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Fuckin Letter Love (Kevin y tú)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Fuckin Letter Love (Kevin y tú)
Nombre: Fuckin Letter Love.
Autor: KvnGzll Lovato's Grrrl!
Adaptación: No. Es una obra propia.
Género: Hot, Drama-Romance.
Advertencias: Ninguna, el título está en rojo.
Otras Páginas: No.
Autor: KvnGzll Lovato's Grrrl!
Adaptación: No. Es una obra propia.
Género: Hot, Drama-Romance.
Advertencias: Ninguna, el título está en rojo.
Otras Páginas: No.
Me llamo _______(tn) Olivares, soy escritora de raíces latinas. Hija del famoso arquitecto Oswaldo Olivares y de la fundadora de la revista “Female Interest” Karina M. de Olivares.
Hasta mis veinticinco años todo había sido perfecto. Mi necesidad de independencia me llevo a estudiar fuera del país. Gracias al empleo que me dio mi madre en su revista me di a conocer con mis excelentes textos, después vinieron más empleos en otras revistas, hasta que llegué a publicar mi primer libro.
Fui un boom en el medio de la literatura, según lo decían, mi vida era increíble.
Hasta que lo conocí, un tipo que de joven había sido un ejemplo a seguir para los adolescentes, haciendo música en todo el mundo, iba pregonando el buen comportamiento. Pero la vida lo cambió, no supe cómo ni cuándo exactamente, pero así fue. Cuando lo conocí, no era el mismo chico que escribía canciones repletas de amor, era alguien completamente diferente. Aún así me gustó.
Me gustó tanto, que aún tengo miedo de que eso que creí una simple atracción, ahora se convierta en una obsesión.
Fuckin letter love!![/font][/color][/b]
║▌│ █│║▌ ║││█║▌ │║║█║
τσdσs lσs Dεяεcнσs яεsεяvαdσs.
Cσρчяιgнτ ©2O11|
τσdσs lσs Dεяεcнσs яεsεяvαdσs.
Cσρчяιgнτ ©2O11|
Última edición por KvnGzll Lovato's Grrrl! el Sáb 09 Jul 2011, 2:58 pm, editado 5 veces
Invitado
Invitado
Re: Fuckin Letter Love (Kevin y tú)
Me detuve frente al edificio que indicaba la dirección, sí, ahí era, en el cuarto piso. Me estacioné y enseguida bajé con mi guitarra en el hombro, me quedé un momento frente al edificio para ver si no venía él, la cita era en diez minutos, y no podía evitar sentirme incomoda por llegar ahí antes, no me gustaba ser puntual. Me recargué de mi auto color rojo, amaba mi auto, era un hermoso clásico, era digno de estar en un video musical de rock, me coloqué mis audífonos mientras daba la hora de la cita.
Sonaba una realmente buena canción de rock, una de mis favoritas, seguí esperando, pasaron cinco minutos más y por fin lo vi acercarse.
Kevin parecía algo cansado, pero aún así se veía increíblemente apuesto, un cigarrillo en la boca, una barba que apenas crecía, ¡Dios!, podría enamorarme en ese momento, esos lentes oscuros lo hacían aún más interesante, sus pantalones ajustados estaban destinados a ser mi perdición, y esa sonrisa suya, la chamarra de cuero era el simple detalle para la perfección, bueno, mi perfección.
–_______(tn), ¿cierto? –se quitó un momento el cigarrillo de la boca y lo tomó entre su dedos índice y medio, luego se acercó y besó mi mejilla en señal de saludo, yo hice lo mismo.
–Claro, tú eres Kevin Jonas, mi nuevo maestro de guitarra.
–Exacto, entonces ¿entramos?
–No creo que quieras darme la clase aquí.
–Estaremos más cómodos allá, dentro.
Subimos hasta el piso indicado y abrió la puerta, era un salón grande, adornado con hermosas y diversas guitarras, había algunos bajos y una batería. Me senté en uno de los sillones que estaban acomodados junto con algunos bancos por el salón. Kevin se quedo fuera mientras se consumía bocanada a bocanada su cigarro.
–No sabía que fumaras –dije apenas entró, yo ya tenía mi guitarra en mi regazo mientras la afinaba.
–Nos conocimos hace apenas unos minutos, no conoces nada de mí –dijo en tono serio, se quitó los lentes oscuros, haciendo que
sus ojos fueran completamente visibles, al igual que las ligeras ojeras que lo hacían verse más atractivo, se sentó frente a mí en uno de los bancos y tomó su guitarra.
