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Fuckin Letter Love (Kevin y tú)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Fuckin Letter Love (Kevin y tú)
caaapppp!!!!caapp!! Haha!! Qiero un capitulo masz!!
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Re: Fuckin Letter Love (Kevin y tú)
wiiiii pase te paginaaaaa :) plis sube capi por mii^^' siiii
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Re: Fuckin Letter Love (Kevin y tú)
Un cap corto pero hot para
WhoIAmDaaniiJoonaasz
WhoIAmDaaniiJoonaasz
Invitado
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Re: Fuckin Letter Love (Kevin y tú)
Entramos en el sencillo pero acogedor lugar, no había mucha gente, tal vez por eso es que Kevin iba ahí, era abrumador tener a toda la gente mirándote en un lugar público, y yo lo sabía, aunque no tenía la fama de Jonas, era continuamente reconocida por la calle.
Nos sentamos en la mesa más alejada, yo pedí sólo un jugo natural de naranja, puesto que ya había desayunado. Kevin parecía famélico, me pareció obvio debido a no haber comido nada a esa hora, pidió «lo de siempre», no imaginé que fuera tanto hasta que vi llegar varios platos a la mesa. Aún así estaba en buena forma, tenía unos fornidos brazos, espalda ancha y vientre plano, aunque en algunas fotos de revistas se le notaban algunos cuadros formados en su abdomen, unos marcados pectorales se apreciaban a través de su blanca camiseta. Tenía una musculatura excelente, no exagerada como la de un físiculturista, pero suficiente para denotar que pasaba tiempo en el gimnasio.
Estaba concentrada revisando cada placentero musculo que se adivinaba entre sus ropas, que apenas pude notar su mirada en mí. En cuanto se cruzaron nuestras miradas desvié la mía hasta mi jugo que aún estaba intacto.
–Puedes hacer algo más que sólo ver –dijo Kevin con voz exquisita cuando terminó de comer, se limpió los labios con una servilleta de papel–. Podemos divertirnos.
–Seguro que sí –sonreí alzando una ceja–. Pero no creo que este sea el lugar correcto.
–Pues si quieres, podemos irnos, en cuanto acabes tu jugo –asentí y le di un sorbo largo y lento a mi bebida mientras lo veía de reojo.
–Creo que ya no quiero –lo dejé a un lado y me incliné para rozar sus labios, me sorprendí a mí misma, queriendo ser completamente seductora–. ¿Nos vamos? –me paré y me puse a un lado de la mesa, él llamó al mesero y le dio una cantidad grande de dinero, casi el doble de lo que habíamos consumido, el mesero sonrió agradecido al oír a Kevin decirle que se quedara con el cambio.
Caminamos hasta mi auto y Kevin me acorraló contra éste, se acercó provocativamente a mis labios y los entreabrí para besarlo plácidamente. Pasaban junto a nosotros personas que nos veían algo escandalizadas. Saqué las llaves de mi auto y se las puse en la mano.
–Tienes razón, si quiero que alguien ajeno a mí conduzca por primera vez mi auto, quiero que sea Kevin Jonas.
–Excelente, no te arrepentirás –dijo mientras me abría la puerta del lado del copiloto para que entrara, la cerró y segundos después entró en el auto y empezó a conducir.
Nos dirigíamos constantes sonrisas, anhelantes de lo que iba pasar en cuanto llegáramos a su departamento. “Gloria” de The Doors se oía en la radio, «¿What’s your name? ¿How old are you?… Aha, yeah, aha, yeah, oh, oh yeah oh, mmm…». Provocada por la voz de Jim Morrison, me acerqué hasta Kevin y le besé el cuello, de la misma forma perezosa y complaciente que cuando él lo hizo. Paseaba mis dedos apenas rozando el interior de los muslos de Kevin.
–_______(tn), no sigas, seré capaz de soltar el volante y hacerme ajeno a cualquier preocupación –sonreí y rocé el creciente bulto entre sus piernas con mi pulgar, pude ver a Kevin estremecerse con mi caricia.
