Una Mano Fuerte (Larry Stylinson)

~Sophie Chehsire~

Louis era un profesional y regresó a hacer las fotografías.

—Muy bien Harry, ahora quítate la camisa.

—Lindo tatuaje, ¿cuándo te lo hiciste? —preguntó Zayn.

Harry volvió a ver el ave parcialmente visible de su cadera, debido a los pantalones de cadera baja, los vellos de su entrepierna eran visibles.

—Cuando vine a Londres para estudiar —respondió y luego su mirada se dirigió a Louis.

El hombre mayor estaba sonriendo.

—¿Necesitas tomar un descanso, Harry? —preguntó, pero su mirada era seria, preguntándole al chico si en verdad estaba en problemas.

—¡No!

Bueno, esa respuesta salió más fuerte de lo que pretendía. Harry alejó la mirada y se percató de que Zayn también se reía. Cuando Louis le ordenó que se diera la vuelta, lo hizo agradecido. Miró sobre su hombro solo para notar que dos pares de ojos estaban enfocados en su trasero, pero al menos de esta forma, no podían notar lo excitado que estaba por obedecer las órdenes de Louis.

Zayn estaba concentrado en mantener su mano alejada de sí mismo. La forma en la que los pantalones se ajustaban perfectamente a cada glúteo, abrazando la piel e introduciéndose ligeramente en la grieta entre ellos, le hizo desear visitar uno de sus clubes favoritos, y pronto. Preferiblemente esa tarde.

—Levanta tu trasero, Harry —dijo Louis.

Zayn miró a su entrepierna. Louis siempre parecía estar muy controlado, pero ¿acaso hoy no estaba un poco más abultado de lo usual? Tendría que ser un súper hombre para resistirse a un chico tan bello como Harry. Era un sumiso nato y Zayn conocía bastante del tema, sus manos le cosquilleaban con el deseo de entrenarlo.

Pero era un hombre honorable y en verdad le agradaba Louis. Lo había invitado a su club favorito y trató de presentarle a un par de chicos lindos, pero Louis simplemente los rechazó con una sonrisa. Zayn sospechaba que por fin había encontrado al hombre ideal para él. El chico tenía una fuerte personalidad, pero necesitaba de alguien responsable que cuidara de él y parecía haberse encariñado con Louis por alguna razón. Podría tomar tiempo, pero estaba seguro de que el fotógrafo eventualmente caería ante los encantos del chico.

—Eh, tengo que irme Lou —dijo Zayn, cambiando de posición impacientemente.

—Espera. Deja que descargue estas fotografías para que puedas verlas. Todo esto fue para que decidieras si quieres usarlo o no —Louis insistió—. Solo tomará un momento.

Oh, definitivamente quiero usarlo. Pensó Zayn, pero siguió a Louis a la computadora.

—Acércate, Harry. Ven a ver cómo luces.

Harry se acercó a los dos hombres, curioso de saber cómo se veía con esa ropa.

—Mierda —dijo Louis, el tono de su voz era suave y ronco, cuando miró por fin las imágenes ampliadas en la pantalla—.Harry, eres natural. — Un sumiso natural. Pensó Zayn pero dijo—: Buen trabajo, Harry. Creo que podremos usar estas, si estás de acuerdo.

Harry usó sus brazos para cubrirse, se sentía un tanto expuesto al estar tan cerca de los dos hombres sin su camisa. Se sintió incómodo al notar la mirada de Louis que parecía atraída hacia sus pezones. Miró a través de sus pestañas a Louis esperando su aprobación.

Louis estaba asintiendo y sonriendo.

—Me gustaría mucho fotografiarte, si estás dispuesto.

—Muy bien —dijo Harry, sus ojos brillaron, aunque Louis no logró entender la razón.

—¡Bien! —Zayn aplaudió, asustando a los dos hombres, que se habían perdido en la mirada del otro—. Entonces me marcho. Hasta pronto Lou, te veo mañana. Gracias, Harry. Serás una gran ventaja, de eso estoy seguro. —Salió por la puerta y se dirigió a su club, que no estaba muy lejos. Necesitaba encontrar alivio.

Harry permaneció con los brazos alrededor de su cuerpo, preguntándose si debía ir a cambiarse.

—Bien, quítate esos —dijo Louis, mirando fijamente al bulto en sus pantalones—. No queremos que los estires al punto de que después te queden flojos.

Harry enrojeció y corrió hacia el baño, no se dio cuenta de que Louis presionó una mano contra su entrepierna al mirar ese par de glúteos perfectos moverse debajo de la delgada capa de cuero.

Cuando estaba a salvo bajo su ropa holgada, Harry salió del baño y colgó los pantalones de cuero en el perchero que Louis le había dado.
Escuchó ruidos provenientes del cuarto oscuro, Harry se dirigió a la puerta y miró con incertidumbre.

—¿Hay algo más que tengo que hacer hoy?

Louis se giró y lo miró con culpabilidad, escondiendo algo detrás de él.

—¡Oh! No, no lo creo. Puedes marcharte Harry.

—Muy bien entonces. ¿Lo veo mañana?

Louis sonrió, disfrutando la sonrisa llena de añoranza en el rostro del chico.

—Mañana. No llegues tarde.

—¡Sí señor!

Louis miró la delgada figura con sorpresa. Quizás Zayn tenía razón.
Tanto Harry como él durmieron muy poco esa noche.