sí! – Me ilusioné como un niño pequeño- ¡Me iré contigo! Llévame a donde sea. Viólame, si quieres de todas las formas, en cualquier lugar, incluso puedo hacer lo mismo que hace Harry ¿No te gustan las zanahorias verdad? Eso sería muy ridículo… pero no importa, es más me visto de cupcake y te ladro como jirafa, aunque las jirafas no ladran pero...

- Liam, Liam tranquilo, de que me estás hablando. ¿Zanahorias? ¿Harry? ¿Jirafas? Estas, real y completamente  loco. Pero aun así me gustas y… pensándolo mejor no es mala idea.

-¿Disfrazarme?- pregunte dudoso, levantando mi ceja derecha.

Se acercó a mí rápidamente, aprisionándome el cuerpo en contra de la tela impermeable de la tienda. Pude sentir su cuerpo nuevamente frotándose al mío con pasión, mientras nuestras erecciones chocaban al igual que la respiración que emanábamos –Violarte- susurro poniéndome todo el cuerpo tenso.

-Sí, quiero que me azotes, viólame-  definitivamente si existía el karma, ahora debía estarlo sufriendo, Harry cuanto lamento haberme burlado de ti el otro día. ¡Sabes que!, olvídalo, no lo lamento porque yo no me disfrazare de zanahoria ni loco, prefiero mil veces el brócoli.

- ¿A sí? entonces vamos a descansar un poco aquí juntos. Después daremos un paseo para la cena y luego volveremos a estar juntos y te violare de la manera más salvaje, te arrancare la ropa como un animal ¿Quieres así?

¿Cómo iba a decirle que no a aquella mirada pervertida por el deseo y a aquel cuerpo tan tentador? Habíamos evitado otra despedida. Volví a echarme a su lado y seguimos tocándonos hasta caer en el segundo juego erótico, pero este era mucho mejor, más pausado, más dulce con los besos más tiernos que mi boca haya probado.

-¡No puedo decirte que te amo! – Me dijo - ¡No sé qué es lo que voy a pensar en el futuro, pero sí sé lo que siento ahora!... Quiero que te quedes conmigo.

- Yo no sé lo que siento – le dije -; lo primero que noté es que tu cara y tu cuerpo me gustaban porque eran la tentación viva del pecado carnal, tan perfectos e inalcanzables, pero en muy poco tiempo empiezo a desearte tanto como para no abandonarte nunca.

- Amemos ahora – dijo -; cuando vayamos a casa seguiremos juntos hasta que esto se acabe ¡Quizá no se acabe nunca!...

Hola a todos…

Bueno de ante mano les digo que hoy no subiré capitulo (xd SFNHDSJFSF) Solo vine a preguntarles algo… Verán realice un OS es Ziam. La pregunta es ¿les gustaría que lo suba? ¿Y de hacerlo lo leerán ¬¬?...
PD: Subo capitulo el sábado o el domingo y por lo que mi imaginación perdida me dice será Smut ñ.ñ (No se pueden enojar, ya me dieron permiso)
PD 2: Empecé a leer sus novelas, y me gustan mucho. Pronto me verán comentando Mari y Martin.
Ok nos vemos el sábado a más tardar… BYE.