–Tienes razón, excepto por tu gran carrera musical, que, si puedo decirlo, ha mejorado desde tu divorcio.
Me miró fríamente, me lo habían advertido, aprender música con él iba a ser completamente duro y difícil, “Kevin tiene la paciencia de una madre de 8 niños hiperactivos, histérica” me habían dicho. Y sin embargo ahí estaba, bajando la mirada a las cuerdas de mi instrumento para no tener que sentir el peso de los verdes ojos que se clavaban en los míos. Dejó su guitarra a un lado y sacó de la bolsa de su chaqueta una cajetilla de cigarros, llevó uno hasta su boca, lo encendió, y volvió a tomar la guitarra.
–Ese era el plan –dijo por fin, después de varios minutos de una insoportable incomodidad, me volví a verlo y pude notar sus ojos concentrados en las cuerdas y llaves de su guitarra–. Reemplazar una vida marital perfecta por una vida musical más o menos buena. Cuando estaba en la banda con mis hermanos mi vida cómo músico era degradante comparado con lo que ahora soy, así que me puedo dar por satisfecho.
–Más que eso, te han llegado a considerar el nuevo Carlos Santana, eso significa mucho para mí –dije completamente emocionada de estar frente a quien estaba.
–Para ti –dijo en un tono casi burlón–. Sin embargo he sacrificado mucho para lograrlo. Si lo pusiera en una balanza, a la parte de lo ganado le haría falta una buena porción para igualar lo perdido.
–Tienes treinta y dos años, eres apuesto, eres una estrella de rock, no me imagino hombre más perfecto que tú –alzó la mirada y mostró una irresistible sonrisa. Me congelé.
–No es correcto que trates de ligar con tu maestro –rió, no pude evitar sentirme algo nerviosa, sentía que mis mejillas se incendiaban.
–Sólo digo lo que pienso, no intentaba “ligar” contigo, cómo tú dices –enfoqué mi atención en sus dedos que paseaban placenteramente por los trastes y trepaban por las seis tiras que atravesaban aquel instrumento, el cual daba un sonido delicioso en el que pude perderme por toda una vida. Un sonido suave que invitaba a la más cálida intimidad, insinuaba una danza erótica por encima de las estrellas. Besos insaciables. Caricias sensuales. Encuentro intimo en la comodidad de las notas agiles y delicadas que producían sus dedos.
–Te apasiona –dijo con voz exquisitamente suave, haciéndome volver a aquel presente en un segundo.
–¿Qué?
–La música, te apasiona de tal manera que puedes olvidarte de que existes al escuchar una melodía vehemente como la que acabó de tocar.
–Europa –mencioné el nombre de la canción de Santana que acababan de regalarme sus dedos, lo miré a los ojos, sentía que tenía en mi cara la palabra sorpresa escrita con letras rojas, fije la mirada hacia ningún lugar y continué–, sí, tienes razón, es exactamente lo que dices, esas canciones pueden hacerme olvidar de todo el mundo, incluso de mí misma, es algo fascinante.
Sonido y yo fundidos en mi cuerpo, en un lugar completamente distinto a este planeta –nuestras miradas se encontraron y sentí que mi fascinación al hablar se reflejaba en las pupilas dilatadas que brillaban como un par de verdes diamantes.
–Realmente encantador –no sabía si se refería a lo que yo acababa de decir, porque su mirada se concentraba de una manera perturbadora en la mía.
–¿Comenzamos? –dije haciendo una indicación hacia mi guitarra.
–Comencemos –dijo Kevin y esas fueron las últimas palabras que cruzamos, excepto las necesarias para la clase.
Estuvimos un par de horas sumergidos en música, en realidad Kevin era una persona exigente, pero no insoportable, pero bueno, yo no podía decir mucho, apenas llevaba unas horas de conocerlo.
Después de haberme dado un repaso de conocimiento básico, y cerciorarse de que si lo tenía, terminó la clase.
–_______(tn), ¿Por qué quieres aprender a tocar guitarra? –dijo Kevin cuando yo enfundaba mi instrumento.
–¿Cómo? –me tomó totalmente desprevenida su pregunta.
