Re: La muchacha de Gryffindor (Harry y tú)

por **Phoenix.** Jue 16 Ago 2012, 3:24 pm

akjajsas ¡SIGUELA!

por **~Susie ∞Wallflower∞** Vie 17 Ago 2012, 10:19 am

hola!!
estaba genial el capi!!
me dejaste intrigada ¿que pasara en el siguiente capi?

sjkfhdsjkfhdkj siguela pronto plis

besitos de susie :DDD

por **C.J. Potter** Sáb 18 Ago 2012, 10:35 pm

Capítulo 24 “Cedric Diggory”
Cuando abrí los ojos, estaba en la enfermería. A mi lado estaban Hermione, Ron y Harry.
— ¡Camille! ¿Estás bien?— preguntó Harry, preocupado.
Llevé una mano a la cabeza; me dolía profundamente.
—Eso creo… ¿qué sucedió?—murmuré.
Se miraron entre sí.
—Bueno… Cuando oíste que Sirius Black entró al castillo…—explicaba Hermione, pero la interrumpí, azorada al recordar.
— ¡Es cierto! ¡Ah llegado! ¡Harry! ¡Te busca! ¡Nos busca! ¿¡Estás bien!?— exclamé, con tal vez un poco de exagerado dramatismo; pero realmente estaba preocupada, y tenía miedo…
Tomé la cara de Harry entre mis manos, y le busqué algún indicio de un hechizo o algún mal.
— ¡Estoy bien! ¡Tranquila!
Lo solté, aunque insegura… Black podría estar en el castillo en este mismo momento.
—Um… De acuerdo… Ahora díganme, ¿qué sucedió?
—Eso es a lo que quería llegar… Luego de eso, te desmayaste, y el profesor Lupin te trajo a la enfermería…
—No nos dejaron acompañarte—agregó Harry, molesto.
—Dijeron que era peligroso, Harry. Bueno, el hecho es que pasamos la noche en el Gran Comedor. Oímos a Snape mencionarle a Dumbledore algo de “ayuda interna”, pero al parecer él lo niega rotundamente.
—Espera, ¿eso quiere decir que hay alguien tratando de ayudar a Black a entrar aquí y matar a Harry?
—Algo así… Pero Dumbledore dijo que es imposible, así que descuida.
—Si, pero ¿recuerdas que Snape sospechaba de Quirrell? ¿Recuerdas qué sucedió con Quirrell?
—Por favor, Camille, ¿qué profesor haría algo así?
Medité, buscando un fundamento, pero no lo halle.
—De acuerdo, digamos que es así… A propósito, ¿qué día es?
—Ah, es el primero de Noviembre; pasaste la noche aquí.
Suspiré, algo mareada aún.
— ¿Creen…? ¿Creen que Black lograra volver a entrar a Hogwarts?— susurré.
—Bueno… No lo sé…
—Quiero decir, logró burlar a los dementores dos veces, escapó de Azkaban y entró en Hogwarts… Lo único que le haría falta a su lista sería robar en Gringotts y ya sería todo un Judini…
— ¿Ju… qué?— dijeron los tres.
—Olvídenlo; el punto es que podría regresar, incluso en este mismo momento, y matarte, Harry…
—Y llevarte— agregó Ron, y Hermione le propinó un codazo.
—Si, si, pero mi boggart, por si no recuerdan, es que Sirius Black atrape a este chico— dije, señalando a Harry.
Pude irme de la enfermería esa misma tarde. En la escuela no se hablaba más que de Sirius Black. Todos estaban asustados y asombrados a la vez por su intromisión en la escuela.
La profesora McGonagall nos citó a mí y a Harry a su despacho. Era evidente el motivo.
—Señorita Black, señor Potter… Debo decirles algo, creo que es momento de que sepan que…
—Lo sabemos, profesora McGonagall— me apresuré a decir, bajando la mirada.
— ¿Cómo…?
—Oímos al señor Weasley contárselo a su esposa… Él trabaja en el Ministerio— explicó Harry.
—Ya veo… Entonces están enterados de que la visita de Black no fue solo por diversión, ¿no es así?
—Bueno, profesora, sabemos que probablemente quiere matar a Harry, pero que a mí me quiere llevar… ¿Podría usted decirme por qué? ¿Por qué llevarme?— pregunté, aprovechando el momento.
Me miro, y por un momento su expresión severa dio paso a una mueca de lástima, pero fueron microsegundos.
—No… lo siento, creo que no es momento.
Suspiré, rendida. ¡No había caso! Debería preguntarle a Draco…
—También, me temo que no podrán seguir asistiendo a los entrenamientos de quidditch por las tardes, es muy peligroso…
— ¡Pero, profesora!— dijimos ambos.
— ¡No es justo! Usted también quiere ganar la copa… ¿No hay otra manera?
—Um… supongo…—meditó algo—. No irán solos, estaré más tranquila si algún profesor los vigila… Le pediré a la señora Hooch…

