La amante prohibida del jefe (Nick y Tu)

me encantaron los capítulos!
Seguila,!

Que la otra nove también sea de Nick

HOLA NUEVBA LECTORA DIOS AME TU NOVEEE SIGUELA PRONTOOO

De NICK!!!!! :twisted:

me encantaron los caps.

siguela pronto

siiguela

awww no importa de qiien la hagas como qiiera la leeria
pero mi amore mio de mi es Joe hahaha :D
siguela !

Capítulo 13
______ SE despertó al día siguiente sorprendida de lo natural que le resultaba dormir al lado de Nick. Permaneció a su lado dos minutos, ob¬servando la espaciosa habitación y pensando en lo pequeño que resultaba su apartamento en compara¬ción. Había visto bastante la noche anterior como para poder hacerse una opinión.
Era enorme. Enorme y moderno, con montones de vidrio y cuero negro, hectáreas de azulejos blan¬cos, apliques de acero inoxidable y alfombras con motivos geométricos. Todas las paredes eran blan¬cas con cuadros en blanco y negro. No había corti¬nas por ningún sitio, sólo ventanas de cristales tinta¬dos y puertas correderas que daban a varias azoteas de piedra gris. El lugar resultaba frío y sin alma.
A ______ le pareció odioso, pero amaba al hombre que vivía allí. Dirigió la mirada hacia donde él se¬guía dormido, al otro lado de la enorme cama. La sabana de raso negro cubría la mitad inferior de su magnifico cuerpo.
A ______ le gusto tener la oportunidad de ver que cara tenia al dormir, de observar su cuerpo con detenimiento e intentar comprender que le hacia tan atractivo.
No pudo encontrar ni un defecto en su rostro todo era perfecto, la frente amplia, las firmes y si¬métricas cejas, la elegante nariz, el mentón cua¬drado, la adorable boca.
Sí, la boca sobre todo, con su marcado labio su¬perior y su atractivo labio inferior. La perfecta com¬binación de masculinidad y sensualidad.
Lean no quiso pensar que había sido sólo eso lo que había hecho que se sintiera atraída por él, pero podía ser. Porque había estado en lo cierto cuando la noche anterior le había dicho que sólo lo conocía en sentido bíblico. ¿Qué sabía de él más allá de lo que había leído en el periódico y lo poco que Nick le había contado?
«¡Mucho más! ¡Sabes mucho más!», se dijo. Nick era un hombre que no se aprovechaba de una mujer vulnerable, sincero sobre lo que quería o no quería. Y, sobre todo, un hombre que, una vez, había amado mucho.
______ había visto el dolor en sus ojos cuando ha¬bían hablado de su esposa. Había reconocido esa clase de dolor porque lo había visto en sus propios ojos, en el espejo, cuando murió su madre y después, en menor grado, cuando Joe la abandonó. Sintiéndose algo mejor por amar a Nick, ______ se levantó y fue de puntillas al baño, donde se situó frente al espejo para inspeccionar sus desper-fectos.
Tenía unas cuantas marcas casi inapreciables en las caderas y en los pechos y una bastante más oscura en el cuello, fruto de un mordisco. ______ la tocó sor-prendida de que no le doliera e infinitamente agradecida de tener el pelo largo y poder así ocultar la prueba de su noche de sexo salvaje.
No quería ocultar ninguna de las magulladuras mientras estuviera allí. Le gustaba la idea de estar de pie ante él, completamente desnuda, obligándole a ver lo que le había hecho la noche anterior. Nick había insistido en que permaneciera desnuda para que pusiera fin a sus remilgos con las cicatrices. Después de un rato se le había pasado la vergüenza y, finalmente, hasta había olvidado las marcas.
Se colocó el pelo sobre los hombros y volvió a la habitación. Miró a Nick, que todavía estaba dor¬mido. El reloj de acero inoxidable de la mesilla mar¬caba las diez y diez. La señora B. no habría mirado en su habitación todavía y no habría descubierto que no había ido a dormir, pensaría que ______ seguiría en la cama porque se habría acostado tarde.
______ pensaba llamar a su padre, pero todavía no. Estaba enfadada con él por lo que había hecho la no¬che anterior, invitando a Nick a la cena y haciendo creer que el invitado misterioso era cualquier abuelo gordo y rico. Su padre no debía meterse tanto en la vida de los demás, se merecía una lección: podía lla¬marle y decirle que se había convertido en la amante de Nick Jonas, lo que, por otro lado, era verdad, En algún momento de la noche, Nick le había pedido que no dejara el trabajo y que se mudara al ático con él. ______ había rechazado las dos propuestas. Trabajar con él durante el día y dormir a su lado por la noche habría sido un completo desastre. habría sobrevivido al abandono de Joe, pero no podría sobrevivir al de Nick.
Así que le había dicho que él podría pasar la no¬che en su apartamento cuando quisiera y viceversa Pero ella no iba a organizar su vida alrededor de él buscaría otro trabajo y conservaría su casa. Porque sabía que algún día se cansaría de ella, como se ha¬bía aburrido de sus anteriores novias, y la sacaría de su vida.
El pensamiento ya era bastante horrible de por sí, ¡y sería mucho peor si trabajaba y vivía con él!
______ se acercó a la ventana que daba al este para ver el sol de la mañana. Apoyó el cuerpo desnudo, levantando los brazos por encima de la cabeza y apretó los pechos y el vientre contra el cristal para sentir su agradable calor. Era una postura altamente erótica. Algo que no habría hecho nunca antes de conocer a Nick, pero se había convertido en una criatura diferente, con los sentidos y el deseo más desarrollados.
El sentido común seguía advirtiéndole de que se estaba implicado demasiado con un hombre que nunca iba a darle lo que ella quería: ser su marido y tener niños. Pero no podía evitarlo, el sentido co¬mún nunca había conseguido hacerla sentir de ese modo.
—¡Dios mío, eres ella!

