La amante prohibida del jefe (Nick y Tu)

SEGUILA. CADA DÍA ME GUSTA MÁS LA NOVE :D
no quiero q se termine :(

siiguela porfaaaaa

porfi siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa es la mejor aaaaaaaaaaaa yo tampocoi quiero que termine :(

Capítulo 15
¿NICK Y TÚ?
______ sonrió ante la cara de asombro de Trish.
—Si —confirmo—. Nick y yo.
—¡Que suerte! —exclamo Trish—. Seguro que es fabuloso en la cama. No hace falta que me lo cuentes, pero puedo ver en tu mirada que lo es. ¿Es algo serio? ¿Es por eso por lo que te despides?
—En parte —dijo ______.
Y le contó todo sobre la futura campaña de publi¬cidad, y que Nick quería que fuera la imagen de la marca.
—No puedo seguir trabajando aquí, Trish, sobre todo si se llega a saber que salgo con el jefe. ¿Sabes lo que puede ser eso? Habrá chismes y acusaciones de favoritismo.
—Sí. Ya había un poco de eso cuando me acostaba con Jim. Por cierto, hablando de Jim, creo que le van a decir que se vaya.
—No me sorprende.
—Bob me dijo que Nick estaba en ello.
—Dios mío. Se me olvidaba que saliste con Bob la noche del viernes. ¿Cómo fue?
—Muy bien. No es amor a primera vista, pero es un hombre realmente agradable. Volveremos a salir.
Me alegro, Trish. Jim era una pérdida de tiempo para una chica que quiere casarse y tener hijos. —Tienes toda la razón. Y, seamos realistas, la mayoría de las chicas es lo que quieren.
—Sí —dijo ______ con mirada algo nostálgica.
—¿Va algo mal, ______? Pareces... triste.
—No, no, sólo estoy casada.
—Demasiado sexo —dijo Trish con una sonrisa de complicidad.
—Podría ser.
—¡Qué suerte! Así es como Jim me consiguió, ¿sa¬bes? Es muy bueno en la cama, claro que también es verdad que tiene bastante práctica —añadió con acri-tud—. ¿Sabías que también estaba liado con Shelley?
—Eh... sí —admitió ______—. Lo siento, Trish, no quería ser la primera en decírtelo.
Trish respiró hondo.
—A los hombres como ése habría que castrarlos. Tienes suerte de haber encontrado a alguien como Nick.
—No es perfecto, Trish.
—¿Cómo puedes decir que no? ¡Es guapísimo y rico y agradable y rico y guapísimo! ¿Que no es perfecto en él? —pregunto.
—No quiere volverse a casar.
—Oh, oh. Ya entiendo. Pues eso es bastante malo.
—Si. —contar la verdad deprimió bastante a ______.
—Puede ser que entonces tengas que aplicarte tu propia recomendación y dejar de perder el tiempo con un hombre que no te va a dar lo que tu quieres.
—Estoy totalmente de acuerdo, pero el problema es... que estoy muy enamorada de él.
—Puede que cambie de opinión. Si alguien puede hacer cambiar de opinión a un hombre, eres tu.
—Eso suena muy bien.
—______, tu eres una persona maravillosa.
______ supo que tenia que cambiar de tema de conversación rápidamente.
—¿Crees que Mandy podría hacer mi trabajo»?
—Es un poco joven. Es lo primero que me ha pre¬guntado Nick esta mañana, y le dije que contratara a alguien eventual una temporada. No creo que a Mandy le haga daño esperar un poco.
—Sí, creo que es una buena idea.
—Parece como si no fueras a seguir aquí mucho más.
—No, voy a estar un par de días nada más.
—Te vamos a echar de menos, te voy a echar de menos.
—Podernos quedar alguna vez.
Trish sonrió con ironía.
—Si vas a quedar con el jefe, no crea Ser la novia de un millonario debe de ser un empleo a tiempo completo con horario flexible,
______ negó con la cabeza.
—Puede que no sea un empleo indefinido.
Trish se incorporo ligeramente para tomar a ______ de la muñeca.
—Te ha dado muy fuerte con él, ¿verdad?

______ pasó el resto del día dando le vueltas a la expresión «dado muy fuerte». Sonaba como si se hubiera herido en un acci¬dente. Y, en cierto sentido, era así.