–Sí, ¿Por qué una joven escritora prodigio como tú quiere perder su tiempo aprendiendo a tocar guitarra? –dijo sentándose desparramado en un sofá frente a mí.
Sonaba una realmente buena canción de rock, una de mis favoritas, seguí esperando, pasaron cinco minutos más y por fin lo vi acercarse.
Kevin parecía algo cansado, pero aún así se veía increíblemente apuesto, un cigarrillo en la boca, una barba que apenas crecía, ¡Dios!, podría enamorarme en ese momento, esos lentes oscuros lo hacían aún más interesante, sus pantalones ajustados estaban destinados a ser mi perdición, y esa sonrisa suya, la chamarra de cuero era el simple detalle para la perfección, bueno, mi perfección.
–_______(tn), ¿cierto? –se quitó un momento el cigarrillo de la boca y lo tomó entre su dedos índice y medio, luego se acercó y besó mi mejilla en señal de saludo, yo hice lo mismo.
–Claro, tú eres Kevin Jonas, mi nuevo maestro de guitarra.
–Exacto, entonces ¿entramos?
–No creo que quieras darme la clase aquí.
–Estaremos más cómodos allá, dentro.
Subimos hasta el piso indicado y abrió la puerta, era un salón grande, adornado con hermosas y diversas guitarras, había algunos bajos y una batería. Me senté en uno de los sillones que estaban acomodados junto con algunos bancos por el salón. Kevin se quedo fuera mientras se consumía bocanada a bocanada su cigarro.
–No sabía que fumaras –dije apenas entró, yo ya tenía mi guitarra en mi regazo mientras la afinaba.
–Nos conocimos hace apenas unos minutos, no conoces nada de mí –dijo en tono serio, se quitó los lentes oscuros, haciendo que
sus ojos fueran completamente visibles, al igual que las ligeras ojeras que lo hacían verse más atractivo, se sentó frente a mí en uno de los bancos y tomó su guitarra.
–Tienes razón, excepto por tu gran carrera musical, que, si puedo decirlo, ha mejorado desde tu divorcio.
Me miró fríamente, me lo habían advertido, aprender música con él iba a ser completamente duro y difícil, “Kevin tiene la paciencia de una madre de 8 niños hiperactivos, histérica” me habían dicho. Y sin embargo ahí estaba, bajando la mirada a las cuerdas de mi instrumento para no tener que sentir el peso de los verdes ojos que se clavaban en los míos. Dejó su guitarra a un lado y sacó de la bolsa de su chaqueta una cajetilla de cigarros, llevó uno hasta su boca, lo encendió, y volvió a tomar la guitarra.
–Ese era el plan –dijo por fin, después de varios minutos de una insoportable incomodidad, me volví a verlo y pude notar sus ojos concentrados en las cuerdas y llaves de su guitarra–. Reemplazar una vida marital perfecta por una vida musical más o menos buena. Cuando estaba en la banda con mis hermanos mi vida cómo músico era degradante comparado con lo que ahora soy, así que me puedo dar por satisfecho.
–Más que eso, te han llegado a considerar el nuevo Carlos Santana, eso significa mucho para mí –dije completamente emocionada de estar frente a quien estaba.
–Para ti –dijo en un tono casi burlón–. Sin embargo he sacrificado mucho para lograrlo. Si lo pusiera en una balanza, a la parte de lo ganado le haría falta una buena porción para igualar lo perdido.
–Tienes treinta y dos años, eres apuesto, eres una estrella de rock, no me imagino hombre más perfecto que tú –alzó la mirada y mostró una irresistible sonrisa. Me congelé.
–No es correcto que trates de ligar con tu maestro –rió, no pude evitar sentirme algo nerviosa, sentía que mis mejillas se incendiaban.
–Sólo digo lo que pienso, no intentaba “ligar” contigo, cómo tú dices –enfoqué mi atención en sus dedos que paseaban placenteramente por los trastes y trepaban por las seis tiras que atravesaban aquel instrumento, el cual daba un sonido delicioso en el que pude perderme por toda una vida. Un sonido suave que invitaba a la más cálida intimidad, insinuaba una danza erótica por encima de las estrellas. Besos insaciables. Caricias sensuales. Encuentro intimo en la comodidad de las notas agiles y delicadas que producían sus dedos.
–Te apasiona –dijo con voz exquisitamente suave, haciéndome volver a aquel presente en un segundo.
–¿Qué?
