Creaste mi mundo [Liam Payne&LorenaWoodson]

Lorena está sentada junto a Niall mientras sonríe. Su padre Hendrick no está, ya que se fue a buscar a la policía y dentro de una hora más o menos tendría que venir junto a los forenses para retirar el cadáver. Antes de salir les avisó a ambos que llegaría pronto y que después que vinieran por Michael irían a la otra casa, donde se encontraban los cuerpos de Carl y Wilson.

La policía ya sabía el caso, debido a que los vecinos de la residencia llamaron, media hora después de haber escuchado los disparos.

Lorena y Niall peleaban por quién lograba meterse más cotufas en la boca. Ella se reía mientras tanteaba la boca de su amigo para comprobarlo. Ambos amaban jugar con cosas relacionadas con comida. A veces era por quién comía más rápido, entre otras cosas.

Las palomitas las había preparado Niall y para su mayor suerte, ganó el juego y Lorena bufó, pero a la vez no aguantaba la risa. Niall se levantó un poco del mueble y se acercó a ella para hacerle cosquillas.

Escuchan el tirón de una puerta. Se estremecen por un momento del susto. Después de todo lo que habían pasado en el mes, era normal quien estuvieran así. Pero luego Niall soltó aire cuando vio que era Zayn. Fue allí cuando se dio cuenta de que no estaba.

Prefirió ignorarlo al verlo algo molesto, supuso que había tenido una pelea con su novia, así que no quiso interrumpirlo. Pero se mordió los labios al saber que Zayn no sabía nada de lo que había pasado. En parte le dio risa, porque se imaginó su cara cuando se enterara de todo.

– ¿Qué tal has estado? –Preguntó Lorena y Niall le dio un leve golpecito en el hombro.

– No muy bien –respondió algo cansado.

Niall observó claramente cuando el moreno iba subiendo las escaleras y posa su mano en la manecilla, cuando justo casi al entrar se queda paralizado mirando el último cuarto. Voltea hacia el rubio y tiene los ojos de par en par.

Este suelta una carcajada en son de broma al ver la cara traumada de su amigo. Aunque pensó que tampoco debería reírse mucho, porque bastante asustado que estaba cuando sucedió dicho caso.

Zayn se regresó atemorizado y se acercó a ambos, les preguntó qué era lo que había en aquél cuarto y Niall se dignó a responder. Lorena asentía mientras su amigo lo contaba. Zayn se sentó al lado de ambos en el mueble. En su cabeza no cabía tanta información. Había sido demasiado para un solo día, que para él parecía ser insignificante y normal a los otros.

– ¿Y tú? ¿Por qué la cara cuando entraste? –pregunta el rubio.

– Fui a visitar a Perrie a sus ensayos, pero pasó lo mismo de siempre. No la dejaban estar mucho tiempo conmigo y tuvimos una breve discusión por eso, pero nada que no se pueda remediar.

– Ah.

Lorena lo invitó al juego, pero Zayn no hizo caso, todavía estaba impactado por lo que ocurrió y pensaba que mientras el discutía, su amigo y su casi amiga habían estado en un gran riesgo. Se sintió mal, pero a la vez prefirió que hubiera sido así. Ya que él era muy impulsivo y las cosas pudieron haber salido peor.

Se levantó del mueble y fue a la nevera por un poco de agua. Niall se quejó y le dijo que él pensaba ofrecerle, pero Zayn dijo que no importaba.

Abrieron la puerta de golpe y entró Hendrick junto a los forences. Zayn se asomó para ver quiénes eran. El padre de Lorena les hace seña a ambos para que salgan de la casa y saquen a Lorena. Ellos entendieron claramente y Niall le dice bajito. Ella asiente algo intimidada y luego salen de la casa.

Caminaron algunas cuadras, unas que otras fans se acercaron y saludaron a Lorena. Era increíble el cariño que le habían agarrado y a la vez eso le emocionaba, ya que se sentía aceptada, querida. Por primera vez se sentía así y eso solo se agradecía a cinco personas, pero en especial a una. A un castaño que conquistó su corazón y ahora la hacía sentir la mujer más feliz. Porque él había cambiado su vida. El había construido, lo que una vez ella pensaba que estaba destrozado. Porque él creó su mundo.

Las chicas le enviaban condolencias y les decían que oraban diariamente por la salud de Harry. Ellos asentían algo esperanzados. Harry se iba recuperando poco a poco. Si tan solo las fans supieran que Harry no fue el único que estuvo en peligro. Pero mejor era dejarlo así, como estaba, sin que nadie supiera.

Siguieron caminando y luego encontraron un parque abandonado. Se sentaron en la grama y Lorena hablaba de su pasión por la natación. Ellos la miraban atentos y sonreían. De alguna manera u otra les alegraba que Lorena estuviera feliz, que se sintiera cómoda con ellos y que por una vez hablara sin miedo a decir sus sentimientos. Era simplemente, ella misma.

Niall se quedó pensando en lo que habían dicho las fans.

– Ya que estoy afuera –interrumpió a Lorena que estaba contando una de las tantas cosas que les gustaría hacer–. Disculpa –se refirió a ella, quién le dijo que no se preocupara–, creo que debería ir a visitar a Harry ¿no creen?

– ¿Ahorita? –Pregunta Lorena.

– No, pero puede ser mañana ¿sí?

– Hablaré con Liam –dijo Zayn y Niall empezó a dar brincos y a abrazar a su amigo, quien cayó al piso debido al peso de este. Todos soltaron una inmensa carcajada.