¿Hacia dónde, que valiera la pena, podía conducir una relación que estaba condenada al fracaso desde el principio? ¿Cómo iba a sobrevivir a ella?
A las cuatro y media recogió la recepción y se marchó de la oficina. Nick le había propuesto que se fuera a vivir con él, pero ella había insistido en pasar las noches de los días de diario en su propio apartamento. Se había comprometido a hacerle la cena si iba a verla a su casa, y que después, si que¬ría, le dejaría quedarse a pasar la noche.
De vuelta a casa paró en el centro comercial y compró los ingredientes de la cena y, de paso, un cuaderno. No uno muy grande, algo que pudiera lle¬var encima para escribir cuando estuviera demasiado estresada de tanto fingir. En el cuaderno pensaba es¬cribir sus pensamientos y sentimientos auténticos, lo que amaba a Nick, sus esperanzas en el futuro. Un espacio para los sueños y los deseos secretos.
A las siete había puesto a enfriar una botella de vino en la nevera y en el fuego hervía un guiso de po¬llo japonés al curry. Había escrito algunas líneas en el cuaderno para controlar la ansiedad.
El timbre sonó a la hora prevista. Al menos Nick era un nombre puntual.
______ experimento una mezcla de excitación y temor. Esa noche iba a marcar la pauta de su relación.
Esa noche tenia que desempeñar el papel que Nick esperaba que representara. Abrió la puerta con una sonrisa estudiada.
—Pasa, cariño. —dijo ______—. La cena casi esta.

SEGUILA! Por favor !

Buenisimo el cap!!! siguela pronto!

Se que talvez llego tarde pero siguela quede totalemnte encantada con esta Wn [center]

seguila!

seguilaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa esta buenisimaaaaaaaaaaaaa

Capítulo 16
______ SUBIÓ en ascensor hasta el ático de Nick con su propia tarjeta llave, igual que lo había hecho tantas veces. Habían pasado seis meses desde que se había convertido en la novia de Nick, al menos así es como siempre la presentaba él. ______ pensaba que era bastante mejor que amante, aunque la prensa del corazón usara ese término a veces.
Sus fotos aparecían en todas las páginas del cora¬zón de periódicos y revistas, sobre todo desde que ______ se había hecho famosa como el rostro de los productos Sunshine.
La nueva campaña había sido un éxito. Beville Holdings crecía mucho con los nuevos jefes y la nueva recepcionista, Mandy. ______ se había conver¬tido en una modelo fotográfica de alto nivel, un trabajo que le gustaba, pero que, sospechaba, no duraría mucho.
La relación con Nick parecía feliz. Salían mucho juntos a restaurantes, fiestas y otros eventos sociales a los que invitaban a Nick. ______ le ayudaba esporá-dicamente a recibir en el ático. Pero a Nick no le gustaba la vida social que comportaba ser millonario, así que, normalmente, sus fines de semana eran tranquilos, lo que había permitido a ______ seguir con las visitas al hospital de los sábados, y después ir a ver a su padre. Nick solía unirse a ellos y se quedaba a pasar la noche. La señora B. lo adoraba, Kevin también, a pesar de no haber querido convertirse en su yerno.
Todo parecía perfecto. En los últimos tiempos, sin embargo, ______ había descubierto a Nick mirán¬dola con una leve desaprobación. Algo referente a ella le preocupaba. Ella nunca le había preguntado porque temía la respuesta. ¿Se estaba aburriendo de ella?
Había tratado desesperadamente de no colgarse de él porque sabía que Nick no lo soportaría. Y nunca le había dicho que lo amaba. Ni siquiera cuando le hacía el amor de aquella manera suave en que lo hacía algunas veces y que a ella le parecía irresistible. La forma en que la miraba mientras en¬traba y salía de ella tan despacio casi hacía que sus labios pronunciaran esas palabras. Pero siempre conseguía controlarlas, ¡siempre!
Cuando se abrió la puerta del ascensor, ______ escucho voces que provenían del interior del apartamento. No había esperado compañía esa noche, normalmente los viernes por la noche cenaban en un restaurante que estaba en el piso de abajo, después un baño de burbujas y a la cama.
Nick no le había comentado nada de que tuviera una visita cuando habían hablado a medio día. La idea de tener que atender a algún colega de negocios de Nick le desagrado profundamente; se sentía cansada y triste.