______ se sobresaltó al escuchar la voz de Nick, parpadeó para intentar ocultar las lágrimas que habían llenado sus ojos y se volvió. Nick estaba sentado en la cama con expresión de estupor y excitación. La sabana negra seguía cubriendo la mitad inferior de su cuerpo, lo que ______ agradeció.
—Ella, ¿quién? —preguntó, volviendo rápido a la cama algo incómoda por haber sido descubierta en esa postura.

—La chica de mi sueño.
—¿Qué chica? ¿De qué sueño hablas? —preguntó mientras se metía entre las sábanas y las subía hasta el pecho.
—El sueño que tuve justo antes de comprar Beville Holdings sobre una chica en un anuncio de champú. Estaba fotografiada exactamente como tú hace un segundo.
Y se acercó para acariciar su largo pelo con las manos, pero su expresión cambió de forma abrupta.
—¡Señor, mira tu cuello! ¿He hecho yo eso?
—¿Has visto a alguien más en esta cama con¬migo?
—¿Por qué no me lo impediste?
—Porque habría sido más fácil detener la marea.
—No puedo creer que lo hiciera. —murmuró mien¬tras los dedos recorrían el hematoma.
—Hay también algunas marcas en mis pechos y caderas, pero nada como esto.
—¿Podrás ocultarlo con maquillaje? —presunto inesperadamente.
—Seguramente. De todas formas no suelo andar por ahí con el cuello descubierto, excepto cuando estoy contigo.
—Eso depende.
—¿De qué depende?
—De si aceptas ser el rostro de los productos de Beville Holdings.
—¿Qué?
—Tengo diseñada una nueva campaña de publicidad basada en el sueño que tuve. Hable con Harry sobre ello y me dijo que el éxito dependería de la modelo que eligiera.
—¿Harry? ¿Qué Harry?
—Harry Wilde, un amigo mío que es un genio de la publicidad.
—Pero yo no soy modelo, Nick.
—Eres más guapa que muchas.
—Pero... ¿y las cicatrices?
—No se verá ninguna, te lo prometo.
—El fotógrafo sí las verá.
—No tienes que estar realmente desnuda. Sólo tiene que parecer que estás desnuda desde la cintura y de espaldas.
—No sé, Nick...
—Será perfecto, ______. Y disfrutarás.
—Lo dudo.
—La paga, además, será bastante mejor que tu sa¬lario actual.
—No necesito realmente mi salario. Nick. Tengo un fideicomiso de mi madre y...
—______, a ti te gusta ganar tu propio dinero. —inte¬rrumpió—, si no, ¿por qué aceptaste el primer trabajo que te salió?
—Quería demostrarme a mí misma que era capaz de hacerlo.
—Ya lo has hecho. Y te admiro. Date una nueva oportunidad y acepta este reto.
—Eres muy persuasivo, ¿lo sabías?
—Para eso es para lo que me han entrenado.
—Has ido incluso más allá para conseguir lo que querías.
—Contigo no. Ni siquiera te mudas conmigo.
—Sobrevivirás.
—Lo querías mucho, ¿verdad?
La pregunta paralizó a ______ un segundo.
—Normalmente no te casas con alguien a quien no amas -respondió con cuidado.
—Verdad.
—Esta conversación se está volviendo demasiado seria. —dijo ______—. Me voy a dar una ducha y des¬pués prepararé el desayuno en esa cocina que es tan blanca como un quirófano.
—No te gusta mucho el sitio, ¿verdad? —preguntó antes de que ______ se escapara de la cama—. Venga, dime la verdad.
—¿La verdad? Vale. Creo que es el apartamento más frío e impersonal que he visto jamás.
Nick rió, relajado.
—Yo también.
—Entonces, ¿por qué lo compraste?
—Porque era una buena inversión y hacía juego con el dueño en ese momento —añadió, pero sin esa mirada de angustia que le había visto otras veces.
—Las decisiones que se toman después de la muerte de alguien nunca son buenas —le dijo ella—. Mi padre quiso vender la casa de la familia después de la muerte de mi madre y seguro que habría comprado algo así, también es bueno para las inversiones. Luche con el con uñas y dientes y al final conseguí que no vendiera, pero todavía estoy un poco preocupada. No es buena señal que quiera vender el barco con el nombre de mama.
—Puedo comprar el barco para ti, si quieres.

