Creaste mi mundo [Liam Payne&LorenaWoodson]

Hace 10 minutos mi padre se había marchado, ya que dijo que tenía que resolver un asunto. El cual no quise preguntar para no parecer curiosa. Pero la verdad me daba mucha intriga, de alguna manera u otra podría tener un gran significado con respecto a Michael. Mi padre es una persona que quiere lo justo y no va a dejar que Michael y sus amigos anden sueltos por ahí, si anteriormente intentaron asesinarme.

Al principio me preguntaba el por qué, pero después de haber ido al hospital donde se encontraba mi padre, me di cuenta de muchas cosas, eso sumándole todo lo que me contó él. Me había quedado impresionada ante tal caso. Era increíble que una persona pudiera volverse loca de la noche a la mañana. Porque tenía en cuenta de que Michael estaba loco. Una persona normal no actuaba como lo hacía él. No mataba a la esposa de su ex amigo por venganza, ni tampoco intentar matar a su hija.

2 minutos después Niall tocó la puerta para pasar. Le pregunté por Zayn y me dijo que había salido desde temprano. Asentí con la cabeza y le invité que se sentara junto a mí. Nuestra relación iba mejorando, a comparación de hace un mes.

Luego de que Niall me hubiera confesado aquella bomba, todo definitivamente había cambiado para mí. Tenía miedo de estar con Liam y de que Niall lo estuviera presenciando. Pero creo que con el tiempo las cosas se fueron olvidando. Quizás era un simple gusto de rato, a lo mejor ya no sentía lo mismo por mí, o simplemente comprendió que lo nuestro no era más que una bonita amistad.

Entonces recordé cuando lo besé. Liam nos vio, él me vio besarlo y sin embargo no hizo nada al respecto. Recuerdo que lo hice porque no quería perderlo. No quería que nuestra amistad se terminara y si esa era la única opción, no tuve más remedio que aceptarlo. Pero me dolía en el alma. Me dolía que Liam nos haya visto. Fue un momento de total desesperación.

Fue desde ese día que Niall no insistió más en tener algo conmigo. A lo mejor esa fue la solución, a lo mejor era solo un beso lo que necesitaba. No le gustó y se arrepintió de lo que sentía. Sí, eso fue lo que pasó.

Por el contrario yo no puedo decir lo mismo. Claro que me gustó, pero evidentemente no fue lo mismo. No había amor, o por lo menos, yo no sentía lo mismo que con Liam. Fue más precipitado, al contrario de Liam, que se tomaba su tiempo.

– ¿En qué piensas Lore? –Niall me saca de mis pensamientos y me concentro en él. No podía decirle exactamente que estaba recordando la vez en que me atreví a besarlo.

– Tonterías –medio sonreí.

– ¿Tonterías cómo qué? –Se movió en la cama acercándose a mí, lo que me intimidó un poco.

– Tonterías… simples tonterías.

– No me quedaré tranquilo –pude sentir el roce de su piel contra la mía. Tenía sus manos en mis brazos y comenzó a subirlos hasta mis axilas, donde comenzó a repartirme cosquillas. Reí automáticamente. Era una risa escandalosa. Luchaba por qué me soltara y sin embargo no lo hacía.

– ¡Suelta por favor! –Pedí inquieta. Cuando la puerta principal se tranca con todas sus fuerzas. Me sobresalto en la cama y Niall sigue haciéndome cosquillas. Le sostengo las manos–. ¿No crees qué es muy temprano para que venga Zayn?

– ¿Por qué?

– Digo, apenas y se acaba de ir ¿no?

– Se fue hace dos horas, en la mañana.

– Ah.


Unos pasos lentos y pesados comenzaron a subir las escaleras. Por alguna extraña razón me sentí incómoda. El terror comienza a invadir todo mi ser. Entonces me pregunto ¿qué es lo que estaba pasando? Si era Zayn ¿por qué subía tan lento.

Lo sentí cerca, estaba aquí. Estaba dentro de la habitación. y podía escucharlo, estaba caminando sigilosamente. Le toqué el hombro a Niall aterrada, le indico que voltee. Temo porque haya entrado un malandro y nos haga algo y temo porque no puedo verlo.