Nick escucho abrirse la puerta del ascensor. Tenia que ser ______, la hermosa, misteriosa y enigmática ______ que venia a pasar la noche del viernes con él, como siempre.
—Esa debe ser ______. —dijo a Bob y Trish.
Trish sonrió radiante desde el borde del sofá de cuero negro donde estaba sentada, bebiéndose una copa de champán.
—No he visto a ______ desde hace siglos, excepto en la tele y en los anuncios por la calle.
—Esos anuncios son impresionantes, ¿verdad?—remarco Bob—. ¿Le has dicho ya a ______ algo de lo nuestro, Nicky?
Nick sonrió a su asistente personal. —No, mejor le damos una sorpresa.

Bob había confesado a Nick en el trabajo, justo antes del almuerzo, que se había declarado a Trish la noche anterior, pero que todavía no había comprado el anillo. Así que Nick había entregado a Bob un abultado cheque y le había mandado con Trish a que compraran el anillo. Cuando Bob le había llamado sobre las seis para agradecerle el regalo, le había co¬mentado que iban a ir a cenar a un restaurante de lujo en el centro para celebrarlo, y entonces Nick, inmediatamente, les había invitado a que pasaran Por su casa a tomar una copa de champán antes de cenar.
El primer impulso de Nick había sido llamar a ______, pero ya lo había hecho dos veces antes ese día, y hablar por teléfono a ______ no era una experiencia que le resultara muy gratificante. ______ no era como las demás mujeres o las otras novias que había tenido, siempre cortaba la conversación alegando que tenia algo que hacer. El único momento en que realmente hablaban era durante las cenas de los viernes. Y sólo sobre los acontecimientos del día, nunca del pasado y, ni mucho menos, del futuro.
Volvió la vista y allí estaba ella, absolutamente preciosa con un vestido de lana verde que ceñía su cuerpo y que volvía a poner en marcha su intermina¬ble deseo. Pareció como si su perfume la precediera.
—¡Trish! —exclamó, y se le iluminó la cara casi siempre sería—. ¡Y Bob! Me alegro tanto de que seáis vosotros y no cualquier viejo compinche de Nick.
—Yo no tengo compinches. —protestó mientras le acercaba una copa de champán— ¡No soy como tu padre!
—Desde luego que no —dijo mientras tomaba la copa y dejaba el bolso en una silla—. ¿Qué celebra¬mos?
Trish saltó del sillón y enseñó a ______ el anillo en el dedo.
—¡Esto! —dijo.
—Oh, ¡Dios mío! ¡Estás comprometida! ¡Es mara¬villoso! Qué anillo tan bonito.
—El jefe pagó la mayor parte. —dijo Bob, y se vol¬vió para sonreírle.
Sí, era verdad, realmente no parecía muy feliz. Nick deseó saber qué era lo que causaba qué sus ojos estuvieran de ese modo, como tristes. ¿Seria el recuerdo de cuando su marido le regalo un anillo de diamantes? ¿Cuando se olvidaría de ese canalla?
—Has sido muy generoso, querido —dijo ______.
Nick se encogió. Odiaba que le llamara «querido» con ese tono, sonaba tan superficial, tan sin contenido... No era su querido, no lo seria nunca.

Nick no habría sido capaz de decir en que momento se había enamorado de ______. A lo mejor aquella noche de viernes que se hizo muy tarde y ______ no había llegado y no podía localizarla en su móvil. Una fuerte tormenta con viento, rayos y truenos había inundado sótanos y provocado multitud de accidentes y él no podía localizarla. Estaba a punto de empezar a llamar a todos los hospitales cuando ______ había llegado.
había habido un accidente en el puerto y el atasco le había pillado en medio de un túnel donde el móvil no tenia cobertura.
Nick recordó el alivio que sintió la verla. Des¬pués había llegado la necesidad de abrazarla y ha¬cerle el amor. La había llevado hasta la alfombra y se lo había hecho allí mismo. Ni siquiera se había acordado de ponerse un preservativo, después, cuando ______ le dijo que se iba a tomar la píldora del día siguiente, él no quería, pero no hizo ninguna ob¬jeción. Se había sentido frustrado después por haber usado el sexo para expresar el amor en lugar de de¬cirle cómo la amaba. Todavía seguía empleando el sexo para expresar el amor. ¡Pero ______ parecía no querer nada más de él! Miley le había dicho que algún día volvería a enamorarse. Él no lo había creído, pero Miley había sido una mujer inteligente v sabía que el tiempo cura las heridas.
¿Cuánto tiempo más necesitaba ______ para curar sus heridas?, se preguntaba Nick. ¿Cuánto tiempo mas iba a soportar quererla y que ella no lo amara? Se estaba volviendo cada vez mas difícil. ______ nunca quería hablar del futuro, simplemente vivía al día Si no fuera por lo que hacia en el hospital, habría pensado que se había vuelto una egoísta.
—Brindemos por la feliz pareja —propuso Nick—. ¡Por Bob y Trish!
—y por el amor —añadió Trish, chocando su copa con la de Bob. Nick observó la reacción de ______: negativa al instante.
Parecía que se acercaba otro momento definitivo en la vida de Nick, el momento en que decidiera no seguir con esa relación de la manera en que iba.
«Va a romper conmigo», pensó ______ cuando sus ojos se encontraron con los de Nick.
—Disculpadme —dijo mientras dejaba la copa—, pero... tengo que ir al cuarto de baño.