Así siguieron pasando las semanas. Finalmente, en noviembre, llegó el momento del primer partido, y el clima no estaba en las condiciones ideales…
Una tarde, estábamos esperando a Wood para comenzar el entrenamiento, cuando él llegó, furioso.
— ¿Qué ha sucedido?—pregunté, preocupada.
—No jugaremos contra Slytherin.
— ¿Qué?— dijimos todos.
—Así es, jugaremos contra Hufflepuff. Es un desastre… Estábamos entrenando para el modo de juego de Slytherin. ¡Todo por ese maldito! Se excusan diciendo que a su buscador todavía le duele el brazo… ¡mentiras! ¡Solamente lo dicen porque saben que sus posibilidades de ganar serán muy pocas con este clima!
—Ese maldito de Malfoy, ¡Solamente está fingiendo!— se quejó George.
—Tranquilo Wood, será pan comido, solo es Hufflepuff— opinó Fred.
— ¿¡Sólo Hufflepuff!? ¡Sabía que se lo tomarían así! ¡Tienen un buscador que es muy bueno! ¡Ese chico, Cedric Diggory ha mejorado demasiado estos años! ¡Es un buscador muy bueno!— exclamó, histérico.
¿Diggory? ¿El buen mozo de Hufflepuff?
Angelina y Katie rieron.
— ¿El alto y callado?— preguntó Angelina, riendo tontamente.
— ¡Claro! Es ese chico guapo que está en quinto— afirmé, riendo también. A decir verdad era muy apuesto…
— ¿Guapo?— dijo Harry, algo fastidiado.
—Claro que no, Camille, determinamos que es muy grande para ti— dijo Fred.
—Exactamente, no puedes considerarlo guapo—continuó George.
—Tendrás que conformarte con Harry, lo escogiste primero, pequeña bipolar—finalizaron al mismo tiempo, y les lancé una mirada asesina.
— ¡Ya callen ustedes dos! Wood, no importa, estoy segura de que las tácticas no servirán por más que sea Slytherin, Hufflepuff o Ravenclaw, el tiempo está horrible, y lo más probable es que haya lluvia; dependeremos de nuestra suerte, y de que Harry atrape la snitch— dije, sonando un tanto pesimista.
Él soltó un suspiro. Ser capitán debía resultar bastante estresante.
—Creo que tienes algo de razón… Como sea, la profesora Hooch está esperando…
La semana de entrenamiento fue muy dura, incluso tuve inconvenientes con el tiempo para hacer mis deberes, cosa que escandalizó a Hermione, puesto que solíamos terminar las tareas al mismo tiempo, juntándonos en la biblioteca.
Para colmo, cuando tuvimos DCAO, el profesor Lupin no fue quien dio la clase, sino Snape, quien nos quitó 20 puntos por llegar tarde debido a un entrenamiento (últimamente eran bastantes seguidos).
—Bueno, hoy veremos… los hombres lobos— dijo, con aquel tono inexpresivo de siempre.
—Profesor, todavía no hemos llegado a ese capítulo, se supone que veríamos…— explicó Hermione, pero él la interrumpió.
—No pedí su opinión, señorita Granger. ¿Alguien sabe cuál es la diferencia entre un hombre lobo y un licántropo?
Hermione levantó la mano, como siempre.
— ¿Nadie?—incitó Snape, ignorando a Hermione.
Entonces, levanté la mano tímidamente.
—Oh, señorita Black—pronunció mi apellido con un desprecio inmaculado—, ilumínenos.
—La diferencia más importante, es que un licántropo nace con esa facultad, y puede transformarse a su antojo; en cambio, un hombre lobo se vuelve lo que es con una mordida de otro (solo mientras esté transformado afecta), y las transformaciones dependen de los ciclos lunares.
Me miró con desprecio.
—Muy básico. Ahora vayan a la página 126 y anoten qué es un hombre lobo.
Pasamos el resto de la clase en silencio, obedeciendo su consigna, y soportando sus críticas sobre nuestro trabajo con el profesor Lupin.
Tremendo injusto Snape. Estoy segura que si el pudiese ser mejor maestro que Lupin, lo habrían elegido a él y no a Remus.
Al día siguiente, desperté a eso de las 8, sumamente nerviosa, pues era mi primer partido y el día estaba horrible. Mientras me cambiaba con la túnica de juego, oía los truenos.
Estaba a punto de abrir la puerta, cuando algo; que comenzó en el roce de mi mano con el picaporte; me recorrió el brazo hasta llegar al cuello, y de allí a mis ojos. Parpadee fuertemente, y salí corriendo hasta la Sala Común.
Allí estaba Harry, levantándose de su asiento.
— ¡Harry! ¡Espera!— se detuvo, y volteó.
— ¿Qué sucede?
—Creo… Creo que no debes participar en este partido…— murmuré, sin saber bien porque lo decía.
— ¿Estás loca? ¿Por qué lo dices?
—No lo sé… Tengo un mal presentimiento, Harry. Quiero decir… Tuve una… Bueno, vi una imagen que… Estabas tendido en el suelo, inmóvil; vestías la túnica del equipo y estaba lloviendo, había escarcha en el césped, y… todo termina con un rayo de luz…
Me miró, aun más confundido. Sabía perfectamente que lo que acababa de decir sonaba extremadamente tonto; pero así había sido.
Finalmente, respondió, balbuceando:
—Bueno, si algo llega a pasar, sabremos que tenemos algo más que investigar… Vamos a desayunar…
Suspiré, aun asustada, y lo seguí hasta el Gran Comedor.
No probé bocado, al igual que Oliver, quien insistía en que sería difícil.
Con algo de pesadez fuimos hasta los vestidores.
Yo ya estaba vestida, y sostenía mi escoba en la mano, nerviosa.
—Harry, ¿Estás seguro de que puedes…?— pregunté, haciendo un puchero.
— ¡Si!... Y no me mires así— dejo de mirarme—, tengo debilidad…
Reí un poco, desanimada.
—Al menos prométeme que tendrás cuidado… Prefiero perder el partido a perderte a ti, ¿de acuerdo Potter?
Volvió a mirarme, ya con su túnica.
—Está bien, tendré cuidado…
— ¡Vamos!— gritó Wood, y los demás comenzaron a seguirlo.
Antes de avanzar, le di un abrazo; por alguna razón esa especie de visión me inquietaba mucho…
El viento era tan fuerte que nos tambaleamos al entrar en el campo. A causa del retumbar de los truenos, no podíamos saber si la multitud nos aclamaba.
Los de Hufflepuff se aproximaron desde el otro extremo del campo, con la túnica amarillo canario. Los capitanes de ambos equipos se acercaron y se estrecharon la mano. Diggory, un chico guapísimo de 5º, sonrió a Wood, pero Wood parecía tener ahora la mandíbula encajada y se limitó a hacer un gesto con la cabeza. Note que la boca de la señora Hooch articulaba:
—Monten las escobas.
Pase una pierna sobre la escoba. La señora Hooch se llevó el silbato a los labios y dio un pitido que sonó distante y estridente... Dio comienzo el partido.
Me elevé con rapidez, pero mi escoba se movía a causa del tiempo.
Podía ver poco, y para colmo mi vista iba de Harry al partido.
En un momento, Angelina me pasó la quaffle, y logré anotar un milagroso tanto. Se oyó un ruido, pero no sabia si era un trueno, o la multitud de Gryffindor que aclamaba.