–La música, te apasiona de tal manera que puedes olvidarte de que existes al escuchar una melodía vehemente como la que acabó de tocar.
–Europa –mencioné el nombre de la canción de Santana que acababan de regalarme sus dedos, lo miré a los ojos, sentía que tenía en mi cara la palabra sorpresa escrita con letras rojas, fije la mirada hacia ningún lugar y continué–, sí, tienes razón, es exactamente lo que dices, esas canciones pueden hacerme olvidar de todo el mundo, incluso de mí misma, es algo fascinante.
Sonido y yo fundidos en mi cuerpo, en un lugar completamente distinto a este planeta –nuestras miradas se encontraron y sentí que mi fascinación al hablar se reflejaba en las pupilas dilatadas que brillaban como un par de verdes diamantes.
–Realmente encantador –no sabía si se refería a lo que yo acababa de decir, porque su mirada se concentraba de una manera perturbadora en la mía.
–¿Comenzamos? –dije haciendo una indicación hacia mi guitarra.
–Comencemos –dijo Kevin y esas fueron las últimas palabras que cruzamos, excepto las necesarias para la clase.
Estuvimos un par de horas sumergidos en música, en realidad Kevin era una persona exigente, pero no insoportable, pero bueno, yo no podía decir mucho, apenas llevaba unas horas de conocerlo.
Después de haberme dado un repaso de conocimiento básico, y cerciorarse de que si lo tenía, terminó la clase.
–_______(tn), ¿Por qué quieres aprender a tocar guitarra? –dijo Kevin cuando yo enfundaba mi instrumento.
–¿Cómo? –me tomó totalmente desprevenida su pregunta.
–Sí, ¿Por qué una joven escritora prodigio como tú quiere perder su tiempo aprendiendo a tocar guitarra? –dijo sentándose desparramado en un sofá frente a mí.
Última edición por GiiKvn!! lvn' th dream!! el Jue 27 Ene 2011, 10:37 pm, editado 1 vez
Invitado
Invitado
Re: Fuckin Letter Love (Kevin y tú)
O.o me encanto el epilogo y el primer cap siguela n__n
Invitado
Invitado
Re: Fuckin Letter Love (Kevin y tú)
WhoIAmDaaniiJoonaasz escribió:O.o me encanto el epilogo y el primer cap siguela n__n
Gracias por leerla!!!
qe bonito!!
mi primera lectora!!!
La sigo en cuanto tenga más coments!!
Invitado
Invitado
Re: Fuckin Letter Love (Kevin y tú)
Holaaa!! nueva y segundaa lectoraa xD
Waaaaaaaaaaa me encantoooo!!!
ojala mi prefesor de guittara fuera kevin!! :L:
y no el aburrido que tengo xD
tienes que seguirlaaaaaaaaaaaa!!!
quiero mass!!!
SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!
Waaaaaaaaaaa me encantoooo!!!
ojala mi prefesor de guittara fuera kevin!! :L:
y no el aburrido que tengo xD
tienes que seguirlaaaaaaaaaaaa!!!
quiero mass!!!
SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!
CrazyxJonas
Re: Fuckin Letter Love (Kevin y tú)
OMJ eesthaa GeniiaL
SigueeLaa :)
Wii aL Fin mii DeseO naviDeñO ..
y De añO nUevO se qumpLiiO
y Kevin SedivOrciO XD
//esthOi Loqaa//
SigueeLaa :)
Wii aL Fin mii DeseO naviDeñO ..
y De añO nUevO se qumpLiiO
y Kevin SedivOrciO XD
//esthOi Loqaa//
JaneJPLove
Re: Fuckin Letter Love (Kevin y tú)
–_______(tn), ¿Por qué quieres aprender a tocar guitarra? –dijo Kevin cuando yo enfundaba mi instrumento.
–¿Cómo? –me tomó totalmente desprevenida su pregunta.
–Sí, ¿Por qué una joven escritora prodigio como tú quiere perder su tiempo aprendiendo a tocar guitarra? –dijo sentándose desparramado en un sofá frente a mí.
–No lo sé, siempre quise hacerlo –me senté en un banco que estaba cerca–. Cuando tenía once años me regalaron una guitarra, a los quince un teclado. No aprendí a manejar ninguno a la perfección, así que, es un tipo de frustración.
–Entonces, ¿te interesaba la música? –dijo poniéndome algo de atención.