______ casi corrió hasta el servicio de invitados an¬tes de que le llegara la primera arcada. No era la pri¬mera vez ese día, ni esa semana. Una prueba de em-barazo esa misma tarde había confirmado sus temores. Iba a tener un hijo de Nick.
______ sabia perfectamente cuando había ocurrido: la noche de la tormenta. Tenia que haber ido al medico al día siguiente, pero no había ido, no había sido capaz. Y ahi estaba, iba a tener un hijo de Nick y el no la quería.
—______, ¿estas bien? —pregunto Nick desde el otro lado de la puerta.
—Si, he... he debido de comer algo que me ha sentado mal. Lo siento, saldré en un minuto.
—Bob y Trish tienen mesa reservada a las siete.
—Entonces diles que se vayan, por favor. Puede que tarde mas de un minuto.
—Lo haré.
______ permaneció en el baño hasta que no hubo moros en la costa. El apartamento estaba totalmente en silencio cuando volvió al salón. Nick estaba de pie delante de una de las ventanas con las manos en los bolsillos, de espaldas a donde se encontraba ella.
podía simplemente estar mirando las luces de la ciudad, pero no, ______ sabía que estaba buscando las palabras con las que se lo iba a decir, y decidió ayudarle.
—De acuerdo, Nick —dijo—. Puedes decírmelo, no haré ninguna escena.
Nick se dio la vuelta despacio, su rostro estaba más pálido que nunca.
—Decirte ¿qué?
—Que hemos terminado.
—¿Es eso lo que quieres que te diga, ______?
______ no podía resistir los escalofríos que le reco¬rrían la espalda. —¡No!
La expresión llena de sorpresa de la cara de Nick desconcertó a ______.
—¿No quieres? —preguntó Nick.
______ sintió cómo toda la fachada de apariencias que había levantado durante esos meses se venia abajo.
—¿Por qué demonios iba a querer que me dijeras eso? —grito—. Te amo, Nick. Te he amado desde el principio.

Nick no podía entender por qué la declaración de ______ le irritaba tanto.
—¿Amarme? —devolvió el grito— ¿Crees que me voy a creer eso? Sé lo que se siente cuando te ama una mujer, y no es lo que siento cuando estoy con usted, señora. No me hablas nunca, todo lo que quieres de mí es lo que compartimos en la cama.
—Eso es porque fue todo lo que me ofreciste. —res¬pondió, mirándolo airada—. Si piensas que he disfru¬tado contigo estos últimos seis meses, es que no tie¬nes ni idea. Ha sido un infierno simular que no te amaba. Si no me crees, te daré algo para que lo leas.
—¿Leer? ¿Qué tengo que leer?
—Ésto.
Nick, totalmente conmocionado, la siguió con la vista mientras iba hasta su bolso, sacaba un cuadernito negro y se lo lanzaba desde la distancia.
—Es un diario. —dijo, mirando las cubiertas.
—Sí, mío. Lo escribía cuando fingir se convertía en algo insoportable.
—Pero ¿por qué demonios creíste que tenías que fingir?—preguntó
—Porque me dejaste muy claro desde el principio que no podrías amarme, por eso.
—Si, lo dije, ¿verdad? —murmuro.

Abrió el diario por la primera pagina, fechada en febrero.