Perdí de vista a la cabeza azabache y entré en pánico. Volé un poco más arriba, más preocupada por mi amigo que por este partido incierto. La visión era muy obstruida por la lluvia, y había perdido de vista a los aros así como a los demás jugadores.
— ¡Cuidado!— gritó alguien, y giré a tiempo para ver una bludger que venía hacia mí y esquivarla.
Era un jugador de Hufflepuff, lo cual me extrañó. Me acerqué, encontrándome con Cedric Diggory.
—Gracias— grité, para que me oyese bajo todo este alboroto. Asintió levemente, sonriendo, y se marchó.
— ¡Camille!— exclamó Katie, lanzándome la quaffle —. ¡A la derecha, ve!
Volé rápidamente hacia donde me había indicado, hasta vislumbrar los aros, protegidos por alguien de túnica amarillo canario, e hice mi “técnica predilecta”, fingí apuntar al medio, para que protegiera ese espacio, pero rápidamente cambié de dirección a la derecha, anotando otro tanto.
Pasó el tiempo, y logramos otros tres tantos. Uno por Katie y los otros dos por Angelina.
Estuve a punto de chocar con Harry una vez, algo que al menos me tranquilizó.
Con el primer relámpago llegó el pitido del silbato de la señora Hooch. Todo el equipo aterrizó en el barro, salpicando.
— ¡He pedido tiempo muerto! —Nos gritó—. Vengan aquí debajo.
Nos apiñamos a un borde del campo, bajo un enorme paraguas.
— ¿Cuál es la puntuación?— preguntó Harry, limpiando sus gafas.
—Cincuenta puntos a nuestro favor. Pero si no atrapamos la snitch, seguiremos jugando hasta la noche.
—Con esto me resulta imposible —respondió Harry, blandiendo las gafas.
—Tengo una idea— se las quité de la mano, y saqué mi varita de un bolsillo interno en mi túnica.
—Impervius— conjuré, y se las devolví —. Ese hechizo repele el agua— expliqué.
— ¡Esa es nuestra hermanita!— dijeron a coro Fred y George, contentos.
— ¡Magnífico! —Exclamó Wood emocionado, dándome un fuerte abrazo—. ¡De acuerdo, vamos a ello!
Volvimos al aire, pasándonos la quaffle, y esquivando las bludgers lanzadas por sus bateadores.
Lancé una mirada a Harry, que perseguía a Diggory como un rayo. “La snitch”, pensé, y aproveché que Angelina estaba por marcar un tanto para alejarme un poco y ver como le iba.
Un rayo iluminó el campo, y por alguna razón Harry descendió varios metros. Me preocupé, recordando mi “visión” de él tirado en el barro.
Wood, desde los aros, le gritó angustiado que volteara. Cedric volaba como un rayo hacia el lado contrario. Enseguida volteo y yo le seguí, ahora más preocupada.
Va a suceder. Está cerca… Ese horrible pensamiento cruzó mi mente.
Pero algo extraño pasaba. Un inquietante silencio caía sobre el estadio. Ya no se oía el viento, aunque soplaba tan fuerte como antes. Era como si alguien hubiera quitado el sonido, o como si me hubiera vuelto sorda de repente. Me asusté más. ¿Qué sucedía?
Y entonces me penetró en el cuerpo una ola de frío horrible y ya conocida. Miré hacia abajo, y me encontré con unos cuantos dementores, que miraban hacia nosotros.
Volví a mirar a Harry. Él caía. Caía al suelo.
Grité, horrorizada, y traté de atraparlo… Pero no lo logré.
Estaba a metros del suelo, cuando un rayo atravesó el campo, hasta Harry. EL tiempo parecía pasar más lento.
Su cuerpo cayó secamente sobre el lodo.
Los dementores se acercaron a él, y grité, horrorizada.
Pero Dumbledore apareció. Caminó decididamente hasta Harry y lanzó un hechizo. Un rayo plateado…
Los dementores se alejaron, y el tiempo se normalizo. Aterricé bruscamente junto a él llorando, aunque las lágrimas se confundían con las gotas de lluvia.
Sentí como alguien corría a mi lado, y le tomaba el pulso, pasándome la snitch para que la sostuviera. Era Diggory.
Los demás jugadores de ambos equipos aterrizaron también. Dumbledore se acercó a nosotros, e hizo aparecer una camilla, a la que lo subió.
—Quédate aquí—me ordenó al ver que lo seguía, lo dijo con tranquilidad, pero luego continuó, tan enfadado como nunca lo había visto—. ¡Profesora McGonagall! ¡Llamé al señor Ministro!—bramó, acompañado por el profesor Lupin hasta el castillo.
La profesora Hooch se acercó a los jugadores.
—Bueno… El partido a finalizado; ¿Dónde está la snitch?— dijo secamente, con un paraguas.
—Cedric la atrapó…— murmuré, sin saber si me había oído con la tormenta.
Al parecer si lo hizo.
—Hufflepuff ganó— musitó.
—Pero, profesora, Harry tuvo un accidente, anule los puntos; podemos jugar otro día— insistió Diggory. Todos lo miramos, asombrados.
—La has atrapado antes, así que cuenta. Punto final. Vayan a los vestidores.
Todos se movilizaron. Me acerqué a él.
—Fue noble de tu parte querer anularlo… Gracias, supongo…— murmuré, y caminé hasta el castillo, junto al resto del equipo.
Hermione y Ron ya estaban en la enfermería.
— ¿Ha despertado?— pregunté, corriendo hasta ellos. Ella lloraba.
—No…— dijo Ron, afligido.
Solté un hondo suspiro, y me eché a llorar también.
Ron nos abrazó a ambas, tratando de consolarnos.
Estuvimos así un rato, hasta que finalmente nos sentamos.
Las chicas estaban temblando, parecían no creer lo que había sucedido.
— ¡NO puede ser! ¡Son un peligro para los estudiantes! ¡Se han metido en el partido! ¡Miré como quedó Harry Potter!— gritaba la voz de Dumbledore dentro de la enfermería.
Apreté los labios, y sequé las lágrimas.
—Y… ¿Si está…?— dijo Katie, alarmada, pero la interrumpí.
—No, él está bien.
Nadie habló.
La puerta se abrió de golpe, dando paso a un furioso Dumbledore, seguido de la profesora McGonagall y el Ministro de Magia.
Enseguida me puse de pie.
—Señor, ¿Él está bien?— pregunté apresuradamente.
Se detuvo, al igual que los otros dos. El señor Crouch me examinaba el rostro.
—No se preocupen, se recuperará— confirmó, suavemente.
—Un momento, ¿es la niña Black?—preguntó el Ministro.
Le miré, extrañada de que me reconociera como “la niña Black”.
—Así es, Bartemius— respondió el director—, y ahora irá a ver a su amigo—finalizó, como evitando que continuara hablando.
—Oh, ¿Es amiga de Potter? Vaya… que peculiar situación…—comentó, y siguió su camino, junto a Dumbledore.
Miré a la profesora McGonagall, pero ella solo negó con la cabeza, respondiendo a la pregunta formulada en mi mente. “Pueden entrar” dijo antes de marcharse por el mismo camino.
Enseguida, tratando de no pensar en eso, me metí en la enfermería, seguida por el equipo y mis dos amigos.
La señora Pomfrey, que se apartaba de una de las camillas con sucias ropas en mano, color escarlata, nos indicó que teníamos 10 minutos, porque éramos demasiados, y se fue hasta su despacho.