–Pues sí, pero terminó atrapándome la literatura –dije encogiéndome de hombros–. Aún así, no lo veo como una forma de perder el tiempo. Tal vez hasta podría escribir una novela sobre un músico.
–Sería interesante –dijo encendiendo un cigarrillo más–. Esfuérzate como en tus últimos dos libros, y puede que la compre.
–¿Has leído mis libros? –dije con absoluta incredulidad.
–Sí, son buenas novelas –dijo él parándose y dándome la espalda aspirando el humo del cigarro–. Además me los regalaron.
–¿Quién? –traté, pero no pude disimular mi curiosidad.
–Mi ex novia –dijo con calma–. Creo que es lo único que conservo de ella.
–Me alegra que te hayan gustado mis historias. A mí me fascina tu música –dije parándome para ponerme mi guitarra sobre el hombro–. Realmente no creí que aceptarás instruirme.
–De hecho no lo iba a hacer, de no ser por la excelente persuasión de mi ex –las palabras de Kevin me hirieron extrañamente.
–Oh, debería agradecerle entonces –dije menos interesada, había mucha arrogancia de parte de Kevin en esa conversación.
–Yo también debería hacerlo –dijo volteando de nuevo a verme, no pude entender a que se refería–. Comienzo a creer que darle clases a una talentosa escritora podría ser recreativo.
–Buen punto –dije tratando de parecer neutral, después sonreí discretamente–. Entonces, me voy. ¿Nos vemos el miércoles?
–¿Tan pronto te vas? Apenas comenzábamos una conversación agradable –«¿Ah, sí?» estuve a punto de decirle.
–Disculpa, tengo asuntos que atender –dije y me di media vuelta–. Entonces nos vemos el miércoles, ¿sí?
–Si te vas ahora, no, no nos veremos –dijo Kevin mientras le daba una última fumada a su cigarro–. Tienes que saber que tuve que cancelar ciertas citas por estar aquí hasta las cuatro de la tarde, apenas son las dos y media.
–Pero… –Kevin Jonas me estaba chantajeando vilmente para quedarme con él, era algo casi imposible, pensé–. Pero realmente tengo cosas que atender, tengo mucho por escribir y… –él me miró alzando sus gruesas cejas y con eso bastó para persuadirme, me volví a sentar en el banco y dejé mi guitarra a un lado–. Supongo que podré hacerlo en otro momento.
–Bien, me alegra que decidas quedarte –sonrió, «¿Decidirme? Casi me obligaste».
–Sí –sonreí tratando de hacer que se viera real, ese hombre lo que tenía de guapo lo tenía de arrogante, por desgracia era muy guapo–. Bueno, ¿y qué haremos?
–No he desayunado, vamos a un café que está cerca –dijo Kevin tomando sus llaves y demás pertenencias, mientras yo me paraba y tomaba mi guitarra para salir, él salió después de mí.
–Vamos, súbete –dije después de meter mi guitarra en la parte trasera de mi auto–. Porque no trajiste auto, ¿o sí?
–No –dijo viéndome desde el lado del copiloto, por encima del auto–. Pero mejor dame las llaves, yo conduzco –estiró su mano pasándola por encima de mi reluciente Mustang 73, dirigiéndola hacia mí.
–Oh, no –dije casi riéndome–. Nadie, aparte de mí, ha conducido mi auto, es sagrado.
–Será la primera vez –sonrió Kevin, ladino–. Que mejor que tú primera vez sea con Kevin Jonas y no con otro tipo ordinario.
–Ja, ja –dije alzando una ceja–. Mi auto, yo conduzco –dije antes de meterme y sentarme frente al volante, la puerta resonó al cerrar–. ¿Qué, no vienes? –dije inclinándome hacia en otro asiento para poder verlo tras la ventanilla.
–¿Segura que sabes conducir? –dijo cuando ya estaba sentado en el asiento junto a mí.
–Sí, muy segura –dije mientras avanzábamos entre el tráfico de la ciudad, volteé a verlo y sonreí.
–¡Hey!, no te distraigas –dijo Kevin sonriendo–. En la siguiente das vuelta a la derecha.
–Nada me puede distraer demasiado cuando estoy conduciendo, así que puedes estar tranquilo –seguí sus indicaciones y di vuelta a la derecha.
–¿Nada? –casi susurro Kevin con voz sugerente, aún así pude escuchar cierta diversión.