–Está bien, pero apresúrate –sonreí totalmente emocionada.
Llegamos en minutos hasta el edificio donde estaba su departamento. Era elegante, moderno y eficiente. Nada más de lo que él pudiera necesitar. Dejó sus llaves en una mesita junto a la puerta y se sacó la chaqueta, yo hice lo mismo y me quité la chamarra de mezclilla quedándome con únicamente mi top blanco que, si puedo decirlo, resaltaba de buena forma mi busto, usaba también unos jeans rotos y oscuros y mi par de converse negros y blancos. Me senté en el cómodo sillón color negro y me recosté un poco sobe los cojines rojos. Kevin volteó y sonrió, me recorrió el cuerpo entero con la mirada y sonrió cínicamente.
–¿Quieres algo de beber? –dijo dirigiéndose al pequeño bar.
–Un vodka, con hielo, por favor –dije parándome para acercarme a él.
–¿Te parece si sirves dos vasos mientras voy por los cubos de hielo? –dijo Kevin acercándose peligrosamente a mis labios y entregándome la botella, asentí y apenas rozamos los labios. Se fue y regresó en apenas un par de minutos–. Eres hermosa –me susurró al oído abrazándome por detrás, me tomó por sorpresa, sentía todo su cuerpo pegado al mío.
–No es necesaria la adulación –dije volteándome para besarlo suavemente.
–No estaba adulándote, simplemente decía lo que pensaba –me alzó sobre la barra tomándome por la cintura.
Comenzamos a besarnos de manera desesperada, girando poco a poco nuestros rostros para amoldar mejor nuestras bocas. Dejé entrar la lengua de Kevin a mi boca para que jugueteara con la mía, mientras sus manos recorrían mi torso de manera lenta y aturdidora. Yo enredaba mis dedos en sus rizos castaños, luego bajé mis manos a su cuello para acercarlo delicadamente a mí, su boca bajó por mi garganta dejando besos húmedos a lo largo, continuó hasta mi escote y lamió el contorno de mi piel marcado por la blusa blanca que sus manos iban empujando hacia arriba. Sus pulgares tocaban mi vientre con delicadeza. Sin saber cómo, mi top ya no estaba y mi sostén estaba por desaparecer, mientras Kevin se ocupaba en desabrocharlo, yo besaba su frente, sus ojos, su mejilla, mordí con delicadeza el lóbulo de su oreja y él gimió. Pero en un momento Kevin se detuvo.
–_______(tn), no puedo –apenas dijo con la respiración agitada.
–Hey –sonreí–, según las novelas románticas que leía de adolescente, yo soy la que debería decir eso, y tú tratas de convencerme de que puedo hacerlo, que me deje llevar.
–Se ve que lo tienes planeado –dijo Kevin viendo mis labios.
–No, de hecho no planeaba hacerlo.
–No quiero hacerte daño, a ti no –dijo, pero aún no se alejaba de mí.
–No te preocupes, prometo no hablarte de amor –seguido de esto, empecé a sacar su ajustada camiseta.
Cuando vi su pecho desnudo descubrí que era mejor de lo que imaginaba, sus músculos parecían haber sido cincelados por los más perfeccionistas griegos, escaso vello cubría su piel casi blanca, acaricié lentamente todo su torso, me incliné para besar su cuello y pasar mi lengua por uno de sus anchos hombros.
Estábamos casi desnudos, yo aún sentada en la mesa y el entre mi piernas frente a mí. Besos húmedos, pequeños y ligeros mordiscos, mis uñas pintadas de rojo en su espalda marcándola. Me cargó hasta su cama y ahí me hizo llegar al nirvana.