Él estaba dormido.
Me senté a su lado, y le corrí el flequillo de la cara. Tremendo susto me había dado…
—Ha tenido suerte de que el terreno estuviera blando— comentó Wood.
—Creí que se había matado— confesó temblorosa Hermione.
— ¡Pero si ni siquiera se ha roto las gafas!— acoté, exasperada del pesimismo que tenían. Acaricié su mejilla, sumamente agradecida de que Dumbledore hubiera ralentizado el tiempo.
—Aun así…Es lo más pavoroso que he visto en mi vida.
Harry abrió los ojos de repente, confundido.
Enseguida lo abracé, besándolo en la mejilla.
— ¡Estás despierto!— dije, con júbilo—. ¿Cómo te encuentras?
Ahora estaba colorado, y sus mejillas ardían.
— ¿Tienes fiebre?— pregunté preocupada, poniendo mi palma en su frente.
— ¡Harry! —Exclamaron Fred y George.
—No seas exagerada Camille— dijo Fred.
—Es verdad, solo está así porque estás muy cerca, pequeña genio—siguió su gemelo.
—Y ahora te alejas un poco; aun eres pequeña para andar a los besitos— finalizó el otro.
Entonces me alejé un poco, ruborizada, y les di un zape a ambos.
— ¡Por Merlín! ¡Qué idiotas son!— recriminé avergonzada.
— ¿Qué sucedió? —dijo Harry, ignorando eso, aun sonrojado, e incorporándose en la cama, tan de repente que todos ahogamos un grito.
—Te caíste —explicó Fred—. Debieron de ser... ¿cuántos? ¿Veinte metros?
—Creímos que te habías matado —dijo Alicia, temblando.
Hermione dio un gritito, aun con los ojos rojos. Le dirigí una mirada de apoyo.
—Pero el partido —preguntó Harry—, ¿cómo acabó? ¿Se repetirá?
Nadie respondió. Estaba más que segura de que él se sentiría fatal si le decíamos…
— ¿No habremos... perdido?
—Diggory atrapó la snitch —respondió George— poco después de que te cayeras. No se dio cuenta de lo que pasaba.
— Cuando miró hacia atrás y te vio en el suelo, quiso que se anulara. Quería que se repitiera el partido. Pero ganaron limpiamente. Incluso Wood lo ha admitido— proseguí yo.
— ¿Dónde está Wood? —preguntó Harry de repente.
—Sigue en las duchas —dijo Fred—. Parece que quiere ahogarse.
Sonreí apesadumbrada. Mi primer partido había sido un fiasco… pero al menos Harry estaba bien…
Harry acercó la cara a las rodillas y se cogió el pelo con las manos. Fred le puso la mano en el hombro y lo zarandeó bruscamente.
—Vamos, Harry, es la primera vez que no atrapas la snitch.
—Tenía que ocurrir alguna vez —dijo George.
—Todavía no ha terminado —dijo Fred—. Hemos perdido por cien puntos, ¿no? Si Hufflepuff pierde ante Ravenclaw y nosotros ganamos a Ravenclaw, y Slytherin...
—Hufflepuff tendrá que perder al menos por doscientos puntos —dijo George.
—Pero si ganan a Ravenclaw...
—Eso no puede ser. Los de Ravenclaw son muy buenos.
—Pero si Slytherin pierde frente a Hufflepuff…
—Todo depende de los puntos... Un margen de cien, en cualquier caso...
Harry guardaba silencio. Pase un brazo por sus hombros, para reconfortarlo un poco.
Después de unos diez minutos, la señora Pomfrey llegó para mandarnos que lo dejáramos descansar.
—Luego vendremos a verte —le dijo Fred—. No te tortures, Harry. Sigues siendo el mejor buscador que hemos tenido.
El equipo salió en tropel, dejando el suelo manchado de barro. La señora Pomfrey cerró la puerta detrás del último, con cara de mal humor. Ron y Hermione se acercaron un poco más a la cama de Harry.
—Dumbledore estaba muy enfadado —dijo Hermione con voz temblorosa—. Nunca lo había visto así. Corrió al campo mientras tú caías, agitó la varita mágica y entonces se redujo la velocidad de tu caída. Luego apuntó a los dementores con la varita y les arrojó algo plateado. Abandonaron inmediatamente el estadio... Le puso furioso que hubieran entrado en el campo... lo oímos...
—Entonces te puso en una camilla por arte de magia —explicó Ron—. Y te llevó al colegio flotando en la camilla. Todos pensaron que estabas...
Su voz se apagó. Negué con la cabeza, sintiendo los ojos humedecer al recordarlo.
— ¿Recogió alguien la Nimbus?
Ron y Hermione se miraron. Yo no me había enterado de su escoba, había estado demasiado preocupada con él…
—Eh...
— ¿Qué pasa? —preguntó Harry.
—Bueno, cuando te caíste... se la llevó el viento —dijo Hermione con voz vacilante.
— ¿Y?
—Y chocó... chocó... contra el sauce boxeador.
— ¿Y? —preguntó de nuevo, algo nervioso.
—Bueno, ya sabes que al sauce boxeador —dijo Ron— no le gusta que lo golpeen.
—El profesor Flitwick la trajo poco antes de que recuperaras el conocimiento—explicó Hermione en voz muy baja.
Se agachó muy despacio para coger una bolsa que había a sus pies, le dio la vuelta y puso sobre la cama una docena de astillas de madera y ramitas, lo que quedaba de la fiel y finalmente abatida escoba de Harry.
Su rostro se ensombreció.
—No te pongas mal, Harry…— murmuré—, sé que era muy importante, en realidad sé como te sientes, pero…—no sabía que más decir.
—Está…bien…No se preocupen— balbuceó, tomando la bolsa.
—Bueno… Hablemos de otra cosa… Por ejemplo, que yo tenía razón— dije, para romper el silencio.
Ron y Hermione me miraron confundidos, así que les explicamos lo de mi “visión”.
—Espera… Eso significa que preveías lo que iba a suceder… —dijo Hermione, poco convencida, pues ella aborrecía todo lo referido a “Adivinación”.
— ¡Eres vidente!— exclamó Ron, sorprendido—. ¡Ves el futuro! ¡Wow!
Sonreí con burla.
—Por favor, solo fue intuición…
—Viste exactamente lo que sucedió—insistió.
—Bueno… no fue exacto…
—Pero viste a Harry en el suelo, y el hechizo de Dumbledore.
—Tal vez, pero… Agh, ya tengo bastantes peculiaridades en mi vida, realmente no quiero…
—Ya deben irse, todos necesitan dormir— interrumpió la señora Pomfrey.
Asentimos. Ron y Hermione se despidieron de Harry, y dijeron que me esperarían afuera.
—Oye…— murmuré—…Harry, ¿Sabes qué…—tragué saliva, nerviosa—… que te quiero?
—Yo también— respondió, sonriendo con melancolía, con apariencia de debatirse algo internamente.
— ¿Sucede algo?— pregunté.
—Bueno… Cuándo dices que me quieres, ¿te refieres a que…me quieres como... amigos?
Abrí los ojos de par en par, sumamente tomada por sorpresa… ¿Por qué me lo preguntaba? ¿Acaso había notado que… me gustaba?
—Eh… Yo… No lo sé—mentí tremendamente, aun no estaba lista para decírselo.
— ¿No… lo sabes?
—Digo… Es… confuso… Pero…—suspiré, y dirigí mi mano a su cabello, para tratar de peinarlo un poco; sin éxito.
Me puse de pie.
—Te quiero… mucho, es evidente. Nos vemos Harry— me despedí, caminando hasta la puerta, ante su cara de profunda confusión.