–Nada, en absoluto –sonreí segura.
Kevin se acercó a mí sigilosamente, tanto que no pude darme cuenta hasta que sentí sus labios en mi mejilla derecha los sentí bajar hasta mi cuello–. Kevin, Kev… –Su mano acariciaba sutilmente mi pierna. Su labio inferior mimaba con cierta pereza la piel de mi sensible cuello. Cerré los ojos un momento por la excitante sensación que viví en ese instante, pero cuando los abrí estaba a punto de chocar contra el auto frente a mí. Frené audazmente y apenas llegué a tocar las defensas del auto. Detrás de mí se originó un sinfín de pitidos de todos los autos que casi chocaron gracias a mí y a las fascinantes y malvadas caricias de Kevin.
–Estaciónate, aquí es el lugar –dijo Kevin extraordinariamente tranquilo y divertido mirando a través de la ventanilla.
–¡Estás terriblemente loco! –grité en cuanto estuvimos estacionados junto a la acera–. ¿Estás consciente de lo que pudiste ocasionar?
–¿Disculpa? Yo no venía manejando.
–Pero tú me hiciste… me hiciste… –no sabía cómo decirlo, bueno, tal vez sí, pero no le iba a decir que me había excitado.
–¿Desvariar? –sugirió con mirada y sonrisa seductora–. Te excité –soltó de golpe, me ruboricé, o eso creo, por que el rió complacido–. No te preocupes, no eres la única que reacciona así –mencionó antes de salir de mi auto, yo me quedé inmóvil frente al volante, quería darme de topes en la cabeza contra él.
–¿Qué, no vienes? –dijo imitando mis palabras y mi sonrisa.
–¿Cómo? –me tomó totalmente desprevenida su pregunta.
–Sí, ¿Por qué una joven escritora prodigio como tú quiere perder su tiempo aprendiendo a tocar guitarra? –dijo sentándose desparramado en un sofá frente a mí.
–No lo sé, siempre quise hacerlo –me senté en un banco que estaba cerca–. Cuando tenía once años me regalaron una guitarra, a los quince un teclado. No aprendí a manejar ninguno a la perfección, así que, es un tipo de frustración.
–Entonces, ¿te interesaba la música? –dijo poniéndome algo de atención.
–Pues sí, pero terminó atrapándome la literatura –dije encogiéndome de hombros–. Aún así, no lo veo como una forma de perder el tiempo. Tal vez hasta podría escribir una novela sobre un músico.
–Sería interesante –dijo encendiendo un cigarrillo más–. Esfuérzate como en tus últimos dos libros, y puede que la compre.
–¿Has leído mis libros? –dije con absoluta incredulidad.
–Sí, son buenas novelas –dijo él parándose y dándome la espalda aspirando el humo del cigarro–. Además me los regalaron.
–¿Quién? –traté, pero no pude disimular mi curiosidad.
–Mi ex novia –dijo con calma–. Creo que es lo único que conservo de ella.
–Me alegra que te hayan gustado mis historias. A mí me fascina tu música –dije parándome para ponerme mi guitarra sobre el hombro–. Realmente no creí que aceptarás instruirme.
–De hecho no lo iba a hacer, de no ser por la excelente persuasión de mi ex –las palabras de Kevin me hirieron extrañamente.
–Oh, debería agradecerle entonces –dije menos interesada, había mucha arrogancia de parte de Kevin en esa conversación.
–Yo también debería hacerlo –dijo volteando de nuevo a verme, no pude entender a que se refería–. Comienzo a creer que darle clases a una talentosa escritora podría ser recreativo.
–Buen punto –dije tratando de parecer neutral, después sonreí discretamente–. Entonces, me voy. ¿Nos vemos el miércoles?
–¿Tan pronto te vas? Apenas comenzábamos una conversación agradable –«¿Ah, sí?» estuve a punto de decirle.
–Disculpa, tengo asuntos que atender –dije y me di media vuelta–. Entonces nos vemos el miércoles, ¿sí?
–Si te vas ahora, no, no nos veremos –dijo Kevin mientras le daba una última fumada a su cigarro–. Tienes que saber que tuve que cancelar ciertas citas por estar aquí hasta las cuatro de la tarde, apenas son las dos y media.
