"Come back to me" [Cancelada]

Capitulo 16; I’ve fallen in love.

El insoportable sonido del despertador logro su cometido; despertarme. Mi mano ayudo a poner fin al insistente sonido, estaba mas que feliz al saber que no era el reloj de campanilla el causante de mi despertar, de lo contrario arrojaría lo mas lejos posible.

Frote mis ojos, retire las sabanas, me senté en el borde de la cama y volví a pensar en la noche anterior. No tenia idea de cómo sobrevivir hoy en el trabajo con la presencia de Louis, al cerrar mis ojos visualizaba los del el, la mirada tierna y picara que siempre tenia me provoco sonreír, sin embargo, no era suficiente como para olvidar mi acción.

Medite una y otra vez, era la salida mas cobarde que encontré.

─Hola Daniel… te llamo para avisarte que no asistiré al trabajo… si, si ya tengo una cita con el doctor… si, esta bien. Hasta luego.

Regrese el teléfono a la mesa de noche, pase mi mano por mi cara y un débil suspiro salió de mi.

7:40am marcaba el reloj, deje el tazón sobre el lavaplatos. Regrese a mi habitación después de seleccionar mi ropa: skinny jeans, blusa blanca, blazer y unos tacones. Fui a tomar una ducha, la cual esperaba me ayudara a relajarme pero el resultado no era el que yo esperaba. Me sentí mas tensa y no sacaba de mi mente a Louis.

Al dar los últimos toques a mi peinado, di tres pasos hacia atrás admirando cada detalle de la ropa que traía puesta, llenando mis pulmones con el perfume Nina de Nina Ricci.
Estaba lista para toma mi bolso y salir de la casa, de pronto, me di cuenta que no tenia a donde ir o que hacer en el día. Se hubiera sido un descanso iría a visitar a Karly y Louis, pero dada la situación no era bueno acercarme a mi lugar de trabajo.

Deje caer la bolsa sobre el sofá, no tenia idea de que hacer, Harry iba a la escuela de leyes así que no podía salir con el. Me tentaba la idea de llamar a mi abuela para salir de compras y tener un día de chicas, aunque ella preferiría llevarme al medico antes de salir a divertirnos. Con mi madre era muy diferente nuestra relación por lo cual, no considere llamarle. Fue entonces que nunca me había dado cuenta lo sola que estaba, me senté al pie de la escalera con la cabeza abajo, soltando el aire una y otra vez para relajarme.

Habían transcurrido unos 7 minutos cuando de mi celular empezó a emanar el típico tono de “nuevo mensaje”. Mi rostro se ilumino al leer su nombre, sin previo aviso una sonrisa de oreja a oreja se dibujo en mis labios.

“En 5 minutos habrá un regalo frente a tu puerta, mas te vale que seas educada y lo recibas con mucho cariño.” Decía el mensaje.

No pude contener mas, una ligera risa salió a vagar por la casa y llenar cada rincón con su sonido. Mientras esperaba fui por un poco de agua. Mis ojos se posaron sobre el reloj de la cocina, faltaba poco para que llegara. Mis uñas de la mano derecha golpeaban continuamente la mesa a manera de espera, a la vez que mi barbilla descansaba sobre mi mano izquierda.

Al escuchar la puerta de un auto cerrarse, me levante de mi lugar e inmediatamente fui a la ventada de la cocina que me permitía ver la calle. Corrí más rápido de lo que solía hacerlo en los simulacros del colegio. Aunque sufrí unos golpes en el transcurso de la cocina a la puerta llegue antes que él, lo observe por la mirilla de la puerta mientras se acercaba a ella.

Se veía tan atractivo prácticamente me dejo sin palabras, vestía una camisa negra, unos jeans y tenis Nike. Me encanta verlo vestido informal parecía que se sentía mas relajado vestido como quiera que como uno de eso simios de las oficinas. Antes de tocar la puerta, se paso la mano por su cabello alborotándolo y así creando un efecto en mí que me provocaba abrir la puerta de una vez y lanzarme en sus brazos.

Tocó un par de veces la puerta y mi intención era hacerme la difícil pero no fue tan simple como parecía y por puro instinto abrí la puerta. Ahí se encontraba él con una sonrisa hermosa que me hacia derretir, por un momento me sentí como el juego de Jenga; al abrir la puerta era como si él hubiera retirado el bloque que me haría caer.

─Hola, ¿Estás lista? Te llevare a un lugar muy especial ─ término con una sonrisa.
─Si, por su puesto, solo deja ir por mi bolso y listo─ respondí, sin si quiera cuestionarlo sobre ese «Lugar muy especial» del que hablo.

Al tomar el bolso y revisar que este dentro de el todo lo que necesito, me di cuenta que me faltaba mi celular lo busque y lo busque hasta que lo encontré, mientras lo volvía a poner en su lugar. Me dirigí a la puerta donde estaba él, cerré la puerta de la casa. A la vez que él abría la puerta del auto para mi, como todo un caballero.

─Estoy seguro que te encantara tu regalo─ dijo él muy seguro de si mismo.
─¡Ah, si! Creí que tu eras mi regalo─ reí un poco
─Bueno, si quieres tómalo de esa manera, pues, sin mi no tendrías tu verdadero regalo─ decía mientras tomaba mi mano.

El tono de “nuevo mensaje” quiso interrumpir el bello momento, pero no tuvo éxito e ignore el sonido y seguí hablando con el. Después de una hora ¿creo? Porque pudo haber sido mas tiempo o menos y no lo note ya que en todo el trayecto no hubo un momento donde no dejábamos de hablar y reir. Se estaciono afuera de una vieja casa con el clásico estilo europeo. La casa era hermosa, había pasto por todo el perímetro el jardín estaba recién cortado y una niña pequeña regaba algunas plantas. Era lo mas lindo que haya visto siempre me quise vivir en un lugar así, ver a mis hijos jugar en el jardín.

Una señora como de unos treinta años nos saludo desde el pórtico, al tiempo que le sermoneaba a otro pequeño que jugaba con un perro en el jardín.

Ambos caminamos hacia la señora y esta nos recibió con una gran sonrisa.