Gracias por sus comentarios Susie y Phoenix (¡Por Merlín, mujer! Cambias de nombres como de calcetines xD )
Realmente ME ENCANTA que les guste, y en especial que las deje asdfghjklkjflksa 8) , jajaja, así que ahora subo otro Cap, (por Dios, sigo sin avanzar mi otra nove, me van a abandonar si no la sigo pronto U.U )
Besos, kisses, goodbye, Arivederchi(?? :)

por **Phoenix.** Dom 19 Ago 2012, 8:02 am

¡akldhjladfnmñafnmña! SIGUELA

por **~Susie ∞Wallflower∞** Dom 19 Ago 2012, 10:47 pm

hsgdsjkfdkjshfjkdh hi!!
me encanto el capi!!
me encantaria tener visiones, pobre harry y que dolor
nunca me aburrire de decir que amo la nove
tu nove me sube el animo :DDD

bueno kisses y siguela cuando puedas

BYE! :DD

por **TheGirlImpossible** Lun 20 Ago 2012, 1:34 am

Oh mi dios ese finaal!*-*
Harry le pregunto de q forma lo quiere! God como los amoo!*-*
Perdon x no haber comentado antes ando un poco mas de la vista
y x eso trato de no leer en esceso pero me gana mi yo interior de quiero-leer-ya!
:bounce: ame los tres capitulos, sobre todo el final de este!