–Pero… –Kevin Jonas me estaba chantajeando vilmente para quedarme con él, era algo casi imposible, pensé–. Pero realmente tengo cosas que atender, tengo mucho por escribir y… –él me miró alzando sus gruesas cejas y con eso bastó para persuadirme, me volví a sentar en el banco y dejé mi guitarra a un lado–. Supongo que podré hacerlo en otro momento.
–Bien, me alegra que decidas quedarte –sonrió, «¿Decidirme? Casi me obligaste».
–Sí –sonreí tratando de hacer que se viera real, ese hombre lo que tenía de guapo lo tenía de arrogante, por desgracia era muy guapo–. Bueno, ¿y qué haremos?
–No he desayunado, vamos a un café que está cerca –dijo Kevin tomando sus llaves y demás pertenencias, mientras yo me paraba y tomaba mi guitarra para salir, él salió después de mí.
–Vamos, súbete –dije después de meter mi guitarra en la parte trasera de mi auto–. Porque no trajiste auto, ¿o sí?
–No –dijo viéndome desde el lado del copiloto, por encima del auto–. Pero mejor dame las llaves, yo conduzco –estiró su mano pasándola por encima de mi reluciente Mustang 73, dirigiéndola hacia mí.
–Oh, no –dije casi riéndome–. Nadie, aparte de mí, ha conducido mi auto, es sagrado.
–Será la primera vez –sonrió Kevin, ladino–. Que mejor que tú primera vez sea con Kevin Jonas y no con otro tipo ordinario.
–Ja, ja –dije alzando una ceja–. Mi auto, yo conduzco –dije antes de meterme y sentarme frente al volante, la puerta resonó al cerrar–. ¿Qué, no vienes? –dije inclinándome hacia en otro asiento para poder verlo tras la ventanilla.
–¿Segura que sabes conducir? –dijo cuando ya estaba sentado en el asiento junto a mí.
–Sí, muy segura –dije mientras avanzábamos entre el tráfico de la ciudad, volteé a verlo y sonreí.
–¡Hey!, no te distraigas –dijo Kevin sonriendo–. En la siguiente das vuelta a la derecha.
–Nada me puede distraer demasiado cuando estoy conduciendo, así que puedes estar tranquilo –seguí sus indicaciones y di vuelta a la derecha.
–¿Nada? –casi susurro Kevin con voz sugerente, aún así pude escuchar cierta diversión.
–Nada, en absoluto –sonreí segura.
Kevin se acercó a mí sigilosamente, tanto que no pude darme cuenta hasta que sentí sus labios en mi mejilla derecha los sentí bajar hasta mi cuello–. Kevin, Kev… –Su mano acariciaba sutilmente mi pierna. Su labio inferior mimaba con cierta pereza la piel de mi sensible cuello. Cerré los ojos un momento por la excitante sensación que viví en ese instante, pero cuando los abrí estaba a punto de chocar contra el auto frente a mí. Frené audazmente y apenas llegué a tocar las defensas del auto. Detrás de mí se originó un sinfín de pitidos de todos los autos que casi chocaron gracias a mí y a las fascinantes y malvadas caricias de Kevin.
–Estaciónate, aquí es el lugar –dijo Kevin extraordinariamente tranquilo y divertido mirando a través de la ventanilla.
–¡Estás terriblemente loco! –grité en cuanto estuvimos estacionados junto a la acera–. ¿Estás consciente de lo que pudiste ocasionar?
–¿Disculpa? Yo no venía manejando.
–Pero tú me hiciste… me hiciste… –no sabía cómo decirlo, bueno, tal vez sí, pero no le iba a decir que me había excitado.
–¿Desvariar? –sugirió con mirada y sonrisa seductora–. Te excité –soltó de golpe, me ruboricé, o eso creo, por que el rió complacido–. No te preocupes, no eres la única que reacciona así –mencionó antes de salir de mi auto, yo me quedé inmóvil frente al volante, quería darme de topes en la cabeza contra él.
–¿Qué, no vienes? –dijo imitando mis palabras y mi sonrisa.
Invitado
Invitado
Re: Fuckin Letter Love (Kevin y tú)
OMG! Fui tu primera lectora y es todo un placer n_n & el cap de hoy fue magnifico jj ese kevin, no deberia de hacer travesuras jajaja
Invitado
Invitado
Re: Fuckin Letter Love (Kevin y tú)
siguelaaaaaaaaaaa plisz AMO!! Tu novelaaaaaaaa n_____________n'
Invitado
Invitado
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