En el hospital seguían Louis y Liam. Otra enfermera les dijo que podían bañarse allí y ellos hicieron caso, además tenían el maletín con la ropa. Aunque claro, luego se percataron de que la ropa que había era de Zayn y Louis.

– Puedes usar una de él –dijo Louis en son de burla.

– Como sea.

Agarro una polera de color negra, unos pantalones holgados y un abrigo, lo más protector posible. Su amigo escogió un suéter, acompañado de unos pantalones y un gorro de lana. El reloj de las 3:00 pm sonó, lo que daba indicio a que era el turno de las otras enfermeras, y entre esas estaba las que siempre los atendía. Se habían conocido más y se caían muy bien. La chica era agradable con ellos y siempre les daba aliento en cuanto al enrulado. Lo que hacía que nunca perdieran las esperanzas.

Bajaron a la cafetería y pidieron 1 mocaccino para cada uno, acompañados de galletas de chocolate. El frío de Londres era mortal y constantemente se arropaban de sí mismos, ya que el abrigo no era suficiente. Lo único que faltaba era que les diera una hipotermia.

Luego de estar conversando de cosas triviales se hicieron las 5 de la tarde y luego Liam pude ver un mensaje no leído en su celular, quiso averiguar de qué se trataba. Vio que era de Zayn. Abrió el contenido.


Tantas cosas que pasaron hoy que ¡wow! pero eso no es por lo que pasé este mensaje, bueno en parte… como sea, vente mañana a la casa, Niall quiere visitar a Harry, ya está mejor, porfa déjalo, está entusiasmado y si vienes puedo contarte :) xx


Liam sonríe y luego se formula una pregunta en su mente ¿qué tantas cosas pudieron pasar hoy? Así que teclea rápidamente para enterarse de qué se trataba. Louis se acerca para ver y Liam lo relee antes de enviarlo.


Sabes que odio que me dejes con intriga, pero bueno ¿seguro que está bien o te chantajeó con algo?


Mandó el mensaje y se rió por lo último que había puesto.

Ambos se pararon de sus respectivos asientos y pagaron lo consumido. Luego fueron hasta la sala de emergencias, para ver que había de nuevo hasta ahorita. Pero al llegar pudieron ver de nuevo a los guardaespaldas de Taylor Swift. Louis se dio cuenta de qué era raro de que Paul, no quisiera estar junto a ellos. Probablemente no se había enterado de la noticia ¿pero cómo si está en todos lados? O a lo mejor quería darles algo de privacidad.

A veces es incomodo tener a una persona cuidándote las 24 horas del día. Aunque es necesario, fastidia.

El teléfono de Liam vibra en su pantalón, ya que lo había metido en dicho sitio antes de pararse a pagar las galletas y el café. Con sus manos tanteó y lo sacó. Era Zayn con una respuesta.


Bueno ¿quién no se convence con esa carita? Pero siendo sincero, está mucho mejor. Anda no seas obtuso.


Liam no tuvo más remedio que aceptar, tenía que tomar en cuenta de que tampoco podía ser tan cara dura con ellos y menos con Niall que parecía el consentido y menor de todos, cuando era Harry.

– ¿Dónde está Taylor que no está con ellos? –Señala disimuladamente a los guardias susurrándole a Liam.

– Eso es malo señalar –lo reprendió–. A lo mejor está adentro con él recuerda que es horario de visitas. Louis bufó–. ¿Por qué no soportas a Taylor? –Preguntó Liam después de que haberse sentado. Louis seguía parado.

– No es que me caiga mal, es que Harry me ha contado lo controladora que es con él. Sé que es una buena persona no hay que negarlo, pero es intensa. Además, no digas nada pero… Harry me dijo que pensaba terminar con ella –Liam abrió los ojos sorprendido.

– ¿Crees que vaya a seguir con el mismo pensamiento cuando despierte?

– Es probable, pero no lo hará inmediato, Harry siempre le gusta esperar a que todo se decida.

– Solo espero que haga lo correcto –es lo último que comenta Liam y luego lo acompaña Louis sentándose a su lado.

Al rato sale Taylor de la sala. Efectivamente como lo había dicho Liam. Los ve y decide acercarse, le estrecha la mano a Louis en son de paz y él las acepta. Al final termina sentándose junto a ellos y conversar un rato.

Pide disculpas por lo que había hecho la otra vez, pero fue porque estaba muy estresada. Estaba cansada de todo. El disco, el video que tenía que hacer, y los miles de insultos que recibía en Twitter por parte de algunas fans de ellos. Dijo que jamás había visto a chicas que se comportaran de esa forma.

Louis asentía comprendiendo. A veces algunas se pasaban con comentarios así, pero era parte de su trabajo, de lo que amaban hacer y tenían que soportarlo.

Al cabo de dos horas Louis y Liam se habían quedado dormidos. Taylor se fue, ya que no podía quedarse por mucho tiempo. Se despidió de ellos y luego tomó su vuelo a New York, necesitaba trabajar en el CD.




Era algo tierno ver aquella imagen de Louis durmiendo en el hombro de Liam. Karen –la enfermera– se acercó a ellos y sacó su celular para tomarles una foto. Pensaba mostrárselas al día siguiente. Quería que la vieran antes de tomar las vacaciones de dos meses que les tocaban. Mañana hasta las 2 era su último día antes de vacacionar.

Durmieron toda la noche abrigados por el frío. Louis se acurrucó más a Liam y este se movió entre sueños al sentir el contacto.

Karen se fue de allí y se marchó a su casa. Ya había terminado su turno por hoy.