*-*
Espero la sigas prontito, besos!!

por **totoro.** Lun 20 Ago 2012, 5:58 pm

Cedric Diggory apareció :3 jajaja y Fred y George siguen molestando a Camille jajaja :DD
Oww Harry le preguntó "de qe manera lo quería" Y yo me quedé como :OO jkfhkjghfkgjh Tu entenderas xD
Siguela jhljghg
Besos

por **Phoenix.** Lun 20 Ago 2012, 6:10 pm

¡OI, SIGUELA!

por **C.J. Potter** Mar 21 Ago 2012, 9:59 am

Graciaass! :D a todas, porque sus comentarios me alegran el día (y recien vuelvo de la escuela, imagínense que horrible fue mi día hasta ahora U.U (tengo hambre :l )
Buuueno, tengo un inconveniente.. El PenDrive donde esta la nove (la hago con word), está en lo de mi prima! (le pase música y lo olvidé xd) así que probablemente suba hoy por la noche o mañana... Peroo, voy a subir (me entusiasme mucho con la nove, en serio :o
Saludos. :B

Oh oh :bounce: , dejo imágenes de como sería Camille . Más o menos, aun no lo decidí bien, pero hasta ahora es esta:

por **~Susie ∞Wallflower∞** Vie 31 Ago 2012, 2:04 pm

hola!!
es linda camille : )
me agrada georgie como camille

sube capi pronto
porfi!
bess!!

por **TheGirlImpossible** Vie 31 Ago 2012, 7:36 pm

Yo no me la imaginaba como Georgie pero ella me encanta por
las Cronicas de Narnia, asi que esta bien :D

siguela pronto x favor te lo ruego! D':

por **C.J. Potter** Sáb 01 Sep 2012, 9:00 pm

Maay·Wright·Jonactioner escribió:Yo no me la imaginaba como Georgie pero ella me encanta por
las Cronicas de Narnia, asi que esta bien :D

siguela pronto x favor te lo ruego! D':

Sinceramente, yo tampoco :| , pero NO sé como buscar imágenes precisas... (chicas como Camille, usando google xd)... Así que si alguna tiene sugerencia sobre que actriz, cantante, o modelo (que aparente 13 años chicas xD), me dicen, porque no estoy conforme...
Bueno! Besos! (estoy editando el siguiente capítulo ^^)

por **Phoenix.** Dom 02 Sep 2012, 10:55 am

July estas advertida que si no subes, me pego un tiro.
Perderás una valiosa lectora *snif*
¡SIGUELAAA!

por **C.J. Potter** Dom 02 Sep 2012, 12:44 pm

Phoenix. escribió:July estas advertida que si no subes, me pego un tiro.
Perderás una valiosa lectora *snif*
¡SIGUELAAA!

NOOOO! PHOENIX, RESISTE!! :O jajajjaja, no te aflijas, estoy editando el capitulo, a lo mejor lo subo esta noche... Ejem, a propósito... El cap trata de la salida de Draco y Camille... :¬w¬: A que no saben que se enteraaa? Ahh, se acuerdan que Harry va aHogsmeade y se entera lo de Sirius? Bueno... Camille también se entera... :¬w¬: y de algunas cositas más...