Nos sentamos en la mesa más alejada, yo pedí sólo un jugo natural de naranja, puesto que ya había desayunado. Kevin parecía famélico, me pareció obvio debido a no haber comido nada a esa hora, pidió «lo de siempre», no imaginé que fuera tanto hasta que vi llegar varios platos a la mesa. Aún así estaba en buena forma, tenía unos fornidos brazos, espalda ancha y vientre plano, aunque en algunas fotos de revistas se le notaban algunos cuadros formados en su abdomen, unos marcados pectorales se apreciaban a través de su blanca camiseta. Tenía una musculatura excelente, no exagerada como la de un físiculturista, pero suficiente para denotar que pasaba tiempo en el gimnasio.
Estaba concentrada revisando cada placentero musculo que se adivinaba entre sus ropas, que apenas pude notar su mirada en mí. En cuanto se cruzaron nuestras miradas desvié la mía hasta mi jugo que aún estaba intacto.
–Puedes hacer algo más que sólo ver –dijo Kevin con voz exquisita cuando terminó de comer, se limpió los labios con una servilleta de papel–. Podemos divertirnos.
–Seguro que sí –sonreí alzando una ceja–. Pero no creo que este sea el lugar correcto.
–Pues si quieres, podemos irnos, en cuanto acabes tu jugo –asentí y le di un sorbo largo y lento a mi bebida mientras lo veía de reojo.
–Creo que ya no quiero –lo dejé a un lado y me incliné para rozar sus labios, me sorprendí a mí misma, queriendo ser completamente seductora–. ¿Nos vamos? –me paré y me puse a un lado de la mesa, él llamó al mesero y le dio una cantidad grande de dinero, casi el doble de lo que habíamos consumido, el mesero sonrió agradecido al oír a Kevin decirle que se quedara con el cambio.
Caminamos hasta mi auto y Kevin me acorraló contra éste, se acercó provocativamente a mis labios y los entreabrí para besarlo plácidamente. Pasaban junto a nosotros personas que nos veían algo escandalizadas. Saqué las llaves de mi auto y se las puse en la mano.
–Tienes razón, si quiero que alguien ajeno a mí conduzca por primera vez mi auto, quiero que sea Kevin Jonas.
–Excelente, no te arrepentirás –dijo mientras me abría la puerta del lado del copiloto para que entrara, la cerró y segundos después entró en el auto y empezó a conducir.
Nos dirigíamos constantes sonrisas, anhelantes de lo que iba pasar en cuanto llegáramos a su departamento. “Gloria” de The Doors se oía en la radio, «¿What’s your name? ¿How old are you?… Aha, yeah, aha, yeah, oh, oh yeah oh, mmm…». Provocada por la voz de Jim Morrison, me acerqué hasta Kevin y le besé el cuello, de la misma forma perezosa y complaciente que cuando él lo hizo. Paseaba mis dedos apenas rozando el interior de los muslos de Kevin.
–_______(tn), no sigas, seré capaz de soltar el volante y hacerme ajeno a cualquier preocupación –sonreí y rocé el creciente bulto entre sus piernas con mi pulgar, pude ver a Kevin estremecerse con mi caricia.
–Está bien, pero apresúrate –sonreí totalmente emocionada.
Llegamos en minutos hasta el edificio donde estaba su departamento. Era elegante, moderno y eficiente. Nada más de lo que él pudiera necesitar. Dejó sus llaves en una mesita junto a la puerta y se sacó la chaqueta, yo hice lo mismo y me quité la chamarra de mezclilla quedándome con únicamente mi top blanco que, si puedo decirlo, resaltaba de buena forma mi busto, usaba también unos jeans rotos y oscuros y mi par de converse negros y blancos. Me senté en el cómodo sillón color negro y me recosté un poco sobe los cojines rojos. Kevin volteó y sonrió, me recorrió el cuerpo entero con la mirada y sonrió cínicamente.
–¿Quieres algo de beber? –dijo dirigiéndose al pequeño bar.
–Un vodka, con hielo, por favor –dije parándome para acercarme a él.