Siento que Niall está tenso y yo me pongo peor, hasta que la persona que había entrado comienza hablar. Mi mundo comenzó a paralizarse por completo. Esa voz la conocía, pero no sabía de dónde. Aterrada le pregunté quién era.

– No me conoces pequeña, pero yo sí a ti y mucho.

Sus pasos se fueron adentrado más y más. El sudor corría por mi frente y me mordía el labio para no gritar. Una parte de mi ser me decía que saliera corriendo, pero la otra parte inteligente, me advertía que me quedara tranquila, o sino las cosas saldrían peor y eso no era lo que quería.

– ¿Qué es lo que quiere de nosotros? –Pregunté angustiada, a lo mejor era un simple ladrón y quería llevarse algunas cosas de la casa. Algo a lo que no íbamos a negarnos. Primero nuestras vidas, ante lo material. Pero estaba equivocada. Si el dijo que me conocía, entonces no venía a robar.

Venía por mí.

En un intento me eché hacia atrás de los nervios. El hombre se acercó.

– ¿Podrías decirnos qué quieres? –Habló Niall, su voz era quebrada, se notaba que temblaba de miedo.

El hombre se quedó callado. Mis nervios comenzaron a alterarse increíblemente.

– Que ni se te ocurra –escuché decir a Niall pero ni entendí el por qué lo decía–. ¡Aléjate! –Gritó y en ese entonces sentí unas manos grandes sobre mis hombros, dejé escapar un grito de pánico. Por instinto no quité la mano, no me moví. Estaba paralizada en la cama con mucho miedo.

– Veo que tu padre Hendrick no es muy listo, aceptó una cita con uno de mis compañeros. Cayó en mi trampa como un idiota.

– No le llames así a mi padre –dije algo irritada. Quería que se fuera cuanto antes.

– Yo lo llamo como se me dé la gana –su mano comenzó a deslizarse hasta llegar a mis pechos. Me quité bruscamente.

– Te dije que la soltaras –Atacó Niall y pude escuchar un golpe fuerte. Me aferré más a mis piernas, echándome a un rincón de la cama, asustada.

– Vas a pagar por eso –se refirió el hombre a Niall.

Fue en ese instante cuando escuché un arma cargándose, mis manos comenzaron a temblar instintivamente, escuchaba como el hombre le pedía a Niall que se arrodillara al piso, o si no me mataba. Le pedí que no le hiciera nada a él, pero ni me tomó en cuenta. Quería hacer algo para ayudar pero no podía.

– ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué me pegaste?

– ¡Te lo merecías!

– ¿Ah sí?

– ¡Basta! –Grité desesperada y escuché un grito de Niall. Mi pulso estaba a millón y mi respiración era entrecortada. No sabía que le hacía a mi amigo y eso me ponía peor.

– ¿Por qué no pides disculpas?

– Solo quiero que usted no le haga daño a Lorena.

– ¡Suéltalo por favor! –Grité de nuevo, pero no me hacía caso. Luego hubo un silencio en la habitación.

– ¿Qué fue eso? –Preguntó el hombre, pero ninguno respondió–. Escuché algo.

– Yo no escuché nada –dijo mi amigo.

– Te dije que te quedaras tranquilo –un gemido de dolor salió de la boca de Niall y fue inevitable no ponerme peor de lo que ya estaba.

Luego de eso no escuchaba más nada. Era algo neutro. No entendía que rayos pasaba. Solo escuché un disparo y todo se fue haciendo silencioso. Siento de nuevo unos brazos fuertes sobre mis hombros, pero estos eran más delicados, no estaban cargados de odio.


Entonces abrí los ojos.

No me había dado cuenta de que había sido un sueño, o un simple recuerdo de lo que había pasado hace dos semanas. Posó mi mano sobre la frente y me doy cuenta que está sudada.

– Entré preocupado porque estabas llorando ¿qué soñabas? –Preguntó mi padre asustado.

– Disculpa, solo soñé con lo mismo que pasó antes de que… muriera Mic –no pude terminar de decir el nombre, porque causó una gran repulsión en mí al recordarlo.

– ¿Necesitas algo?

– Solo agua.