por **C.J. Potter** Dom 02 Sep 2012, 7:30 pm

Capítulo 29 “Salida con Draco… Por Merlín... (PARTE 1)"
Al día siguiente lo volvimos a visitar. Claro que ninguno habló sobre lo sucedido la noche anterior. Era incomodo…
— ¡Lo digo en serio! ¡Estuviste genial! — insistía, comiendo con Harry unas gagreas que me habían regalado George y Fred por mí primer partido.
— No, no lo estuve. Caí de mi escoba por desmayarme al ver dementores— repuso seriamente.
Yo sabía perfectamente que eso le avergonzaba, e incluso se sentía culpable de la derrota…
No volvería a dejar que Wood le hablase del tema.
— Oh, vamos, eso no importa. Nadie te echa la culpa, ¿Por qué tú habrías de hacerlo?
— Porque es así.
— No, no lo es.
— Si.
— ¡No!
— ¡Si!
— ¡NO!
— ¡Que si!
— ¡Nooo! Y punto Harry Potter— me crucé de brazos.
Él rodó los ojos.
— Es así, te guste o no.
— No es que me guste o no me guste. Es que te persigues y eso te pone mal. Eso es lo que no me gusta.
Por unos segundos se quedó mirándome, pero pareció reaccionar y desvió la mirada.
— Es imposible no sentirme culpable… No debería haberme desmayado por un par de Dementores…
— Agh, Harry… Eran cinco, se infiltraron, y… todos nos sentimos mal cerca de ellos… Yo… Escucho a mi madre llorar…— confesé, en un susurro.
— Oh…— murmuró—. Yo oigo los gritos de una mujer… de mi madre… Pero tú no te desmayas…
— Es que TÚ, Potter, has sufrido mucho más que yo, o que todo Hogwarts.
— Sigue siendo lo mismo, me desmayé.
Solté un suspiro pesado, negando con la cabeza.
— No hay caso…Hablemos de otra cosa o tendré que pegarte por ser tan terco.
— Bueno, hablemos de anoche, ahora no están ni Hermione ni Ron.
Quedé congelada. No sabía que decir… Lo de ayer se me había escapado, pero… No tenía el valor… ¡No ahora!
—Uy, de repente me dieron ganas de hablar sobre el partido de nuevo… ¿Cómo crees que se metieron los dementores? — dije, tratando de hacerme la desentendida.
— Ahora no, dime, por favor— pidió, mirándome a los ojos.
¡Malditos ojos verdes! ¡Maldito Harry por tener esos ojos! ¡Y malditos los míos por adorarlos!
— ¿Ehh? Bien… ¿Qué…? ¿Qué quieres saber?
— Um… Yo… ia… r… s…es… o…a…osa… D-digo, sol-lamente por curiosidad— tartamudeó, de repente muy nervioso.
— ¿Qué has dicho?
— Eso…
— No te oí.
— S-si… es…o…g-go… tra… a— repitió rápidamente (o al menos eso creí porque la verdad no había entendido un ápice).
— Si quieres que te escuché habla tranquilo, Harry. ¿Desde cuándo estás nervioso al hablar conmigo? — Pregunté con una sonrisa de costado—. Ni siquiera cuando apenas nos conocíamos.
— B-bueno… Yo quería saber si… m-me quieres c-como amigo…
— Por supuesto— interrumpí, confundida con su pregunta, ¿cómo no iba a quererlo? —, Harry, eres mi mejor amigo, sabes perfectamente que te amo.
— P-pero— tragó fuertemente—, yo quería saber si mequierescomoamigoocomootracosa— dijo demasiado rápido. Pero le entendí.
Quedé cayada, con la boca entreabierta por su pregunta. ¿Realmente me estaba preguntando ESO?
¿Qué le decía? “Oh, si Harry, no tienes idea de cuanto te quiero, ¿curioso, verdad?” o, “SI, te quiero como no tienes idea Harry Potter, ¡eres mi primer amor!”. NO. Definitivamente no. Podría negarlo, o no responder… Quizá un “tal vez”… Pero… El punto era… ¿POR QUÉ me lo preguntaba? Um, de hecho sería mejor preguntarle, o por lo menos responder con algo… Uy, si, me está mirando… ¡Me pone nerviosa!
— Harry… ¿por qué preguntas?
— Es que… Ron— dijo velozmente.
Esa zanahoria… Ya lo atraparía…
— Oh… Pero, ¿qué tiene de importante eso?
— ¿A-a qué te refieres? Yo solamente pregunto, no es nada sumamente relevante para mí, no pienses que…—comenzó a decir, nerviosamente.
—Harry…
—De hecho, no pensaba preguntarte, bueno… sí, pero no pienso…
—HARRY…
—Si no vas a responder no importa, no es vital, ¿ya lo dije? El punto es que…
— ¡Harry James Potter! ¿Puedes callar de una vez? —exclamé.
Me miró asombrado y cerró la boca. Solté un suspiro, y pasé una mano por mi rostro.
—Tal vez… No lo sé, quizá sí… Nos vemos luego—dije al fin, dándole un beso en la mejilla y caminando a la puerta de salida.
No pude evitar sonreír.

Corrí hasta el salón de DCAO. Si Snape seguía dando clases descontaría 100 puntos a Gryffindor…
—Tonto despertador que se rompe tan fácil…—farfullé molesta, doblando en un pasillo.
Abrí la puerta del salón bruscamente, y dirigí mi mirada automáticamente al frente. ¡Estaba el profesor Lupin!
— ¡Oh, no! —exclamaba Hermione, decepcionada, cuando llegaba—. ¡Yo ya lo he ter… Camille!
Sonreí al profesor a modo de disculpa.
—Lo siento, profesor. Tuve algunos… inconvenientes—excusé.
—No hay cuidado, toma asiento Camille.
Suspiré aliviada y me senté junto a Herms.
—Bien, hoy veremos…—comenzó el profesor.
— ¿Qué te sucedió? Cuando no te levantaste puse el despertador como pediste…—susurró ella.
—Si… bueno… Resultó que no reaccioné bien a que me despertaran, estaba TAN cansada, querida Hermione…
—Camille Elizabeth Black, ¿qué le sucedió a mi despertador?
—Te compraré uno nuevo para navidad— afirmé, viendo la explicación del profesor sobre los hinkypunks.
— ¡Cam! ¿Qué le hiciste?
—Solo… No son resistentes, Mione. Le di un pequeñísimo golpe para que parara y… ¿puedes creer que se rompió? Tomaré clases de Karate, debo tener un golpe muy fuerte… ¡Ah! ¿Has visto que interesante es el hinkypunk?
Abrió la boca, entrecerrando los ojos, con total expresión de indignada.
— ¡No cambies de tema Black!
—Aguarda… Espera hasta al almuerzo, así me comienzo a lamentar de tu sermón ahora y para cuando llegue el entrenamiento de Quidditch ya estoy bien.
Soltó un jadeo y volteó a ver la clase.