Debo recordar no decirle nunca a Nick que le amo, rompería conmigo. Pero puedo decírtelo a ti. Le amo. Le amo. Le amo. Ahora te tengo que dejar, llegara a cenar dentro de un momento.

Busco mas adelante, convencido de que habría escrito algo de esa noche. Si, allí estaba.

Llegue a casa de Nick terriblemente tarde. Un accidente en el túnel. Al principio pensé que estaba preocupado por mi de verdad. Que podía ser que me amara. Pero no era así. Sólo quería sexo, como siempre. En el suelo, sin más. Sin protección. Que¬ría gritar después y casi lo hago cuando estuvo de acuerdo con mi propuesta de ir al médico a que me diera la píldora del día después. No quiero ir, pero supongo que iré. Dios mío, es cruel amar a alguien así...

Levantó la vista con el corazón inundado de tris¬teza y remordimientos. Si hubiera sabido... Sin em¬bargo, lentamente, el pecho se le fue llenando de alegría al saber que ______ le amaba.
—Realmente me ama, Miley. —susurró.
«Sí, mi amor», creyó escuchar como respuesta. Sabía que Miley hubiera estado feliz por el.
—¿Qué has dicho? —preguntó ______ con los ojos desorbitados.
Nick caminó hasta ella. —He dicho que yo también te amo.
—¿Tú?
—Entonces, ¿por qué demonios no lo dijiste?
—Por la misma razón que tú no lo has hecho. —explico, mirándola a los ojos verdes—. Creía que tú tampoco querías amarme. Creía que todavía amabas a tu primer marido.
—Pero si no lo amo. Yo no dije eso. Dije que nor¬malmente la gente se casa por amor. Pero tu, Nick, tu sí dijiste que seguías amando a tu primera esposa. —Y sigo queriéndola, pero eso no ha impedido que me enamorara de ti. Miley me dijo antes de mo¬rir que encontraría a alguien más, alguien especial, alguien más joven de quien me enamoraría y con quien tendría hijos. Miley no podía tener niños, ha¬bía tenido cáncer de cérvix cuando era joven.
—Oh, es tan triste. No sabía que hubiera tenido otro cáncer antes, pobre mujer.
—Era una mujer impresionante. Y la amé, pero tú eres incluso más impresionante, ______, y te amo lo¬camente. ¿Te casarías conmigo y tendrías mis hijos?
—Bueno... sí, claro, por supuesto... pero...
—Pero ¿qué?
—Oh, mi amor, espero que no te enfades conmigo.
—Suéltalo, muchacha.
—La noche aquella de la tormenta... —dejó escapar.
—Si, he leído esa parte.
—Yo... esto... no fui al medico al día siguiente.
—¿Y?
—Me he hecho una prueba de embarazo hoy y estoy embarazada.

Al ser consciente de que iba a ser padre, Nick no pudo contener su alegría.
—¡______, eso es fantástico! —grito mientras la abrazaba— No podría ser mas feliz. Un bebe, ya...—se echo hacia atrás para tomarla de los hombros—. Nos casaremos lo antes posible y compraremos una casa, se cuanto odias este sitio.
—No esta tan mal —dijo ella—. Me he acostumbrado, pero no es sitio para un niño, ¿verdad? Quiero tener por lo menos, dos.
—Tendremos tantos como quieras.
Los ojos de ______ estaban llenos de lagrimas. —No puedo creer que todo se haya arreglado tan bien —dijo sin acabar de creerse tanta felicidad—. Pensaba que esta noche iba a ser el fin.
—Nunca. Iba a conseguir que te casaras conmigo aunque no me quieras.
______ parpadeo, incrédula. —¿De verdad? ¿Como?
—No tengo ni idea. Corrupción, soborno... No, persuasión y negociación, que se me da mejor. Te habría convencido de que te dejaras poner un anillo en el dedo. Lo que me recuerda que lo primero que tengo que hacer mañana es comprarlo, y va a ser el diamante más grande, caro y brillante de todo Sydney.
—¿Ha sido muy duro cumplir mi mandato de que no me compraras nada de más de cien dólares? —Preguntó, riendo.
—Extremadamente, así que ahora que ya puedo; voy a volverme loco comprándote cosas.
—Hay algo que podrías comprarme, dos cosas para ser exactos...
—Las tendrás mañana. Dime qué es. ______ sonrió. Comprar la casa de su madre no era algo que se resolviera en un día, pero ______ estaba segura de que su padre se la vendería junto con el yate y el embarcadero. ¡Qué hermoso podía ser ver crecer allí su propia familia con Nick a su lado como esposo! Un autentico marido, esta vez. Un hombro al que agarrarse. Un hombre que la amaba tanto como ella a él.
—Te va a costar mucho dinero. —dijo, a pesar de que su padre le haría una enorme rebaja.
—______, realmente soy un hombre muy rico. No hay nada que no pueda comprar.
Excepto el amor, pensó. Eso nunca estaba en venta, no el amor verdadero.
—Vas a tener que tratar con un negociador muy duro. —advirtió.
—Yo también puedo ser duro. Mira, mejor di me de que estas hablando y qué es lo que quieres.
Cuando ______ se lo dijo, Nick trato de no sonreír.
Kevin le había dicho en una visita a su ático que le encantaría vivir en un lugar así. Seguro que su futuro suegro estaría dispuesto a un trueque.
—Pan comido, mi amor. Pan comido.