–¿Te parece si sirves dos vasos mientras voy por los cubos de hielo? –dijo Kevin acercándose peligrosamente a mis labios y entregándome la botella, asentí y apenas rozamos los labios. Se fue y regresó en apenas un par de minutos–. Eres hermosa –me susurró al oído abrazándome por detrás, me tomó por sorpresa, sentía todo su cuerpo pegado al mío.
–No es necesaria la adulación –dije volteándome para besarlo suavemente.
–No estaba adulándote, simplemente decía lo que pensaba –me alzó sobre la barra tomándome por la cintura.
Comenzamos a besarnos de manera desesperada, girando poco a poco nuestros rostros para amoldar mejor nuestras bocas. Dejé entrar la lengua de Kevin a mi boca para que jugueteara con la mía, mientras sus manos recorrían mi torso de manera lenta y aturdidora. Yo enredaba mis dedos en sus rizos castaños, luego bajé mis manos a su cuello para acercarlo delicadamente a mí, su boca bajó por mi garganta dejando besos húmedos a lo largo, continuó hasta mi escote y lamió el contorno de mi piel marcado por la blusa blanca que sus manos iban empujando hacia arriba. Sus pulgares tocaban mi vientre con delicadeza. Sin saber cómo, mi top ya no estaba y mi sostén estaba por desaparecer, mientras Kevin se ocupaba en desabrocharlo, yo besaba su frente, sus ojos, su mejilla, mordí con delicadeza el lóbulo de su oreja y él gimió. Pero en un momento Kevin se detuvo.
–_______(tn), no puedo –apenas dijo con la respiración agitada.
–Hey –sonreí–, según las novelas románticas que leía de adolescente, yo soy la que debería decir eso, y tú tratas de convencerme de que puedo hacerlo, que me deje llevar.
–Se ve que lo tienes planeado –dijo Kevin viendo mis labios.
–No, de hecho no planeaba hacerlo.
–No quiero hacerte daño, a ti no –dijo, pero aún no se alejaba de mí.
–No te preocupes, prometo no hablarte de amor –seguido de esto, empecé a sacar su ajustada camiseta.
Cuando vi su pecho desnudo descubrí que era mejor de lo que imaginaba, sus músculos parecían haber sido cincelados por los más perfeccionistas griegos, escaso vello cubría su piel casi blanca, acaricié lentamente todo su torso, me incliné para besar su cuello y pasar mi lengua por uno de sus anchos hombros.
Estábamos casi desnudos, yo aún sentada en la mesa y el entre mi piernas frente a mí. Besos húmedos, pequeños y ligeros mordiscos, mis uñas pintadas de rojo en su espalda marcándola. Me cargó hasta su cama y ahí me hizo llegar al nirvana.
Invitado
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Re: Fuckin Letter Love (Kevin y tú)
Qe les parece si ponemos el siguiente cap en la pag. 3!!!
por favor, sí???
Comenten mucho!!!
:D :twisted: :P
por favor, sí???
Comenten mucho!!!
:D :twisted: :P
Invitado
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Re: Fuckin Letter Love (Kevin y tú)
awwww gracias por el cap n________n' &&' me parece fasinante la idea :)
Invitado
Invitado
Re: Fuckin Letter Love (Kevin y tú)
kevin es sexiii xD jjjii okk siiiii n___n' jjii okkk creo qe me callo si no dire puras incuerencias jeje
Invitado
Invitado
Re: Fuckin Letter Love (Kevin y tú)
seguireee mañana... Me kitan de mi presiada compu e.e tee qelo leendaaaC:
Invitado
Invitado
Re: Fuckin Letter Love (Kevin y tú)
Hola , Nueva Lectora amo tu novee :3 !!
Tienees que seguirlaa *.* . :twisted:
- Pati (:
Tienees que seguirlaa *.* . :twisted:
- Pati (:
Invitado
Invitado
Re: Fuckin Letter Love (Kevin y tú)
Porque aun , no llego a la pag 3 . ¬¬
necesito CAP!!! ;)
necesito CAP!!! ;)
Invitado
Invitado
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