Al sonar el timbre, todos recogimos nuestras cosas y nos dirigimos a la puerta, pero...
—Espera un momento, Harry —le dijo Lupin—, me gustaría hablar un momento contigo.
Miré a Harry curiosa, y él se encogió de hombros.
—Nos vemos en el Gran Comedor—saludé, siguiendo a Ron y Hermione.
POV Harry
Luego de haber hablado con Lupin me sentía algo mejor. Aprendería a espantar dementores, lograría librarme de ese problema.
Caminé hasta el Gran Comedor apurado. Tenía hambre, y luego seguía Historia de la Magia, lo cual quería decir que necesitaría energía para no caer dormido…
Abrí la enorme puerta y el común bullicio se hizo presente. Caminé hasta la mesa de Gryffindor, y en el camino pase junto a la de Slytherin… Malfoy dramatizó una caída, y los que estaban a su alrededor rieron.
—Imbécil—murmuré entre dientes.
Al llegar hasta donde estaban mis amigos, me encontré con que Ron comía como si no hubiera un mañana, Hermione hablaba sin parar, enojada, y moviendo exageradamente las manos. Camille miraba al techo, aburrida, como si esperara que entrara un avión y la sacara de allí.
—Hola…—saludé.
Enseguida volteó, parecía contenta.
— ¡Harry! ¡Gracias a Dios llegaste! ¿Puedes decirle a Hermione que de verdad lamento lo de su despertador? —dijo, tomándome de los hombros.
Era tan bonita… Y… ¡Harry! ¡Atención!
—Claro. Camille no miente Mione—confirmé, mirando a mi amiga.
Ella soltó un bufido.
—Me lo vas a devolver—musitó, y dirigió toda su atención a la comida.
—Ni que hubiera matado a alguien—me murmuró Cam—. Normalmente se pone así cuando Ron le dice algo…
—Debe estar de mal humor, ya sabes cómo es ella—respondí de igual modo.
— ¡Los oigo! —dijo Hermione, con el entrecejo fruncido.
—Lo siento…—respondimos al unísono.
Me serví una tostada, y por alguna EXTRAÑA razón, se me vino a la mente las palabras de la castaña… “Quizá si”… Ah… ¿Todo tenía que ser tan confuso con las chicas?
— ¿Iras a entrenar hoy? —preguntó ella.
—Sí, ¿por qué preguntas?
Giró para mirarme.
— ¿Estás seguro? ¿Ya te sientes lo suficientemente bien?
—Sí Camille, sino Madame Pomfrey no me habría dejado irme…
— Pero—insistió—, fue una caída muy fea…
— Algún día tengo que regresar.
— ¿Y si ese día es en un mes? ¿O dos?
La miré obviando.
— Lo siento, Harry… Pero tú estabas cayendo, no tienes idea de lo feo que fue, ¡era tanta altura! De no ser por Dumbledore yo…— frunció los labios, y bajo la mirada al suelo.
— Cam… ¿De veras vas a llorar?
— No… Yo no lloro— dijo, con la voz algo quebrada.
— ¿Es enserio? Estábamos hablando tranquilamente, ¿por qué el llanto? — supliqué.
— ¡No estoy llorando! — repitió, con el labio temblando.
— Oh, por favor…
— Es que… ¿Y si no llegaba a tiempo? ¿Y si morías? — ahora sus ojos brillaban. ¿Qué se supone que haga ahora?
— ¡Harry! ¡No sé qué haría si las cosas hubiesen salido mal! — echó sus brazos a mi cuello— ¡Debería haberte insistido más! ¡Yo sabía que esa imagen significaba algo! ¡Hubiera sido mi culpa! ¡Y… y…!— se puso a llorar.
¡Por Merlín y toda la Corte del Rey Arturo! ¿Cómo es que habíamos llegado a esto?
— Ca… Camille, tran… quila… me ahorcas un poco…
— Lo siento— se soltó y secó sus lágrimas. Volvió a ver su plato, y comió un poco de pan—. Ya quiero que llegue el partido contra Ravenclaw… ¿Tú no?
La miré estupefacto. Realmente… No… Agh, chicas…
POV Camille
— Te digo enserio Harry. Draco es bueno, solamente es tímido— insistí, mientras atravesábamos el retrato de Sir Cardogan.
— Aha, por supuesto… Y Crabbe es listo…
Reí tontamente. Últimamente reía de todo lo que él decía… Me sentía tan… Estúpida…
— Oh, vamos Potter, no bromeo…— me senté en una de las butacas, junto a Hermione.
— ¿De qué hablan? — cuestionó Ron.
— Intenta convencerme de que Malfoy es bueno.
Tanto él como Herms rieron.
Los miré con los ojos entrecerrados y se detuvieron.
— Solamente decía. Deberían aunque sea tratar de…— comencé a hablar.
— No lo lograras— me interrumpieron los tres, negando con la cabeza.
Solté un bufido, y voltee al oír un “¡Ya quiero que llegue!”
— ¿Por qué tanta gente? — pregunté viendo al tumulto formado alrededor de la pizarra de anuncios.
— Mañana hay visita a Hogsmeade.
— ¿En serio?
— No. Soy una clon malvada de Hermione que quiere engatusarte para que creas que mañana hay visita a Hogsmeade. ¡Por supuesto que es en serio!
— ¡De acuerdo! Solamente decía… Por Merlín Hermione… Estos días has estado muy malhumorada.
— No es cierto— musitó, y volvió a su típica posición escondida tras un libro.
— ¿Quieres pasear por Hogwarts? — preguntó Harry.
— Oh, no. Tengo algo que hacer durante esa visita…

Chicas! LO SIENTO! Es que no sé si voy a poder subirlo TODO, así que lo dividí en dos partes, después subo lo que sigue (hoy, si puedo |: ) Besos! Las adoro por esos comentarios que ponen :') me emocionan! :o jajaja, chauchau ^^

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