Capítulo 17
KEVIN se arrodilló para echar el champán en el recipiente que había colocado sobre la lápida de mármol de Danielle.

—Bueno, querida. —murmuró—. Hice lo que querías y tenias razón. Era el hombre para nuestra ______.
Kevin guardó silencio unos momentos, recor¬dando todas las veces durante su matrimonio que Danielle había acertado. La gente siempre había pen¬sado que era él quien llevaba los pantalones, y él también lo había creído, pero ahora no estaba tan se¬guro. Hasta que Danielle no había faltado, no se había dado cuenta de cómo había seguido siempre sus consejos. Había sido una mujer muy intuitiva, espe-cialmente sobre las personas.

—Nunca te gustó Joe, ¿verdad? —siguió en voz baja—. Lo dijiste el mismo día de la boda, pero no te escuché. Te he escuchado esta vez. Se casaron ayer, en casa, su casa. Una ceremonia tranquila. La señora B. sirvió el catering. Se queda con ellos. Y me he comprado el ático de Nick. Tengo que mudarme, espero que lo entiendas.
Kevin sonrió.
—No me atrevo a contarte lo del bebe. Va a ser niño. Vamos a ser grandes amigos, saldremos a navegar, a pescar, de acampada. Si, Danielle, espero que le fuste el camping y la pesca. No lo sabes todo sobre mí. Apuesto a que nunca me hubieras imaginado hablándote de esta forma. Me llamaste siempre viejo descreído sobre Dios, el cielo, el más allá...

Kevin se levantó y sacudió la hierba de los pantalones.
—Claro que sé que realmente no estas aquí, que¬rida. Pero seguro que estás por ahí arriba, cuidando de ______ y de mí.
Las lágrimas empezaron a llenar los ojos de Kevin. «Ya es bastante», se dijo, «la vida sigue».
—Tengo que irme Danielle. Tengo mucho que hacer. Tengo que comprar un todoterreno y un montón de cosas de pesca y camping. Sí, lo sé, tienes razón otra vez, no sé nada de ninguna de las dos cosas, pero puedo aprender.

Al darse la vuelta. Kevin se fijó en la lápida contigua a la de Danielle.
JONAS
No se había percatado antes. Miro la sencilla inscripción:

—Miley Jonas —leyó en voz baja—. Amada esposa de Nick Jonas. Una mujer adorable, valiente y generosa.
Kevin permaneció mirando la lapida un largo rato, después sonrió y echo a andar.


FIN

Chicas termino la novela pero os dejo la siguiente

Luna de miel de un millonario (Nick y tu)



https://onlywn.activoforo.com/solo-para-mayores-f8/luna-de-miel-de-un-millonario-nick-y-tu-t2268.htm

AMARÉ ESTA NOVELA.
ME ENCANTÓ
AHORA VOY A SEGUIR CON LA OTRA :)

GRACIAS POR HACERLA !

Me hiciste llorar jaja.
ME ENCANTÓ LA NOVELA.
¡¡PASARÉ POR LA NUEVA (:!!

hola

ahhhhhhhhhh
no lo puedo creer
termino la nove
de verdad un final
muy muy bonito
creo que casi lloro
ahhhh
que buena nove
y ten por seguro
que veras mis comentarios tambien
en tu otra nove
bye tu fiel lectora nicky