Me levanté cuidadosamente, quedándome sentada en la cama. Todavía sentía que tenía la respiración acelerada por los nervios. Ya llevaba tres veces seguidas que soñaba con lo mismo. Es como si el hombre ahora quisiera fastidiarme en mis sueños. Como si después de muerto, quisiera vengarse de mí y de mi padre de alguna manera.

Me acomodo en la cama y comienzo a peinarme con mis dedos, tengo una increíble maraña de pelos. Abren de nuevo la puerta del cuarto y supongo que es mi padre. Se sienta y me pasa el agua. Estaba muy fría.

Nos quedamos un rato en silencio hasta que rompo el hielo.

– Papá… ¿Hay algo de lo que estés arrepentido pero a la vez no? –Pregunté sin sentido.

– ¿A qué te refieres con eso?

– Es que… bueno, yo quiero a Liam ¿sabes no? –Me temblaba la mandíbula de tan solo decirlo.

– Aja…

– Pero hace unas semanas besé a Niall y él nos vio. Sé que jamás debió pasar eso, pero es que a partir de esa vez Niall no me ha vuelto a insistir –jugaba con mis manos mientras hablaba– y creo que de una forma u otra funcionó.

– Entonces también te sientes mal porque Liam los vio ¿no? – Asentí con la cabeza–. Hablando de eso, no me has preguntado a ese chico como tu novio.

– No ha llegado el momento.

– Recuerda que mañana le dan de alta a Harry, podríamos organizar una cena hoy y allí me lo presentas formalmente como tu novio, no como Liam y veremos que tal nos llevamos. Creo que es algo tímido.

– Si papá, pero… ¿te cayó bien?

– Claro ¿y yo a él?

– Súper, además nos salvaste a mí y a Niall ¿cómo no amarte?

– Él también los salvó a ustedes –dijo divertido.

– Entonces ya ambos están a mano.

– Te quiero hija, te extrañé mucho.

– Yo también.

Sentí como sus cálidos brazos envolvían mi espalda, hace tiempo que necesitaba de sus abrazos, de sus palabras, de su amor. Mi papá era una persona especial para mí y casi la única que me quedaba. Ahora con los chicos son 6 y sé que jamás –de eso estoy segura– me fallarán. ¿Para qué tener docenas de amigos si con ellos es suficiente?

Niall es el mejor amigo que cualquier persona pudiera desear. Cuando estás triste te hace sonreír. Cuando necesitas de un consejo, hace todo lo posible para dártelo y cuando necesitas un abrazo, se ofrece él sin duda. Es de aquellas personas que tienen la misión de hacer felices a los demás. Él es único y por eso lo amo.

Zayn, un amigo incondicional. Él sabrá apoyarte en tus momentos más difíciles. Te comprenderá a toda costa y te guiará por el camino correcto. Siempre estará allí para ayudarte a levantarte y es una persona que si quieres guardar un secreto, puedes contar con él seguro.

Harry, un chico de un corazón enorme. Que a pesar de todo lo que pasó sigue allí, con vida, luchando por no irse, manteniéndose fuerte, porque así es Harry, una persona con un corazón gigantesco y las personas así no merecen irse.

Louis, un chico que siempre trata de manejar las peores situaciones, cuando alguien se siente asustado, él está ahí para calmarte y hacerte sentir mejor. Si quiere algo lucha por ello y sobre todo nunca se cansa.

Y finalmente Liam, la persona que siempre estará dispuesta para hacerte sentir mejor, querida. En tus brazos te sientes segura. Simplemente, estoy agradecida por el destino, por haberme puesto a Liam. Es la mejor cosa que pudo haber hecho.

Se fue una persona importante a mi vida, pero llegaron cinco. Trato de ser optimista y sé que en algún lugar del cielo está mi madre orgullosa de mí, de lo que he logrado, que he salido adelante a pesar de todo y sonrío cuando lo pienso. Sonrió porque estoy ahorita, junto a los brazos de mi padre. Sonrió porque tengo grandes amigos. Sonrío porque mi mamá nunca me dejó sola, siempre estuvo allí cuidándome, mandándome cinco ángeles guardianes.

Y solo tengo que decir una cosa.

Gracias.