______ lo miró, indignada.

—No vas a comprarme nada, Nick Jonas. Nada caro. Flores o chocolate está bien. Pero nada de barcos o diamantes o cualquier otra clase de regalitos de los que los hombres ricos compran a sus queridas
—Tú no eres mi querida. —gruñó mientras levan¬taba a ______ y la colocaba encima de él—. Aunque me gustaría que lo fueras.
—¿Sólo eso?
—Por supuesto. —susurró mientras la incorporaba para que se sentara encima de él con las rodillas a ambos lados de su cintura.
—Te he dicho que iba a ducharme. —dijo, tratando de ignorar el deseo que él aguijoneaba—. Tengo que llamar a mi padre. Aunque todavía estoy enfadada con él, no quiero que se preocupe.
—Más tarde.
—No... no estoy de humor para más sexo, Nick.
—Mentirosa. Puedo ver que estás mintiendo. Pero puedes ver cómo llego yo solo, si lo prefieres.
La idea excitó a ______, nunca había hecho algo así- Siempre era ella quien llegaba primero, ¿cómo se sentiría manteniendo el control mientras él lo per¬día?
______ respiró profundamente y se levantó sobre las rodillas, tendió la mano y frotó su miembro hasta que de la boca de Nick se escapó un gemido. Finalmente, lo recibió dentro de ella y fue bajando lentamente, —¿Te das cuenta... —dijo ______ cuando sus cuerpos ya estaban unidos—... de que no soy la única chica en Beville Holdings que se acuesta con su jefe?

______ tenía la esperanza de que la conversación pudiera distraerla de la escalada de excitación que estaba experimentando
—Demonios, ______. No tengo ningún interés en hablar de Trish y Jim ahora.
—No estoy hablando de Trish y Jim, me refiero a Shelley y Jim.
Nick levantó las cejas. —¿Qué más sabes que yo no sé?
—Los jefes han gastado muchísimo dinero última¬mente.
—¿Crees que debería despedirlos a todos?
—Creo que deberías ofrecerles algún incentivo para que se fueran. Nick sonrió.
—Serías una buena jefe de personal, ¿sabes? Di que sí y te ascenderé.
—Creía que me habías propuesto ser la imagen de Beville Holdings. No me gusta la idea de acostarme con el jefe.
—Seguiré siendo tu jefe.
—Desde la semana que viene, no. Firmaré con una agenda de modelos y tendrás que negociar con ellos si me quieres.
—Te quiero… —dijo él, mirándola a los ojos mientras la tomaba de las caderas y empezaba a moverla arriba y abajo.
Si, pensó ______, pero no para siempre.
—______, échate hacia delante… —ordeno—, y apoya los brazos por encima de mi cabeza.
—No, se supone que tengo que permanecer fría mientras te contemplo.
—Haz sólo eso, ______
______ lo hizo. La postura hizo que sus pechos le acariciaran la cara y la boca. Él le lamió los pezones y después tomo uno con los dientes.
El dolor fue delicioso pero casi insoportable. Se incorporó y saco el pecho de su boca.
—No puedes hacer cosas como esa. —dijo sin respiración
—¿Por qué?
—Porque podrían gustarme.
—Eso espero.
—Tienes un lado malvado, Nick Jonas.
—Y a ti no te gusta, ¿verdad?
______ se ruborizó. No era la primera vez que lo hacía desde que se habían subido al taxi la noche an¬terior.
—Y me encanta. —susurró mientras se incorporaba para acariciarle las mejillas rosadas y seguir luego hacia abajo, hasta los pechos y luego por su vientre liso hasta los dorados rizos que cubrían su sexo—. No has hecho esto con ningún otro hombre, ni si¬quiera con tu precioso Joe, ¿verdad? —preguntó, exigente, mientras la acariciaba allí donde las termi¬naciones nerviosas se juntaban en un punto de sensi-bilidad exquisita.
—No. —reconoció, turbada.
—Sólo conmigo. —dijo con voz áspera—. Eres mi querida, mi chica para todo, no te equivoques. Pero sólo porque tú quieres serlo. —dijo, y sus manos vol¬vieron a las caderas—. Quieres serlo, ¿verdad?
Ella no contestó, sólo cerró los ojos...

chicas solo quedan 4....

ranitaloka escribió:chicas solo quedan 4....

que triste! noo :(
espero la otra nove! jaja :)

Seguila!

waa siguelaaaaaaaaa